Capítulo 31: The Last – Tu vienes conmigo.
En tierra, Kakashi era un manojo de preocupación; no tenía ninguna noticia del equipo Shikamaru y, por otro lado, la presión de los Kages para buscar soluciones rápidas y prácticas para la humanidad, cada vez eran más aterradoras; al percibir esta dramática situación Shizune preguntó al Rokudaime:
- "Hokage-Sama… ¿Qué haremos? No tenemos ninguna noticia o reporte de novedad por parte de Shikamaru-Kun… es como si a él y a su equipo se los hubiese tragado la tierra. Por otra parte, muchos de los aldeanos han comenzado un apresurado éxodo hacia otras aldeas pensando que así huyen de la catástrofe y los ánimos se están exacerbando en muchos de ellos; hay demasiadas peleas entre los habitantes para saber quién abandona primero la aldea… esto se está saliendo de control."
Kakashi, sólo pudo suspirar hacia el techo de su oficina sabiendo que todo esto, era consecuencia del miedo de los pobladores de la aldea, con una sonrisa bajo su máscara, pero altamente preocupado, habló a Shizune: "¡Si sigues llamándome Hokage-Sama seguramente me voy a estresar mucho más! Sin embargo, no es tiempo para bromas, por favor, convoca a Tsunade-Sama y a Chieko del Instituto Astronómico, hay que tomar decisiones pronto." Ante aquella frase, Shizune salió a toda prisa para obedecer la orden dada por el Rokudaime.
Era todo un galán. Sakura no podía estar más emocionada al notar el cambio de actitud de Naruto hacia Hinata, ¡Era como un sueño de novela! delicado, especial, atento y muy pendiente de ella; Hinata a su vez, sonreía con esa dulzura e inocencia que impactaba todo a su alrededor. Shikamaru, Sakura y Sai sabían que esos dos lentos estaban viviendo el mejor momento de su vida, aunque fuera en medio de una misión. De forma inconsciente, Naruto buscaba siempre estar al lado de Hinata y Shikamaru que sí era consciente de ello, los enviaba a los lugares más lejanos para que investigaran juntos cualquier novedad; en el fondo, el heredero de los Nara, se divertía al ver al ninja más fuerte del mundo siendo tan vulnerablemente dulce ante la belleza Hyuuga.
Naruto estaba experimentando algo nuevo en su vida; Hinata, había sido su amiga desde la academia y la admiraba porque solo ante ella, él había podido mostrar su lado más frágil y vulnerable; él pensaba que, de sus amigos, ella era la más fiable, pero pudo entender, que sólo cuando se ama de verdad y con firmeza, se puede confiar más fácil en la otra persona y eso era Hinata para Naruto: Confianza total.
Sonreía alegremente cada que Hinata decía algo o hacía una intervención, Sai podía observar cómo Naruto se desenvolvía cada vez mejor y de manera más natural ante la peliazul; sin embargo, en él, había un manto de duda que quería disipar y que no le quedaba del todo claro: "¿Oye, Sakura, pssss… quieres venir un momento por favor?" la pelirosa se acercó discretamente a su amigo.
- "Este… ehmm bueno, verás, yo… tengo una inquietud y pues no sé…" Sai daba vueltas sobre lo que quería preguntar.
