La lejanía y cariño de Lana y Lola

-Entonces estamos listas-menciona Leni con una actitud calmada, luego de entrar junto a su hermana menor a su departamento, mirando como ya ordenaron el equipaje de Lola.

-Tal parece-contesta la princesa Loud con un aparente desinterés. Leni al percatarse de esto, decide mostrarle donde va a alojarse. Al estar en la habitación, la modista piensa en muchas maneras de mantener a Lola con firmeza ante todo lo que le está ocurriendo.

-Linda, ¿no?, tienes una muy buena vista de la ciudad-la rubia con lentes se acerca a los ventanales que da vista a los demás edificios vecinos-Me llamas si me necesitas-se gira para ver con alegría a la menor, pero sin dejarlo expresar, se decepciona al notar el poco interés que denota su compañera-Lola…-se dirige a ella con una sonrisa, pero con una actitud tímida.

-¿Si?-su tono no se aleja mucho de su actitud. Leni trata de encontrar las palabras, aun manteniendo su sonrisa, pero a Lola se le hace evidente lo que le cuesta.

-Dilo, de todas maneras, tengo una idea de lo que quieres hablar.

-Te quería preguntar como estabas, pero solo sería otra torpeza mía preguntártelo-expresa bajando su sonrisa, notándose un tanto preocupada-Perdón…-dice en un tono que pareciera estar susurrándole a su acompañante.

-Leni, no es necesario que te disculpes, ni siquiera tienes porque-contesta aun con su misma actitud, mirándola de frente. La rubia mayor se acerca y le acaricia el brazo, con una mirada cariñosa.

-Solo trata de relajarte-no obtiene respuesta de Lola-Que tu estadía acá no sea tan difícil, ¿estás conmigo?-propone de manera amigable.

-Tengo que estarlo-dice sin más, mientras revisa el celular que la rubia le había dado.

-Está bien, hermanita-piensa en el celular guardado en uno de sus cajones-Iré a pedir comida o mejor te espero, para que pidamos juntas-sale de la habitación muy entusiasta.

-Espérame un rato-le avisa, a lo que Leni le levanta los dos pulgares. Ante la molestia de la insistencia de la mayor, además de lo ocurrido, Lola se sienta agotada en la cama, viendo parte de la ciudad en los ventanales de la habitación, para después, pasar su vista al celular que le habían dado, apretando el aparato, tirándolo a una almohada. Lola se masajea la cabeza, pensando en aquel día. Lo que tanto pensaron y sabían que ocasionarían no solo le da impotencia el hecho de que pasara, sino que están de cierta manera sumidas en la situación que su familia las impuso a seguir, al menos por ahora.

Lola se ha ido de Royal Woods hace un par de meses, de la casa de la familia Loud, lejos de ellos, pero sobretodo, lejos de su hermana, su pareja, Lana. La fontanera de la familia se encuentra junto a Lindsey en el patio, compartiendo junto a la señorita Sweetwater.

-Entonces estamos listas-dice Lindsey anotando en su agenda con una expresión de aparente desinterés hacia la fontanera.

-Como lo conversamos-comenta Lana notoriamente sin ánimos.

-Te daré un espacio el sábado para que me ayudes a practicar-termina de anotar. La pelirroja con una pequeña sonrisa en su rostro, ya termina de ordenar todo en su agenda, cuando nota la mirada de la fontanera, viendo hacia el frente, donde están el resto de sus compañeros conversando, pero la pelirroja de algún modo sabe que no los está viendo a ellos exactamente, siendo más precisos, no pareciera interesarles-¿Sigues pensando en ella?-dice con un poco de pena la muchacha.

-Sí-responde con simpleza, pasando su vista al suelo. Siente la palma de la amiga de su pareja en su hombro.

-Estamos en la misma posición-dice de manera reconfortante.

-En realidad, no lo estamos-comenta la fontanera con el mismo tono. Lindsey suspira, dándose cuenta a lo que se refiere.

-Entiendo…-entonces Lana se levanta, llamándole la atención a Lindsey, para que luego, la rubia la mira con una expresión que transmite tranquilidad.

-Pero de nada sirve lamentarme, a Lola no le gustaría que esté así-dice en un tono animado, a lo que Lindsey con una expresión incrédula levanta una ceja.

-De acuerdo Lana, pero…-pone una expresión seria-Ojalá seas puntual, sino quieres que te de una golpiza…-entrecierra sus ojos, enfocándose en la fontanera-Por si acaso…si te comunicas con Lola, dile que cuando pueda me llame-da una sonrisa que, de cierta manera, molesta a Lana, pero con una sonrisa forzada acepta.

-Claro, Lindsey-responde entre dientes, haciendo que Lindsey note la actitud de la fontanera, guiñándole, disfrutándolo, dirigiéndose a su hogar.

Lana está en su casa, con una aparente tranquilidad, afuera ayudando a su padre con Vanzilla, mientras que el señor se le nota un poco tímido con ella.

-Vanzilla necesitará varios arreglos, algunos repuestos serán necesarios-comenta la fontanera luego de limpiarse un poco.

-Gracias hija-dice el señor con un tono calmado.

-Si quieres te anoto donde te los podrían vender a buen precio-comenta con un tanto de simpleza en su manera de hablar junto a una mirada calmada, aparentemente. Justamente cuando esta por irse, el señor Lynn se acerca a su hija, esta lo nota, deteniéndose y viéndolo, esperando lo que tiene que decir.

-Este…¿te gustaría acompañarme para que me guíes?-le pregunta con una sonrisa intranquila, mientras Lana lo sigue mirando de igual manera que antes, haciendo que la expresión del señor Lynn disminuya de a poco.

-Tengo cosas que hacer, no te preocupes, solo consulta a quien te atienda-luego de decirle, sigue su camino, pero nuevamente su padre se acerca un poco a ella, haciendo que esta se lo quede mirando expectante antes de seguir su camino a su habitación.

-Hija, quería preguntarte…¿cómo va todo?-pregunta con timidez, llamando la atención de la fontanera.

-Pues…normal-contesta con simpleza. El señor Lynn no le convence la respuesta, pensando en seguir la conversación de alguna otra manera.

-¿Segura?-pregunta inquieto, hartando de a poco a la rubia.

