CAP 32

Lilly entró en la mansión Malfoy, atravesó el vestíbulo, desganada, sabiendo que ahora le tocaría ver de frente a sus padres después de su última conversación; estaba segura de que su padre había reclamado su vuelta con tanta urgencia porque quería explicaciones de lo publicado en "El profeta". Sentía el pecho arder cuando recordaba que el nombre de Nott figuraba en su lista de conquistas, eso significaba que alguien vio algo, algo que Ginny se negaba a contarle, algo que ella misma imaginaba, pero le destrozaba pensar.

Abrió la puerta del salón, Severus y Narcissa se encontraban sentados a la mesa con algunos papeles sobre ella, entre ellos se encontraba el periódico del día. Los adultos se giraron a verla al oír la puerta y ella intentó librarse de ellos como si no hubiese visto a nadie en la estancia. Sin embargo, antes de que Lilly desapareciese por la puerta que cerró llorando la última vez, Narcissa lanzó un conjuro de sellado.

—Intrasium— Lilly chocó con una puerta invisible— Lilly deberíamos hablar— dijo la mujer rubia pero la muchacha no respondió; como si hubieran castigado a una niña de cinco años, se quedó inmóvil, cruzada de brazos frente a una pared ficticia. Severus, negándose a soportar esa actitud infantil, se levantó de su silla, tomó a su hija del brazo y la volteó.

—Narcissa te ha dicho que debemos hablar, siéntate o me harás decírtelo una segunda vez y no seré tan amable. — dijo enfadado, había tenido un día muy duro y casi sufre un infarto al no encontrar a su hija por ninguna parte, pensando que ese tal Johan se la había llevado. Lilly miró a su padre con esa característica mirada de odio que solo Snape sabía dedicar, y que, por lo visto, se heredaba.

—No tienes ningún derecho a mandarme nada, no tenéis autoridad sobre mi después de lo que habéis mentido. — Severus rio y Lilly abrió la boca indignada ¿de qué se reía?

—Te he dado un pase hasta ahora, porque comprendía que te sintieras contrariada, y que no quisieras saber nada de nadie, pero ¿acaso se te ha pasado por la cabeza, que el que nosotros no hayamos hecho las cosas como tú las crees correctas, va a darte inmunidad si haces estupideces o nos faltas al respeto?

—Draco prácticamente llamó puta a SU madre y no veo que lo tengáis aquí, retenido contra su voluntad. — argumentó Lilly

—Para costarte aceptar tu nueva condición, empiezas muy pronto a tener celos de tu hermano ¿no crees? — Dijo Severus con cinismo.

—Lilly— comenzó Narcissa de nuevo— hemos decidido empezar hablando contigo porque…creemos que eres la más damnificada en esta historia— le explicó con voz suave y con calma; Lilly respiró y lo pensó unos instantes, anduvo hasta la mesa y se sentó en el otro extremo de la cabecera, lo más lejos que podía de sus padres.

—¿Y qué os queda por decirme? —Severus y Narcissa se miraron y esta prosiguió.

—Sabemos que la muerte de tu madre te afectó mucho…y estamos…

—Me alegro de que la llames "mi madre", porque es lo que fue, es quien me quiso, me alimentó, estuvo a mi lado en los momentos felices y en los tristes y es la que dio la vida por protegerme, algo que hubiese hecho una madre, algo muy diferente a rechazarme y enviarme lejos— interrumpió con veneno la chica Snape, Narcissa recibió esas palabras con su acostumbrada entereza, la habían educado para ser una dama, una que no se dejase llevar por las emociones más primarias, para no reaccionar de forma inadecuada, por doloroso que fuese lo que recibía y eso, salvó a su familia en el pasado pero ahora debía hacerlo frente a sus hijos, pues estaba segura de que lo que le quedaba por soportar no terminaría en Lillian.

—Tienes razón— dijo Narcissa manteniéndole la mirada a su hija, esta se sorprendió de la respuesta y rompió la conexión visual, acostumbrada a discutir con su padre sarcasmo tras sarcasmo lanzando veneno cuando peleaban, no se esperaba que le hablasen así— Nunca podré ocupar el lugar que Andrómeda dejó en tu vida, porque ella te crió por mi y merece ser llamada tu madre, sé que no puedo pretender que olvides lo que hice, que me llames mamá, y me quieras como tal, y no voy a forzarte a intentarlo.

—¿No lo vas a hacer? — Dijo Lilly sintiendo una presión aliviarse, no entendía sus sentimientos, a su padre lo había intentado perdonar, lo llamaba papá y aunque le costase admitirlo, sentía devoción por él. Sentía que cargar contra Narcissa el peso de su rabia era injusto, pues su padre tenía la misma culpa que ella, pero él había conseguido todo lo que su verdadera madre jamás conseguiría ¿sería quizá porque, como Harry y Ron dijeron, nadie ocupó el lugar de Severus en su corazón, pero sí ocuparon el de Narcissa?

—No— hubo un silencio corto, Lilly estaba confundida pero receptiva y Narcissa lo notó—forzarte a sentir algo que no entiendes solo te provocaría más dolor y ya tienes suficiente, quizá algún día me quieras como parte de tu familia, pero sé que necesitarás tiempo.— Lilly tragó saliva, sus ojos se humedecieron, esa forma de afrontar los problemas le había recordado muchísimo a Andrómeda y, tal y como decía Narcissa, estaban aflorando sentimientos que no entendía.

—Quizá algún día— Lilly cruzó los brazos y miró hacia arriba un momento, no quería llorar por lo que acababa de venirle a la mente. Severus las miraba estupefacto ¿era en serio? ¿Él tenía que dejarse la garganta discutiendo con aquella chiquilla cada vez que ocurría algo y Narcissa conseguía que dejara su orgullo a un lado tan fácil? O su amiga era la mejor manipuladora del mundo o algo no le encajaba.

—Como te decía antes, sabemos que ese suceso te afectó mucho, y estamos preocupados porque…quizá no te estés adaptando del todo bien en Hogwarts —Narcissa tomó el periódico, haciéndole saber que lo habían repasado de cabo a rabo.

—Nunca me he acostado con Draco si es lo que te preocupa— Narcissa asintió manteniendo el contacto visual, Severus carraspeó y la señora Malfoy respondió a su suposición.

—Aunque eso me tranquiliza mucho, Draco no es quien me preocupa, al fin y al cabo si hubiera pasado vosotros no sabíais de vuestro vínculo pero sois jóvenes y…— Cissy miró a Snape— entenderíamos que fuese posible que hicierais…algo.

—Solo nos dimos un beso, una vez, en la fiesta que montaron los premios anuales, yo estaba borracha, como recordarás y se lo di después de dos whiskys de fuego por despecho.

—Eso no importa, las cosas están en un punto que acostarte con tu hermano sería perdonable, lo que no es perdonable es…— comenzó Severus con impaciencia, pero calló cuando Narcissa puso una mano sobre la suya, indicándole que le dejase continuar a ella.

—Lo que tu padre quiere decir, es que nos preocupa que lo mal que te sientas, te haya llevado a cometer actos impulsivos…como…acostarte con un profesor o…con un auror.

—Oh por dios…—dijo sin creer lo que le estaban preguntando—¿Estás de coña papá?— Su padre la miró imperturbable, intentó encontrar complicidad en Cissy pero esta la miraba con miedo de lo que respondería— Ya te conté que lo de Banks fue una simple disculpa, lo hice entrar en mi habitación, es cierto, pero fue porque necesitaba que me escuchase a solas, ya que en público se hubiera crecido, solo me hizo pedirle perdón de rodillas, nunca hice nada más.—Narcissa abrió la boca para preguntar pero Lilly respondió antes de que la formulara— Ni de rodillas ni de pie, solo le pedí perdón, nada más ¡te lo conté!— reprochó Lilly a su padre, Narcissa le hizo saber que le creían.

