Segunda parte de "las consecuencias de tus actos"

Cabello rubio platinado alborotados, piel casi tan pálida como la porcelana con las mejillas rojas, brillantes ojos verdes esmeraldas como las hojas en la primavera, una sonrisa natural y una voz firme, un alfa dominante en todo su esplendor, criado por su único padre omega.

Habían pasado 16 años desde el nacimiento de Scorpius Orión Malfoy, quien había nacido saludable pese a la mala condición de su padre, alegre y consentido por toda una manada de Alfas y varios omegas.

Había crecido en la casa familiar Malfoy, donde lo habían criado con una infancia feliz y era amado de verdad, con sus abuelos Lucius y Narcisa quienes no paraban de consentirlo, con sus tíos que siempre lo llevaban de viaje por el mundo y le enseñaban hechizos sorprendentes y con sus primos, con quienes solía divertirse y cometer miles de travesuras.

Su padre se había encargado de que nunca le faltara nada y recibiera una muy buena educación, y también disfrutará de su vida como un niño normal, para Scorpius su padre Draco era su persona favorita en el mundo, después de todo era quien lo había protegido toda su vida.

Quien le había cuidado de pequeño, le había enseñado a caminar y a hablar, era quien le había enseñado a volar en su primera escoba y quien lo había abrazado en aquellas noches de lluvias torrenciales y relámpagos.

Fue al único hombre a quien siempre intentaba impresionar y la única persona que esperaba enorgullecer.

Y luego estaba aquel hombre, Harry.

Era un hombre que lo visitaba de vez en cuando, que tenía un olor familiar y que olía a tristeza, un hombre que lo visitaba desde que era un niño, Scorpius lo reconocía sólo por que era el padrino de uno de sus compañeros de clases, Teddy Lupin.

Fue recién en su segundo año en Hogwarts que se enteró que ese hombre era su otro padre, pero que a su padre verdadero no le gustaba mencionar. De hecho, a nadie en su manada le gustaba hablar de o con él. En especial a su abuelos, y a sus padrinos Severus y Tom. Su padrino Sev siempre decía que mientras más lejos de aquel hombre este, mejor. Tom en cambio no podía escuchar nada que involucre a aquel hombre de ojos verdes, siempre enfurecia y su esposo era el único que podía calmarlo.

Cuando cumplió los 15 años, su tía Delphi fue quien le contó la historia de como Harry había roto el vínculo con su padre y de como lo había rechazado a él y a Draco para irse con otra omega, de la cual sabía que tenía tres hijos más.

Y Scorpius entendió a la actitud de su manada, y no pudo evitar sentir rencor al mirar a aquel hombre ahora.

ᅳ¿cómo puedes permitir que ese hombre este cerca mío, siendo que te lastimó papá? ᅳle reclamó ese noche a su padre, quien estaba acostado en su cama.

Enarcando una ceja, miró a su hijo levemente antes de dar dos palmaditas a su lado para que su cachorro se sentará, cosa que el contrario no tardó en hacer. Sólo cuando lo tuvo a su lado, el omega envolvió sus brazos alrededor del adolescente expandiendo sus feromonas para tranquilizarlo.

ᅳél también es tu padre, cielo, te rechazó cuando no habías nacido por que no sabía que estabas ahí, no es su culpa.

ᅳte engaño con otra omega, papá, cuando se suponía que estaba contigo.

ᅳlo sé.

ᅳte lastimó... ᅳsu voz salió rota, sintiendo el dolor de su padre, que sólo se dedicaba a acariciarle la espalda y expandir feromonas tranquilizantes en la habitación.

ᅳsi.

ᅳte dejo con un vínculo roto, solo, embarazado, y quiere verme sólo por que soy parte del esperma que liberó dentro tuyo... No quiero... él no es mi padre. No quiero verlo más, papi... te daño, y quiere verme sólo por culpa.

ᅳcariño, sé que estas dolido pero nadie tuvo la culpa de nada, él no lo sabía y sí, estuvo mal que me engañara y me dejará por otra omega, pero eso no significa que él sea una mala persona... él sólo... nunca fue bueno en reaccionar a las cosas.

ᅳte amo, papá ᅳ sollozo abrazandose más a su padre ᅳgracias por tenerme, gracias por lo que has hecho por mi, gracias por no rendirse conmigo...

Esa noche, Draco estuvo consolando a su no tan pequeño cachorro, intentando reprimir su tristeza al recordar aquel evento.

Scorpius no volvió a ser el mismo con Harry desde esa vez, intentaba con todos sus medios no gruñirle o negarle, pero le era imposible hacerlo ahora que sabía la verdad, y Harry aunque se dio cuenta de su actitud, ya había suponido que ya sabía quien era y que habia pasado con Draco.

Y aunque su rechazo era bien merecido, aún dolía el rechazo de su hijo, y la voz de su alfa le decía "así se habrá sentido Draco te lo este tiempo" y él estaba de acuerdo con su alfa, lo eso también decidió darle su espacio a su hijo, prometiendo que siepre estaría allí para él si lo necesitaba.

Los dias pasaban rápido, Scorpius ahora de 16 años estaba cursando su séptimo y último año en Hogwarts, por lo que sus exámenes lo mantenían ocupado, y no notaba nada, ni siquiera a ese beta que lo miraba con anhelo, o el estado de su padre.

No era mentira que Draco estaba cada día más enfermo, él insistía que era un resfrío común y que no se preocupara, por lo que Scorpius le había dado su espacio, entendiendo que su padre le avisaria si fuera algo grave.

Pero Draco no lo haría.

Por que Draco no soportaría decirle la verdad a su hijo. No soportaría tener que mostrarse débil y demacrado ante su lindo cachorro, y que este sufriera por las malas noticias.

