Hello! Gracias por todo el apoyo que le han dado a mi fic y a todas esas personitas que se han tomado su tiempo para dejarme un review, me alegran el día cuando l s leo y me cuentan cómo se emocionan y fangirlean (yo también lo hago cuando escribo xD) o me exponen sus teorías o peticiones de más protagonismo a ciertos personajes. Para las fans de Chad, aquí hará una participación especial de último momento, las leo en comentarios.
Operación Líder
Los
Ingratos y
Débiles adolescentes desean
Encontrar un
Remplazo para líderes incompetentes.
Al lunes siguiente Wally, Joey y Kuki esperaban con paciencia enfrente de la casa de los Torres, el padre se había tenido que ir muy temprano a trabajar y la madre tenía un resfriado horrible que había dejado a los chicos sin transporte para ir a la escuela. El mayor había sugerido usar el autobús, como tantas veces, pero sus padres se resistían a dejar que Kuki Kiut se expusiera a ese peligro con el hombro como lo tenía y, pese a que la asiática había intentado convencerlos que ya estaba mejor y no le suponía problema usar el transporte público mientras este no se frenara bruscamente, sólo obtuvo un rotundo no de sus ahora falsos suegros.
Y allí estaban, esperando la mejor solución a la que habían llegado una señora Torres con fiebre de casi 39 grados y un padre de familia con profundas ojeras, pero feliz ya que sólo una semana lo separaba de sus bien merecidas vacaciones.
−¿Y en serio vamos a caber todos?− preguntó Joey con somnolencia, él podría haber salido más tarde de casa e incluso tomado el transporte escolar, pero sus padres habían insistido en que dado que la señora González de todas formas tendría que pasar a dejar a Tommy, sería un buen gesto que él acompañara al otro niño en el seguramente desierto patio de la primaria.
−No recuerdo que la mamá de Dos tuviera un auto tan espacioso, pero nos transportaba al sector completo, supongo que lo lograremos si nos sabemos acomodar− la frase quedó ahogada tras el sonido de un claxon que provenía de un auto azul que se estacionó frente a ellos.
−Buenos días niños− les saludó jovialmente la castaña mujer, desbloqueando la puerta del copiloto para que Kuki subiera, la pelinegra se acomodó con ayuda de Wally, quien cargaba los útiles de su amiga aparte de los suyos. Tommy y Memo les dieron los buenos días desde la parte de atrás, donde Joey ya se había acomodado.
−Buenos días señora González− dijeron todos a coro. Cuatro se aseguró que Tres tuviera bien puesto el cinturón de seguridad antes de ponerle su mochila llena de botones de los simios arcoíris en las piernas. Una vez la vio cómoda él se subió en la parte de atrás, donde apretujándose con los demás lograron cerrar la puerta para que la mujer pudiera avanzar.
−Gracias por pasar por nosotros− le dijo Wally− mamá no se siente nada bien y papá ha tenido mucho trabajo estos días.
−No te preocupes cariño, me encanta llevar a los amiguitos de Memo a la escuela, me hace recordar los viejos tiempos− le sonrió por el espejo retrovisor− parece que fue ayer cuando andaban jugando a que tenían su club secreto− una sonrisa de añoranza enmarcó su rostro− Seguido llevo a los amigos de Tommy y Joey, pero ustedes parecían haberse alejado, me da gusto que todos vuelvan a ser buenos amigos.
−Lo haces sonar como si yo no tuviera amigos− se quejó Dos.
−Qué bueno que entendiste la indirecta jovencito, nunca salías de casa y cuando lo hiciste regresaste ahogado en alcohol ¿Ese es el tipo de amigos que quieres tener? Apuesto a que Wally nunca le ha hecho pasar esa angustia a sus padres− Wally negó con la cabeza, en realidad no le gustaba tomar, pero estaba seguro que las cosas por las que había terminado en los internados o expulsado de ellos, se catalogaban en un rubro aun peor− ¿Y tú Kuki? ¿Cómo te lastimaste así? Memo me ha dicho que estás en el equipo de karate y de porristas ¿Hiciste un mal movimiento?
−No− negó la pelinegra− me caí de un árbol, fue un accidente
−Bueno, siempre fuiste una jovencita muy intrépida, la última en dejar de jugar con el grupito de Tommy, te echamos de menos querida, pásate a la casa cuando quieras.
−Sí Kuki, cuando quieras− le dijo Tommy asomándose de entre el brazo de su hermano mayor y la mochila de Joey− eres la única chica que podría visitarnos, mi hermano es un perdedor.
−¡Oye! Como me ves te verás− le espetó su hermano molesto− además puede que pronto te lleves una gran sorpresa.
−Tan grande como te la llevaste tú mismo−se burló Wally.
−¿De qué me perdí?− preguntó Joey dirigiendo su mirada de su hermano a Memo.
−Es bueno no ser la única mujer en el coche− aseguró la señora González− seguramente tu sientes lo mismo ¿no? Ahora que has pasado unos días en la casa de los Torres.
−Es divertido, todos son muy lindos conmigo− contestó la chica, ajena al asiento de atrás donde ya se habían comenzado a dar codazos – pero extraño a Mushi, espero verla pronto.
−Ah sí, tu hermana también va seguido a casa, me enteré del intercambio, esperemos regrese pronto.
Treinta minutos después los adolescentes caminaban por un casi vacío estacionamiento, habían pedido que la mujer los dejará por la parte de atrás de la escuela, donde nadie pudiera verlos ya que en esa zona sólo los maestros dejaban sus autos.
−Tommy me clavó su codo en una costilla− se quejó Dos− seguro me va a salir moretón.
−Bueno chicos, nos vemos al rato− comenzó a caminar hacia la salida de emergencia que daba al gimnasio.
−¿Y tú a dónde vas? Tienes prohibido hacer cualquier tipo de deportes− le dijo Wally− sólo empeorarás la lesión si no sigues las instrucciones del médico.
−Voy a ver a Abby, tuvo junta con el entrenador y el equipo de baloncesto y quiero que me cuente otra vez todo− se tapó la boca con la mano sana ocultando una risita− fue tan romántico− le lanzó una mirada llena de significado a Memo.
−Ya me conoces Tres, soy una máquina de romance andando.
−Ay sí− Cuatro rodó los ojos− de no haber sido por Abby hubieras terminado golpeado detrás de la heladería.
−Ya le di una lección a James ¿Lo olvidas? − se quejó Memo.
−Claro, quizás con unas tres más al fin ganes un poco de respeto y deje de verte como un perdedor.
−De verdad me alegro por ustedes− Kuki seguía en una nube de ensoñación− se ven tan lindos juntos, son altos, delgados y atléticos, que dos de mis personas favoritas en el mundo estén juntas me hace tan feliz− sin más aviso se lanzó contra Dos y lo abrazó− muchas felicidades.
−Gracias Tres− le dijo respondiendo el abrazo− aunque sólo hemos comenzado a salir, no queremos apresurarnos, por eso aún no formalizamos−dijo dándose importancia.
−Ella se muere de amor por ti tontito−le dijo riendo como cuando era niña− solo que es demasiado terca para aceptarlo completamente, mientras no lo eches a perder, es cuestión de semanas para que formalicen− le guiñó el ojo− pero esto no lo oíste de mi ¿escuchaste? No dudes en pedirme consejo cuando se lo quieras proponer, en fin, te veo en clase de matemáticas Wally− se giró hacia el castaño− y a ti te veo en literatura− sin decir más le quitó su mochila de las manos al rubio y echó a correr dentro de la escuela por la salida de emergencia.
