Disclaimer: Los personajes de Naruto no me pertenecen, son propiedad de Kishimoto. La historia tampoco es mía, es de Juri . DP y fue beteada por geekgir7.
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Cuando Sasuke se despertó, su mente aún era un caos.
Esa noche no había luna, el cielo estaba despejado y los árboles no eran lo suficientemente frondosos como para filtrar la luz de manera efectiva. Su primer pensamiento fue sobre el contraste entre lo descansada que se sentía su mente y lo cansado que se sentía su cuerpo. Físicamente, sintió como si sus músculos se estuvieran recuperándose de una especie de conmoción. El dolor muscular del entrenamiento era normal y difícilmente sería algo que él considerara molesto, pero lo que sentía ahora era una especie de fatiga opresiva.
No pasó mucho tiempo para que sus ojos se posaran en la masa de cabello oscuro junto a él. Por un momento, se sorprendió porque imaginó que era Hinata y tardó un momento en darse cuenta de que realmente era Hinata. Se dio cuenta de que habían estado acurrucados.
A Sasuke le costaba respirar. Retiró su brazo de alrededor de ella y lentamente se sentó. Los siguientes minutos los pasó tratando de liberarse del genjutsu en el que seguramente estaba, pero nada cambió. Hinata todavía permanecía a su lado, respirando de manera uniforme y sin preocupaciones. Su mente estaba procesando a gran velocidad el implacable torbellino de emociones. Recordó los eventos de unas pocas horas antes, Dios, solo habían pasado unas pocas horas, y aun no podía creer que todo fuera real.
¿Hinata apareciendo en su puerta? ¿Cómo pudo haberlo encontrado? Nadie había podido encontrarlo antes, pero ¿Hinata pudo hacerlo después de no verlo durante un año? Demonios, ni siquiera pensaba que ella supiera suficiente sobre él como para adivinar a dónde iría, porque Sasuke no pensaba de forma lógica, al menos no este último año. Ni por asomo. No había tenido la intención de quedarse atrapado aquí durante tanto tiempo, pero se había asegurado de que no lo encontraran.
Sin embargo, Hinata lo hizo, como si eso fuese la cosa más fácil del mundo.
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—Te encontré.
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Sasuke luchó por respirar profundo, muy profundamente. ¿Por qué le había sonreído? Hinata nunca le sonrió así. Parecía una persona enloquecida que finalmente tenía algo de claridad. Parecía como si realmente necesitara verlo, como si no hubiera tenido paz desde la última vez que lo vio. Y eso no tenía sentido. No hay forma de que eso tuviera sentido en la realidad. Él no le gustaba a Hinata. Ella no lo quería. En el mundo real, Hinata nunca estaría donde Sasuke.
Pero si esto no fuera un genjutsu.
Volvió a mirar a la joven que estaba junto a él, todavía dormida. El cabello le llegaba hasta los hombros y estaba esparcido sobre las abultadas almohadas. La suave subida y bajada de su pecho le aseguró que ella estaba en un profundo sueño. Su ropa gastada, pero considerablemente limpia contrastaba con las sábanas sucias y enmarañadas sobre las que yacían.
Sasuke la miró fijamente, tratando de racionalizar sus pensamientos. Solía jugar con la idea de que se estaba volviendo loco, pero ahora que en realidad comenzó a considerar que ahora sí podría haber perdido la razón y estaba aterrorizado. Estaba aterrorizado de lo patético que era. Incluso si Hinata estuviera viva, ¿por qué diablos iba a perder el tiempo tratando de localizarlo? La Hinata que él recordaba recibió una herida fatal y quedo expuesta a la gran cantidad de enfermedades en el escondite. Por el amor de Dios, había sacado piedras y cemento de sus entrañas expuestas. Había pasado horas limpiando su sangre y hasta quemó la ropa que usó ese día. Ni siquiera estaban cerca de la Aldea Oculta de la Hoja cuando Hinata sufrió esas heridas, así que él sabía que ella no lo logro.
Simplemente lo sabía.
Así que tenía que haberse vuelto loco. Esa era la única explicación. Sasuke sentía culpa y tenía arrepentimientos, pero nada comparado con lo que ha estado sintiendo desde ese día. No tenía forma de explicar el inmenso temor, la culpa y el arrepentimiento que sentía después de que Hinata se fuera.
Todo pasó por él.
Ahora ella… no estaba aquí por su culpa.
