Capítulo 28

Stephen posó sus labios sobre los de Tony, el que se dejaba llevar por las caricias de su compañero, primero fue un beso simple, nada más que posándolo, para luego comenzar a intensificar el beso, comenzando a separar levemente sus labios, tanto los de Tony como los de Stephen, para que luego de unos segundos se encontraban jugando con la lengua de otro y quitarle levemente la respiración a ambos.

El hechicero se acomodó entre las piernas de Tony, tomándolo por la cintura para acercarlo a él

- Tony – sin poder evitarlo hizo una pequeña pausa - ¿Sabes lo que todo esto implica? – el multimillonario simplemente negó con la cabeza sin entender porque Stephen se estaba comportando de esta forma

- La verdad es que no, eres todo un misterio para mí – Stephen sonrió y besó la frente de Tony, que estaba cada vez más intrigado en aquella información que al parecer Stephen le estaba ocultando

- Si ya no tenemos problemas con Pepper – un suspiro salió de los labios de Tony al recordar que era lo que había pasado – y que los vengadores ya están informados – tomó las manos de Tony – eso quiere decir que podemos ser una pareja

Aquella palabras realmente sorprendieron a Tony, ya que a pesar de todo lo que la amenaza de Pepper implicaba, que era el hecho de que perdería a su hijo, sin que él lo quisiera, Tony dejó levemente de lado que también perdería a Stephen y hasta este momento, en el que Stephen se lo esteba recordando él aún no se había dado cuenta.

.

- Así que ya puedes ser mío – una sonrisa se dibujó en el rostro de ambos – todo mío – los ojos comenzaron a ponerse vidriosos a Tony, el que hasta el momento no había caído en cuenta todo lo que había avanzado y lo que habían ganado

- De ahora dé en más podremos hacer lo que nosotros queramos sin tener que rendirle cuentas a nadie – se colgó al cuello del otro

- No hay que rendirle cuenta a nadie.

Ambos sonrieron, no necesitaban decirse nada más para saber que era lo que continuaría, Stephen comenzó a introducir sus manos por debajo de la polera de Tony, el que se quedó quieto ante las caricias de su pareja, dejándose llevar, el roce de su piel con la suya era leve, Stephen apenas tocaba la piel de Tony, comenzando desde el vientre, subiendo por su torso hasta llegar a su cuello, apoyando sus manos a los lados del cuello el otro para no caer sobre él.

- Eres lo que siempre he soñado – ante la afirmación de Stephen, en forma de susurro, Tony soltó una leve risa

- No me digas cosas cursis, no son lo tuyo - Stephen simplemente negó mientras tenía una sonrisa en los labios

- Déjame hablar, tienes razón, no soy una persona cursi, ni que se enamora, ni ninguna de esas cosas, es por eso por lo que estar así, aquí y además que lo disfrute, nunca se me habría pasado por la cabeza, por eso te agradezco Tony, por darme esta felicidad que no sabía que podía existir – la emoción que se presentaba en los ojos de ambos

- Eres un maldito – intentó de mirar para otro lado para que Stephen no viera sus lágrimas, pero Stephen se lo impidió – yo también siento lo mismo – cuando finalmente fue capaz de verlo a los ojos le dio un leve beso, el que sorprendió a Stephen

- Eso no me lo esperaba

Stephen volvió a erguirse, quedando sentado delante de Tony y con cuidado comenzó a levantar la polera del otro, despacio, asegurándose que estuviera de acuerdo a aquellas caricias y, que las estuviera disfrutando, lo que era así, ya que Stephen podía ver en la forma de moverse de Tony como casi imploraba para que continuara, hasta que Tony termino sin su polera y con una respiración levemente agitada.

- Ahora es mi turno

Tony llevó sus manos hasta el borde de la polera de Stephen, levantándola lentamente, lo que sorprendió a Stephen, ya que no se esperaba que él tomara la iniciativa, por lo que simplemente se dejó llevar por lo que su novio, hasta que quedaron en igualdad de condiciones.

- Tal parece que estamos muy animados – Stephen con una sonrisa en el rostro se levantó de la cama, quedándose unos segundos simplemente mirando a Tony, el que se encontraba confundido acerca de lo que Stephen estaba haciendo, y Stephen tiró de Tony, obligándolo a sentarse al borde de la cama – ¿Qué tan si continuamos?

Stephen llevó sus manos hasta el borde del pantalón de Tony, el que se comenzaba a sonrojar al saber lo que vendría en adelante, Stephen lo bajaba lentamente, al igual que la polera, quería que todo, que absolutamente todo en ese momento fuera algo especial. Al momento de quitarle los pantalones, cuando Tony esperaba que lo terminara de desnudar lo sorprendió completamente, ya que se detuvo y posó su mejilla en la pierna del otro, escondiendo su rostro.

