Cap. 26. 2

Traying

Cuando la chica nueva entro al salón detrás de Blaine, todo el mundo estaba entusiasmado, pero al mismo tiempo no entendían porque la chica se había quedado paralizada de pronto y su sonrisa había sido sustituida por un gesto de incomodidad y quizás miedo.

-Sr. Shue, no, ella no puede estar aquí. – dijo de pronto AJ, poniéndose de pie y mirando a Michelle.

- ¿Qué? AJ estas siendo muy grosera. Tenemos una política muy clara, quien quiera audicionar para nosotros, entra al club. Cual sea su problema fuera de este salón, deberán de solucionarlo. – dijo Shustter, algo mortificado y asombrado por la actitud de la pelirroja.

- Si ella entra al grupo, tengan por seguro que yo me voy. – AJ tomó su mochila con intención de salir del salón, pero se detuvo cuando su hermana la tomo de la muñeca.

- Si tu te vas, perderemos a uno de nosotros. Te necesitamos, no lo hagas. – SJ miro a su hermana con suplicia, sabía que no podían impedir que Michelle audicione, a no ser que sea decisión de la misma chica en retirarse.

Al parecer, la situación fue demasiado ya que Michelle miro a SJ, y sólo se acercó a Blaine, murmuró algo y salió del salón precipitadamente.

Nadie tenía idea de que era lo que pasaba. Miraban a AJ esperando una explicación que nunca llegó. Blaine estaba molesto con la pelirroja de ojos azules, no podía creer que hubiera actuado de esa manera. La situación era muy tensa, así que el Sr. Shue decidió dar unas observaciones y terminar la clase con tan sólo 20 minutos de haber empezado.

AJ fue la primera en levantarse y al llegar a la puerta dio media vuelta y dijo: "no les debo ninguna explicación, espero solo respeten mi opinión, lamento que no hayamos podido conseguir a alguien más pero el año aún empieza. Alguien mejor aparecerá ". Con esto, siguió su camino fuera del aula dejando a todos aun más confundidos.

SJ no se había levantado hasta que todos se fueron, Chelsea se quedó con ella. No sabía que decirle. Por lo que sólo se conformó con sujetar su mano fuertemente hasta que la nadadora estuviera lista para irse.

-Todos van a odiar a AJ ahora. – dijo SJ cuando salían camino al estacionamiento junto con su ex novia.

-Lo superaran, y AJ tiene razón, alguien más llegara, tenemos recién un día de clases…- dijo Chelsea, queriendo relajar un poco a la chica a su lado.

Mientras caminaban hasta el Mustang, las pelirrojas pudieron ver a lo lejos a Blaine al lado de su auto. Conversaba con una chica de cabello negro. Blaine se notaba molesto, y Michelle Sacks mantenía la cabeza baja. Chelsea noto a SJ aumentar la velocidad, para llegar a su auto, que, por desgracia, estaba al lado del sitio en el que Blaine decidió estacionar su camioneta.

Para su mala suerte, Blaine volteo en el momento en el que se encontraba a punto de llegar a la puerta, que con las llaves en mano estaba dispuesta a abrir.

- ¡SJ! Espera…- Blaine rodero su auto y se acercó a la pelirroja. - ¿Puedes decirme que le sucede a tu hermana? Necesitamos apoyo, mucho apoyo y Michelle es muy buena, ustedes no la han escuchado… No entiendo su reacción.

-Blaine… Lo que sea que quieras hablar con AJ hazlo con ella, no conmigo. – SJ volteo de manera lenta, sin ver en lo absoluto a la otra chica.

-Pero tú sabes que es lo que tiene, o al menos debes de tener una idea, le hablaste como si supieras algo.

-Blaine, soy AJ. Habla con ella, no conmigo, ¿ok?

- ¿Qué rayos sucede con ustedes? Actúan como si nada de Glee importara…

SJ entendió lo que sentía Blaine, entendía su molestia. Dirigió su vista hacia Michelle y dio:

-No me voy a disculpar por AJ, ella tiene sus razones y las conoces. Pero no a negarte a audicionar, es tu derecho y puedes hacer lo que desees, no me incumbe. Pero no pienses que, porque no me importa, este bien todo con nosotras.

Dicho esto, SJ quito el seguro del auto y se metió en el interior del mismo, cuando estuvo a punto de cerrar la puerta, Blaine la sujetó.

-SJ necesito saber que pasa, soy el líder del grupo ahora, no quiero que nadie tenga problemas entre nosotros, debemos de estar en sincronía desde el inicio…

- ¡Blaine, basta! - Esta vez fue Chelsea quien hablo, molesta. Blaine está sobrepasándose y presionando a SJ y no iba a permitir eso. – Tendrás que ver como "unir" al equipo de otra manera, déjala en paz.

Blaine, sorprendido, dejo la puerta del auto y retrocedió. Chelsea, por puro impulso, le dio una mirada retadora a Michelle, quien no dudo en mantener con decisión. Finalmente, la pelirroja entro al auto y SJ arranco, y aceleró, quemando llantas hasta salir del estacionamiento y perderse de vista.

Blaine, sorprendido, volteo a ver a Michelle con una ceja levantada y exigiendo de forma silenciosa una explicación.

Tras unos momentos en silencio, la chica dijo:

- ¿Quieres la versión corta o la dolorosa?