Sakura siendo sutil pero directa, hizo la pregunta por él: "Quieres preguntarme si acaso estoy celosa de lo que estoy viendo en este momento entre Naruto y Hinata ¿Es eso?" Sai asentía avergonzado con su cabeza y con el temor de recibir un fuerte coscorrón de parte de su amiga; ella riendo con amabilidad, le contestó de modo que sólo él y Shikamaru pudieran escucharla:
- "Realmente no Sai, no siento ninguna clase de celos, por el contrario, estoy feliz por verlos a ambos así. Cuando Pain atacó la aldea, ya tenía una leve sospecha de los sentimientos de Hinata; aunque todos somos amigos, ella se ha caracterizado por ser muy discreta ¡Aunque el amor por Naruto le brotaba por los poros! Era fácil percibir ese sentimiento de ella hacia él. Por otra parte… Naruto sólo pensaba en ese entonces en defenderse de Akatsuki y traer de vuelta a Sasuke a la aldea y cumplirme la promesa que de modo egoísta y sin pensar le hice prometer… (Profundo suspiro) A veces me siento culpable que, tanto Hinata como Naruto no hayan podido sentir esa libertad de amarse antes, pero agradezco al cielo por darles esta oportunidad, en el fondo, alivia mi corazón"
Sai no pudo detener la pregunta que ya se estaba formando en sus labios: "Entonces, ¿Naruto no ha significado algo para ti? ¿Alguna vez sentiste algo por él? ¿Lo amaste?" Shikamaru abrió los ojos de par en par, ya que no esperaba una pregunta de ese tipo y no sabría cuál sería la reacción de Sakura; ella afectuosamente, respondió sintiendo que era necesario confesar su verdad para cerrar de una buena vez ese tema:
- "No Sai. Nunca he amado a Naruto de la manera en que tú estás pensando. Nunca he sentido algo por él ni remotamente cercano al amor de pareja. Si te soy sincera, lo quiero como a un hermano menor y tal vez algo de culpa también, porque fui muy mezquina con él en mi niñez, pero, aprendí a conocerlo y apreciarlo cuando fuimos el equipo siete bajo la tutela de Kakashi-Sensei. Luego, Naruto se convirtió en mi mejor amigo porque podía sentir y comprender mi dolor respecto a Sasuke; incluso creo que él siempre lo supo… A pesar de todo, Naruto siempre estuvo consciente de mis sentimientos hacia Sasuke y de ahí la respuesta que él me dio el día de mi falsa confesión. Él es como un hermano para mí, a Naruto no puedo mentirle en lo absoluto. ¿Te quedó claro, Sai?"
El ninja pálido se sentía satisfecho con la respuesta, incluso, Shikamaru se sentía aliviado también por haberla escuchado, ya que, en algún momento, todos pensaron que Sakura, algún día correspondería a los sentimientos que Naruto profesaba por ella en su adolescencia.
El equipo Shikamaru avanzaba cada vez más en ese extraño paisaje lunar, Naruto se pasaba el rato haciéndole cosquillas a Hinata en la cintura y ella le respondía sonriendo con total naturalidad. Él sentía que su risa se estaba convirtiendo en su canción favorita y ella para evitarlo, ponía sus dedos sobre sus suaves labios haciendo la escena cada vez más enternecedora; ¡Parecía más un picnic que una misión! decía Shikamaru a lo lejos y mientras reían por este hecho, desde el aire descubrieron los vestigios de una antigua aldea abandonada en la que no había ninguna presencia humana; el futuro líder del clan Nara, sugirió que era mejor dividirse para investigar el lugar.
Cuando la pareja de jóvenes ninjas iban a arribar a su destino, Hinata notó algo que llamo de inmediato su atención, Naruto no llevaba puesta su bufanda verde, sin embargo, ella conservó esto para sí misma y se concentró en su misión. Aterrizaron en la aldea y comenzaron la búsqueda; recorrieron los interiores de lo que otrora fueran viviendas y edificaciones; algunas parecían destruidas, otras incineradas y las demás estaban simplemente dejadas al olvido y el abandono, pero todas daban una señal clara: no había pista alguna sobre Hanabi. Aun así, en medio de la misión y por el tiempo que pasaban juntos, Naruto iba acercándose cada vez más a Hinata; él, tenía la imperiosa necesidad de acariciarla de alguna manera, sentirla, recorrerla, memorizarla, re-conocerla. ¡No quería ni siquiera perderla de vista en ningún instante! tanto así, que hubo un momento en donde ella lanzó un grito de asombro a lo que él respondió angustiado a buscarla, para luego, con una amplia sonrisa, darse cuenta que había chocado contra una molesta telaraña:
- "No puede ser Hinata, ves de lejos con tu Byakugan y vas de frente una telaraña… eres tan tonta..." Naruto le ayudaba a desenredar su cabello mientras ella se sonrojaba ante su dulce tacto.
El rubio se preguntaba, cómo era que esta chica bella, distinguida y perfecta, se había fijado en un papanatas como él, aun así y sin demorarse mucho en ese pensamiento, Naruto solo quería encontrar la manera de estar a la altura de sus sentimientos y demostrarle que, aunque fuera un torpe y un gran perdedor, ella no había perdido el tiempo suspirando por él.
