Capítulo 37
-Entonces…-Murmuro mirando a la pelinegra
-Estoy… estoy enamorada de ti, lo admito y estos sentimientos no son a causa de la marca que me hiciste – Kagome sonreía
-Más que suficiente – confeso besando el rostro de su mujer - ¿Por qué has ocultado las marcas de tu rostro Kagome? – ella lo miraba extrañada
-Yo no he hecho tal cosa, cuando desperté ya no estaban ¿te agrado menos?...
-No digas cosas absurdas y quédate en silencio un momento – abrazo acunando el rostro de ella en su regazo, la miko era pequeña comparada con su tamaño, todo en ella era jodidamente pequeño y se sorprendió a si mismo cuando un gruñido escapo de sus labios al confirmar lo que sospechaba
-Sesshomaru ¿ocurre algo? – interrogaba separándose de su cuerpo para poder ver los dorados ojos del youkai, él era increíblemente apuesto – el esbozo una sonrisa pervertida
- ¿Estás pensando cosas indebidas Kagome… - sus ojos reflejaron sorpresa cuando ella nuevamente se puso de puntitas para besarlo y abrazarlo por el cuello, el gruño en respuesta – Para mujer pervertida, no podemos hacer eso ahora
- ¿Qué? – sorprendida miro al youkai
- ¿Sabes porque las marcas de tus mejillas ya no están? – interrogo mirándola ella negó con un gesto de su rostro – Kagome, hay un cachorro dentro de ti… - confesó sin vacilar
El rostro sonrosado de Kagome se volvió pálido en un segundo mientras la miraba y temía que se desmallara en ese mismo instante, pero la vio cubrirse la boca y derramar lagrimas asombrandolo.
- ¿Por qué lloras? – limpio una de sus lágrimas - ¿acaso no eres feliz a mi lado?
-Es-es repentino... son lágrimas de felicidad y preocupación... – pronunciaba Kagome limpiando las lágrimas de su rostro
- ¿Qué te preocupa? – consulto intrigado mirándola hipar
-Soy una humana, ese cachorro probablemente será un hanyou y…tu detestas a los hanyou… - la mano del youkai acuno su rostro tiernamente.
-Ese cachorro será nuestro y nada hará que este Sesshomaru lo odie, ni si quiera el hecho de que pueda ser un hanyou, tendrá nuestra sangre, mi sangre y me asegurare de que sea fuerte – sonrió mirándola – hare lo imposible por hacerte feliz así que no llores Kagome – abrazo tiernamente a su mujer haciendo esa promesa eterna.
Regresaron poco después a la aldea en búsqueda de Rin y Jaken, el hecho de que Kagome esperara a su cachorro ameritaba de cuidados especiales y nada más especial que ser completamente atendida en su palacio en las tierras del oeste. Lugar que solo Jaken conocía bien, lugar donde tendría que soportar la intolerancia de las youkai hembra hacia su mujer y la niña que llevaría consigo.
-Señorita Kagome! – exclamo Rin y Shippo abrazando a la mujer, ella los recibió gustosa sin embargo cuando seguido de ella entro Sesshomaru a la cabaña todos enmudecieron sobre todo el hanyou.
La miko acabo sentándose junto a Sango y a poca distancia de ella Sesshomaru se mostraba indiferente recargado en el muro de madera, había cerrado sus ojos quizá descansando "a veces me gustaría que no solo fuese conversador conmigo, se siente cierta tensión estando el aquí" sonrió nerviosa ante su pensamiento mientras una gota de sudor corría en su nuca.
-Señorita Kagome por favor…-el monje obtuvo la atención de la mujer al entregarle la perla de shikon, esta inmediatamente al tocar las manos de la mujer brillo con intensidad - …creo que es la más indicada para mantenerla a salvo
-Tienes razón – respondía nostálgica – no puede caer de nuevo en las manos equivocadas, sin embargo, creo que lo mejor será que regrese al templo de la aldea de Kaede donde descansaba antiguamente
-Pero tú la trajiste contigo Kagome – inquirió Sango
-Lo sé, pero…
-Kagome se marchará conmigo al oeste, estará un tiempo sin poder verlos y traer la perla puede darle ciertos dolores de cabeza que prefiero evitar – soltó así sin más Sesshomaru sorprendiendo incluso hasta a la misma Kagome
-Sesshomaru… - sonrió nerviosa "al menos un poco más de tacto no estaría nada mal" pensó al verlo y el inmediatamente abrió los ojos mirándola desaprobatoriamente, el youkai sabía lo que ella estaba imaginando.
-El palacio del amo Sesshomaru está lleno de youkais, ese lugar podría resultar peligroso si la misma perla se mantiene dentro del castillo – aclaro jaken la situación, con un comentario completamente lógico aun sin saber la sorpresa que les esperaba.