Subieron al auto del chico y se dirigieron a la casa de Michelle. Había una larga y dolorosa historia que contar.


NY con su cielo gris y lluvioso, hacía sentir a veces a Brittany muy triste, sobre todo en los días en los que Santana tenía que quedarse en la universidad hasta tarde. Tenían ya un par de semanas de iniciadas las clases y Santana tenía en total una semana en días intercalados, que llegaba pasada las 10:00 pm a casa.

A pesar de vivir juntas, sus clases no tenían mucha concordancia de horarios que les permitiera estar juntas. Las clases en Julliard eran muy temprano, algunas veces, Brittany tenía que salir antes de las 5:00 am de casa, y las clases en NYU empezaban pasadas la 1:00pm, por lo que no siempre podían compartir almuerzos juntas. Había resultado un poco más difícil de lo que ellas habían pensado, pero lo compensaban con los fines de semana y aunque por las noches Brittany, tenía que acostarse temprano y Santana llegaba muy tarde y muy cansada, se tomaban una hora para conversar de su día.

Las gotas de lluvia golpeaban en la ventana de la habitación de la rubia, pensaba en hacer algo de comida para cuando llegara Santana y comiera algo. Se levantó y se fue a la cocina, en el momento que empezaba a sacar las verduras del refrigerador, la puerta del pequeño apartamento se abrió y una latina un poco mojada entro maldiciendo.

-Maldita sea, olvide el paraguas otra vez, esta ciudad es muy extraña, cuando salí de aquí, el sol estaba súper radiante y ahora es horrible. -Santana entraba a la pequeña sala, dejando sus cosas mojadas en la entrada de la puerta.

-San! ¿Qué haces aquí tan temprano, amor? - Brittany dejo todo en la cocina y salió al encuentro de su novia.

-Las últimas dos clases quedaron suspendidas debido a una reunión de profesores o algo así, ya no lo recuerdo. Lo que importa es que estoy aquí, bajo techo, al lado de mi novia y con muchas ganas de comer. –Santana abrazo y besos a Brittany, y con la promesa de ayudar a su novia en la cocina, se fue a bañar y ponerse ropa seca.

-Me gusta que estés aquí amor, estaba un poco triste por este clima, creo que nunca podre acostumbrarme a este clima. –Brittany estaba cortando cebollas, mientras que Santana cortaba tomates y zanahorias.

Hicieron la cena entre besos, conversaciones de clases y planes para su día de cita, que habían prometido mantener, solo que ya no serían los viernes, sino los sábados. Santana estaba muy entusiasmada con sus clases de negocios, ya que iba muy bien para la idea que tenía para el futuro, de hecho, para ese plan, necesitaba algo de bases y hace unos días había obtenido una respuesta.

-Britt, yo tengo algo que comentarte.

-Dime San.

-Quiero estudiar otra profesión.

Brittany se quedó viendo a su novia, con mucha sorpresa en el rostro.

-Vas a dejar la carrera? Pero recién hemos empezado San, tenemos apenas 2 semanas.

-No amor, no lo dejare, quiero empezar otra para poder hacer ambas, quiero estudiar fotografía, de esa manera poder abrir un estudio y una galería, hace dos semanas envié una solicitud a Parsons e ingrese.

Brittany siguió con la misma expresión de sorpresa en el rostro. Sin saber que decir.

-Britt, di algo por favor. –Santana le rogo a su novia.

-No voy a negar que es una noticia muy buena y me parece genial que hayas logrado entrar, he escuchado mucho de esa escuela en Julliard, pero me preocupa que no logres poder balancear sus clases en NYU, que de por sí ya son algo agobiantes San, llegas a las 10:00pm casi todos los días, ¿en qué momento podrás seguir los cursos en Parsons?

Santana estaba segura de que esa podría ser la reacción de la rubia, su novia sabía que ella estudiaba mucho y jamás le recriminaría por esas horas invertidas en estudio, pero poner más responsabilidades y menos tiempo para ellas, era algo que Santana también temía.

-Pues estas clases pueden ser solo 3 veces a la semana, como mínimo, arreglare mi horario y luego del primer año en NYU podre dejar los cursos que no son necesarios para la carrera.

Santana callo de repente, pero Brittany sabía que tenía algo más que decir, lo veía en sus ojos.

-Hay algo más, ¿no es así?

-Britt, es probable que una de las clases sea los sábados, estoy intentando cambiar o arreglar los horarios para que eso no suceda.

Brittany se levantó de la isla de la cocina de repente, recogió su plato ya vacío y el de Santana, que había dejado casi todas las zanahorias. Una vez en la cocina, volteo y se quedó viendo a Santana quien no había movido ni un musculo, esperando.

-San sabes que jamás me voy a interponer entre tus sueños, pero necesito que sepas que, no me gusta la idea de no poder verte como antes, sé que no es un capricho, lo sé, no me contaste de esto hasta estar segura y eso me dice lo mucho que te importa. Pero me afecta saber que nuestro tiempo juntas se hará cada vez más escaso.

-Britt lo sé, te entiendo, pero es algo que en verdad quiero, me encantaría poder hacerlo de esta manera y sin tener que seguir estudiando después de acabar en NYU.

Brittany, se acercó y tomo el rostro de su novia con sus manos, depositando un suave beso en sus labios, fue suficiente para hacer callar a Santana y que entendiera de que estaba con ella en su futuro y en sus planes.