Debería haberse mantenido alejado de ella. Sabía que Hinata nunca podría amarlo y pensó que eso no le importaba. Bien, realmente pensaba que él terminaría matándola, pero las cosas empezaron a cambiar… Cuando ella seguía visitándolo.
Las cosas empezaron a cambiar porque en realidad la estaba conociendo y estaba sorprendido de que todavía le gustara, además ella nunca lo delató y Hinata tuvo muchas oportunidades para hacerlo. Aunque la hubiera amenazado, Hinata tenía que saber que las cosas hubieran sido mucho más difíciles para Sasuke si le hubiera contado a alguien sobre su presencia. Ella era lo suficientemente inteligente. Él no creyó que las amenazas funcionaran para siempre, es por eso que pensó en matarla. Pero fue difícil no notar los cambios. Ella se había estado enamorando de él, mucho antes de que Sasuke comenzara a darse cuenta y era adicto a ese amor. Honestamente, no sabía qué hacer con eso porque nunca creyó que sucedería, al menos no voluntariamente. E incluso cuando se dio cuenta, sospechó que era una fantasía hecha realidad.
Tan real como el amor nacido del síndrome de Estocolmo.
Tan real como el sentimiento nacido por haberse forzado a entrar a su vida.
Y la extrañaba. Dios, como la extrañaba. Incluso si su amor era falso, las acciones eran reales, estaban frescas y nítidas en su mente. Ella lo besó. Ella lo tocó. Ella le sonrió. Ella lo amaba. A su manera, Hinata había comenzado a amar a Sasuke y él nunca podría dejarlo pasar. ¿Es por eso que finalmente se rompió? ¿Es por eso que esta Hinata estaba con él ahora?
Esta Hinata…
Hinata con el cabello hasta los hombros, como cuando la vio esa noche hace tantos años. En ese entonces, estaba tan seguro de que ella lo estaba dejando crecer para a él, porque a pesar de que no hablaron nunca, ella lo extrañaba y quería que volviera. Ella quería su atención. Y la hubiese conseguido de no ser por la ira y su orgullo, ya que ¿no se había sentido devastado cuando ella no recordaba quien era él?
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—Oh, él. ¿Se ha ido?
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Sasuke trató de tomar otra respiración profunda, pero encontró que no podía. Se enderezó y se levantó de la cama. No miró otra vez la ilusión en su cama antes de salir de la cabaña.
OoOoOoOoOoOoOoOoOoO
Hinata se despertó porque sintió como si se estuviera cayendo.
Anoche fue como un sueño, aunque no se refería al tiempo que paso durmiendo. Sasuke y ella se habían acomodado en la cama, estaba muy cansada. Sasuke se acostó y ella se sentó a su lado, con la intención de acurrucarse en el amplio espacio entre ellos, estaba casi al ras de la cama cuando sintió el contacto detrás de ella.
Ambos se tensaron por un segundo, ambos sintieron una familiar y extraña sacudida entre ellos, antes de que Hinata cerrara la brecha por completo. Ella no pensó demasiado, solo actuó. Escabullirse ahora sería dar un paso en la dirección equivocada y…
Bueno, era difícil pensar en el futuro con claridad, pero estaba aquí, ¿verdad? Ella estaba aquí con Sasuke.
«Con Sasuke.»
Se quedaron así por lo que parecieron minutos con Hinata poniendo todo su enfoque en mantener su respiración tranquila. Sasuke no se movió ni pareció reaccionar en absoluto, y ella… Se sintió regocijada. Era enloquecedor. Una parte de ella se preguntaba qué estaría pensando él, sus pensamientos erráticos la intrigaban y la ponían nerviosa. Estaba experimentando un subidón de adrenalina al darse cuenta de que esto era real. Ella lo encontró y podría volver a estar con él.
Bueno, no del todo.
No podía ignorar que la dinámica entre ellos era diferente. Sasuke era diferente. Era fácil de ver. Ahora era mucho más vulnerable, mucho menos cauteloso. Ni siquiera parecía como si hubiera estado entrenando. Una parte de ella reprimió desesperadamente el impulso de pensar en todas las implicaciones porque esa parte de ella quería disfrutar de esta alegría que sentía.
Por mucho que ahora se preocupara por Sasuke, disfrutaba del hecho de que él era diferente ahora. A él todavía le importaba. Sabía que todavía tenía sentimientos por ella. Mientras ella se había aferrado a la vida y él se había consumido, Sasuke también estaba sufriendo. Temía perderla.
