Boku no Hero Academia, pertenece a Kōhei Horikoshi.
Solo nos pertenecen los personajes OC.
33: Entrenamiento Residencial.
Mientras que su esposo adolescente, se desplazaba emocionado, por los techos de los edificios, Earphone Jack, le seguía pensativa.
—Maldición. Cambié la historia. —Pensaba la rockera de cabello violeta y ojos grises.
— ¡CUIDADO! —Kyōka se asustó y resbaló, pero una mano le agarró de la muñeca.
— ¡¿Qué te pasó, cariño?! —preguntó el peliverde, mirando asustado a su novia, quien estuvo a punto de caer, a una dolorosa muerte, debido a que el edificio frente a ellos, estaba muy lejano, como para poder llegar con las pistolas/arpones. Kyōka suspiró. No debió de haberse dejado ir, en sus pensamientos. Estuvo cerca de morir. —Kyōka, ¿Me escuchas?
—Sí, perdóname. —Se disculpó ella. —Es solo que... —se pasó las manos por el cabello. — ¡Esto no va bien!
— ¿Porqué?
—Tendrías que haber asombrado tanto a Mirio-Senpai, como para haber sido llevado ante el héroe Sir Nighteye. —Confesó Kyōka, pasándose las manos por el cabello, demasiado rápido, debido a sus nervios y a que no ya sabía, lo que le depararía esta nueva línea temporal. —Y yo, tendría que haber estado haciendo mi residencia, con el héroe Death Arms, pero... ¡Míranos mi amor: Estamos a punto de ir con los Luckers: Edgeshot, Kamui y Mt. Lady!
Izuku se acercó a ella y la abrazó.
Kyōka devolvió el abrazo, desesperada y asustada, porque ya no sabía lo que le deparaba el futuro. Eso la asustaba.
— "No puedo jurarte, que todo vaya a estar bien" —susurró Izuku en su oído, sin dejar de acariciar la espalda de la pelivioleta. — "Pero sí puedo jurarte, que estaré a tu lado, por toda la eternidad, cada paso que decidas dar, será un paso que yo también daré"
Kyōka se separó dos centímetros, para poder mirar el rostro de su amado. — "Gracias, mi amor" —lo besó en los labios. — ¡Vamos!
— ¡Hai, Earphone-Chan!
La pareja continuó su camino, dispuestos a vivir una aventura nueva.
Llegaron a las oficinas de los Luckers, y Mt. Lady los jaló al interior del edificio, mientras hablaba tan rápido, que los mareaba y apenas entendían casi nada.
Pronto se encontraron con los otros dos miembros del equipo, y el objetivo de la primera semana, quedó más que claro: Acondicionamiento físico y enseñarles a luchar mano a mano.
— ¡Juraría que es más difícil que el entrenamiento con Death Arms! —pensó Kyōka, luego de un día de acondicionamiento físico y de combate.
— ¡Wow, extenuante! —se dijo Izuku, luego del entrenamiento, mientras compartían el almuerzo, en la cafetería.
—Edgeshot-Senpai, es más que solo un héroe y líder. Es también, un entrenador y acondicionador en forma de héroes. —Les contó Mt. Lady, con una sonrisa.
— ¡INCREÍBLE! —dijeron Slayer y Earphone Jack, asombrados. Pronto, el asombro se volvió temor, cuando la vieron temblando.
— ¡A ENTRENAR, MOCOSOS! —Gritó Edgeshot, arrojándoles Shurikens y Kunais, mientras que la heroína profesional y los dos alumnos de la U.A, salían corriendo.
Trotar, correr, saltar obstáculos, aprender a escapar de habitaciones trampa, aprender a empuñar un gran número de armas, aprender a ingresar en toda clase de lugares, aprender a espiar una reunión secreta de villanos.
Volvieron a ser llevados a la U.S.J, y casi mueren en el nuevo entrenamiento de rescate, comandado y coordinado por el exigente Edgeshot, quien exigía que todo se hiciera al pie de la letra, y que todo saliera bien, sin importar que fueran adolescentes de quince años.
Y a veces, tenían que escapar de las creativas e inesperadas trampas, de Kamui Woods.
¿En qué clase de misión se verían envueltos, que les exigían tanto?