-Encontraremos la forma San, usa los sábados para poder estudiar tranquila. No te preocupes, ¿sí? Solo quiero que hagas lo que amas y sepas que me tienes al lado.

Santana sonrió y cargo a su novia en un abrazo. Sabía que no sería fácil pero después de tanto que habían pasado, esto también sabrían manejarlo.

Luego de la cena y de lavar platos, se fueron a la habitación para poder relajarse un poco, Santana puso una película en Netflix y Brittany navegaba en su celular.

-No entiendo porque buscas una película nueva cuando aún no terminas la que empezaste hace dos noches. - dijo Brittany sonriendo sin levantar la vista de su celular. Santana volteo su cabeza en dirección a la rubia y la miraba de manera sarcástica.

-Es en serio, desde que las clases empezaron y llegas tarde, te quedas dormida luego de 25 minutos de película y en lugar de terminarla, empiezas otra. No lo entiendo.

Como respuesta, Santana continúo buscando una nueva película y le dio play a una película nueva, la cual como muy bien dijo Britt, no terminaría.

Brittany sin dejar de ver la pantalla de su celular, sonrió ampliamente ante la acción de su novia, quien empezaba ya a acomodar su cuerpo con el de su novia y la almohada.

-Blaine dice que paso algo raro hoy.

Brittany mantenía una conversación por Whatsapp con el chico mientras Santana empezaba a dormirse mientras "veía" la película.

- ¿Qué paso? ¿Se le acabo el gel para el cabello?

-Dice que hay una chica nueva en el curso, también está en su último año y se encontró con ella en la cafetería y le comento acerca de Glee. La chica parecía entusiasmada y decidió audicionar para el Sr. Shue.

-Wow, ¿en serio? Parece genial, tienen muchas personas que reemplazar, es bueno que hayan empezado desde el primer día con gente nueva.

-El problema es que no llego a la audición…

-Seguro se dio cuenta de que sería un suicidio, tiene lógica.

-No, dice que AJ no quiso que adicionará. Que se levantó diciendo que, si la chica nueva entraba, AJ se iría. Dice que su hermana (A Santana no se le paso que Brittany no llamara a SJ por su nombre) la detuvo. Luego quiso hablar con ella cuando salía con Chelsea, pero no obtuvo una respuesta. Michelle Sacks.

- ¿Qué dijiste, Britt? –pregunto Santana sin dar crédito a sus oídos.

-Se llama así la chica nueva, Michelle Sacks. Siento que he escuchado antes su nombre, solo que no recuerdo donde.

-Es la ex novia de SJ. –Dijo Santana sin pensarlo, completamente sorprendida.

-Oh… Ya entiendo entonces la reacción de AJ.

Santana había oído de Michelle Sacks, solo una vez y sin detalles. Sabía que había sido a primera novia de aquella pelirroja y que le había roto el corazón y abandonado en su momento más crítico. También entendió de que Chelsea y SJ estaban hablando, no sabía si eran novias nuevamente, pero sí que andaban juntas al parecer.

-Espero que puedan solucionar las cosas, Dios sabe que el Club Glee necesita más gente para poder seguir en competencia este año. –Dijo Santana, sabía que Britt estaba muy al tanto de su reacción a todo esto, jamás lo diría claro, pero lo estaba.

Santana metió sus piernas bajo las sabanas y cobertor, y se giró para quedar boca arriba y empezar a dormir, sin terminar de ver su película nueva.

El reloj digital de la mesa de noche marcaba las 2:37 am, la habitación estaba en silencio, se podía escuchar a lo lejos la bulla de las calles neoyorquinas que se filtraban por alguna ventana mal cerrada. Se escuchaba una tranquila y profunda respiración. Brittany dormía de costado, profundamente, su rostro estaba ligeramente iluminado por las luces que provenían de la calle, dándole a su piel un suave tono anaranjado. Santana se encontraba boca arriba en la cama, pero su cabeza estaba ligeramente volteada para poder ver el rostro de su novia. Le costaba mucho mantener su mente alejada de SJ y de lo que pudiera estar pasando. Intentaba con todas sus fuerzas, su mente era un embrollo en este momento, era la razón por la que no podía dormir.

Santana sabia lo afortunada que era de tener a esa rubia en su cama, al lado suyo, descansando tan tranquilamente. Brittany confiaba en ella y no podía fallarle. Su rubia le dio una oportunidad cuando pensó que nada se podía solucionar. Estaba lejos ahora y no quería malograr lo que con tanto esfuerzo había logrado. Estaba empezando ese futuro tan perfecto con su Britt, futuro que en algún momento lo vio imposible.

Santana giro su cuerpo y se acercó a Brittany, y con sus brazos la atrajo suavemente hasta su pecho. Brittany, aun dormida, de manera inconsciente se dejó guiar hasta el pecho de su novia, con uno de sus brazos la abrazo por la cintura y descanso su rostro en el cuello de su novia. Santana quedo unos centímetros más arriba de su rubia y con unos besos sobre el cabello rubio, prometió silenciosamente no malograr de nuevo sus planes. Tenía todo lo que quería en su vida en esa cama. No era necesario alguien más, tenía muchos planes e ideas para su vida y en todos, se veía con una alta rubia, de ojos celestes que la miraba con amor. Ese era su destino.