−¿Por qué parece que todo mundo puede abrazar a mi falsa novia?− le dijo el rubio sin molestarse en ocultar sus celos, se sentía como un idiota pero deseaba que Kuki lo abrazara, a pesar de que era un gesto que sólo habían compartido un par de veces, algo en él le decía que le hacía falta sentirla así de cerca, aunque estaba seguro que si ocurría él diría que lo odiaba.
−Podrías tomar la iniciativa y abrazarla tú, no creo que le moleste.
−Ah claro… ¡Yo no soy un abrazador ni un peluche! que no piense que porque me gusta voy a dejar que esté encima mío todo el día− le dijo molesto y sonrojado a la vez. Ambos habían rodeado el edificio para entrar por la puerta principal, ahora caminaban por el estrecho pasillo donde estaban los contenedores de basura y las bancas rotas.
−No creas que vas a mantener a una chica con esa actitud, en mi experiencia, es mejor dejarte llevar por lo que sientes y tener confianza en ti.
−¿Ahora tú me das consejos de chicas?− el rubio lanzó una carcajada− apenas comienzas a salir con Abby y tu autoestima se disparó.
−Bueno…
−Nunca debiste poner tus ojos en ella−James apareció frente a ellos con un chico pecoso y larguirucho que los miraba con autosuficiencia− Abby está pasando un lapsus al pensar que en algún universo eres mejor opción que yo.
−Ella eligió James− el castaño intentaba no parecer asustado− ya pasa la página.
−Vamos a ver si le sigues gustando sin dientes− comenzó a golpear con su puño una de sus manos.
−Si lo tocas te metes conmigo− Wally se interpuso entre el moreno y Dos− déjanos pasar si sabes lo que les conviene.
−¿Y si no queremos güero?− el pecoso dio un paso al frente, lo reconoció como un suplente del equipo de atletismo que seguramente estaría enrollado en el asunto ninjadolescente.
−Nadie te habló dientes fríos, ambos saben que no huyo de ninguna pelea, puedo fácilmente con ambos.
−Ahm Wally− el castaño lo sujetó de la sudadera.
−Ahora no Memo.
−Esto no puede esperar− Cuatro se giró a ver qué le señalaba su amigo y observó a dos chicos más del equipo de atletismo que se acercaban por donde ellos habían entrado, bloqueándoles así las salidas.
−Muy bien, Memo voy a necesitar que pongas en práctica lo que te he enseñado− comenzó a tronarse los dedos− he estado evitando meterme en problemas, pero no puedo hacer nada si ellos vienen a mi ¿Quién va a ser el primero en recibir sus pataditas?− Uno de los chicos recién llegados, que recibía el nombre de Peter y tenía el cabello sujeto en una cola de caballo tomó a Memo por los hombros, sin pensarlo demasiado Wally se giró y con una patada barrida liberó a su amigo, quien se puso espalda con espalda, aunque ahora tenía los recuerdos de Dos, seguía sintiéndose tan temeroso como cuando sólo era Memo.
−'¡Voy a darte una lección para que aprendas a no meterte conmigo!− gritó James mientras lo derribaba y comenzaba a pegarle, Wally se vio rodeado por el chico pecoso y los dos que les cerraban el paso, no le estaban dando demasiados problemas, pero no podía hacerse cargo de Memo en ese momento.
−Recuerda todo lo que te enseñé ¡Usa la fuerza! − le gritó el rubio.
−Voy a enseñarle a Abby lo que hace un verdadero hombre− dijo el moreno pegándole en los costados a un castaño que intentaba hacerse bolita para evitar pisar el hospital de emergencia.
−¡Enséñale que no eres el perdedor que conoció!− le gritó Cuatro rompiéndole la nariz a Peter y evitando, por poco, una patada del chico pecoso.
−¡Abby me quiere a mí!−gritó el chico mientras usaba sus piernas como palanca para levantarse del suelo, sus lentes habían salido volando por algún lado así que se subió las gafas de piloto que portaba en el cuello, estaba harto de que lo molestaran, quería pelear, pelearía, como bien lo había dicho Cuatro, un Chico del Barrio jamás escapaba de una batalla y menos si era por la chica que le gustaba, probablemente la única que lo encontraba remotamente atractivo e interesante.
Tres trazaba lo que sería su proyecto de arte en las hojas que la profesora les había dado para llenar en equipo, su pareja, en este caso Miguel, les ponía sus nombres a las hojas que ya estaban contestadas con su tema de proyecto mientras le susurraba a grandes rasgos lo ocurrido en su cena familiar del sábado y cómo al final del día tendría que sentarse con los encantadores adolescentes de la Otra cuadra para aterrizar la idea del baile y plantear actividades para recaudar los fondos, ya que después del último partido de futbol americano en que más de la mitad del equipo terminó en el hospital, los fondos para cualquier actividad extraescolar se habían reducido a cero.
−Yo creo que sería divertido un baile, no precisamente en esa casa, pero sí una fiesta, con muchas luces y confeti− dijo la chica con mirada soñadora mientras tapaba su pluma morada con brillos, misma con la que había plasmado las ideas de bocetos en que trabajarían para su proyecto de curso− podría estrenarme el vestido que abuelita me mandó de Japón y apuesto a que Abby y Memo se verían adorables de la mano…
−Ah sí− contestó Miguel divertido por la reacción de su amiga, creía que sólo ella podía encontrarle el lado positivo a un evento tan banal como sería un baile− que han comenzado a salir, Memo no ha dejado de cantar por toda la casa desde el sábado− suspiró− no he tenido tiempo de hablar con Abby ya que su madre le llamó ayer para que acompañara a su abuela de compras− se encogió de hombros− supongo que debe estar igual de emocionada que él.
−Claro que lo está tontito, hablé con ella esta mañana− la campana que anunciaba el término de la clase los hizo ponerse de pie, el inglés tomó su mochila y la de Kuki, mientras ella se acercaba a entregar sus papeles a la profesora. Ambos caminaron a la salida ya pensando en lo que comerían cuando una chica de larga trenza negra llegó corriendo frente a ellos.
−¿Algo sucede?− preguntó Uno al ver que Cinco tomaba aire para decirles algo.
−Memo no llegó a clase de matemáticas, Kendra me acaba de decir que tanto él como Wally tuvieron una pelea con James y otros chicos del equipo de atletismo, parece que han estado en la oficina del director desde entonces.
−Típico de Wally− empezó Uno− ¿Pero desde cuando Memo se mete en peleas? − los tres se habían encaminado hacia la dirección, donde vieron salir a James y sus amigos, o lo que quedaba de ellos, tan furiosos que ni siquiera notaron la presencia de los chicos. Unos minutos después Wally y Dos, quien tenía un ojo morado y una bandita en la frente, aparecieron por la misma puerta.
−¿Qué hacen todos aquí?− preguntó Wally jalándose las mangas de la sudadera para intentar ocultar las vendas con manchas de sangre que tenía en los nudillos.
−Viendo cómo este equipo es incapaz de mantener un perfil bajo− dijo Abby mirando a uno y otro− ¿Cómo se metieron en problemas? Pensé que los sermones de Kendra habían sido bastante claros sobre no necesitar a ninguno en el ojo del huracán.
