Capítulo: 29
Advertencia este capítulo contiene lectura para adulto.
La policía logro convencerlo que digieran quien era la persona quien los contrato antes de que salieran bajo fianza—
—y que más te dijeron del caso —
—solo eso, pero si gustas mañana vamos a la estación y preguntamos, pero será después de que los agentes realicen la investigación — después de esas palabras ya no dije nada más, solo ingrese a la habitación, Albert un tanto inquieto de mi actitud, me abrazo por detrás acercándome a mi oído dijo —No tengas miedo, yo estaré a tu lado en todo momento, te cuidare hoy y siempre —
Luego ambos nos recostamos en la cama, Albert me abrazaba muy fuerte para darme seguridad y fue así que me quede dormida en medio de sus brazos, cuando volví abrir los ojos aún era madrugada, gire la mirada y contemple como Albert dormía profundamente, al ver cómo dormía tan serenamente no quise despertarlo y con mucho cuidado me fui separando de él.
No podía descansar, el simple hecho de pensar que en unas horas, los policías irían con una orden de aprehensión, del culpable de, quien contrato a esos hombres, el simple hecho de pensar en esos hombres me volvía loca, comencé a mover mi cabeza de un lado para otro y grite muy fuerte —Salgan de mi cabeza, malditos salgan los oído — comencé a sacudir fuerte mente mi cabeza, al tiempo que gritaba —malditossss malditos desgraciado—
Gritaba tan fuerte que se me olvido que Albert estaba durmiendo en la habitación, hasta que escuche —Mi amorrrr— y luego sentí sus grandes brazos al, rededor de mi espalda al tiempo que me dijo —Tranquila… estoy acá… te cuidare —
—Albert lo que pasa es que… es que— y no logre controlar más mis lágrimas, el al verme de esa manera, con sus tibias manos me limpio las lágrimas y me dijo —Llora si lo deseas, que yo estoy a tu lado y te cuidare— con esas palabras nos quedamos abrazados en la sala hasta que llego la luz del sol.
Después de unos minutos, ambos nos preparamos para salir del departamento, como siempre nos fuimos a la cafetería, estaba tan nerviosa mis manos sudan en todo momento, por más que me limpiaba no dejaban de sudar, lo peor de todo es que la harina se pegaba más en mis manos, intentaba pensar en otras cosa, pero era imposible solo contaba los minutos que faltaban para ir a la estación de policía.
Miraba el reloj de la cocina y parecía que se había descompuesto, o que el tiempo se había detenido, al verlo mi cuerpo temblaba de lo inquieta que me encontraba, mis manos temblorosas no dejan de sudar, haciendo más difícil la preparación de los postres.
Esta tan nerviosa que los trastes se me caían al suelo, los postres salían quemados del horno, la harina esparcida por todo el suelo, al ver todos los postres quemados, decidí que era mejor retirar la última charola de pay, antes de tiempo, me acerque al horno y lo abrir cuando grite muy fuerte —hayyyyyy malditasea — al tiempo que solté la charola de pay, que cayó al piso , haciendo un gran escándalo cuando escucho —estas bien Candy —
—Siii sii —levante la mirada al tiempo que sacudí mi mano
— ¿Y qué es lo que paso en esta cocina?—
—Lo que pasa es, que me acabo de quemar con la charola de play, se, me olvidó colocármelos guantes —
—Mi vida pero estas bien —grito al momento que se acercó, para tomarme las manos y ver que tenía, cuando las analizó me dijo —Candy debes de tener más cuidado, por esta ocasión no te paso nada —
—siii estoy bien, no tengo nada—
—está bien ya casi voy a cerrar la cafetería, en un momento vengo para limpiar todo esto—
—siii— le dije, mirando como regresaba al mostrador.
Al ver mis manos un poco rojas, me fui al baño para lavármelas, regrese a la cocina y al ver todo el desastre que ya había hecho, no me quedaba más remedio que limpiar todo, suspire un poco al ver, todo el trabajo que tenía que hacer, comencé a limpiar pero estaba tan tirado que parecía no tener fin.
A los pocos minutos Albert llego para ayudarme, entre los dos fue más rápido limpiar, y sin darme cuenta ya todo estaba en orden, Albert tenía todo bajo control no, me había dado cuenta hasta que él dijo —terminamos es hora de ir al delegación — por todos los cielos estaba tan nerviosa que la hora llegara para ir a la policía, pero ahora mi cuerpo comenzó a temblar, por fin, por fin detendrían al criminal, al estar tan concentrada no escuche bien lo que me dijo Albert, y lo único que hice fue mover la cabeza.
Ambos salimos de, la cafetería y fuimos los más rápido a la delegación, durante todo el camino Albert sostenía mi mano muy fuerte, haciendo que mi corazón se tranquilizara un poco y con la fuerza que Albert, le trasmitía a mi corazón fue posible que llegara a la estación sin miedo.
Llegamos muy rápido, ambos estábamos decididos de conocer a la persona, Albert durante todo el camino me aseguro que, no descansaría hasta que se, encontrara tras las rejas de una prisión, y esas palabras lograron darme valor para descubrir la verdad.
