Enfrentados: Ralf vs Rei
Ella los miraba con fiereza a ambos al mismo tiempo que se acercaba, los había encontrado abrazados y evidentemente a punto de besarse puesto que los rostros de su esposo y de aquella albina estaban cada vez más cerca, ¿Qué otra explicación había para eso? Esa se trataba de la única factible lo cual le crispaba los nervios, además se le venían a la mente en ese momento las palabras de Risa "ganado sin marcar es fácil de robar, si no cuidas lo tuyo otra lo tomará" y apretaba fuertemente los puños.
Por su parte, Mirajane la observaba con una mezcla de sorpresa y susto muy a su pesar, al observar la expresión de la mirada que Rei le había lanzado, pero aun así intentaba sobreponerse y Ralf, se había ya repuesto al sobresalto inicial y le devolvía la mirada a su mujer con suma seriedad aunque por dentro sabía que no había previsto que Rei pudiera llegar de sorpresa a la casa.
- Maldición, se suponía que ella iba a estar en Nukureo Kaseigan abocada a la búsqueda de Risa, ¿Por qué vuelve justo ahora? - pensaba Jones contrariado
- Oye... ese kimono que llevas puesto es mío ¡Dámelo ahora! - dijo la de ojos púrpuras observando a Mirajane y señalándola
- No se preocupe, Ralf me lo había prestado un momento puesto que vine a hacer un pedido y no traje ropa adecuada... ahora mismo se lo devuelvo - contestó la de ojos azules quitándose el vestido y revelando el traje de camarera que llevaba aún puesto debajo, ya no había duda para Rei... se trataba de la camarera albina que aparecía en los informes
- Ella es... - quiso comenzar a hablar Ralf pero un fuerte grito de su esposa lo interrumpiría
- ¡Cierra la boca, no quiero otra de tus mentiras!.
- No estábamos haciendo nada malo, ella es... una prima lejana que vino a verme y consiguió trabajo en un restaurante - prosiguió hablando Ralf con seriedad y tratando de despistar a su mujer
- De modo que eras tú... ¿Prima lejana? ¡Que casualidad! ¡Justo en el mismo restaurante en donde trabaja Haruna! - dijo la gobernadora entrecerrando los ojos en referencia a Mira, respecto a lo dicho por su marido - A ver a que otra atorranta traes a casa cuando yo no estoy - añadió clavándole una mirada fúrica a Ralf al acercarse y pasar a su lado, evidenciando que no le creía
- Disculpe, pero no voy a permitir que usted me falte el respeto, yo soy una mujer decente - se defendió la hermosa camarera albina ofendida dirigiéndose a Rei, quien hizo una mueca en señal de menosprecio hacia Mirajane
- Eres muy buena contando chistes, querida - respondió riendo la senshi del fuego - Ahora desaparece de mi vista antes de que te arrepientas de haber estado aquí - agregó en claro tono de amenaza
- ¿Quiere que me vaya? Oblígueme... - contestó la moza sin amedrentarse
- Katteru to omou no ka, washi ni? (¿Piensas que puedes ganar contra mí?) - fue la contestación de la regente del sur en el idioma antiguo usado en la anterior Era, estaba sorprendida de que una simple camarera como Mira, no mostrara miedo
- ¿No le parece que se quedó en el tiempo, lady Mars? Ese dialecto de japonés ya no se usa más desde la fundación de la nueva Era, el nuevo idioma es el que hablamos ahora - opinó la de cabello blanco con una sonrisa que enervó aún más los ánimos de Rei
- Las tradiciones y cultura nacionales, no deben ser olvidadas, ¿Quién eres tú para cuestionarlo? - dijo la aludida devolviendo la sonrisa
Ralf que las observaba decidió intervenir antes de que las cosas pasaran a mayores, no iba a permitir que Mira resultara lastimada... sin dudas eso era lo que acabaría pasando si no actuaba, teniendo en cuenta la forma temeraria en que la nombrada le hablaba a la senshi del fuego.