Eso la hizo sonreír.
Cuando sintió que estaba quedando dormida, Sasuke suspiró. Hinata estaba cayendo en la inconciencia cuando sintió que Sasuke colocaba su brazo sobre ella. Hinata inhaló.
—Estás jugando con mi mente —dijo Sasuke, derrotado.
Ella exhaló.
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Bien.
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Entonces, cuando se despertó, se quedó disfrutando de ese recuerdo por un momento. Eso fue, por supuesto, después de eliminar la confusión de no saber dónde estaba y el temor de lo que sus acciones traerían.
No ahora.
Solo… No ahora.
No tardó en darse cuenta de que estaba sola en la cama.
Hinata se sentó y notó que las piezas de la puerta estaban apiladas junto a la cama. Ella miró hacia el hueco de la puerta sin comprender y activó su Byakugan. Una búsqueda rápida del área mostró que Sasuke estaba sentado detrás de la cabaña. Salió de la cama y se dirigió hacia él. El aire de la noche estaba cálido y silenciosamente llenó sus pulmones con el aire fresco, instintivamente manteniendo el ruido al mínimo mientras doblaba la esquina hacia la parte trasera de la cabaña. La luz de las estrellas era tenue, pero iluminaban a Sasuke muy bien. Estaba inclinado hacia adelante con los brazos sobre las rodillas y cuando Hinata se acercó, se dio cuenta de que Sasuke la estaba mirando. Allí se dio cuenta de que su Byakugan todavía estaba activado.
—¿Me escuchaste venir? —ella preguntó.
No dijo nada, pero cuando habló, su voz sonaba seca.
—¿Por qué estás realmente aquí?
Ella desactivó su línea sucesoria.
—Quería verte.
Él se burló.
—¿Y ahora?
Ella se sentó a su lado, se sentía tan vacía.
—Aún quiero verte —su corazón latía con fuerza, pero no quería huir.
Sasuke miró hacia el bosque frente a él. No sabía qué sentir acerca de esa declaración; solo sabía que se sentía peligrosamente mareado. Esta era una situación imposible.
—Si esto terminara contigo de regreso a casa, vete ahora.
—No puedo.
—Hinata.
—No puedo volver... No sin una forma de verte de nuevo.
—Eso... —no sería seguro—. No tiene ningún sentido.
—No, no es así, pero es eso o... —nunca vuelvas atrás—. Um... o…
—¿Cómo me encontraste? —la miró con los ojos rojos—. ¿Has estado buscándome todo este tiempo?
Ella no pudo evitar sonreír un poco.
—Estuve en coma durante un año. He estado despierta durante unos seis, casi siete meses y he estado entrenando. No empecé a buscarte hasta hace unos días.
«—Pero sí, he estado buscándote todo este tiempo —pensó con placer.»
Sasuke sabía que ella estaba presumiendo; no era buena ocultándolo. Encontró sus acciones extrañas. Muy raras. Si todo esto era una trampa para capturarlo, entonces deseaba que sucediera. Honestamente, no le importaba lo que Konoha o cualquier pueblo quisiera de él. Ni siquiera le importaba que Hinata estuviera diciendo que quería estar con él porque, si esto no era una trampa, seguramente era una alucinación.
Pero si no fuera así… Si en una mínima posibilidad, esto fuese real…
Estaban jodidos.
Desactivó su Sharingan y retrocedió. Lo que sea que debía suceder… Ya sucedió.
—¿Ahora qué? —preguntó.
Hinata lo pensó.
—Realmente necesitamos poner un genjutsu en este lugar.
—¿Y después?
—Cuidemos eso primero.
OoOoOoOoOoOoOoOoOoO
Tres días después
Shino estaba… Bien al trabajar en la mañana.
Por lo general, sus insectos todavía dormían o se movían perezosos cuando se despertaba por las mañanas, generalmente se levantaba unas pocas horas después del amanecer, por lo que esas pocas horas eran sus momentos a solas. No anhelaba la soledad y disfrutaba tener a sus insectos siempre con él, pero a veces era agradable no escuchar nada más que sus propios pensamientos y ser uno consigo mismo.
Entonces…
Este período de gracia no fue tan bienvenido, ya que tenía que permanecer alerta. Las misiones, por ejemplo, eran un poco desconcertantes, porque tenía que confiar únicamente en sus propios sentidos. No estaba en absoluto cerca de ser un maestro de las habilidades ninja de entre su clase de graduados, pero la seguridad en un enjambre siempre era inmensamente mejor a estar solo.