-Despierta… San…? Amor, despierta. ¡San… San… Saaaaaan… SAAAAAAN!

Santana salto de la cama hasta quedar sentada en ella, completamente desubicada y algo asustada. Solo había escuchado su nombre en un grito y eso fue más que suficiente para que su muy preciado sueño se rompiera.

- ¿¡Que paso?! – pregunto Santana sobresaltada, con el cabello revuelto y los ojos muy abiertos, mirando en todas direcciones.

Brittany soltó una carcajada y se acercó para besar a su novia en los labios.

-Ya me tengo que ir, solo quería decirte que te amo. - dijo la rubia sonriendo, burlándose de hecho.

-Y no podías decirlo de una manera más suave? - pregunto la latina con una mirada de furia, mientras su novia se levantaba y tomaba su bolso.

-Ah sí, por supuesto, pero… no hubiera sido igual de divertido. - dijo mientras caminaba rápidamente con la intensión de salir de la habitación, intentando esquivar la almohada proyectil que Santana le lanzo.

-Te amo! –grito la rubia (¡mentira no me amas! -Fue la respuesta de Santana) ya fuera de la habitación para luego salir del departamento.

La latina se dejó caer pesadamente en la cama, completamente despierta y frustrada ya que necesitaba dormir más. Pero, aun así, amaba que su rubia hiciera esas cosas.

Se levantó y fue por una taza de café y algo de comer, al sentarse en el sillón, tomo su celular y marco el discado rápido.

-Hola San.

-Que tal Fabray? ¿Te desperté?

-No ya estaba despierta desde hace unos minutos en realidad, ¿y tú? –pregunto Quinn desde el otro lado del teléfono.

-No, aún sigo durmiendo, de hecho, soy sonámbula.

-Estúpida…

-Tu pregunta? Si, lo fue. - dijo Santana mientras tomaba un sorbo de café.

-Para que me llamas?

-Hoy tengo un periodo libre antes de las 3:00 pm, ¿quieres almorzar?

-Serás igual de odiosa como ahora? - pregunto Quinn con fastidio en su voz.

-Por supuesto.

-Aggg… Está bien te veo a la 1 en esa pizzería que te gusta.

-Genial Fabray, nos vemos.

Santana termino su café y luego se cambió para poder correr un poco, se había acostumbrado de los ejercicios matutinos desde el primer año de secundaria.

Al salir comenzó a pensar en todo lo que había vivido desde que conoció a Brittany, desde su primer beso de "practica", su primer beso de verdad, su primera vez juntas, siempre bajo el término de "practica", como si algún chico alguna vez le hubiera hecho sentir de la forma en que Britt lo hizo, en todo aspecto.

Recordó todas las veces en las que rechazo a Brittany por miedo, pensó en todo ese tiempo que desperdicio. Pero siempre su rubia estuvo ahí, fue como si esperara por ella.

Mientras llegaba al parque, no pudo evitar recordar su último año en la escuela, ese año que debía ser el mejor de sus vidas, se convirtió en un año lleno de inseguridades, de promesas rotas, de corazones rotos, pero al final tomo la decisión correcta, y está muy agradecida por eso.

Con esos recuerdos, llego al parque y comenzó con sus vueltas. El clima estaba templado, lo que lo hacía perfecto para esa actividad. Aunque aún así la latina tenía algo de temor a que cambiara repentinamente, y empezara a llover.

Luego de un poco más de media hora, Santana regresaba a su departamento, empezó a desvestirse camino a su habitación y se metió a la ducha, con agua muy caliente. Al salir se puso algo cómodo y comenzó a hacer algunos trabajos que tenía para sus clases de la semana, mataría algunas horas antes de encontrarse con Quinn.


-Dios! ¿No pudiste demorarte más?

-Ay, por favor no seas dramática, solo fueron 3 minutos, deja de ser tan jodida.

Santana sonrió, mientras Quinn se sentaba frente a ella en la pizzería. Santana siempre llegaba unos minutos antes a donde fuese. Era un hábito, y claro también era para molestar a Quinn.

-Ya pedí, espero no te molestes, pero no te preocupes, le puse mucho tocino y piña. - dijo Santana mientras Quinn tomaba el menú.

-No me gusta la piña, ¿porque pedirías piña? Sabes que odio eso.

-Lo se…- dijo Santana antes de tomar un sirvo de su vaso de agua.

-Que tal las primeras semanas de clases, Satán, digo Santana...- dijo Quinn.

-Uhmmm que lista. La verdad es que bien, no pensé que iba a ser tan fuerte desde el inicio, pero, lo estoy manejando bien. Lo único que me molesta es que no puedo pasar tiempo con Britt como quisiera, sé que la veo todas las noches, pero extraño el tiempo que teníamos antes, sabes. - el rostro de Santana de pronto tuvo un gesto triste.

-San, pero aún tienen su día libre, esto no es muy diferente a cuando estábamos en la escuela. Los sábados seguirán siendo sus días, tranquila. dijo Quinn comprendiendo a su amiga, ya que en unas semanas su situación seria similar, o hasta peor. Quinn tendría que ir a New Haven en una semana y media, dejando a Rachel en NY.

-Sí… Tomare una nueva carrera, estudiare fotografía en Parsons, empiezo la próxima semana. -dijo Santana con una media sonrisa.

