CAPITULO 37

CHISMES

Mientras tanto en la mansión Jarjayes, André había aprovechado en visitar a Nana, ya que el general no estaba, pero en un descuido entró y dejó una nota en su despacho. Esta estaba junto con otras para que no haya sospechas de él.

Después de conversar con ella, un rato, se fue, una hora y media después llegó el general y como era su costumbre revisó todas las cartas y mensajes, se percató de que había una sin remitente, la abrió y cuando la empezó a leer no creía lo que decía.

General Jarjayes, le hago llegar mi intensión de casarme con su hija Oscar François, hemos estado saliendo por mucho tiempo y creo ya que es momento de presentarme ya que vernos ocultos es muy malo para los dos, yo amo a su hija, su pareja actual, Fersen, es la fachada para estar juntos, ya que soy un soldado raso del regimiento de Oscar. No se enoje con ella, nos amamos y ella lo hizo para protegerme. Así que no le sorprenda que ella vaya a pedirle matrimonio para casarse con el sueco. Ella lo va a hacer para proteger nuestro romance. Le ruego que me crea ya que es verdad. En su momento vendré a verlo y hacer formal esta solicitud ya que no me gusta ser ya el segundo. Se despide A.S.

Unos instantes después tocaron a la puerta.

General Jarjayes.- Adelante.

Oscar.- Padre, Axel y yo deseamos conversar de algo serio contigo.

General Jarjayes.- Oscar, antes que nada quiero que lean esta carta y me expliquen qué diablos sucede.

Se pusieron a leer, en un momento, pusieron caras de querer reírse, pero por estar con el general no lo hicieron, entonces el sueco le preguntó.

Fersen.- General, qué significa esta carta, no entiendo nada, es pura mentira, creado por alguien para perjudicar a su hija, ya es suficiente con los rumores que corren por el palacio.

General Jarjayes.- Qué rumores, yo no he escuchado nada aún.

Oscar.- La reina me dijo que era conocido en todo el palacio.

General Jarjayes.- Oscar, dime de qué rumores hablas.

Oscar.- Bueno, la reina me dijo que había un rumor sobre mí y un soldado, pero padre déjame contarme toda la verdad, también te digo de que Axel sabe todo.

General Jarjayes.- Te escucharé.

Oscar.- Bueno, recuerdas cuando esa vez que perdí el conocimiento por un momento, bueno, sabes que, gracias a Axel, no nos atacaron, volvimos al bar con ellos, allí habían dos soldados que por coincidencia, siempre se encontraban con ellos allí, en ese momento usábamos nombre falsos y les dijimos que estábamos casados, allí hubo un soldado que a pesar de saber mi estado civil estuvo muy interesado en mí. Pero al salir de allí fuimos interceptados por ladrones y ese soldado nos ayudó y lo citamos para que se reuniera conmigo en palacio aprovechando su guardia. Cuando me reuní con él me pidió una cita, con eso él sacaba información a los ladrones. Al conversar con Axel aceptamos ya que él iba a ir después a aclarar todo, pero al parecer alguien nos escuchó e hizo correr la noticia por todo el regimiento, y no nos pudimos encontrar. Pero no nos hemos reunido y parece que ya se estaban calmando, pero la reina me dijo eso.

General Jarjayes.- Eres muy irresponsable, nunca debiste aceptar ese trato. Mira todo lo que has provocado, miren yo tengo informante en palacio, pero no me ha llegado nada sobre eso, averiguaré más, o quizás es alguien que quiere perjudicar tu reputación.

Fersen.- Si, general, eso mismo nos dijo el rey.

General Jarjayes.- El Rey?, y como saben eso.

Fersen.- Nos reunimos con el rey, para solicitarle que nuestro matrimonio sea lo más pronto posible para tranquilizar todos esos rumores, es por eso que nos habíamos venido con usted para solicitar eso, él nos dijo que en un mes estaría bien.