Afortunadamente, esta mañana no estaba en una misión ni estaba solo. Estaba con Neji y Shikamaru, además de una docena de insectos que ya se habían despertado. Sin embargo, eso no hizo nada para calmar su reciente malestar. Comenzó a preguntarse seriamente si todavía quería las respuestas a esas preguntas que lo atormentaban.
Porque Shino no era estúpido.
Observaba mucho y recordó aún más cosas. ¿No era eso lo que significaba ser un ninja? ¿No era eso lo que ayudaba a la autoconservación? Si hubiera recopilado, información sobre las firmas de chakra de cada ninja que encontraba, ¿habría sido algo incorrecto? ¿Era necesario que algo así sucediera para hacerlo cambiar de opinión? Identificar una firma de chakra podría ayudarlo a diferenciar a un amigo de un enemigo. Incluso podría detectar ciertos genjutsus u otras técnicas que otros tal vez ni siquiera los demás fueran capaces de ver. Tal vez debería mantener un registro de aquellos con los que Shino nunca se asociaba, en caso de que necesitara recordarlos más tarde.
«Nunca se sabe quién volverá», pensó Shino. Y se quedó cavilando eso…
—Maldita sea Hyūga —bostezó Shikamaru, estirándose por un tiempo prolongado—. "El pájaro madrugador atrapa al gusano" mi trasero. "Los Hyūga se despiertan antes del sol" debería ser el nuevo refrán.
—Estás exagerando —dijo Neji, apartando la mirada—. Y esas declaraciones expresan sentimientos completamente contradictorios.
Shikamaru suspiró.
—Bueno, esos son mis sentimientos ahora.
Neji no dejó que su diversión se mostrara mientras se movía para mirar a Shino.
—¿Cuántos insectos necesito?
—Seis.
Neji no pudo evitar que la inquietud se apoderara de sus ojos. Los ojos de Hinata solían verse así antes de acostumbrarse a los insectos, su rostro, no tanto.
—No los notarás —Shino indicó, pero la inquietud en los ojos de Neji no desapareció—. No tienes que verme ponérmelos.
Neji lo contempló antes de asentir una vez y volver su mirada hacia el prado. Shino se alegró de no haberle dicho a Neji que los insectos ya estaban sobre él. No debía de haberlo notado todavía, concluyó.
OoOoOoOoOoOoOoOoOoO
A última hora de la tarde, los shinobi de la Hoja atravesaron las puertas de la aldea, Naruto había tenido un nudo en el estómago durante todo el viaje a casa. Tsunade estaba convencida de que Hinata era una shinobi que tomaba riesgos y los otros adultos dijeron poco al respecto. Incluso Naruto tuvo que preguntarse si era porque nadie quería decir contradecir a su Hokage o porque temían una represalia de los Hyūga.
Naruto, por otro lado, no podía ver a Hinata como alguien que se arriesgara, al menos no de la misma forma que lo hacía Tsunade. Hinata cometió tantas transgresiones como Naruto, pero la única diferencia entre ellos era que Hinata tenía un impulso más fuerte y una gran oportunidad. Debió haber visto algo en el escondite de Orochimaru que la hizo querer traer a Sasuke de regreso. Naruto ha visto lo que la marca de la maldición y la malicia de Orochimaru podían hacer, pero ¿qué demonios vio Hinata?
Tenía que admitir que Hinata se fue por su cuenta durante una misión de búsqueda de Sasuke y eso era muy difícil de entender. Estaba determinada a encontrarlo, algo en ella cambió mientras estuvo en coma. ¿Podría haber sido… Él mismo?
Después del primer mes en que Hinata estuvo en coma, Naruto comenzó a preguntarse si su chakra tendría algún efecto en ella. Hubo ocasiones en las que Naruto llegó a las sesiones con sus reservas de chakra casi agotadas debido a una misión o alguna tarea importante que no pudo evitar, y Sho utilizaba el chakra de la bestia de Nueve Colas. ¿Era posible que Hinata estuviera más centrada en Sasuke debido al chakra del Nueve Colas? O… ¿Debido a la transferencia de su esencia? ¿Siquiera era eso posible? Incluso si creyera que su chakra en realidad podía alterarla de alguna forma, estaba teniendo dificultades para decidir si la bestia de Nueve Colas se preocupaba por los problemas personales de Naruto como para mezclar sus sentimientos con su chakra. Quizás fue una combinación de… Muchas cosas.