Pero su estado no pasó desapercibido por los demás alfas y omegas de la manada, en especial por su padrino Severus.

Eran las siete de la mañana, Draco tenía insomnio, lo que explicaba por que estaba despierto aún a esa hora, cuando el omega mayor entro a la habitación y lo encontró luciendo pálido y tociendo con demasiada fuerza le exigió saber que era lo que pasaba.

ᅳno hay mucho que decir, Sev ᅳdijo con calma luego de un largo rato después de tocer sangre.

ᅳno me vengas con mentiras, Draco, te conozco desde que eras un mocoso que usaba pañales.

Y Draco rió, alegre de notar que si padrino no había cambiado mucho desde que era joven.

ᅳ¿sabes lo que pasa cuando un alfa te marca, y luego rompe tu vínculo de manera drástica?

Y Severus comprendió.

ᅳhas pasado 17 años ya... ᅳhabia dicho nostálgico observando a la foto de su hijo con su uniforme a quidditch, había crecido fuerte y sano y era un alfa en todo su esplendor.

ᅳ¿desde hace cuando lo sabes? ᅳpregunto.

ᅳsiempre lo supe.

El hombre sintió un dolor en su corazón al escuchar al rubio. Se sintió culpable al no notar la condición de su ahijado, habia podido encontrar una cura, ayudarlo.

ᅳno te culpes, Sev.

Las manos de Draco se acercaron a su cabello y lo acaricio, como dabia que lo hacía con su cachorro, como sabía que Narcisa le hacía cuando el era un niño, como él lo hacía cuando era un niño.

ᅳlo siento.

Y Draco volvió a reír ᅳno te disculpes, Severus. Es raro en ti disculparte o mostrar expresiones aparte de la fría usual.

Y Severus no pudo evitar que las lágrimas corrieran por sus mejillas, podría ser la primera vez que lloraba en mucho tiempo.

ᅳlo he estado ocultando esto a muchos... el como mi estado se va deteriorando, es acerca de mi vínculo rechazado y mi... ᅳse calló intentando borrar la palabra que le seguía a esa oración ᅳ he estado muriendo lentamente desde que quien antes era mi alfa rompió nuestro vínculo, he estado pronlongando mi inminente muerte desde esa vez y pude impedir una muerte inmediata por que no queria dejar a mi hijo sólo, así que oculte mi condición para poder criar a mi bebé. Quería verlo vivir, quería verlo crecer, quería estar ahí para él.

ᅳDragon...

ᅳte amo mucho Severus ᅳdijo de repente, con una suave sonrisa y un nudo en sj garganta, reprimiendo las lagrimas que amenazaban con salir ᅳconfío en ti más que en cualquier otra persona en el mundo, yo sólo quiero que te quedes a su lado como soporte, Sev. Sé muy bien que mis padres, incluso tía Bella y Tom se encargarán de él, pero sólo en ti puedo confiar en que no hará nada malo, sólo es un niño.

ᅳsabes que lo haré incluso si no me lo pedías

ᅳlo sé.

Severus se quedó a su lado hasta la tarde, Draco sabía que era por miedo a que él se fuera, que dejará el mundo en esd mismo instante, pero cuando llegó la hora, lo abrazo fuertemente.

ᅳfuiste la persona más importante en mi vida, Severus, y estoy oorgulloso de poder llamarme tu ahijado y llamarte a ti, mi padrino.

Severus volvió cada día después de ese, y Draco le contó a su manada sobre su condición.

La mansión se mantuvo triste desde ese día y cada miembro de la manada olía a tristeza, Draco no queria eso, tampoco quería escuchara a sus amigos o a sus padres llorar. Pero el también estaba triste, dejaría ir a su pequeño, se iría y lo dejaría.

Aún no sabía cómo iba a despedirse de él.

No pudo asistir a la la graduación de su hijo, pero su cachorro llegó a la mansión con una gran sonrisa y le mostró todos los premios que se había ganado, y él sonrio orgulloso.

No, no le diría todavía.

Su hijo ánimo el ambiente frío de la mansión, su tía Delphi y sus dos primos Sofía y Duncan, hijos de Pansy y Blaise se mantuvieron con él en su gran celebración.

La noche llegó mucho más rápido de lo que había imaginado, su habitación olía a menta fresca y a fresas, las luces estaban prendidas pero eso a él no le importó ya que el sueño ya lo había alcanzado.

No sabía cuando había dormido, pero al despertar, una mata de cabello rubio estaba en su cama, a su lado.

Sí, su pequeño cachorro alfa estaba durmiendo a un costado de él, su cara hundida en su torso, abrazandolo protector, sentía el olor a su tristeza en toda la habitación.

Deseguro sus padres ya le había dicho.

Verlo abrazo a él le recordaba cuando este aún era un niño, y se escabullia de su habitación sólo para poder dormir con él, con la excusa de estar preocupado por los monstruos que podían devorarlo si no estaba a su lado.

Recordaba aquella época cuando su hijo enfermaba o él lo hacía y ambos terminaban abrazados el uno al otro en la cama hasta que mejoraban.

Quien hubiese pensado ese niño ya estaba así de grande. Una lágrima se deslizó por su mejilla y su corazón se apretó, no queria dejar a su pequeño.

Aún no lo había visto en su uniforme de inefable, aún no lo había visto casado, todavía no había podido disfrutarlo lo suficiente, no estaba listo para dejarlo.

Abrazo a su hijo y lloro, luego de haber retenido tanto sus lágrimas, estas por fin pudieron salir. Lloró abrazado al cuerpo de su hijo, intentando transmitirle paz y calma antes de volver a cerrar los ojos.

ᅳte amo, mi lindo cachorro.

Fue el último susurro que se escucho en la habitación, y cuando llegó la mañana, Draco ya se había ido.