General Jarjayes.- Yo creo que hay algo muy raro en esto, yo no tengo problema por su matrimonio, déjame averiguar en palacio y yo les comunico si algo sé.

Oscar.- Gracias padre.

General Jarjayes.- Y no sean tan inocente los dos, me avergüenzan que tan grandes caigan en esos juegos.

Oscar.- Perdónenos padre, no pensamos en las consecuencias.

Fersen.- Pero sobre el matrimonio.

General Jarjayes.- No se apresuren, que si se van a casar, hija dame una semana, para averiguar todo esto y te prometo que prepararé la boda más increíble para ti y Fersen.

Oscar.- Muchas gracias padre.

Salieron del despacho, tomados de la mano, habían conseguido lo que querían, pero tenían dudas, parece que sólo lo sabía la reina, pero no sabía el nombre, es muy extraño.

Oscar.- Amor, es raro que mi padre no sepa nada, si algo pasa en palacio, te aseguro que se enteraría, siempre me dice cuando mis guardias flojean o comen de la comida de allá.

Fersen.- Bueno mi vida, solo nos queda esperar, pero algo me dice que Antonieta y alguien más no desea que nos casemos.

Oscar.- Todo indica que sí.

Fersen.- Bueno, te diré algo, vamos a sentarnos a la sala.

Oscar.- Dime cielo.

Fersen.- Es sobre María, bueno, yo estoy seguro que ella no quiere que yo me case contigo, porque la última vez que conversamos, quería regresar conmigo y yo no acepté, quizás pensó que nunca me iba a enamorar de ti, qué estaba contigo solo por darle celos. Y siempre agradezco que haya habido esa apuesta, porque te conocí más y te quiero mucho más.

Se besaron tiernamente, hasta que sintieron un ruido.

Rosalie.- Buenas noches Fersen, Oscar, perdone que los interrumpa, pero hay algo que tengo que decirles, no sé si tiene algo que ver que André, estuvo hoy visitando a Nana, y lo vi en un descuido entrar en el despacho del general.

Oscar.- Vez, Axel él tiene la culpa de todo, se ha unido a la reina para hacernos que rompamos nuestro compromiso. Pero esta vez si no se lo paso, lo voy a moler a golpes.

Rosalie. Oscar, no, mira, yo hablaré con él, pero no sé en dónde está, yo evitaré que siga haciendo locuras.

Fersen.- Espero que lo hagas, porque si se salva de Oscar, yo estaré dispuesto a ponerlo en su sitio, nos ha perjudicado demasiado, no te imaginas Rosalie, hasta con los reyes.

Rosalie.- Oh, no pensé que era tanto, pero haré lo posible, por convencerlo.

Oscar.- Hazlo por favor.

Mientras tanto en el palacio de Versailles.

Luis XVI.- María, te comentaré que hoy estuve conversando con Oscar y Fersen, y me comentaron su intención de acelerar su matrimonio.

MA.- Así?, yo ayer conversé con Oscar, y no me dijo nada, te dijeron el motivo.

Luis XVI.- Pues sí, pero, los estuve molestando sobre que aceleraban el matrimonio por un embarazo, pero lo negaron jajaja hubieras visto su cara.

Pues esa misma cara había puesto ella al escuchar eso, pero la cambió en cuanto escuchó cuando su esposo se rio.

MA.- Pero qué te dijeron sobre eso.

Luis XVI.- Que no, no era eso, era de que tú le habías dicho a Oscar que hay un rumor en palacio que Oscar estaba en amoríos con un soldado, ¿es cierto eso?

MA.- Si, lo escuché de un sirviente. Pero ya lo eché, por decir mentiras, pero quizás ya difundió el chisme. Y también Oscar me aclaró todo.

Luis XVI.- Qué raro, yo converso con muchas personas y no me habían dicho nada.

MA.- Es raro, pero dime cómo quedaste con ello.

Luis XVI.- Que, si deseaban adelantar su matrimonio, yo no tenía ningún problema y que coordinarían con nosotros para hacerles un gran matrimonio.