- ¿Qué sucede? – luego de unos segundos sin que Stephen se moviera de su lugar Tony comenzó a preocuparse, porque realmente no estaba actuando de su forma habitual – estas actuando de forma extraña

- Lo siento – desde su posición lo miró a los ojos y Tony pudo ver que estaban levemente vidriosos – es solo que siento que estamos en un momento tan importante que no quiero que nos solo dejemos llevar, quiero que sea especial - Tony se sonrió, tranquilizándolo

- Cada vez que estamos juntos es especial – le acarició la mejilla – porque tú tu eres especial para mí, y ahora si quieres que siga siendo así, vas a tener que desnudarme por completo y sabes que viene después de eso

- Eres un pervertido

Stephen comenzó a besar las piernas de Tony, primero desde la rodilla, dando pequeños besos, avanzando con cuidado, en dirección a la entre pierna de Tony, el que a cada centímetro que Stephen avanzaba más ansioso, hasta finalmente quitarle la ropa interior, dejándolo completamente desnudo, algo que Tony ya estaba esperando, al igual que su cuerpo que estaba listo para recibir caricias antes de que lo terminaran de desnudar.

El hechicero al encontrarse con el cuerpo desnudo de su novio, continuó con lo que era obvio en esos momentos, llevó una de sus manos hasta la entrepierna de Tony, tomándola con cuidado, acariciándola con cuidado, para luego sorprenderlo llevando sus labios directamente hasta su miembro, sorprendiendo a Tony, provocando que un grave gemido saliera de sus labios.

- Stephen

Aquel nombre salió apenas de los labios de Tony, lo que al Hechicero le encantaba, por lo que comenzó a lamer aquella zona, esperando más gemidos, su lengua fue a la base del miembro lamiendo desde aquella zona hasta la punta, lamiéndola, haciendo que aquella, provocando una y otra vez haciendo que saliera, hasta que con un poco de buen trabajo ya había conseguido lo que quería.

- Stephen – la voz de Tony salió apenas de sus labios

- Lo sé cariño, lo sé

Tony solo pudo llevar su mano hasta el cabello de Stephen, el que no necesitaba de ningún tipo de advertencia, porque sabía perfectamente como funcionaba el cuerpo de su.

Luego de unos movimientos bastante efectivos por parte de Stephen provocaron que Tony terminara dentro de los labios de Stephen, el que sin sorprenderse, trabo el amargo líquido y comenzó a besarlo nuevamente, primero por sus piernas, hasta llegar a la cintura, luego subió por el pecho hasta llegar a sus labios, los que besó con pasión, para finalmente quedarse mirándose a los ojos.

- Ahora eres un poco más mío – tomó a Tony de las manos para que lo tomara de la manos y se pusiera de pie – pero aún hay algunas partes que no lo son del todo

- Pues entonces hazme tuyo

Ninguno de los dos necesitaba decir nada más para saber a lo que se referían. Stephen, mientras Tony se daba media vuelta, caminó hasta donde tenían el lubricante, tomándolo y luego caminando hasta donde estaba Tony.

Stephen comenzó a besar la espalda de Tony, con cuidado y con cariño, desde arriba hasta abajo, intentando de besar cada centímetro de la espalda de Tony, para luego continuar, por lo que vertió un poco del lubricante entre sus dedos, asegurándose que sea suficiente.

- Ahora serás completamente mío – con una mano Stephen tomó la cintura a Tony con la otra comenzó a acercarla a la entrada de Tony

- Siempre lo fui, cariño – Stephen comenzó a introducir uno de sus dedos, lo que provocó que Tony soltara un leve gemido

- Pues ahora lo serás por completo

Tony simplemente se dejó llevar mientras Stephen comenzó a introducir uno de los dedos en Tony, con cuidado y despacio, para luego continuar, haciendo que los dedos entraran y salieran de sus dedos, haciéndolo gemir.

- Voy a continuar cariño

Stephen generalmente no se sentía inseguro o tímido cuando llegaban a ese momento, pero ahí, luego de todo lo que había hecho sentía que había algo diferente en eso, había algo especial, y tenía que hacerlo de la misma forma, así que tomó a Tony de las caderas, se aseguró de estar posicionado en el lugar correcto y comenzó a entrar, lentamente casi torturando a Tony. Luego sin esperar comenzó a entrar y a salir, moviéndose, haciendo que ambos comenzaran a gemir sin control.

- Voy a acabar – Stephen simplemente pudo gemir en el oído de Tony

- Igual yo cariño

Luego de unos movimientos las amenazas de ambas personas se concretaron, y ambos terminaron al mismo tiempo, ambos en un gran gemido.

- Stephen – apenas terminaron Tony se dio la vuelta y se sentó sobre la cama, besando a Stephen – ahora soy completamente tuyo y luego será mi turno para hacerte mío

- Eso suena a una buena idea – lo tomó dele rostro y besó sus labios – pero yo también soy tuyo, pero yo siempre he sido tuyo