-Wow… Eso es genial San, Parsons es un buen lugar, no puedo creerlo, felicidades. Oh, ahora entiendo…

-No quiero fallar Q, es algo que puede servirme para los planes que tengo, sé que va a ser difícil y casi no tendré tiempo libre, pero estoy muy entusiasmada de esto.

-Que dice Britt? ¿Lo sabe?

-Si claro que sí, hablé con ella ni bien recibí la carta de aceptación. Ella me apoya. Sé que al igual que yo esta asustada de que no podamos estar juntas como quisiéramos, pero sé que podremos hacer que funcione. - dijo Santana rápidamente.

El mesero llego con su pedido, una pizza personal mitad queso, mitad peperoni y otra, también personal, con tocino extra y para sorpresa de Quinn, sin piña.

-Que tienes? ¿Hay algo más? . -pregunto Quinn, observando detalladamente a su amiga.

Santana no respondió al instante, sino que tomo una rebanada de pizza y le dio un mordisco. Se tomó su tiempo en masticar y pasar su comida, luego tomo otro trago de agua y al dejar el vaso en la mesa, miro a Quinn a los ojos.

-Quiero casarme con Britt.

Quinn estaba a punto de morder un pedazo de su pizza, acción que quedo en el olvido cuando escucho las palabras de Santana. Mantuvieron la mirada por unos segundos, Quinn sabía que Santana hablaba en serio, pero aun así no pudo evitar la pregunta.

-Lo dices en serio?

-Claro que sí, Brittany y yo estamos destinadas a estar juntas, eso lo sé.

-Entonces, ¿porque el apuro?

-No es apuro, y al proponer no le voy a pedir que nos casemos mañana, debemos de terminar la universidad, pero lo hare porque significa mucho más. Es una promesa de que saldremos adelante como hemos venido haciéndolo siempre, que nuestra relación no se quedara estancada nunca y que sabe que puede contar conmigo sin importar que, así como ella ha estado ahí para mí. No es algo que se me haya ocurrido de pronto Q, lo tengo pensando desde antes de graduarnos. La amo Quinn, más que a nada.

Quinn escuchó a Santana y sabía que lo decía de corazón, desde sus primeros años en la primaria, siempre lo noto, Santana era una perra con el mundo, pero con Britt… Era una persona completamente diferente. Santana esperaba a que Quinn dijera algo, ya habían sido unos 2 minutos que la rubia estaba en silencio y la latina empezaba a desesperarse, puso sus ojos en blanco y dijo…:

-Fabray dirás algo más? Si vas a decirme que es incorrecto y todas esas cosas, pues hazlo ya para no escucharte.

-No, San esta vez creo que es algo que me gusta. Y sé que Britt dirá que sí, ella te ama tanto como tú a ella, así que de ante mano… Felicidades López.

Santana con algo de asombro sonrió, se sentía aliviada de que Quinn la apoyara.

-Gracias Q. Estoy nerviosa…

- ¿Ya tienes un anillo? ¿Ya sabes cuándo lo harás? . - pregunto Quinn mientas comía su pizza.

-No y sí. Por lo que me gustaría que me acompañaras a comprar uno ahora, y si no encontramos uno hoy, pues mañana también, quiero preguntárselo el sábado que será nuestra ultimo día asegurado de cita.

-Si claro, y no quiero curiosear… ¿pero como vas a pagarlo? ¿También me vas a pedir que te acompañe a robar un banco?

-No, no tienes la fuerza necesaria para ese tipo de trabajos Q, ¿pero recuerdas el regalo de graduación que me dio mi mama? Bueno, no usare todo, pero creo que puedo conseguir algo para Britt, tengo una idea ya. - dijo Santana tomando un nuevo sorbo de agua.

-Pensé que ese dinero se lo habías devuelto.

-Así fue, pero al abrir mi equipaje ya en el departamento, el sobre con la tarjeta de ahorros ya estaba ahí.

-Bueno entonces, un brindis por ti y por Britt, se merecen más que nadie San, lo es desde que somos pequeñas. Y más te vale que sea tu dama de honor, de lo contrario no iré. - dijo Quinn antes de chocar ligeramente su vaso de agua con el de Santana.

-Sí, claro que lo serás, no pasare la planificación de mi boda sin mi mejor amiga, pero sin tu hobbit.

-Cierra la boca.

Terminaron su almuerzo entre planes de propuesta y de cómo sería el vestido de novia de la latina. Al terminar, debido al poco tiempo que quedaba, decidieron ir a comprar el anillo al día siguiente, Santana quería ir a muchos sitios y sabía que en la 5ta avenida había una joyería que quería ver. Salieron de la pizzería y antes de dirigirse cada quien, a su propio destino, Santana abrazó a Quinn y le agradeció por su apoyo. La rubia sonrió y sujetó fuerte la mano de la latina, para luego caminar en dirección opuesta.


-Santana, por favor llevamos 4 horas buscando el maldito anillo, de este día, sin contar las otra horas por día de toda la semana, ya no es divertido.

Era viernes por la noche, Santana había decidido faltar a clases dado a que aún no había encontrado el anillo para Brittany, quería que fuese perfecto, y aun no había encontrado ninguno que la convenciera. Tenía la idea de que el anillo tenía que ser perfecto, y aunque para todos los vendedores con los que había cruzado palabras decían que "tenían el anillo perfecto", pues para ella no era ni lo más cercano.

