Capítulo 31
Se quedaron en silencio unos cuantos segundos que a él le parecieron interminables.
Onur se dio cuenta del nerviosismo que ella sentía y se levantó de su sillón…
-Creo… creo que han quedado cosas por decir…- dijo ella y él asintió, sus ojos en los de ella, su corazón luchando por no salirse de su pecho.
-Te escucho… ¿viniste aquí para hablar?
-Vine porque no puedo vivir sin ti…- dijo y bajó la vista, algo turbada por su propia confesión.
-Sehrazat…
-Supongo que es un poco tarde… que lo tendría que haber dicho antes… pero fue tanto el sufrimiento cuando te fuiste hace años que no pude superarlo… creía que sí.. pero no fue así…
-Escucha…
-Déjame terminar… por favor…- le rogó cuando él se acercó a ella, quería abrazarla, quería impedir que siguiera hablando, él ya sabía- tuve miedo de que volviera a suceder… y volvió a suceder…
-No podía quedarme…
-Creí que venías con Yasemin…
-No… mi vida… eso se terminó… no había forma de conformarme con ella… porque cada vez que respiraba pensaba en ti…- le dijo él y la tomó de la cara.
-Onur…- le dijo ella, su corazón acelerado, sus labios temblando en anticipación.
-Dime…- le dijo él casi sin poder controlarse.
-Te amo… te necesito a mi lado… aquí, en Estambul o en Canadá…
-¿Quieres decir que te quedarías aquí si yo te lo pidiera?
-Lo único que me ataba a mi país era mi tía… que ya no está…
-Siento no haber podido acompañarte en ese momento…
-Yo también… Onur…- dijo ella y él miró sus labios otra vez.
-No hablemos más…- le dijo y ella alcanzó a sonreír un poco antes de que él la besara con pasión…
La escuchó suspirar y cuando ella comenzó a devolverle el beso, él lo profundizó, desesperado…
Sehrazat lo abrazó y sintió la puerta contra su espalda. Él parecía no poder contenerse y a ella le importaba poco… estaba como él…
Luego de un rato, el beso se hizo menos intenso… y él se separó de ella agitado… tenía los ojos oscuros… miraba sus labios…
-Alguien podría venir…- dijo y apoyó su frente sobre la de ella, intentando calmarse.
-Es verdad…- dijo ella en el mismo estado- lo siento…
-No lo sientas… no quiero interrupciones…- le dijo y ella sonrió.
Onur se separó de ella y la miró con intensidad. Y cuando casi sin poder controlarse, volvía a tomarla entre sus brazos, el intercomunicador comenzó a sonar.
Sehrazat se acomodó un poco mientras lo escuchaba atender a su secretaria…
-Maldición…- dijo mirándola con culpa cuando cortó- tengo una reunión impostergable en media hora…
-No te preocupes…- dijo ella sintiendo que sus piernas todavía le temblaban.
Onur abrió un cajón de su escritorio y sacó un juego de llaves. Anotó algo en un papel y se lo entregó.
-Espérame en casa… en un par de horas estaré de vuelta… es aquí cerca… si quieres salir a conocer el lugar, haz lo que tengas ganas… aunque quizá mañana pueda salir contigo y mostrarte un poco la ciudad… ¿qué te parece?
-Te esperaré en tu casa…
-Siéntete cómoda… como si fuera tuya…
-Gracias…- dijo y él la tomó entre sus brazos.
-Todavía no puedo creer que hayas venido…
-Yo tampoco…- dijo ella y se tapó la cara con las manos.
Onur se inclinó y besó sus labios con suavidad, pero el besó se hizo un poco más intenso… él se separó y la miró con intención…
-Eres adictiva… te necesito tanto…- le dijo y ella se acomodó la ropa e inspiró hondo.
