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Una adaptación a Crepúsculo por Redana Crisp.


Disclaimer

Los personajes le pertenecen a Stephenie Meyer. La historia a Rainbow Rowell. Yo sólo los mezclo y juego con ellos. Queda prohibida la reproducción total o parcial de este trabajo, que solamente es publicado en Fanfiction / . / Net.


Capítulo 31

—No te he escuchado quejarte del trabajo por un tiempo, —dijo Bree—. ¿Te está gustando más? —Ella había traído a sus hijos para el desayuno-almuerzo del domingo después de la iglesia.

La madre de Edward había hecho una caserola de patatas con huevos, pavo, tomates, hongos, diente de león, y tres tipos de quesos.

—El trabajo está bien —dijo Edward, tomando un bocado.

— ¿No estas aburrido? —preguntó Bree.

—Supongo que me estoy acostumbrando a eso—. Dijo, cubriéndose la boca.

— ¿Todavía estás buscando algo con un horario mejor?

Él se encogió de hombros.

—Estas horas serán grandiosas si decido volver a la escuela.

Bree frunció el ceño. Ella estaba especialmente nerviosa esa tarde. Cuando entró en la casa, su madre les había pedido a los chicos si habían tenido una buena conversación con su superior.

—Jesús —Bree había dicho—. Le decimos Jesús.

—Ese es uno de los nombres a los que él responde —había dicho su madre.

—Así que—Bree le dijo a Edward, apuñalando un hongo—, debes de tener suficiente dinero ahorrado para conseguir un lugar cerca del campus.

—No es un mal viaje en coche desde aquí —dijo de manera uniforme.

Su madre empezó a dar a todos una segunda ración de cazuela. Podía ver que ella estaba dividida. Por un lado, todavía no le gustaba la idea de que volviera a la escuela, por el otro, odiaba cuando Bree lo intimidaba.

— ¿Por qué hacen eso? —Dijo su madre, frunciendo el ceño ante sus nietos. Los chicos estaban clasificando la comida en montones en sus platos.

— ¿Hacer qué? —Le preguntó Bree.

— ¿Por qué no están comiendo su comida?

—No les gusta cuando las cosas se tocan —dijo Bree.

— ¿Qué cosas? —Le preguntó su madre.

—Su comida. No les gusta cuando los diferentes alimentos se tocan o se mezclan entre sí.

— ¿Cómo se sirve la cena, en bandejas de cubitos de hielo?

—Sólo comemos dos cosas, abuela, —dijo el hijo mayor, de seis años de edad, Jake Jr.

— ¿Qué dos cosas? —Preguntó.

—Igual que los perros calientes y macarrones —dijo Jake. —O hamburguesas y maíz.

—No me gusta la salsa de tomate en mi hamburguesa —dijo Ben, el de cuatro años de edad.

—Me gusta la salsa de tomate en el lado —dijo Jake.

—Bien —dijo la madre de Edward—, tomando sus platos y volcando la comida sobre el suyo.

— ¿Todavía tienen hambre? Tengo fruta, tengo bananas, ¿les gustan las bananas?

— ¿Así que te vas a quedar aquí? —Bree volvió a Edward con nueva ferocidad—. ¿Vas a seguir viviendo aquí?

—Por ahora —dijo.

—Edward siempre es bienvenido aquí —dijo su madre.

—Estoy seguro de que lo es —dijo Bree—. Es bienvenido a pudrirse aquí por el resto de su vida.

Edward dejó su tenedor.

—Abuela —dijo Ben— este plato está sucio.

—Eso no es suciedad —dijo—Tiene manchas cafés.

—Es de color plátano.

—Los plátanos son amarillos —dijo Jake.

—Edward no se está pudriendo —dijo su abuela.

—Él no está viviendo —dijo Bree.

—No me digas cómo criar a mi hijo.

—Él tiene veintiocho años —dijo Bree—. Tu trabajo está hecho. Ha resucitado.

—Al igual que Jesús —dijo Jake.

—No es como Jesús —dijo Bree.

Edward se levantó de la mesa.

— ¿Alguien más quiere jugo? ¿Ben? ¿Jake? —Sus sobrinos le hicieron caso.

—Nunca acabas de criar a tus hijos —dijo su madre—. Ya lo verás. No has acabado hasta que estas muerta.

—Jesús murió cuando él tenía treinta y tres años —dijo Jake.

—Deja de hablar de Jesús —dijo Bree.

— ¡Jesús! —dijo Ben.

—Todavía soy la madre de Edward. Todavía soy tu madre. Te guste o no, aún no he acabado de criarlos.

—Nunca empezaste a criarme —dijo Bree.

—Bree... —Edward hizo una mueca.

—Pueden retirarse, muchachos —dijo Bree.

—Todavía tengo hambre —dijo Ben.

— ¿Podemos ir a Wendys (1)? —Preguntó Jake.

—Quiero saber más sobre cómo ser una buena madre —dijo la madre de Bree.

—Te voy a decir algo —dijo Bree—. Mis hijos van a tener vida propia. Van a ir a citas, van a casarse y a mudarse. Yo no voy a hacer que se sientan como que no se les permite decirme adiós.

—Nunca te hice sentir de esa manera.

—Viniste a la guardería conmigo durante el primer mes.

—Tú me lo pediste.

—Tenía cinco años —dijo Bree—. Deberías haberme dicho que no.

—Estabas asustada.

—Tenía cinco años.

—Yo no envié a Edward hasta que él tenía siete años, y estoy tan contenta. Él estaba mucho más preparado. —Edward había sido preparado para el jardín de niños. Él ya sabía leer y hacer algunas sumas y restas. Terminó saltándose el primer grado.

—Oh Dios mío, —Bree estrelló el tenedor en la mesa—. ¿Puedes siquiera escucharte a ti misma?

—No hables de Jesús, mami —Ben susurró.

—Vamos, muchachos —dijo Edward—, vamos a salir a la calle. Vamos a jugar a fútbol.

—Eres un jugador de fútbol muy malo —dijo Jake.

—Lo sé —dijo Edward—. Ustedes me pueden enseñar.

Las ventanas de la cocina estaban abiertas. Incluso después de que Edward llevara a sus sobrinos afuera, todavía podía oír a su hermana y a su madre gritando.

— ¡La comida se toca! —Edward oyó decir a su madre—. ¡El mundo toca!

Después de veinte minutos, Bree se asomó por la puerta de atrás y les dijo a los niños que vinieran a decir adiós a la abuela. Bree se veía frustrada y enojada, y había estado llorando.

—Vamos a Wendys —le dijo a Edward—. ¿Quieres venir?

—No, estoy lleno.

—No me arrepiento de nada de lo que dije —dijo ella—. Todo era cierto. Te estás pudriendo aquí.

—Tal vez —dijo—. Tal vez estoy madurando.

Bree cerró de un golpe la puerta trasera.


1 Wendy's: restaurante estadounidense de comida rápida.

Hola!! uff, que buena pelea.No sé ustedes pero yo soy Team Bree. La madre de Edward me estresa, como en la otra ocasión en que hurgó en la mochila de Edward :s

Muchas gracias por sus comentarios y sus favs y follows. Nos leemos el lunes, me parece que es actu doble ah, y ya pronto sabrán sobre Tanya.

Que tengan un maravilloso fin de semana!!!