Sexo no convencional.

Recorte de cuenta regresiva. Esto ocurre mientras viajaban hacia Temkari y lo saque para no herir susceptibilidades.

De vuelta en la nave…

La vista era impagable para el saiyajin. La muchacha estaba con su vestido subido hasta la cintura, boca abajo, con las manos atadas al frente y su trasero expuesto, sobre el sofá.

Habían terminado de beber, y hablar de cosas sin importancia, pero una vez que comenzaron a besarse, una cosa llevó a la otra.

Se inclinó sobre ella y aproximó su boca al oído de ella, provocándole un estremeciendo.

- ¿Estás lista para tu castigo?

-No creo estar en posición de negarme… - respondió ella, con visible excitación.

Él sonrió ladinamente y se incorporó. Agarró con fuerza los glúteos de la joven, para luego rasgar su ropa interior y hundir su rostro entre sus nalgas, comenzando a lamerla lujuriosamente.

Un gruñido de placer salió de los labios de Bulma.

Vegeta se sintió halagado y procedió a morder su trasero expuesto, mientras que con una de sus manos estimulaba el centro de la joven, La vio arquearse por el placer y gemir, mientras la estimulaba pero cambio de planes y comenzó a hacer un camino con su lengua desde su intimidad hasta su trasero, repetidas veces. Bulma mordía sus labios, en un intento vano por evitar que salieran demasiados gritos, pero el placer que sentía era aun mayor y finalmente no pudo evitarlo. Un orgasmo violento la golpeó, haciéndola jadear y retorcerse en su lugar cuando el saiyajin introdujo dos de sus dedos en si intimidad, comenzando a moverlos alternadamente en su interior.

Vegeta por su parte la observaba extasiado. Una vez la muchacha se relajó, él se apartó un poco, poniéndose de pie para poder deshacerse de su ropa. A continuación, sin ninguna delicadeza se hundió en la intimidad de la joven, de una sola vez.

-Supongo que sabes lo que viene – comentó con un tono muy bajo – recuerda que esto es un castigo…

Bulma apenas pudo mover su cabeza, asintiendo entre gemidos.

El saiyajin comenzó a moverse, entrando y saliendo de ella completamente. Para él era un juego morboso y excitante, y al parecer la mujer también lo disfrutaba. Lo supo por los grititos que salían de la boca de la muchacha cada vez que ingresaba.

Se mantuvo así unos minutos y luego tomó su miembro comenzando a acariciar el estrecho orificio de la muchacha, a lo que Bulma respondió tensándose un poco. Vegeta acarició una de las nalgas de la joven, mientras le decía con suavidad.

-Tranquila, mujer… iré muy despacio…

Ella se relajó un poco. No podía imaginarse que se sentiría hacerlo de esa forma. Confiaba en las palabras del saiyajin, pero sin poder evitarlo comenzó a dar cortas respiraciones anticipando lo que vendría.

Vegeta, al ver que ella estaba dispuesta, empujó levemente dentro de ella. La vio apretar sus manos, lo que lo hizo pensar en desistir, pero la idea de entrar de esa forma en ella era demasiado tentadora. Antes de proseguir se reclinó sobre ella y comenzó a besar su espalda, mientras con que con su mano libre acariciaba nuevamente la intimidad de la chica, para excitarla. La oyó suspirar y comenzar a jadear más pausadamente. Sin embargo, desistió definitivamente ya que su excitación estaba por llevarlo al clímax. "maldición… No puedo contenerme" Cambio su objetivo y la penetró de una vez, liberándose dentro de ella.

Luego de unos minutos, en que se quedó dentro de ella disfrutando de la sensación, se apartó bruscamente, y dando un par de pasos se dejó caer en el sillón de enfrente.

Bulma quedó intrigada. Ella aún estaba esperando su castigo, pero al voltear a verlo comprendió que no debía siquiera preguntar. Vegeta estaba con el ceño fruncido y la mirada perdida, parecía frustrado y posiblemente tenía una lucha interna, de esas que era mejor no interrumpir. Pero la boca impertinente de ella no pudo quedarse cerrada.

-Oye…

Vegeta la miró con cara de asesino.

- ¡Cállate!

Bulma tragó duro, mirándolo con sorpresa, para luego fruncir su ceño. Volvió su rostro al frente para evitar molestarlo, pero quería que la desatara ya que estaba algo incómoda al estar totalmente desnuda y a disposición del saiyajin "No entiendo que le pasó… Al parecer realmente quería hacerlo así, pero ¿por qué se contuvo?... Tal vez pensó que me haría daño… Es muy tierno, a pesar de sí mismo…"

Con dificultad se puso de pie y avanzó hasta él. Vegeta levantó su vista, clavándola en los ojos de ella.

-Ni se te ocurra.

Bulma le sonrió - No te pongas así… Quiero que me tomes como ibas a hacerlo… Pero quiero que me desates…

-Ni lo sueñes… permanecerás así hasta que yo quiera…

Bulma frunció un momento, pero al siguiente pasó sus brazos por sobre la cabeza del saiyajin y posicionó sus piernas a ambos lados del cuerpo de él, comenzando a besarlo, al tiempo que movía sugerentemente sus caderas sobre el miembro del hombre, haciéndolo reaccionar de forma casi instantánea.

Vegeta la apartó un poco, y levantando una de sus cejas le preguntó, no muy seguro de lo que decía – Lo que estás haciendo supongo que es porque aceptas tu castigo...

-Sí, Vegeta…Quiero experimentar contigo también… ¿O no era eso lo que querías?

El saiyajin lo pensó un momento y le advirtió - Esta vez no tendré compasión…

-Por eso estoy aquí – respondió volviendo a besarlo – No quiero tu compasión. Te quiero a ti – le dijo contra sus labios. Vegeta abrió sus ojos un momento, sorprendiéndose por sus palabras, pero enseguida respondió al beso, haciéndolo más profundo y deslizando sus manos por las piernas de la joven, para llegar hasta sus glúteos, apretándola contra él.

Continuaron con su danza unos momentos. Luego el saiyajin la apartó, para poder besar sus pechos. Sin dudarlo guío con una de sus manos su miembro, hasta su objetivo y una vez posicionado comenzó a entrar muy lentamente, observando como la muchacha se arqueaba hacia atrás un poco, ayudándole en su cometido. Eso fue suficiente para él, volvió a tomarla por las caderas y la obligó a descender un poco más. Cerró sus ojos y un gruñido muy bajo salió de su garganta, mientras se acostumbraba a la nueva sensación. Bulma por su parte había soltado un pequeño grito, que fue seguido por otros más fuertes y acompasados cuando él comenzó a moverla, haciéndola subir y bajar. La sensación al principio había sido dolorosa, pero a medida que se acostumbraba y le tomaba el ritmo, se dio cuenta de que era tanto o más excitante que de la manera tradicional.

Estuvieron unidos un tiempo así, hasta que Bulma sintió que pronto estallaría. Se abrazó con fuerza al guerrero, sintiendo contraerse su interior en violentas oleadas de placer. Vegeta al sentirla liberarse, comenzó a imprimir un poco más de fuerza en sus movimientos, hasta que no soportó y sujetándola con un poco más de fuerza de las caderas, también alcanzó su orgasmo, con unos pequeños gritos roncos. Se mantuvo así unos segundos, con su espalda tensa, disfrutando del interior del cuerpo de la muchacha, de los senos de ella frente a su rostro y de la respiración agitada de ella.

Sí, definitivamente había valido la pena el esfuerzo.