Tenemos un gran problema-dijo Trunks, estaba algo frenético. De ningún modo imaginaba que su amigo recurriría a aquello-Debí haberlo sabido Lin, se supone que lo conozco bien-lamentó.
Trunks jamás necesitaba preguntarle al saiyajin qué le sucedía, dado que siempre podía adivinarlo con solo verlo.
Yo tampoco creí que haría eso-dijo Lin, parecía sorprendida. No en el buen sentido-Quizás no esté lejos, deberíamos buscarlo-dijo a modo de sugerencia-¿Crees que sea porque ya no quiere casarse? -preguntó nuevamente.
No entendía bien porqué el príncipe saiyajin huiría de la boda, ellos sabían a la perfección que Vegeta amaba a Bulma.
Seguro ocultó su ki, ni siquiera lo oí salir. Quizás se sintió acorralado por tanto ajetreo y huyó, sabes que Vegeta ama ser libre y poder hacer lo que quiera -dijo Trunks. Aquello era un gran inconveniente, sino lo encontraban no sabían qué le dirían a la peliazul cuando viera que el saiyajin no estaba-¿Ustedes lo vieron?-preguntó a los saiyajin que estaban mirando la pared aún.
No señor-dijo Raditz rápidamente sin dejar de mirar la pared. No haber notado que el príncipe saiyajin había desaparecido les traería problemas.
Usted nos dijo que miráramos la pared-justificó Nappa a su vez. Trunks se acercó a ambos con paso firme.
Dénse vuelta y escúchenme bien-dijo el moreno con seriedad. Ambos saiyajin obedecieron girando sobre sí mismos, el saiyajin de origen esclavo los miraba con una expresión sombría-No le cuenten nada a nadie sobre esto y ayúdennos a buscarlo-ordenó. Ambos asintieron con algo de temor por la expresión que mostraba el saiyajin.
Debemos buscarlo rápido, faltan cuarenta minutos para la boda-dijo Lin, tenía un reloj pequeño puesto en el que había visto la hora.Tenía una mueca de preocupación en su rostro, jamás imaginó que llegarían a aquella situación, todo había ido extremadamente bien a lo largo del día.
Andando-dijo Trunks con determinación-Si alguno lo encuentra eleven su ki y yo iré-avisó. Salió primero de la habitación, los demás hicieron lo propio, debían encontrar a Vegeta antes de que la boda comenzara.
Lin revisó a toda la corporación por dentro. Buscó en cada habitación de un ala de la mansión mientras que Raditz revisaba la otra, era una casa sumamente grande. Estuvo al menos veinte minutos recorriendo los pasillos de aquella gran edificación, no había rastro del saiyajin.
Trunks recorrió el jardín a pie. Esquivó a los invitados que estaban fuera hasta que se cruzó con la reina saiyajin y el pequeño Trunks.
Trunks ¿Ya está listo Vegeta? Creo que si no viene en diez minutos esto se va a retrasar-consultó la mujer.
Supuso que el moreno estaba con su hijo dado que sabía que siempre estaban juntos. La reina saiyajin lucía una belleza envidiable. Un hermoso vestido largo rojo oscuro cubría sus curvas, no tenía demasiado escote, resaltaba su largo cabello azabache que estaba adornado por una hermosa corona dorada.
Si, emmm, Vegeta estaba en el baño midiéndose el traje aún -mintió nervioso el moreno. Desconocía completamente el paradero de su amigo.
Espero que se apresure, si no la humana va a enfadarse-dijo la reina saiyajin rodando los ojos. Ya había visto ese día a su nuera de cabellos azules y sabía que la misma estaba muy nerviosa por aquel día.
Mamá siempre se tarda mucho en arreglarse, quizás ella llegue tarde también- dijo el niño sonriente. Sabía que su madre se esmeraba mucho en arreglar su apariencia.
Por lo menos tu ya estás aquí pequeño príncipe-dijo la reina sonriéndole a su nieto. El mismo sonrió dado el apodo que su abuela había usado para referirse a él. El niño también vestía un elegante traje, él sería el encargado de llevar los anillos al altar.
Voy a ir por Vegeta ahora, quizás Bulma venga pronto-dijo Trunks excusándose con la reina saiyajin. La misma asintió de acuerdo con ello.
Al alejarse un poco del foco principal de la fiesta Trunks empezó a flotar. Quizás Vegeta había huido lejos de allí volando.