−Sólo me defendí de James− contestó Dos sintiéndose pequeñito mientras percibía la furia de Abby− yo no inicié nada…
−Y yo evité que el resto se metiera mientras este chico peleaba sus batallas− el rubio sonrió y le tendió el puño al castaño, quien chocó el suyo con una sonrisa− estoy seguro que ahora sí James tiene claro que Memo sabe cómo defenderse.
−Si están sonriendo así es que ninguno está expulsado o va de camino a un internado ¿verdad? − preguntó Kuki un poco aliviada.
−No, hasta el director sabe que fue gracias a nosotros que el equipo de americano ganó, así que no nos expulsaran al menos hasta que el equipo esté en las nacionales, sólo tenemos un par de horas de castigo saliendo de clase toda la semana− Wally se miraba eufórico− que suerte amigo, en fin, vamos a comer antes de que se termine todo lo rico, pelearme siempre me deja hambriento− Uno sonrió, pese a que no aprobaba las explosiones de furia de su equipo, no podía negar que le encantaba verlos tan unidos, como si esos años que habían pasado distanciados no hubieran ocurrido.
−¿Fuiste a la enfermería?− preguntó Tres al alcanzar a ver las manos que Wally intentaba ocultar, ella le tomó una y observó con reproche las vendas que le cubrían las heridas, había olvidado lo preocupada que se sentía por él todo el tiempo, sabía que Cuatro era fuerte y rudo, pero nos siempre salía intacto.
−Sí, me abrí los nudillos, pero hubieras visto cómo dejé al dientes fríos y esos dos cabezas de chorlito− le dedicó una sonrisa radiante− saben, la nueva enfermera es un poco sanguinaria, estoy seguro que me puso más alcohol del necesario con la única finalidad de escucharme gritar, incluso me apretó la herida, según ella así cerrará más rápido.
−¿Nueva enfermera?− se interesó Uno.
−Es Cree− explicó Dos− y yo también creo que nos lastimó de más sólo para provocarnos dolor porque no le gustó que le pateáramos el trasero a sus adolescentes.
−¿Viste a Cree?− preguntó Cinco intentando sonar desinteresada.
−Sí ¿No sabías que estaría trabajando aquí?
−Sí, lo sabía, pero… ¿Qué piensas sobre eso?− le dijo intentando parecer desinteresada.
−Nada− aseguró Dos− supongo que está bien, ella estudió enfermería ¿No es así? −Cinco asintió.
−¿Te dijo algo?¿Sentiste algo?− preguntó intentando esquivar la mirada de todos y ocultar el sonrojo que comenzaba a apoderarse de su rostro, se sentía tan tonta haciendo esas preguntas pero en serio necesitaba saberlo. Dos se paró en seco y la miró, los otros se giraron a verlos al notar que no los seguían.
−¿Podrían adelantarse?− preguntó Dos sin hacer contacto visual, él también se sentía avergonzado− los alcanzamos en la cafetería.
−¿Por qué? – preguntó Wally sin entender el ambiente mientras Kuki y Miguel intercambiaban una sonrisa y les animaban con el pulgar.
−Te explico cuando crezcas Wally− le dijo Uno pasándole el brazo por los hombros y llevándoselo− hasta yo entiendo este rito adolescente, quizás debas leer fanfics para empaparte de todo el conocimiento que hay en ellos, te voy a pasar unos muy buenos de Teen Titans y de Pokemon.
−Buena suerte Memo− le dijo Kuki en medio de una risita antes de darse media vuelta y seguir a sus amigos.
Abby se recargó en la pared con los brazos cruzados e intentando ocultar su rostro bajo la gorra roja que llevaba, se sentía tan abrumada por esta nueva gama de emociones, pensaba que ahora que "salía" con Dos se sentiría mejor, pero al parecer era todo lo contrario cuando el nombre de su hermana aparecía en la oración.
−Tenemos que hablar de esto− dijo Dos intentando encontrar las palabras correctas− no soy ningún experto en relaciones de pareja, pero creo que Wally y Kuki nos han enseñado muy bien lo que no debemos hacer y… uno de los temas es no hablar de las cosas que sentimos−Abby asintió de mala gana, sorprendentemente Memo parecía más capaz y sensato para las relaciones amorosas que ella.
−Ya te dije que me siento en desventaja con mi hermana, siempre he sentido que hemos competido por todo y aunque en un inicio era gracioso pensar que incluso lo haríamos por ti… ahora ya no me parece nada divertido− con todo el valor que poseía se atrevió a mirarlo a los ojos− me da miedo que en la única cosa que pueda ganarme es en lo que no quiero perder, no quiero que la prefieras a ella.− Memo le dedicó una pequeña sonrisa, aun portaba sus gafas de piloto ya que sus lentes habían terminado aplastados por alguien y el repuesto los tenía en casa.
−Tu hermana me gustaba cuando era niño, pero sólo era atracción, nada más. He pasado la mitad de mi vida contigo y te puedo asegurar que, aunque me siento totalmente atraído por tu físico, es aún más mi gusto por lo que hay en tu cabeza y lo que eso me hace sentir− se acercó a ella− Abby, soy el primero en reconocer que las inseguridades no desaparecen de la noche a la mañana, pero quiero que al menos con la parte que a mí me corresponde estés segura− Abby le lo miró fijamente y luego le dedicó una sonrisa, le concedió un corto beso en los labios y luego lo abrazó.
−Gracias, me siento más tranquila− le dijo aspirando su colonia y sintiéndose una tonta por sentirse en desventaja con su hermana.
−Yo sé que te quedaste con la idea del Dos que no dejaba de pensar en tu hermana, pero en cuanto cumpliste 13 años me di cuenta de la falta que me hacías y en la única chica que podía pensar era en ti, no voy a arruinar esto jefa, tu hermana ya no tiene ningún lugar en mi mente−Abby asintió.
−Eres un cursi como Kuki y Wally− le dijo separándose de él y tomándolo de la mano para encaminarse a la cafetería−pero creo que puedo acostumbrarme a eso.
−¿Segura que quieres entrar así a la cafetería?− señaló con la cabeza las manos entrelazadas una vez llegaron al corredor que los llevaba al área de comida− no me molesta, pero tú tienes una reputación que cuidar.
−No me interesa, además hay más personas a las que Abby quiere mostrarle que estamos juntos− una sonrisa de lado iluminó su semblante.
−Eres algo posesiva jefa− le dijo molestándola− quizás estoy mal, pero eso es terriblemente sexi para cualquier nerd.
−Llámalo como quieras nene, pero Abby quiere que les quede claro a todos que eres mi novio− le dijo con renovada confianza− sean ninjadolescentes o no.
−¿Novios? Pensé que estábamos saliendo, planteando un periodo de prueba para saber si funcionamos…
−Yo digo que funcionamos− se giró a verlo antes de abrir la puerta de la cafetería− y Abby acaba de decidir que acepta ser tu novia ¿Tienes alguna objeción, nene? − enarcó una ceja y le sonrió, más le valía responder antes de que su valor se esfumara.
−Ninguna jefa, he deseado esto por demasiados años como para oponerme− le dijo visiblemente sonrojado.
−Es lo que pensé ¿Listo? − señaló la puerta con la cabeza y él asintió. Ambos entraron tomados de la mano y caminaron hasta la mesa que compartía el resto del sector junto a Kendra y su supuesto primo.
−Les compramos empanadas de atún− explicó Cuatro señalándoles las charolas frente a dos sillas vacías− como predije, todo lo bueno se había terminado.