- Déjala Rei, ¿Qué pasó? ¿Dónde está Risa? - preguntó el ex soldado buscando fingir que no estaba enterado de que su hija ya había huido y colocándose entre ambas
- Tú... este es un templo sagrado, no un prostíbulo - espetó su esposa retrocediendo unos pasos e ignorando la pregunta de Ralf - Por el Poder del Cristal del Planeta Marte ¡Transformación! - exclamó acto seguido tomando la medalla con la insignia de Marte que colgaba de su pecho y levantándolo, lo cual sorprendió tanto a Mirajane como al jefe de guardia
Enseguida fue rodeada por una especie de anillos de fuego para acto seguido, desaparecer su ropa de civil y hacer acto de aparición las largas botas blancas con bordes rojos adornadas con una estrellita dorada en el frente y que llegaban hasta la altura de las rodillas, luego la corta falda roja y el resto de su atuendo, conformado por una malla blanca cubriendo su abdomen y solapas rojas estilo marinero sobre su torso que partían de un moño violeta en medio del pecho acompañado de un broche rojo en el centro en forma de estrella, mangas redondas color rosado que cubrían sus hombros y guantes blancos con tres franjas del mismo color que la falda en el extremo superior, que llegaban hasta la mitad de cada brazo. Su cuello era rodeado por una cintita colorada adornada con una estrella dorada en la zona de la garganta y por otra parte, la falda poseía un moño rosa y rojo en la parte trasera del cual salían dos largas tiras de igual color que la pollera y las solapas, que le colgaban hasta la altura de las rodillas.
- ¿Acaso vas a luchar ahora? ¡Te acabo de hacer una pregunta! ¿En dónde está nuestra hija? - alzó Ralf la voz permaneciendo delante de Mirajane que la observaba impactada
- No va a usar sus poderes en contra nuestra, ¿o sí? - indagó la albina sin salir de su asombro, ya que jamás antes había presenciado la transformación de una Sailor Senshi
Rei por su parte los observaba con fiereza en silencio en el ínterin que permanecía cruzada de brazos
- Escucha, si ella se transformó es porque va en serio, no está jugando... quédate atrás no voy a permitir que te haga daño - murmuró el de ojos cafés a Mira, quien lo miró preocupada
- Ralf... - se limitó a decir ella
- Para tu información, Risa no estaba en casa de Makoto, se escapó... - vociferó Mars - ¿Qué es lo que están murmurando?... tengo la corazonada, que ustedes saben a dónde fue - añadió apuntándoles con un dedo
- Se tanto como tú, me acabo de enterar recién ahora pero no me extraña que lo haya hecho - fue la respuesta del musculoso ex soldado -¡Cambio! - exclamó tomando una de las placas de identificación de debajo de la parte superior de su ropa y apretando la chapa con el puño
Sin pérdida de tiempo, su vestimenta se iluminó y cambió al uniforme que llevaba cuando se encontró con el Fantasma en Ciudad Aquae en la antigua estación del Metro, solo que esta vez, el paliacate rojo no estaba en uno de los bolsillos del pantalón si no que se encontraba atado en uno de los robustos antebrazos.
