Chalet 35
Las montañas son buenas escuchando
La cabeza de Merlin no paraba de darle vueltas a lo sucedido en la pista. Aun después de que todos en la casa de Gwaine se habían ido dormir.
Harto de no poder dejar de pensar, tomo sus cosas y se encamino a a pista de esquí.
El pueblo entero estaba en silencio, sin un alma y con la nieve amortiguando los pasos del chico, Merlin nunca se había sentido tan en paz.
Con solo su respiración y sus latidos, el pelinegro comenzó el lento ascenso a la montaña.
No supo cuánto le tomo, pero cuando por fin alcanzo la cima las primeras luces de la mañana comenzaban asomarse a la distancia.
Ahí, con las montañas de compañía nada podía romper su corazón.
-¡Hola!
El saludo tomo a Merlin por sorpresa, haciéndolo brincar.
Subiendo del otro lado, Kilgarra se acercaba lentamente.
-Así que tú eres el Yeti- soltó el chico riendo nerviosamente
-Debe ser el cabello- contesto el hombre en broma, su cabello escondido bajo la gorra de lana.
Ambos se sentaron a recuperar el aire antes de comenzar el descenso.
-¿Quieres hablar? – ofreció el mayor después de unos minutos.
-No – La respiración de Merlin era laboriosa podía sentir un nudo en la garganta – Es solo que … Estábamos…Íbamos en auto a casa y…Acababa de ganar las pruebas de Londres y…todos en el carro, yo, mama y papa, estábamos cantando todo pulmón y reíamos porque ninguno sabia cantar…mi papa…tuvo que virar el volante y…patino en el camino….mi mama estaba en el lado que pego primero y… - El nudo en la garganta se hizo as duro, haciéndolo soltar un susurro entre lágrimas – Ella murió…Mi mama murió. Realmente la extraño.
Las lágrimas no paraban, aquello que había guardado para sí, fluía con el agua. Sintió el brazo del otro apoyarse a su alrededor, intentando calmar sus sollozos.
-Lo siento. Lo siento mucho. Siempre me pongo así de emocional cuando estoy cerca de los Yetis – Intento bromear.
-Vamos a deslizarnos – dijo Kilgarra sin más.
Y Merlin pensó que contarle sus problemas a las montañas era la mejor terapia del mundo. Al fin y al cabo eran buenas escuchando.