−Gracias− dijo Dos retirándole la silla a Abby para que se sentara, recordaba que su padre hacía eso con su madre cuando él era muy pequeño.
−¿Recuerdan a mi primo Dago?− intervino Kendra− se mudó al país y estudiará con nosotros.
−Hola Dago, bienvenido− agregó Abby pasando por alto la mirada que Kendra tenía en las manos de ambos, que pese a estar sentados, habían vuelto a unir.
Una vez terminada la hora del almuerzo todos se separaron a sus clases, Cinco y Kendra caminaban a los laboratorios superiores cuando la menor de los Olivera habló.
−Memo y yo somos novios− le dijo sin atreverse a mirarla a la cara.
−Era obvio por cómo llegaron tomados de la mano− contestó Kendra en un tono neutral− no lo habrías hecho si no fuera algo serio, no eres de las que se exhibiría con un chico sólo porque sí.
−¿Estás molesta?
−¿Por qué lo estaría?− la chica se giró hacia ella mostrando total confusión enmarcado por sus trenzas tejidas con listón rosa a juego con su chamarra de mezclilla del mismo color.
−Me dijiste que te gustaba y que si yo no hacía un movimiento…
−Ah sí, pero ya lo hiciste y Memo te eligió a ti ¿Por qué estaría molesta de ver cómo mi mejor amiga y un chico al que admiro, respeto y pienso que sin duda es la mejor opción para ella, están en una relación?
−Bueno, yo lo estaría si viera al chico que me gusta con alguien más− le dijo algo confusa.
−Ya veo− contestó Kendra pensativa− supongo que sería una reacción normal, pero temo que yo no soy así, ya te dije cómo fue el entrenamiento en mi país y las emociones irracionales no están en el programa. Si Memo hubiera elegido a alguien que no lo merece quizás me sentiría decepcionada de él y si tu salieras con alguien que no te mereciera, como James o algún idiota similar, estaría molesta contigo, pero saber que están juntos me parece no sólo una elección acertada, practica y totalmente predecible, sino que me alegra por ambos− Abby sonrió y la abrazó, la chica le correspondió.
−¿Y eso por qué fue?
−Porque si no fuera por ti hubiera aplazado esto más tiempo y no me sentiría tan feliz como me siento desde el sábado−Kendra le sonrió.
−Me alegra que lo veas así, pensé que me guardarías rencor, no me lo tomes a mal pero te he repetido varias veces que encuentro a tu sector demasiado emocional para mi gusto.
−Te acostumbrarás−Abby lanzó un suspiro− hacía mucho no se sentía tan feliz.
Uno entró a la sala de juntas de la escuela con cara de fastidio, el extraño bulto que eran los de la Otra cuadra ya lo estaba esperando en un extremo, todos apilados sobre una única silla y con un cuaderno de notas y algunas hojas con presupuestos e ideas que habían escrito el fin de semana, el inglés se acercó con desconfianza.
−Hola− saludó antes de sentarse y ver la hoja que los chicos le habían tendido− entonces ya es un hecho que haremos un baile en su casa.
−Creemos que es la mejor solución ya que no tenemos presupuesto para rentar absolutamente nada, si lo hacemos en nuestra casa, podemos usar nuestro equipo de sonido, preparar los bocadillos en nuestra cocina y usar nuestro salón y patio como pista de baile− Uno asintió, era una opción válida, pero no podía simplemente confiar en ellos.
−Veo que han puesto como fecha tentativa mediados de septiembre ¿Por qué no esperar a Halloween?
−Pensamos que el baile de Halloween puede hacerse en el gimnasio sin ningún problema, mientras que el evento que proponemos realizar será para recaudar fondos para las distintas actividades deportivas y artísticas.
−¿Y ustedes qué piden a cambio de prestar su casa?
−Nada Migue, sólo queremos ayudar a la comunidad escolar como los adolescentes buenos que somos.
−Ajá, claro− dijo en un tono nada convincente.
−Bueno, quizás algunas reglas para la sana convivencia, nada más− Uno suspiró, allá iba su peor pesadilla, seguro obligarían a todos a verlos comer su pastel de cumpleaños o algo así.
Joey llegó a la Base lunar, llevaba su mochila no sólo con su propia tarea, sino con apuntes que Lee y Tommy habían tomado para su amiga, antes de dirigirse al área médica, donde relevaría a Sonia, se encaminó a la oficina del Líder Supremo y tras una leve charla con número 34590.8, líder del escuadrón desmemorizante, entró.
−Hola 43 ¿Cómo te va?− le saludó el pelirrojo poniendo sellos de figuritas en algunas hojas.
−Bien− contestó sin más− hice la alianza que me pediste con el Sector W para vigilar a Padre, no estaban muy contentos en un principio, pero los convencí.
−Me alegro, número 80 va a necesitar apoyo ahora que mi hermano pertenece a las filas adolescentes y ella ha quedado al frente del Sector, sé que todos la apoyarán, pero necesita aprender a trabajar en equipo con otros sectores.
−Setenta y nueve me planteó su plan, lo mejoré y le ofrecí la ayuda de mi Sector, yo aún no era miembro, pero T, 83 y 84 tienen experiencia peleando contra Padre, 81.14 está trabajando en el comunicador para tener vigilada la mansión ¿Puedo preguntar algo? − Joey lo miró fijamente mientras informaba del protocolo que había seguido, 587 asintió− ¿Qué pasará con tu hermano? De verdad le borraron los recuerdos o…
−Eso no lo decido yo, es número Nueve y un sector especial quienes tienen a los candidatos y los vigilan muy de cerca un año antes del cumpleaños número 13, fue elegido para la fracción TND, pero no sé cuál será su papel ya que ahora está fuera de mi radar− Joey asintió− claro que se me informará cuando se le sea asignada alguna tarea, pero en general tratan de que sea confidencial. En fin, viniste por la peculiaridad que Mushi encontró en los archivos recuperados ¿no es así?− Joey asintió− no puede mantenerse quieta, le he puesto guardias en la entrada para evitar que ande curioseando por el ala médica, si en una o dos semanas no presenta ser peligrosa para los demás la mandaré a su Base, los guardias están cansados de vigilarla− Joey sonrió, el año pasado a la menor de los Kuki le había dado varicela y no importaba que seguridad le pusiera T para aislarla y que no los contagiara, ella siempre lograba burlarla- Quinientos ochenta y siete rebuscó entre las pilas de papeles que tenía hasta encontrar lo que buscaba− el original lo tiene el área de inteligencia, pero conseguí copias− le entregó un bonche de hojas sujetadas por una pinza con forma del escudo del capitán América− yo no entiendo nada, el área científica no es de mi interés, se las había prestado a Mushi para que se entretuviera y me contó sus hipótesis, pero me dijo que para estar seguros deberías verlo tú− lo miró con una sonrisa traviesa mientras el rubio pasaba las hojas intentando darse una idea de qué le estaban confiando− ella cree que eres muy listo, más que toda el ala médica y de inteligencia al parecer.
−Lo soy− le dijo el chico sin apartar la vista de las hojas y sin entender el verdadero significado de las palabras del niño. Estaba buscando los patrones que habían llamado la atención de su amiga.
