Chalet 36
No más celebración
Música clásica, champaña, gente en vestidos costosos y trajes de gala. Arthur lo odiaba.
La gente pasaba felicitándolo y el solo quería gritar.
-En dos minutos voy a avisar a los del banquete – informó su padre sonriendo orgulloso. Completamente opuesto a lo que sentía su hijo.
Morgana, que le hacía compañía al rubio, alzo la ceja.
Arthur no sabía qué hacer. Con la mirada busco a Morgause, que platicaba animadamente con los invitados, recargada en las muletas que el doctor le había dado después de accidente en la montaña.
-Arthur – lo llamo uno de los amigos de su padre – A Deidre y a mí nos gustaría decirte…
-Lord y Lady Marberry ¿Les puedo ofrecer otro trago? – intervino Morgana.
-Bueno, porque no – contesto Lord Marberry encaminándose a la mesa de las bebidas.
-Arthur, tú y yo sabemos que no quieres este compromiso. Así que te sugiero que lo rompas antes de que tu padre regrese – susurro Morgana enojada.
El chico la miro sorprendido, pero un empujón en dirección a Morgause le indico que no tenía derecho a réplica.
Dio un par de pasos y fondeo su bebida en busca del coraje.
-Perdonen ¿Podemos hablar?- interrumpió en la plática, llamando la atención de Morgause.
-Sí, claro – Le sonrió su novia.
Ambos comenzaron a caminar hacia uno de los rincones en busca de privacidad.
-¿Qué pasa? – pregunto la rubia sin obtener respuesta -¿Qué es?- Insistió al notar el nerviosismo del otro.
-Amm, Tengo una idea que quería comentarte. ¿Cómo te sentirías si no nos casamos?
Unos segundos de silencio se alargaron entre ellos.
-Buena idea – contesto Morgause
-¿De verdad? ¿Estás de acuerdo?
-Por supuesto que no estoy de acuerdo –susurro molesta.
-Entiendo que es un mal momento- murmuro Arthur temblando.
-¿De verdad lo crees? ¿Terminar una relación de cinco años en medio de la fiesta de compromiso? ¡Sí, creo que eso constituye un mal momento! – la voz de Morgause se había ido elevando de a poco, llamando la atención de los invitados.
Todos callaron.
-Lo siento, enserio lo siento, soy un tonto.
-¡Un imbécil es lo que eres!
Aquello llamo la atención de la chica, que conocía lo mucho que le costaba a su novio admitir que algo malo en él. Corrección Ex-novio.
-Estás enamorado de el ¿Verdad?
-Yo…N…
-No me mientas
Con un suspiro profundo Arthur respondió – Si, lo estoy.
Aun que se sentía humillada, Morgause levanto la mirada, se acomodó y le dio una de las muletas, para poder sacarse el anillo de compromiso.
-Algún día probablemente te agradeceré esto, por no continuar con esto solo por darle gusto a tu padre – dijo mordaz entregándole el anillo – Pero hoy…
Con un rápido movimiento golpeo al rubio justo en la entrepierna con una de sus muletas.
Arthur se desplomo de dolor.
-Hoy, no es como me estoy sintiendo.
Con eso Morgause camino fuera del salón.
Morgana se acercó rápidamente con una bolsa de hielo.
-Te traje hielo, para la hinchazón
-¿Morgause? – soltó lastimeramente el rubio
-Necesita tiempo a solas, tu por otro lado, requieres e mi presencia.
-Vamos, salgamos de aquí – intervino su madre ayudando a levantarlo. - ¿Y qué sigue? ¿Un truco de magia?
-¿No estas enfadada?
-Morgause es perfecta para los planes que tiene tu padre, pero yo conozco tu corazón y confió en el – dijo Ygraine sonriendo maternalmente. –Yo estoy bien, mientras tú seas feliz. Tu padre por otro lado...
El sonido de una copa llamando la atención de los presentes los interrumpió. Uther estaba trepado en la tarima de los músicos.
-Damas y caballeros, quiero presentarles a la feliz pareja…
Tanto madre como hijo hicieron una mueca, sabiendo que eso no iba a terminar bien.
En Austria las noticias de la fiesta llegaban rápidamente.
Nadie le creyó a Merlin cuando dijo que no le importaba.
