Reunión en Ciudad Lignum
Rei en compañía de su familia habían salido con su auto, de Hikawa hace largo rato e inclusive ya habían cruzado la frontera que separaba al distrito sur de la ciudad Edén, tanto Risa como Ralf notaban sorprendidos la forma en que la gobernadora lucía, más relajada de lo habitual... parecía hasta contenta ya que estaba tarareando una canción. Normalmente debería ser un motivo de alivio para la familia pero, teniendo en cuenta las circunstancias actuales que indicaban claramente que la Senshi del fuego tenía conocimiento sobre el viaje del ex militar y compañía, indicaban que algo raro había, ya que ella tendría que estar muy enojada por los problemas que seguramente tendría como consecuencia de los incidentes ocurridos y por la escapada en sí.
Quien sospechaba era especialmente Risa, debido a lo que ella misma vio en el fuego y que le mencionó a Mirajane por vídeo llamada.
- Aclararé algo... vengo calmada pero por lo que haya pasado contigo y tu viajecito a quien sabe dónde, todavía no te salvas, sin embargo por ahora no quiero que me arruines la velada - dijo Rei calmadamente mirando de reojo a su esposo
- Está más calmada de lo habitual, ¿Qué está planeando? Esto no me gusta nada - pensaba desconcertado el de ojos cafés para sí en referencia a Rei en el ínterin que giraba su cabeza para verla con una expresión seria - ¿Qué sucedió para que estés tan relajada? - preguntó finalmente
- No tengo porque decírtelo - contestó la de cabello ébano con una pequeña sonrisa
- Espero estarme equivocando, porque si estás contenta porque hiciste lo que el fuego me mostró que hacías... acabas de tirar por la borda el poco honor que te quedaba y créeme, más adelante te arrepentirás... - pensaba Risa en referencia a su madre, al mismo tiempo que mantenía una expresión seria e impasible en su rostro y se encontraba cruzada de brazos en silencio
- Lo que dije recién va también para ti, jovencita, no creas que dejaré pasar el hecho de dejar Hikawa solo para irte a pasear por ahí - añadió Rei observando a su hija a través del espejo retrovisor del frente, la aludida no le respondió
- Pero si no hicimos nada, solo fue un día nada más... no entiendo porqué tanto escándalo - se limitó a comentar el ex Coronel con una media sonrisa burlona
Como toda respuesta, Rei meneó la cabeza y sonrió sarcásticamente mientras continuaba conduciendo por las calles de Ciudad Lignum y a lo lejos ya se veía la casa de Makoto en medio de las luces nocturnas.
- Ya estamos llegando, recuerden... no quiero problemas, ¿entendieron? - reiteró la de pupilas violetas levantando un dedo
Mientras tanto...
Tal y como habían acordado, quien se desocupara primero volvería a casa y esperaría a la otra para salir rumbo a Ciudad Lignum y de ahí a Ciudad Ígnea, quien primero se desocupó fue Haruka quien se dirigió al hogar que compartía con Michiru apenas se despidió de Makoto y Clark. De modo que la ex corredora llegó y detuvo el auto, del cual descendió de prisa antes de dirigirse a la entrada principal y abrir la puerta.
Al encontrar la casa sola, dedujo que Michiru todavía no se desocupaba, por lo que decidió prepararse un emparedado acompañado de un jugo de fruta al mismo tiempo que esperaba a su compañera y miraba algo de televisión.
- Me pregunto si yendo por aire podremos entrar fácil y rápido a Ciudad Ígnea... ¿Pero será que allí haya también radares que controlen el tráfico aéreo? - se preguntaba la rubia en voz baja mientras llevaba el plato con la comida hacia la mesa
De modo que en el ínterin que pensaba, encendió la televisión y se sentó al mismo tiempo que agarraba el control remoto y buscaba en los canales qué mirar.
Ella comía e iba cambiando los canales fue ahí que se topó con las noticias y vio algo que le llamó la atención.
- ¿Pero qué...? ¿Una solitaria moto? - comentó Haruka prestando atención a lo que pasaban en la tele
Efectivamente, allí están hablando de la persecución en las calles de Ciudad Argentum y tal como mostraban los diarios por la web, no salía el Dodge Charger de Ralf y si, solo la motocicleta que lo perseguía. Haruka contemplaba las imágenes del rodado a toda velocidad por las calles y avenidas, le llamaba la atención el hecho de que muchos autos hacían piruetas y chocaban bastante antes de que la moto llegara.
Haruka notó ese detalle enseguida y entrecerraba los ojos mientras se tomaba la barbilla.
- Mmmhhhh... allí hay algo raro... o bien quien conduce la moto los hace chocar con telepatía cosa que no creo o hay un segundo auto adelante pero... no se ve nada... - pensaba la Outer Senshi en tanto que consumía el sándwich
Mientras la ex corredora realizaba conjeturas, se escuchó la puerta de entrada abrirse y a Michiru entrar tranquilamente.
- ¡Hola Haru! Ya llegué, ¿hace cuánto estas aquí? - saludó sonriente la de cabello aguamarino caminado hacia Haruka
- Hola sirena, pues estoy aquí desde hace un rato, miraba la televisión mientras comía algo - respondió la de pupilas celestes luego de darse un beso en la boca con su compañera - En el noticiero mostraron algo extraño en la Capital, un loco causó problemas con una carrera a solas, hubo muchos choques - añadió acto seguido
- Vaya... parece que el Código no está siendo seguido por todos, esto puede significar dolores de cabeza para el rey y la reina - opinó pensativa Michiru - Debemos estar atentas ante cualquier resolución que parta de Palacio - añadió de igual modo
- Cierto, supongo que el rey Endymion y la Neo Reina Serenity ya se están ocupando del asunto, ya imagino a Artemis agarrándose los pelos por esto, es tan celoso respecto al Código - dijo riendo la de pelo corto
- Me gustaría que no tomaras eso tan despreocupadamente, sabes lo mucho que costó que el Código se respetara como para que ahora un demente quiera armar disturbios - respondió Michiru frunciendo el ceño en tono de reproche
- Calma Michiru, no te lo tomes tan a pecho, ahora tenemos otro asunto más importante que atender y es como vamos a entrar a Ciudad Ígnea sin ser detectadas - fue la calmada contestación de Uranus
- La estrategia que me mencionaste por teléfono está bien pero vamos a tardar mucho, ¿no hay otro modo más rápido? - preguntó la Senshi del mar
- Yendo en helicóptero o avión pero no sabemos si allá no hay también controles en el tráfico aéreo o si no, yo hago uso de mi super velocidad mientras voy cargándote, esa es otra - sugirió Haruka con una pequeña sonrisa
- Toda...todavía tendríamos que resolver otras cuestiones - afirmó la de cabello aguamarino ruborizada y componiéndose la garganta
- Las conversamos con calma, no hay problema, ¿deseas comer algo mientras tanto? - la invitó amablemente la ex corredora
- Ya comimos con Mina antes de despedirnos por lo que no tengo hambre pero sí es necesario discutir bien cómo vamos a pasar sin ser detectadas por la guardia sureña - comentó su compañera
- Entiendo, todo estuvo en orden entonces - dedujo la rubia de pelo corto con seriedad
- Si, sacando el hecho de que cuando llegué a su casa la encontré haciendo de las suyas de nuevo... todo salió bien, iré seguido al nuevo Centro que acabamos de inaugurar a dar clases de violín - recordó Michiru evitando mencionar algo sobre el incidente de ver al compañero de Mina en paños menores
- Me parece perfecto, ¿Sabes? La reunión que tendrán las chicas en casa de Makoto es una buena oportunidad para poder ir a Ciudad Sur, Rei no estará presente por lo que es un obstáculo menos - argumentó su compañera
- Si, pero recuerda que debemos infiltrarnos no combatir, no queremos que se entere nadie que estaremos allí - rememoró la violinista sonriendo
Ni bien acabó de hablar Michiru, sonó el timbre lo cual extrañó a ambas.
- ¿Esperabas a alguien, sirena? - indagó Haruka frunciendo el ceño
- Yo no, ¿Y tú? - respondió Neptune ante lo cual, la rubia movió la cabeza negativamente
- Quédate aquí, yo voy a mirar - dijo Uranus poniéndose de pie y caminando hacia la puerta
Al llegar frente a la misma, ella preguntó en voz alta la identidad de la persona que había llamado.
- Soy un amigo, necesito hablar con ustedes - respondió la voz joven y varonil desde el otro lado
- ¿Un amigo? ¿De quién se tratará? - pensó para sí misma Michiru que lo había oído
Haruka por su parte, lentamente entreabrió la puerta y observó a través de la abertura a fin de observar al visitante, el farol de arriba se encendió e iluminó al mismo. Tenía cabello verdoso oscuro y rasgos faciales que a la rubia le parecieron conocidos.
- No hay necesidad de tanta desconfianza, vengo en son de paz - dijo sonriendo el extraño
- Mejor que así sea, de lo contrario no te irá muy bien ¿Quién eres tú? - pregunto incisivamente la Outer Senshi del viento
- ¿Puedo pasar? - contestó el joven extendiendo una mano
Haruka accedió y abrió la puerta para permitirle pasar, una vez que lo hizo, el chico se inclinó respetuosamente a fin de saludarlas.