Hola Trunks ¿Qué haces volando? -preguntó una voz desde tierra firme. Era Vegetto que lo miraba desde allí.
Trunks bajó rápidamente para hablar con él. Vegetto inmediatamente notó la expresión nerviosa del mejor amigo de su hermano.
¿Estás bien? Pareces algo nervioso -dijo Vegetto pensativo. El hermano de Vegeta cargaba un ramo de flores entre sus manos.
Vegeta no está-dijo Trunks a modo de aviso. Vegetto lo miró con confusión, no entendía a qué se refería con aquello.
¿Aún no está listo? Pero si hace mucho que lo vi entrar a cambiarse la ropa-dijo el príncipe saiyajin menor. Trunks lo miró con sus ojos aún más cargados de tensión.
Vegeta no está, no es que no está listo. No está, se fue, y no lo encuentro-aclaró. Vegetto abrió los ojos de par en par al escucharlo-Estaba conmigo en la sala donde medían el vestuario, me di vuelta a cambiarme y ya no estaba, Lin y yo lo estamos buscando. No siento su ki-advirtió. Vegetto pareció ponerse nervioso también ante tal noticia.
Te ayudaré a buscarlo, solo déjame llevar estas flores. Volveré-avisó. Salió corriendo en dirección a la casa para hacer lo que había dicho rápido.
Trunks volvió a flotar mirando en cada rincón visible desde allí a la corporación. No sabía donde podía estar su amigo, quizás ya estaba lejos de allí y él tan solo perdía el tiempo buscándolo en la casa. Sobrevoló la corporación algunas veces, Vegetto se le unió a los dos minutos de haberlo encontrado anteriormente. Ya no había mucho tiempo.
¿No lo encontraste?-preguntó Lin. Se la cruzaron volando por las cercanías de la corporación, también buscaba con esmero al príncipe perdido.
No, tu tampoco al parecer-dijo Trunks. La rubia se veía sumamente preocupada.
Quizás se sintió solo porque no le prestamos atención a sus sentimientos y huyó-dijo Lin con una mueca triste-Y no sabemos a dónde fue, ni siquiera contó con nosotros para huir Trunks.
Lo sé Lin, siempre pensé que si Vegeta huyera de un compromiso me habría llevado con él-dijo Trunks. Aquella situación era horrible, al parecer no conocía tan bien al príncipe como creía.
Nos dejó solos otra vez-dijo Vegetto con algo de melancolía. No sabían qué ocurriría con ellos ahora que el saiyajin había escapado-Pensé que esta vez sería diferente-lamentó.
Vegetto ya se encontraba algo desesperado ante aquello. Su familia no había tenido la posibilidad de estar unida como aquellos días que habían transcurrido en paz desde el asunto de Ciris.
Escucharon una aguda risa femenina provenir de cerca de donde estaban. Los tres saiyajin se alertaron al notarla, dado que la misma volvió a escucharse nuevamente.
¿Qué es eso?-preguntó Vegetto confundido. Miró en todas direcciones hasta que vio que había alguien en uno de los balcones cercanos de donde estaban. Al agudizar la vista vio a Vegeta y Suisoku sentados en unos sillones allí. Los estaban mirando.
Vegeta está ahí-avisó el hermano de Vegeta señalando el balcón desde donde Suisoku y el príncipe los miraban. Trunks y Lin volaron como rayos al balcón que Vegetto había mencionado. Habían chocado al príncipe saiyajin menor con aquello haciéndolo girar en el aire y dejándolo mareado.
VEGETA AQUI ESTAS NOS TENÍAS PREOCUPADOS-vociferó Lin furiosa. El príncipe saiyajin parecía tener una expresión tranquila.
Si querías huir debiste habérnoslo dicho-dijo Trunks a su vez-No te habríamos juzgado de querer hacerlo, solo dinos-reprochó. Se sentía realmente ofendido.
Yo no huí-aclaró Vegeta. Trunks y Lin lo miraron confundidos-Solo quería un momento de paz antes de eso, estuvieron atosigándome todo el día-explicó. Sus amigos saiyajin lo miraron perplejos, casi habían muerto de preocupación buscándolo.
Pero Vegeta falta muy poco para la boda, no puedes desaparecerte así-dijo Lin en tono de reproche también.
