Abrió los ojos encontrándose con un techo blanco y un fuerte dolor en todo el cuerpo. Se enderezó notando recién la habitación en la que estaba.
A su lado, en el sofá, una figura conocida dormía, sentarse sólo empeoró el dolor en todo su cuerpo en especial por todos los tubos que estaban conectados a su persona y había uno en especial que le dolía mucho. La puerta se abrió dejando ver a un hombre de cabellos castaños canosos con bata blanca.
ᅳseñor Potter, veo que ya despertó ᅳsaludo el hombre.
Gimió adolorido tocando su cabeza: ᅳ¿qué hago aquí?
ᅳtuvo un accidente automovilístico, señor Potter. Estuvo en coma por un mes entero.
Otro fuerte dolor en la cabeza lo hizo marearse y el doctor se acercó a él para ayudarlo a recostarse nuevamnete.
ᅳes mejor que vuelva a dormir, enseguida lo llevaremos a observación.
ᅳgracias.
Había pasado dos días desde que había despertado, su madre lo había abrazado con lágrimas en los ojos seguidos por todos sus demás parientes y amigos.
Ahora estaban en el consultorio del doctor, su madre tomaba su mano con fuerza y el doctor -Rogers Davis- apuntaba a la radiografía de su cabeza explicando algo que él mismo no podía entender.
ᅳen resumen, señor Potter usted está sufriendo de amnesia traumática, lo más probable es que recupere sus recuerdos con el paso del tiempo, pero... no es bueno que precipiten a que el señor Potter recupere sus memorias, podría causarle un daño aún mayor si llegasen a presionarlo ᅳla última explicación la dirigió a su madre, quien asentía ante sus explicaciones ᅳpor lo demás, le queda una lenta pero efectiva recuperación.
Harry asintió, aún procesando.
ᅳseñora Potter, me permite unos minutos.
ᅳpor supuesto. Harry, cariño ᅳsonrio dirigiéndose al hice a su lado ᅳ¿puedes ir a buscar a tu padre? Debe estar en la sala de espera.
Harry asintió, aún en silencio y salió del consultorio sin ver las miradas de las otras dos personas.
Había pasado dos semanas desde que le habían dado el alta del hospital, hasta entonces las únicas personas que lo visitaba en su casa eran sus tíos y sus amigos, pero él simplemente no podía relajarse. Por que cada vez que cerraba los ojos, siempre veía a un chico de cabellos rubios y jamás podía recordar su cara. Y cuando despertaba, siempre tenía lágrimas corriendo por sus mejillas.
Otra cosa que encontraba extraño era el hecho de que sus padres no le permitían ir a su departamento, decían que podría ocacionarle un colapso nervioso, pero él aún no entendía por que.
Aunque su curiosidad siempre fue más grande que su obediencia por las órdenes, por lo que ahí estaba, frente a su departamento, preguntándose donde estaba su llave.
Busco bajo la alfombra de bienvenida y en su correo, pero no lo encontró, o eso hasta que vio una pequeña serpiente de roca, y la levantó, ¡bingo!
Entró al departamneto y todo lucía familiar, no recordaba haberlo comprado, pero si haber estado allí, un olor a menta y manzanillas se sentía en el ambiente, la sala y la cocina estaban en orden, encontrándose sólo una taza sucia de lo que parecía ser un té.
Pero caminar por allí sólo hacia que su mente tuviera huecos, pequeños destellos de cosas que ahora ya no estaban.
Sus pasos siguieron caminando automáticamente hacia su dormitorio, y por alguna razón sentía emoción por volver a ese lugar, la puerta estaba abierta, y la cama estaba en total desorden debido a la ropa que estaba allí.
Camino por el lugar encontrandolo familiar y cálido.
Sus pasos se detuvieron mirando la puerta de la habitación, detrás de ella había un conjunto de fotografías, de él y una persona de cabellos rubios.
ᅳDraco ᅳsusurro inconscientemente y un fuerte dolor le llegó ala cabeza.