- Muy buenas noches señoritas, me alegra haber llegado a tiempo antes de que se fueran... aunque el tiempo no es un problema para mí - afirmó sonriente el muchacho acomodándose los lentes con una mano
- Disculpa, tu cara me resulta familiar... ¿Nos conocemos? - indagó extrañada Michiru frunciendo el ceño
- No lo creo, pero yo sí las conozco a ustedes, Haruka Tenou y Michiru Kaioh o mejor dicho, Sailor Uranus y Sailor Neptune, dos de las Outer Senshis - reveló el visitante ante lo cual, las mencionadas se sorprendieron
- Muy bien niño, suelta la sopa ya... ¿Quién eres tú y de dónde nos conoces? - preguntó Haruka con desconfianza
- Que desconsiderado de mi parte, olvidaba decirles quién soy... mi nombre es Carlos Meiou o simplemente Charly - dijo despreocupadamente el recién llegado
- ¿¡Dijiste Meiou!? - exclamaron ambas al unísono, esto hizo sonreír al mencionado
- Aguarda... ¿Eres algo de Setsuna Meiou? - indagó señalándolo la ex corredora creyendo adivinar quién era
- Claro que sí, ella es mi hermana mayor - aseguró tranquilamente el joven
- No sabía que Setsuna tuviera un hermano, pero eso explica la razón por la cual, tus rasgos me son familiares a pesar de no haberte visto nunca - argumentó Neptune aún sin salir del asombro
- Eso también explica por qué sabes quienes somos pero bueno, nos vendría bien ahora que vayas al grano y nos digas directo a qué viniste porque vamos de salida, así que lamentamos no poder ofrecerte ningún aperitivo - apremió la rubia al chico
- Lo sé, justamente por eso estoy aquí, yo puedo hacerlas cruzar hacia Ciudad Ígnea por el puesto de guardia principal partiendo desde aquí, Ciudad Metallus, sin que se entere nadie - reveló el hermano menor de Setsuna para el desconcierto de las Outers
- ¿¡Que!? - exclamaron ellas a coro
- Muy gracioso Charly, pero ahora no tenemos tiempo para oír chistes - respondió riendo Haruka
- No estoy bromeando, estoy diciendo la verdad, puedo hacerlo - dijo Carlos con total seguridad
- Aguarda... aguarda, ¿Cómo supiste donde íbamos a ir ahora? ¿Setsuna te lo contó? ¿Te dijo algo? - interrogó Michiru totalmente intrigada, ya que tal hecho le parecía muy extraño, dudaba de que la Senshi del tiempo compartiera algo así con su hermano teniendo en cuenta que fue ella misma quien pidió máxima discreción y que el asunto no saliera de ellas tres
- No, Setsuna no me dijo nada, ni siquiera sabe que estoy ahora aquí con ustedes.
- ¿Cuál es el truco entonces? ¿Qué es lo que te traes entre manos? No estamos para bromas - insistió Uranus con seriedad
- Les digo que no hay ningún truco, déjenme ir con ustedes y se los voy a probar, ¿Qué me dicen? - propuso Charly sonriendo
Luego de pensarlo unos instantes, Haruka y Michiru dieron una respuesta, nada tenían que perder dándole la chance al chico, de mostrar qué era lo que tenía en mente.
- De acuerdo... pero si nos haces perder el tiempo, te patearé el trasero sin importar que seas hermano de Setsuna, ¿escuchaste bien? - transmitió Haruka la decisión
- Créanme que no será pérdida de tiempo - afirmó Carlos levantando la palma de su mano derecha
Dicho esto, los tres se dirigieron al Ferrari F512M descapotado amarillo de Haruka, lógicamente esta se colocó al volante, Michiru en el asiento del acompañante y Carlos atrás. La conductora encendió el motor y se pusieron en marcha enseguida hacia la frontera que separaba Ciudad Metallus de Ciudad Ígnea, por lo que pronto estuvieron circulando por las calles mientras el viento hacía bailar las cabelleras de los ocupantes.
- Oye Haruka, ¿podrías bajar un poco la velocidad? Creo que estas corriendo bastante y sabes cuál es el límite máximo - sugirió la de cabello aguamarino sin perder la calma
- Así vamos bien Michiru, además correr me relaja y llevamos prisa - contestó la conductora - Oye Meiou dime una cosa, ¿Cómo es que sabes lo que íbamos a hacer y por qué nos estás ayudando? - añadió acto seguido viendo al mencionado a través del espejo retrovisor
- Digamos que... estoy al tanto del problema con lady Mars y deseo dar una mano - se limitó decir el especialista en Física
- E imagino que Setsuna te puso al tanto de la situación - dedujo la Senshi del mar
- No tampoco, no me dijo nada - negó Carlos - Tengo mis secretos, aunque presiento que la propia Setsuna lo dirá cuando me vea con ustedes - agregó sin pérdida de tiempo
Por su parte, las dos Sailors no estaban entendiendo cómo es que el joven se anotició sobre los acontecimientos si su hermana mayor no se lo había transmitido, ¿Lo habría hecho en el Palacio de Cristal entonces? Era la única explicación viable pero por otro lado, él no ocupaba ningún cargo en el gobierno ¿Aceptaría la reina decirle algo? Por otra parte les llamaba la atención la actitud despreocupada y confianzuda con la que había aparecido en la casa, como si tuviera realmente la situación bajo control y de antemano supiera que todo saldrá como quiere.
Definitivamente aquel chico era bastante extraño y se preguntaban qué planeaba de verdad.
La Ferrari avanzó por las calles de la Ciudad Luminosa hasta tomar la avenida que conducía directo al puesto fronterizo con la Ciudad Sur, a lo lejos ya podía verse el largo muro y la enorme puerta enmarcada por el Torii sintoísta.
A la presente hora de la noche había muy poco tráfico por lo que ningún otro coche estaba aguardando pasar y la entrada se encontraba cerrada.
- Alto, detén el coche aquí mismo, la cámara debe detectarme solo a mí - pidió Carlos a Haruka en tono serio al llegar a una distancia de unos pocos metros del portón
- ¿Y bien? Aquí estamos, qué tienes pensado hacer para hacernos cruzar y pasar desapercibidos ¿Algún acto de magia? - preguntó la conductora en tono irónico
- Ahora mismo lo verán con sus propios ojos eso sí, les voy a pedir encarecidamente que lo que están a punto de ver no lo anden divulgando libremente por ahí, si lo sabe Setsuna no importa estoy acostumbrado a sus regaños - dijo Charly descendiendo del auto y sonriendo con confianza
- De acuerdo no te preocupes - respondió Neptune mientras ella al igual que Uranus lo observaban con suma atención
El chico caminó hasta llegar a pocos centímetros de la gran puerta y se paró justo frente a la misma, la camarita apostada a uno de los lados de la entrada lo enfocó y enseguida, aquella comenzó a abrirse lentamente.
Una vez que esta estuvo lo suficientemente abierta, el chico cerró los ojos y extendió ambos brazos hacia adelante, de la nada algo parecido a una onda ultrasónica salió del cuerpo de él y se extendió rápidamente hacia el frente suyo. Todo a su alrededor quedó teñido de un color grisáceo y congelado mientras que por su parte, unas atónitas Haruka y Michiru no podían creer lo que sus ojos estaban contemplando.
- ¿Qué pasó? ¿Por qué todo se quedó congelado y nosotras no? - indagó la conductora de la Ferrari asombrada
- Esto se parece al poder de Sailor Plut... - rememoró de igual forma su acompañante al mismo tiempo que Carlos les hacía señas de que avanzaran
Entonces el coche amarillo se puso en marcha y al llegar junto al chico, este se subió de un salto al asiento trasero.
- ¿Qué fue lo que hiciste? - fue la lógica pregunta de la rubia con el ceño fruncido
- Rápido, el efecto solo dura unos cuantos minutos - fue todo lo que contestó el joven - No deberían de asombrarse tanto señoritas, recuerden quién es mi hermana mayor - agregó sonriendo y acomodándose los lentes
Al cruzar por la primera entrada, las Outers pudieron notar que los guardias se encontraban totalmente inmóviles, como si ante ellas se encontrara un vídeo que fue pausado. La Ferrari aceleró por el puente que cruzaba el largo y recto camino y a poco de haber pasado, salieron del área de influencia de la técnica del chico y el color gris le dio paso al normal, a medida que se acercaban al segundo control, podían ver con mayor claridad a los soldados allí los cuales todavía no se habían percatado de su presencia.
- ¡Alto! - exclamó el hermano menor de Setsuna a fin de que Haruka se detuviera, cosa que esta hizo de un frenazo provocando que los neumáticos echaran humo
- Bien Carlos, imagino que necesitas hacer lo mismo del otro lado - dedujo la Senshi del viento con una pequeña sonrisa y rascándose la barbilla
Sin responder nada, Charly se bajó del auto y caminó unos pasos hacia adelante antes de detenerse y repetir el mismo procedimiento anterior.
- No puedo más que asombrarme de que este muchacho tenga esta habilidad - comentó en voz baja Michiru a Haruka desde el coche
- ¡Rápido, Haruka! Acelera, debemos cruzar cuanto antes - apremió Carlos regresando velozmente al auto
De modo que quien conducía, obedeció sin perder tiempo y se puso en marcha acelerando de golpe, echando humo por los neumáticos.
Al llegar al lugar, el auto amarillo cruzó el puesto de guardia a toda velocidad en medio de los soldados congelados como estatuas. Unos cuantos minutos después de que aquel pasara, la técnica de Carlos desapareció y los hombres recuperaron su movilidad, el asunto era que estos ni siquiera se enteraron que alguien había cruzado por allí rato antes.