-¿Lo dices por ella?-pregunta en un tono un poco más serio.

-Por favor, no me malentiendas, solamente…-es interrumpido por la chica con overol.

-Necesito ir a mi habitación…-lo dicho por Lana, hace que el señor Lynn desista de seguir consultándole.

-Ya…iré al restaurante-dice son una leve sonrisa, para luego llamar a uno de sus compañeros. Lana por su parte sigue su camino a su habitación.

En la habitación donde se hospeda Lincoln, este piensa en lo ocurrido. El muchacho mientras esta acostado en su cama, mira el techo, blanco, dándole un poco de relajo a su vista, tranquilidad, lo que más busca para sí mismo. El hombre del plan no se siente triste precisamente, tampoco tranquilo. Entonces se le ocurre llamar a alguien.

-Por favor, que no esté ocupada ahora-al llamar, espera, queriendo que le contesten de inmediato. La llamada es atendida.

-Hola-saluda una voz femenina.

-Hola, Leni-saluda el muchacho con un tono tranquilo.

-Hola hermanito-saluda igualmente la modista, quien se alegra por la llamada.

-¿Cómo estás?-pregunta con una leve sonrisa.

-Pues aquí estoy trabajando muy contenta, estoy muy entretenida ahora con unos vestidos que estoy haciendo-contesta aun en su tono tranquilo.

-Me alegra escuchar eso, ¿mucho trabajo?-pregunta mientras se levanta de la cama.

-Sí, pero me las arreglo-contesta con seguridad.

-Y dime…¿cómo esta ella?-el tono del muchacho se le nota un poco más serio.

-Pues…-la rubia mayor trata de responder, siendo evidente para el muchacho.

-¿Ella aún no se acomoda?-Leni piensa en ello ante lo que pregunta su hermano.

-Con mis ropas al menos-la respuesta no contenta del todo a Lincoln.

-Por favor, déjame hablar con ella, aunque sea un rato-pide impaciente.

-Linky, ¿en verdad crees que sea lo mejor?, quiero decir…tú me entiendes-Lincoln piensa en ese día, cuando dejaron entre ver la decisión, quienes estuvieron de acuerdo en la separación, la mudanza hacia la casa de la modista, a la vez que un leve estrés pasa por él, quedando en silencio por un breve momento. Entonces el muchacho se pone a pensar cuando subió las escaleras con Lori, encontrándolas a ambas, la discusión con la mayor de los hermanos, la discusión con él, lo que expresó, la pelea que involucró incluso a Lily. Como defendían lo que pensaban, la manera en que dijeron lo que sentían. Lo que decía Rita a sus hijas. Pero sobretodo, cuando dijeron lo de los votos, piensa en esa mirada, la de Lana.

-De acuerdo, pero solo por ahora, tu entenderás que tengo que hablar con ella, solo dime si la notas con mejores ánimos-dice esto más tranquilo.

-Claro, Linky-confirma con amabilidad.

-Y también, gracias Leni-dice con un tono amable.

-¿Por qué?-pregunta con curiosidad la modista.

-Por dejar que este contigo-aclara el muchacho.

-Está bien, Linky, yo apoyo a mis hermanas-dice la modista.

-Por si acaso…también te quería decir que…no le hagas caso a Lynn-pide el muchacho un tanto molesto pensando en lo que dijo la deportista.

-Tranquilo, aunque…ella está actuando un poco rara con nosotros dos-la modista reflexiona ante esto.

-Si me lo preguntas, hablaré con Lynn, cuando me calme con ella-avisa el muchacho.

-Estoy de acuerdo-dice Leni contenta. El muchacho se pone a pensar en Lana y Lola por un rato, para después ponerse a cuestionar la actitud de la deportista.

Luego de un largo día de trabajo, la familia Loud cena, aunque el ambiente entre ellos es un poco particular. Tanto Lisa como Lily tratan de mantener el ambiente un tanto agradable, mientras ellas les hablan a sus padres sobre sus logros en la escuela, esto mientras Lana solo se enfoca en comer, siendo este escenario normal desde la mudanza de Lola, siendo el ambiente un tanto familiar para el señor Lynn y Rita junto con Lily y Lisa, aunque con esta última no tanto particularmente.

-Entonces ese fue mi proyecto junto a mis compañeros-dice Lisa, finalizando lo que estaba contando.

-Como siempre, destacando-dice animoso el señor Lynn.

-Que bien cariño-felicita sin tanto ánimo Rita, aunque con una leve sonrisa, sin estar tan expresiva como su esposo.

-Mamá, hoy saque la nota más alta en el examen-informa Lily con orgullo.

-¡¿En serio?!-pregunta emocionado el señor Lynn.

-Me alegro por ti cariño-contesta Rita más animosa con la menor de los hermanos. Mientras el señor Lynn junto a Rita hablan de inmediato en el progreso escolar de Lily, esta es vista por Lana quien le da una pequeña sonrisa, para luego seguir en lo suyo, alegrando a la menor.

En la habitación de Lana, esta se pone a ver los mensajes en su celular, sin tener novedades de un contacto en particular. De pronto siente que alguien entra sin tocar, tratándose de Lily, quien nota a la fontanera sentada en su cama, con su celular, a lo que se sienta con ella.

-Lily, ¿qué se te ofrece?-pregunta con amabilidad mientras sigue con su celular, por lo que la menor lo mira, pero Lana se la queda mirando fijamente.

-Lola te tiene pensando así-dice con una mirada seria la menor. Ante esto, Lana se sorprende por como su hermanita va al grano de inmediato, mientras esta la ve fijamente.

-Nosotras no deberíamos, más bien, no debería de hablar contigo sobre esto-expresa con seriedad, pero la serenidad en la menor de los hermanos la hace pensar en ello.

-Lincoln cuando tenía mi edad se metía en un montón de líos, ¿qué diferencia hay?-le consulta con una sonrisa que transmite tranquilidad por parte de ella, a diferencia de la fontanera.

-La diferencia es que a él jamás le toco enfrentar un problema tan complejo como este-contesta mientras sigue viendo los mensajes.

-Pero si tu…-es interrumpida por la fontanera.

