Hermanita…

Gerry se removió incomodo en su lugar, miro a los lados y luego miro a su padre quien leía el periódico tranquilamente.

—Papa…—llamo con inseguridad el menor.

—Solamente no la mires a los ojos, hijo.—Peter bajo el periódico y miro seriamente a su hijo.

Jessica salió de la cocina, trayendo una gran bandeja y dejándola encima de la mesa en medio de todos.

—¿Por qué tenemos que comernos a mi hermanita?

Peter soltó un suspiro pesado, mientras Gerry solo podía observar los ojos muertos y fríos de la cabeza cercenada de su hermana menor puesta en aquella bandeja.