Curiosamente, Naruto estaba seguro de que esto tenía que ser lo que estaba sucediendo porque las alternativas eran simplemente inverosímiles. No había forma de que Hinata se hubiera vuelto rebelde y estuviera trabajando para Orochimaru, porque Hinata nunca aprobaría el tipo de cosas que Orochimaru hacía. Naruto había aprendido mucho sobre Hinata gracias a Kō. Aprendió un montón de otras cosas gracias a Kō, pero de alguna manera todo se relacionaba con Hinata…
Naruto ladeó la cabeza, algo en su cerebro hizo clic. No quería admitir que se sentía incómodo con Hinata, pero tal vez era porque sabía demasiado sobre ella. Se sentía más cerca de ella, pero Hinata no se había unido conscientemente a él durante el último año.
«Por supuesto —suspiró—. Por supuesto.»
Ignoró el incómodo alivio.
—Naruto.
Parpadeó con fuerza, concentrándose en la mujer sentada frente a él. Tsunade tenía las manos cruzadas frente a su rostro y su mirada estaba más seria de lo habitual.
Inclinó levemente la cabeza.
—No escuchaste una palabra de lo que dije, ¿verdad?
—Yo… —su estómago se hundió cuando se dio cuenta de que era la única otra persona en la habitación. Todos se habían reunido en la oficina de la Hokage para discutir cómo avanzarían, pero todo lo que Naruto realmente recordaba después de entrar era… Sentarse—. Oh… —suspiró, su pecho se hundió—. Lamento mucho eso. No quise distraerme.
Tsunade permaneció en silencio por un momento.
—Estás en negación, Naruto.
—No lo estoy —él no sabía a qué se refería.
—¿Por qué crees que Hinata se escapó?
—Porque…
Hinata se fue porque…
—Yo... No lo sé —dijo con sinceridad—. Yo sólo ... Creo que deberíamos estar más preocupados de por esto.
—¿Tan preocupado como lo has estado tu?
Eso golpeó su ego y no estaba seguro de si el comentario estaba destinado a lastimarlo. Estaba en estado de shock, ¿no podría ella verlo? Hinata desapareció y él ni siquiera lo notó. Cuando se dio cuenta, la respuesta que recibió de sus mayores fue fría y no la preocupación que él había esperado. Quizás eso lo había sorprendido más.
—Simplemente no lo veo como tú lo ves —admitió Naruto.
—¿Cómo lo ves?
—No lo sé —su estómago burbujeó—. Pero… —no sabía cómo terminar.
Pasó otro minuto antes de que Tsunade hablara, esta vez con voz más amable.
—Estás en negación, Naruto —ella suavizó su mirada—. Sé que te enteraste sobre esas fotos que encontramos.
Naruto parpadeó rápidamente.
—Escuché que se encontraron fotos. Aunque nadie me dijo nada al respecto —tenía que evitar que su mente imaginara lo peor. ¿Sabía la gente lo que la vaguedad provoca en la ansiedad? O era ¿cómo la vaguedad provoca ansiedad?
Tsunade sacó un archivo de su cajón y lo miró. El corazón de Naruto se aceleró. Ella las tenía, por supuesto que tenía las "fotografías encontradas en el escondite". Eso es todo lo que sabía de ellas, pero eso era suficiente como para revolverle el estómago. ¿Qué tipo de fotos podría haber tomado Orochimaru? No sabía si estaba preparado. ¿Realmente estaba a punto de mostrárselas?
Ella colocó tres fotos frente a él y estaba… Perplejo. Dos eran de Hinata, una era de ella durmiendo y otra era de ella sonriendo junto a un par de aldeanos, pero la última era de Sasuke y su familia; estaban casi en perfectas condiciones a excepción de un rasguño en el rostro del joven Itachi. Naruto vio estas imágenes muy brevemente antes de mirar a Tsunade. Ella también las había estado observando.
—Estas fueron algunas de las cosas que encontramos en el escondite. Como ya habrás escuchado, el escondite fue destruido durante nuestro último encuentro con Orochimaru y estas fotos fueron descubiertas solo a unos pocos kilómetros del escondite —hizo una pausa, aunque solo fuera para analizar las fotos de nuevo—. Pero eso por sí solo no es un problema. Sino de a quién pudieron haber pertenecido.
