Attachments
Una adaptación a Crepúsculo por Redana Crisp.
Disclaimer
Los personajes le pertenecen a Stephenie Meyer. La historia a Rainbow Rowell. Yo sólo los mezclo y juego con ellos. Queda prohibida la reproducción total o parcial de este trabajo, que solamente es publicado en Fanfiction / . / Net.
Capítulo 35
Al final, Edward no le había dicho a nadie lo que pasó con Tanya en California. (A pesar de que su madre se lo había pedido y se lo preguntó y, finalmente, se enfrentó con la madre de Tanya en el supermercado.)
Él no habló de ello porque hablar de ello significaría dejarla ir. Cederla. Y porque si lo contaba nadie le daría tanta importancia, lo sabía. Sonaría como una simple y estándar ruptura adolescente. La parte más triste de toda la historia era que perdió un semestre de escuela y perdió todas sus becas. Esa sería la parte más triste para otra persona, para un observador desde afuera.
Él no habló con su madre acerca de ello, nunca, ni una sola vez, porque sabría lo feliz que le haría saber que tenía la razón. La primera vez que fue a la universidad, ella lo llamó dos veces por semana.
—Nunca he estado en California —dijo.
—Mamá, está bien. Es un bonito campus. Es seguro.
—No sé cómo se ve —dijo ella—. No puedo imaginarme allí. Trato de pensar y enviarte energía positiva, pero no sé en qué dirección enviarla.
—Occidente —dijo.
—Eso no es lo que quiero decir, Edward. ¿Cómo se supone que voy a visualizar las cosas buenas que te están pasando si no las puedo ver?
La echaba de menos, también. Extrañaba el Medio Oeste. Todo el paisaje que Tanya había querido hacia que su cabeza le doliera.
El norte de California era prácticamente hermoso. En todas partes que mirabas había árboles y arroyos, cascadas, montañas, el océano... No podías mirar por mirar, para pensar en tus cosas. Había estado pasando mucho tiempo en la biblioteca del campus, un lugar sin ventanas.
Tanya había pasado mucho tiempo en el teatro de la escuela. Ella no estaba tomando clases en el departamento de drama aún, pero había interpretado un par de obras y había tenido pequeños roles. De vuelta en la escuela secundaria, cuando Tanya iba a los ensayos, Edward iba con ella. Traía su tarea y se sentaba en la última fila del auditorio. Podía estudiar bien de esa manera. Podía bloquear la conversación y el ruido. Le gustaba escuchar la voz de Tanya ocasionalmente repiqueteando acerca de sus problemas de química.
Edward habría estudiado felizmente en el teatro universitario mientras Tanya ensayaba, pero ella se sentía como si estuviera recibiendo demasiada atención de él allí.
—Estás recordándoles a ellos que yo soy otra —dijo—. Que soy una estudiante de primer año, que no soy de por aquí. Necesito que ellos me vean y vean mi papel. Que vean mi talento y nada más. Estas recordándoles que tengo esta empalagosa historia.
— ¿Qué es empalagoso? —Preguntó.
—Adorar a un chico pescador del norte.
—No soy un chico pescador.
—Para ellos, lo eres —dijo ella—. Para ellos, sólo te caíste de la lancha. Ellos creen que es gracioso que seamos de Forks. Ellos piensan que la palabra Forks es divertida. La dicen como si fuera, 'Tombuctú' (1) o 'Hoboken' (2).
— ¿Al igual que 'Punxsutawney' (3)?—. Preguntó.
—Exactamente. Y piensan que es divertido que viniéramos juntos a la universidad.
— ¿Por qué es tan gracioso?
—Es muy dulce —dijo—. Es exactamente lo que dos niños que cayeron de la lancha harían. Si sigues viniendo a los ensayos, nunca voy a conseguir las partes buenas.
—Tal vez interpreten Pollyanna (4)
—Edward, por favor.
