Disclaimer: Twilight le pertenece a Stephenie Meyer, la historia es de Violet Bliss, la traducción es mía con el debido permiso de la autora.

Disclaimer: Twilight is property of Stephenie Meyer, this story is from Violet Bliss, I'm just translating with the permission of the author.

Capítulo beteado por Yanina Barboza

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OUTTAKE ROSALIE

Rosalie estaba leyendo cuando Alice llamó, una novela romántica que nunca se habría atrevido a leer mientras Edward vivía en la casa, por el riesgo de que él tocara su música cada vez que la heroína inevitablemente se rindiera ante el héroe, haciendo el amor salvaje y apasionado para ahogar esa imagen mental del evento. Ella tenía muy buena imaginación.

Suspiró y tomó el teléfono, ni siquiera tuvo la oportunidad de hablar antes de que la voz frenética de su hermana llegara a su oído.

—Rose, tienes que llegar a Bella. Tienes que llegar a ella ahora. Está en el bosque detrás de su casa, hay un puma…

—Estoy corriendo ahora, Alice —dijo Rosalie antes de dejar caer su teléfono en el piso de la habitación de ella y Emmett, sin siquiera detenerse para terminar la llamada. Saltó por la ventana del dormitorio un segundo después, la ansiedad ya arañaba su pecho.

Los árboles pasaban volando mientras ella se empujaba más rápido, deseando tener la velocidad de su hermano menor y mayor.

Edward.

Su nombre pasó por su mente una y otra vez mientras cerraba la distancia entre ella y la mujer que él amaba, la mujer que le devolvió la vida.

Edward, Edward, Edward.

Incluso ella tenía que admitir que durante los últimos meses comenzó a creer en su plan. Notaba la forma en que se miraban el uno al otro, cómo gravitaban el uno hacia el otro de la forma en que lo hacen las parejas.

Y durante los últimos meses, Bella se convirtió en una amiga.

Se acercaron en Navidad, por su amor por las novelas románticas. Bella se estaba quejando de que estaba en medio de una depresión en la lectura y Rosalie le dio una lista de sugerencias. Cuando Edward se burló y puso los ojos en blanco, Bella levantó las cejas antes de decirle, con una cara completamente seria, que le debía mucho a ese tipo de libros.

La miró durante un largo segundo, el hambre cruzó por su rostro antes de tomar a su prometida en sus brazos y alejarla lo suficiente para que el resto de ellos no la oyeran.

Ni siquiera se molestaron en ocultar sus sonrisas cuando regresaron.

—No está mal, Swan —le dijo Rosalie, con una sonrisa en su rostro—. Incluso si es con mi hermano.

Edward le arrojó un libro a la cabeza, pero ella lo detuvo en el aire antes de que pudiera dar en el blanco y se lo arrojó.

Lo atrapó con una sonrisa y fue entonces cuando ella realmente se dio cuenta de lo mucho que Edward había cambiado, la frecuencia con la que sonreía desde que encontró a Bella, supo que lo había escuchado reír más en una semana que en casi todo un siglo.

La risa de él se convirtió en una sonrisa suave mientras leía sus pensamientos y no dijo nada, pero más tarde esa noche, cuando él y Bella se fueron a su casa, la envolvió en un fuerte abrazo antes de irse.

La había abrazado solo una vez antes, cuando ella tenía pánico por el cuerpo de Emmett mientras él cambiaba, abrazándola hasta que se calmó lo suficiente como para observar realmente el cuerpo de su futuro esposo, para ver que sus heridas estaban desapareciendo, para escuchar que su corazón seguía latiendo.

Emmett, el nombre pasó por su mente también cuando finalmente encontró a Bella, el hombro de su cuñada entre las fauces de un puma, el olor a sangre impregnando el aire. Contuvo la respiración y se abalanzó, arrancando al depredador, su cuerpo aterrizó fatalmente contra un árbol caído, la luz de sus ojos desapareció en un momento.

—Bella. —Rosalie suspiró mientras se inclinaba sobre el cuerpo roto de Bella, su ropa desgarrada y cubierta de sangre, su corazón se debilitaba con cada latido que pasaba.

—Rose —susurró Bella, sangre en su boca, sus ojos oscuros clavados en los ojos dorados de Rosalie. No respiraba por miedo a lastimarla más, a matarla.

—Bella, no sé si puedo… —comenzó, pero fue interrumpida.