-Quinn por favor no exageres, el día en el que tengas que hacer esto, sabes que te ayudare de igual manera. - dijo Santana, apenas escuchando las quejas de Quinn.

-Oh por supuesto! No dudes de que no me cobrare cada segundo de esta semana. Santana solo escoge uno, y ya y así podremos ir a comer, muero de hambre. - Quinn tenía una expresión de cansancio con hambre con aburrimiento y frustración.

-Me haces acordar al niño de Up, Russell, ¿ahora dirás que te duele el codo? - pregunto Santana con una sonrisa burlona, mientras buscaba entre las vitrinas de la última joyería a la que habían entrado. Antes de que el vendedor siquiera se acercara, Santana ya le había dado una clásica mirada López para que no se le acercara. Estaba harta de que le ofrecieran el clásico anillo estúpidamente caro, con un exageradamente grande diamante y estúpidamente feo. Ella conocía a su novia, Britt era la persona más sencilla que conocía. Ella no quería cosas ostentosas, pero tampoco significaba que le daría un anillo de maquinita. Tenía que ser perfecto, por eso el tiempo que invertía valía la pena.

- ¿Si lo digo, nos podemos ir? - pregunto Quinn esperanzada.

-Claro que no, pero me harías reír mucho y jamás olvidare...

Santana se calló de pronto, su mirada estaba fija en una de las vitrinas de la joyería, se fue acercando lentamente hasta quedar a la misma altura del anillo.

- ¿¡Señor!? ¿Hola...? Donde diablos esta ahora que sí lo necesito…-dijo Santana molesta buscando alrededor al vendedor que había ahuyentado al momento de entrar, quien ahora se encontraba detrás del mostrador, ordenando. –Hola!- el hombre levanto la vista rápidamente y salió al encontró de Santana y Quinn.

-Buenas noches señoritas, ¿en qué puedo ayudarlas? - dijo el hombre amablemente, aunque con un poco de cautela, Santana le daba algo de miedo.

-Quisiera ver este anillo, por favor. - dijo la latina señalando en la vitrina.

-Ah! Señorita usted tiene un buen gusto… Este es un anillo de los años 20, tiene un quilate y medio de diamante y un zafiro a cada lado del diamante. - el hombre puso el anillo en su pequeño tapete de terciopelo y al verlo, Santana sabía que ese era perfecto. - Le gustaría que su novia se lo pruebe? - pregunto el hombre mirando a Santana y luego a Quinn.

-Oh no, Fabray no tiene tanta suerte. -dijo Santana mirando a su amiga con una sonrisa burlona. -Pero ¿qué dices, Q? - pregunto Santana con un poco de nerviosismo.

-Eres realmente estúpida, pero tus gustos singuen siendo impecables, es tan Britt, es perfecto.

Santana sonrió al máximo al escuchar esas palabras, ella también había imaginado a Britt con ese anillo y era una imagen más que perfecta.

- ¿Cuánto está? - pregunto la latina, estaba segura que era algo caro, pero no iba a dejarlo, era perfecto.

- $9,000. - dijo el hombre. Santana trago saliva y Quinn alzo las cejas en asombro. Sabía que la latina tenia ahorrado el dinero que sus padres le regalaron, pero, aun así, era demasiado.

Santana meditaba, sabía que podía comprarlo, pero sería un gasto muy fuerte considerando sus planes en el futuro.

- ¿Señorita? - el hombre trajo de vuelta a Santana quien sacudió la cabeza.

-Lo llevare.

¿Está segura, señorita? Es usted muy joven y pues es algo costoso. - el hombre parecía preocuparse y Santana agradeció el gesto.

-Completamente segura.

La seguridad en la voz de Santana hizo que el hombre sonriera, tomo el anillo para llevarlo a la caja.

-San… Es mucho, ¿segura? - pregunto Quinn en voz baja mientras caminaban tras el hombre.

-Por completo Q, deja de ponerme nerviosa. Se supone que estas acá para apoyarme.

-Exacto, y no sé si 9,000 dólares sea lo correcto ahora, quizás hay otros, en otro lugar San.

-Q, es este, no hay otro. Además, tu misma lo dijiste, es Britt.

Llegaron a la caja y mientras el hombre ponía el anillo en una caja de terciopelo azul, Santana sacaba su billetera de su bolso, y sacaba la tarjeta para pagar.

El hombre la tomo e hizo todos los tramites de compra. Al finalizar, le entrego a Santana una bolsa pequeña con el anillo dentro, y la factura de compra. La latina tomo todo y sin ver el papel guardo todo en su bolso.

-Muchas gracias, hasta pronto. -dijo la latina.

-Señorita, déjeme decirle que es usted una mujer muy decidida y se preocupa mucho por su novia. Sera una esposa estupenda. Ambas. Y siempre es bueno empezar un matrimonio con el pie derecho. - el hombre le guiño el ojo y dio la vuelta para poder atender a otras personas.

Santana y Quinn se miraron extrañadas y salieron del lugar sin decir nada más.

Llego el sábado por la mañana, Santana no había dormido en toda la noche. La ansiedad no le había permitido dormir. Ahora solo le quedaba terminar su plan de la mejor manera. Saldría con Britt a almorzar y luego irían al cine y luego harían lo que la rubia quisiera. Mientras ellas estaban fuera, Quinn y Rachel se encargarían de ir al pequeño departamento de sus amigas y arreglar todo para la cena, Rachel hasta había cocinado para ellas. Todo tenía que ser perfecto.