—En cuanto a Sirius….ejemm…yo sé que mi primo, es guapo y a pesar de todo se conserva muy bien, y siempre ha sido un mujeriego incorregible y sé que no ha madurado ni lo más mínimo pero…has de saber que…si te acostaste con tu profesor es un abuso sexual, él es un adulto con autoridad y tú eres una alumna, eres una niña, lo podrían devolver a azkaban, esta vez con razón, recibir a una alumna por la noche y sin camisa…

—¡¿Qué?! Pero no…no pueden…Sirius es buena persona, solo me ha ayudado en lo que ha podido…me ha consolado…me ha aconsejado…

—Lo sabía, sabía que te había lavado el cerebro con sus carantoñas, es tan imbécil que ni siquiera le importa su puesto de trabajo y lo que implica— Espetó Severus con una rabia que le incendiaba la sangre— me importa un knutt que le envíen a Azkaban, yo, primero lo descuartizo.

—¡Jamás hemos hecho nada! Me recibió en su despacho así cuando yo fui a decirle que Banks tenía a Draco y que le escribiera a Narcissa ¡Tú me mandaste allí ¿recuerdas?! Le conté lo ocurrido y le escribió para que ella no se enterase de la detención de Draco por la prensa. Tienes que evitar que le pase nada, él me ayudó, ayudó a Draco y ayudó a Narcissa.— Severus se quedó callado con una ceja alzada, miró a su hija, Sirius ayudaba a protegerla, se ofreció a curarla cuando estuvo en coma, ayudó a su hija en un momento débil cuando ella necesitó confesarle algo horrible, de no ser por él no se hubiera enterado de la situación que atravesaba su hija, de no ser por él no hubiera sabido de su vista disciplinaria y a pesar de su odio mutuo, se había prestado sin dudarlo para protegerla a toda costa. Independientemente de lo que se despreciaban se lo debía.

—¿Tienes pruebas de que no ocurrió nada?—preguntó Severus— Aunque sea un simple rumor, no se hace por nada, el consejo escolar querrá saber de dónde ha nacido y no se fiarán al 100% de un exrecluso que diga que no hizo nada ni de una niña que puede estar condicionada.—Lilly pensó un momento

—Cuando fui a verle, él no quiso dejarme pasar, pero yo me colé, y resulta que le había interrumpido…una noche de pasión con Celeste Within.

—¿Celeste Within la cantante? — dijo Narcissa sin dar crédito, Lilly asintió — wow. —Los tres se quedaron en silencio hasta que Lilly habló de nuevo.

—¿Os habéis creído esa chorrada de que…abandonarme ha provocado conductas sexuales maníacas? — preguntó ofendida sobretodo con su padre, entendía que Narcissa lo preguntara, pero Snape llevaba 7 meses a su lado.

—Las conductas violentas son ciertas ¿Quién dice que no lo sea lo demás?— atajó Severus, Lilly enmudeció.

—Bueno, sabiendo eso, creo que podemos estar tranquilos y…— retomó Narcissa

—¿Qué hay del resto de la lista? —Snape repasó el periódico—Krumm, Mcglaggen, Potter…— dijo con especial énfasis de desprecio.

—Severus, eso no procede que se lo preguntes, es joven y…que tenga aventuras con los chicos de su curso no es algo que le podamos reprochar, aunque nos parezcan demasiados, solo podemos exigirle que tome precauciones. — Defendió Narcissa, Severus la ignoró.

—¿Theodore Nott? —Padre e hija se miraron, ella contuvo un quejido en su garganta, apretó sus labios y desvió la mirada acuosa hacia el fuego. Severus se preocupaba de ello ¿habría pasado más de lo que Black le contó? ¿Por qué su hija le contaría que mató a Nott pero omitiría que se acostó con él cuando ese detalle podría ser primordial para detenerla? ¿Habría cometido un delito menor mintiendo en una declaración a los aurores? ¿Alguien la había visto? ¿Si era verdad podría estar relacionado con su asesinato? ¿Podría ser que su hija tuviera una relación con Nott y al verle con Weasley lo mató? Lilly se preocupaba por no saber cómo explicar que no lo sabía, no podía explicar cómo rita Skeeter había averiguado eso cuando ni ella lo sabía. Podría haber dicho que no, pero su padre ya había pillado en su primer contacto visual, que no era un no rotundo. No sabía cómo explicarle que confesó un asesinato, pero no le confió algo horrible que sospechaba, quería morirse en ese mismo momento, eran demasiadas cosas que afrontar en poco tiempo.

—Basta Severus, ¿qué te importa? Además, precisamente Theo es un encanto de chico, su familia es amiga nuestra, es guapo, listo y educado, es Slytherin y lo conocemos de muchos años, tú como profesor y yo como amigo de Draco, es intachable, si te vas a preocupar por con quien se relaciona tu hija, deberías alegrarte de que Nott sea uno de ellos, es un buen partido. — Lilly miró a su padre con asombro ¿no se lo había contado? ¿Le había guardado el secreto incluso con ella? ¿Nunca supo quién era Nott en realidad?

—Narcissa, eso no es así Nott no…—comenzó Lilly

—Es igual Lillian— la interrumpió Severus, no quería que a Narcissa se le partiera el corazón, no quería que Lilly se arriesgase a contar eso de nuevo, él lo había desvelado a las personas necesarias, pero si algo ocurría podrían meterse en la mente de Narcissa y ver la confesión de su hija, y su confesión implicaría que acabase en Azkaban, algo que no pensaba permitir por nada del mundo.— Ella tiene razón, los chicos de tu curso son cosa tuya.— Lilly no entendió nada, pero supuso que una valoración tan rápida de lo que no convenía decir tenía una razón de peso detrás.

—Gracias Severus— dijo Narcissa creyendo que su amigo había valorado su buen ejercicio como madre y eso le había hecho cambiar de opinión—En fin…me alegro de que todo lo grave sea mentira, pero no podemos evitar preocuparnos por la parte de las peleas…según tu padre, no sueles poder controlar tu temperamento.

—Según mi padre y el ministerio ¿no ves los brazaletes?— Dijo Lilly molesta, era gracioso que "su padre dijera que no puede controlar su temperamento" cuando la mayoría de las peleas, estrés y descontrol que tenía era por su causa.—Además él me alentó a defenderme.

—Defenderte no es tener una pelea con Potter en clase de pociones, no es volar los cristales del gran comedor, no es convocar un tornado en mi no es saltarte las clases de DCAO o excederte en el uso de la fuerza en los ensayos de duelo, defenderte no es agredir verbalmente a una profesora, defenderte no es decirle a Banks en un interrogatorio que te acuestas hasta con su jefe, defenderte no es maldecir a quien lea un panfleto que te implique, defenderte no es llevar tu magia al límite. — Aclaró Severus—Tienes mucha rabia dentro.

—¡¿Y qué?! ¿No tengo razones para tenerla? Matan a mi madre, me paso encerrada 6 meses en un sótano "por protección" te mueres por salvar a Potter, sin importarte dejarme huérfana, vuelves sin decirme la verdad, me haces dormir en tu despacho porque no te fías de mi, me castigas sin parar, no me pasas una, humillas a mis amigos, humillas a mi novio, me sacas de charlas animadas y amenazas a gente que es amable conmigo pero no te gusta, me dejas sin puerta y me vigilas a cada rato, me mientes sobre quien es mi madre más de una vez ¡me abandonaste! ¡Y cuando me interesa saber si te arrepientes de ello tú me dices abiertamente que no y me entero de que ella se arrepintió, vino a recogerme pero decidió volver a dejarme! ¡¿Cómo esperáis que no tenga rabia?! —Gritó Lilly, harta de que pareciese que lo que le había ocurrido desde la muerte de su madre eran pequeñeces.

—¿Cómo has dicho? ¿Que yo qué? — Intervino Narcissa

—No te hagas la inocente, tu marido me lo ha contó anoche, cuando trajo a Draco borracho a casa.

—¿Lucius ha estado aquí? — preguntó Severus contrariado y enfadado

—Sí, y a pesar de lo que me odia por lo menos tuvo el valor de decirme la verdad.

—Dudo que Lucius te haya dicho alguna verdad— Severus se sentía irritado, por una parte, por Lucius pero también con su hija ¿Cómo era tan tonta como para creerse algo de ese hombre?