- No sabía que tú también podías hacer algo por el estilo - comentó Mira a Ralf doblemente asombrada
- Los adelantos de la tecnología tienen cosas buenas, mi antigua placa de identificación fue equipada con sensores que toman contacto con la piel, las terminaciones nerviosas de la misma transmiten la información entre el cerebro y aquellos, los cuales proyectan la ropa de mi preferencia... en mi caso, este es el último uniforme que he usado en un torneo de King of Fighters, cada integrante del cuerpo de guardia de todos los distritos tiene un objeto con la misma función como así también mucha gente civil lo posee, Ami Mizuno la gobernadora de Ciudad Norte lo inventó - explicó el norteamericano a la camarera
- Y como supondrás, es una tecnología que no está al alcance de todos, como por ejemplo... para una simple moza arrimada que seguramente busca ascender socialmente y por eso se acerca al esposo de la gobernadora de Ciudad Ígnea - añadió Mars con una sonrisa irónica, hablando de forma despectiva
- ¡Yo no soy eso! ¡A Ralf lo quiero de verdad, por cómo es, no me interesa quién sea ni su dinero! ¡Aún si él no tuviese nada, yo seguiría queriéndolo igual! ¿¡Quién es usted y qué ha hecho con Rei Hino!? - vociferó la ex luchadora sumamente ofendida por el comentario que acababa de oír y esforzándose por no confesar allí mismo que amaba al ex soldado, ya que sabía que eso empeoraría las cosas y echaría por tierra el argumento de que ella misma se trataba de una prima de Ralf
- ¡Ese es el punto! ¡Se veía venir! ¡Risa se fue porque ya no te aguantaba más! Es lo único que te puedo asegurar... ¿Qué es lo que ella ha hecho para merecer tu injusto trato? ¿Qué es lo que yo hice para merecerlo? ¿Qué es lo que me recriminas? ¡Porque yo no puedo recordar nada! ¡Yo no he hecho más que amarte y darte mi vida! - gritó Jones con una mezcla de furia y desespero, estas últimas palabras herían a Mirajane aunque era consciente de eso, le recordaba lo difícil que estaba el panorama para ella y no hacía más que aumentar la rabia que ya sentía por Rei
- No mereces tener su corazón, Rei Hino... ¡No lo mereces! - pensaba la albina apretando los puños y viéndola con rencor, mientras una pequeña lágrima se asomaba por uno de sus bellos ojos
- Creo haber sido clara cuando te dije que la mujer que conociste había muerto, nadie está libre de cambiar... es increíble lo que puede hacer el frío y amargo sabor de la traición, ¿no? - fue la contestación elegida por la senshi respecto a lo exigido por su esposo - No creas que no me muero de ganas de gritártelo en la cara de una buena vez... pero no puedo permitir que recuerdes nada - pensó acto seguido
- ¿Traición? ¿Quién te traicionó? - indagó el de pupilas cafés sin entender
- Si insistes en hablar de eso de nuevo, tendrás que derrotarme - respondió Rei tajantemente y cruzándose de brazos de nuevo
- De acuerdo, hagámoslo... al fin y al cabo no te transformaste para nada - decidió el jefe de guardia luego de unos segundos de silencio, no deseaba lastimarla pero tampoco quería quedar como un cobarde - ¡Ven, vamos a pelear! - añadió ajustándose los guantes
- No aquí, recuerda que estamos es un lugar sagrado, más aún delante del shoden, vayamos a otra parte que no sea la calle, no quiero que llamemos la atención - afirmó Rei y como respuesta, su marido asintió con la cabeza dando a entender que estaba de acuerdo - Síganme.
Tras decir esto, ella caminó seguida de Ralf y Mirajane hacia el sector izquierdo del santuario, un patio con algunos hermosos árboles zelkova; genero común de tipo caducifolio nativo del sur de Europa y este de Asia que variaba en tamaño desde un arbusto hasta un gran árbol con más de 35 metros de altura.
Los presentes rodeaban el suntuario principal de Hikawa, el ambiente era sereno y los únicos sonidos que se podían oír allí eran el ruido de las pisadas de ellos en el suelo, el canto de los pájaros y las hojas siendo movidas por el viento, caminaron hasta dar con la parte trasera en donde se encontraba un sub-santuario dedicado a uno de los dioses japoneses. Los tres cruzaron este y continuaron su marcha hasta adentrarse en un bosque que separaba el área del santuario del resto de la ciudad; Ralf y Rei permanecían con la vista hacia el frente de forma impasible mientras que Mirajane observaba atentamente hacia las altas copas, no podía evitar sentirse nerviosa puesto que no sabía de qué iba a ser capaz Rei.
La senshi se detuvo en un pequeño claro en medio de la arboleda y permaneció de espaldas a ellos al mismo tiempo que comenzó a hablar.
