Chalet 40

Un bastardo mentiroso

Aun con la adrenalina a tope, Merlin era rodeado por fanáticos que gritaban su nombre.

-¡Hey! ¡Déjenlo respirar! – Escucho que Gwaine decía, apareciendo a su lado – Soy su agente, cualquier oferta es conmigo.

-Eres incorregible – dijo Merlin abrazando al escoces.

Después de el, Leon y Percival lo aplastaron entre sus cuerpos, emocionados. Ambos chicos gritaban.

-Felicidades – interrumpió alguien a sus espaldas, que hizo que los tres se congelaran. Arthur estaba ahí. –Parece que tu tarifa por hora ha subido hasta las nubes – comento.

Merlin lo encaro, molesto.

-Oh miren, si es el bastardo mentiroso.

-Técnicamente nunca mentí.

-El bastardo que oculta la verdad, entonces. ¿Qué haces aquí? Me heriste bastante.

Arthur bajo la mirada un segundo apenado, para después acercarse sin despegar la vista de los ojos azules que lo atormentaban. –Lo siento, sé que te lastime. No era mi intención hacerte daño o a Morgause. Debí terminar el compromiso antes de acercarme a ti, pero tenía miedo.

-Claramente Yni es aterradora – comento el pelinegro, sacándole una risa al otro.

-La verdad es que, sin importar cuanto miedo tenga de enfrentar a mi padre o exigir una vida propia, me aterra mucho más una vida sin ti.

Aquello dejo completamente mudo a Merlin. Solo por un segundo.

-Pe…Pero apenas nos conocemos

-Y yo no estoy proponiendo matrimonio.

Merlin sonrió de oreja a oreja.

-Las cosas van a tener que cambiar ahora que soy una súper estrella del snowbording.

Arthur soltó una carcajada – Tienes razón. Estas completamente fuera de mi alcance.

-Obvio, sería realmente extraño si empezara a pagar por todo. ¿No? Eso podría hacerte sentir mal.

-Podría acostumbrarme a ser un mantenido – Acordó Arthur, tomándolo de la cintura.

-Ven aquí – Con esto Merlin tomo su rostro, aplastando sus labios en un beso realmente esperado. Era como regresar a casa.

Epilogo

Un año después e su primera visita a Austria, Merlin Emrys regresaba para defender su título en la competencia que le había cambiado la vida.

-¿Por qué cargas tanto? No necesitas más que la tabla y tu casco – Se quejaba uno de los hombres más atractivos que Merlin hubiera conocido en la vida, y si prometido.

-Arthur, cariño. Esas son tus maletas.

-Podrías ayudarme

-O podría hacer algo mejor – dijo Merlin, acercándose seductoramente a su novio -¡LEON! Arthur quiere ayuda porque no tiene fuerza.

El grito saco del chalet a Leon, que era seguido de cerca por, su ahora marido y actual agente de Merlin, Gwaine.

-Al fin llegan. Arthi, tus padres tienen horas esperándolos y Morgana esta aburrida.

-No es mi culpa, Merlin olvido su tabla y tuvimos que atrasar el vuelo… ¡Auch!

-Hay cosas que te tienes que callar cariño – Soltó Merlin, pisando a su prometido para hacer énfasis.

-¿Estás listo para el inicio de la temporada, mi pequeño Elfo?- pregunto Gwaine emocionado

-Claro que lo está, ya aprendió a descorchar una botella y todo – Contesto Arthur burlándose.

-No sé de qué te burlas, al menos yo se usar la aspiradora – Se defendió Merlin.

-Una vez, me equivoque de botón una vez.

-Ya, ya, ven aquí mi lindo mantenido.

-Te recuerdo que gano más que tú.

-Está bien, ahora seré yo el mantenido y tú el chico del chalet.

Ambos rieron tontamente.

-Por amor al cielo, dejen de coquetear y entremos, muero de hambre – interrumpió Leon tomando una de las maletas, jalando a Gwaine con él.

Un último beso antes de entrar al Chalet, y Merlin suspiro profundamente.

Feliz inicio de temporada.

¡Y esto es todo amigos!

Sé que me tarde años en terminar...pero aquí lo tienen...espero les haya gustado

Tengo un par de nuevos fanfics en proceso, pero no subiré nada hasta que esté terminado (evitemos los años de espera por el próximo capítulo)

los amo...y si tienen alguna idea que quieran que desarrolle pueden dejar sus peticiones en mi bandeja.

Gracias por todo!