—Bueno, comprobémoslo entonces, dime Narcissa, ¿no es verdad que cuando cumplí un año fuisteis a Noruega a recuperarme? ¿A la calle Goowin número siete? ¿Casa de dos plantas con mi habitación acristalada? —Severus miró a Narcissa ceñudo, Lilly no podía saber que su cuarto estuvo acristalado, pues según le contó Andrómeda tuvo que convertir la habitación acristalada en salón de té cuando Lilly, jugando en el que era su cuarto, casi se mata tras romper con magia accidental el ventanal con 3 años. No podía recordarlo.

—Sí, es cierto—admitió avergonzada

—¡¿Disculpa?! —Recriminó Severus—¡Teníamos un trato! ¡Debíamos estar lejos para protegerla!

—¡Me sentía muy culpable Severus, la echaba de menos y Lucius cambió de idea! creí que seríamos una familia con ella, todos los días pensaba en ella y no podía soportarlo, tuve la oportunidad y…

—¡¿Y piensas que yo no me sentí culpable, piensas que no la eché de menos, que no pensaba en ella?!—le interrumpió enfadado, Lilly por primera vez sintió que quizá sí le había importado a su padre de pequeña.

—Lo sé, ya lo sé, pero estaba tan emocionada de volver a verla, de tenerla en mis brazos de nuevo que fuimos allí, pero…

—Me dejaste al poco tiempo de verme de nuevo— completó Lilly con amargura

—No, no fue así— explicó Narcissa— no te llevé conmigo porque Andrómeda no me dejó— todos guardaron silencio—nada más cruzar la puerta, "Andie" nos recibió con hostilidad, esperaba verme a mí, pero no a Lucius, lo primero que hice fue abrazarte, cargarte en mis brazos y acariciarte las mejillas, pero mi hermana me hizo dejarte en el suelo, me llevó a otra habitación, me recriminó no haberle dejado y me hizo observar cómo Lucius te miraba. Su expresión de asco…de impotencia y de odio me dieron miedo, juraría que si le hubiéramos dejado más tiempo habría acabado matándote. Por supuesto, yo quería engañarme a mi misma y le dije a ella que eran imaginaciones suyas, que prejuzgaba a Lucius y en seguida me quitó la razón dejándome escuchar lo que Lucius hablaba contigo sin que le entendieras, te insultó, te dijo que nunca te querría y que más te valdría parecerte a mi al crecer, porque como te parecieras a tu padre encontraría la excusa para no tener que volver a verte jamás. Lógicamente, Andrómeda me amenazó con contárselo a Severus y con exponernos ante el ministerio, porque si estabas cerca de él, ella usaría el acuerdo de custodia contra mi y no permitiría que jamás supieses que soy tu madre ni que te viese jamás.

—¿Ella…quería decírmelo? — preguntó Lilly con los ojos llorosos, Narcissa asintió.

—Cuando fueses mayor de edad—intervino Severus, Narcissa se acercó a Lilly y se sentó en la silla de al lado, para observarla de cerca

—Me fui, por dos razones, la primera, porque no quería que Lucius estuviera cerca de ti, viendo lo que había visto y la segunda…porque comprendí que ella sin ser tu madre ya era mejor madre de lo que yo lo sería jamás, y merecías eso en tu vida.— Lilly miró a Narcissa contrariada a punto de estallar en llanto, por una parte le dolía que no la eligiese a ella sobre Lucius pero por otra le conmovía que le hubiese brindado a la mejor madre del mundo y hacer eso, implicaba que a su vez era buena madre porque en lugar de ser egoísta, había pensado en su bien.

—Fue la mejor madre del mundo— dijo Lilly con un hilo de voz, Narcissa, tomó la mano de Lilly con serenidad; se sentía rota por esas palabras pero mantenía un semblante calmado y humilde.

—Sé que no poder despedirte de ella, es algo que te está carcomiendo por dentro— Lilly ya no pudo disimular sus lágrimas, las sentía correr por la garganta y apretaba tanto los labios que se le habían dormido— Por eso, tu padre y yo hemos pensado que, quizá sea hora de que lo hagas— Lilly clavó sus ojos en Narcissa

—¿Te refieres a que… me vas a decir donde está enterrada? —dijo con esperanza

—Me refiero a que…te llevaré allí, si es lo que tú quieres. — Lilly, con más lágrimas que nunca asintió repetidamente —Ve a avisar al auror que hace guardia de que nos vamos, por si debe acompañarnos— Lilly sin mediar palabra corrió para hacer lo que Narcissa había dicho. Severus y la señora Malfoy se quedaron solos y en silencio. —Severus…—Cissy enlazó su mano con la de él, pero él la apartó.

—No puedo creer que quisieras quitarme a mi hija

—No quería quitártela, solo quería…tenerla conmigo, que volviera a la familia…

—A tú familia dirás, ¿pensabas hacerle creer que Lucius era su padre? ¿Pensabas decirme a mí que te la habías traído? ¿Pensabas impedirme verla? ¿y qué hay de lo que acordamos? ¿sabes lo que hubiera llegado a pasar si el resto de mortifagos o el señor oscuro llegan a enterarse de que teníamos una hija? ¿Sabes el peligro que hubiera corrido su vida?

—Lo sé, sé que hice mal pero en su momento me pareció buena idea, en aquel entonces creía que el señor Oscuro no volvería y que si lo hacía, al estar de su parte, nos trataría bien a todos.

—Menos mal que te diste cuenta a tiempo de lo mala madre que eres y dejaste serlo a quien sabía—La fulminó Severus—Es mejor que te vayas sola con Lilly, en este momento no puedo ni mirarte a la cara sin querer hacerte un cruccio.— Antes de que Narcissa pudiera abrir la boca Severus se marchó del lugar, pero por supuesto, cuando llegó Lilly, esta no pudo notar cómo las palabras del profesor Snape la habían desgarrado.

…..

..

Severus se encerró en su habitación y respiró profundamente, guardando su rencor en sus adentros, embotellado en su mente para cuando hiciese falta utilizarlo en herir lo máximo posible; no podía perdonar a Narcissa tan fácilmente ¿es que acaso todos creían que abandonar a su hija le resultó sencillo? ¿que nunca pensó en cómo estaría? ¿en si tendría un padre mejor que él? ¿que nunca había querido verla aunque fuera de lejos o hablar con ella? No concebía como nadie era capaz de entender su inmenso sacrificio. La única licencia que se había permitido durante 16 años había sido una carta al año de Andrómeda donde le mandaba una foto de su hija y un pequeño resumen de si era feliz, si se encontraba bien y de si rendía en los estudios, pero estas cartas no superaban por lo general las tres líneas de extensión.

Había tenido un día muy complicado y esa conversación había terminado de rematar su mal humor, primero su discusión con Narcissa, luego el periódico, luego el no encontrar a su hija, luego el esperar la respuesta de Lupin, sufriendo por si esta era un no, luego consolar de nuevo a su amiga porque Draco se negaba a abrir la puerta y finalmente la sorpresa de que Lucius había hablado con su hija y de que casi le sustituye como padre si no llega a ser por Andrómeda. Observó la ventana por si veía su lechuza acercarse, pero en el cielo no había nada; esa mañana le había enviado a Irinna una carta, pero ella no la había respondido, eso era extraño; por lo general, Irinna no tardaba en responder más allá de dos o tres horas, pero esta vez había llegado la noche sin obtener una sola palabra de su amiga con derechos.

Sacó de su maleta una vela blanca que Irinna le había dado cuando se conocieron, por si necesitaban comunicarse rápidamente; con ese traslador, él llegaría a la chimenea de ella y viceversa. Severus apuntó a la vela con su varita y susurró "Portus". Quería verla y hablar con ella, desahogarse un poco de todo lo que había vivido en esas cuarenta y ocho horas y, si era pertinente, explicarle lo que se había publicado en el periódico, no estaba seguro de que a ella le importase, pero si era el caso, lo mejor era aclararlo, sí, así evitaría que llegase a conclusiones precipitadas. Esperó unos segundos y de pronto se encontraba en la chimenea del despacho de Irinna pero en esta ocasión, el ambiente era muy distinto al que le había acostumbrado. Irinna estaba con otro hombre, pero no parecía ser un encuentro agradable, se estaban gritando, Irinna estaba roja de rabia y el hombre golpeaba la mesa de vez en cuando.