—No tienes que hacerlo, está bien. Sé que no habrías... elegido... esto… —gruñó Bella, debilitándose con cada palabra.

Rosalie se quedó quieta de la forma en que solo los vampiros podían hacerlo. No podía creerlo, que Bella le estaba dando la opción; la que ella misma no tuvo.

—Dile a Edward… —comenzó Bella pero no pudo terminar, sus ojos se cerraron, su corazón latía tartamudeando.

—No, Bella, no —gimió Rosalie, desgarrada, completamente desgarrada.

Ella nunca hubiera elegido esto para sí misma, nunca hubiera renunciado voluntariamente a envejecer, a tener hijos con un hombre que amaba, a dejar un legado de calidez y amor para los hijos de sus hijos.

—Rosie —llamó Emmett, a unos metros de distancia, con el cuerpo rígido por la falta de respiración. No se acercaría por miedo a acelerar la muerte de Bella.

—Em —susurró ella, su voz torturada. Estaría llorando si fuera humana, la esposa de su hermano muriendo en sus brazos.

Entonces miró a su marido, su mejor amigo. El hombre que hacía que valiera la pena vivir esta existencia inmutable. Ella lo amaba, con todo lo que era. Con cada fibra de su ser.

Cuando conoció a Emmett, había llorado increíblemente más profundamente por la vida que perdió, porque en todos los sueños que tenía sobre columpios en el porche y el cabello gris, lo imaginaba a su lado. Él era perfecto para ella, devolviendo a la vida el lado de ella que se arriesgaba y reía, el lado que pensaba que había muerto con sus sueños esa noche mientras yacía retorciéndose en la mesa de la cocina de Carlisle, con fuego en las venas.

Si no hubiera encontrado a Emmett, se habría prendido fuego décadas atrás. Pero lo había encontrado, y estaba ansiosa por pasar la eternidad con él a su lado, aprovechando al máximo su existencia.

Y sabía que Edward sentía lo mismo por Bella, sabía que nunca se recuperaría de la pérdida. Ella no sería la que sentenciaría a Edward a la eternidad sin felicidad, sin la alegría que cada miembro de su familia compartía con sus compañeros.

Le susurró un suave perdón a Bella y luego se inclinó y hundió los dientes en el cuello de su hermana.

Más tarde esa noche, mientras escuchaban a su hermano caminar al lado de su esposa mientras el veneno de Rosalie cambiaba su cuerpo, Rosalie y Emmett yacían envueltos el uno en el otro en su cama, completamente vestidos.

—No estaba seguro de que lo harías —susurró Emmett, su mano acariciando su cabello, sus ojos en los de ella.

—Casi no lo hago —confesó ella, siendo honesta con él, con una mano descansando sobre su corazón que no latía.

—¿Por qué lo hiciste? —preguntó suavemente. Tan grande como era, tan rudos como podían ser haciendo el amor, Emmett nunca era nada más que gentil con ella, nunca la dejaba dudar de su amor por ella, de su devoción. Era la cosa más verdadera que conocía en cualquier existencia.

—Esto —le dijo, presionando su mano suavemente en su pecho—. Se merece esto, ambos lo hacen.

Sintió a su compañero soltar un suspiro, amor en sus ojos mientras se inclinaba para capturar su boca con la suya. Él le sonreía suavemente cuando se apartó.

»Em, quiero que sepas que si mañana me encontrara una forma de volver, de ser humana, no lo haría si no pudieras estar conmigo. Quiero hijos, siempre los querré, pero no si eso quiere decir que no te tendré. En cada sueño que tengo sobre tener una familia, tú eres el que está sentado a la cabecera de la mesa, el que me sostiene de la mano y espero, espero, que lo sepas —le susurró, presionando su rostro contra la suave piel de su cuello.

—Rose. —Su nombre fue estrangulado cuando salió de su boca y se puso rígida al darse cuenta de que él no sabía eso, que lo quería por encima de todo.

—Te amo —murmuró en voz baja—. Mucho.

Se apartó para que se miraran el uno al otro, los ojos dorados se conectaron.

—¿Te casarías conmigo de nuevo, nena? —preguntó, con los ojos bailando de felicidad y lágrimas que nunca podría derramar.

—Una y otra y otra vez —afirmó ella, inclinándose para besarlo, su alma gemela, su mayor sueño.


Bueno, marcamos completa otra historia, muchas gracias por todo!

La siguiente historia será Graduate Bitterness, cuento con su apoyo para esta nueva aventura.

Gracias ;)