Vegeta me pidió que le dijera si todo saldría bien para estar tranquilo-dijo Suisoku a su vez -Además ya sabemos cuándo saldrá Bulma, va a retrasarse cinco minutos-advirtió.
¿Y por qué si querías estar tranquilo estas aquí con ella? -preguntó Trunks, estaba algo celoso de que su amigo hubiera buscado a la gobernante de C-9 para pasar el tiempo y no a él.
Me la crucé cuando salí del cuarto donde nos medimos la ropa, además Suisoku no habla mucho -dijo. Ciertamente, la pequeña ángel era una persona de pocas palabras.
Casi morimos buscándote. Pensamos que habías escapado -dijo Vegetto esta vez acercándose a donde estaban. Había estado escuchando toda la conversación.
Creo que no me conocen tan bien como creen-dijo Vegeta al notar qué era lo que sus amigos y hermano habían imaginado-Yo no quería huir del compromiso, solo quería algo de sosiego-aclaró. Se puso de pie y saltó al barandal del balcón-Bien, creo que es hora de casarse.
Aún quedan cinco minutos-avisó Suisoku. Ella también se puso de pie para poder ir con ellos, tanto Bulma como Vegeta habían acordado invitarla. Ella había ayudado a Vegeta a escapar de Ciris, y era ahora la nueva reina de C-9.
Si vuelves a desaparecer así te mataré-dijo Lin al príncipe el cual simplemente saltó desde el barandal para bajar a tierra firme.
Yo no desaparecí. Solo quería estar tranquilo-aclaró nuevamente. Suisoku bajó de un salto también. Lucía un vestido azul claro, era algo pomposo, la hacía lucir importante a pesar de ser tan pequeña de estatura.
Vegeta comenzó a caminar en dirección al lugar del evento con Suisoku a su lado. Los demás saiyajin los siguieron de cerca, al parecer, ya todo estaba bien de nuevo.
Yo me voy a la parte de invitados -dijo Suisoku antes de sonreírle a Vegeta. El mismo asintió. Habían llegado a donde todos los invitados se acomodaban al rededor del altar.
Trunks se acercó al príncipe saiyajin el cual se dirigía al altar. Era el padrino después de todo.
Qué susto me diste. Pensé que tendría que consolar a Bulma-dijo Trunks. Ambos ya estaban en sus posiciones en el altar. La mayoría de los invitados ya estaban en su lugar.
Lo único que se hacía esperar ahora era la flamante novia.
Odio el ajetreo de estas cosas humanas. Pero jamás le haría eso a Bulma-dijo el príncipe. Trunks lo miró sorprendido, había malinterpretado el accionar del saiyajin sin considerar cuánto había cambiado el mismo en todo ese tiempo.
Me alegro de que sea así-dijo Trunks sonriente. Su amigo nunca lo decepcionaba, era otra cosa que no había tenido en cuenta.
Tights, Hanasu y Milk ingresaron con paso moderado al jardín de la corporación rumbo al altar. Las tres tenían vestidos del mismo color aunque con distintos largos, los tres eran rosa
El de Milk era largo hasta los pies, mientras que el de Hanasu era corto, como el largo de una minifalda. Tights llevaba uno con el largo por debajo de la rodilla.
Las tres hermosas mujeres se ubicaron en el lado opuesto al que estaban Vegeta y Trunks, eran las damas de honor de Bulma.
El atardecer comenzaba a consolidarse formando un cielo de colores naranjas, ciertamente aquella iluminación tenue del firmamento hacía que todo comenzara a verse más encantador.
Había faroles a lo largo del camino al altar que iluminaban tenuemente la escena. Un arco de flores enorme adornaba el centro del altar, estaba compuesto por hojas verdes que dejaban lucir las pulcras daturas blancas que se entrecruzaban en aquel patrón de naturaleza. Daba al altar una apariencia elegante.
Vegeta aguardaba con Trunks cerca de él, Hanasu no quitaba la mirada de su hermano. Se encontraba inmensamente feliz de poder estar en aquel momento. Cuando su hermano volteó a mirarla le guiñó el ojo como señal de que todo estaba más que bien.
Sillas cubiertas por seda blanca se extendían cerca del altar, los invitados aguardaban ansiosos el momento de la unión.
La azulita ya no debe tardar-dijo Trunks en un susurro para que solo el saiyajin a su lado lo escuchase.