- Sabes que este Hikawa se encuentra en la misma localización que el anterior, ¿No es cierto Ralf? Generalmente era elegido para que las chicas y yo nos reuniéramos y discutiéramos asuntos importantes... como sobre nuestros enemigos, o simplemente para estudiar o pasar el tiempo - dijo ella con voz seca y algo nostálgica
- Lo recuerdo, ¿A qué viene eso? ¿Se supone que el enemigo soy yo ahora? - preguntó el ex soldado seriamente frunciendo el ceño
- Simplemente... se siente muy solitario y vacío el lugar ahora, aunque todo aquí es el hogar de los espíritus naturales que residen en la arboleda y en cada ser visible e invisible - contestó Rei sin voltear a verlo - Como cambian los tiempos... no siempre para bien - añadió de igual forma
- Lady Mars... vuelva a ser la buena sacerdotisa que supo ser, aquella que guió a Risa... ¿Qué ha ocurrido con usted? Ella siempre dice que la vida en armonía con la naturaleza nos llenaba de felicidad sin fin, sentimiento que produce una actitud benevolente y fiel para nuestros semejantes, un sentido de generosidad, de paz y de cortesía libre de hipocresía, esa enseñanza fue transmitida por usted... - recordó la ex luchadora con dolor en el pecho y voz suplicante
- Me estoy hartando de oír esa preguntita, es irónico que justo tú me hables de hipocresía - fue la cortante y dura respuesta de Rei en el ínterin que apretaba los puños
- No te equivocas, esa fue la enseñanza de la Rei que conozco, gracias a ella he conocido el bushido, el camino del guerrero - aseguró Ralf a la camarera, bajando la vista
- Una de sus principales virtudes propone que hacer y decir deben ser lo mismo, cuando un samurái dice que hará algo, es como si ya estuviera hecho... sin prometer ni dar su palabra, con el simple hecho de hablar ha puesto en movimiento el acto de hacer - explicó Mars buscando resaltar aquello
- Lady Mars, por favor reflexione... - quiso insistir la albina en el mismo tono de suplica
- ¡Silencio! ¡Se acabó la charla! - exclamó Rei dándose media vuelta de golpe - ¿En dónde está Risa? Me lo van a decir por las buenas o por las malas.
- Mira, mientras yo la entretengo tú aprovecha para salir de aquí, vuelve a tu trabajo, que deben de estar preocupados aparte que no quiero que ella te lastime - dijo Jones en voz baja a la joven de cabello blanco
- Pero Ralf, yo... - objetó ella preocupada
- Hazlo ahora - insistió el hombre en tono imperativo
Antes de que Mirajane pudiera dar un paso y Ralf poder reaccionar, Mars formó una saeta de fuego con las manos para acto seguido apuntar y disparar cerca de donde se encontraba la primer mencionada. La flecha impactó y causó una pequeña explosión que hizo que la chica cayera al suelo de cola, el ex soldado le ayudó a levantarse y le preguntó si estaba bien a lo que Mira dijo que sí.
- ¿Cómo puedes pensar en irte ahora, después de que me retaste?... además la diversión está a punto de empezar, no dejaré que escapes - dijo riendo levemente Rei a una albina sobresaltada y con algo de miedo, acto seguido pegó un ágil y alto salto con el cual pasó encima de ellos para caer de pie y situarse detrás a algunos pasos de distancia - Antes de irte, debes pagar peaje... un peaje que solo Sailor Mars puede cobrar - añadió extendiendo los brazos hablándole a Mira
- Significa que debo vencerte primero, entonces adelante - afirmó Ralf desafiante al mismo tiempo que se quitaba el paliacate del antebrazo y se lo colocaba envolviéndole la cabeza - Prepárate a perder - dijo con una sonrisa burlona cuando se ataba bien fuerte el nudo trasero del pañuelo
- Ahora verás el resultado de mi arduo entrenamiento después que dejé de hacerlo contigo, me he vuelto mucho más fuerte... te voy a borrar esa sonrisita de la cara - replicó la senshi aquel comentario con la misma sonrisa - Tú le llenaste la cabeza a Risa para que huyera de su madre y eso me lo vas a pagar.
