Capítulo 34
Luego de un día soñado en el que Onur la llevó a conocer la ciudad, visitaron museos, lugares históricos, hicieron algunas compras y probaron algunas comidas típicas, se quedaron caminando por la zona del loft de Onur y mientras charlaban, ella notó que el ánimo de él había cambiado.
Lo vio apoyarse en la baranda que daba al río y observar pensativo el devenir del agua…
-Mi vida… ¿estás bien? - le preguntó Sehrazat abrazándolo por detrás, su nariz en su nuca, sus manos acariciando suavemente su torso.
-Mejor que nunca…- dijo y giró para tomarla en sus brazos y la hizo apoyar a ella en la baranda, cubriéndola con su cuerpo.
-¿Entonces? - dijo ella y lo tomó de la cara, sus ojos en los de él, algo preocupada por el estado reflexivo de Onur.
-Nada… pienso que debería pensar en tomar una decisión con respecto a nuestro futuro… el reencuentro fue increíble, pero debemos pensar qué haremos…
-Yo… sé que te dije que te seguiría adonde decidas ir… quizá no te ayudé mucho con eso…
-¿Qué más podría pedir que el hecho de que tú quieras estar conmigo donde sea?
-Bueno…- dijo y acarició su cara- tal vez si te presionara un poco, la decisión sería más fácil…
-Es posible… escucha...- dijo y se quedó mirándola un momento y ella terminó sonriendo, sabiendo que lo había distraído.
-¿Qué? - dijo haciendo una mueca y él sonrió.
-Este lugar es hermoso, estuve muy satisfecho al venir y cuando planeé que tal vez pasaría el resto de mi vida aquí… pero mi lugar en el mundo es Estambul… no puedo evitarlo… ahí está mi gente, mis raíces y ahí es donde quiero estar…
-¿Cuál es la duda entonces? ¿el trabajo?
-El compromiso… llegué hace una semana para quedarme y ahora decido dejar todo y volver…
-Te entiendo, mi vida… pero hay mucha gente que hace esto y no se adapta… no veo cuál sería el problema si lo explicas… y si quieres echarme la culpa de que te presiono para volver, aquí estoy, puedes hacerlo…
-No hace falta, además, estoy seguro de que ese favor no sería gratis…- dijo y ella lanzó una carcajada divertida.
-Me tienes en un mal concepto, Onur Aksal… parece mentira cómo has cambiado de opinión con respecto a tu alumna más aplicada del curso…
-A veces echo de menos esa época…
-Tenía su encanto… pero yo prefiero la de ahora… la de estos días… la de nosotros seguros, comprometidos definitivamente con nuestro amor…
-Es verdad… pero ese amor surgió en esa época… recuerdo cuando te vi en mi clase…
-Recuerdo que quise morirme… primero de vergüenza… luego lo entendí como lo que fue… una señal del destino… podía haber perdido tu contacto, pero evidentemente tenías que estar en mi vida…
-Así es…
-Bien… ¿entonces? ¿volvemos a Estambul?
-Volvemos…- dijo él y se inclinó para capturar sus labios con más ímpetu.
Se quedaron un buen rato caminando por ahí, luego decidieron ir a cenar y volvieron a casa temprano, sabiendo que a Onur le tocaba levantarse al otro día para ir a trabajar…
Onur se puso a preparar un té para cada uno mientras Sehrazat se comunicaba con don Zafer para ponerlo al tanto de que volvería en un par de días.
El hombre se alegró mucho con las novedades y le dijo que aguardaba su regreso.
-¿Seguirás trabajando en Celik?- le preguntó él cuando se sentaron abrazados en el sillón, con las tazas de té.
-Bueno… él fue quien me dio la oportunidad de hacer lo que me gusta…
-Entiendo…
-¿Por qué lo dices?
-Porque a pesar de que trabajamos en paralelo, tú ahora tienes intereses en Binyapi…- dijo con tranquilidad él y ella alzó las cejas.
-¿Los tengo?
-Bueno… estás en una relación con el presidente…
-Así es… estoy enamorada del presidente…
-¿Y te parece ético seguir trabajando para otra empresa?
-¿Me estás pidiendo que renuncie a Celik para trabajar contigo?
-No hay nada que pudiera hacerme más feliz…- dijo y ahora fue su turno alzar las cejas.
-Onur…
-Sé que te sientes en deuda con Zafer… pero estoy seguro de que él tiene en claro que si nuestra relación prospera… cosa que está sucediendo ahora mismo, yo quiera tenerte para mí…
-¿Tenerme para ti?
-En lo laboral… en lo personal ya ocurre…- dijo y ella lo miró y arrugó los labios.
-¿Tenerme para ti? - repitió.
-Bueno… tú me entiendes… es natural que intente pasarte a mi empresa si eres mi mujer…
-¿Y yo?
-¿Tú qué?
-Lo que yo quiero hacer ¿acaso no cuenta?
-Entonces no te gustaría trabajar en Binyapi…
-No es eso, Onur…
-Está bien… te diré qué haremos… le sugeriré a Zafer que me gustaría que trabajaras en Binyapi, quizá lo entienda y te deje ir… así no te sentirás culpable…
Sehrazat suspiró. Se sentía culpable, pero la verdad era que trabajar con Onur también le atraía, sobre todo porque Binyapi era una gran empresa…
Luego del té se quedaron hablando en voz baja, incapaces de moverse hacia la habitación y comenzaron los besos y las caricias y cuando quisieron acordar estaban otra vez uno en brazos del otro…
Onur se quedó dormido en cuando decidieron acostarse, cuando juntaron energía para moverse a la habitación… Sehrazat se quedó contemplándolo en silencio. Disfrutando de ese momento en el que parecía que todas las piezas iban acomodándose…
Finalmente se quedó dormida y se despertó con los suaves besos de él en sus hombros y cuello…
-Debo irme…- le dijo cuando la vio abrir los ojos.
-Lo siento… siento no haberme despertado antes…
-No te preocupes, estabas cansada… te dejé el desayuno en la cocina… cuando pueda estaré de vuelta...
-Bien… gracias mi vida… te amo…- le dijo ella cuando él se inclinó y besó sus labios con ternura- que todo salga bien…
-Gracias… espero que si… yo también te amo…- le dijo él con una sonrisa y la dejó allí.
Sehrazat escuchó los movimientos de él y luego la puerta de salida. Se levantó y se puso la remera de él, que le quedaba más larga. Se dirigió a la cocina y calentó un poco de café… le dio una hojeada al periódico, pero no comprendió mucho…
Recibió una llamada de Bennu, que quería felicitarla por las buenas noticias que había oído y le dijo que se reunirían para que pudiera contarle acerca del reencuentro…
Pensó en vestirse y salir a correr un poco, hacía mucho que sentía que lo necesitaba. Sus ojos se posaron sobre el anillo que Onur le había regalado y recordó la desilusión que había sentido cuando él le aclaró que ese regalo no significaba más que un compromiso de palabra… aunque eso fuera muy importante…
¿Por qué no casarse? ¿por qué tanto amor no podía cristalizarse y legalizarse a los ojos de ellos y de todos? Ella se moría de ganas de vestirse de novia para él… pero no se lo diría, a no ser que él se lo preguntara directamente y eso no parecía que fuera a suceder, al menos por ahora…
Se obligó a no pensar en nada que no fuera la enorme felicidad que estaba viviendo finalmente con Onur, una felicidad anhelada y que no debía estropearse con detalles, aunque a ella le parecieran importantes…
Bueno, esto sigue pronto! Nos vemos en el próximo! Gracias por leer!
