Disclaimer: los personajes de Twilight son de Stephenie Meyer. La autora de esta historia es CaraNo. Yo solo traduzco con su permiso.


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Capítulo 35

EPOV

—¿Por qué miras al reloj todo el tiempo? —Inclino mi cabeza en dirección a Bella. Pero Emilia, que está sentada sobre mi regazo, abruptamente lleva mi rostro de vuelta hacia ella. Me río.

—Por ninguna razón —Bella responde con mucha inocencia.

Apuesto a que ella no tiene idea de lo que hay en la TV, pero ahora la observa intencionadamente.

Claro, sé que son las noticias, e intento mirarlas, pero la bebita tiene otros planes.

—De acuerdo, hay una razón. —La esposa reitera—. Y la sabrás pronto. Espero.

Eh. Está bien.

—Papi, ¿cuántos dibujos hiciste hoy? —pregunta Emilia, trazando las estrellas en mi cuello.

—Tatuajes —le corrijo con un guiño—. E hice dos.

Ella arruga su nariz.

—No son muchos.

—Depende de lo grande que sean —le explico—. El brazo del tío Cullen lleva mucho tiempo, porque él se está haciendo uno grande.

—El nuevo de mami es pequeño —comenta, refiriéndose al que le hice ayer—. Es muy lindo.

—Sí, ese no me llevó mucho tiempo —respondo.

Intento mirar las noticias, pero esta vez mi maldito teléfono suena en mi bolsillo.

Suelto un gruñido.

—Debería haber una regla en contra de los teléfonos celulares. —Sacudo mi cabeza y lo busco; mientras tanto, de repente, Bella me mira en el sofá. Casi quiero decirle que el televisor está del otro lado.

—Ven aquí, cariño. —Estira sus brazos hacia Emilia, que felizmente corre para abrazar a su mami.

Con el teléfono en mano, frunzo el ceño hacia la esposa.

—¿Qué pasa? —Porque ella sigue mirándome.

—Lee el mensaje. —¿Por qué mierda tiene lágrimas en sus ojos?

Pero está sonriendo...

Sacudiendo mi cabeza ante lo rara que es mi Bella, bajo la mirada y leo el puto mensaje.

Hola, hijo. Soy tu papá. Ed. Bella me dio tu número. Espero que eso esté bien, y espero que estés bien. —Ed Masen.


Maldito viejo Masen, ¡se contactó!