Dette er helt urettferdig! — le dijo Irinna al hombre, un hombre de unos 50 años, que llevaba un abrigo blanco abultado de pelo de oso polar, demasiados anillos en los dedos y que tenía un porte chulesco, algo parecido a Lucius Malfoy pero con el pelo cano recogido en una cola.

Det er loven, og du må adlyde det dumt— El hombre se acariciaba las puntas de su cabello y miraba a la chica con prepotencia, esgrimiendo una sonrisa que irritó a Irinna. Severus no entendía nada pero no hacía falta saber Noruego para deducir que era algo que la estaba alterando mucho.

En absurd lov som vil så kaos, Jeg har hatt imponerende resultater på bare ett år, Du har diktert den loven, og du kan få den til å forsvinne! — Irinna lanzó una cantidad ingente de pergaminos a su mesa, con los ojos aguados de lo que parecía impotencia.

Finn en mann eller du er oppsagt, du har frem til april, anta rollen din som kvinne i dette samfunnet Irinna— La cara de Irinna adquirió un semblante oscuro, sus ojos centellearon como Severus jamás los había primera vez, Irinna le provocó temor, a pesar de lo bella que era enfadada ¿Qué le había dicho que le había hecho adoptar ese aspecto tan peligroso?

Det vil jeg gjøre når du påtar deg rollen din som mann og som minister— Sin mediar palabra, el hombre le dio una fuerte bofetada a Irinna, Severus no lo pensó ni una décima de segundo y en un abrir y cerrar de ojos, para sorpresa de Irinna, Snape había acorralado al hombre del abrigo blanco con un golpe contra la pared, le había partido la nariz de un puñetazo, y había clavado su varita en el cuello de ese ser despreciable.

—¡Severrrus!— dijo Irinna, con una mano en su mejilla, sorprendida— ¡No! ¡Parra!

—¡No tenía derecho a tocarte un pelo y va a pagarlo caro!

—Si lo hasses me meterás en un lio, ese serr desprresiable es el primerr Ministrrrro de Norrruega— Snape miró a su amiga y miró al ministro de nuevo y lo tomó de la túnica levantándolo en el aire unos centímetros, acercó la cara hasta quedar a milímetros de él.

—Dile a este gusano, que si osa volver a tratarte sin respeto convertiré sus manos en comida para los hipogrifos de Hogwarts, su lengua en un marcapáginas para los libros y lo torturaré tanto que deseará no haber nacido.

—Creo que te ha entendido perrrfectamente— dijo Irinna con desprecio, viendo como por la pierna del ministro corría orina; Severus se apartó asqueado; el ministro, sumamente acomplejado, limpió con la varita el desastre y su ropa y miró a Irinna con asco.

—Ty schastlivaya suka— dijo el ministro, a Severus le daba la impresión de que había cambiado de idioma, pues esas palabras parecían rusas en lugar de noruegas, quizá creía que Severus entendía su idioma.

—Do svidaniya Ministr— contestó ella implacable. El ministro desapareció mirando a Snape enfadado, sin embargo, no se atrevió a decir una palabra.

—Maldito cobarde— dijo Severus con rabia contenida, se acercó a Irinna, contemplando como las llamas de la chimenea iluminaban su rostro, la miró mientras ella concentraba sus pensamientos en el fuego y metió un mechón de pelo morado tras su oreja para llamar la atención—¿Estás bien?

—Sí, trrranquilo, no es nada que no me esperrrase de ese malnassido, odia a las mujerrres y sobrretodo a las que tienen poderrrr, yo represento todo lo que él odia.

—Tenía que haberle torturado— dijo Snape, Irinna sonrió, y de una forma que no había hecho en el pasado, besó a Severus; no era un beso con pasión ni un beso previo al sexo como solían darse, era un beso tierno, el cual, Severus no tuvo claro si le había gustado, el terreno de la intensidad en la cama lo tenían dominadísimo, el de la amistad también, pero el terreno de los sentimientos era algo diferente, y no terminaba de decidir si quería o no, cruzar esa línea aunque por suerte, Irinna, no había notado esa dualidad.

Grrasiass porrr lo que has hecho, nadie me había defendido así nunca, es grato que porr una vess no se piense que nada me afecta— Severus se sintió complacido, esperaba algo como "la violencia no es la solución, me podías haber causado problemas con esa actitud" pero hasta en esos casos, Irinna le completaba.

—No permitiré que peguen a una mujer, mucho menos a ti.

—¿Ya habías vivido esto antes verrrdad? — Severus no dio respuesta inmediatamente, pensó en cambiar de tema, pero realmente Irinna era la única que siempre le había sido sincera, por buenas o malas que fueran las cosas, ella le había confesado secretos muy personales y nunca dudaba en arriesgarse por él o por su hija y no es que ella fuera a ir contando su historia por el mundo.

—Mi madre, pero esa es otra historia, una con tres o cuatro botellas de whisky de fuego. — Irinna sonrió y del cajón inferior derecho de su mesa sacó una botella y dos vasos.

—Bueno, yo hoy solo tengo una de vodka y me la voy a beberr enterra, ha sido un día nefasto.— dijo sentándose en su butaca

—¿Qué te ha dicho ese idiota? — Irinna le hizo un gesto para que esperara, se sirvió un vaso de vodka y se lo bebió de trago, pensó, respiró y volvió a repetir los mismos pasos una vez más.

—Me van a despedirr— Severus abrió los ojos como platos, sintiéndose culpable y adoptó un tono serio.

—¿Te están sancionando por haber estado en Hogwarts? ¿Por ayudarme a mí?

—No, no tiene nada que verrrr con eso, tiene que verrr con una nueva ley, con la guerra se han perrrdido muchas vidas y considerrran que una perrrrsona solterrra , bueno, mejorrr dicho, una mujerrr solterrra estará muy absorrrbida porrr un puesto como este y no tendrá tiempo de forrrmarrr una familia, porr lo que, si me interresa continuarrr aquí, ha de serrr casada.

—Eso es una estupidez— comentó Severus sin dar crédito

—Eso le estaba disssiendo al ministro, he duplicado la nota media del colegio, mis alumnos han ganado todos los campeonatos estatales y he conseguido que alumnos de primero aprrendan magia que en otros colegios no dominarían hasta cuarrrto currrso y todo ello perrrmaneciendo tres días a la semana en Hogwarts. Si yo me voy el colegio serrrrá un caos, un caos que tendría que solussionarrr él y el perrrsonal y los alumnos de Durmstrang no son fásiles de tratarrr.

—¿Eso es lo que ha enervado a ese imbécil? — dijo Snape sentándose de medio lado en la mesa, frente al asiento de ella, sirviéndose un poquito de vodka en otro vaso.

—No, eso ya lo sabe, lo que ha pasado es que me ha dicho que asuma mi papel como mujerrr cumpliendo la ley y le he respondido que lo harré cuando él lo cumpla como hombre y como ministro. — Severus esgrimió una sonrisa divirtiéndose por la respuesta que le había dado Irinna— y después de orrinarrse ensima , porr si acaso le entendías, me ha llamado puta en ruso.

—Tenías que haberme dejado rematarlo, un par de días sin lengua le hubieran enseñado que sus palabras tienen un precio— dijo Severus alejando la botella de vodka para que Irinna no bebiera su quinto vaso.

—Ese idiota no merrresse que pases una noche en la carssel del ministerrrio

—Por la mujer que arriesga su vida, su trabajo y su integridad por mi hija creo que puedo soportarlo sin problemas, es un precio pequeño a pagar— Irinna rio.

—Ya lo pagas acostándote conmigo— dijo con una leve sonrisa manteniendo sus ojos aguamarina clavados en los de Severus.

—¿Dónde tengo que firmar para pagar todo de esa manera? Por alguna razón que desconozco te gusto, créeme, si alguien sale perdiendo en esta transacción no soy yo.

—Me alegrra que lo veas así, quizá tengas que acogerrrme cuando me echen de aquí.

