Pay de queso con pistache

Una oleada de voces ahoga sus nervios y trata de mantenerse firme ante ese hombre que con una mirada picara la hace perder el equilibrio. Las risas de los demás presentes en el reconocido restaurante hacen eco en su cabeza y un movimiento simultaneo de su pierna izquierda delata su ansiedad.

–Señorita Ackerman, ¿Qué es lo que la tiene tan ansiosa? – pregunta el hombre que la acompaña desde el corto extermo de la mesa.

Detiene el movimiento de su pierna.

– ¿Es acaso que no hizo la tarea?

Él se muerde los labios y sonríe divertido. Mikasa capta su intención y le devuelve una sonrisa.

–Tal vez, pero eso no es ningún problema con usted. ¿Verdad?

Levi se endereza y aclara su garganta,

–Pero que pregunta tan tonta, claro que es un problema. Es su calificación de la que estamos hablando.

–Hablando de calificación, hay algo que siempre quise preguntar...

Ella sonríe al formular la pregunta en su cabeza, es el momento que su exprofesor le resuelva algunas dudas que quedaron en sus clases.

–Pay de queso con pistache para la dama...–interrumpió un mesero mientras le servía el postre mencionado.

Confundida miró al empleado que se alejaba y después al postre. Tiene buena pinta y no es algo que ella alguna vez parece haber probado, pero no lo ordenó. Además, Levi pagaría... sería abusivo de su parte aceptar un "mal entendido".

–Pero yo no...– trató de excusarse. Levi soltó una risita.

–Tranquila, lo pedí para ti. Tómalo como una disculpa por lo de hace rato.

Mikasa asintió con la cabeza y se mordió los labios.

El tiempo se detuvo comenzó a razonar de nuevo el acto de celos de Levi, ya había olvidado ese incidente. Algo dentro de ella le dice que tenga cuidado y vigile su alrededor como también al hombre con quien está" saliendo".

–Tch, ¿No vas a probarlo?

Aunque dentro de ella también está una voz interna que como un susurro maternal le pide que se calme y no juzgue rápido. Si se siente incómoda, dudosa o decepcionada, siempre hay una solución.

–De acuerdo, creo que al final lo terminaremos compartiendo. Si me permites...– Mikasa no puso objeción y permitió que Levi tomara el plato y probó un poco de este.

–No está nada mal.

Volvió a probarlo y después miró la cuchara vacía.

– ¿Ibas a preguntar algo? – tomó un poco, pero esta vez le ofreció extendiéndole la cuchara.

Apenada y con la intención de tomarla; Levi sonríe y niega con la cabeza para que se detenga.

La mira fijamente y abre su boca, una clara indicación a que lo imite. Ella obedece sonrojada y cuál niña pequeña, él le da a probar de su cuchara.

–Que tierna, podría acostumbrarme a esto– comenta con su mismo tono serio sin dejar de sonreír.

Mikasa oculta su boca tras una mano mientras mastica.

–También yo...– añade olvidándose por completo lo que iba a preguntarle.

– ¿Otra cuchara, Ackerman?

–Por favor– responde riendo.