-San, ¿queda café? - pregunto Britt, sentada en la barra de la cocina donde desayunaba con su novia.

-Mmmm nop, lo siento Britt, me acabo de servir lo que queda. -dijo Santana levantando la jarra de café.

-San, te has tomado cuatro tazas, ¿estás bien? - dijo Britt bajando su brazo con la taza en su mano.

-Si estoy bien amor. - dijo Santana sentándose al lado de su novia y vertiendo la mitad de su café en la taza de su rubia.

-Gracias. -dijo Brittany, sonriendo y besando en los labios a su novia.

Santana sabía que sus nervios se notarían si es que no se controlaba, así que termino su desayuno y decidió darse una ducha para relajarse.

Mientras el agua corría de fría a caliente, Santana se comenzó a quitar la ropa y la dejo sobre su cama, luego ingreso al baño y mientras probaba el agua con su mano antes de entrar en la ducha, unas delicadas manos la sujetaron por la cintura firmemente desde atrás. La acción le hizo inhalar pesadamente, ya que al mismo tiempo sintió que un cuerpo caliente y desnudo se pegaba a ella.

-San, hace casi 2 semanas que no hacemos el amor…- la voz de Brittany era pesada cerca a la oreja de Santana.

Brittany había visto sentada desde la barra de la cocina como su novia se quitaba la ropa para bañarse, al ver el perfecto cuerpo de su novia, su deseo incremento de 0 a 1000 en menos de un segundo. Se levantó y mientras iba rápidamente detrás de su novia, se fue quitando la ropa hasta quedar de igual manera.

La punta de la lengua de Brittany paso todo el contorno de la oreja de Santana, y la rubia pudo sentir como su chica se estremecía. La mano derecha de Brittany abandono la cadera de su novia y comenzó a subir por su abdomen, acariciándolo con la yema de sus dedos, haciendo que la piel de Santana se erizara a su paso. Los labios de la rubia habían bajado al cuello de la latina, besando y mordiendo suavemente.

Su mano siguió subiendo hasta llegar al pecho de su novia, el cual acarició lentamente, sintiendo de inmediato el pezón erecto contra su palma. Jugó con él por unos segundos y luego bajo su mano nuevamente a la cadera de Santana. Ante la acción, la latina protesto con un gemido ronco. Volteo su rostro ligeramente para encontrar los labios de la rubia y besarla con hambre. Necesitaba sentir a Britt, necesitaba que la rubia la sintiera de manera desesperada.

Santana llevo su mano izquierda a la nuca de Britt para intensificar el beso, haciendo que la rubia abriera sus labios para dejar pasar la lengua ardiente de la latina. Ambas mujeres gimieron ante la acción y la mano de Brittany regreso al pecho de Santana, estimulándolo suavemente.

Santana giro su cuerpo para quedar frente a Britt, sin dejar de besarse, la latina condujo a su novia dentro de la ducha, donde el agua caliente estaba cayendo, botando vapor. Ambas mujeres soltaron un gemido cuando el agua caliente cayó en su piel.

-Aun no puedo creer que te guste bañarte con el agua así de caliente. -dijo Britt mientras tiraba un poco para atrás su cabeza, para que el agua mojara su cabello. Cuando el cuello de la rubia quedo al descubierto, Santana se abalanzo contra él, dejando besos mientras subía hasta llegar a la mandíbula de su novia, para luego morder y besar el punto de pulso, haciendo que Brittany gima. Los labios de Santana siguieron bajando hasta llegar a los pechos de la rubia y tomó uno de los pezones en su boca para lamerlo y succionarlo suavemente, y con la otra mano estimulaba el otro pezón. Brittany soltó un gemido ronco, arqueando su cuerpo contra los labios de Santana y con su mano libre, empujó un poco más la cabeza de la latina contra su pecho.

Las manos de Santana empezaron a recorrer los costados de la rubia hasta llegar a las caderas de la misma. Los labios de Santana abandonaron en pecho de Brittany, quién dejo escapar un gemido en desaprobación. Santana empezó a besar apasionadamente a su rubia, quien le devolvía el beso con la misma intensidad. De pronto Brittany inhaló fuertemente al sentir de pronto los dedos de Santana en su centro, haciendo círculos muy lentamente. Santana tenía una sonrisa maliciosa en los labios al sentir como su novia empezaba a mover sus caderas contra sus dedos. Sabía que Brittany estaba ya alcanzado la desesperación debido al juego de Santana. La latina empezó a mover un poco más los dedos hacia la entrada de Britt, pero justo al llegar al borde, comenzó nuevamente con los tortuosos movimientos circulares. Esta acción hizo soltar un gruñido de desesperación de Brittany, y demostró su molestia clavando sus dientes fuertemente en el hombro de Santana, quien soltó un gruñido de dolor y apretó su agarre en la cintura de la rubia.

-Te lo mereces… ¿Acaso quieres matarme? Porque me estás volviendo loca. – dijo Brittany entre respiraciones pesadas, conectado su mirada con la de Santana haciendo que sus frentes se junten.

