Sujete la mano de Rick, la apreté con fuerza cuando lo que parecía ser un coagulo de sangre cayó en el agua del sanitario, le miré a los ojos sintiendo terror, esto no tenía que pasar así, habíamos agendado una cita para el día siguiente pero justo después de medianoche sentí de nuevo dolor en el vientre, antes de poder salir de casa tuve que ir al baño o no llegaría, Rick me había pedido que no cerrara la puerta por si algo ocurría y había montado guardia fuera esperando que nada extraño sucediera.
-estas bien?.—preguntó antes de escuchar un escuchar un quejido proveniente de mi boca.- Kate estas bien, por favor respóndeme.
Pero yo no podía pensar, un dolor agudo había atravesado la mitad de mi cuerpo haciéndome aguantar la respiración evitando que hablara y me diese cuenta de que definitivamente el bebé nacería en ese momento.
-Kate.- Rick me jaló hacia él, me hizo levantar aun cuando sentía que no podía hacerlo-nos vamos ahora.
-Rick.- dije con dificultad.- no puedes conducir.
-ahora veremos si no.
Rick me sostuvo con ambos brazos, me llevó hasta el auto y me ayudó a subir en el asiento trasero, podía sentir mis piernas húmedas tanto como mi rostro debido a las lágrimas, el dolor era fuerte, algo que nunca antes había sentido y que por supuesto me hizo sentir pánico.
El médico atravesó la puerta de la habitación una hora después, llevaba en sus manos un par de hojas, nos miró solo unos segundos y luego dio un par de indicaciones a la enfermera que le seguía.
-Rick me miró intrigado.-que se supone que estamos esperando.-dijo al ver el que supongo era un gesto de dolor en mi cara.
-aun no es tiempo.-dijo la enfermera, debemos esperar un poco más.
La vimos salir después de revisar algunas cosas y hacer un par de anotaciones, para mí todo era extraño, Rick me miraba con angustia, ambos pensábamos en lo peor sin embargo para el personal del hospital todo era lo más natural del mundo, una joven doctora había estado unos minutos antes sentada junto a mi, había puesto un pequeño aparato alrededor de mi vientre mientras parecía hacer mediciones de algún tipo, "todo esta bien", dijo, "es rutina", dijo antes de salir de la habitación.
Reí cuando por un momento pude ver un enorme signo de interrogación en el rostro de Rick, sin embargo esa sonrisa se borró cuando una nueva contracción se hizo presente haciendome apretar la sábana que me cubría.
Mis manos sudaron, mi frente y mi espalda se sentían igualmente húmedos, sentir tal dolor no era algo para lo que estuviese realmente preparada, Rick solo me miraba preocupado sin saber que hacer.
Una hora mas tarde seguíamos en la misma situación, las contracciones se hacían más frecuentes pero la respuesta de la enfermera era la misma, debemos esperar un poco más, yo intentaba mantener una calma que me había abandonado hacia algunos minutos y Rick parecía llorar en silencio.
Entonces sucedió algo, el cambio de turno, maldije mi suerte, un nuevo equipo de médicos y enfermeras llegaría y temí que todo fuese como volver a empezar.
Me pregunté si este bebé sabía por todo lo que habíamos pasado para que llegara a este mundo, algunos minutos pasaron, Rick caminaba en círculos mientras yo trataba de respirar como se suponía que debía hacerlo, de pronto una mujer vestida de azul entró a la habitación, nos miró y luego miró la hoja sobre la mesa de al lado.
-el médico vendrá a revisarte en unos minutos, quizá sea tiempo.-dijo y caminó de nuevo hacia el pasillo.
Lo que para ellos significaban minutos para nosotros parecían horas, Rick sostuvo mi mano una vez más buscando tranquilidad, habíamos perdido la cuenta de las horas que habíamos pasado ya en ese lugar, pude ver la luz del sol reflejándose en la pared blanca frente a mi, me removí nerviosa cuando le escuché decir que tal vez era hora, Rick miró su reloj ansioso.
-puede ser que ahora suceda.- dije aparentando calma.
-claro, puede ser.- dijo ahora sonriendo.-veremos a nuestro bebé.-beso mi frente y suspiró.
-ok, que tenemos aquí?.- dijo una mujer vestida de blanco sosteniendo un pequeño aparato en su mano.-Kate Beckett.- asentí.- primer bebé?.- asentimos al mismo tiempo.-bien, veamos.-se sentó del otro lado de la cama, levantó la sábana y colocó un guante en su mano.-voy a tocar.- su voz sonaba relajada, sin duda era su trabajo, lo que hacía cada día. -oh estamos a muy poco, un par de centímetros mas y estaremos listos.-palmeo una de mis piernas y luego volvió a sonreír, fue entonces que noté que pasaba de un lado a otro un caramelo dentro de su boca, lucia joven aunque podría ser engañoso.-ok, la enfermera terminará de prepararte, y yo volveré en unos 30 minutos, iré a revisar a otra mami.- ambos asentimos.-quizá para entonces haya llegado el padre de este bebé.-Rick me miró incrédulo y no dudó en corregirla.
-yo soy el padre.- dijo con seguridad.
-la mujer nos miró con el guante a medio quitar de su mano.- usted es el padre?
-ve a alguien más aquí?.- dijo molesto.
-Rick ahora no.-dije tomando su mano.
-lo siento creí que era el padre de ella.-señalo hacia donde yo estaba.
-tal vez solo debería hacer su trabajo.- dijo esta vez Rick mirándome.
La mujer no dijo nada más, caminó hacia la salida y sus pasos se perdieron por el pasillo, Rick resoplo un tanto frustrado.