La Ferrari de Haruka avanzaba a toda máquina por la avenida que partía del puesto fronterizo noroeste y se encontraban ya en Ciudad Ígnea, eso les indicaban las numerosas pagodas que se entremezclaban con los edificios y casas modernas.
- Haruka, ya puedes desacelerar, ya dejamos bastante atrás el puesto de vigilancia - decía la de cabello ondulado en el ínterin que miraba hacia atrás y el viento la despeinaba
- No hay necesidad de ello, ahora será mejor que Meiou nos explique cómo supo donde vivimos y de dónde sacó esos extraños poderes - respondió la conductora en voz alta
- Solo puedo decir que... si pensaban que las habilidades que tiene Setsuna como Senshi son exclusivas de ella, se equivocaron - informó Carlos contemplando las luces de la ciudad
- Sinceramente no me esperaba esto... voy a mensajearle a Setsuna para avisarle que ya estamos aquí y nos diga en dónde la tenemos que ver - dijo Michiru sacando su teléfono
Restaurante Magnolia.
Setsuna se paseaba entre las mesas a fin de ver por sí misma que la gente era bien atendida, si bien confiaba y creía en la inocencia de Mirajane y Kinana no deseaba correr más riesgos después de lo acontecido con Chad Kumada, aunque solo lo hacía por rutina y por precavida, sabía que fuera del recién mencionado nadie más le había traído problemas.
Mientras observaba a la bella moza albina tomar el pedido de los clientes, sintió su celular vibrar y por ende, lo sacó rápidamente para ver un mensaje de Michiru diciendo que ya estaban en Ciudad Ígnea y pedía saber en dónde se encontrarían.
- Strauss, Cubelios, Hayashi, ahora debo irme, ustedes cierren la puerta y terminen de atender a la gente, una vez que se hayan ido todos, limpien y ordenen el salón, luego pueden irse a sus casas - dijo en voz alta la morena a sus tres empleados que se encontraban cerca de ella, las dos chicas y el varón asintieron con la cabeza mientras la mujer respondía el mensaje y se dirigía a su oficina a buscar su cartera
- ¿Nos vamos un poco más temprano hoy? Es raro que la jefa deba irse ahora, ¿Qué habrá pasado? - preguntó Mirajane intrigada
- La verdad no lo sé, para mí tanto mejor ya quiero llegar a mi casa, comer y meterme a la cama, ya estoy cansada de la jornada de hoy - respondió Kinana sonriendo
- ¿Creen que Haruna pueda volver pronto? - preguntó el mozo que estaba a unos pasos, acercándose a ellas
- Ojala que sí, Arata, aunque es difícil teniendo en cuenta que se peleó con la misma gobernadora - respondió la de cabello corto violeta
- La verdad es cierto, vaya idea inteligente esa... no se en qué pensaba esa tonta - comentó irónicamente el hombre joven
- No juzgues si no sabes las circunstancias, Arata, ahora pongámonos con nuestras tareas así nos vamos rápido - defendió seriamente Mirajane a su mejor amiga
- ¿Cuál es el problema con lo que dije? - respondió él encogiéndose de hombros
Ni bien terminó de hablar, cerca pasó Setsuna proveniente de su oficina caminando de prisa hacia la salida mientras ellos se disponían a seguir con sus labores, todavía había un par de mesas sin atender y comida que servir.
Al salir, caminó una cuadra hasta que llegó a su coche y luego de encender el motor, se puso en marcha hasta la dirección que le había pasado a Michiru.
Al cabo de una hora llegó al sitio indicado, se trataba de una casa abandonada en una zona algo apartada, en donde hubiera una zona de oficinas en la anterior Era. La morena de cabello largo verdoso estacionó allí el coche, detuvo el motor y descendió deprisa, para acto seguido recorrer el angosto camino que llevaba hacia la entrada principal.
Empujó levemente la puerta, eso le indicó que ya estaba abierta por lo que ingresó de prisa, recorrió con la vista el amplio salón y se dirigió inmediatamente a unas escaleras a su derecha, luego de recorrerlas avanzó hasta una habitación de la cual salía algo de luz.
- Buenas noches Setsuna, aquí estamos como nos lo pediste - saludó Michiru sonriente
- No entiendo porqué tanto misterio, podríamos habernos reunido en tu casa - añadió Haruka a su lado
- Es mejor en un lugar como este, así nos aseguramos no pasar contratiempos... apaga la luz de tu celular, Haruka, ya probé las luces en este lugar y no andan - pidió la Senshi del Tiempo en voz baja
- No se ve nada desde el exterior, no te hagas problema que todo estará bien, no hay espías ni micrófonos ocultos aquí, no queremos estar a oscuras - dijo la rubia negándose a hacer lo que dijo Setsuna
- Está bien... bueno, ¿Tuvieron algún problema para venir? - indagó la recién mencionada sentándose en una de las sillas que rodeaban la mesa en donde estaba apoyado el celular
- No ninguno, por cierto... ¿Trajiste el microchip? - le preguntó Neptune a la dueña del restaurante Magnolia
- ¿Microchip? No entiendo de qué hablas - contestó esta desconcertada
- Lo siento, es que esto parece una película de espías - argumentó riendo la de cabello aguamarino - Digo, por hacernos venir a este sitio abandonado y ocultarnos como si fuéramos a cometer algún delito - agregó encogiéndose de hombros
- Perdonen las molestias ocasionadas - suspiró Setsuna - Es que lo que tenemos que discutir como imaginarán, es muy importante - explicó acto seguido
- Entonces lo de Rei sí es serio, tal y como dijo la reina - comentó Uranus pensativa
- Lo es... por cierto, ¿Cómo hicieron para entrar a Ciudad Ígnea? Imagino que lo lograron sin ser detectadas - preguntó la de pupilas rojizas
- Pues, aunque no lo creas, logramos entrar por el puesto fronterizo noroeste desde Ciudad Metallus sin ser vistas, ninguno de los guardias se enteró que pasamos por allí - aseguró Michiru calmadamente
- ¿¡Como dicen!? - exclamó Setsuna abriendo grande los ojos sin creer lo que acababa de oír
- Tal y como lo oyes, verás... lo que pasa es que no vinimos solas - aclaró la ex corredora con una pequeña sonrisa
- Yo vine con ellas, las ayudé a cruzar y pasamos desapercibidos - hablo la voz de un joven muy familiar para Plut
Al girar la cabeza en dirección al lugar de donde había provenido, ella pudo ver la silueta masculina saliendo de un cuarto contiguo a la izquierda de donde se encontraban, cuando el chico estuvo lo suficientemente cerca, se distinguió claramente las facciones del rostro.
- ¿Carlos? ¿Qué estás haciendo aquí? - fue la lógica pregunta de la Guardiana del Tiempo a lo que él solo se abrió de brazos - Un momento... ¿lo volviste a hacer, verdad? - prosiguió frunciendo el ceño en tono de reproche
- Hermanita... hermanita querida, deja de ser tan estructurada... ¿Qué sentido tiene el poseer el poder de manejar el Tiempo si no podemos hacer uso del mismo? - respondió el chico con cierto descaro, lo cual no hizo más que irritar peor a Setsuna
- Te he dicho miles de veces que detener el curso del Tiempo o viajar al pasado o futuro son un tabú prohibido, conoces las reglas - dijo la morena fastidiada
- ¿Entonces era cierto? ¿El poder de manejar el Tiempo a gusto es herencia familiar? - preguntó Haruka sorprendida e intrigada a la vez
- Así es, si mi hermanita o yo tenemos hijos, estos heredarán el mismo poder - explicó el muchacho despreocupadamente - Aunque en el caso de Setsuna, con ese carácter, dudo que alguien se fije en ella - bromeó él ganándose una mirada cargada de ganas de matar, de parte de su hermana mayor
- Voy a hacer de cuenta que no escuché el chistecito tuyo, Carlos, ahora vamos a ver... ¿Qué parte tienes tú en este asunto de lady Mars? Yo no te he hecho llamar para que intervengas - hizo énfasis la de pupilas rojizas sumamente seria
- Entiendo... entonces fue así que supiste cómo encontrarnos y donde íbamos, también puedes conocer sucesos futuros al igual que Setsuna - dedujo Michiru a lo cual, el joven asintió afirmativamente
- Vuelve a tu casa, no he pedido tu ayuda - ordenó la morena a su hermano menor
- Me temo que eso no podrá ser, ya que las chicas me necesitarán para poder volver a Ciudad Metallus sin despertar sospechas.