La latina no respondió solo mantuvo esa sonrisa maliciosa en su rostro, podía ver que tan oscurecida estaba la mirada de su rubia, la forma en la que sus ojos se empezaban a entrecerrar, como su boca se mantenía ligeramente abierta debido a su acelerada respiración. Tres semanas era mucho tiempo para ellas. De pronto, la latina sujeto muy fuerte de la cintura a la rubia, y levanto una de sus piernas para apoyarla en el borde de la ducha, esta acción hizo que la pierna de Brittany terminara ligeramente alzada, apoyándose sobre el muslo de Santana. Sin ningún tipo de aviso, la latina introdujo dos dedos dentro de la rubia, quien al sentir a su novia dentro de ella dejó escapar un fuerte gemido. Las embestidas empezaron suaves y rítmicas. Brittany mantenía sus ojos entrecerrados, disfrutando de los toques que su novia le daba. Sus manos se posaron sobre los hombros de su novia, mientras sentía sus piernas empezaban a temblar por el placer. Santana beso los labios de su rubia, manteniendo sus frentes juntas, sus respiraciones mezclándose, la latina empezó a dar algo de velocidad a sus movimientos dentro de su rubia, haciendo que esta apreté su agarre en sus hombros. Santana podía sentir a su novia que no tardaría mucho en acabar. La mano derecha de Brittany bajo lentamente por el cuerpo de ni novia hasta llegar a su centro, introduciendo dos dedos en ella. Santana gimió de placer y tiro su cabeza hacia atrás, con esto Brittany ataco el cuello de su novia. Ambas mujeres se movían de manera rápida pero rítmica. Segundos después Santana empezó a estremecer con la llegada de un orgasmo, por lo que sus movimientos aceleraron más en Brittany, quien segundos después, acabo con su gemido amortiguado por el cuello de su latina. Ambas se quedaron disfrutando del momento, disfrutando de las sensaciones, de cómo sus cuerpos se iban calmando lentamente, como sus latidos iban descendiendo lentamente. Santana abrazo a su novia con fuerza, como si quisiera siempre mantener ese abrazo.

-Te amo Britt.

-Te amo San.

Acabaron con la ducha, y se empezaron a alistar para su cita. Los nervios de Santana iban en aumento. A pesar de que sabía que todo sería perfecto, no podía evitar sentir como su estómago se revolvía ante la situación

Salieron juntas hacia la calle, tomadas de la mano, sonriendo como unas niñas por lo que hace unos minutos había pasado. Decidieron ir al parque antes de almorzar, se sentaron en una banqueta cerca al lago, hablaron de cómo podrían manejar los nuevos horarios de Santana, de un momento a otro, Brittany se quedó callada y con la mirada fija en el lago. Santana espero en silencio a que su novia hablara.

-San… No quiero estar lejos de ti nunca. –La voz de la rubia era grave, se sentía un tono de angustia, como si hubiera confesado su temor más grande.

-Eso nunca va a pasar, lo sabes Britt, siempre voy a estar contigo, a tu lado, y cuando no este de manera física, sabes que estoy aquí dentro y jamás podrás perderme. - dijo Santana con su mano posada sobre el pecho de Britt, justo sobre su corazón. Britt sonrió y le dio un beso pequeño en los labios. Continuaron con su día, fueron a comer y al cine, estaban pasando "La Novicia Rebelde", y como de costumbre, Brittany ganó.

Eran casi las 7:00pm cuando salieron del cine y el frio les hizo cambiar de parecer, en lugar de caminar, fueron en el metro. Disimuladamente, Santana le escribió a Quinn para avisarle que ya estaban de camino. La respuesta de su amiga no se hizo esperar, confirmando que todo estaba listo y que en ese momento ella y Rachel salían del departamento.

Santana sonrió y a pesar de sus nervios, no podía sentirse más feliz. Llegaron a su bajada y caminaron hasta el edifico donde vivían. Al subir por el ascensor, Santana comenzaba a estar más impaciente y nerviosa, tanto que, al llegar a la puerta de su departamento, Britt le pregunto si estaba bien. La latina se paró y antes de abrir la puerta se dirigió a su novia.

-Si Britt, tengo que decir que ahora me encuentro mejor que nunca y es porque estoy a tu lado… - Brittany sonrió y espero a que Santana abriera la puerta. Sus ojos se abrieron de par en par cuando vi el interior del departamento.

-San…


Mucho mas tiempo del que pensé, la verdad es que esto me costo mucho escribir, perdí el hilo y con todos los sucesos del año pasado y la maldita pandemia, pues se me hizo muy difícil, tanto que tuve que reescribir tres veces este cap, pero esta aquí y espero en serio que sea de su agrado. Es raro como alguien que nunca en tu vida conociste puede impactarte tanto... Todo el legado de Nay será eterno, hasta este y todos los fics que se empezaron debido a ella.

Gracias por estar ahí, así sean 3 o 3000, soy feliz con escribir y mientras alguien le guste pues seguiré hasta que mi cerebro se seque xD

Esta vez no diré cuando volveré a postear otro cap, pero espero sea pronto, quien sabe ahora que ya retome el hilo, quizás las ideas salgan mas, cual sea, espero leernos pronto!

Cuídense mucho, protéjanse, usen mascarilla aun si ya se han vacunado y seamos amables con todos, ahora mas que nunca.

Se les quiere!

Lex =)