-Sé que dije que no era un problema, pero para el resto sí…esto está dividiendo a la familia-contesta en un tono que denota molestia. La menor aun con sus ganas de ayudar, tiene comprensión de lo que significan, lo importantes que es lo que la fontanera acaba de decir. Lily ve que aún sigue viendo los mensajes.

-¿Te has comunicado con ella?, al menos podrías llamarla-sugiere con una sonrisa.

-¿Y tú crees que no lo hice?-pregunta en un tono serio-Desde que nos separamos hace dos meses intento mantenerme comunicada con ella, pero no me contesta…-pone una expresión que muestra triseza. Lily pone su palma en el hombro de la chica de gorra roja, quien le da una sonrisa pequeña, pero que no refleja suficiente su agradecimiento ante el acto.

-A lo mejor Leni le tiene restringido el uso, quizás por petición de mamá-la sonrisita de la chica con overol disminuye.

-¿Por qué ni mamá ni Leni nos lo comunicó suponiendo que ellas tienen que ver en esto?...aunque tampoco es que este en posición para quejarme-entonces la fontanera piensa en su madre, en Lori, aunque trate, no puede evitar molestarse al pensar en ellas, sobretodo en su madre.

-Hablaré con Leni para que me explique qué está sucediendo-dice con firmeza la rubia menor. Lana se calma al oír lo que acaba de decir la menor, ríe un poco, enternecida por la actitud que está tomando.

-Lily, por favor, sé que tienes buenas intenciones, te agradezco mucho, pero…no deberías meterte en este tema, no tienes porqué, mejor yo hablaré con mamá-le promete con una sonrisa, a lo que Lily acepta correspondiéndole el gesto.

-Solamente te pido que empieces a hablarlo con ella, no estés, así como una patética llorona-dice con un tono provocativo, haciendo que Lana le empiece a hacer cosquillas.

-Gracias por las palabras tan dulces y afectuosas-le dice mientras ella con una sonrisa molesta a Lily.

En la habitación de los padres de tan numerosa familia, el señor Lynn se sienta a un lado de la cama, mientras que su esposa se pone a ordenar unos papeles.

-¿Mucho trabajo, cariño?-pregunta Rita mientras ordena.

-Sí…-contesta un tanto tímido, aparentemente, llamando la atención de su esposa.

-¿Qué te ocurre, Lynn?-pregunta extrañada.

-Es…que…se trata de Lana-al oírlo nombrar a su hija fontanera, empieza a hacerse presente una incomodidad en la señora.

-Era eso entonces…-dice en un tono bajo, sin mirar al rostro a su esposo.

-Cariño, ese día le dijiste cosas muy fuertes a ambas…han estado distanciadas-mira a su esposa quien le da la espalda desde el otro extremo de la cama-Entiendo que lo que nos dijeron fue muy…sorpresivo por así decirlo, pero creo que debimos calmarnos…-se queda callado un rato, esperando que su esposa le responda.

-Por favor, ¿cómo podría calmarme?-contesta con un tono bajo.

-¿Tu estarías dispuesta a convérsalo ahora con más calma?-la pregunta llama la atención de la señora, quien lo ve con seriedad.

-Lynn, por favor, no me digas que tu estas a favor…-lo mira fijamente.

-Ósea…es complicado, ese día, se notaba que cuando las separamos, sufrieron de verdad-la señora se levanta para ir a sentarse junto a su esposo.

-Solo están confundidas…un capricho…-dice con emoción aparente.

-Pues…¿has notado como a estado Lana?, ósea, ella, ustedes, casi ni se hablan-Rita lo interrumpe.

-Eh tratado de hablar con ella-dice con firmeza.

-¿Segura?-pregunta viéndola fijamente. Rita piensa un poco en ello.

-Este…algunas veces-piensa con pena.

-Querida, ella no pareciera estar interesada en hablar conmigo o contigo-expresa con tristeza.

-¿Y tú crees que me gusta?, cariño, a mí me gustaría que Lola este con nosotros, que las dos estén juntas aquí en la casa, pero tú como todos sabemos que es una tarea difícil-dice la señora.

-Lo sé, pero como sus padres, deberíamos ser más responsables en este tema, incluso estaba considerado lo que propuso Lisa…-el señor es interrumpido por Rita.

-Lynn…¿te das cuenta de lo que estás diciendo?-pregunta con una mirada seria.

-Solo digo que estaba pensando en ello…solo si…no queda de otra…-piensa en ello, la única solución que podría arreglar esto en la familia, o al menos lo que sonaría como si lo hiciese.

-Escúchame, dejaremos la conversación hasta aquí…-dice molesta la señora, haciendo que el señor Lynn desista con pocos ánimos.

En la habitación de la genio, esta se encuentra revisando una carpeta, muy concentrada, mientras anota sus tareas en su agenda, es cuando siente que llaman a su puerta.

-Tienes permiso de entrar a la habitación homo sapiens-dice sin despegar su vista en la carpeta, cuando siente que entran casi azotando la puerta.

-¡Lisa!-Lily se acerca muy estresada hacia la genio.

-¡Lily!, te tengo que decir nuevamente que nada de entradas dramáticas-informa ligeramente molesta.

-Perdón, ¿le hice daño a la pared con el picaporte?-mueve un poco la puerta, para ver que efectivamente hizo un ligero rasguño-Ups…-la chica con lentes mira con los ojos entrecerrados a la rubia.

-¿Por qué tanto escándalo?-la rubia menor toma una silla de la habitación y se ubica cerca de la genio, con una mirada seria, incomodando a la genio de cabello castaño.

-¿Has pensado en alguna manera de ayudar a ya sabes quiénes?-pregunta en un tono serio, causándola gracia a Lisa, quien da una pequeña risita, molestando a la rubia.

-Mis disculpas Lily, es solo que, ya sabes, tu, hablando serio, me causa una gracia particular-entonces Lisa nota que Lily se le nota un tanto molesta por el comentario, dejándola hablar.

-Estoy seria asi por Lana y Lola-ante lo dicho, la genio se pone igualmente seria, levantándose de la silla y dirigiéndose a la ventana que se encuentra abierta.

-Es evidente…-dice sin más.

-¡Por favor!, dime que tienes planeado algún tipo de…-Lisa la interrumpe.