—Qué horror, acoger a la mejor directora que este colegio ha tenido jamás—Contestó Severus con sarcasmo. Irinna sonrió triste e intentó en vano esconder una lágrima traicionera. —¿Te han dado un plazo para cumplir esa condición? —Irinna asintió

Cuatrro meses, y si parra entonces no lo estoy, me destituirán.

—Si lo hacen lo lamentarán, a Dumbledore lo destituyeron dos veces y acabaron suplicándole que volviera cuando el colegio se convirtió en un hervidero de problemas.

—Sí, perro yo no soy Dumbledore, ese hombrrre era magnifico y su sabiduría superrraba la de cualquierrra, te agradessco la comparación perrro dudo que él final sea el mismo.— Se quedaron callados un rato, Irinna volvió a acercar la botella y Severus sintió impotencia de la injusticia que le estaban haciendo pasar, meditó bastante los pros y contras de lo que iba a decir a continuación; sabía que Narcissa y su hija montarían en cólera y que el resto de personas pensarían que había hechizado a la joven directora, pero no quería que le quitaran su puesto.

— Si lo que te piden es estar casada…quizá tenga la solución— Irinna lo miró expectante —cásate conmigo— dijo con un nerviosismo interno brutal, nunca se había imaginado haciendo esa pregunta, y nunca de esa manera; por naturaleza él era tímido con las mujeres y al igual que nunca se atrevió a confesarle sus sentimientos a Lilly ni a pedirle a Narcissa que dejase a Lucius por criar a sus hijos con él, no creía jamás que se arriesgaría a pronunciar esas palabras y no sabía por qué razón, sin sentir nada por Irinna se le había secado la garganta.

—¿Harrrías eso porrr mí? — dijo con los ojos iluminados

—No es un sacrificio Irinna, eres inteligente, divertida y preciosa, yo estoy soltero, tú también y casarnos puede salvar tu trabajo, el cual arriesgas constantemente para ayudar a Lilly sin tener obligación. Eres una bruja y una persona admirable, fuerte y decidida. Una farsa por mantener el trabajo que quieres, al fin y al cabo, es un medio para un fin. — Irinna se levantó de su silla con decisión, tomó la mandíbula de Severus con ambas manos y lo besó con intensidad, este la abrazó por la cintura, todavía sin creerse la reacción.

Severrrus…— dijo en un susurro pegando su frente a la de él— Lo siento, no puedo perrrmitirr que lo hagas.

—¿Perdón? — dijo contrariado ¿por qué le había besado si la respuesta era "no"?

—Si cediese a sus exigenssias, no serrría la bruja fuerrte, desidida y admirrable que ves, serrría débil y sumisa y entenderrían que pueden hacerrr conmigo lo que quierrran.

—El secreto es aparentar, es lo que yo tuve que hacer para sobrevivir el año pasado.

—Tú erres sibilino, paciente y calculador, yo soy frontal, explosiva y terrrca, nadie creerría que me he rendido — Severus adquirió un gesto duro y se separó de ella andando por la oficina, su día acababa de empeorar y no podía sentirse más avergonzado, se había abierto y había sido para obtener un mal resultado.

—Es tu vida, haz lo que te plazca.

Severrus — Irinna anduvo hasta él y le cortó el paso— no lo entiendes

—No tengo que entender nada, lo has dejado claro. Es tarde, debería irme. — dijo encaminándose a la chimenea.

—¿Crees que si a Minerrrva le exigieran casarrrse parra seguir siendo dirrectorra ella diría que sí? ¿O Dumbledore? ¿O tú? — Severus se giró a verla, en eso tenía razón, ninguno lo permitiría. — Si quierrren hundirr mi barco no será con mi ayuda, si me echan serrrá con todas las consecuencias. — Irinna dio unos pasos al frente y Severus vio que le costaba decir algo— No quierro casarrme contigo porque el ministerio me obligue a hasserrlo. Si cuando me echen de aquí quierrres pedirrrmelo, te asegurro que mi respuesta será que sí, pero no voy a darrrte mi mano parra contentarrr a esa panda de imbéciles del ministerio.

—¿Por qué iba a pedirte matrimonio sin que fuese para algo? — preguntó Severus asustado, hacía unos segundos estaba enfadado por ser rechazado, pero ahora temía que Irinna estuviera sintiendo algo y eso no lo podía permitir aunque le había gustado escuchar que por voluntad propia le diría un sí; al igual que no era un buen padre para Lilly no sería un buen amante para Irinna, ella era demasiado para él y él le había dejado claro que nada de sentimientos, que no podría ser correspondida—Creí dejar claro que….nunca tendríamos nada romántico.

—Sí, me quedó claro y lo comparrto— se quedaron en silencio, sin saber qué decir, Severus estaba descolocado. —lo que quería desssirr es que…nos llevamos bien, follamos bien, nuestras converrrsasiones son eterrrnas, tenemos los mismos gustos, la misma profesión, nos complementamos bien, y si tu intensión fuese casarrrte conmigo no encontrarría rassones parrra no haserrrlo, muchos matrimonios porr amorrr no tienen ni la mitad de eso. — Severus escuchó atentamente, pensó en Lucius y Narcissa y en sus padres, Irinna tenía razón.

—¿Y qué pasaría si cuando te echen me apeteciese pedírtelo?

—Que te dirrría que sí, perro ni se te ocurra pedirrrmelo en un lugarrr público ni haserrr nada currsi.

—Sería una petición de matrimonio, algo de cursilería tiene que haber, no creo que te gustase que te dijera "mañana nos casamos, prepara un vestido"—Irinna se encogió de hombros.

—Es más tu estilo y me gusta tu estilo—De nuevo se quedaron en silencio, Severus sonrió de medio lado e Irinna mordió su labio, ¿qué había sido eso? ¿una declaración formal de amigos que se acuestan? ¿un plan de futuro? ¿por qué tenían tantas ganas de besarse sin que tuviese que desembocar en sexo?—Se ha hecho de noche, quizá deberrías quedarte a dorrrmir conmigo, no me fio de los trasladores a estas horas.

—Claro, mejor, no tentar a la suerte, los trasladores son traicioneros sin sol— dijo Severus con convencimiento, quizá era la mayor chorrada que había llegado a decir nunca, pero en ese momento parecía algo lógico.

—¿Y…qué querías decirme cuando has llegado?

—Estaba, preocupado por ti, no has respondido a mi lechuza de esta mañana y temía que te hubiera pasado algo, claramente he acertado, habrás estado todo el día discutiendo con políticos.

—Es sierrrto…la verrrdad ha sido agotadorr— dijo dirigiéndose a su mesa seguida por él, tomó la carta que había guardado en el cajón del escritorio y la abrió, leyó sorprendida todas las novedades sin poder creerlas del todo, leyó el periódico que Severus había adjuntado, y no pudo dar crédito a lo que leía; se indignó al creer que Sirius y Banks se habían aprovechado de Lilly, pero se relajó cuando Severus le explicó lo que habían hablado con su hija Narcissa y él. Antes de que pudieran continuar elucubrando sobre si Lilly había dicho la verdad, entró una bola de luz plateada por la ventana, Severus se alertó, no recibía algo así desde la guerra, lo cual significaban malas noticias.

Cuando escuchó que a Harry Potter lo habían secuestrado junto con Ginny y que todos se quedaron dormidos de repente se apresuró a marchar, le dijo a Irinna que se adelantara mientras él iba a la mansión Malfoy, pues por la descripción de Lupin (en la cual, según Hermione, "unos encapuchados liderados por una mujer habían secuestrado a Harry y a Ginny") le había venido a la mente el sueño que Potter le comentó una vez, en el cual unos encapuchados liderados por Bellatrix , cazaban y mataban a Draco y a Lilly. Su corazón se aceleró, Draco estaba solo en casa y Lilly en un cementerio con Narcissa en guardia baja, si algo les ocurría él sería el culpable.

Lilly llegó del cementerio con Narcissa cuando el alba bañaba la tierra, su semblante era mucho más relajado, los ojos estaban muy rojos de tanto que habia llorado pero su expresión de paz solo podía reconocerla ella en el espejo, pues desde antes de morir su madre no la había tenido. Miró a Narcissa una vez cruzó la chimenea y mantuvo el contacto visual con ella por fin, algo que no había sido capaz de hacer tras la noticia bomba.