−Varias veces se te ha pedido que vengas a trabajar a la Base, desde que dejaste la academia tenías un lugar entre los científicos, en ese entonces te negaste y pensé que era lógico porque querías estar con tu hermano, yo mismo tenía ese anhelo cuando inicié en el Sector W, aunque cuando deshicieron el equipo original me reasignaron a la Base Lunar… pensé que cuando Tres y Cuatro se fueran nada te ataría al Sector V.
−Ellos son mis amigos, jamás los abandonaría y lo sabes− lo miró fijamente con esos ojos verdes que todos decían eran iguales a los de su hermano mayor− todos lo prometimos, ninguno se irá a ningún lado y ninguno traicionará KND.
−Son un Sector ejemplar pese a todo lo que han vivido y se ha dicho de ustedes, pero tú no sólo te quedas con ellos por eso ¿no es cierto? − Joey lo miró confuso mientras 587 sonreía−Es por Mushi ¿verdad? Al principio pensé que simplemente era un sentimiento de amistad, lo seguí creyendo cuando desobedecieron mis órdenes por ir a rescatarla, sé que es lo que harían por cualquiera de los miembros del Sector V, pero ahora que los he tenido aquí en la Base a tiempo completo, me doy cuenta que ella… es especial para ti en un sentido diferente al que lo es para el resto del grupo− Joey asintió mientras se sonrojaba, había pasado toda una vida molestándose con su hermano mayor por cómo negaba lo obvio y ahora que él pasaba por lo mismo no quería cometer los mismo errores.
−Si hasta un chico tan distraído como tú se ha dado cuenta es que ya estoy siendo muy obvio− el pelirrojo le puso mala cara, no era distraído, era solo que había como chorrocientos sectores a los cuales debía prestarles atención− aunque para ser del todo honesto− continuó− hasta hace un par de meses yo tampoco había notado que mis sentimientos por ella ya se habían alejado de los que se le tienen a una amiga, bastante gracioso que sea precisamente Mushi Kiut la niña que me gusta ¿sabes? porque cuando era más pequeño era su hermana quien me hacía sonreír como un tonto, aunque probablemente tuviera que ver el intentar competir con el idiota de mi hermano.
−Es más común de lo que piensas, en los sectores es normal que los hermanos menores terminen en el sector de los hermanos mayores y compartan círculos de amigos, en fin ¿se lo has dicho, o veremos una réplica de la historia de Tres y Cuatro?
−Mushi es mayor que yo− contestó el rubio mirándolo como si se hubiera vuelto loco− se la pasa diciéndome bebé para molestarme, además ni siquiera soy más alto que ella y… a las chicas no les gustan los chicos bajitos a menos que sean busca pleitos y deportistas como mi hermano y…aunque me parezco, yo no soy como Wally− bajó la mirada al pensar en que cambiaría su inteligencia sin pensarlo por tener la suerte que él tenía.
−Anduvo con el Rey Dunas− 587 rodó los ojos− cualquier elección es mejor que esa− Joey le puso mala cara, ese era un tema sensible para él porque se había visto envuelto en varias de las disputas entre esos dos−, además yo siempre la veo muy feliz cuando estás cerca, más de lo habitual.
−Creo que ella lo sabe, no es tonta, ni distraída, ella no es como Kuki por mucho que se parezcan− sentenció Joey− y no es que mi antigua Líder sea una persona común, pero Mushi siempre ha tenido una mejor intuición que su hermana −587 le dio unas palmadas en la espalda.
−Los conozco desde hace mucho Joey, sabes que le tengo un cariño muy especial a tu Sector y aunque no puedo tener certezas, si creo que ella te tiene un cariño muy especial, Cuatro calló sus sentimientos mucho tiempo y… ya era triste.
−Claro que lo era, pero no quisiera que Mushi se sintiera incómoda u obligada a responderme algo, ella es mi mejor amiga y la conozco bien, no siempre es el dolor de cabeza que todos conocen, sé que se pondría triste porque ella sabe lo que es que te rompan el corazón. − suspiró− no quiero que nada cambie.
−¿Y si cambiara para bien?
−Seamos realistas, como dije ella es más grande que yo y… yo solo soy un nerd y gracias a Dos sé que nada bueno nos depara la adolescencia a los que somos así.
−Pues según mis fuentes les va mejor de lo que creen− el pelirrojo sonrió− cuando encuentran a la chica adecuada les va muy bien− unos golpes en la puerta los hicieron girarse, un niño moreno y con gorra de Hulk entró, era número 23.01, jefe de relaciones sectoriales.
−Perdón Líder, no pensé que estuviera ocupado, pero me llegó un telegrama de… de un lugar muy muy lejano y necesito hablar con usted.
−Yo ya me iba, gracias 587− Joey se apresuró a salir y se dirigió sin demora al área médica, se colocó el traje que el personal médico le otorgó y esperó pacientemente a Sonia con quien intercambió un par de palabras antes de entrar al cuarto de Mushi.
La asiática se veía de mejor humor que en días pasados, en cuanto lo vio le dirigió una sonrisa e hizo además de pararse de la cama; sin embargo, una de las enfermeras la obligó a recostarse ya que le acababan de poner un suero con medicina y podría caerse el catéter si es que se movía demasiado. La asiática permaneció sentada de mala gana.
−¿Cómo te fue en la escuela?− le preguntó mientras la enfermera le pedía al rubio que evitara que se moviera demasiado, ya se había lastimado la otra vena al moverse y romper el catéter y no era un espectáculo apreciable a la vista.
−Bien, Lee y T apuntaron tu tarea− sacó varios libros y cuadernos que le puso en la mesilla de noche.
−Se supone que estoy en un campamento para cerebritos ¿Por qué me mandan tarea?
−Para que no te aburras− Mushi rodó los ojos− pero yo, como soy tu amigo el divertido, te traje mi Nintendo Switch con carga completa− le dijo dándole el videojuego mientras ella sonreía radiante− y tal como me pediste, te traje tu computadora portátil− le pasó la laptop que sacó de su mochila
−Gracias Joey− encendió el videojuego y se entretuvo jugando un rato mientras el niño leía detenidamente las hojas que el Líder le había dado y con un marcador encerraba números que le llamaban la atención− Oye… ¿Cómo te fue con Keyla y el Sector W?
−La nueva líder no está muy de acuerdo en que trabajemos juntos con el asunto de Padre, pero es una orden directa de 587, así que no se pudo negar. Keyla y yo ideamos una mejor estrategia con la que creo número 80 se quedó conforme así que…
−Ella estaría feliz con cualquier cosa que venga de ti− le dijo con fastidio− tú eres el único que no lo nota.
−Supongo que es porque las niñas me dan asco todavía.
−¿Yo te doy asco?− le dijo con su voz tierna− pero si soy la niña más bonita de todo KND.
−A ti no te veo como niña, eres un camarada con pelo largo− le dijo para molestarla ganándose un puñetazo en el hombro− uno muy fuerte para ser sinceros.
−Tonto− se cruzó de brazos, ambos permanecieron callados un rato. El rubio intentaba concentrarse en las hojas que el Líder le había dado, pero no podía evitar mirar a la japonesa que se había recostado en su hombro y le hacía rememorar la conversación de hacía un rato.
−¿De verdad se rompió el catéter?− preguntó observando el curita que había en su brazo derecho y las cicatrices que aún conservaba de cuando El Rey Dunas y sus secuaces los habían secuestrado.
−Sí y no− contestó con voz somnolienta, estaba a punto de quedarse dormida. Estiró sus brazos y se levantó para quedar frente a él y sonreír de forma traviesa− digamos que fue a propósito que se rompiera.