-Esta situación en la que actualmente se encuentra la familia no es un juego o algún tipo de aventura, hay cierta discrepancia ante lo que siente nuestra unidad fraternal con poco habito a la limpieza con la princesa de las pasarelas, es sin lugar a dudas una situación, discusión, un problema que no deberíamos tomarnos a la ligera-le comunica a la rubia menor, quien no se le nota muy convencida con lo dicho por la peli castaña.

-Espero que lo que me dices no resulte en una respuesta llena de alternativas, donde elegir que ambas no necesitan de nuestra ayuda sea la respuesta correcta-ante lo dicho por Lily, la genio levanta una ceja.

-¿Qué?-Lily toce un poco.

-Que sugieres no ayudarlas-aclara.

-Es lo mejor, ese día quedaron claras las cosas, las interacciones humanas, aunque se puedan entender de base, pueden acarrear varios problemas, sobretodo sino se toman las decisiones adecuadas como lo hicieron ese día, con lo de separarlas por dos años, te puedo decir sin duda alguna que será demasiado difícil, es obvio, pero…-Lily la interrumpe.

-Por eso tenemos que ayudarlas, por favor Lisa, confío en ti-esas palabras hacen producen una agradable sensación en la genio.

-Te lo agradezco, unidad fraternal menor-le da una ligera sonrisa a la rubia menor-Te quiero hacer la siguiente pregunta…-Lily expectante le toma atención-Se honesta…¿qué tan de acuerdo estas con Lori, sobre el asunto de que no soy una persona normal?, sé que no eran esas palabras exactas, pero era lo que daba a entender-Lily se la queda viendo sin aparente emoción, hasta que empieza a hablarle.

-Seré sincera contigo-Lisa le pone atención-Antes sí, ahora no-ante la respuesta, la genio se queda callada, un tanto descolocada.

-Okey, esa respuesta fue muy directa y breve-Lily empieza a reír, siendo correspondida por Lisa.

-Es demasiada sinceridad-dice entretenida la rubia menor, a lo que comparten un agradable momento entre ellas. Pasa un rato, cuando la genio deja de reír, entonces nota preocupación en Lily.

-Lily…-la genio se acerca a la mencionada, hace querer calmar a la pequeña.

-Disculpa…esto me pone un poco frágil, perdón-Lisa ante las palabras de Lily, se ajusta sus anteojos, viéndola con determinación.

-De acuerdo, lo tomaré en consideración-al oír esto, Lily se emociona notoriamente, abrazando a Lisa, quien se incomoda ante la muestra de afecto-Okey, muy lindo, ahora suéltame-la menor hace caso y se aparte de ella contenta.

-Por cierto, ¿por qué tienes la ventana abierta a estas horas y con este viento?-le consulta.

-Tienes razón-cierra la ventana al darse cuenta.

Al día siguiente, ante sin clases a las que asistir, Lana se levanta un poco más tarde a lo habitual, dirigiéndose a la cocina, notando que sus padres salieron junto con Lily, esto al leer una nota en el refrigerador, una nota escrita por el señor Lynn. Mientras Lana prepara su desayuno, invita con discreción a sus demás mascotas, quienes se reúnen en la cocina junto con ella.

-Okey, Sprog, Rolly, compartan con el resto-las ranas asienten.

-Grandes mañanas unidad fraternal-Lana se sobresalta por el repentino saludo de Lisa, a lo que la fontanera ríe nerviosa.

-Hola-saluda con una sonrisa nerviosa, tratándose de calmar.

-Entonces, ¿te parece normal darle de comer a tus mascotas en la cocina?-le consulta viéndola fijamente.

-No sé tú, ¿te parece normal saludar diciendo grandes mañanas?-le da un par de codazos mientras le guiña, un gesto que no divierte a la genio, quien la mira fijamente.

-Como sea, si no estoy errada, ¿hoy te juntaras con la amiga de Lola?-pregunta mientras se aparta de los amigos de sangre fría de la fontanera, notándose incomoda.

-Por supuesto, nada muy formal, solo la quiero instruir como lo hice con Lola-expresa con aires de grandeza.

-¿Cómo Lincoln lo hizo?-le pregunta mientras se aparta con cuidado de las ranas, cuando nota que Lana está frunciendo el ceño por el comentario.

-Más o menos-dice casi en susurro.

-Discúlpame-expresa Lisa incomoda.

-Tranquila, solo son cosas mías estos problemas-comenta mientras abre un frasco lleno de moscas a sus ranas, asqueando en cierta medida a Lisa, quien prefiere continuar conversando.

-Es que esos problemas también lo son hasta cierto punto de Lily también-Lana se la queda mirando.

-Sé que se preocupa, pero yo le dije…-es interrumpida por Lisa.

-¿Qué importa lo que le hayas dicho?, estamos involucradas en esto desde que lo supimos, desde que decidimos ocultarlo de la familia, ya ni tengo que mencionarte los resultados-dice la genio un poco molesta en su tono.

-Tampoco quiero que lo vean como una especie de obligación, me metí en esto con Lola-dice un tanto dolida pensando en ello, en ese día cuando Lola se fue de la casa, una despedida dulce y triste para ambas.

-¡Lana, por favor!-exclama la genio-Escúchame, no sientas que esto lo tienen que afrontar solas, debemos apoyarnos, como siempre lo hicimos, como Lincoln lo hizo con nosotras-Lana mira fijamente a Lisa.

-¡Y yo te pido que no me hables de ese imbécil!-esas palabras sorprenden un montón a Lisa, al igual que a Lana en cierta medida. Hay un silencio incomodo, el cual Sprog y Rolly tratan de calmar mientras comen igualmente incomodos.

-Esa manera en que te referiste a nuestra única unidad fraternal masculina fue…un poco fuerte-le dice mientras se la queda mirando preocupada.

-Lo sé…-dice sin aparentar arrepentimiento ante lo que exclamó.

-Nuestro hermano lo hizo porque pensó que…-es interrumpida por Lana.

-¿Por qué era lo mejor?, ese día, Lisa, cuando nos descubrió a Lola y a mí, le expresamos lo que sentíamos la una por la otra, parecía entenderlo…pero tampoco es que tenga los ánimos de hablar de él-la genio se la queda mirando, pensando en que decirle.

