I feel the power of our souls.

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nadaoriginal. Tenma dio fuertes demostraciones de su poder… dándole a Sasha jeje. Lo del barco, deberán dejarlo bastante reluciente para que no les salga nada raro.

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camilo navas. Esos dos realmente están teniendo actividad de entrenamiento, pero solo se usa la pelvis. Los espectros vienen a hacer de las suyas.

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Sin más, comencemos…

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Mientras los demás caballeros estaban reparando el barco de la esperanza con el cual se dirigían al Lienzo Perdido, Yuzuriha se encontraba vigilando de que alguna fuerza de Hades fuera a venir donde ellos.

Justo cuando las cosas marchaban calmadas, la de rango de Plata sintió algo en el ambiente lo cual la hizo ponerse alerta.

- ¿Qué es este cosmos? – se preguntó la chica corriendo hacia donde estaban todos - ¡necesito avisarles rápido! ¡El ejército de Hades ya viene para acá!

Aunque cuando estaba llegando a donde se encontraban los demás caballeros, una gran explosión sacudió el lugar justo en el que se encontraban reparando el barco, dejando a todos impresionados.

- ¿Q-Que mierda fue eso? ¡Me dolió! – exclamó Yato levantándose un poco - ¿acaso fue el ejército de Hades que ya llegó?

- No, no fue así, esa explosión no la causó un ejército, la causó… solo una persona.

- ¿Q-Que? – el caballero de Unicornio miró como la persona que causó ese desastre aparecía frente a todos. Este vestía una Sapuri bastante llamativa y parecía bastante peligroso.

- Que patético Caballeros de Athena. Solo destruiré su barco y así, acabará toda esperanza en ustedes… ¡en nombre de mi señor Aiacos! – respondía el espectro que no era más que una mujer - ¡los mataré a todos en este lugar! ¡Yo, Violate, el ala derecha del señor Aiacos!

- ¿U-Una mujer?

- Su vano intento de lograr algo llegó a su fin, ahora se enfrentarán a Behemot en todo su esplendor.

- ¿B-Behemot?

- ¡Así es! ¡La estrella celeste de la soledad, Violate de Behemot ha llegado! – exclamó la mujer la cual, al tocar el suelo, este comenzó a agrietarse de gran manera.

- ¡Es increíble! Destrozó el suelo con solo pararse en él.

- Esa tipa… es un monstruo.

- Que seres más débiles – susurró Violate mientras que, desde largo, Aiacos miraba todo el espectáculo que causaba su discípula.

- ¡Eso me gusta Violate! Justo lo que esperaba de ti, me está gustando el espectáculo que desarrollas. Ahora solo queda esperar, ¿Qué me presentarás ahora? – sonrió el tipo - ¡sígueme mostrando tus cosas, a mí, Aiacos de Garuda!

- Los hombres más hermosos son aquellos en cuyo rostro se refleja el miedo y sombra – susurró la espectro mirando a los soldados y Caballeros de Bronce.

- …

- Lo que me gusta de ustedes es que no pueden proteger nada… - justo cuando la mujer estaba por destruir el barco, esta fue detenida por los demás caballeros los cuales se abalanzaron sobre ella.

- ¡No vamos a permitir que el barco se arruine!

- No tocarás ni un clavo de este barco, es un recuerdo de nuestros antepasados.

- ¡Así es, este barco guardó memorias hasta nuestra era!

- Solo cállense – Violate usó su cosmos para mandar a volar a los Caballeros que se interponían y solo caían bastante lastimados – es hora de acabar con sus malditas esperanzas.

- D-Detente – antes de la discípula de Aiacos tocara el barco, esta fue detenida por una mano la cual tenía un armamento dorado.

- Me temo que no puedo dejarla hacer eso, señorita.

- Vaya, vaya, parece que alguien se atreve a desafiarme, todo por defender un pedazo de mierda como esta.

- ¡No le digas así! ¡Es nuestra esperanza para poder ganar este conflicto!

- ¿Acaso crees que puedas ganarme con ese cuerpecito, Leo? – con eso, tanto Regulus como chocaron poderes intentando mostrar quien era el más fuerte.

- Dios, realmente es algo de miedo que ver – dijo Yato mirando como Violate y Regulus chocaban poderes.

- Es increíble como sus cosmos chocan entre sí.