- Permítele que nos dé una mano, Setsuna, cualquier ayuda es bienvenida y aparte, él tiene razón en lo que acaba de decir, sin Carlos no tenemos como salir de aquí pasando desapercibidas a menos que le pidamos ayuda a Ralf Jones para que nos haga cruzar sin que nos pidan los datos - defendió la rubia ex corredora al chico
- No, hay que dejarlo fuera de esto ya que como les dije debemos ser discretas... - dijo la mujer pensativa - Está bien... pero que ni se te ocurra decir una palabra de lo que hablaremos aquí, ¿entendido? - siguió hablando la de largo pelo verdoso oscuro gruñendo a regañadientes, su hermano solo sonrió como respuesta
- Bien entonces, ¿Cómo está el panorama? - indagó la de cabello ondulado a fin de saber cómo actuar
- La verdad, todo lo que mencioné que me contó la hija del matrimonio Hino-Jones era cierto, lady Mars ha cambiado muchísimo desde hace un par de años hasta ahora... no nos hemos dado cuenta antes porque ella sabe mantener las apariencias muy bien - comenzó a hablar la dueña del restaurante Magnolia - Hoy una de mis empleadas que es amiga del jefe Jones, me pasó información que él mismo le contó... él fue hoy a Ciudad Aquae a averiguar datos sobre el padre de lady Mars, y resulta que el pasado de ella con él fue mucho peor de lo que sabíamos de antemano - siguió hablando
- Entiendo, qué pasó entonces - quiso saber Haruka con seriedad
- Para no alargarme tanto, resumiré lo más importante... el señor Takashi Hino humilló y maltrató mucho a su hija y cuando se enteró que ella se casó con un militar común y no con alguien de familia distinguida, la desheredó y se desentendió de ella, no sin antes humillarla de la peor manera antes de echarla - recordó la mujer con la vista baja - Tiempo después de eso, Mars se vengó de él de la peor forma... lo desprestigió, arruinó sus negocios y cuando Takashi se acercó a ella arrepentido para pedirle perdón, le devolvió la gentileza pero la historia no acaba allí, más adelante, el hombre se suicidó realizando el harakiri... la declaración que Rei dio ante los reyes y los consejeros, era mentira... la verdad es que la causante de la caída del señor Hino fue ella - continuó rememorando ella
- Por el Kami... eso sí que es fuerte de verdad, ¿Y Rei sabe esto último? Que su padre se suicidó - señaló impactada Neptune
- La verdad... no lo sé, mi empleada no me lo supo decir ya que el señor Jones tampoco sabe eso - dijo Setsuna contrariada
- Vaya, hay que agradecérselo a esa chica quien quiera que sea, solo espero que Rei no le haga daño si sabe que su esposo se está encontrando con ella ¿Tienen una amistad cercana? - interrogó Uranus pensando
- Tengo entendido que sí, son amigos desde hace tiempo... por lo que he podido notar, ella se preocupa mucho por él y lo defiende con mucho fervor - recordó la morena
- Vaya, que amiga tan dedicada... ¿Dices que el jefe Jones anda viéndose a solas con otra mujer que no es su esposa? ¿Segura que la chica esa solo es una amiga? - preguntó suspicaz Michiru
- Por ahora solo tienen una relación de amigos pero... la he observado atentamente... sé que es muy pronto para sacar conclusiones de mi parte ya que recién comienzo a hacerlo, pero me parece que lo que ella siente por el jefe Jones no es precisamente amistad... - respondió Setsuna dubitativa - Para colmo... ella tuvo un altercado con el hijo de Yuuichirou Kumada, él maltrató a una compañera y le tocó el trasero, esta muchacha la defendió atacándolo físicamente... hoy discutí con su padre porque su hijo le contó mentiras sobre ellas y me exige que las despida a ambas - siguió contando la morena
- No paran las sorpresas, encima la familia de ese chico es rica y poderosa - opinó Haruka algo preocupada
- No perderé tiempo en reportar esto al Palacio pero es cierto, temo que los Kumada tengan influencias y tomen cartas en el asunto - concordó Setsuna de igual modo
- Ese muchacho va a traer problemas, no es como el padre que tengo entendido que se trata de alguien bueno y educado - hizo lo propio la Senshi de las profundidades marinas
- El único defecto que veo es que Yuuichiriou ha consentido demasiado a su hijo y estos son los resultados, un muchacho creído, arrogante y que se siente todopoderoso, cuando me enteré me tomó por sorpresa ya que Chad demostraba otra cosa diferente - respondió Plut suspirando de cansancio
- Oye, cambiando al tema anterior... ¿dijiste que Ralf Jones fue hoy a Ciudad Aquae? ¿Recuerdas a qué hora fue, te lo dijo tu empleada? - preguntó la ex corredora intrigada
- Ella no me lo mencionó pero supongo que en la tarde, ¿Por qué lo preguntas?.
- Es que he visto en las noticias hoy, una solitaria moto que se lanzó a correr por las calles de Ciudad Argentum... ¿Crees que esté relacionado? - quiso saber Haruka, quien no pudo evitar conectar ambos hechos
- Sí lo supe, pero el auto del jefe Jones no apareció en las noticias de la tv ni en los diarios, sé que él tiene un carácter algo impulsivo y temperamental pero no creo que cause ese tipo de problemas sabiendo que de hacerlo, sin dudas el peso de la ley caería sobre él - dedujo Setsuna razonado sobre eso
- El asunto es, que tenemos un par de cuestiones que resolver - comentó Michiru serena pero seriamente
Por su parte, Carlos permanecía en silencio oyendo todo atentamente mientras sonreía enigmáticamente y levantaba una ceja.
- Algo me dice que las cosas se pondrán más interesantes en el futuro... - pensaba el chico para sí mismo
Ciudad Lignum. Residencia Kino-Still.
Al fin había llegado la noche en la que se reencontrarían las 4 Inners en una reunión informal fuera de asuntos de gobierno después de mucho tiempo, por el lado de Makoto y Rei, se visitaban con mucha frecuencia mientras que Mina y Ami andaban ocupadas cada una con sus propios asuntos y vidas, por lo que no habían podido juntarse todas. La misma situación se podía aplicar para Ralf y Clark, ya que como cada uno era jefe de guardia de su respectivo distrito, se comunicaban vía telefónica y web pero, no se veían en persona desde hacía tiempo. Por su parte, Risa, Chibiusa y Lita también podrían ponerse al corriente en cuanto a conversación se tratare, habían sido compañeras en el curso de cocina dictado por Haruka y Michiru pero desde que la hija del matrimonio Hino-Jones abandonó aquel, la princesa y la joven rubia ya no la vieron.
Al mismo tiempo que el ex teniente se relajaba buscando en la tele algo para mirar, en la cocina estaban su esposa en compañía de la hija de ambos, la primera le mostraba a la segunda cómo se hacía el plato que se encontraba preparando.
- ¿Lo ves Lita? Luego de picar toda la verdura y de saltear con dos cucharas de aceite el ajo, agregamos el arroz y lo mezclamos bien con el ajo y ahí mismo agregamos la zanahoria y el zapallito para luego mezclar bien todo, le agregamos una tasa de agua y lo cocinaremos al mínimo revolviendo seguido, después queda condimentarlo con un poquito de sal, orégano y pimienta negra en polvo - explicaba la Senshi del trueno - Cuando esté casi cocinado y ves que se está secando y se está poniendo cremoso, no le agregues más agua... solo revuelves constantemente para que se termine de cocinar todo - prosiguió ella
- ¿Y después que sigue, mamá? - preguntó Lita muy interesada
- Nada más solo servirlo y comerlo, tendremos un arroz "graneado" cremoso y mucho más sabroso - contestó la de cabello castaño sonriente y guiñándole un ojo
- Eres una genio culinaria, espero poder preparar las comidas tan ricas como las tuyas - alabó la chica complacida
- Si te lo propones lo harás sin lugar a dudas - afirmó Makoto acariciándole la cabeza
En eso, el timbre de la casa sonó y sin esperar que su mujer se lo pidiera, Clark se levantó del sillón y se dirigió a abrir la puerta, al hacerlo apareció la primera en llegar de las invitadas.
- Hola buenas noches Ami, es un gusto saludarte, pasa - invitó el rubio musculoso con gentileza
- Buenas noches Clark, si muchas gracias, ¿Cómo estás? - preguntó la peliazul correspondiendo el gesto e ingresando
- Muy bien, aquí relajándome un poco ¿y tú?.
- Yo como siempre muy ocupada, por suerte esta noche pude hacerme un hueco y venir, no me iba a perder esta ocasión - dijo la gobernadora del Norte sonriendo y caminando hacia el comedor - Buenas noches, espero no haber llegado tarde - saludó ella a Mako y a Lita quienes salían a recibirla
- ¡Hola Ami! Por supuesto que no, tú eres la primera que llega, siéntete como en tu casa y ponte cómoda - la saludó la de pupilas verdes sonriente y dándole un beso en la mejilla
- Lita que grande y bonita estás, ha pasado tiempo - hizo lo propio Ami hacia la joven rubia
- Muchas gracias se agradece, usted también se ve muy bien - respondió la aludida con agradecimiento
Acto seguido, Ami tomó asiento y siguió conversando con ellas para ponerse al tanto de cómo habían estado, mientras estaban en eso volvió a sonar el timbre y Clark hizo lo mismo de antes, ante sus ojos aparecieron los siguientes invitados de la noche.
- ¡Clark amigo! ¡Tanto tiempo! - exclamó Ralf alegremente abrazando al ex teniente
- ¡Mucho en verdad, colega! ¡Qué bueno verte! - respondió el de ojos azules de igual forma y correspondiendo el gesto
- Buenas noches señor Clark, espero que usted esté bien - saludó Risa apareciendo detrás de su padre y haciendo una respetuosa reverencia
- El señor esta de más, no hacen falta formalidades - contestó el de lentes oscuros con cortesía
- Hago mías las palabras de mi hija, Clark, es un gusto para mí volver a verlos - dijo Rei con una amplia sonrisa en su rostro
- Lo mismo digo, pasen por favor - los invitó el ex militar - Si lo que dice Ralf es cierto, vaya que Rei sabe fingir muy bien... - pensó él para sus adentros
- ¿No te quitas los lentes oscuros ni de noche, Clark? Digo, al menos para bañarte o dormir sí lo haces supongo - señaló el ex Coronel bromeando con su amigo al señalar dicho detalle
- Ya me conoces, es estilo propio como tu paliacate rojo - respondió él con calma
Al pasar hacia el comedor, Makoto y Rei se dieron un pequeño abrazo, luego la castaña saludó sonriente a Risa e ignoró completamente a Ralf, Lita por su parte recibió a los 3 con mucha amabilidad y cortesía y Ami la imitó.