Entramos a la estación, preguntamos con los policías a cargo de la investigación, ellos nos pidieron un momento para esperar al agente, quien tenía algo importante para decirnos, no podíamos hacer nada, entonces nos sentamos a, esperar y nuevamente mis manos comenzaron a sudar por el hecho de pensar« ¿Qué paso…? ¿Que habrá pasado…? Y ¿Si escapo…? No noooo eso no…» y comencé a sacudir mi cabeza, cuando sentí las manos de Albert y escuche —Tranquila todo esta bien…—
Mire sus hermosos ojos, que me trasmitían tranquilidad, luego él se iba hacer un poco más para darme un beso en la mejilla cuando escuchamos —Señorita White — ambos levantamos la mirada y era el agente que estaba parado enfrente de nosotros, en seguida nos paramos de las sillas y el agente nos llevó a un pequeño cuarto.
Todos nos sentamos, una vez que el agente nos miró sentados comenzó hablar —Señorita White, Señor Andrew les quiero informar que fue una equivocación —
—Queeeee… como… como que se equivocaron — ambos gritamos
—Sí, el día de hoy fuimos al domicilio para arrestar, el presunto culpable pero… —
—Que pasa — grite muy fuerte, Albert tomo mi mano y me dijo al oído —Tranquila hay que escuchar —
—Como les estaba diciendo, fuimos y arrestamos al dueño del domicilio, lo hemos traído preso a la estación, para ser interrogado, pero cuando sacamos a los señores para verificar que efectivamente era la persona quien los contrato ellos dijeron que no era, que esa persona jamás la habían conocido —
—como… no entiendo agente —
—Si los señores, nos dieron una dirección, que el dueño de esa casa era quien los había contratado que fue ahí, donde les había pagado para que te lastimaran, arrestamos al dueño de la casa pero ahora los señores dicen que esa persona no es—
—Como… como no es…— grite sin control al tiempo que me pare de la silla, Albert tomo mi mano y dijo—Agente nos puede decir cuál era la dirección —
—Claro es esta…— dijo al momento que de la bolsa de su pantalón saco una pequeña nota con la dirección, escrita por los delincuentes, primero Albert la miro y frunció el ceño, al ver su rostro me acerqué para leer la nota y grite —Nooo esta… esta dirección es de…— y salí corriendo del cuarto, ya que sentía que mis sospechas eran ciertas, escuche al fondo como Albert y el agente me gritaban —Candy espera… Señorita White— pero no regrese quería saber, quería ver con mis propios ojos, así que camine por el corredor donde anteriormente el agente me había enseñado en qué lugar estaban las personas detenidas.
Comencé a correr, ya que detrás de mi venía Albert y el agente, cuando a mitad del pasillo estaba parada mirándome con odio y me dijo—Maldita…maldita seas por tu culpa tuve que pasar por esta humillación, pero te lo juro…te lo juro que esta me la pagaras—
—Eliza… sabía que esa dirección la conocía —
—Maldita lo pagaras caro… en este momento contratare al mejor abogado de Chicago para que te cobre todas las calumnias que has dicho de mi— me dijo al, momento se colocó unos lentes oscuros y salió por la puesta de emergencia.
No lo podía creer, si tenía razón por unos minutos me quede paralizada mirando la puerta, en estaba en shock cuando escuche —Candy que te paso…—
—Albert esa dirección la conozco, solo quería comprobar que estaba en lo correcto acabo de ver a Eliza, y tiene razón el agente ella no fue… estoy segura que fue Niel—
—Como… Señorita White conoce el domicilio—
—Siii… agente estoy segura que fue Niel — y en ese momento le explique, toda mi relación que tenía con la familia Leagan, le explique mi ruptura, de compromiso y todas las amenaces que él me dijo al momento de separarnos, cuando termine de hablar el agente me dijo que si estaba segura y le, dije que sí, que no tenía ninguna duda.
Con estas palabras el agente levanto una orden de aprensión, que irían en ese momento, me pregunto si sabía dónde lo podían localizar, con mucho rapidez les dije como detenerlo sin que se escapara o que solicitara un abogado ya que tiene, todos los contactos para salir libre de esa situación.
Les dije que esperaran después del trabajo, en la hora de salida el siempre salía a cenar a un restaurante y que solo después de cenar, el despedía a todos a su alrededor, para disfrutar el restaurante para él, solo tomando unos tragos en el bar del restaurante.
El agente anoto todo lo que le dije, al momento solicito una patrulla para llevar acaba el arresto contra Niel Leagan, al escuchar las palabras del agente por fin, por fin estaba feliz lo meterían preso y no me iría, de la estación hasta verlo tras las rejas.
Albert me dijo que regresáramos, al departamento que después el regresaría a la estación para ver todo, pero le dije que no que me quedaría todo el tiempo que hiciera, falta hasta ver a Niel.
Albert ya no me insistió, en regresar al departamento, así que nos sentamos nuevamente en las sillas esperando hasta su llegada, el tiempo nuevamente sentía que se había detenido pero estaba decidida en esperar y si tenía que esperar hasta el amanecer lo haría.
Las horas pasaron muy lentamente, hasta que escuche a lo lejos el sonido de la sirena, mire para afuera y era una patrulla acercándose a la estación, rápidamente me levante de la silla, me acerque a la puerta para esperar, el momento exacto que él, entraría por esa puerta.
Cuando veo como de la patrulla bajan dos policías, luego baja el agente y con esposas en sus manos al final bajo Niel, los cuatro caminaron directo a la entrada de la estación, uno de los policías abrió la puerta y en ese preciso momento Niel levanto la mirada y me dijo —Fuiste tú—
—Claro quien más —
Continuara…
El siguiente capítulo es el último… gracias por todos sus comentarios…