Unos ojos grises y una sonrisa burlona apareció en su cabeza, y luego pequeños destellos de recuerdos empezaron a llegar a su cabeza.
Sintió otra punzada de dolor, esta vez más doloroso.
Sujetó su cabeza con fuerza, mientras sentía que la habitación giraba una y otra vez y las náuseas volvían. Cayó al suelo de rodillas y escucho un grito a la distancia. No vio nada más.
Él estaba detrás del volante, esperando a que su acompañante se dignara a aparecer, una suave sonrisa se extendió por su boca cuando lo vió salir enredado en su enorme campera, con un pequeño gorro de lana y una bufanda gris.
ᅳ¿acaso irás al Polo norte? ᅳse burló mientras el rubio subía al auto y se acomodaba en el asiento.
ᅳaún estoy a tiempo para romper nuestro compromiso, Potty ᅳse burló el rubio mientras se inclinaba hacia él.
ᅳpero si terminas conmigo ¿qué otra persona sobre este mundo podría soportar su hermosa personalidad ? ᅳdijo con un tono inocente antes de robarle un beso rápido a su novi- a su prometido.
ᅳ Harry ᅳsu novio lo tomo del cuello y lo besó con más fuerza y sentimiento antes de volver a separar y hundirse entre su ropa ᅳahora sí ᅳronroneo contento.
ᅳesta bien, yo te aviso cuando ya estemos en casa de mis padres ᅳcontesto divertido antes de encender el auto.
La música era relajante y la carretera estaba más vacía que por las mañanas, Draco miraba la ventana con las manos en el bolsillo. Su vista no dejaba la carretera, mientras escuchaba tararear a su prometido.
Aprovechando el semáforo en rojo, para besar a su novio, quien seguía temblando de frío.
Y cuando el semáforo volvió a su tono verde y avanzó, una bocina se escucho y luego el sonido de los cristales romperse. Escucho un grito de dolor antes de desmayarse, cuando volvió a abrir los ojos su cuerpo estaba a unos pocos metros del cuerpo de su novio, en un pavimento lleno de vidrios rotos.
El pánico empezó a florecer cuando vió la sangre en el suelo, no sabía si era su sangre o la del rubio pero estaba aterrado.
Arrastró como pudo su cuerpo hasta donde estaba el cuerpo de rubio y lo abrazó con fuerza, mientras las lágrimas se deslizaban por sus mejillas y caían en el rostro de su novio.
ᅳno te vayas amor ᅳsusurro.
Luego sólo hubo oscuridad.
Se despertó nuevamente encontrándose en cuarto blanco, pero eso no le importó. Porque sentia un dolor agudo en su pecho, una opresión tan dolorosa, como si tuviese un cristal perforado en su corazón.
Y lloró.
Por que ahora lo recordaba, ahora recordaba quien era aquel hombre que siempre veía en sus sueños, era su prometido, su pareja. La persona que más amaba en el mundo, y que habia muerto en esa carretera.
Sintió unos brazos abrazandolo y se aferró a aquella persona.
Y lloró más.
Su corazón se hizo amigo en miles de fragmentos, que se convirtieron en polvo antes de dispersarse entre sus lágrimas. Su corazón murió aquel día, en aquella carretera, entre sus brazos. Cuando Draco dio su último aliento.
Ese mismo día, luego de una revisión de rutina, se marchó del hospital, pero en vez de ir a su casa con su madre decidio pasar por un lugar.
Por lo que condujo hasta el cementerio y camino hasta donde sabía, estaba la tumba de quien tanto dolor causaba ahora su partida.
Su corazón martillaba contra su pecho y tenía un nudo en la garganta, sus ojos picaban, nubladose debido a las lágrimas que se acumulaban.
Paró en seco al verlo, había un ramo de narcisos frente a aquella lápida blanca. Había pasado la última hora intentando convencerse de que tal vez todo esto era sólo un sueño, pero sus esperanzas murieron cuando vio el nombre en aquella piedra.
Escrito en aquella lápida blanca estaba el nombre de su amado.
Draco L. Malfoy.
(1980- 2006)