Compartían cada momento de la búsqueda por la derruida aldea, intimando con más firmeza y sintiendo como poco a poco, iban construyendo un lazo que se volvería indestructible en el futuro cercano. Él estaba comenzando a amar con fuerza ese sentimiento que ella provocaba en él; vio a lo lejos una fuente de la que brotaba agua fresca y delicadamente se la ofreció de sus manos para que ella bebiera. Hinata cerró sensualmente los ojos mientras bebía el agua y Naruto se concentraba en mirar fijamente el movimiento de sus labios ¡Sin duda eran tentadores! Pero pronto tuvo que controlarse al sentir un fuerte apretón en su entrepierna, ya que ella, le gustaba demasiado y también más allá del plano sentimental.
Hinata despertaba en él sus deseos más carnales; él era un joven vigoroso y deseoso de experimentar como se sentía embriagarse en las mieles de una mujer y más aún si era la que a él amaba. Mientras caminaban, no dejaba de mirarla y contemplar sus prominentes curvas, resaltar ante ese sensual equipo de misión y ella, a su vez, podía sentir como él la escudriñaba de pies a cabeza, él no podía ser más obvio y le había dado a entender a Hinata que estaba muy consciente de la forma en que ella estaba vestida, sonrojándola a niveles impensados.
Había caído la tarde y ambos estaban compartiendo un delicioso tazón de ramen instantáneo después de haber aguantado algo de frío y una caída brincando por los techos -lo que le había permitido a Naruto tomar de la mano a Hinata y no soltársela en un buen rato- recordaron todo esto con alegría y cuando él había terminado de comer se levantó para dirigirse a otro lugar.
Hinata, sintiéndose más cercana a Naruto se preocupó por él y le preguntó: "¿Vas a algún lado Naruto-Kun?"
Naruto le respondió: "Tan solo voy a orinar, no tardaré mucho, mientras tanto puedes extrañarme, así como yo te extrañaré a ti" distraído Naruto caminaba sin prestar atención por donde iba, hasta que chocó contra una telaraña y cómo caía estrepitosamente por las escalas.
En un grito ahogado, Hinata corrió a auxiliar a Naruto quien se quejaba de un terrible dolor de espalda, ella le ofreció amorosamente un ungüento curativo que siempre la acompañaba desde que había comenzado su carrera como ninja. Ella se lo ofreció, pero inmediatamente, recordó lo dicho por Naruto minutos atrás, sonrojada y avergonzada, se sentó en posición seiza esperando que él mismo se aplicara la pócima en la zona afectada, pero sin pensarlo, el ninja rubio hacía las más divertidas poses ya que de ninguna manera podía aplicarse él mismo la medicina; Hinata, cuando pudo calmar su risa, tomó el ungüento para ayudarle.
Ella no podía estar más nerviosa; sin querer, Naruto había levantado demasiado su camiseta y pudo detallar los delineados músculos de su amplia y fornida espalda y su torso bien definido. ¡Atléticamente bello! Moría por llenar de cálidos y húmedos besos la delgada línea de la columna y con sus delicadas manos abrazar a ese hombre por el cual, ella había suspirado desde el momento en que la defendió de esos chicos abusadores que la llamaron monstruo… Si, ella deseaba ser un monstruo carnal que quería devorar a ese hombre de labrada sonrisa y amplia espalda y mientras ella aplicaba el ungüento, se imaginaba siendo tocada por él en todo su cuerpo, dominándola para hacerla suya y ella, evitando poner cualquier obstáculo que impidiera tan anhelado momento, mientras ella soñaba, Naruto se ponía cada vez tenso al toque de sus manos.
Él no podía dejar de sentir escalofríos cada vez que ella ponía su mano en la espalda, anhelaba que Hinata dejara llevar sus manos más allá y explorara todo su cuerpo; había jurado al cielo, que, si Hinata hacía cualquier movimiento, por insignificante que fuera, él la reclamaría y le haría el amor ahí mismo en ese frío suelo ¡Nadie podría detenerlo! Pero ella, siempre tímida, evitaba llevar sus manos más allá de su espalda.
Víctima de la decepción y para evitar una vergüenza visible de parte de su entrepierna, rememoró cuando ella, amablemente en su infancia, le había ofrecido un ungüento y él pensando que ella era extraña, la había casi ignorado y se arrepentía por ello, pero este era el momento para resarcir el daño hecho aquella vez, él se atrevió a decirle:
- "En los exámenes Chunnin me ofreciste un ungüento… Recuerdo que fue en dos ocasiones. La primera vez, cuando la loca de Anko-Sensei me cortó el rostro con un kunai antes de entrar al bosque de la muerte y la segunda ocasión fue después de la pelea contra Kiba" Naruto recordaba con alegría ese momento.