−¿Y por qué harías a propósito que te picaran más de lo que ya hacen con tantos sueros, vacunas y tomas de sangre?
−Porque no confío en esos tarados− dijo practicando sus pasos de ballet frente al rubio que se había olvidado de las hojas.
−Soy más inteligente que tú, pero a veces logras ir un paso adelante, si me explicas, podría entenderlo.
−Presumido− le dijo haciéndole una mueca mientras lo tomaba de la mano y lo jalaba para que se pusiera de pie y bailara con ella, el rubio la miró dudoso pero se dejó hacer, mientras que ella sutilmente metía su mano por las mangas del traje médico y después de la sudadera roja y apretaba uno de los botones del reloj del australiano, ambos escucharon un silbido muy molesto y luego él se apartó mirando hacia las cámaras de seguridad− Ahora que han perdido la señal podemos hablar claramente− volvió a tomar asiento− hice que el catéter se rompiera para que la agente enfermera de turno tuviera que salir por uno nuevo y Sonia pudiera llenar una jeringa de mi sangre para así poder estudiarla por su cuenta.
−¿Crees que tu enfermera es una traidora?
−No particularmente, creo que 99234 es buena en lo que hace, en general todos los que me han venido a revisar lo son, pero creo que a lado de tu cerebro son unos tontitos− tomó asiento y encendió su computadora.
−Me halagas, pero sigo sin entender por qué Sonia debería llevarse una muestra de tu sangre.
−Escucha, jamás dudaría de 587, pero ambos podemos recordar cómo eran las cosas cuando entramos a KND, después de la traición del hermano de la antigua Líder Suprema no estabas seguro ni siquiera de tu propio sector ¿Y quién pagó las consecuencias? El sector V y al menos yo no pienso dejar que suceda de nuevo.
−¿Piensas que aun traidores?
−Sí− contestó rotundamente− siempre los hay y creo que podrían estar en la posición de ocultar información precisa si es que esta arma biológica adolescente de verdad tiene el poder que imagino− Joey asintió− razón por la que pienso meterme en la Computadora central para monitorear qué hacen los disque científicos de este lugar− comenzó a teclear en su dispositivo.
−¿Qué? Sabes que eso es alta traición y…
−Como si no lo hubiéramos hecho antes, no seas gallina.
−Mushi, si te descubren…
−¿Y si tengo razón? ¿Si no fuimos secuestrados al azar? Tu no estuviste en esa nave Joey− lo miró a los ojos− ellos tenían pruebas diseñadas para cada uno de nosotros y parecían conocernos bien, no voy a esperar a que alguna otra Rose o Harvey ataquen otra vez a KND desde dentro− hubo una momentánea lucha de miradas que terminó con un suspiro del australiano.
−Si alguien puede hacerlo sin que la descubran eres tú− dijo volcando su atención nuevamente a las hojas que le había dado el Líder− yo soy un genio en ciencias y estrategia, saque puntajes perfectos en las pruebas de la organización, pero tú me sobrepasas en tecnología y sistemas computacionales, si he de decirlo incluso eres mejor que T para ello, él es muy bueno construyendo naves y piloteándolas, pero la que logra infiltrarse y diseñar los programas para que estos funcionen eres tú, creo que te subestiman al creer que sólo eres una agente de tácticas distractivas.
−¿Qué puedo decir? Soy muy bonita para ser considerada una nerd− le dijo con una vocecita, misma que usaba para causar ternura en todo mundo− nadie creería que venimos en distintas presentaciones, además si me voy a quedar internada por tiempo indefinido lo menos que puedo hacer es demostrarles en su cara que no son mejores que nosotros− Joey no pudo reprimir una sonrisa, sabía que KND había ganado una gran aliada reclutando a 34, de haber usado sus talentos para el mal, estaba seguro que la organización ya habría caído. Comenzó a leer desde el principio las hojas.
−Tenías razón−le dijo después de un rato− estas cantidades no corresponden a la dosis para un niño, ni siquiera si pensamos que pudieran hablar de un grupo en lugar de un individuo− se giró a verla cuando ella se sentó a su lado y recargó de nuevo la cabeza en su hombro, su semblante mostraba somnolencia.
−¿Ha pasado algo interesante? Esta medicina hace que me dé mucho sueño, pero quiero platicar contigo todo lo que pueda, no me gusta estar apartada de ustedes, los extrañé mucho.
−Bueno, hoy atacaron los Gemelos detrás de la montaña cuando salimos de clases, podemos tener dudas del resto de los adolescentes, pero ese par le siguen siendo fieles a Padre, de eso estoy seguro.
−¿Les dieron una lección?
−Claro que sí, Lee y Tommy les tendieron una trampa para que cayeran en nuestra resortera gigante, yo apreté el gatillo para mandarlos a volar, no sabremos de ellos en un buen tiempo.
−Extraño las misiones.
−Ponto estarás bien y te quejarás de ellas como de costumbre− la chica sonrió en silencio.
−Cuando estuve en esa nave tuve mucho miedo− le dijo algo adormecida− siempre nos picaban y sacaban sangre; a veces nos hacían pelear entre nosotros y si no accedíamos nos mojaban con agua fría y así nos enjaulaban; las comidas eran sobras de vegetales mientras los adolescentes comían pizza y hamburguesas; siempre usaban mascarillas quirúrgicas y lentes así que no los reconocíamos− la voz se le cortó− de verdad pensé que no los volvería a ver− comenzó a llorar− intentamos escapar muchas veces pero eran demasiados y… después comenzaron a desaparecer compañeros, ya no los volví a ver, no están en la lista de los que rescataron y…
Joey se giró y la abrazó, pocas veces había visto a su amiga llorar de verdad y siempre se le partía el corazón no ser de ayuda.
−Siento que tardáramos tanto en rescatarlos, yo…
−Lo sé− le dijo ella intentando mantenerse despierta, pero sin éxito.
Uno de los restaurantes underground del centro fungía como sede para la junta adolescente que había sido convocada ese viernes. No sólo los adolescentes de la preparatoria donde el Sector V estudiaba se habían reunido, sino un par de colegios particulares, entre los cuales estaba el de Rachel y Fannu, quienes habían sido convocadas como sublíderes.
Los líderes de cada sector se hallaban frente a todos exponiendo los avances o problemas que habían tenido en sus respectivas misiones. Aunque Rachel había sido presionada para obtener el cargo, al final habían elegido a una chica que venía del este de Texas, de raíces latinas y abundante cabellera negra, su nombre era Patricia, pero en la escuela se referían a ella como Big Pat, esto no por su estatura, sino por todas las misiones que había llevado a cabo con éxito contra KND desde que ella misma era una niña.
Un par de chicos más allá representaban a las otras escuelas, aunque en realidad no habían hecho nada particularmente destacable por lo que se habían mantenido en silencio durante toda la reunión. Evan fue quizás el que más aplausos recibió cuando se puso de pie y comenzó a narrar las redadas que había organizado contra el Sector V y el Sector W, detalló cómo había logrado robarse a los conejos mascotas de los de prescolar, tarea que ni siquiera los Gemelos de detrás de la montaña habían logrado debido a su derrota unos días antes.
Habló sobre cómo habían planeado tan bien esa reunión que ningún niño entrometido había ido a molestarlos como su última fiesta fallida en El punto, razón por la cual algunos líderes de sectores habían tenido que dimitir y justo cuando parecía más orgulloso, una mano se movió en el aire y sin esperar a que le dieran la palabra, Rose se puso de pie.