En el ínterin que los dos hombres intercambiaban palabras entre ellos y ambas jóvenes hacían lo mismo, Ami se acercó a Mako y a Rei.
- Oye Rei, ¿Sabes una cosa? Me llamó la atención ver hoy a tu esposo en Ciudad Aquae, imagino que habrá tenido un buen motivo para que haya hecho ese viaje, se que es largo - dijo la peliazul a la de ojos amatistas
- ¿Conque Ciudad Aquae, eh? Yo también lo encuentro muy raro... ¿Qué fueron a hacer ahí? - pensaba Rei para sí misma
- ¿De verdad? ¿En dónde lo viste? ¿Iba solo? - indagó Mako curiosa interviniendo
- Caminaba hacia su coche estacionado no muy lejos de la sede gubernamental, estaba solo pero no sé si en su auto haya habido alguien más, no pude ver bien desde donde estaba yo - contestó la de ojos azules
- Pues... es que ayer Ralf se sintió mal y anduvo escupiendo sangre, deduzco que fue al hospital a atenderse... a mí no me dijo nada - respondió la gobernadora del sur lo primero que se le vino a la mente
- ¿De verdad? Mmmhhhh... bueno, voy a ver si la comida ya está a punto, quienes faltan venir no han de tardar - dijo la de cabello castaño alejándose de ambas
- Ahora que estamos entre nosotras, quería aprovechar para hablarte de otra cosa - afirmó Ami acordándose del asunto con Risa
- Claro Ami, de qué quieres hablar - se dispuso amablemente Rei al pedido de su amiga
- ¿No te parece que pedirme corroborar si tu hija es virgen es algo muy anticuado en una sociedad evolucionada como la nuestra? Además de ser una tremenda invasión a la privacidad a la cual Risa tiene derecho por más hija tuya que sea - fue directo al grano la gobernadora del norte, eso tomó desprevenida a la Senshi del fuego puesto que no se esperaba esa pregunta
- Es que... mi hija es muy rebelde y se porta mal, se junta mucho con la hermana menor de mi esposo la cual es una mala influencia para Risa... ha hecho todo lo contrario de lo que le he enseñado... por... por eso tuve que tomar esa drástica decisión - fue la excusa que puso la de largo cabello negro
Ami se le quedó mirando en silencio analizando esa respuesta, también le dio una ojeada a Risa y por lo que estaba observando, no parecía ser una muchacha problemática y además, Rei había titubeado en su contestación... definitivamente había algo que no encajaba en aquella.
En ese momento, el timbre sonó de nuevo y Clark, a fin de ir a atender, dejó a solas a Ralf quien se quedó en silencio cruzado de brazos.
- ¡Hola! ¡Mina finalmente ha llegado! - se escuchó exclamar alegremente a la voz de la rubia de moño rojo
- ¿Qué tal Mina? Tú siempre tan animada, es bueno verte bien - saludó el ex teniente riendo
- ¡Desde luego! Hay que sonreírle a la vida no hay tiempo para deprimirse - argumentó la gobernadora del oeste ingresando con una enorme sonrisa
- Pobre ingenua... - pensó Ralf para sus adentros mirando de reojo, ya que la había oído
Al llegar junto a él acompañada de Clark, Minako los tomó a cada uno de un brazo.
- Oigan amigas, por favor préstenmelos un ratito, ¿Si? Mina desea jugar un poquito con estos dos bombones - pidió la de ojos azules en referencia a Clark y a Ralf, Mako y Rei se dirigían a ella fastidiadas
- ¿Jugar en qué sentido? - preguntó inocentemente Lita, que no había entendido el verdadero sentido del comentario de Mina
- Creo que es mejor que no lo sepas - comentó Risa molesta en tono cortante
Rei y Mako tomaron a su amiga cada una de una oreja y comenzaron a tironear en direcciones opuestas, esta por su parte se quejaba del dolor ante la vista que los dos hombres, el rubio se sonreía mientras que el de castaño oscuro mostraba total indiferencia
- ¡Ya deja de decir esas cosas! - dijeron al unísono las dos mujeres
- ¡Ay, ay, ay, ay! Ya no se sulfuren, saben que no hablaba en serio - se disculpó ella dolorida - Ustedes sí que tienen fuerza, en especial tú Mako - añadió sobándose las orejas una vez que la soltaron, Ami por su parte meneaba negativamente la cabeza
- Ya está lista la cena, solo resta la princesa en llegar - dijo la esposa de Clark regresando a la cocina
En tanto todos los presentes se acomodaban en sus asientos y conversaban, Makoto sirvió la comida desde la olla a una enorme bandeja la cual acto seguido, colocó en el centro de la mesa. Mina estiró la mano para agarrar algo pero Mako se la golpeó con el cucharón a modo de corrección.
- Espera a que sirva y a que llegue la última invitada - la reprendió la castaña
Al mismo tiempo que acababa la frase, el timbre volvió a sonar y el ex teniente se puso de pie con el objetivo de hacer lo mismo que las anteriores veces. El hombre abrió la puerta y ante su vista apareció la bella heredera al trono de Tokyo de Crystal con peinado rosado de coletas y una gran sonrisa, vestida casual con una pollera negra hasta los muslos y playera blanca.
- Buenas noches princesa, es un honor tenerla aquí con nosotros - la recibió cortésmente el ex militar haciendo una reverencia
- Buenas noches señor Clark, por favor ahórrese el "princesa" que no estamos en la corte, llámeme por mi nombre - contestó la de pupilas rosadas
- Me costará habituarme, nadie los llama a usted ni a sus padres por sus nombres, por cierto... ¿En qué medio de transporte vino? - indagó el de lentes oscuros observando a ambos lados y no notar ningún vehículo cerca estacionado
- Vine en tren y caminé hasta aquí, tuve que pelearme con mamá y papá para que no me mandaran en un carruaje, varias veces les tuve que aclarar que esta no era una visita oficial y sí, una reunión de placer - afirmó la joven princesa
Sin más, la chica ingresó a la casa y al llegar al comedor, fue amablemente recibida por todos excepto por Rei, quien solo le dedicó un frío saludo, si bien la joven heredera el trono respondió cálidamente todos los saludos, con Ralf y Risa fue más efusiva que con los demás y la gobernadora de Ciudad Ígnea al ver eso, les dedicó una sonrisa burlona.
- Ante todo les pido por favor que no tengan un trato especial hacia mí, ahora no soy la princesa, solo deseo que me traten como a una amiga más y que me llamen por el nombre - se dirigió Chibiusa a todas en voz alta
- Por mi parte lo intentaré, es la falta de costumbre - dijo riendo Ami siendo sincera - Pero aunque estemos aquí, usted no deja de ser la princesa.
- No hay ningún problema Chibiusa, yo siempre he sido una amiga aparte de una súbdita - aseguró Minako con total confianza palmeándole la espalda
- Si Artemis viera esto le daría un ataque - rió Makoto contemplando dicha escena
- ¿Por qué lo dices, mamá?- quiso saber su hija
- Es que él es un celoso defensor del Código de Convivencia y el protocolo - explicó su madre
- Por mí no te preocupes maldita muchacha, para mí no eres nada... eres la viva imagen de ella... - pensó Rei con desprecio, sin decir una palabra
Luego de esto, la princesa se unió a los demás y se acomodó en su asiento al mismo tiempo que la Senshi del trueno servía la cena. La misma se desarrolló en calma, cada quien charló sobre qué fue de sus vidas en todo este tiempo que no se vieron. Ami expuso su apretada agenda, de que era directora del mejor hospital de Tokyo de Crystal y del Centro de Investigación en Física aparte de la gobernación de Ciudad Aquae, Makoto algo parecido respecto a sus deberes y logros como regente de Ciudad Lignum además de la feliz familia que tenía coincidiendo su esposo y su hija con ella mientras que Ralf y Risa por su parte y muy a su pesar, no podían evitar sentir envidia al oír eso y más cuando Rei solo se limitó a enorgullecerse de su impecable gestión en el sur sin decir una sola palabra de ellos y aparte aquella se mostraba muy animada por lo que tuvieron la misma mala espina que en el auto cuando venían, lo que tuvo Mina para decir no tuvo nada novedoso, sus tareas como regente de la ciudad luminosa y sus múltiples amoríos. Chibiusa también comentó cómo era la vida en el Palacio, lo aburrida que se volvía a veces pero rescató que tenía padres que la querían y cuidaban mucho, Mina no pudo evitar preguntar si tenía algún novio ante lo cual la heredera respondió que no y que por el momento no estaba interesada en ese asunto.
Risa y Lita conversaban entre si sobre temas variados sin tomar parte de la charla de las Inners al igual que los papás de ambas, aquellos iban desde música, deportes, actualidad, de todo un poco.
En ese clima distendido transcurrió la cena y el postre, al mismo tiempo que las 4 Inners se quedaron en la mesa, la princesa, Lita y Risa se fueron al cuarto de la segunda nombrada después de levantar las cosas de la mesa, mientras que Ralf y Clark se dirigieron al patio trasero para charlar mejor.