-Nos vemos…- le dijo y luego de sonreírle con ternura, salió de la oficina…
Onur se quedó mirando la nada mientras trataba de calmarse un poco y comenzó a prepararse para la reunión… se trataba de gente importante y él lo había olvidado por completo, distraído con lo único que le importaba más que el trabajo, Sehrazat…
Sonrió pensando en que ella lo estaría esperando en su casa y repitió unas palabras que le resultaban bastante complicadas de pronunciar en italiano…
Sehrazat se maravilló por la arquitectura clásica de algunos lugares mientras caminaba hacia la casa de Onur y compró algunas cosas para preparar algo de comer. Los nervios habían hecho que no probara bocado esos días y estaba muerta de hambre…
Llegó y al entrar sonrió, el loft estaba casi hecho a medida de él. Cada rincón, cada detalle parecía pensado por él, pero aún había cajas por todos lados… hacía demasiado poco que se había mudado…
Sehrazat se dejó caer en el sillón y tomó una camisa que él había dejado allí y la acercó a su nariz. Cerró los ojos. Su cuerpo reaccionó a los recuerdos y a ese aroma inconfundible de él…
Se quedó un rato allí, pensativa y luego se preparó algo de comer. Vagó por el lugar, reconociéndolo a él en los detalles y finalmente decidió darse una ducha, para darle un rato más para volver…
Onur entró en su casa cuando casi anochecía. La reunión se había demorado bastante más de lo que esperaba y él solo podía pensar en escaparse y había declinado una invitación a cenar para poder volver…
Todo estaba en penumbras y él caminó buscándola, agitado… desesperado…
La encontró en su habitación, mirando por la ventana…
-Sus ojos la escanearon… ella estaba usando su camisa… y él sólo podía ver sus interminables piernas…
-¿Cómo haré para convencerte de que volvamos a Estambul? - le dijo de espaldas, sabiendo que él la contemplaba.
-Hablaremos de lo que haremos luego…- le dijo y se acercó.
Sehrazat suspiró cuando sintió las manos de él en su cintura, su cuerpo pegado al de ella por detrás, sus labios en su cuello, buscando su lugar…
Onur deslizó sus dedos por debajo de la camisa y la escuchó suspirar al llegar a la zona del ombligo. Sehrazat cerró los ojos y apoyó su cabeza en el hombro de él mientras lo sentía ascender, acariciando su piel y anhelando todo el contacto que fuera posible…
La hizo girar y desabotonó su camisa mientras su boca se adueñaba de la de ella y ella trabajó para quitarle la ropa lo más rápido que pudo…
Se reunieron en un abrazo largo e intenso, piel contra piel, finalmente y ella lanzó una carcajada feliz cuando él, de pronto salió corriendo, para buscar algo de protección que con todo el calor de la situación, había olvidado dejar a mano…
Lo recibió en sus brazos, allí, donde él la había dejado, sentada en el zócalo de la ventana y Onur la besó profundamente mientras se convertían, por fin, en uno solo…
Sehrazat cerró los ojos y recordó aquella escapada a la costa, hacía años… la noche de lluvia, los increíble que se sentía esa conexión entre ambos…
Onur se preocupó por que ambos pudieran alcanzar el clímax y luego, casi sin fuerzas, la llevó hasta la cama y se quedaron dormidos un buen rato uno en brazos del otro…
Cuando Sehrazat abrió los ojos, sonrió al verlo sobre ella, su mirada inquieta, tierna, cómplice…
Él deslizó sus labios y acarició su piel, su cuello, su pecho y hasta su abdomen…
Ella lo llamó a su lado y tanteó en la mesa de noche…
-Creo que va siendo hora de que usemos esto otra vez… ¿no crees? - le dijo y él sonrió, al ver ambos dijes, el corazón y la llave.
-Me parece bien…- le dijo él y sonrió.
-Bien… en este sencillo y emotivo acto…- le dijo tratando de no reír- te hago entrega…- y enfatizó alzando las cejas- otra vez… de la llave de mi corazón…
-Gracias mi vida…- dijo y se inclinó para besarla mientras ella colocaba la cadena alrededor de su cuello- te amo…- le dijo y la ayudó con la de ella.
-¿Qué vamos a hacer, Onur? - le preguntó ella entre besos.
-Amarnos… y con respecto a nuestro futuro… mmmm… mejor hablemos de eso mañana…- le dijo y se dedicó un buen rato a hacer que ella se olvidara de todas las preocupaciones…
Bueno, finalmente hubo reconciliación, espero que les haya gustado! Gracias por leer!