-Pues…no creo que él las odie, simplemente pensó que era lo correcto votar a favor, ciertamente es un tema complejo-Lana mira con pocos ánimos a la genio.

-Simplemente no me hables de él-pide la fontanera.

-Tendrás que afrontar lo que te está pasando ahora, porque ignorarlo no lo solucionará-opina Lisa.

-Lo entiendo-dice Lana.

-Y te apoyaremos-dice Lisa con una sonrisa amigable, lo que calma a la fontanera.

-¿Acaso Lily te puso sentimental?-le sonríe de manera burlona, molestando un poco a la genio.

Al llegar al establecimiento escolar al inicio de semana, Lola se prepara para iniciar la semana, sin mucha motivación, a diferencia de la modista, quien si se percata de cómo se encuentra la rubia menor. Luego de llegar a la preparatoria, nota a algunas compañeras susurrando entre ellas mientras la ven pasar, no alcanza a escuchar mucho de lo que hablan, solamente un par de palabras que podrían dar como entendido que estaban diciendo su apodo, el cual ahora no pareciese ser un factor positivo para ella, en este momento, aun cuando imponía respeto por el mismo. Esto es habitual después de un par de días desde que llegó. Durante las clases, Lola pone un mínimo de atención, aun pensando en aquella chica similar a ella, la fontanera, su hermana, su relación por la que está ahora donde vive Leni. El primer mes se ponía a pensar en maneras de convencer al resto, pero, al recibir un par de llamadas del señor Lynn, unas llamadas que solo se limitó a darle ánimos, más no en darle opciones. Ella podría intentar actuar de manera más agradable con el resto, para que su imagen del pasado se disipe para el resto que no la conoce bien, pero no le importa, no es prioridad para ella, por ahora. Durante el receso y el almuerzo, ella es acompañada por un par de chicas fanáticas que se les ven muy animosas.

En el departamento de Leni, la rubia de ropas rosadas escribe en su diario, acostada en la cama de su habitación. El contenido que escribe no pareciera ser de algún acontecimiento ocurrido este día. Leni entra en la habitación.

-Lola, ¿aún no se te antoja cenar?-le consulta un tanto preocupada. Lola niega sin mirarla al rostro-Entonces te lo dejo, si quieres te lo puedes llevar para almorzar-le sonríe un poco nerviosa. Lola asiente, a lo que Leni se marcha. Ya a solas, la chica de ropas rosadas sigue anotando su rutina para un próximo certamen, pero, no pareciese tener interés al no notarse muy atenta o pensativa en lo que anota. Mientras hace sus tareas, piensa en Lana y en Lindsey.

Lola siente lo evidente. Ella debería estar con ella. Al pensar en ese día, el enojo hacia quienes la hicieron irse aumenta, ya no queriendo seguir donde Leni, teniendo una gran impotencia por la decisión, la que fue aceptada por sus padres, la mayoría de sus hermanas mayores, pero al pensar en el único varón entre los hermanos, una desilusión pasa por ella, más aún cuando según parecía, el muchacho las entendía. A pesar de esto, aún quiere estar con la fontanera.

Es de noche en la ciudad, con una lámpara encendida, Leni está revisando una tela que una de sus amigas le regaló, observándola para pensar en que ocuparla. Escucha una puerta abrirse, una señal de que la princesa Loud al fin salió de su habitación, alegrando a la rubia modista. Leni nota que es un poco tarde, por lo que piensa en ayudar a Lola con el almuerzo, saliendo con un poco de cuidado. Sale sin hacer mucho ruido, caminando en dirección al comedor. Al llegar, la animosidad de Leni pasa a una duda, de alerta. Lola está en la puerta de salida.

-¿Lola?-la modista se acerca a la rubia vestida de rosa.

-¡Leni!-Lola se asusta, girándose para ver a la mayor, quien nota que la princesa Loud esta con una maleta. La expresión en el rostro de Leni se le nota seriedad.

-¿Qué estás haciendo?-pregunta de manera fría, pero la menor la mira molesta.

-¿Tu qué crees?-dice en un tono que denota el enojo. Leni trata de detenerla, por lo que se acerca a ella.

-Lola, te lo pregunto por qué si es lo que parece sería una terrible idea-se acerca con una expresión más calmada-¿Qué piensas hacer?, ¿cuál será tu siguiente paso?-cruza sus brazos mientras mira a la menor tocando el picaporte de la puerta.

-Me las arreglaré-gira el picaporte, Leni se le nota molesta, a lo que se acerca más hacia ella.

-¿Qué tan segura estas?-dice en un tono más serio.

-Totalmente segura-dice cortante, pero la modista la agarra del brazo.

-¿Piensas ir por Lana?, ¿para qué?, ¿para que el resto de nuestra familia te descubra y después a ella?, ¿si quiera has pensado si tu plan no sale como lo pensaste?-Lola se suelta del agarre de Leni con brusquedad.

-Tu sabes muy bien con quien hablas-le dice molesta sin mirarla, pero Leni se pone enfrente de ella para que la vea, a lo que la menor la mira con una leve molestia en su expresión.

-Sí, con mi hermana menor que está actuando de manera muy infantil-le regaña, a lo que Lola se aleja de la puerta enfadada, siendo seguida por la modista.

-¿Y qué quieres que haga?, ¿qué obedezca lo que el resto estableció?, ¿qué siga alejada de Lana?-se detiene cerca del sofá.

-¡Si!-exclama la modista, tratando de que Lola entre en razón.

-Ni siquiera entiendo porque decidiste no votar, si actúas igual que ellos-la ve fijamente más calmada.

-¿A qué te refieres con ellos?-le consulta sin tener idea a lo que se refiere.

-A mamá, a Lori, imponiendo lo que creen correcto, despreciando este cariño diferente…como Lincoln, un traidor que primero se pone a llorar para luego escupirnos-al referirse de su hermano mayor, Lola se le nota más molesta que antes, notándolo la modista.

-Al resto de nuestra familia le está costando y estoy segura que a muchas demás les costaría esto, pero lo que pensamos, la decisión que tomamos al separarlas es muestra de que…-es interrumpida por Lola.