La mirada de Vegeta estaba perdida en el cielo, faltaba bastante poco para que anochezca. Bulma había detallado especialmente la hora en la que quería que se casaran, todo había sido tal y como ella había querido.
La casa estaba desbordada por sus amigos y familia. Hasta Wiss, Bills y Kaio del este habían sido invitados. Incluso kaio del norte se había colado en la invitación dado que no quería perderse de ninguna manera tal magnánima fiesta.
Los reyes saiyajin estaban sentados del lado de Vegeta en primera fila junto con Vegetto, Tarble y Trunks. El pequeño estaba cerca dado que le correspondía cuidar de las alianzas.
Del otro lado del pasillo que formaban las sillas estaban los lugares que ocuparían los padres de Bulma y algunos otros familiares que la peliazul no solía ver a menudo. Su madre estaba allí sola dado que el sr. Brief estaba con la novia.
Los guerreros z estaban repartidos entre ambos lados, ciertamente eran un gran grupo de personas. También había camarógrafos que inmortalizaban la escena a través de fotos.
Una melodía suave comenzó a sonar. El corazón del príncipe comenzó a latir a ritmo más rápido, sentía el ki de la peliazul aproximarse. Bulma iba a entrar a aquella parte del jardín.
El señor Brief apareció en el principio del sendero que formaban las sillas de los invitados. Tenía un traje gris oscuro puesto.
Se hizo a un lado de la entrada de la escena esperando a su hija para escoltarla al altar.
Bulma hizo aparición entre los tenues faroles y los ramilletes de flores que adornaban la entrada. La belleza de la peliazul opacó la fineza de las decoraciones blancas.
Lucía un delicado vestido blanco, era corto adelante con una cola más larga atrás. El vestido tenía detalles de encaje blancos y brillantes en la zona del escote, parecía una frágil muñeca de porcelana.
La pureza del blanco mostraba las preciosas facciones de la mujer. Su cabello corto azul era adornado por una diadema plateada que estaba unida a un velo que cubría parte de su espalda.
Caminó lentamente hasta donde estaba su padre, lo asió del brazo con elegancia mientras el mismo le dedicaba una sonrisa. Bulma parecía un ángel que bajaba del mismísimo cielo.
En cuanto la vio, Vegeta no pudo despegar sus ojos de la mujer. Estaba hipnotizado con la belleza de aquel ser que caminaba a paso lento hacia donde él estaba. Se sintió realmente afortunado de poder ver aquella imagen vívidamente, era casi celestial.
Vegeta vas a babear, contrólate -susurró el saiyajin moreno,tan solo Vegeta lo había escuchado. Sabía que el príncipe estaba realmente cautivado por aquella mujer.
Bulma llegó al altar ante la atenta mirada del saiyajin. No dudó en colocarse frente a él mirándolo con una sonrisa, clavó sus ojos azules en aquellos ojos negros que le encantaban.
El noble saiya lucía muy apuesto con aquel traje que vestía, no había podido dejar de mirarlo desde que había ingresado en el jardín. Notó que el mismo se había sonrojado un poco al verla tan cerca de él. Aquello solo la hacía sentir mas emocionada por casarse con él, si es que podía estarlo más.
Bienvenidos-dijo un hombre mayor que había llegado minutos antes que Bulma entrara. Estaba parado en el centro del altar, detrás de Bulma y Vegeta- Estamos aquí reunidos para celebrar la unión de estas dos personas-dijo con solemnidad. Los invitados estaban atentos a las palabras de aquel hombre, era el ministro de la ceremonia.
Creo que voy a llorar-dijo Vegetto por lo bajo. Tarble lo miró con una sonrisa nerviosa al escucharlo.
Yo...preparé votos-dijo Bulma a modo de aviso al ministro el cual inmediatamente le cedió la palabra.
¿Crees que Vegeta haya hecho eso?-preguntó Lin esta vez por lo bajo, estaba sentada al otro lado de Vegetto. Al otro lado de Lin estaba Gure que permanecía callada con una expresión neutral.
No creo que sepa bien cómo son las bodas humanas-susurró Vegetto a modo de respuesta, su hermano no solía concentrarse demasiado en ese tipo de cuestiones.
Lo dudo-dijo Tarble a su vez también. Fue un susurro solo audible para los que estaban cerca de él, no quería arruinar el momento hablando descuidadamente.