−Y ya que te has jactado de todos tus "éxitos"− enfatizó con los dedos− puedes hablarnos de cómo tú y tu equipo de ataque perdieron a los rehenes que manteníamos en el espacio− un murmullo general llenó el lugar. Rachel y Fanny se fingieron sorprendidas, junto con su sector.
−Eso no fue mi culpa, fueron esos estúpidos niños, ni siquiera está probado que hayan sido parte de KND, nadie jamás había visto esos trajes o esas máscaras.
−¿Y quién más estaría interesado en salvar a un puñado de niños? ¿Sus hermanso mayores? Yo no lo creo− algunos jóvenes comenzaron a gritar que ellos tampoco; sin embargo, una mirada de la rubia bastó para tranquilizarlos.
−Esa nave estaba demasiado bien hecha para los Tontos del barrio, tú misma nos has contado que la organización tiene más elementos en el espacio ¿No pudieron ser ellos?
−Es cierto que durante mi tiempo en KND me dediqué a investigar no sólo sobre su historia sino sobre el alcance de la organización, pero temo que ese es un tema tabú que 88 no quiso nunca tocar conmigo. En sus archivos tampoco encontré nada− se giró a ver a Rachel y Fanny− y aunque quizás algunas personas entre nosotros quizás sabían algo de esto, temo que su tonta máquina de borrado nos quitó la oportunidad de interrogarlas, aunque según mis investigaciones, la tortura abre puertas en la memoria que parecían cerradas por siempre− caminó hacia el escenario donde estaba Evan− Sin embargo, nunca antes habían actuado ¿Por qué lo harían por un puñado de niños cuya ubicación ocultamos con todos nuestros recursos posibles? Nadie salvo nuestro Líder y sus manos derechas sabían lo que ocurría, todos los que eran requeridos para hacer guardia pasaban por un equivalente a la máquina de borrado para hacer que olvidaran donde estuvieron y sé que era muy efectiva porque yo la inventé.
−Bueno nena, quizás deberías aprender algo de humildad y reconocer que hasta tus inventos pueden fallar− escucharon que alguien decía, al girarse vieron que había sido Chad quien había hablado mientras abría una bolsa de papas y comenzaba a comer.
−Nada de lo que yo haga falla nunca− le espetó Rose con las mejillas rojas por la ira ¿cómo se atrevía a decirle eso?
−Yo tengo otros datos− le dijo sin bajar la mirada− y creo que muchos de los que están en nuestras filas estuvieron presentes cuando tu plan de lanzar a los niños al espacio y apoderarte de la Base lunar terminó en una redada masiva que mandó a muchos de ellos a la Prisión lunar y del Ártico− algunos adolescentes se miraron y asintieron mientras unían sus voces en reclamos, algunos tenían poco de haber logrado escapar y aún le guardaban rencor.
−Ese plan hubiera salido a la perfección si no hubiera sido por tu intromisión.
−¿Llamas intromisión a tener una cita? Mira nena, que tu hayas sido tan descuidada como para abrir la boca donde no, es completamente tu problema.
−¡No le digas nena!− gritó Fanny desde su lugar− eso es sexista, todas sabemos que todo es siempre culpa de los chicos− Rachel la tomó de la mano para que se callara.
−¡Cállate zanahoria! Nadie te preguntó− le espetó Chad.
−¡No necesito que nadie me defienda!− gritó Rose furiosa− ¡Pero no te atrevas a llamarla zanahoria ni a decirme nena! Y claro que fue tu culpa, cuando te vi con la idiota de Kuki pensé que la habías convencido de unirse al lado oscuro, no que estabas obedeciendo a tus bajos instintos.
−Para tu información, era nuestra primera cita, el discurso de conversión de bando lo guardo hasta la tercera cuando ya he llegado a segunda base. Fue tu error hablar de cosas innecesarias en lugares públicos y el subestimar a una de las aliadas de número Uno, nada ni nadie que hubiera estado ligado a él debe tomarse a la ligera.
−Eso solo lo dices porque logró vencerte en más de una ocasión.
−Exacto y para vencer al mejor tienes que ser casi tan bueno como él, Uno no lo hubiera logrado solo, pero ese Sector era una maquinaria en que cada engrane aportaba algo al funcionamiento, que tu quisieras creer que la antigua Número Tres era una niña boba que no prestaría atención a lo que casi gritabas, fue tu error y lo pagaste siendo encarcelada por varios años.
−¿Cómo sabemos que no fuiste tú quien nos traicionó?
−Dos razones muy obvias− contestó− La primera es que soy algo mayor para jugar aún en la línea ninjadolescente y por eso el Nuevo Líder supremo me ha hecho a un lado y difícilmente me cuenta algo sobre sus planes y segundo, mis conocimientos de los Chicos del barrio galácticos se resumen en saber que se llevaron a Número Uno.
−Y ese es el tema al que quería llegar− dijo Rose intentando tranquilizar sus ganas de ir a golpear a Chad en ese momento− ¿Por qué regresó? Y más importante ¿A nadie le parece sospechoso que su antiguo equipo vuelva a reunirse alrededor de él?
−Hasta donde mi investigación ha llegado− Jena se puso de pie−, sobre los adolescentes que perdieron su memoria infantil al cumplir los 13 años, se sabe que aún se sienten cómodos junto a las personas con las que compartieron su infancia, aunque su cerebro no logre recordarlos, algo en su esencia sí lo hace− todos se giraron a verla− Miguel es un perdedor, no ha hecho algo digno de mencionarse o llamado la atención desde su llegada, lo único que podría mencionar en este momento es su alianza con los Adolescentes de la Otra cuadra, pero dado que son sus primos, no podría asegurar que sea un hecho de importancia o digno de estudiarse.
−Creí que todos habíamos llegado a la conclusión, cuando Miguel llegó a la escuela, de que simplemente era muy mayor para seguir en los Chicos del barrio, con todo y gravedad cero en el espacio− dijo Eva mientras se pintaba las uñas, le aburrían sobre manera esas juntas donde no se llegaba a nada y por el contrario todos se peleaban.
−Podría ser o podría no serlo− dijo Rose− lo que sí es un hecho es que, aunque la orden directa a Evan, cuando fue nombrado líder de sector, era que el antiguo Sector V debía ser reclutado, ningún avance se ha hecho al respecto− se giró a encarar al rubio.
−Ellos se han negado en diversas ocasiones, no sólo yo lo he intentado, teníamos a Kuki a punto de unirse y de pronto− se quedó pensando− coincidió con la llegada de Miguel.
−Kuki nunca fue una de nosotros− interrumpió Becca− siempre ha sido demasiado distraída y tonta como para tomarse algo en serio y desde que anda con el Güero Torres se ha vuelto insufrible.
−Si no hubiera sido por ese enano ella habría acabado en nuestras filas− arremetió Evan.
−Claro que no− le dijo harta− a ella siempre le ha gustado ese busca pleitos, incluso cuando él ni siquiera sabía que ella existía− rodó los ojos.
−Eso es cierto− intervino Ace que se había mantenido al margen− yo salí con ella y te puedo asegurar que aunque era claro que no recordaba nada se sentía atraída hacia ese sujeto, una vez pasó a nuestro lado llevado a la sala de castigos por un profesor y por un momento sus miradas se cruzaron, con todo y que ella iba tomada de mi mano, se sonrojó− lo meditó unos instantes− no estoy seguro que se halla percatado, era como si su lenguaje corporal reaccionara a algo que su cerebro no identificaba.