-¿Les importamos?-dice en burla, molestando a la modista.

-Lola, no lo digas en ese tono-en ese momento la mencionada mira molesta a Leni.

-Tú no debes cooperar en separarme de ellas-saca el celular que le habían dado y lo arroja al sofá, asustando a Leni, quien trata de calmarla.

-Y tú no debes irte de aquí, porque al hacerlo no solo le estas faltando el respeto a nuestra familia, sino a mí también, al irte de aquí, del lugar que con todo mi cariño ofrecí para que te quedaras-Lola le da la espalda mientras se sujeta del sofá.

-¿Respeto?, ese día no escuche respeto, ese día de porquería escuche…-Leni la mueve para que la mire, lo que no le agrada a la rubia menor.

-Por mí, no hubiese dejado que la discusión pasará ese montón de descalificativos, pero…-entonces la princesa Loud la empuja y se va hacia la puerta-¡Lola!-alcanza a agarrarla de la muñeca.

-¡Suéltame!-trata de ir hacia la puerta.

-¿Crees que te dejaré ir?-dice con esfuerzo mientras evita que se largue con su maleta.

-¿Y si te digo donde iré me dejarás salir?-se acerca cada vez más a la puerta.

-¡Por supuesto que no!-grita ya harta, pero justo en ese momento, Lola logra soltarse de Leni, mirándola molesta de frente, dejando expectante a la modista.

-¿Qué quieres probar?-le consulta con seriedad.

-¿Probar?-cuestiona enojada y confundida ante esto.

-¿Crees que no me doy cuenta?, ¡¿de cómo quieres que Lori y nuestra familia dejen de pensar que eres una tonta?!-al decirle esto, la molestia de Lola deja de subir luego de sentir en su rostro una cachetada por parte de Leni, haciendo que la princesa Loud casi se caiga, dejándola impactada ante tal acción, al igual que la modista, quien, al darse cuenta de lo que le hizo, se acerca a la rubia de ropas rosadas, muy preocupada. Lola se va con prisa a su habitación, dejando a Leni sola en la sala de estar, con las maletas.

Pasa media hora aproximadamente, en la que la modista se pone a reflexionar sobre lo ocurrido. En ese momento varios sentimientos pasan por su mente, las experiencias de las que ella fue testigo, todo hilado a las dos opuestas, a su tan particular relación, el como lo han afrontado. Ella piensa que hizo lo correcto, está segura de ello, pero eso no la deja tranquila. La preocupación por la menor es suficiente como para luego de un largo rato decida ir a verla. La habitación donde se aloja la princesa Loud está sin una luz prendida, pero con sus cortinas un poco cerradas, alcanzándose a ver y ser iluminado el lugar con el cielo nocturno. De manera pacífica va donde la rubia de vestimentas rosadas, quien se encuentra acostada, mirando al techo, sin emoción aparente en su expresión, notando que la modista entró a la habitación al alzar ligeramente la mirada hacia la entrada. Leni al avanzar hacia ella, nota que esta tiene los ojos humedecidos, solo un poco, una mirada sin ánimos de mostrar emoción alguna. La modista se sienta mirando hacia Lola, quien no la ve a los ojos, siguiendo su vista al techo.

-Hola-saluda la modista con una voz calmada.

-Hola, Leni-saluda con simpleza.

-¿Puedo estar aquí un rato?-pregunta con una ligera sonrisa.

-Es tu departamento-dice nuevamente con simpleza en su tono.

-Pero tu habitación-entonces mira a lo poco, pero suficiente que las cortinas dejan ver a través de los ventanales, transmitiendo en Leni cierta tranquilidad-Me gusta a veces sacar las cortinas durante la noche, se pueden ver el cielo, hermoso, iluminado, mucho más cuando los demás dejan las luces apagadas en los edificios vecinos-comparte a su hermana menor, quien le presta un mínimo de atención. Ambas al mirar el cielo nocturno, aún con las luces de la calle, se logra apreciar un mínimo la particular belleza que tiene, dando cierta tranquilidad, un relajo, una sensación pacifica, aún con lo acontecido. Lola piensa con quien podría compartir este momento.

-La extraño-dice casi en susurro.

-Lo sé-le contesta.

-Y ver este cielo nocturno no me hace dejar de pensar en ella por un rato-le dice mientras sigue mirando por los ventanales.

-¿Y porque lo haría?-luego de decir esto, le da un abrazo, el cual es correspondido por su acompañante.

La fontanera no obtiene respuesta alguna de su querida Lola. Una inquietud es evidente en ella, teniendo la certeza de que su madre tiene que ver en todo esto, resultaría lógico con lo ocurrido, pero aún cuestionando porqué ni siquiera se lo dijeron, la poca confianza o más bien, incomodidad que hay tanto en su madre como con ella es tal, que apenas sus miradas se cruzan, evitándolo a cada momento. Ante todo, lo acontecido, la fontanera no tiene otra opción que hablar con su madre después de clases. Ya en la hora del almuerzo, Lindsey se dirige hacia Lana, quien luego de despedirse de sus amigos, se junta con la pelirroja, quien le da una pequeña sonrisa, aunque eso no necesariamente quiere indicar una tranquilidad en la relación entre ambas.

-Hola, Lana-saluda la pelirroja quien lleva a la fontanera a un lugar privado donde puedan conversar con tranquilidad. Luego de conseguir las llaves del salón de música gracias a una amiga, la señorita Sweetwater invita a la mecánica a hablar.

-El entrenamiento del fin de semana estuvo bastante agotador, pero nosotras como una gran pareja de entrenamiento hemos dado lo mejor-dice con entusiasmo-Pero a lo importante, ¿de qué querías hablar?-pregunta sentándose en la mesa del docente, mientras la pelirroja se sienta en una de las sillas.

-Lana…-hay un breve silencio que incomoda a la fontanera-Pues, yo no sé cómo expresarlo, pero tengo que preguntártelo…-la pelirroja mira a los ojos a la rubia quien se impacienta.

-Por favor, no me tengas en el suspenso reina del drama y dime-pide mientras da ligeras patadas.

-De acuerdo…-avisa de inmediato-Lana, ¿tu como lo has llevado?-la pregunta no recibe respuesta inmediata de la fontanera, quien pasa su mirada de su amiga, hacia el piso, con una ligera seriedad.