—Quizá nunca te llame "madre" pero, si he intentado perdonar a mi padre, tú tienes derecho a que lo intente también.

—Tranquila, te he dicho que no iba a forzarte a intentarlo, es pronto.

—Lo sé, pero quizá quiera hacerlo—Narcissa contuvo la respiración y reprimió sus sentimientos de júbilo en una encantadora sonrisa

—¿Y eso? — Lilly se encogió de hombros

—Supongo que, de alguna forma he conseguido contactar con mi madre o quizá me lo haya inventado y todo ha sido imaginación mía mezclado con algunos buenos consejos pero…ella no querría que sufrieras por mi culpa, querría que comprendiese que fuiste humana y que todos cometemos errores.—Narcissa se aventuró a acariciar la mejilla de Lilly quien por una milésima de segundo hizo amago de apartarse pero finalmente permaneció.

—Veo tanto de Andrómeda en ti…, lo hizo bien, eres luz Lilly, una luz brillante que muchos intentan tapar y otros oscurecemos sin querer pero, tu forma de ser, es algo de lo que tu familia debe aprender— Lilly iba a sonreír pero, ni de lejos era lo que su madre hubiera esperado de ella, su madre nunca mató a nadie, ella sí.

—Ya bueno, creo que, iré a la cocina a por algo de comer estoy desmayada— dijo distraída, Narcissa asintió creyendo esa respuesta producto de la timidez y se retiró a sus aposentos mientras Lilly iba en busca de comida. Cuando entró en la cocina, halló a Draco, y sintió el mundo caerse a sus pies, estaba despeinado, con bolsas muy marcadas, un ojo morado y el labio partido en proceso de cicatrización. —Draco…— se acercó lentamente, él miraba su plato de cereales ignorando su presencia— ¿estás bien?

—De maravilla, ¿por qué? — dijo comiendo una cucharada.

—Estás horrible…quizá pueda curarte lo del ojo…— dijo ella apartando un poco su pelo pero Draco le retiró la mano con brusquedad

—¿Con qué magia genio? —Lilly se entristeció al cerciorarse de su inutilidad mágica

—Con la misma magia con la que te quité los zapatos, la túnica y la camisa la otra noche cuando llegaste borracho.

—Creí que eras un elfo— dijo con desdén, se quedaron en silencio un rato—todo esto es una mierda, no puedo entender como les has perdonado.

—No lo he hecho ¿Qué te hace pensar eso?

—Que la puerta estaba abierta y os he oido, ¿No acabas de volver con nuestra madre de no sé dónde y te ha dicho que eres luz? Por favor, es patético.

—Volvemos del cementerio de Winchester, me han dicho dónde estaba enterrada mi madre. Si tu perdieras a la tuya y no hubieras podido ni ir a despedirte en casi un año entenderías por qué priorizo verla a ella sobre el enfado que siento. —Draco se avergonzó de haberle dicho lo que le dijo y volvió su mirada de nuevo al plato—¿Ahora vas a dejar de ser un hermano completamente imbécil? Sinceramente si esta es tu faceta familiar prefiería mil veces cuando era solo tu amiga.

—Eres mi amiga, no has dejado de serlo— dijo mirándola un poco culpable—a menos que quieras

—No, no quiero dejar de ser tu amiga, me haces falta ¿sabes? — Draco sonrió un poco— ¿Quién te ha dejado así?

—La estúpida comadreja, qué bien sienta no tener que guardarme los insultos ahora que es tu ex.

—En realidad…no te los has guardado ni una vez— le reprochó Lilly, Draco puso los ojos en blanco— Oh y…hemos vuelto

—¿Qué? ¿Cuándo ha sido eso?

—Ayer, ¿recuerdas que durante la cena de navidad me llegó la invitación de Ginny a la celebración de su compromiso? Pues, le dije que no podía ir y ella y Harry se plantaron aquí para convencerme y…Ginny es muy persuasiva; así que fui a la madriguera y hablamos…nos besamos y me dijo que me amaba. Todo iba genial, hasta que empezamos a preparar la despedida de soltera de Ginny, digamos que a Hermione no le hizo ninguna gracia verme allí, ni saber que he vuelto con Ron, mucho menos saber que somos hermanos.

—Ya, bueno, hemos roto, le puse los cuernos, imagino que te lo contó. — dijo fingiendo que no le importaba, aunque por dentro estaba chillando

—Me lo mostró, más bien, al parecer ella creía que yo te guardaba el secreto fue incómodo verte…de esa manera. — hizo una pausa —¿Cómo pudiste Draco? Ella te amaba, te ama. —Draco rio con sarcasmo.

—¿Amarme? No, dudo que haya alguien capaz de ello, se encaprichó de mí, igual que todas, pero a la hora de la verdad…nadie puede quererme.

—Eso es mentira, tus padres te quieren, mi padre te quiere, yo te quiero, Blaise te quiere, Pansy te quiere, Astoria es una loca, pero se muere por ti, Hermione te ama Draco, pero acostándote con otra de nuevo, has rajado su corazón y está sangrando— Draco rió

—¿Es un chiste?

—¿El qué? — dijo Lilly contrariada

—Olvídalo— dijo Draco obviando su trágico intento del año pasado—El daño está hecho, no estoy hecho para que me amen, imagino que por ello, lo mejor es que me case con Astoria y me deje de caprichos infantiles.

—Pero tú desprecias a Astoria— dijo Lilly preocupada— y sé que amas a Hermione

—Fui débil Lilly, fin de la historia y sí, desprecio a Astoria pero al menos con ella no me siento culpable si me voy con otra a la cama, y al fin y al cabo es lo que se espera de mi, lo que debo hacer.

—¿Y si yo…hiciera que no fuese necesario? ¿Y si…le digo a Narcissa que, si de verdad quiere que la perdone, me demuestre que nada está por encima que el amor de sus hijos? Le diría que no quiero ver como amargas tu vida con un matrimonio que no te hace feliz, que rompa el compromiso.

—¿De verdad lo harías?

—Sí con ello consigo que no cometas el mayor error de tu vida no importan los medios, si a mi me apartaran de Ron…para casarme con otro, me rompería y sé que tú quieres estar con Hermione.

—A veces hablas como Pansy— dijo poniendo su mano encima de la de ella— Hermione merece a alguien mejor que yo y en cuanto a lo de mi madre, daría igual Lilly, ella no puede romper el compromiso, aunque quiera y mi padre tampoco.

—¿Por qué no?

—Porque si queremos seguir viviendo aquí y teniendo dinero, tengo que casarme con ella, tenemos un contrato y lo perderemos todo si no lo hago.

— Eso es injusto, si necesitáis dinero, la herencia de mi madre….

—No cubriría ni una octava parte— finalizó Draco.

—Quizá si le explicases a Hermione toda la presión que tienes encima con eso…ella te perdonara, al menos así podrías ser feliz.

—Gracias a lo que hice ella me desea la más dolorosa de las muertes, no creo que eso cambie porque le diga que "tengo mucha presión encima" y déjalo ya, no quiero volver a oír su nombre ¿está claro? —Lilly se cruzó de brazos molesta, frunciendo los labios, algo que Draco entendió como que había acatado su orden. Hizo un movimiento de varita y su bol de cereales desapareció— ¿Qué tal ha ido en el cementerio?

—Bien… ha sido raro…pero bien

—¿Raro? ¿En qué sentido? — preguntó extrañado

—Cuando llegamos y ella me indicó donde estaba enterrada le pedí a Narcissa que me dejase sola, sentí mucha gratitud hacia tu madre por haber pagado su traslado a Inglaterra, por lo menos así, puede estar con mi hermanastra…—Draco frunció el ceño dubitativo— con Tonks— aclaró— pagó un mausoleo ¿sabes? Y…como necesitaba llorar y no quería que me viera…

—Entiendo, yo también prefiero no ver a nadie si tengo que desahogarme. Pero eso no es raro, es normal.

—No me refería a eso—contestó Lilly— cuando, lloré hasta acabar el agua de mi cuerpo sentí que alguien me tocaba, pensaba que era tu madre y fui a gritarle, pero era la mía.