La conversación de quienes se habían quedado en el comedor prosiguió recordando las batallas pasadas que tuvieron juntas, el Negaverso, Black Moon, los Cazadores de la Muerte, el Circo de la Luna Muerta junto a Nehellenia y Sailor Galaxia rescatando el trabajo en equipo de todas aparte del valor y perseverancia de Serena para superar todos los obstáculos, para Mina, Mako y Ami eran una mezcla de recuerdos agradables y tristes... para Rei significaba algo parecido a echar sal en la herida ya que siempre se le presentaba en la mente lo acontecido hace unos años atrás y que arruinó su felicidad, pero se cuidaba en aparentar que todo estaba bien ante las demás.
Acto seguido, el rumbo de la charla decayó en el tema de la situación sentimental y las parejas.
- La verdad, yo ya me estaba desanimando en el tema del amor... ustedes recordarán seguro al chico que fue mi novio en la anterior escuela a la que fui antes de unirme a ustedes y que me rompió el corazón, más adelante quise tener algo con Motoki pero tampoco resultó ya que yo solo era una amiga para él y además, parecía que estaba distanciado de Reika pero al final siguieron juntos - comenzó a rememorar la dueña de casa
- ¿Cómo olvidarlo? Cada chico que te gustaba te recordaba a tu "sempai" siempre hablabas de eso - coincidió Ami - Y lo de Motoki era lógico, no está nada bien desear que el chico se pelee con su pareja para quedarte tú con él - prosiguió la peliazul hablando
- Cierto pero bueno, lo importante es que conocí a Clark, el indiscutido amor de mi vida, seguimos siendo tan felices como cuando éramos novios aunque algunos pequeños desacuerdos tenemos - concordó riendo la castaña
- Eso es normal toda pareja los tiene, es imposible que ustedes piensen igual en todo... al menos tú pudiste encontrar a tu media naranja, no como yo... - argumentó Minako recargándose sobre la mesa
- Bueno Mina lo que tienes que hacer para empezar, es dejar de jugar y de "BROMEAR" con las parejas de tus amigas - respondió Rei resaltando eso último
- Como si fuera fácil... - opinó la aludida
- Vamos Mina, recuerda que eres la reina del optimismo y la diosa del amor, que no decaiga - la animó Makoto palmeándole la espalda
- Por mi parte, no tengo mucho que decir... mi matrimonio está estancado es más, estoy considerando separarme - dijo calmadamente la de ojos violetas, lo que sorprendió a todas menos a la Senshi del trueno
- Pero Rei, ¿Cómo así? Te ves muy animada y contenta - respondió Ami abriendo grande los ojos
- Bueno pues... no solo de la pareja depende la felicidad, digamos que a pesar de que tengo problemas sigo tranquila - afirmó la de largo pelo negro sonriendo alegremente
- A mí no me sorprende, ese tipo ha cambiado muchísimo... yo solo le permití venir a él también por Clark y por ti, Rei aparte por consideración a Risa - apoyó Mako a la Senshi del fuego atacando claramente a Ralf
- Mal padre, mal esposo... estoy sinceramente harta - afirmó Rei haciéndose la victima
- ¿Estás segura que no cometes ningún error? - preguntó la gobernadora de Ciudad Aquae incrédula
- No lo es, Ami, tiene dos amantes y se piensa que no lo se que soy estúpida, una es una mujer soldado de la guardia llamada Leona y la otra es una chica de cabello blanco que todavía no se quién es, pero ya lo voy a averiguar - insistió la de pupilas amatistas
- Siendo así, no se qué esperas para separarte... avisa para que festejemos tu nueva soltería - argumentó Mako guiñándole un ojo a su amiga
- Dalo por hecho - contestó Rei sonriendo e imitándola
- A mí no me consta nada de lo que dicen... solo veo que Makoto tiene razón en el sentido de que él cambió, antes era mucho más alegre y divertido que ahora, es la impresión que tengo - dio su opinión la gobernadora de Ciudad Metallus
- Si eso es cierto entonces, él me decepciona, resultó ser un cretino pero... igualmente me parece de muy mal gusto festejar un hecho negativo como lo es una separación - afirmó Ami no del todo convencida de lo que decían sus compañeras Senshis, sobre todo por el hecho de que el aspecto de Risa no parecía coincidir con lo que su madre afirmaba aparte que llevaba mucho tiempo de conocer a Ralf y le parecía increíble el cambio que su amiga estaba testimoniando
A pesar de todo, lo que acababa de revelar la gobernadora de Ciudad Ígnea impresionó a las tres en el caso de Ami y Mina, porque tenían otra imagen respecto a Ralf, no la de alguien mujeriego y por el lado de Makoto, porque no creía que la situación fuera tan grave a pesar de todo lo que le estuvo contando su amiga; por ende hubo unos segundos de silencio alrededor de la mesa.
- Bueno, bueno... ¿En dónde nos quedamos? Imagino que tú no tienes nada para contar, Ami - dijo la madre de Risa a fin de retomar el tema anterior
- Pues imaginas mal, porque estoy saliendo con Carlos Meiou... - refutó la peliazul la suposición de Rei
- ¿¡QUUEEEEEEEE!? - exclamaron las tres mujeres a coro
- ¿De qué se sorprenden? Soy un ser humano como cualquiera - aseguró despreocupadamente Ami
- Es que no es eso... siempre fuiste tan antisocial y estudiosa que nos tomas por sorpresa - dijo en voz alta la castaña de ojos verdes asombrada
- Te equivocas Makoto, yo nunca fui antisocial, solamente establecí mis prioridades además ustedes saben lo que me costó a mí hacer amigos debido a que me juzgaban como alguien que yo no era y ni se preocuparon por conocerme bien - siguió comentando la regente de Ciudad Norte
- Espera... espera... yo salí hace poquito con Carlos y no me mencionó nada de esto - rememoró sorprendida Minako con los ojos abiertos como platos
- Ahhhhhh, ¿Conque tú eras la misteriosa amiga de Carlitos? Con razón lo notaba algo serio y callado - cayó en cuenta Mercury de tal hecho - ¿Y que, acaso te tengo que tener a ti en la lista de cuidado? - prosiguió ella a modo de broma
- Nah, me aburrí en esa cita, él no paraba de hablar de teorías cuánticas, de física, sus raros inventos y todas esas cosas - respondió sinceramente la Sailor del amor
- No te vendría mal un poco de instrucción... - opinó Rei inmediatamente - Aguarden un momento... ¿¡Setsuna tiene un hermano!? - indagó sorprendida acabando de darse cuenta de eso
- De eso es de lo que estamos hablando ¿No lo sabias? - rió Makoto a su lado divertida
- Que lástima que no vino Serena, hubiera estado excelente que dejara de ser por un rato la reina y pasara este buen momento con nosotras como la vieja amiga nuestra que es - lamentó Mina suspirando
- Si, es una pena pero bueno... ser la soberana no es fácil conlleva mucha responsabilidad - comentó la regente de Ciudad Lignum objetivamente
- Era sabido que no iba a venir la muy cobarde... no tiene el valor para mirarme a la cara, sería muy cínico de su parte fingir que seguimos siendo amigas después de lo que hizo - pensó la Sailor del fuego con rencor al mismo tiempo que sonreía
Mientras tanto en la habitación de Lita, las tres muchachas se encontraban conversando al mismo tiempo que oían música del grupo Three Lights, Risa insistía en que la hija de Mako no subiera mucho el volumen a fin de evitar que su madre oyera aquella. Más allá de eso los temas eran variados, hablaban mayoritariamente Lita y Chibiusa mientras que Risa permanecía pensativa con poca participación. Ella al igual que su padre, tampoco estaba de ánimos para fiestas ya que le resultaba imposible desentenderse totalmente del presente problema con su madre, ¿Qué pasaría si ella convenciera a Makoto de no permitirle quedarse a dormir y por ende, despojarla de la única chace factible de huir y cumplir con el plan de su papá?
Dichosas eran sus dos amigas, la rubia por un lado no tenía ningún problema ya que era una buena muchacha y tenía excelentes padres y por otro, las únicas quejas de la princesa eran la falta de privacidad y la sobre-protección de Artemis y sus padres, aparte de lo aburrido que era aprender todo sobre el protocolo y las buenas costumbres de una digna dama de la corte. ¡Ya quisiera Risa estar en el lugar de alguna de las dos! Cualquiera de ambas era mejor que tener que continuar bajo el yugo de una Rei totalmente desconocida respecto a la mujer que la criara con tanto amor en el pasado. Solo lamentaba estar lejos de su padre quien continuaba siendo con ella el mismo de ayer, solo le reprochaba la terquedad que le evitaría más dolor, se quedaría tranquila sabiendo que él sabía cuidarse bien solo aparte de que tendría a su lado a Mirajane que lo ayudaría a salir adelante, pero estaba también el hecho de lo que vio Risa misma en el fuego, se encontraba en la duda de si decirle o no a la albina algo más de lo que observó con tal de que su padre no vaya a la biblioteca a averiguar sobre Nehellenia mas de hacerlo... ¿Cómo lo tomaría Mira? ¿Le creería si se lo contaba?.
Otra opción que tenía era la propia Chibiusa... ella podía hablar con su madre para que diera la orden de impedirle a Ralf acceder a esos archivos, ¿Pero qué diría si la princesa empezaba a hacer preguntas? Y suponiendo que la cosa saliera como ella buscaba, ¿Su padre se quedaría quieto ante tal prohibición? Conociéndolo, eso era bastante improbable.
Primero debía informarse mejor en el palacio y luego ya vería que hacer.