MA.- Ah, ya, esperaremos ese tiempo entonces.

Luis XVI.- Me alegro que estés de acuerdo conmigo

Pero ella no estaba de acuerdo, en su corazón odia a Oscar, antes eran amigas, pero desde que está con Fersen, no puede verla feliz, aunque no ha hecho nada aún para evitarlo, esperará el momento adecuado para ponerse de acuerdo con André, ya que él piensa igual que ella, que no deben estar juntos.

Al otro día, Rosalie salió de la mansión Jarjayes rumbo a la dirección que su protectora le había dado, para poder convencer a André de no molestar a Oscar, llegando justo cuando él salía de allí.

Rosalie.- André, qué bueno que te encuentro, tienes un momento para conversar.

André.- Oh Rosalie, qué sorpresa, cómo me encontraste, si claro, podemos conversar en un café muy cerca de acá.

Rosalie.- Si, que bueno, le pedí por favor a Nana que me la diera, necesito conversar contigo.

Cuando estuvieron dentro del establecimiento, éste era muy discreto y sencillo, así pidieron cada uno un café.

André.- Y dime, qué es lo que deseas hablar conmigo.

Rosalie.- Es sobre Oscar, sé que estás enamorado de ella, desde siempre, pero no es justo que le hagas la vida imposible, ella es feliz y está muy enamorada y deberías comprenderla.

André.- Si me viniste hablar solo de eso, mejor te puedes irte.

Rosalie.- Espera, no me digas eso, pero sé que piensas que Fersen no es persona la adecuada para ella, pero se nota que él la quiere, y por lo que se, cuando uno ama, desea la felicidad de la persona que ama así no sea correspondido, no crees.

André.- Quizás. Pero, porqué te estas preocupando tanto por mí, qué te mandó ella.

Rosalie.- Nadie me mandó, yo vine porque no quiero verte sufrir, eres muy bueno y no me gustaría que sigas así padeciendo por no ser correspondido, mientras que ella es dichosa, y tú, sabías que Oscar estaba enamorada de Fersen desde antes. Piensa eso y vive tu vida tranquila, siempre hay personas que están pendientes de que seas feliz.

André.- Y tú, quieres eso de mí.

Rosalie.- Si también (sonrojándose)

André.- Mira lo pensaré, gracias por la conversación.

Rosalie.- Si, pero cuando te veré para saber de ti.

André.- Yo iré dentro de dos días a la mansión, allí nos veremos.

Rosalie.- Si, está bien André, cuídate mucho por favor.

André.- Si tú también.

Ella se dirigió a la mansión y él de regreso a su hotel, ya que pensaba ir de nuevo donde la reina para ver qué más se podía hacer para separarlos, pero la conversación con Rosalie, lo puso a pensar, se echó a su cama a reflexionar.

En palacio, durante la guardia, el general Jarjayes estuvo preguntando disimuladamente a su personal y a algunos empleados que sabía, que le gustaba difundir chismes, pero no obtuvo nada. Le parecía muy raro eso, ya que Oscar le había dicho que la reina le había comentado que ya todo palacio sabía. Estaba pensativo, cuando sintió una mano en su hombro.

General Jarjayes.- Sí digame, oh disculpe, su majestad

Luis XVI.- General, qué bueno verlo por aquí, seguro está investigando sobre el "supuesto chisme sobre su hija".

General Jarjayes.- Si, si majestad, estaba obteniendo información.

Luis XVI.- Y supongo que no obtuvo nada.

General Jarjayes.- Así es, pero su excelencia, cómo supo del rumor.

Luis XVI.- Porque Oscar y Fersen me lo han contado, y sólo creo que de palacio sólo sabemos María y yo, muy extraño, no le parece.

General Jarjayes.- Pues sí, la única que sabría es la reina, pero cómo supo ella de eso.

Luis XVI.- Quizás alguien le contó solo a ella, pero lo bueno es que nadie sabe sobre eso.

General Jarjayes.- Así es su excelencia.