—¿Un fantasma?

—No diría exactamente que era un fantasma, era…como si estuviera viva, no veía a través de ella y pude apretar su mano. Me habló, me dijo que me quería, que estaba orgullosa de mí, que me estaba protegiendo, pero que debía pasar página y…tenía que entender que Narcissa hizo lo que pudo, intenté responder a eso, pero yo no podía hablar.

—Mmmmh— musitó Draco sin creer del todo lo que escuchaba— No quiero que te enfades pero…quizá estuvieras soñando.

—¿Crees que no se diferenciar entre un sueño y la realidad?— preguntó molesta.

—¿Pudiste diferenciarlo cuando tuviste ese sueño con Bellatrix?— rebatió él

—Por mucho que digáis todos, no creo que fuese un simple sueño, mis poderes están atados en esta mierda de brazaletes ¿y si…los estoy manifestando de otra forma? Quizá…atraviese algún portal, u otro plano, sin darme cuenta.

—¿No crees que lo habrías notado en los brazos Lilly? Siempre que haces magia "fuera de lo común" te sale una quemadura o una marca en…— Draco subió la manga derecha de su amiga, luego la izquierda y se asustó al ver que Lilly había perdido toda señal de daño mágico que tenia que curarse en la enfermería asiduamente, su piel estaba suave, firme y blanca. De pronto, un silencio sepulcral se apoderó de la sala, como si la brisa hubiera dejado de mover las hojas de los árboles, como si todos los pájaros del mundo hubieran dejado de piar, como si las abejas hubieran detenido su aleteo; se sentía francamente asustado.

—No sabía que te habías fijado en eso— dijo acomplejada, alejándose y cruzando los brazos—¿Tanto se me notaba? Llevaba cuidado de cubrirlo, en el baile llevé guantes largos y todo.

—Las noté al registrarte por los cigarrillos y…las vi cuando estuvimos en el baño de prefectos, las del abdomen también —Lilly enrojeció muchísimo— pero…Pansy me dijo que esas se te habían curado.

—Vaya, no sabía que estabas tan pendiente de lo que pasaba en mi cuerpo, si quieres, puedes preguntarle a Pansy también cuando me viene el periodo, así podrás controlar que no me quede embarazada. —Espetó Lilly sumamente molesta.

—Solo me preocupaba por ti, tu padre me dijo que…

—¡¿Mi padre?! ¿Qué tiene que ver mi padre en todo esto? ¡¿Te ordenó vigilarme?!—bufó con impotencia— Lo sabía, eres un chivato, no voy a volver a confiar en ti.

—¡Weasley se lo dijo! — se defendió Draco, y tal y como el enfado de Lilly había subido se desinfló

—¿Co…como que Ron se lo dijo?

—Cuando me rescató del ministerio, Weasley, Granger y Potter habían venido también a sacarme, tu padre me ordenó que me fuera a la sala de familiares pero me escondí y escuché que Weasley le decía que no entendía que te castigase por su culpa, que su forma de criarte te estaba haciendo daño y que estabas llena de cicatrices como si te autolesionaras. Cuando volvimos y me acompañó a la enfermería me preguntó si eso era cierto, ya que al haberte visto semi desnuda lo sabría.

—¿Y qué le contestaste? — preguntó Lilly alucinando de que Ron se hubiera atrevido a decirle eso a su padre, tanto lo de cuestionar su forma de educar como "chivarse" de sus heridas.

—Que no llegué a mirar tan abajo porque tienes una delantera estupenda— dijo Draco con la voz algo temblorosa, la expresión de su hermana y amiga le había dado miedo.

—Y una mierda, si le hubieras dicho eso, no estarías vivo, o al menos estarías mutilado.

—Está bien, se lo confirmé, estaba preocupado y yo también ¿es tan malo? Eres mi amiga, ahora sé que eres mi hermana y si se tratase de Pansy habría actuado igual, no voy a pedir disculpas por intentar ayudarte. Ahora me da más mal rollo que no tengas nada en los brazos, porque la curación milagrosa no existe y sé que saber que mi madre es la nuestra te ha afectado, te oí llorar y la tierra no nos ha tragado, lo cual significa que tus poderes si exceden el plano físico, si te has curado sola, y sigues entera…puedes tener razón con lo de tu madre.

—Draco yo…—suspiró— no quería asustarte, me daba vergüenza contarte eso— calló unos instantes—y sí, creo que impedirme hacer magia está provocando cosas más grandes, aunque al menos son buenas…me curo, veo a mi madre…

—Lo preocupante no es lo que puedes hacer sino, cual es el limite y si eso te pone en peligro ¿y si…pasar de plano te está restando vida o algo parecido?

—No he notado nada malo.

—¿No decías que habías notado algo raro?

—No en mí, en mi madre— chasqueó la lengua— era ella, estoy segura de que era ella, porque era su voz, su olor, su piel, todo como lo recordaba, quise decirle que Narcissa no habia cometido solo un error pero yo era incapaz de hablar, me contó la infancia que tuvieron y como era Narcissa y como era ella, no sé cuantas horas pasaron pero el caso es que pude llegar a entender como se sentía, un poco como tú con lo de Astoria, ella tenía que cumplir las expectativas familiares, hacer lo que se esperaba de ella y... lo hizo teniendo la suerte de enamorarse de tu padre perdidamente— Lilly encogió los hombros— me pidió que no la hiciera sufrir porque ella la quería igual que yo te quiero a ti y no querría darle más por lo que llorar, por eso has creído que la había perdonado cuando nos has oído.

—¿Y eso es lo raro? ¿Qué te ha hecho una sesión de terapia familiar? — preguntó desdeñoso.

—No, lo raro ha sido lo que ha dicho antes de que "volviera aquí" cuando tu madre me tocó el hombro, fue como si el mundo se moviera a mi alrededor, por eso sé que no estaba soñando.

—¿Qué fue lo que te dijo?

—De pronto, como si le hubieran dicho algo muy alarmante al oído me dijo que por nada del mundo, ayudase a Ginny y que cuando llegase el momento hiciera caso a Lucius y me marchara lejos porque si me quedaba, sería mi perdición.

—Eso sí que es extraño ¿A qué ibas a ayudar tú a Weasley? Entiendo que casarse con Potter ha de ser traumático, pero de ahí a ayudarla…pff— rio Draco. De pronto, una explosión borró sus sonrisas, la madera voló sobre sus cabezas, Draco se lanzó al suelo encima de Lilly y la arrastró bajo una mesa, por desgracia, tenía práctica. Encima de ellos cayeron escombros, madera y algunos muebles, Lilly agarraba el brazo izquierdo de Draco con fuerza, y gimió asustada, temiéndose su peor pesadilla.

Al cabo del rato, unos pasos apresurados resonaron en la estancia destrozada, entre el humo y el agua que salpicaba.

—¡Los he encontrado! — la mesa que estaba encima de ellos voló grácilmente—Están vivos.

—¿Profesora Petrova? — preguntó Draco sin entender nada

—¿Está bien señorrr Malfoy? — dijo ofreciéndole su mano, Draco se quitó de encima de Lilly, se apoyó en Irinna para levantarse.

—Sí, ¿Qué ha pasado? ¿Por qué ha explotado la cocina? — Irinna iba a empezar a explicar, pero antes quería asegurarse de que la chica Snape también se encontraba bien.

—Lillian…— dijo Irinna, Narcissa fue directamente a abrazar a su hijo sin dejarle respirar y Severus llegó corriendo unos segundos después— Lillian ¿te encuentrrrras bien? — Irinna se inclinó sobre la chica, Lilly se sacudió para apartarla groseramente.

—¿No puede evitar ir de salvadora? Sí, estoy bien, hasta que ha explotado la maldita cocina, déjeme en paz.

—Menos mal que estáis bien— dijo Severus abrazando a su hija para sorpresa de ella, la última vez que había tenido una muestra de cariño similar con ella fue cuando no la condenaron a un reformatorio juvenil en la vista.

—¿Se puede saber qué pasa? — dijo ella apartando a su padre, y yéndose junto a Draco y Narcissa, molesta porque Irinna estuviese allí también, como si no fuera suficiente verla en Hogwarts.