-Obviamente no estoy de lo mejor, pero trato de seguir adelante-Lindsey levanta una ceja.

-Por favor…-dice un poco de molestia en su tono-¿Me estás diciendo que el hecho de que la persona que quieres este alejada de ti no te hace sufrir?-hay otro breve silencio entre ambas, el cual se vuelve más inquietante.

-¿Y qué?, ¿quieres que me ponga a llorar?-dice evidentemente enojada, a lo que Lindsey se levanta mirándola de frente.

-Pues en otras ocasiones sería divertido-Lana levanta una ceja ante el comentario-Pero lo que me molesta es que estés mintiendo ante lo que está ocurriendo-la molestia de la pelirroja hace pensar a Lana hacia dónde va la conversación-Lana…por favor, tu entiendes el porqué de esto…has estado así por meses, ocultando apariencias, que sigues igual de contenta, claro, la primera semana se te notaba la tristeza, pero que ahora finjas y que además se te noté…-es interrumpida por la fontanera.

-Lindsey, no puedo hacer más-se denota en su voz una tristeza que trata de no exteriorizar.

-Pareciera que te estas excusando-menciona, lo que molesta a la fontanera.

-¿Qué piensas que puedo hacer?-le consulta.

-Claro que puedes hacer más, habla con tus padres, que te dejen hablar con ella, tu no estarías así si hablases con ella aunque sea una vez a la semana, pero es evidente que interrumpieron la comunicación entre ustedes, ¿me equivoco?-la pregunta genera molestia en Lana, quien camina por la sala, tratando de calmarse.

-Es obvio, pero a la vez no, digo, ni siquiera me lo dijeron, sé que no estoy en posición de quejarme por…-Lindsey se acerca a ella, agarrándola de la ropa, mirándola fijamente.

-Ahí estas, con tu actitud derrotista de hace meses, desde que se fue, arregla esa actitud tuya, ya no pareces la chica de la que se enamoró mi…-Lindsey no quiere seguir, a lo que suelta a la fontanera, quien se la queda mirando con pena, por ambas, pero también pensando en cómo lo debe estar pasando Lola.

-Lindsey…tienes razón, en parte, creo que le estoy dando la razón a mi familia, de que solo fue simple atracción y no un cariño real, al estar así, sin hacer acción alguna, solo cumpliendo lo que dicen ellos-dice molesta consigo misma-Quiero, amo a Lola-le contesta.

-¿Entonces qué esperas?-pregunta acercándose a ella-¿Tú la amas en serio, Lana?-Lana asiente.

-Por supuesto que la quiero mucho…tenía pensado preguntarle a mamá…ya no me importa si estoy en posición de exigirle explicaciones o no, yo quiero comunicarme con ella-expresa mientras piensa en Lola.

-Entonces ve y habla con tu mamá-comenta Lindsey, cuando suena la campana, a lo que ambas se disponen a salir de la sala.

-Tranquila, lo haré por ambas, solo espero que resulte esto-dice Lana con determinación, esto mientras Lindsey se le adelanta para salir de la sala, pero justo cuando está por salir, nota la puerta un poco abierta, llamándole la atención.

-Pensé haberla dejado cerrada, que raro-comenta en susurro para sí misma-Okey, entonces dile a tu madre del tema-habla Lindsey a Lana mientras salen de la sala.

La fontanera llega después de clases a su hogar, esperando impaciente a su madre mientras lidia con las peticiones de Lily.

-Lana, me dijiste que me dejarías conducir el vehículo especial tuyo y de Lola-dice impaciente.

-Lily, te dije que te enseñaría a conducirlo, te puedes lastimar-le corrige, cuando de pronto llega su madre, a lo que se levanta del sofá-Hola-saluda en un tono serio a su madre quien le presta atención.

-Hola-dice con sorpresa, no solo porque le dirigiera la palabra, sino en el tono que le saludo.

-Quiero hablar contigo-pide en el mismo tono, dándole una idea a la señora de lo que quiere hablar. Lily esta evidentemente incomoda.

-Iré a…estar en otro lugar-al decir esto sale caminando un tanto apresurada, dejando solas a Lana y Rita.

-Okey, ¿qué es tan importante como para recién dirigirme la palabra?-pregunta la madre.

-Por favor mamá, tú estabas también en ese plan-comenta molesta.

-¿Cómo querías que me dirigiera a ti?-dice con seriedad.

-¿Es enserio?, eres mi madre, deberías ser quien dé el primer paso-le comenta en el mismo tono.

-Lo sé, pero…a ningún padre lo preparan para este tipo de situaciones-comenta un poco más calmada.

-Pues nadie le enseñan a serlo, pero en fin…quería hablar de Lola-dice esto último aparentemente más calmada.

-¿Qué pasa con Lola?-le consulta, pareciendo que le sorprende que le preguntase de ella.

-Seré breve, ¿se pusieron de acuerdo de limitar las llamadas entre nosotras?-se acerca a su madre, quien no tarde en contestar.

-Sí-responde con simpleza.

-¿Y porque no me lo dijiste?-la mira entrecerrando los ojos, lo que incomoda en cierta medida a la señora.

-Solo sería por un par de meses, además…¿en serio piensas que no es lo mejor?, mantenerlas comunicadas después de traicionar la confianza de su propia familia no lo sería, solo trato de…-la señora se sienta junto a Lana-…trato de que su relación se normalice-Lana se levanta del sofá.

-¿Tu crees que no me doy cuenta que lo que hacemos no es normal?-dice molesta.

-Y aun así lo hacen-contesta seria.

-Pero…no creo que necesariamente…escucha, yo…no quiero seguir guardándomelo…ambas nos queremos…-es interrumpida por Rita.

-Ya basta Lana, aunque ambas digan o crean que se quieren de esa manera, están fracturando a la familia, ¿en qué fallamos nosotros?, no tengo idea, pero…entiende, esto no es amor Lana-se levanta y pone su palma en el hombro de la fontanera-Esta relación que tienen es demasiado extraña, no es habitual que entre la familia, sobretodo entre los más cercanos como son los propios hermanos sientan cosas como…ya entiendes, enamorarse, únicamente estas cosas pasan cuando hay una gran disfuncionalidad, cuando…buscan satisfacer ciertas…-la conversación incomoda a Rita, pero Lana luego de quitar la palma de su madre, se aleja un poco de ella.