Luis XVI.- Bueno, entonces tiene un mes para preparar una excelente boda entre su hija y Fersen.

General Jarjayes.- Jeje, así es su majestad, ellos ya conversaron conmigo sobre eso y estuve de acuerdo.

Luis XVI.- Me parece muy bien general, bueno me retiro, tengo cosas por hacer, y exprésele a los novios que les doy nuevamente mi bendición a ellos.

General Jarjayes.- Muchas gracias su majestad, eso haré.

Salió muy contento, pero tenía duda sobre la reina, quizás se entrevistó con alguien del regimiento que le dijo eso, pero por las dudas consultó en privado con la persona que veía con quién se reunía la reina, le dijo como 15 personas, pero le extrañó que André esté ellas. Entonces dedujo que era él, el del rumor.

Fue a ver a su hija en su oficina.

Oscar.- Padre, qué alegría verte aquí.

General Jarjayes.- Oscar, solo pasaba por aquí, deseo que a la salida puedas ir con Fersen a la mansión, deseo conversar con ustedes.

Oscar.- Si claro, pero sucedió algo.

General Jarjayes.- No nada importante, deseo platicar algo con los dos.

Oscar.- Está bien padre, allí estaremos.

Salió de la oficina, retorna a su lugar donde estaba destacado.

Y así llegó la tarde, donde Oscar estaba sentada junto con su prometido, frente a su padre, había algo que ellos no sabían, era la conversación que tuvo Rosalie con André, al parecer sus palabras lograron que pensara un poco.

General Jarjayes.- Los he reunido para decirles varias cosas, recuerdan que les dije que iba averiguar sobre el rumor de tu supuesto romance con un guardia, (ellos afirmaron con la cabeza), pues nada, solo los reyes estaban conocían de estoy, inclusive sólo el rey se enteró, cuando ustedes les contaron, entonces solo la reina supo de esto.

Fersen.- Eso explica que nadie nos miraba mal cuando estábamos allí, ni escuchábamos rumores.

General Jarjayes.- Y eso no es todo, la reina se enteró porque alguien le contó y no se imaginan quien había ido a conversar con ella.

Oscar.- Si, supimos que André es el principal sospechoso y que además él fue el que te dejó esa nota ese día que conversamos.

General Jarjayes.- Así, es, ya no sé qué hacer con él. Aunque prohíba la entrada a la mansión, no puedo evitar que vea a su abuela, pero no quiero verlo porque sentirá mi furia.

Fersen.- General, sí, yo también lo apoyo en eso, pero Rosalie, nos va a apoyar, intentará conversar con él, no hemos hablado con ella a ver que ha dicho pero al menos es una ayuda.

Oscar.- Los comprendo a los dos, a mí también me da ganas de golpearlo, pero hay que esperar a ella.

General Jarjayes.- Eso espero, otra cosa, tal como les prometí, su matrimonio será en un mes, el rey me ha mostrado su conformidad y les envía muchos saludos.

Fersen.- Muchas gracias general.

Oscar.- Gracias padre.

General Jarjayes.- Entonces es oficial, dentro de un mes es su matrimonio y espero que se comporten, su madre y hermanas estarán muy ocupadas en este evento. Y Fersen, quisiera que tu familia también participase.

Fersen.- Si general, claro, le voy a escribir y le aseguro que vendrán muy rápido. Ellos son bien colaboradores y muy entusiastas. Les aseguro que hasta se van a aburrir.

Oscar.- Jaja, lo dudo, bueno padre, muchas gracias por apoyarnos y darnos tu bendición.

General Jarjayes.- Está bien hija.

Se retiraron tomados de la mano, muy contentos, bajaron y fueron a buscar a Rosalie.

¿Qué sucederá, qué creen Rosalie le dará esperanzas de que André los dejará en paz?

Espero sus sugerencias y comentarios. Siempre los leo y tengo presente.

Muchas gracias. Un gran abrazo virtual

Nos vemos pronto.