-Sesshomaru…- llamo Inuyasha - ¿Por qué no dices la verdad detrás del porque te llevas a Kagome? – este lo miro con acusación.
-Eso no es de tu… - callo al sentir que Kagome jalaba un poco parte de su moko moko mirándola, ella sonrió y Sesshomaru desvió la mirada fastidiado.
-La razón del porque iré al palacio es porque espero un cachorro de Sesshomaru – confeso la miko dejando a sus compañeros atónitos, menos a un hanyou que la miraba con recelo
- ¡Oh Kagome! – Sango exclamo abalanzándose sobre ella – es una noticia maravillosa ¿Cuánto tiempo estarás fuera? ¿segura que estarás bien?
-Completamente bien – respondió en respuesta
La alegría inundo la pequeña cabaña que los resguardaría esa noche, Shippo y Rin no paraban de hacer preguntas y Miroku solo alcanzaba a imaginarse desde cuándo y las formas en las que ella pudo quedar embarazada, siempre que sucedía Sango terminaba aclarando los pervertidos pensamientos del monje con un codazo a su costado.
El sueño comenzaba a ganarle, hacía tiempo que la miko no descansaba adecuadamente; desde que se volvió la compañera de Sesshomaru se desencadeno una serie de eventos que no le permitían descansar de la mejor forma posible así que su cuerpo y energía comenzaban a flaquear.
Sango observo el cabeceo de su compañera y la ayudo a acercarse a su bolsa de dormir donde la recostó, junto a ella inmediatamente Shippo y Rin durmieron abrazando a la mujer; la taiyiya sonrió mirando al trio, ella era como una madre para el pequeño Shippo y para Rin.
Sesshomaru acabo saliendo de la cabaña al percatarse que Kagome estaría en buenas manos, lo mejor sería que descansara mientras él se mantenía vigilante, dormir no era necesario para el lord del oeste.
-Padre – musito Sesshomaru lo suficientemente lejos de la cabaña sintiendo como el viento helado de la noche golpeaba su cuerpo y mecía su plateado cabello – Ahora puedo responder a tu pregunta del pasado – sonrió internamente recordando las palabras de su padre "Sesshomaru ¿tienes alguien a quien proteger?"
-Sesshomaru… -escucho detrás de el
- ¿Qué quieres Inuyasha? – respondió mirándolo de reojo
- ¿Eres consiente que el cachorro que Kagome traerá a este mundo será un hanyou como yo? – interrogo preocupado, mientras Sesshomaru soltaba un gruñido acompañado de una sonrisa
-Kagome es mi mujer Inuyasha y el cachorro que ella dará a luz tendrá nuestra sangre – lo miro seriamente – el que sea un hanyou no implica que yo odie a mi hijo
-Soy un, mitad bestia Sesshomaru – empuño sus manos con frustración - Tú no sabes lo dura que fue mi vida, estaba solo…Kagome y los demás fueron mi única familia – dijo visiblemente preocupado
-No permitiré que nadie le haga daño a mi hijo – respondió Sesshomaru dando la espalda a Inuyasha – yo… odiaba profundamente a los humanos, mi madre sufrió cuando padre termino dejándola al enamorarse de una humana… desde ese momento me jure a mí mismo odiar a los humanos y evitar a toda costa enamorarme, solo quería buscar el poder y superar a nuestro padre pero Kagome se atraveso en mi camino, desee matarla cuando ella tomo con toda facilidad la tessaiga, sin esfuerzo, mientras que yo luche durante años para conseguir la fuerza necesaria y obtenerla...ahora es diferente
-Keh! – bufo cruzándose de brazos – parece que ambos heredamos la misma debilidad de nuestro padre – respondió Inuyasha
-Al parecer… - respondió Sesshomaru volviendo la mirada a su medio hermano – Kagome es mía, pero conozco el aprecio que tiene por ti, así que la traeré en algunas ocasiones a la aldea – esto sorprendió al pelinegro
-Sesshomaru… - musito sorprendido el pelinegro ¿acaso eso eran celos del youkai?
-No te hagas la idea equivocada, lo hago por ella no por ti – interrumpió rápidamente – regresa a la cabaña, en esa forma humana solo serás un estorbo si algún youkai ataca este lugar.
Inuyasha no respondió, pero luego de un incómodo silencio entro a la cabaña observando a sus amigos descansar, quizá y solo quizá en esa oportunidad que Sesshomaru los cuidaría tomaría ventaja de esa pequeña oportunidad y dormiría tan cómodamente como lo hizo una vez en la cama del mundo de Kagome "No soy estúpido Sesshomaru, ahora que Kagome dará a luz a un cachorro te has vuelto sobreprotector sin darte cuenta" pensó burlándose de el estoicismo de Sesshomaru mientras recargaba su espalda en el muro, a pocos metros de Kagome.