Shh, va a hablar la humana-dijo la reina haciendo callar a los saiyajin que hablaban cerca de ella.
Bulma sonrió y tomó las manos de Vegeta para luego mirarlo a los ojos, sus orbes azules desprendían un brillo peculiar.
Vegeta, prometo que jamás permitiré que alguien te aparte lejos de mí. Prometo que a pesar de cada circunstancia que se nos presente en el futuro yo seguiré amándote, como lo hago ahora y como lo he hecho desde que nos conocimos. Prometo incluso que hasta te amaré más, si es que es eso posible-dijo sonriente, Vegeta la miró con expresión sorprendida. No esperaba aquellas palabras.
El príncipe saiyajin se arrodilló ante ella, sin soltar sus manos. Los demás miraron la escena con confusión, no esperaba que el saiyajin fuera a decir algo.
Creo que si hizo votos-dijo Vegetto en un susurro. Estaba gratamente sorprendido por su hermano.
Shh-lo callaron Lin y Tarble al mismo tiempo. No querían perderse lo que el saiyajin le diría a la humana.
Bulma-dijo el saiyajin alzando la mirada para encontrar los azules ojos de su mujer. La misma lo miró sorprendida porque el príncipe se hubiera arrodillado ante ella-No puedo prometerte que estaba seguro de algo cuando nos conocimos, no sabía qué quería, ni que sentía, pero si puedo decirte de qué estoy seguro-dijo. Bulma lo miró intrigada-Estoy seguro, de que jamás me he arrodillado ante nadie de esta forma, porque nadie más que tú puede causar esto en mí. Mi vida te pertenece. La arriesgaré las veces que haga falta para asegurarme de que nada te haga daño jamás- finalizó sin apartar sus ojos azabaches de los de Bulma.
Una lágrima rodó por la mejilla de la novia de azules cabellos, no podía dejar de sonreír mientras lloraba. Estaba completamente conmovida por lo que el saiyajin le había dicho.
Vegeta se puso de pie rápidamente para secar con su pulgar el residuo del llanto de la peliazul. No podía dejar de mirar su extrema belleza, ver que la mujer era feliz con todo el asunto de la boda era suficiente para él.
Ahora si voy a llorar-dijo Vegetto mientras intentaba retener las lágrimas que luchaban por salir de sus ojos.
Igual yo-dijeron Lin y Tarble al unísono. Ambos secaban las lágrimas que ya se encontraban escapándose de sus ojos. Notaron que la reina saiyajin volteó a mirarlos soltando lágrimas también.
Los anillos, por favor-solicitó el ministro. Su expresión se había suavizado al escuchar las palabras que se había dedicado la pareja.
Trunks se acercó sonriente al altar, llevaba los anillos en un pequeño almohadón confeccionado con una tela reluciente. Un anillo era simplemente una alianza plateada, mientras que el otro tenia un deslumbrante diamante en él.
Vegeta tomó los anillos que su hijo le acercaba rápidamente, el niño le sonrió y fue a su asiento en la primera fila. Estaba ubicado al lado de sus abuelos maternos.
El príncipe saiyajin miró a los ojos a la mujer, rápidamente le colocó el anillo con el diamante en el dedo anular. Bulma tomó el otro anillo que estaba en la mano de Vegeta e hizo lo propio también. No soltó las manos de su príncipe luego de aquello, no podía evitar mirarlo con una mueca de genuina felicidad.
Ahora, los declaro marido y mujer-proclamó el ministro-Ya puede besar a la novia-avisó rápidamente. Bulma y Vegeta casi ni lo habían escuchado.
Apenas la última sílaba salió de la boca del ministro Vegeta tomó a Bulma de la cintura, la cargó al estilo nupcial para aproximarla hacia sí y culminar aquel evento en un apasionado beso.
WOOOO-gritó Trunks a modo de festejo al ver que su amigo había cargado inesperadamente a la mujer. No sabía que su amigo era tan apasionado.
Yo no quería llorar-dijo Vegetto mientras lágrimas salían a borbotones de sus ojos. Se abrazó a su hermano menor que lloraba en igual cantidad.
Es lo más romántico que he visto -opinó Hanasu, algunas pequeñas lágrimas se escapaban de sus ojos, miró a Tights, la cual contemplaba la escena con ternura.
Los reyes miraron la escena enternecidos al igual que los padres de Bulma. La humana y el saiyajin formaban una pareja de ensueño.