- Estoy realmente ansiosa por el próximo recital de los Three Lights en Ciudad Ígnea, ¡No me lo pienso perder por nada del mundo! - exclamó emocionada Lita entusiasmada
- ¡Lo mismo digo! ¡Ya quiero que llegue el próximo fin de semana! Mi favorito siempre fue Taiki - respondió la de odango rosado de igual modo
- ¿En serio? El mío es Yaten, me parece guapísimo claro está que, sin desmerecer a los demás que también lo son, pero él me gusta más - aseguró la hija de Clark y Mako
- Solo espero que en mi casa no tengan ninguna objeción para que yo vaya al concierto, ya me costó convencer a mis padres de que me dejen venir sola aquí a tu casa... se piensan que todavía tengo 6 años - bufó fastidiosa la princesa
- Pero tu posición es envidiable, tienes a todos a tus pies y listos para cumplir tu voluntad - expresó Lita su opinión
- No es tan bueno como crees, no tengo casi privacidad aparte de que Luna y Artemis son unos pesados, estoy obligada a tomar clases de protocolo con ellos - dijo Chibiusa con sinceridad
- Tómalo con calma, nadie nos puede quitar de imaginar que estamos con nuestros Three Lights adorados - dijo soñadora la joven rubia
- Oye cierto, tienes razón - coincidió de igual forma la de cabello rosado
- Risa, imagino que tú también asistirás al concierto - supuso la hija de Clark hablándole a la de cabello castaño oscuro
Las dos chicas se extrañaron al pasar los segundos y ver que su amiga no respondía ya que lucía muy pensativa.
- ¡Hey Risa! Aterriza por favor, ¿Estás bien? - preguntó Chibiusa pasando la palma de una mano delante de los ojos de ella
- ¿Eh, que? - dijo finalmente la aludida reaccionando - Lo siento... es que estaba pensando en otras cosas - se disculpó acto seguido
- Sí nos dimos cuenta, estabas como en otro planeta... ¿Sucede algo? - fue la obvia pregunta de Lita
Risa pensó detenidamente qué contestar, se arriesgaba a que no le creyeran y a arruinar la velada ya que la madre de la rubia estaba de parte de su progenitora.
- Solo puedo decirles que estoy pasando serios problemas en mi hogar... Chibiusa, después de la reunión de esta noche no regresaré a Ciudad Ígnea, voy a ir a tu casa y pasaré un tiempo allí - dijo la de pupilas púrpuras con total seriedad
- ¿¡En serio!? Entonces cuando me voy te vienes directamente conmigo - exclamó emocionada la de odango rosado
- Shhhhhh, baja la voz... no quiero que mi madre vaya a escuchar, no puedo ir junto contigo, la idea es salir mañana temprano para que mamá no lo sepa - contestó chistando la hija de Ralf y Rei haciendo un ademán con la mano
- Lo lamento pero, ¿Dices que tienes problemas? ¿Qué es lo que está pasando? - indagó inquieta la heredera al trono
- Ahora que lo dices... siempre oigo a mi mamá decir que quiere pelear contra tu papá y no se por qué razón, la verdad no comprendo porqué le tiene bronca - comentó la rubia pensativa
- ¿En serio? ¿Pero por qué eso? Si el señor Ralf es un buen hombre - afirmó sorprendida la princesa abriendo grande los ojos - ¿Pelear? ¿Qué las artes marciales no están prohibidas por el Código de Convivencia? - añadió pensativa Chibiusa
- Olvídate de eso ahora, Chibiusa... el problema no es mi papá, es mamá... ella es otra persona diferente desde hace un par de años, no se confundan por como la ven ahora en la reunión porque ella sabe disimular muy bien, se ha vuelto una mala persona - respondió Risa frunciendo el ceño - Lita, me temo que tu madre está siendo manipulada por ella - prosiguió la joven sacerdotisa
- ¿Cómo dices? Pero mi mamá es una persona inteligente, no se dejaría manipular así nomás - comentó desconcertada la chica
- No discuto eso, pero mi madre se aprovecha de la amistad y confianza que le tiene la tuya y del hecho de que ella no sabe la verdad de lo que está ocurriendo - explicó Risa la situación - Ella al igual que las demás... creen que ella sigue siendo la misma de antes pero se equivocan... - añadió sin pérdida de tiempo
- ¿Y entonces? - indagaron las dos amigas de Risa al unísono
- Ella solo cuenta lo que le conviene o deforma las cosas, por favor les pido la mayor cautela, es imperativo que yo hoy me quede a dormir aquí a fin de que mañana temprano salga para la Capital - planteó la de ojos violetas el panorama - Me quiere casar a la fuerza con alguien que no amo y yo no estoy dispuesta a permitirlo, papá poco puede hacer si no es enfrentarse directamente en combate contra mi madre... es por eso que él pensó lo que les dije recién - continuó hablando
- ¿Tu mamá te elige novio? Esa es una conducta arcaica, ni mis papás que son los soberanos lo hacen conmigo - opinó sinceramente la heredera al trono
- Chibiusa... escucha, sabes de mis poderes extrasensoriales heredados y que puedo leer el futuro en el fuego, he visto varias cosas que no puedo decir y puedo asegurar que la relación entre nuestras madres, está lejos de pasar por su mejor momento - reveló Risa algo de lo que vio
- No lo puedo creer, ¿Pero por qué? ¿Qué ocurrió? - quiso saber la muchacha desconcertada - Sabiendo eso comprendo por qué Rei me saludó tan fríamente cuando llegué, no entiendo... ¿Que tengo que ver yo? - continuó hablando ella con algo de tristeza
- Lo entenderás más adelante, mientras tanto evita hacer preguntas, por favor... no puedo decir nada más, Lita tú solo limítate a pedirle a tus padres de quedarme aquí hoy - recomendó la chica con seriedad - Recuerden ambas, yo no les dije nada... esta conversación no saldrá de aquí ¿Entendieron? - insistió
Sus amigas asintieron afirmativamente con la cabeza, estaban más que sorprendidas por lo que Risa les acabó de comentar, Lita no estaba consciente de que el problema fuera tan serio y además para ella era algo de no creer lo que su amiga relató sobre Rei, sabía que Risa no se trataba de alguien que soliera mentir y menos sobre algo como lo era su propia madre a la que tanto amaba y admiraba. Chibiusa estaba todavía más impactada ya que no tenía ni idea del asunto y menos sobre las discordias entre la Gobernadora del Sur y su mamá, le extrañó que ni Artemis ni los reyes comentaran nada sobre esto ni tomaran ninguna medida y se preguntaba por qué, si solo bastaba una orden de su madre y lady Mars perdería su puesto como gobernadora y como Sailor Senshi también.
Por su parte, Clark y Ralf se encontraban sentados en una banca del jardín trasero de la casa, estaban bebiendo un par de cervezas que el rubio de lentes oscuros tenía en la heladera y rememorando las miles de misiones que hicieron, las veces que lucharon juntos en los torneos de The King of Fighters junto a su antiguo Comandante, la trayectoria en los Marines y las Fuerzas de Autodefensa de Japón, obviamente la actual situación del musculoso de pelo castaño oscuro respecto a su matrimonio fue un tema ineludible.
- Me gustan el sake y la cerveza que hacen aquí... pero no hay nada como la alemana - comentó el de pupilas cafés observando su botella
- Tienes razón, la holandesa es muy buena también, bueno cualquier otra de Europa lo es, la americana parece agua - respondió el ex teniente
- Deseo beber 5 litros de todas esas... digo, si el "fabuloso" Código no prohibiera beber en exceso - contestó Ralf con una mezcla de ironía y sinceridad
- El Código rige en todo el mundo, amigo, por ende en todos lados está limitada la venta de alcohol - le recordó su compañero de armas con una pequeña sonrisa
- Lo se, lo se... por culpa de esas cochinas reglamentaciones no puedo embriagarme a gusto - se quejó el ex Coronel
- Cielos, en algunas cosas no has cambiado en lo absoluto - comentó riendo el rubio musculoso - Dime una cosa, ¿Qué resolverías con eso? ¿Se arreglaría tu matrimonio embriagándote? - señaló además
- Ya lo he intentado todo... yo con ella no he cambiado, hoy fui a Ciudad Aquae a averiguar sobre el padre y hallé una buena razón que justifica su cambio, las cosas entre él y ella fueron mucho peores de lo que creí, hubo bastante que Rei jamás contó - recordó Jones lo obtenido en su salida
- Soy todo oídos - se dispuso Clark a oír atentamente a su amigo
Entonces, Ralf recordó todo lo que dijo la familia de Takashi y que le contara a Mirajane en Hikawa al mismo tiempo que el ex teniente escuchaba pensativo.