—Quiero estar contigo. Si no te acompaño al teatro, nunca voy a verte.
—Me vas a ver —dijo.
Él no lo hizo.
Sólo cuando se reunían en un desayunador en la cafetería de la residencia de estudiantes. Sólo cuando llegaba tarde a su habitación después de los ensayos para obtener ayuda con una tarea o para llorar sobre lo que le había pasado en el teatro. No iba a quedarse, no con su compañero de habitación allí. Él sintió hambre de ella todo el tiempo.
—Pasamos más tiempo a solas cuando vivíamos con nuestros padres —Se quejó un raro viernes por la tarde que pasó en su habitación, dejando que él la abrazara.
—No hacíamos nada más que pasar el tiempo en la escuela secundaria —dijo.
— ¿Por qué todo el mundo por aquí tiene tanto tiempo? — Preguntó.
— ¿Quién?
—Todo el mundo, menos tú —dijo él—. Dondequiera que voy, veo a la gente estar juntos. En las salas de los demás. Están en el salón y el sindicato de estudiantes. Están paseando.
Así es como él pensó que sería cuando llegaron a la universidad. Se había imaginado tumbado junto a Tanya en los colchones de los dormitorios estrechos, sosteniendo su mano mientras iban a sus clases, estar con ella en bancos y sofás tomando café.
—Tengo tiempo para eso.
—Entonces tal vez deberías pasar tiempo con los demás—dijo ella alejándose de él, abrochándose la chaqueta de punto negro, pasando su pelo por un pasador.
—No. Quiero pasarlo contigo.
—Estoy contigo ahora —dijo.
—Y es maravilloso. ¿Por qué no puede ser así? ¿Incluso una vez a la semana?
—Debido a que no se puede, Edward.
— ¿Por qué no? —Odiaba sonar como un bebé.
—Porque yo no he venido a esta escuela a pasar todo mi tiempo con mi novio de la escuela secundaria. He venido aquí para comenzar mi carrera.
—Yo no soy tu novio de la escuela secundaria —dijo—. Yo soy tu novio.
—Hay probablemente media docena de chicas solas en esta planta que les encantaría pasar los próximos cuatro años abrazándose contigo. Si eso es lo que quieres.
—Te deseo.
—Entonces se feliz conmigo.
Tanya no quería volver a casa para las vacaciones de invierno. Quería quedarse en el campus y estar en una producción local de A Christmas Carol. (Ella estaba segura de que podía conseguir el papel de Tiny Tim)(5). Pero su padre cobró algunas millas de viajero frecuente y le envió un boleto de primera clase.
—Nunca he volado en primera clase antes —le dijo a Edward emocionada—. Voy a llevar algo al estilo Betty Grable (6), algo en la muñeca, y ordenare gin tonics.
Edward estaba tomando el Greyhound (7), el cual Tanya había dicho que sería fascinante.
—Una experiencia muy americana. Te preparare sándwiches—. Ella no lo hizo.
Dijo que no podía ver a Edward en la estación de autobuses, ya que tenía una reunión de teatro en la tarde. Él le dijo que estaba bien, que no quería que ella viniera de todos modos.
Una chica que podría hacerse pasar por Tiny Tim no debería caminar sola a casa desde la estación de autobuses. Pero Edward odiaba que, entre el viaje en autobús y la Navidad, tendría que pasar una semana sin verla. Al menos ambos estarían en casa. Y después pasarían Navidad juntos, y Año Nuevo. Tal vez les haría bien, verse de nuevo en su hábitat natural.
Decidió dejarle una nota a Tanya, diciéndole que la echaría de menos, antes de tomar el autobús. Compró un ramo de flores barato en la tienda del otro lado de su dormitorio y escribió en un pedazo de papel con renglones:
"Tanya, aunque viaje a través del Valle de la Muerte, mi corazón vuela en primera clase. Con amor, Edward".