Ya pueden parar-dijo Trunks a modo de aviso a la pareja, parecían estar perdidos en la mirada del otro. Habían dejado de besarse hacía algunos segundos y tan solo contemplaban sus ojos mutuamente.
Vegeta reaccionó al oírlo y atinó a bajar a la peliazul. La misma solo podía sonreír, estaba completamente feliz.
No estés celoso Trunks, ahora estamos casados-dijo Bulma sonriente enseñando el anillo en su mano. Sabía que el saiyajin se molestaba a veces cuando Vegeta pasaba mucho tiempo con ella.
Ahora perdí a Vegeta-se quejó el moreno siguiendo la broma de la peliazul.
Goku y los demás guerreros z se aproximaron a saludarlos. Primero que todos ellos el pequeño Trunks se adelantó a abrazarlos, había saltado a los brazos de Vegeta repentinamente.
Goku se dirigió a levantar a Bulma a modo de felicitación, estaba muy feliz por su amiga.
Bulma atrapaste un príncipe saiyajin-dijo a modo de broma. Bulma rió ante el comentario de Goku.
Yo lo vi primero-dijo Trunks moreno bromeando también. Vegeta le dio un codazo como correctivo.
Ya deja de hacer ese tipo de bromas-reprochó Vegeta. El moreno rió al escuchar su contestación.
Hanasu y Tights se acercaron a donde estaba la pareja. La hermana del príncipe no tardó demasiado en treparse a la espalda de su hermano mientras lo abrazaba por el cuello.
Ahora eres un hombre casado, compórtate bien hermanito-dijo sonriente desde la espalda del saiyajin.
Tu también Bulma, eres una hermosa novia-dijo Tights a su vez mientras abrazaba a su hermana. La misma le sonrió, se sentía extremadamente dichosa.
Ah cierto, preparé algo para cuando terminara la ceremonia-dijo Bulma sonriente. Sacó un control que tenía en su bolso, Tights se lo había acercado. Presionó un botón que tenía el mismo.
Una plataforma con escaleras a sus lados empezó a elevarse, había funcionado como piso del altar donde habían estado anteriormente.
Va a haber fuegos artificiales-dijo Bulma sonriente. Tomó la mano de Vegeta indicándole con ello que subiera allí con ella
Vegeta le indicó con una mirada que se afirmara a él para volar hasta allí. La sonriente novia así lo hizo, sería mucho más rápido de esa forma.
¿Qué son fuegos artificiales? -preguntó Trunks confundido. Lin se acercó allí algo curiosa por la plataforma que se había desplegado del suelo.
Una vez arriba de la plataforma, los fuegos artificiales comenzaron a ascender en el cielo nocturno. Los esposos estaban algunos metros lejos del suelo desde donde los demás miraban intrigados el firmamento.
No me dijiste que habías planeado esto-dijo Vegeta intrigado al ver las luces brillar en el cielo.
Tú tampoco me dijiste que habías hecho votos-dijo Bulma mientras lo abrazaba por el cuello. Aquella parte de la ceremonia le había encantado.
No los hice, solo dije lo que siempre pienso cuando estoy contigo-dijo el saiyajin. No había planificado en lo más mínimo lo que había dicho en aquel momento-Siempre te protegeré, a ti, a Trunks y a nuestra princesa saiyajin-su esposa lo miró enternecida dado que había hecho referencia a la futura bebé.
Te amo Vegeta- dijo Bulma sonriente, Vegeta la miró con atención mientras acariciaba la mejilla de su esposa, se veía hermosa bajo los destellos de los fuegos artificiales que ahora iluminaban el cielo.
Te amo, Bulma-dijo el saiyajin en un susurro al oído de la mujer. Se encontraban solos allí, ella sola era quien podía obtener esas palabras de él.
Bulma volvió a sonreír y tomó el rostro del saiyajin para propinarle un apasionado beso. El príncipe tomó de la cintura a la peliazul para intensificarlo.
En aquel momento habían olvidado todo lo malo que había sucedido anteriormente, se tenían el uno al otro, y eso era lo único que les importaba.
Fin.
Gracias por leer hasta el final, espero les haya gustado esta historia tanto como a mí me agradó hacerla.
Si quieren leer más historias hechas por mí tengo algunas otras en mi perfil que también son Vegebul.
Nos leemos!
Nieblaneit0r.