—Estabais atrapados cariño ¿no lo recuerdas? — preguntó Narcissa preocupada.

—No es cierto mamá— dijo Draco extrañado— solo estábamos hablando tranquilamente.

—¿De verrrdad no lo habéis notado?

—¿Notar qué? — se irritó Lilly, quien todavía seguía algo asustada por la explosión

—Estaban ustedes atrapados, señorita Snape— dijo el auror que custodiaba a Lilly apareciendo tras ellos— su madre me llamó asustada porque tras la puerta de su cocina había un velo negro, no podíamos verles ni oírles, pero su madre había visto al señor Malfoy al llegar y la vio entrar en la cocina; su padre, su madre y yo, hemos intentado todos los hechizos que conocemos para penetrar en él pero ha sido inútil, si su padre no llega a alertar a Madame Petrova hubiera sido imposible rescatarlos.

—¿Rescatarnos? Pfff por favor — Lilly puso los ojos en blanco— No corríamos peligro alguno, casi me atraviesa el corazón un escombro, si alguien nos ha puesto en peligro es ella.— El auror se encogió de hombros y les dijo a los presente que iría a informar al ministerio de que no había habido heridos ni desastres, segundos después desapareció.

—Pensábamos que Bellatrix os había hecho algo, que os estaba secuestrando. — dijo Narcissa

—¿Qué sentido tendría secuestrarnos en una mansión con un auror y 4 magos? — Preguntó Draco

—A Potter y a Weasley los secuestraron a noche, poco después de que Lilly se fuera, había cuatro aurores y diez magos y nadie pudo hacer nada, según me han dicho, una mujer y unos encapuchados se los llevaron. — explicó Severus tratando de ser delicado por su hija.

—¡¿Han secuestrado a Harry y a Ron?!— gritó Lilly histérica.

—¡¿Qué ha pasado con Hermione?! ¡¿Ella está bien?!— preguntó Draco de la misma manera

—Potter y Ginny Weasley—Aclaró Severus, Draco abrió los ojos como platos y sintió su corazón acelerarse, miró a Lilly.

—Ginny Weasley…—repitió Draco; Lilly todavía mirando los ojos grises de Draco, sintió su estómago retorcerse y su boca secarse, se sentía asustada no pudiendo entender por qué su madre, le diría que no ayudase a su mejor amiga después de ser secuestrada.

—¿Qué ocurre? — dijo Severus advirtiendo algo extraño en ese intercambio de miradas.

—Nada— se apresuró a decir Lilly—¿Por qué habéis pensado en Bellatrix? ¿Acaso no está muerta? — Fingió Lilly, su padre la miró ceñudo, ambos sabían que eso no era cierto; Severus les contó el sueño que tuvo Harry hace meses y como la descripción que hizo Harry recordaba bastante a la que había hecho Lupin.

—Bueno, pero nosotros estamos bien, puede ser simple coincidencia—sugirió la pequeña Snape todos la miraron como si hubiera dicho la mayor tontería del mundo, pues así era; ignorando lo evidente, prosiguió—¿Ahora qué va a pasar?

—Irinna se quedará aquí para protegeros a los tres, yo iré a la Orden del Fénix a ver que podemos hacer— explicó Severus con tono autoritario dada la gravedad de la situación.— es posible que se alargue y no pueda impartir clase las primeras semanas del año, hasta que volváis a Hogwarts, o quizá algo más, estaréis bajo su protección.

—¿Y por qué no se larga ella y te quedas tú a protegernos a los tres? Ella ha sido aurora internacional o algo así ¿no tiene mucha más preparación para buscar a Harry y a Ginny que tú? — Preguntó Lilly tremendamente celosa e irritada. Se quedaron todos en silencio, Narcissa miró a Severus con reproche, sus ojos gritaban "te lo dije". Irinna desvió la mirada mordiéndose la lengua para no responder y Draco miraba expectante la escena. Severus respiró hondo, esos momentos eran los que más le dificultaban la labor de padre, los momentos en los que menos palabras se encontraba y los momentos en los que el raciocinio de su hija bajaba tres o cuatro años de golpe.

—Sí, la tiene, pero también es la única que tiene poder suficiente para protegerte a ti, mira a tu alrededor Lillian, entre Narcissa, ese auror y yo, no hemos podido sacaros de ese muro mágico que has creado y que os encerraba, si Irinna no llega a venir, hubiera sido imposible.

—¡¿Cómo voy a crearlo yo con esta mierda?!— dijo Lilly exhibiendo los brazaletes— No puedo hacer ni un simple encantamiento convocador con ellos ¡¿no te has planteado que no sea yo quien hace esto?! ¿Cuánto ha tardado en venir y saber como romperlo? ¿Dos minutos?

—¿Qué estás querrriendo desirrr?— Preguntó Irinna sin dar crédito a lo que oía

—¡Que tú eres la que está creando desastres a mi alrededor, que eres una zorra y una mentirosa! ¡Le estás haciendo creer a mi padre que soy yo quien los provoca para alejarlo de mi!

—Lilly, cariño ... — comenzó Narcissa avergonzada por esas palabras, pero sintiendo también la mayor de las lástimas por su hija.

—Has sido tú quien ha prrrovocado esto querrída— La cortó Irinna antes de que un avergonzado y harto Severus interviniera— Solo tienes que mirrarr tu pelo— En ese momento todos se fijaron en que uno de los mechones de Lilly era completamente plateado, al igual que sus puntas— Yo antes errra rubia ¿sabes Lillian? El cambio de color en el cabello, es una "secuela" de un poderrr tan grande como el que tienes…como el que yo también poseo; porr tanto…no, no es mi plan malvado parra alejarrte de tu padre, tú lo provocas sin darrrte cuenta, lo cual es mucho más peligroso. — Lilly cerró los ojos y regó sus pestañas de lágrimas, tragó saliva y tratando de obviar la acusación que había hecho. Pensó qué decir, no quería que su padre se fuera, estaba enfadada con él por haberle mentido sobre su madre, sí, pero poder perderlo de nuevo, con destino incierto, dispuesto a arriesgar la vida, eso no podía permitirlo, ya sufrió mucho encerrada en el sótano de la señora Egrid por "su protección" no iba a pasar lo mismo en la Mansión Malfoy, no iba a tener en el pecho la angustia de preguntarse diariamente si estaría muerto, era una tortura.

—Déjame ir contigo a la Orden del Fénix, quiero ayudar— le dijo Lilly a su padre con lágrimas en los ojos, dejando su vergüenza olvidada un momento para sufrirla después. Severus le dedicó una mirada de enfado sin igual, quizá mayor que cuando la amenazó con enviarla de vuelta a Durmstrang pero la tormenta de sensaciones que había sentido en esos últimos minutos le ablandó lo suficiente para contestarle.

—No, te quedarás aquí y no saldrás de esta casa hasta que estemos seguros de que los siguientes en ser secuestrados, no sois Draco y tú.

—¡No puedes hacer eso, no puedes volver a encerrarme para que no vengan a por mi, me tuviste así casi un año!

—Puedo y lo haré, ahora si me disculpas tengo que ir a salvar a tus amigos— respondió con severidad.

—¡¿Qué tengo que hacer para que, por una maldita vez, me elijas a mi antes que a Potter?! ¡¿Tengo provocar un apocalipsis o quedarme en coma para que te des cuenta de que yo también te necesito?!¡¿Que te necesito más que él?!— soltó por fin, no creía que pudiera tener un pensamiento tan egoísta, pero lo tenía, a la hora de la verdad era Potter o ella, por mucho que lo apreciara, tenía eso guardado durante mucho tiempo y se sentía mal por pensarlo, pero al menos ya lo había verbalizado.

—No te comportes como una cría estúpida y dependiente, espero más de ti. —dijo Severus con tono calmado pero gélido, ya se había puesto su coraza de frialdad.

—No te vayas, por favor —suplicó entre lágrimas con dificultad para respirar—no quiero que mueras otra vez. —Susurró en un tono solo audible para Severus. Los ojos de Lilly se cristalizaron, pero no sirvió de nada; tras esa última súplica Severus le retiró la mirada y desapareció.