—Pertenecen a Orochimaru —dijo Naruto sin dudarlo—. Está claro que la ha estado acechando, como también acechó a Sasuke.
—Sí, esa es una posibilidad —lo miró con dureza, tratando de lanzarle información—. ¿Ves alguna otra posibilidad aquí? ¿Alguna otra explicación?
Naruto negó levemente.
—¿Como qué?
Tsunade apretó los labios, asintió y recogió las fotos una vez más.
—En el futuro, no puedo permitir que te enredes en esto. Eres demasiado cercano a las personas que están involucradas y no serás de utilidad para nosotros en lo que respecta a la toma de decisiones.
—Eso es pura mierda —no fue un arrebato. No pretendía faltarle el respeto. En todo caso, fue resignación y aceptación.
Tsunade no pudo evitar sentirse comprensiva.
—No te ofendas, pero le envié un mensaje a Gaara esta mañana. En el caso de que... Todo esto sea demasiado para ti, le he pedido una residencia temporal en Suna para ti y estoy segura de que dirá que sí.
—Está bien... Wow —fue todo lo que pudo decir.
—No tienes que hacerlo. Es solo una precaución. Solo debes saber que, si aceptas, tendrás las mismas libertades que un civil; eso significa que no habrá misiones de ningún tipo. Sin embargo, te quedarás en el edificio del Kazekage, escuché que las renovaciones del lugar quedaron muy bien, así que —resopló—, ya sabes. Estarás muy bien atendido. Si decides ir —agregó.
Él se rio sin humor.
—Okey —se puso de pie, ni enojado ni desafiante—. ¿Hemos terminado?
Tsuande suspiró, emocionalmente exhausta.
—Sí.
Naruto se volvió y vaciló.
—¿Qué va a pasar con Hinata después de que la encuentres?
Tsunade frunció los labios.
—Sin duda tendremos que interrogarla. La forma en que procedamos después de eso dependerá de dónde ha estado y qué ha estado haciendo.
—Y... ¿Y si ella encuentra a Sasuke?
La esquina del labio de Tsunade se crispó. Echó un vistazo a las fotografías en su poder. ¿Naruto todavía lo negaría si viera las fotos con su propio rostro tachado?
—Esperemos que ella nos diga donde esta él.
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El pánico que Shino y Shikamaru deberían haber sentido hace horas finalmente comenzaba a apoderarse de ellos. Shikamaru había usado su jutsu de Posesión de Sombras para llevar a Neji a través del campo, pero luego la conexión se rompió una vez que Neji entró en la cueva. Fue un shock para ambos, porque Neji se dio cuenta de que los efectos en el genjutsu del campo no se extendían tan lejos y Shikamaru no esperó que Neji se liberara tan pronto.
Pero no había necesidad de entrar en pánico, ya que Shino había podido mantener contacto con los insectos que acompañaban a Neji. Estaban bien y estaban activos, así que deberían de estar bien. Esto llevó a Shino y Shikamaru a hundirse en un silencio, un torrente de pensamientos los consumió a ambos. Luego Shino se dio cuenta de que ya no sentía la conexión con sus insectos.
Shikamaru entró en pánico cuando vio a Shino moverse. El propio Shikamaru no pudo evitar preguntarse por qué nadie más hizo lo que ellos estaban haciendo. Había vivido firmemente con la creencia de que cuando los adultos se asustaban, pasaban por alto las cosas simples.
Se puso de pie y fue al borde del prado con Shino.
—Neji está ahí fuera —Shino señaló el lugar—. Párate aquí. Si vas derecho, deberías poder verlo.
Unos minutos después, Shikamaru pudo traer a Neji de vuelta con ellos y se veía cauteloso, tanto Shino como Shikamaru lo notaron.
—¿Qué había ahí? —preguntó Shikamaru.
—Otro escondite —dijo Neji. Volvió a mirar la gran masa de piedra al otro lado del prado. Estaba en un lugar tan modesto y tan cerca de casa.
—¿Encontraste algo más?
—No, nada de gran importancia. Hay al menos cinco habitaciones distintas allí y parece estar equipado para que puedan vivir allí. Esto podría explicar adónde huyeron las personas que atacaron a mi clan y por qué nunca pudimos rastrearlos.
—Entonces, ¿qué hacemos ahora?
Neji vaciló por un momento.
—Tenemos que decírselo a Lady Tsunade. No beneficia a la aldea el tener un escondite de Orochimaru tan cerca.