-vamos Rick, deberías estar acostumbrado, ya sabes que esto pasa siempre.
-me veo viejo?.- puso su mano sobre su pecho.
-esto es ridículo, no es su culpa y ahora no quiero discutir.- tomé su mano y la apreté con fuerza para soportar el dolor o intentarlo.
Rick apretó los dientes cuando sintió mi mano apretando la suya.
Unos minutos después la enfermera entró, nos miro apenas y comenzó a hacer su trabajo, no mencionó palabra, solo se limitó a hacer lo que tenía que hacer, entonces escuché unos pasos acercándose, mi madre asomó la cabeza.
-mamá-me miró sonriente.
-te encontré.-dijo al mismo tiempo que entraba.- hola Richard, todo bien?, ya casi?
-ya casi mamá.
Así como lo había dicho, la doctora regresó unos minutos mas tarde, una enfermera le acompañaba, mis ojos la miraron dar vueltas por la habitación mientras yo trataba de respirar y Rick le miraba aun con un cierto resentimiento, de no encontrarme en tal situación me hubiese parecido graciosa la expresión en su rostro, sin embargo mis prioridades eran otras.
Una nueva contracción me obligó a sentir la necesidad de inclinarme hacia adelante, pude ver a la enfermera mirándome.
-esta lista.- dijo tocando el hombro de la otra mujer.
-bien, adelante.
Podría jurar que la mitad de mi cuerpo había sido sustituido por un cúmulo de nervios que solo sentían dolor, el sudor recorría mi cuerpo, Rick miraba atento hacia donde ambas mujeres trabajaban y me daban indicaciones que yo obedecía en automático, cubrí mi boca con mi mano libre, mi madre había salido al pasillo por orden de la enfermera.
había pasado los últimos meses tratando de mantener la calma, sin embargo me di cuenta en ese momento que no sabía realmente lo que sucedería, mi mano de nuevo apretó la de Rick, todo parecía nublarse con cada nueva contracción, mientras escuchaba a Rick decirme que respirara.
Perdí la noción del tiempo, tuve una sensación muy extraña y luego escuché a ambas mujeres hablando, para entonces había un par de personas más dentro de la habitación y de las cuales no me había percatado antes.
Después de varios minutos que parecieron una eternidad escuché un leve llanto, apenas audible, Rick miró ansioso hacia el lado contrario de la habitación.
-qué sucede?.- pregunté mientras trataba de mirar hacia donde supuse que mi bebé se encontraba.
-espera.-dijo Rick y volvió a guardar silencio.
-qué sucede?.- volví a preguntar.
-su bebé esta bien, no se preocupe.- dijo esta vez la enfermera que se acercó y tomó mi mano para tranquilizarme.-ya lo traerán.
Seguía teniendo la sensación de que todo ocurría en cámara lenta, me sentí cansada, suspiré pensando que todo había terminado por fin, Rick sonrió unos segundos y luego soltó mi mano para sostener al bebé en sus brazos y acercarlo a mi rostro, pude ver lágrimas en sus ojos, estaba emocionado y no dudaba en demostrarlo, nuestro bebé estaba envuelto en una sábana blanca, tenía un gorrito del mismo color, lloraba y su rostro se veía rojo debido al esfuerzo, la enfermera me ayudó a incorporarme para poder sostenerlo en mis brazos, era pequeño pero podría jurar que su llanto se escuchaba hasta la planta baja del edificio, Rick sonrió una vez más, besó mi frente y luego acarició el rostro de nuestro bebé.
-que hermoso es.- dijo con la voz entrecortada.- es perfecto.
Nos dejaron tenerlo unos minutos más y luego la enfermera lo tomó para hacer una última revisión, fue entonces que nuestros padres entraron, mi madre se acercó para abrazarme, mi padre llevaba en su mano un ramo de flores que colocó en una mesa y la madre de Rick besó mi frente después de felicitarnos a ambos.
La enfermera volvió unos minutos mas tarde, empujaba una cuna, el bebé dormía y todos se quedaron en silencio en cuanto lo vieron, mis ojos comenzaron a cerrarse lentamente, estaba cansada, demasiado cansada, luchaba por mantenerme despierta pero al final no resistí, me perdí en un sueño profundo, lo último que vi fue el rostro sonriente de Rick.
Desperté un par de horas más tarde, Rick tenía al bebé en brazos, caminaba con él de un lado a otro, me miró unos segundos.
-lo lamento pero creo que es hora de comer.
-cuanto he dormido?
-un par de horas.
-no debiste dejarme.
-Estabas cansada, ambos dormían, no te preocupes, todo esta bien.
-dámelo.
Rick lo puso en mis brazos, mi cuerpo aun se sentía adolorido, lo observé antes de intentar hacer que se pegara a mi pecho y comiera, lo vi abrir los ojos antes de volver a llorar, el primer intento fue frustrante, solo lloraba y aunque yo lo sostenía de todas las maneras posibles, simplemente no comía, miré a Rick a punto de llorar.
-no llores Kate, inténtalo de nuevo, podrás hacerlo.
-como si fuese tan fácil.- dije molesta.
Una vez más suspiré sintiéndome completamente inútil, lo que todo mundo hacia parecer lo más fácil del mundo para mi se estaba convirtiendo en una misión imposible, la segunda vez que lo intenté terminó por quedarse dormido, para entonces las lágrimas corrían por mi rostro, mezcla de la frustración, las hormonas y la situación, Rick lo depositó en la cuna una vez más, se sentó en la cama y me abrazó sin mencionar palabra, rodee su cintura con fuerza, esto era más difícil de lo que pensé.