Eso suena romántico, pensó mientras se dirigía a su edificio. Y geográfico. Y vagamente bíblico (8) Se detuvo en su piso, en el vestíbulo del ascensor, para añadir una posdata: "Te amo y Te amo y Te amo".
Cuando terminó de escribir el último "amo", uno de los ascensores se abrió.
Edward casi sonrió al ver a Tanya. Casi.
Ella estaba en puntillas, todo su cuerpo arqueándose hacia arriba, con los brazos triunfalmente en el cuello de otro hombre. Los dos se estaban besando demasiado... demasiado entusiasmados para notar que su ascensor había llegado.
El hombre tenía un puñado de rizos rubios de Tanya, y un puñado de su corta falda. Lo impropio de la situación no lo golpeó hasta que las puertas del ascensor no estuvieron cerradas.
Deben estar ensayando, pensaba. ¿No reconocía a este chico del teatro?
Edward se acercó y presionó el botón de abajo. Las puertas se abrieron de nuevo. Claro, lo reconoció. Quil. Era pequeño y oscuro y de alguna otra parte. Brasil. O tal vez Venezuela.
Él era el tipo de persona que siempre tenía una multitud de gente alrededor de él en las fiestas. El tipo de persona que siempre estaba de pie en una mesa para brindar por algo. Quil.
Él y Tanya habían estado en una obra de teatro juntos en Septiembre, The Straw (9).
Tanya respiró profundamente durante el beso. Edward podía ver su lengua.
— ¿Quil? —Dijo en voz alta.
Tanya se volvió bruscamente. Su rostro se ensombreció cuando las puertas se cerraron por segunda vez. Edward comenzó a presionar el botón con enojo. El ascensor se abrió de nuevo, pero lo ignoro. Quería el otro ascensor ahora. Quería, de repente y sin remedio, irse.
—Edward—oyó decir a Tanya. Él la ignoró. Se mantuvo dando puñetazos al botón.
—Lo puedo explicar —dijo ella. Golpe, Golpe, Golpe. Abajo, abajo, abajo.
—No vendrá mientras estemos aquí —dijo Tanya. Ella estaba de pie en el ascensor todavía. Quil estaba sosteniendo la puerta abierta.
—Entonces, váyanse —dijo Edward.
—Puedes usar este ascensor —dijo Quil en su voz sureña sexy de Ricky Ricardo (10). Golpe, Golpe, Golpe.
—Edward, para, te lastimarás la mano —dijo Tanya.
—Oh, por supuesto —dijo Quil—, es Edwin—. Levantó sus manos en reconocimiento. Como si fuese a abrazarme, pensó Edward. No, como si fuera brindar. Damas y caballero, ¡Edwin!
Las puertas del ascensor empezaron a cerrarse de nuevo. Tanya se interpuso en la puerta.
—Sal del ascensor —dijo Edward—. Déjame ir.
—No —dijo ella—, nadie se va a ninguna parte. Edward, me estás asustando.
Él golpeó el botón demasiado fuerte. La luz se apagó.
—Vamos a calmarnos —dijo Ricky Ricardo—, todos somos adultos aquí.
No, pensaba Edward, tú eres un adulto. Yo sólo tengo diecinueve. Y estás arruinando el resto de mi vida. Estás besándola. Estás echándolo a perder con tus diminutas manos expresivas.
—No es lo que piensas —dijo Tanya con severidad.
— ¿No lo es? —Preguntó Edward.
—Bueno... —dijo Quil diplomáticamente.
—No lo es —dijo Tanya—. Voy a explicarlo.
Edward podría haberla dejado explicarse, entonces, pero estaba llorando. Y él no quería que Quil lo viera.
—Deja que me vaya —dijo Edward.
—Podrías utilizar las escaleras —sugirió Quil.
—Oh —dijo Edward—. Cierto.
Trató de no correr hacia las escaleras.