—¿Y estás absolutamente seguro de que es de Orochimaru? —preguntó Shikamaru—. No está fuera de las posibilidades de que este pueda ser el escondite de alguien más.
Neji lo miró, una extraña expresión se apoderó de su rostro.
—Un punto válido, pero creo que es el mejor curso de acción pensar que pertenece a Orochimaru. Prepararnos para un enemigo de nivel sannin solo podría ayudarnos si resulta ser una amenaza menor.
—Sí —Shikamaru entrecerró los ojos—. Parece que tienes una buena idea de cómo quieres proceder —hizo un gesto hacia el bosque—. Cuéntanos en el camino, ¿de acuerdo?
Neji apenas vaciló.
Shikamaru se preguntó si Neji era astuto o simplemente fue algo del momento.
Shino se preguntó si Neji estaba mintiendo acerca de que no había nada más en la cueva. Los insectos de Shino pudieron detectar rastros de dos firmas de chakra muy familiares.
Al final, los tres tuvieron el mismo pensamiento: "No soy un maldito estúpido."
OoOoOoOoOoOoOoOoOoO
Esa tarde
Sasuke estaba dolorido.
Los últimos días se había movido, levantado y arrastrado más de lo que lo habitual. No solo tenía una razón para convertir su cabaña en un espacio habitable, sino que también tenía que seguir moviéndose para mantener sus nervios bajo control.
Hinata lo ponía nervioso. No tenía ni idea de lo que ella estaba pensando.
O tal vez tenía demasiado miedo de pensar demasiado. Sin embargo, él y Hinata no habían tenido tiempo para discutir la gravedad de su situación. Hinata había pasado un día y medio construyendo un genjutsu para disfrazar la cabaña y Sasuke decidió no cuestionarla por qué ella puso una cantidad obscena de esfuerzo para lograr la tarea. Realmente no quería que la encontraran y Sasuke lo entendía.
En cuanto a lo que Sasuke había estado haciendo los últimos días, él se encargaba de encontrar elementos que hicieron la cabaña más… Acogedora. Una simple transformación y unos cuantos asaltos a los basureros de las tiendas locales dieron buenos resultados. No consideró su actuar como algo desagradable, ya que la condición de muchas de las cosas que encontró en la basura aún podría considerarse como nuevas.
El edredón blanco ni siquiera estaba manchado, pero tenía algunas imperfecciones en las costuras. Las cinco grandes velas sin perfume estaban utilizadas hasta la mitad y eran desiguales. Esta tendencia continuó hasta obtener desde los cubiertos hasta la ropa, básicamente todo lo que tenían ahora era algo que alguien más desecho.
Y todas esas cosas estaban en bolsas separadas de la basura real cuando las encontró.
Si Hinata sabía o no de dónde había sacado estos artículos era un misterio para él. Ella nunca preguntó y él nunca se lo dijo. Después de haber montado el genjutsu, desapareció para supuestamente comprar materiales para reparar la madera de la cabaña.
Pero no antes de lijar todo el lugar por dentro y por fuera.
Todo con la ayuda de… Clones de sombras.
Era bastante lógico y ciertamente útil… Usó al menos dos para configurar el genjutsu mientras ella hacía recados; cinco para lijar la choza; cuatro para terminar la cabaña. Sasuke no se sentía inferior porque Hinata pasaba sus días ocultando su ubicación y mejorando la cabaña que ambos ocupaban mientras él pasaba sus noches… Examinando los contenedores de basura.
En verdad, no le importaba.
Fue solo… Extraño ver el uso de clones de sombras tan libremente una vez más en su vida. La otra persona que utilizaba tan naturalmente esa habilidad era… Naruto. Esto fue muy al estilo de Naruto. No podía negar el hecho de que mucho de Hinata ahora le recordaba a Naruto y honestamente no sabía cómo sentirse al respecto. Su identidad era completamente suya, por lo que no se sentía como una versión de copiar y pegar del rubio.
Pero todavía…
No podía evitar pensar en cómo Naruto podría haber estado involucrado con Hinata durante el último año mientras ella estuvo en coma. Realmente no quería sucumbir a la envidia. Simplemente sospechaba cosas y al mismo tiempo no quería pensar en eso.
Había muchas otras cosas que necesitaba priorizar.
Pero Hinata no actuaría como Naruto sin ninguna razón. Sasuke se había asegurado de que ella no fuera Naruto disfrazado, entonces…
Él suspiró.
