Primera llamada
Desde que terminó la presentación ella supuso que Levi desearía pasar otro momento a su lado compartiendo el pequeño espacio que dividía la silla a su lado, pero se equivocó. Apenas bajando del escenario, caminó hacia la mesa y una vez ahí, Levi le alzó el mentón y la miró fijamente.
La respiración de Mikasa se acelera y los ojos de Levi perdieron su toque tierno. Con cuidado le deposita un beso en sus labios. No pasa más de dos segundos en cuanto la deja libre.
Su "ya es tarde, te llevo" la lastimó menos que la frialdad de su beso. Aunque ella quiso poner objeción, él le ignoró con la vista perdida. No quedó de otra que quedarse callada y obedecer, no estaba lista para una pelea.
Antes de salir del lugar, el colega de Levi los detuvo y de un jalón se llevó al hombre lejos de ella. Pudo escuchar a lo lejos un reproche sobre su "noviecita" y cuanto odiaba las mentiras.
Otro mal sabor de boca para la noche, seguro que conoce a Petra y el beso delató lo infiel que es. Decidida en irse por su cuenta y pedir un Uber en un lugar seguro, se detiene confundida al ver que ambos hombres ahora se encontraban abrazados y el colega no paraba de felicitarlo.
Una vez con ella, el conocido la despidió alegremente y todo se volvió más confuso.
En un abrir y cerrar de ojos ella ya se encuentra en el interior del auto con la cabeza contra la ventana y Levi conduciendo en silencio. Aún es temprano, espera que sus padres sigan en su cena con los Jaeger; después de todo esto no quiere que le vean bajando del auto.
Le avergonzaría y se sentiría incomoda después si sus padres conocen casualmente lo más mínimo de aquel que fue su profesor.
Levi toma otro camino más no es un atajo, al contrario, va en dirección contraria hacia su casa.
–Levi, ¿A dónde vamos? – pregunta asustada.
No obtiene respuesta, este solo suelta un quejido y acelera. Mikasa respira hondo, no quiere mostrar su ansiedad.
–Te acabo de preguntar que a donde me llevas.
–Cambio de planes, tu casa puede esperar. ¿No es acaso lo que quieres? – está más que claro que se encuentra molesto.
La idea sobre un motel le pone nerviosa al extremo, pero sabe que Levi no se aprovecharía de ella de esa forma. Es más, él es el primero en rechazar todo lo relacionado con lo sexual.
– ¡Pa–Para ahora mismo! – exigió nerviosa.
–Un buen copiloto no distrae al conductor.
– ¡¿No me escuchaste?! ¡Te estoy pidiendo que pares!
–No, Mikasa.
– ¿Qué es lo que quieres?
–Que no distraigas al conductor.
–Levi.
–Mikasa.
–Detente.
–No me distraigas.
Perfecto, está loco. Que fastidio. Mantendrá la calma y en algún semáforo en rojo se bajará del coche.
Cuando llegó el momento, se desabrochó su cinturón y rápidamente trató de abrir la puerta, pero esta se encontraba con el seguro puesto.
– ¿Vas a una parte? – pregunta sin descaro el otro.
–Eso mismo te preguntaba hace unos minutos. Quita el seguro, no pienso seguir con esto.
–Oh si, dame un segundo– miró hacia su izquierda y observó rápidamente el comando de funciones del auto–. No, mejor dame más de un segundo...
–Levi...
–Que más, no fue un segundo. ¡Oh, que mala suerte! ¡Ya cambió el semáforo! – aceleró de nueva cuenta.
El auto produjo un leve sonido indicando que el copiloto no lleva su cinturón de seguridad.
– ¿Te vas a poner el cinturón o tengo que hacerlo yo? – amenazó tranquilo–. Advierto que no estoy de buenas y no respondo a lo que pueda pasar.
–Pervertido– susurró molesta mientras se abrochaba el cinturón.
–Dato curioso: El que piensa en acciones de terceros como pervertidas, lo convierte aún más en pervertido.
Al no ver a donde iba la conversación, Mikasa decide quedarse en silencio y apoya nuevamente su cabeza contra la ventana del auto.
Levi respeta su decisión y decide encender el estéreo. Spotify arroja una canción triste a lo que a él no le gusta del todo. Con la intención de cambiarla, la voz de Mikasa lo detiene.
–Déjala, por favor...– su voz se escucha tranquila.
Él la mira de reojo preocupado y acepta su petición.
La voz de Mikasa se mezcla con la del vocalista de Vancouver Sleep Clinic y con cada verso se le nota más sentimental. Levi no sabía que ella conocía esa canción, pero no quiere detenerla. Cuando por fin ambos cantan "So take all of me, please take all of me" es cuando él siente que algo no anda bien con ella. /
–Mikasa, lamento esto. Debí asustarte, no quise hacerlo. Te llevaré a casa entonces...– la interrumpe, pero ella parece no importarle pues sigue cantando–. ¿Estás molesta conmigo?
Ella detiene su canto más no responde.
–Perdóname Mikasa, hace un momento estaba celoso por el chico que se te acercó mientras te dedicaba una canción y acepto mi culpa, no supe cómo actuar– no puede verla, un buen conductor tiene que mantener la vista enfrente, pero sabe que lo escucha–. No te pido que me creas, pero haré todo lo posible para cambiar ello. No quiero lastimarte ni que tú te quedes esperando...
Un susurro mental nuevamente aparece en su cabeza y esta vez le recuerda despacio lo siguiente: "Levi no puede ser celoso de alguien que no es su esposa".
Quiere mantener en silencio esa idea, quiere ser una ignorante del hecho.
–Él es un compañero de la agencia– aclaró rápidamente–. Tuve la ligera sospecha sobre tus celos y admito que me fastidió mucho tu manera de actuar. Al menos esperaba que compartiéramos mesa cinco minutos y tu preferiste sacarme del lugar, pero Levi, ya no estoy molesta contigo. Acepto tu disculpa, no es necesario llevarme a casa.
–Entonces sigue en pie el plan de llevarte a cenar.
Entonces fue por eso se desviaron del camino. Menos mal que era por ello, pero no se siente muy cómoda del todo, no tiene ni una ligera sensación de hambre después de todo lo ocurrido.
Unworthy termina de reproducirse y ella aprieta los puños nerviosa.
–La canción que me dedicaste, ¿Podrías mostrármela? – trata de despejar su mente, sigue un poco fastidiada.
Levi sonríe con la vista hacia enfrente.
– ¿Y porque mejor no me pides que te la cante? – Mikasa se avergüenza y delata aún más su nerviosismo.
–Escuchar la original está bien por ahora– quería responderle que sí, pero su timidez la traicionó.
Levi suelta una carcajada.
–Como gustes, después comparas quien canta mejor– su voz se escucha animada y eso la tranquiliza–. Solo no te decepciones.
–Claro que no– respondiósonriente.