- ¿Crees que me puedes ganar con ese cosmos, pequeño Leo?

- Definitivamente eres débil – las palabras del Caballero Dorado sorprendieron a la chica la cual no creía lo que el castaño dijo.

- ¡Pues derrótame! – Violate intentó derribar al chico el cual parecía no inmutarse en eso y solo sonreía.

- Sabes, entre los Caballeros tenemos algo en común y es que todos nacemos con la fuerza para proteger a los más inocentes y ¡eso nos a fuerza para seguir batallando! – Leo golpeó el abdomen de la mujer y la mandó a volar hasta caer un poco alejados del barco.

- Te iba a pedir eso, pero lo hiciste de una vez – dijo el Caballero de Lobo.

- No te preocupes Junkers, esta vez prometo ganar a como dé lugar – unos segundos después, tanto Regulus como Violate se miraron fijo a los ojos – jaja, logré ganarte en fuerza.

- Puede que sea cierto, pero tus nudillos dicen otra cosa.

- Espero tener una gran batalla contigo – exclamó el Caballero Dorado elevando su cosmos y de ahí comenzó una larga batalla en la que, aunque el León Dorado recibió grandes ataques, ninguna parecía dañarlo, en cambio, cada golpe que daba a Violate, parecía dañarla mucho.

Incluso llegó un momento en el que cuando lo quiso atacar, el castaño logró detener el ataque de la sirviente de Hades con un solo dedo y sin más, Regulus la mandó a volar hasta estrellarla contra unas rocas. Aunque parecía que la cosa estaba ganada, Violate solo sonrió.

- ¿Y eso porque es?

- Porque, aunque eres muy fuerte, sigues siendo un novato y no te das cuenta del peligro que ocurre a tu alrededor.

- ¿Qué?

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- ¡Yato! – exclamaron varios de los Caballeros cuando miraron como el peli negro era tomado por un espectro corpulento.

- Unicornio, recuerda que tenemos una cuenta pendiente en el inframundo – exclamaba el espectro - ¡Soy la estrella celeste de la fealdad, el gran Stand de Escarabajo! ¡Y ahora, los mataré a todos junto con el barco! A ver si pueden tan siquiera vencer al ejército.

- ¿Ejército? – todos se miraron extrañados hasta que observaron el cielo en el que bajaba una gran cantidad de solados oscuros.

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- ¡¿E-Eso es…?!

- Yo soy un soldado de avance para distraer a los Caballeros Dorados como tú, los demás, se encargarán de matar a los demás Caballeros y destruir el barco.

- S-Serán malditos – exclamó Regulus mirando a la mujer - ¡pues iré a ayudarlos!

- No tan rápido – justo cuando el Caballero de Leo quiso irse, este fue detenido por lo que parecía ser una sombra de parte de Violate – pues resulta que no viste mi verdadero potencial, ahora solo te queda escuchar los gritos de todos tus amigos y camaradas mientras son asesinados.

En eso, la mujer solo se dedicó a darle varios golpes al Caballero Dorado el cual por alguna razón nunca dejó de sonreír o de dejar de mirarla con un brillo inusual en los ojos.

- ¡Ya es hora de que mueras Leo! – Violate lanzó el golpe final, pero cuando estaba por dárselo, esta se detuvo por alguna razón - ¿Q-Que?

- Lo ves. Te he superado.

- ¿C-Como es posible? ¡¿Cómo escapaste de mi sello de sombra?!

- Es hora de los papeles se inviertan – dijo el chico mientras le daba un fuerte golpe y la técnica que había usado la chica, ahora era usada en su contra - ¡Yo, Regulus de Leo, domino las sombras!

- ¿C-Como es posible que superes mi fuerza así de la nada?

- No creas que supe que pasaba, estos muertos que invocaste provienen del inframundo y los escondiste en las sombras ¿no es así?

- Es imposible, se supone que ningún maldito humano puede ver eso. ¡¿Cómo los vistes?!

- Estos ojos nunca dejan de observar – sonrió el Caballero – estos ojos pueden ver las fortalezas y las debilidades de los enemigos, con tu técnica simplemente elevé más mi cosmos para controlarlos y que te atacaran.

- Puede que sea cierto que has aumentado mucho tu fuerza desde el inicio del combate, pero eso… eso… ¡No lo aceptaré jamás! - Violate se liberó de su ataque impresionando al propio Regulus – desde joven, siempre fui marginada, pero ese hombre me sacó de lo más bajo y por él lucho. Tu poseíste ese ingenio, esa fuerza desde un principio… ¡nunca me entenderías!

