Disclaimer: Twilight le pertenece a Stephenie Meyer, la historia es de Violet Bliss, la traducción es mía con el debido permiso de la autora.

Disclaimer: Twilight is property of Stephenie Meyer, this story is from Violet Bliss, I'm just translating with the permission of the author.

Capítulo beteado por Yanina Barboza

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Epílogo

Bella se rio mientras seguía a Edward al interior del bosque africano. Incluso después de cinco años en su nuevo cuerpo, la emoción de poder correr libremente nunca dejaba de llenarla de alegría. Nunca dejaba de sorprenderla lo inquebrantablemente fuerte que era su cuerpo.

Su pareja era más rápida que ella ahora, pero ambos disfrutaron ese primer año después de su cambio, cuando ella lo haría perseguirla a través de los bosques, cediendo a su pasión cuando finalmente dejaba que la atrapara. No habían podido hacer el amor en el interior durante los primeros tres años sin romper nada.

Árboles altos más viejos que ellos pasaron volando junto a ella mientras se empujaba a correr más rápido, la luz del día se filtraba a través del denso dosel para aterrizar sobre la piel de ella y de Edward, enviando arco iris de luz bailando en todas direcciones.

Les tomó tiempo, pero finalmente estaban de luna de miel.

Pasaron tres meses en Isla Esme antes de partir juntos para ver el resto del mundo, encontrar lugares oscuros y hermosos para visitar, enviar postales y pequeños recuerdos a sus familias durante los breves momentos que pasaban en lugares poblados.

«¿Ya llegamos?», llamó ella a su mente, un truco que aprendió que podía hacer bien en su segundo año, cuando estuvo hojeando el diario que escribió en esos últimos meses de ser humana. Leyó lo que él escribió una y otra vez, deseando que, solo una vez, él pudiera saber cuánto lo amaba, dejarlo verse a sí mismo a través de sus ojos.

Se imaginó a sí misma empujando hacia atrás la barrera y vio como él levantó la mirada, con los ojos muy abiertos porque por primera vez desde que se conocieron, Edward le leyó la mente.

Le llevó años dominar el hecho de retirar el escudo para dejarle ver sus pensamientos, pero ahora podía hacerlo cuando quisiera.

—Casi —lo escuchó responder y sonrió, preguntándose qué maravilla tenía planeada que vieran ese día.

Para él fueron duros los primeros días de su cambio, lamentando esos meses perdidos que se suponía que pasarían juntos sin que ella tuviera una abrumadora necesidad de beber sangre, pero no tardó mucho en recuperarse. Pudo ver cuánta alegría le traía a ella su nuevo cuerpo, ver que a pesar de que le robaron el tiempo, estaba feliz.

Pasaron el primer año en la naturaleza canadiense, en una cabaña que los Cullen tenían desde la transformación de Emmett, y los años siguientes, en Alaska. Antes de partir para viajar, regresaron a los Estados Unidos para ver a sus padres, quienes la saludaron sin una pizca de miedo y con todo el amor que recibió de ellos a lo largo de sus años humanos.

Los Cullen los visitaban a menudo, habiendo dejado Forks poco después de ella y Edward, instalándose en Alaska para una estadía prolongada, planeando sus próximos movimientos con anticipación. Ella y Edward se unirían a ellos cuando regresaran.

Sonrió al pensar en estar con la familia una vez más y supo que su esposo sentía lo mismo.

Siguió mientras Edward la conducía desde la densa cobertura del bosque, su piel brillaba mientras movían sus cuerpos hacia el pico sin árboles en el centro de la selva tropical.

—Guau —suspiró Bella cuando se detuvieron, el cielo azul claro enmarcaba el verde exuberante que la hacía añorar Forks. Había visto tanta belleza en los últimos meses, pero la sensación de asombro al ver algo tan intacto nunca dejaba de conmoverla.

—Solo espera —pidió Edward, moviéndose para envolver sus brazos alrededor de su cintura, descansando su mejilla en la parte superior de su cabeza. Hogar decía su cuerpo cada vez que estaba en sus brazos.

Esperaron, y ella observó con asombro cómo lentamente, una por una, las mariposas emergían de la cubierta del bosque, subían a la montaña en la que estaban y llenaban el aire que la rodeaba a ella y a Edward.

—¿Qué es esto? —preguntó, levantando un dedo para rozar las alas de una mariposa que bailaba frente a ellos.

—La bola de mariposas —le dijo, moviéndose para pararse a su lado, para ver su reacción a la belleza que los rodeaba—. Están buscando pareja.

—Oh —susurró, una sonrisa se abría paso en su rostro mientras levantaba los brazos y daba vueltas, cientos de mariposas volando a su alrededor.

—Es hermoso, ¿no? —le preguntó, y ella dejó de dar vueltas, sabiendo que él no estaba hablando de las mariposas, que estaba hablando de su vida y todo lo que los llevó a estar en la cima de esa montaña.

—Lo es, Edward —confirmó, moviéndose a sus brazos, donde encajaba tan perfectamente, inclinándose para presionar sus labios contra los de él—. Es todo lo que deseaba.

-FIN-

No tengo palabras para agradecerles todo su apoyo, los reviews y favoritos. Espero que estén contentos con este final, solo nos queda un outtake del punto de vista de Rosalie.

No olviden decirme qué les pareció.

Sarai