- Eso fue todo... solo queda la incógnita de si ella sabe o no, que su papá se suicidó - concluyó el de ojos marrones lo que estaba diciendo
- Bueno... hay algo que no entiendo, cuando el padre y ella discutieron, pelearon y él la humilló aparte de echarla al ir Rei a reclamarle su mala conducta respecto a su casamiento contigo tal y como lo acabas de contar, ella seguía siendo la misma chica que conocimos... y cuando consumó su venganza, ya había cambiado y era la persona que es ahora - dijo el de ojos celestes pensativo - Hay un lapso de tiempo en el medio de esos dos instantes ¿Qué sucedió en el mismo?, es factible que no sea solo esto lo que provocara el cambio, no... tiene que haber algo más que desencadenó eso - señaló con sagacidad
- Ahora que lo mencionas... es cierto pero, ¿Qué pudo haber sido? Puedo entender que Rei se haya vuelvo mala con su padre después de todo lo que le hizo, ¿Y los que no tuvimos nada que ver con eso? Incluso entendería que se haya cansado de mí, se bien que tengo defectos pero, mucho de lo que Rei antes me aplaudía ahora me critica y otra cosa, ¿Por qué volverse en contra de Risa? ¿Qué culpa tiene ella de lo que sufrió? ¿Por qué le tiene bronca a ella? - expuso Ralf sus dudas rascándose la cabeza y bebiendo su cerveza
- El asunto mi amigo... es que todo indica que Rei no desea volver a ser la de antes, ni tampoco quiere ayuda ninguna puesto que no considera necesitarla al creerse superior, tú ya intentaste todo, quisiste volver a acercarte a ella de todas las formas posibles pero nada resultó, la verdad... si yo estuviera en tu lugar ya me habría separado, yo ya me hubiera ido... si Makoto fuera como es Rei ahora, ya me habría hartado y largado por mucho que la amara - concluyó Clark con total franqueza - Pero tú has sido un maldito terco desde siempre, no es nueva en ti tu terquedad... viene desde que estábamos en los Marines, eso y tu impulsividad, yo siempre tenía que estar controlándote - rememoró sin pérdida de tiempo en tono de reproche
Ralf no pudo hacer más que guardar silencio y bajar la vista, nada tenía para argumentar ante lo que su colega acababa de decir, se trataba de lo mismo que le habían dicho Haruna y Mirajane respecto de Rei y también por lo que Risa se había enfadado en el presente día.
- Es que... sería ya el quinto fracaso... - balbuceó el de cabello castaño oscuro
- Se que no ha sido fácil para ti la vida sentimental, pero solo estás retrasando el inevitable final, amigo - argumentó el ex teniente - Piensa además, la forma de comportarse contigo tal como me la describiste sugiere primeramente, que tiene serios problemas pero no se deja ayudar y por otro lugar, que ella ya no te ama - dio su punto de vista con claridad
- Pero... ¿Por qué? ¡Es lo que quisiera saber! ¡Los defectos que me señalas no pueden ser razón suficiente, ella y yo hemos conversado sobre eso! Le pregunto en qué más he fallado pero no quiere decir nada - exclamó contrariado Ralf
- Tú ya no puedes hacer más de lo que hiciste, ¿recuerdas a tu tercera ex? No le perdonaste su abandono y tampoco lo hiciste por más que Rias tiempo después te buscó, se arrodilló y te suplicó perdón - le recordó el esposo de Mako
- Me acuerdo muy bien, en ese entonces ya estábamos en las Fuerzas de Autodefensa y yo ya había conocido a Shino... ¿Tú te acuerdas de Kurokawa? Ella también estaba en el mismo helicóptero que fue derribado en la selva vietnamita y por ende... tuvo el mismo destino que Shino, ustedes se gustaban - aseguró el ex Coronel con seguridad y nostalgia
- Mari Kurokawa por supuesto que sí, imposible olvidarla... Sargento de 1ª Clase y médica de la 3ª Unidad Especial de Reconocimiento, tenía una personalidad calma con cierta actitud maternal pero también podía enojarse, me puse triste y lloré su pérdida pero no intenté volarme la cabeza de un tiro, mírame ahora soy feliz al lado de Mako a quien amo mucho - concordó el rubio musculoso rescatando lo último dicho
- La verdad... te envidio, debo ser sincero... ella es una buena mujer aunque esté con la cabeza llena de toda la mierda que le dice la mía en mi contra - fue la contestación del jefe de guardia de Ciudad Ígnea
- Lo se, ella varias veces me dijo que desea romperte la cara por todo lo que supuestamente le haces a Rei - dijo el de ojos azules acomodándose los lentes
- Bueno, si Makoto desea intentarlo, yo no tendré ningún trato especial para ella, responderé con toda mi fuerza desde ya te lo aviso, olvidaré por completo de quién se trata - respondió Ralf con total seguridad
Bosque de Bambúes, frontera de Ciudad Ígnea.
El joven rubio conducía su motocicleta por entre los difíciles caminos del bosque de aquella zona alejada del distrito sur, en la frontera entre este y Ciudad Lignum, al llegar hasta unas derruidas escalinatas detuvo la marcha y continuó a pie. Prosiguió hasta llegar a una pequeña planicie que mostraba algo de claro, allí el de ojos celestes detuvo su marcha. Observó sus alrededores e inclusive detrás suyo y se dirigió a paso lento hacia un viejo templo shinto abandonado, dio unos pasos dentro de lo que fuera antes un dojo y que ahora estaba sucio, lleno de polvo y muy destruido.
Al llegar frente a un pedazo de tela roja, sintió los pasos de una segunda persona acercándose a él lo cual lo hizo ponerse en alerta.
- ¡Jedite! - exclamó la voz masculina de quien acababa de llegar detrás del rubio 3er Puesto, quien se dio media vuelta sobresaltado
Ni 2 segundos más tarde, ante sus ojos se materializó la figura de un segundo joven de cabello castaño largo y ondulado.
- Ahhh... ¡Eras tú! No vuelvas a hacer eso, por un momento creí que alguien me había seguido - respondió fastidiado Jedite frunciendo el ceño
- Calma colega, nadie sabe de este lugar secreto solo tú, yo y ELLA... - dijo el segundo en arribar con una pequeña sonrisa
- Todo está bien, ando de muy buen humor... oye, ¿Nadie te vio, no? - indagó el rubio a fin de cerciorarse de que todo anduviera en orden
- Gracias a lo que tengo bajo mis ropas nadie me ve, de la misma forma que no se percatan de mi presencia los estúpidos del Palacio de Cristal, también puedo presenciar cómo la princesa se cambia de ropa o duerme desnudita - confesó riendo el de pelo ondulado
- Mientras no hagas nada indebido antes de tiempo todo está bien, ya podremos divertirnos con esas perras, por cierto... ¿Has visto a nuestra benefactora? - preguntó Jedite observando su entorno
- No, llevo aquí un rato antes que tú y no la encontré, no te preocupes que cuando venga nos lo hará saber - afirmó con confianza el de pelo café oscuro y ojos celestes
Ni bien terminó de hablar, una sombra apareció por entre las ruinas del derruido templo desde detrás de Jedite, se trataba de una figura femenina vestida con un largo vestido color oscuro combinado con blanco, se encontraba cubierto con una larga capa acompañada de una capucha enorme la cual le cubría el rostro, dejando ver solamente su par de ojos color gris claro y unas pupilas amarillas con una forma alargada, como si fueran las de una serpiente o cualquier otro reptil; eso le daba un aire escalofriante e intimidante.
- ¿Se aseguraron de no ser seguidos? - preguntó secamente la recién llegada
- Quédese tranquila señora, nadie nos vio venir hasta aquí - contestó acto seguido Jedite haciendo una reverencia al igual que su compañero
- Muy bien... ¿Qué noticias me tienen? - preguntó la mujer incisivamente
- Todo marcha de acuerdo a los planes, en el Palacio nadie sospecha de mi presencia, las cosas no están bajo control para ellos, la Neo Reina vive estresada ya que Lady Mars tiene las pruebas que la arruinarían y no hay paz para ella, el Código de Convivencia no es respetado y por ende, la supuesta utopía que busca sostener el gobierno posee rajaduras... ¿Qué decir de la pobre princesa? Quisiera ya ver la expresión de su cara cuando sepa la verdad sobre su madre - explicó el de cabello color café oscuro diciendo lo último con una sonrisa burlona
- Por mi parte traigo excelentes noticias, las cosas van más que bien... el ave fénix cayó en la trampa ya la tengo en mis manos, he conseguido hacer que traicione a su marido y el divorcio es cuestión de tiempo como lo es también el hecho de que yo sea el nuevo jefe de guardia de Ciudad Ígnea, la vida es un martirio para aquel gorila imbécil y su hija, será cosa de observar cuánto tiempo más aguantan... por cierto, él ya escupe sangre - expuso el rubio su informe de igual modo que lo hizo su compañero
- Excelente... nuestro objetivo ya manifiesta síntomas del despertar del Chi no Bōso*, llegado el momento indicado hay que pasar a la siguiente fase del plan, momento en el cual la sangre de la oscuridad deberá despertar en aquel infeliz; recuerden señores que eso debe acontecer en el instante mencionado, ni antes ni después... ¿Entendido? Así que no quiero errores - respondió la encapuchada diciendo lo último a modo de advertencia
* Chi no Bōso: Disturbio de la sangre
Muy buenas señores, creo que he roto mi propio récord con este larguísimo capítulo: ¡31 páginas! Estoy más que satisfecho, tiempo antes yo no pensaba que lo conseguiría pero obviamente, la inspiración aparte de un poco de ayuda con alguna idea, acompañaron y gracias a eso lo pude lograr. Cuando yo empecé a escribir este fanfic pensé que no ocuparía más de 14 o 15 chaps y ya llevo 30, ya ese objetivo que mencioné al principio está más que cumplido y bueno, ahora vamos por más que a esta historia todavía le queda camino por recorrer antes de llegar al final.
No se preocupen que los nudos aquí se irán desenredando solo tengan paciencia, solo les puedo asegurar que no quisiera estar en la piel de Rei cuando se entere de todo, se va a querer matar. No, no les estoy adelantando lo que va a hacer, "quererse matar" es una expresión argentina que aquí usamos mucho como sinónimo de angustia o pesar ante una situación desagradable.
Me despido de esta forma hasta el próximo capítulo y no olviden, dejarme sus impresiones y opiniones abajo en la caja de reviews, les deseo que sigan bien y... ¡Hasta luego!