Tantas posibilidades.
Posibilidades que realmente no importaban porque ella estaba aquí y eso lo hacía sentir muy mareado como para pensar correctamente.
Qué importaban las otras cosas en la mente de Sasuke, además del hecho de que no podrían quedarse en la cabaña por mucho tiempo. No le contó a Hinata sobre sus preocupaciones porque necesitaba encontrar otro lugar primero.
Bueno, necesitaba decidir si se quedarían en este país o no. Aiya tenía motivos como para entregarlos, si es que no lo hubiera hecho ya. La aldea oculta de la Hoja volvería sobre sus pasos en cualquier momento, sobre todo si se corría la voz de que Hinata Hyūga desapareció mientras buscaba a Sasuke Uchiha, los dos no iban a poder viajar por varios meses.
Y estaba el hecho de que no había escuchado nada sobre Orochimaru…
—Sasuke.
El Uchiha inhaló, enfocándose en su reflejo en el espejo. Estaba empañado, ya que acababa de tomar una ducha, estaba de pie allí solo con una toalla envuelta alrededor de su cintura.
Hinata lo llamó de nuevo.
—¿Sasuke? Has estado ahí por un tiempo. ¿Estás bien?
—Estoy bien.
Hubo una pausa antes de que se abriera la puerta del baño. No había luces encendidas aparte de la del baño, Hinata estaba usando un camisón de color amarillo suave, casi transparente. Tenía mangas abombadas y un escote muy profundo. Honestamente, era una prenda terrible, pero solo se redimía levemente por el hecho de que ella lo estaba usando. Sin embargo, el amarillo iba bien con su piel, que había ganado algo de color por su exposición al sol estos últimos días.
—No puedes evitarme para siempre —dijo.
Casi quería reír; no sabía por qué. Otra vez contempló su reflejo.
—¿Qué estás haciendo aquí? —no pudo evitar preguntar—. ¿Por qué estás aquí?
Ella parecía impaciente.
—¿Cuál quieres que sea la respuesta? ¿Que soy una espía?
—Lo creería.
Eso le dolió y ella no quiso demostrarlo. Está era una de las pocas cosas que le decía desde que estaba aquí, estuvo a punto de romperse. Esta no era la reunión que ella había imaginado. Había esperado aliviar todas las dudas que tenía, pero estaba comenzando a sentirse ridícula. ¿No la quería cerca? Ella no sabía cómo interpretarlo.
—Solo quería verte de nuevo —murmuró en voz baja, desafiante—. Todo ha sido... Difícil desde que me desperté. Todavía estoy tratando de recomponerme, pero... No tengo que esforzarme tanto cuando pienso en ti.
Sasuke contuvo la respiración, su estómago burbujeaba.
—Y tengo miedo.
Sasuke la miró, sin saber que estaba conteniendo el aliento. Ella parecía asustada. Estaba pálida, con los hombros caídos y una mirada impotente.
—Orochimaru... Me asusta. No sé por qué él... —una mano agarró su abdomen bajo.
Sasuke exhaló, su propio corazón se hundió. No quería recordar eso. Sus piernas comenzaron a temblar, no la quería aquí para esto. Lo que sea que ella quisiera de él, no podía dárselo.
—No quiero que te atrape —se mantuvo firme, pero no había esperanza en sus ojos.
Y Sasuke se rompió. Fuera lo que fuera en lo que se basaban sus afectos, no podía creer que el miedo no se le hubiera ocurrido antes. Hinata estaba traumatizada por lo que le sucedió y se estaba aferrando a él.
Eso es todo.
Por eso no tenía ningún sentido.
Estaba rota.
Y todo fue culpa suya.
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Fin capitulo treinta y seis
Notas: ¡Hola! ¿cómo están? Lamento la tardanza, se suponía que esto lo tendría que haber subido ayer, pero me salió un trabajo de ultimo minuto y me llevo hasta la noche el poder terminarlo. Espero que el capitulo sea de su agrado. Nuevamente les recuerdo que la autora original de la historia no ha subido nada más aparte de esto, por lo que la historia quedara en hiatus hasta que ella pueda continuar.
Guest Luna Negra: Siempre que tenga material voy a poder regresar. Y con respecto a Volverse una Uchiha, mi régimen de actualización es el mismo de siempre.
Guest Vanessachristell: Me alegra que te gustara la historia.
Naoko Ichigo