-Ya te lo dije, nosotras no hicimos nada de lo que insinúas, además…ambas aceptamos lo que sentimos, no fue lo que mencionas lo que nos hizo empezar la relación, fueron cosas más personales…puede que seamos la excepción, por esa misma razón te pedimos, incluso te ruego que nos entiendas…-entonces un par de lágrimas salen de ella-Por favor-es en ese momento que Rita le da la espalda a Lana, dejando a esta expectante.

-Perdón por haber actuado de esa manera ese día, por estar alejada, de no estar del todo en mi rol de madre…si quieren pueden seguir con lo suyo…-en ese momento la tristeza se disipa y pasa a ser una pequeña alegría, emocionando a Lana.

-¿Lo dices en serio?-se acerca a su madre, pero antes de que llegue donde ella, esta se aleja.

-Pero lo que acordamos sigue en pie…hasta que sean mayores de edad…-dice en un tono serio, pero Lana asiente.

-Pues trataré de…-pero es interrumpida por Rita.

-Pero…-mira a Lana-Ustedes siguen con lo suyo, pero no esperen que las apoye o que las quiera ver junto a Lily frente mío, porque por más que lo deteste, sé que es por mi culpa en parte que ustedes estén así, pero si quieren seguir adelante, a pesar de supuestamente haber ido con expertos, pues…no esperen que las apoye-las lágrimas salen de Rita, a lo que Lana va donde la señora, pero esta se aleja, dirigiéndose a su habitación. Lana se queda sola en la sala, pensando en lo que dijo la señora Loud.

En la puerta de un departamento, un muchacho toca, siendo atendido por una chica de pelo castaño.

-Hola-saluda Lincoln.

-Hola hermano-saluda Luna quien abraza al muchacho-¿Qué te trae por aquí?-pregunta mientras lo invita a pasar.

-Pues estaba con los chicos de visita a una convención, aproveché de visitarte, ¿y Sam?-consulta.

-Ella salió con su hermano…-Luna se acerca a Lincoln cerca de su oreja-Tengo visitas-dice en un tono serio.

-¿En serio?-se sorprende Lincoln al estar en la sala y notar quien está ahí-¿Luan?-nota a la mencionada sentada en el sofá-¿Estas de visita?-entonces nota a la peli castaña con pocos ánimos.

Luego de un día agotador, la nueva rutina de Lola le ofrece una sesión de modelaje con las prendas de la modista, una actividad que, si bien no hacen alejar sus problemas, la distraen por un rato, admirándose a ella misma. Mientras Leni observa a Lola, esta se fascina al verse en el espejo, pensando en parte que ella puede lidiar con cualquier competencia, más aún con los vestidos de diseño único confeccionados por su hermana, quien se le contenta.

-Para tu próxima competencia podríamos repartirnos las ganancias-propone Leni, sin obtener respuesta de Lola, molestando un poco a la rubia con lentes-Lola, es lo justo, no me ignores-ante las palabras, Lola le presta atención, notándose que sus pensamientos estaban ocupados en otro tema.

-Perdón-dice con una leve sonrisa.

-¿Estabas pensando en ella?-la pregunta inquieta a Lola, siendo evidente para Leni-¡Perdón!, no debí preguntártelo, pero…-es interrumpida por su modelo.

-¿Pudiste tomar lo que ella había roto?-Leni no entiende a primeras lo que quería decirle, pero, ante el hecho de estar modelando vestidos, tiene una idea.

-¿Hablas del vestido?-Lola asiente-Pues tome lo más que pude, ella…prácticamente lo dejo estropeado-Lola se siente mientras la escucha-Si me lo preguntas, no sé si podré arreglarlo-la rubia refinada mira a la mayor.

-Otra cosa linda que no estamos seguras de poder arreglar-ante las palabras llenas de tristeza, Leni se sienta junto a ella.

-Lola-pone su mano encima de la de ella-Has estado así por meses-Lola la mira.

-Porque no es justo…nadie nos entiende-no siente poder seguir. Leni la mira con pena-Para ti es sencillo, tu enamoras de un chico y el único temor que puedes tener con esa relación es que acepte o no, pero lo que tuve con ella, lo que aún siento…¿mamá y papá nos llegarán a perdonar?-la modista se pone a pensar en las palabras de Lola, en la manera en que lo dijo, como lo expresó, junto a su actitud estos meses, el conflicto de la otra noche. Estar al tanto de la situación emocional de Lola no la hace sentir tranquila, solo hay preocupación, una que es alejada por breves periodos, aun sin ser suficiente. Sé enteraron de todo lo que hicieron para asegurarse, de mantenerlo a raya, por lo que, no encuentra otra manera de tranquilizarla.

-Lola…hablaré con alguien por un rato, quédate acá-sale de la habitación. Entonces, Leni empieza a llamar a alguien, esperando impaciente que le contesten, hasta que alguien atiende.

-Unidad fraternal número dos, ¿cómo estás?-la conversación empieza.

La señorita Sweetwater al llegar al establecimiento escolar el día siguiente, nota que sus dos amigas van hacia ella con una obvia preocupación en sus rostros, lo que llama la atención a la pelirroja que no tiene idea del motivo de esas expresiones.

-Lindsey, ¿podemos hablar contigo?-le pregunta una de ellas.

-¿De qué?-duda la pelirroja.

-¿Es cierto lo que dicen de Lola y Lana?-esto alarma de sobremanera a Lindsey, quien solo puede significar lo obvio.

-¿De qué hablan?-ante la duda, una de sus amigas le explica. Lindsey no lo puede creer-Tengo que avisarle-dice para luego llamar a la fontanera.

Leni espera el autobús junto a Lola, quien se le ve con su entusiasmo habitual, cuestionándose si debe hablarle sobre la conversación que tuvo. La princesa Loud nota la mirada cariñosa que le da la modista.

-Leni, tal parece que estás particularmente animada hoy-comenta con un tono un tanto más animoso, dejando impaciente a la modista de poder hablar del tema con Lola.