- ¿Q-Que?

- ¡No me importa morir aquí! ¡Te derrotaré usando todo el poder del Behemot! – con eso, apareció la figura conmemorativa de la espectro la cual estaba a punto de atacar al castaño.

- No me queda más opción que contrarrestar – Regulus también elevó su cosmos - ¡Plasma Relámpago!

Los dos ataques chocaron y solo se observó una gran cantidad de cosmos y sin más, la fuerza del Caballero Dorado terminó siendo superior y al final, Violate cayó derrotada por el enorme poder de Leo.

- ¿Tu también quisiste proteger a alguien? – se preguntó el joven, incluso no miró cuando el cuerpo sin vida de Violate desaparecía.

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Justo cuando las cosas no se podían peor, apareció en escena el mismísimo juez del Inframundo Aiacos de Garuda en el lugar listo para cualquier cosa y con él llevaba a Violate.

- ¿Han visto como quedó mi ala derecha? Quedó manchada, por lo que toca limpiarla con sangre – sonrió el juez mirando a todos los guerreros de Athena los cuales estaban bastante malheridos.

- Es un juez del inframundo.

- Bueno, es hora de ustedes mueran, no puedo creer que arriesguen sus vidas por un estúpido barco – dijo el juez - ¿Por qué los Caballeros de Athena defienden ideales que no funcionan?

- ¡Cállate! Nosotros no servimos ideales estúpidos, nuestros lazos, los lazos que nos unen a los Caballeros de Athena es tan fuerte que nadie ni nada nos separara de eso.

- Bonitas palabras, pero no sirven de nada – con eso, el juez mandó el barco en el que los espectros llegaron y solo Junkers se colocó frente al barco tratando de dar su vida para evitar que el barco se dañara.

Pero…

- Lo has hecho bien Junkers – una voz llegó al sitio y el barco se detuvo junto con un brillo dorado en el mismo sitio, aunque solo se miró como esa figura poseía una armadura dorada con alas en la espalda.

- S-Señor Sísifo.

- Aun no han fallado, solo se interrumpió todo.

- ¡Lo siento espectros! ¡Pero ya no permitiremos que hagan lo que hagan! – exclamó Tenma el cual había llegado junto con el Caballero de Sagitario.

- Tenma, ve con ellos a activar el barco, yo los distraeré – exclamó Sísifo y sin más, los Caballeros de Bronce ingresaron al interior del barco mientras veían los interiores los cuales estaban bastante deteriorados.

Durante todo el rato, varios de los Caballeros como Douglas de Osa Mayor, Curtis de Hydra y otros cayeron en el camino, finalmente Junkers de Lobo fue que el que metió el oricalco para que finalmente, el barco estuviera listo.

El sacrificio de esos Caballeros sumado a los sacrificios que hubo en varias de las épocas anteriores, sumaron para que el barco pudiera despegar una vez.

- ¿Lo hicieron? – susurró Aiacos - ¡Basuras como ustedes no deben despegarse de la Tierra!

- Lo viste ¿verdad Aiacos? El barco ha sido resucitado por la voluntad de los Caballeros – dijo el Caballero de Sagitario - ¡Nuestra esperanza a levantado el barco!

- ¡Sísifo! – exclamó Tenma el cual hizo la bandera que poseía el dibujo del báculo de Athena.

- Tenma, ¿Quién va a dirigir el barco?

- No soy muy bueno en esto, así que te encargo esto Yato.

- Se los encargo entonces – dijo en voz baja Sísifo mientras veía como el juez del inframundo aplaudía.

- Vaya, que cosas han hecho, una farsa completa para ver que sus ideales no son más que mentiras, pero al final de todo, las relaciones entre Caballeros no son nada.

- ¿Quieres probarlo? – Sísifo y Aiacos solo se elevaron hacia el cielo y terminaron ambos en el mástil del barco mirándose.

- Alguien como tú me desagrada.

- Lo mismo pienso, solo quiero derrotarte Caballero de Athena.

- Pues entonces ven por mí – con eso, se desarrollaría una batalla mano a mano de forma aérea entre Sísifo de Sagitario y Aiacos de Garuda.

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Continuará…