39 - EL JUEGO DE LA BOTELLA

Sesshomaru y Rin, dejaron que sus hijos hicieran lo que quisieran en la mansión. Era su cumpleaños número quince y quisieron cumplirles sus caprichos.

Hakudoshi y Kanna, no quisieron fiesta en grande. Solo invitaron a sus amigos más cercanos: Byakuya, Tsubaki, Aya, Kouga, Bankotsu, Candy, Inuyasha y yo. Y Hakudoshi tuvo que traer a Hoshiyomi casi de la mano.

Como siempre, Bankotsu y Kouga querían alcohol y asaltaron el bar y la cava de nuestros anfitriones.

Yo acepte una copa de Chardonnay. Mis abuelos Yue y Kirinmaru me aconsejaron que siempre pidiera una copa de vino blanco cuando me ofrecieran alcohol, cumpliría con las presiones de mis amigos y no me pondría ebria.

Y en vacaciones de primavera, me puse un tanto alegre, con unas cervezas que había en la casa y que Inu robo para nosotros dos. Estábamos celebrando el final de mi etapa como modelo.

Cuando la botella de vino blanco se acabó - lo cual fue bastante rápido porque de una botella salen cuatro copas: Tsubaki, Ayame, Kanna y yo - Kouga sugirió que jugáramos al juego de la botella.

Nos sentamos en el suelo, haciendo un amplio circulo en la mitad de la sala. El primero en girarla, fue Kouga, pero la punta de la botella señalo a Tsubaki. El giro de nuevo y señaló a Hakudoshi.

¡Maldición! ¡Se que es tu cumpleaños, pero yo no te beso! - exclamo Kouga mirando al cumpleañero.

El giro de nuevo y señalo a Kanna.

Antes de que me beses - Kanna puso sus dedos en los labios de Hakudoshi, los cuales ya estaban fruncidos para darle un beso. - Por cuanto tiempo tiene que ser? - pregunto mirando a Ayame.

Mmm. Siete minutos en el cielo, si nos toca con nuestros novios. Un minuto sin lengua si los dos tienen novio/novia. Un minuto con lengua si están solteros. Por lo tanto... no te toca con lengua. Ya apurale Kanna.

Mi amiga hizo cara de disgusto y Hoshiyomi apretó los puños.

Byakuya giro la botella y tuvo que besar a Candy, la novia de Bankotsu.

Bankotsu en su turno beso a Ayame. En el turno de Hakudoshi, la botella me señalo. Se suponía que nos teníamos que besar bien, puesto que ninguno de los dos tenía pareja, pero solo nos besamos muy superficialmente.

Hoshiyomi giro la botella y señaló a Byakuya, luego a Bankotsu y al final al Kanna. Ambos se comenzaron a besar con timidez y al final del minuto, parecía que la sala ardería en llamas.

Cuando fue el turno de Inuyasha, la botella me señalo.

Todos comenzaron a aullar.

La girare de nuevo - murmuro Inu con una mano en la botella.

No!

No.

No, no!

Gritaron todos. Todos.

Es mi hermana!

Es mi hermano!

Eso no es verdad. - dijo Tsubaki con suficiencia.

No comparten el mismo papa - murmuro Bankotsu.

O a la misma mama - mascullo Ayame.

Y Inu ni siquiera es hijo de Joka - concluyo Hakudoshi.

Mire a Inu con timidez.

Pero es... raro - dije fingiendo algo de repulsión.

No lo es. - concluyo Kanna.

O se besan o se besan! - Kouga se levantó del suelo, con ademan amenazador.

Suspire. Era inútil pelear con adolescentes ebrios.

¡Tiene que ser un minuto y con lengua!

Hoshiyomi! - me asombro que dijera algo así.

Comencé a preocuparme. Y si ellos lo descubrian?

Inuyasha y yo habíamos sido muy cuidadosos. De hecho nos habíamos distanciado un poco en la escuela. Claro que en las habitaciones era otra cosa. Y últimamente casi terminábamos en ropa interior. Pero... en el colegio, trataba de no verlo con ojos soñadores o que me escurriera la baba, en cada juego de Basquetbol al que iba a verlo.

Terminemos con esto. Bola de borrachos - mascullo Inu acercándose a mí.

Yo me acerque otro tanto, hasta que los dos estuvimos de rodillas, en medio del círculo de espectadores morbosos, que llamábamos amigos.

Unimos nuestros labios solo unos segundos - me recordó el primer beso - Inu abrió ligeramente mis labios con los suyos y pude saborear su carnoso labio inferior.

Cuando nuestras lenguas se encontraron, sentí el hermosamente familiar estremecimiento, que recorría mi cuerpo cada vez que lo besaba.

Pero a pesar del embelesamiento que me daba, pude escuchar el jadeo de nuestra audiencia.

Dejaron de respirar.

Ese beso me recordó mucho a los primeros que nos dimos. Fue tierno, dulce y con algo de nervios. Era muy difícil no dejarse llevar.

Cuando el beso al fin termino, nos miramos como si nada hubiera pasado nada y nos sentamos en nuestros lugares en el circulo.

¿Eso... fue todo? - pregunto Byakuya decepcionado.

¿Pues qué más querías? - mi voz sonó muy normal.

No sé... chispas, fuegos artificiales. Lo que sea!

Eso fue fraude - mascullo Kouga, antes de beber directamente de la botella Jack Daniel's.

Los fuegos artificiales, se vieron esa noche en la habitación de Inuyasha.

Ninguno de los dos soportaba más esa situación. Queríamos... necesitábamos estar más cerca, que solo unos cuantos besos. Pero ninguno de los dos se atrevía a dar ese paso.

Me conformaba con emborracharme cada noche con el olor de su piel y casi morir con tal de no dejar de besarlo.