−Yo fui su mejor amiga mucho tiempo− agregó Becca− jamás mencionó nada de KND y menos algún recuerdo involuntario, pero sí creo que estaba loca, le daban ataques de pánico, tenía pesadillas horribles cuando se quedaba a dormir en mi casa, creo que está bien loquita.
−Bien, el punto aquí no es Kuki Kiut, ni el Güero Torres o Memo Gonzáles Junior, ni siquiera Nigel One− se giró a Evan− el asunto a tratar es que has echado a perder cada misión importante a la que has sido asignado, ni siquiera tuviste la fuerza de carácter para hacer que Abigail Olivera estuviera en esta reunión, según tú te dejó muy claro que no quiere saber nada más de los ninjadolescentes porque se le hace tremendamente aburrido, pero piensa que dado que Cree fue siempre la mano derecha de Padre, al menos a su hermana deberíamos tenerla de nuestro lado. Es muy claro que Padre está de vuelta, quizás en menor escala que antes, pero eso será sólo por un tiempo y los que aquí podemos recordarlo, sabemos que su furia no tiene límites− varios asintieron− es por eso que te relevo de tu cargo como Líder de este sector.
−No puedes hacerlo− le dijo el rubio atónito.
−Lo estoy haciendo, no me interesaba comandar a un par de adolescentes, pero al ver que no eres capaz de hacerlo solo tomaré tu lugar.
−No puedes simplemente llegar y…
−Sólo mírame hacerlo− le dijo parándose frente a él sin ningún temor− es una orden directa de los altos mandos.
−¿Acaso conoces a nuestro Líder?− preguntó James intentando controlarse, él había escuchado rumores sobre la locura de Rose y qué tan peligrosa era si alguien la contradecía.
−Tenemos amigos en común.
−¿Y cómo sé que no estás mintiendo?
−¿Sospechas de mi pero no del antiguo Sector V?− la chica sonrió y marcó un número de teléfono− aquí está mi nombramiento de alguien que podría ser el líder ninjadolescente− sonrió− o alguien aún más importante que él− puso el teléfono en alta voz− Estoy frente a Evan y el resto del cuadrante, le he dio que queda removido de su cargo, pero aparentemente no me cree ¿Puedes dejárselo en claro?
−No tengo tiempo para los arranques de diva de ninguno de los dos− escucharon una voz robotizada− y menos cuando tenemos dos enemigos a los que no podemos subestimar, Evan entraron a la nave en tus narices y ni tú ni tu estúpido equipo logró hacerle frente a menos de una docena de niños, di que no te borro la memoria ahora mismo, a partir de ahora Rose se hará cargo y no quiero que me hagan perder mi tiempo por algo como esto, la próxima vez que sepa de ustedes es porque han logrado reclutar a algún elemento de KND a nuestras filas ¡Ahora dejen de hacerme perder mi tiempo!− la llamada se cortó.
−¿Quieres más pruebas?− preguntó Rose mientras Evan sacaba de su bolsillo el emblema de Líder ninjadolescente y se lo entregaba sin decir nada más pero mirándola con furia- bien, ahora que estoy a cargo comencemos con reorganizarnos…
Fanny apretó la mano de Rachel y ésta asintió en medio de un escalofrío, no podía jurarlo, pero esa voz, aunque distorsionada le había resultado perturbadoramente familiar.
Ese sábado Abigail Olivera bajó del autobús con una camisa azul marino anudada en la cintura, unos jeans negros de tiro alto y botas negras y cortas, llevaba una pequeña mochila en la espalda y miró con determinación el árido paraje que le daba la bienvenida, había dejado su reloj, pero a juzgar por lo oscuro del cielo, apenas iba a amanecer. De uno de sus bolsillos sacó un mapa doblado por todos lados y una brújula.
A su lado estaba un somnoliento Memo González Junior, quien parecía hastiado por el viaje, habían abordado el vehículo la noche anterior y le dolía el trasero y la espalda como nunca, además, Cinco le había quitado todos sus inventos tecnológicos y se había tenido que conformar con ver las aburridas cintas que habían proyectado en el autobús, durmiendo a ratos y lidiando con la ansiedad de no tener sus inventos con él.
−Habríamos llegado más rápido si hubiéramos usado el S.C.A.M.P.E.R− sentenció reprimiendo un bostezo.
−Ya te lo dije, no podíamos traer ningún aparato tecnológico y menos una nave.
−Cinco− el autobús había dado media vuelta y ahora no se veía nada más aparte de pastizales y un tramo más de una precaria carretera, eran los últimos pasajeros que quedaban e incluso el conductor se había sorprendido de que llegaran hasta allá, casi todos se quedaban en la ciudad que habían pasado una hora antes, rara vez tenían pasajeros que llegaran hasta esos parajes y ciertamente no eran adolescentes− para futuras referencias, mi cita perfecta es cualquier lugar con comida, Wifi y videojuegos, es más si me dices que quieres ver un maratón de los Avengers mientras vemos palomitas, te robarías de nuevo mi corazón, ahora soy delgado pero mi amor por la comida sigue intacto−Abby no pudo reprimir una sonrisa.
−Lo sé, se te olvida que yo surto la despensa de la Base del árbol, pero temo decirte que esto no es precisamente una cita, aunque sea sábado estamos en horario de trabajo y aquí se empieza al amanecer− miró de nuevo el mapa y tras intercambiar algunas palabras consigo misma comenzó a caminar hacia los pastizales.
−Si me hubieras dejado traer al menos mi celular esto habría sido más rápido y cómodo− le dijo malhumorado caminando tras ella− ni siquiera me has dicho dónde estamos y si es una misión ¿Por qué no trajiste a los demás? Ellos deben estar muy cómodos y calientitos en su cama, suertudos.
−Estamos en Arkansas y aquí no podemos llamar la atención con tus juguetes Dos, debemos tener un perfil aún más bajo del que ya de por sí manejamos− se quedó pensativa− bueno al menos yo intento hacerlo.
−Quiero dejar establecido que sólo por ti me he separado de mi celular, mi madre lleva años intentando convencerme de que lo deje y salga a hacer ejercicio y tu lograste ambas cosas− se quedó callado mientras la seguía− vaya, eso de que una chica es capaz de cambiarte es verdad− Abby sonrió sin detenerse, mientras más tiempo pasaba con Memo más se daba cuenta que estaba loca por él, aunque aún no sabía cómo expresarlo sin terminar pareciendo una loca−¿ Y a qué venimos a …dijiste Arkansas?− agregó pasada media hora y comenzando a sentir hambre.
−¿Sabes lo que son los Amish?− le dijo ella sin dejar de avanzar por un campo de trigo.
−¿Raros con barbas?
−No son raros Memo, simplemente no gustan de la tecnología o inventos modernos, se han quedado como varados en el tiempo y− se golpeó el cuello con una mano matando a un mosquito que intentaba alimentarse de ella− sabes qué, ni siquiera sé por qué necesitarían una base en medio de la nada – dijo con hastío− pero qué más da, perdí mi oportunidad de ser Líder y prohibirlo.
−¿Vamos con el Sector A?− el castaño se paró de pronto− si intentas volver a abandonarme con ellos Abby, no importa cuánto te quiera, voy a defenderme…
Transmisión interrumpida