- "Te recuerdo que si Anko-Sensei te cortó con el kunai, fue porque tú te pusiste a bailar burlándote de ella delante de todos en el examen y cantando: Ay si le llaman el bosque de la muerte, Naruto-Kun" Hinata no podía evitar reír al recordar el simpático baile de Naruto hecho años atrás.
Naruto sólo podía hacer un sentido puchero que conseguía que Hinata riera cada vez más, aun así, el agradeció su aplicación medicinal y le dijo: "Cuando regresemos a la aldea, si puedes… deberías conseguirme… ya sabes… ungüento medicinal para llevar en mi equipo de misión, son realmente buenos, Gracias por todo, Hinata". Ella respondía al agradecimiento con una sutil sonrisa, pero en ese momento Sai, había llegado hasta donde ellos se encontraban para que registraran un extraño lugar ceremonial y Shikamaru precisaba la presencia del Byakugan:
- "Lamento interrumpir lo que sea que estén haciendo, pero, Shikamaru ha encontrado un extraño lugar y pide que estemos todos juntos para vigilar" Sai finalizó con esa sonrisa que hizo hervir de pena a la pareja. Naruto tomó su equipo de misión e inmediatamente golpeó a Sai en la cabeza; el ninja pálido solo podía sobarse mientras Hinata reía al ver la pelea entre dos entrañables amigos.
Cuando llegaron al lugar, observaron estatuas derruidas y un extraño símbolo que lograron descifrar como "Tenseigan", Sakura pudo discernir que aquella figura tallada y el secuestro de Hanabi podían tener relación, tal como se los había dicho Kakashi-Sensei; Hinata escuchaba a sus amigos enlazar pistas cuando sintió que alguien la llamó:
- "¡Por fin estás aquí, princesa Byakugan!" Hinata esperaba encontrar el lugar de donde provenía aquella voz, pero en ese momento, la losa del lugar comenzó a moverse obligando a Sakura a retroceder. Allí pudieron ver como un compartimiento se abría de par en par y decidieron bajar las escaleras para investigar; encontraron varias tumbas apostadas en el suelo y distribuidas por filas, todas tenían algo en común: el grabado del Tenseigan. Todos estaban tan concentrados en revisar el lugar, que sólo reaccionaron ante la exclamación de Hinata al ver venir un tipo de sombra inerte que llamaba incesantemente al usuario poseedor del Byakugan al que identificó abiertamente como Princesa Byuakugan: ellos entendieron que se refería sin duda a Hinata.
- "Aléjate de Hinata" Naruto se interpuso entre el muerto vivo y la ojiperla, pero en ese momento de la boca del extraño ser, pululó una esfera de luz que provocó un fuerte destello que traía consigo estas palabras:
-El Tenseigan ha revivido y debe ser destruido pronto, Ootsutsuki…" Aquella figura se desplomó al igual que Hinata quien cayó en brazos de Naruto; el rubio entró en pánico al verla tan pálida y desmadejada y tomándola en brazos, suplicaba a Sakura que la atendiera, él, recordó las palabras de Kurama en aquel parque, la noche en la que Toneri atacó la aldea: ¿Qué harías si ella no estuviera, si ella muriera?, él no quería ni pensar en eso y ese no era tampoco el momento para darle respuesta a esa pregunta, Sakura tuvo que controlarlo:
- "Cálmate Naruto, ella está bien, sólo es un desmayo provocado por una gran impresión, su pulso cada vez se estabiliza más y se vuelve normal" Sakura le daba un parte de tranquilidad a todo el equipo.
- "Naruto-Kun, estoy bien, no te preocupes por mi" Hinata se incorporó con la ayuda de Sakura. Shikamaru iba enlazando todo lo que encontraban junto con la información proporcionada por Kakashi y que, a su vez, eran datos recopilados por Sasuke. Para todo el equipo, ya había un dato que era claro: Los Hyuuga tenían relación directa con Hagoromo o con Hamura Ootsutsuki y que Hinata, era un tipo de realeza. Para Shikamaru esto ya tendría una relación más directa con el secuestro de Hanabi y el extraño fenómeno celeste que aquejaba a la tierra.