El llanto era bastante embarazoso. Llorar abajo ocho pisos a través de los dormitorios de las chicas. Llorando solo en la estación de autobuses. Llorar a través de California y Nevada y Oregón.
El llanto en las mangas de camisa de leñador a cuadros más triste del mundo. Tratando de pensar en todas las veces que había prometido a Tanya que él nunca podría amar a nadie más. ¿Cambio eso ahora? ¿Consiguió convertir a ambos en mentirosos? Si él creía en el amor verdadero, ¿no estaba eso por encima de cualquier cosa? ¿sobre Quil?
Edward iba a dejarla explicarse. Cuando llegara a casa. No, ni siquiera le pediría sus razones.
En algún lugar de Nevada, Edward comenzó a escribir una carta para Tanya: "No puedo creer que me hayas engañado" decía la carta. "E incluso si lo hiciste, no importa. Te amo más que cualquier otra cosa".
Bree lo recogió en la estación de autobuses.
—Te ves terrible —dijo—. ¿Fuiste traído por vagabundos?
— ¿Podemos pasar por la casa de Tanya en el camino a casa?
—Claro.
Cuando llegaron allí, Edward le pidió a Bree no subirse a la calzada. La habitación de Tanya estaba sobre el garaje. Su luz estaba encendida. Edward pensó en ir a la puerta, pero dejó caer la carta en el buzón en su lugar. Esperaba que Bree no le preguntara sobre eso en el camino a casa.
1 Tombuctú: Tombuctú , apodada «la ciudad de los 333 santos», es una ciudad situada a siete kilómetros del río Níger, es una ciudad en Malí.
2 Hoboken: es una ciudad ubicada en el condado de Hudson en el estado estadounidense de Nueva Jersey.
3 Punxsutawney: es un borough (alcaldía o localidad) ubicado en el condado de Jefferson en el estado estadounidense de Pensilvania. En el año 2000 tenía una población de 6.271 habitantes.
4 Pollyanna: es una novela de Eleanor H. Porter publicada en el año 1913. Cuenta la historia de una niña llamada Pollyanna, huérfana de padre y madre que es enviada a vivir con su estricta Tía Polly. Pollyanna, educada con optimismo por parte de su padre, usa el juego de encontrar el lado bueno de cualquier situación (glad game) para alegrar la vida de todos los que la rodean. El libro fue un éxito en cuestión de días y añadió un nuevo término al diccionario del lenguaje inglés: Pollyanna se usa para describir a una persona que es optimista de manera exagerada.
5 A Christmas Carol: es una novela corta escrita por el británico Charles Dickens. Tiny Tim es un personaje visto solo brevemente, aunque es un personaje principal y sirve como un símbolo importante de las consecuencias de las elecciones del protagonista.
6 Betty Grable: Gran estrella del espectáculo estadounidense de los años 30 y 40.
7 Greyhound: es un operador interestatal de autobuses de pasajeros con más de 3700 destinos en Estados Unidos, Canadá y México.
8 Hace referencia al salmo 23:4 de la biblia que dice "Aunque Ande en Valle de Sombra de Muerte, no temeré mal alguno; porque tú estarás conmigo".
9 The Straw es una obra de tres actos escrita por el dramaturgo estadounidense Eugene O'Neill en 1922. La obra sigue a los personajes principales Eileen Carmody y Stephen Murray durante su estancia en el Hill Farm Sanatorium.
10 Ricky Ricardo: es un personaje de ficción del musical I Love Lucy, interpretado por el actor cubano Desi Arnaz. Era una versión de él mismo.
Y si, eso pasó con Tanya. Finalmente tienen la respuesta a sus preguntas, el viernes veremos cómo continúa esto.
Ah, y sobre el "chiste" de los pescadores y las lanchas es porque son de Washington y en Washington pescan (; y además Forks es una ciudad como muy rural comparada a la gran y vasta California lol.
Gracias por sus comentarios!!!