- Su madre la crió con amor y siempre quiso su felicidad, solo huyó de una extraña... ¡Y tú!... ¡Eres una extraña! - exclamó el jefe de guardia apuntándole con un dedo a su esposa, quien pareció ser afectada por esas palabras puesto que apretó los puños y experimentó un leve temblor en los labios
- Kakatte konu ka! (¡Ven y atácame!) - exclamó Mars haciéndole a su esposo un ademán con una mano extendida, de que se acercara
Por su parte, el aludido abrió sus piernas y clavó sus pies en el suelo como si fuera un luchador de sumo, de forma desafiante.
- ¡Yeah! ¡La fuerza no lo es todo! - dijo el hombre en voz alta en el ínterin que con un dedo índice le hacía un gesto a Rei, idéntico al que ella había hecho recién - Mirajane, quédate atrás y aléjate, esto se va a poner violento - aconsejó mientras se enderezaba y adoptaba su posición de guardia
- Si, observa bien querida, porque después de él sigues tú - afirmó la de ojos púrpuras lanzándole una rápida mirada a la albina mientras también se ponía en guardia
La nombrada no tuvo otro remedio que obedecer en el ínterin que sentía el corazón galopándole y temía por que la pelea fuese a terminar en tragedia.
Mars y Ralf se miraron unos segundos de forma desafiante antes de correr uno hacia el otro para comenzar la pelea.
Empezaron un intercambio de golpes de puño y patadas que uno conseguía cubrir del otro, ambos entrenaron muchas veces juntos y se conocían, estaba claro que no atacarían con lo mejor que poseían desde el comienzo.
El intercambio siguió hasta que el jefe de guardia lanzó un golpe tras otro a gran velocidad sobre Rei creando pequeñas explosiones con sus puños, pero que ella consiguió repeler con ambos brazos.
- ¡Conozco muy bien tu Vulcan Punch! No tienes nada que no sepa, Ralf - exclamó sonriente la senshi del fuego - ¡Zanretsu-ken! - pronunció mientras empezaba a dar rapidísimos golpes de puño con un brazo, sobre su esposo
Este por su parte pudo cubrirse aunque uno de los ataques casi lograba golpearle la frente.
- ¡Daaaaaaaaaaah! - gritaba Jones lanzando un potente puñetazo que Rei no tuvo problema en evitar, dando un salto ágil para el cual usó un hombro de Ralf para impulsarse y conseguir pasar sobre él
- ¡Muy lento querido esposo! ¡Se lo fuerte que pegan tus puños pero, conozco muy bien cómo evitarlos! - exclamó la de ojos púrpuras jactándose de su habilidad
- ¿Si? A ver qué te parece esto - respondió el musculoso antes de correr hacia ella, quien lo esperó lista para defenderse - ¡Oryaaa! - gritó dando un fuerte puñetazo en el suelo ante los pies de la sailor senshi
Dicho ataque causó una pequeña explosión en el piso, sorprendiendo a Mars y lanzándola hacia atrás.
- ¡Ralf Kick! - gritó mientras se impulsaba con las piernas hacia el frente y habiendo salido disparado con ambas extremidades inferiores hacia adelante, golpeó en el pecho a Rei con sus pies
Aún así, ella pudo detener con sus manos la caída para ponerse rápidamente de pie aunque, ya tenía encima a su esposo quien la tomó de atrás con ambos brazos, como abrazándola. Acto seguido la cargó sobre sus hombros y la lanzó hacia arriba quedando con ambas extremidades extendidas hacia arriba a fin de recibirla, hecho que aconteció al caer el cuerpo de Mars sobre los hombros y brazos de él.
Ella abrió grande los ojos y la boca al sentir los huesos de su espalda crujir ya que parecía que caía sobre una piedra, acto seguido fue lanzada por él al piso.
- ¡Vamos! ¿Qué pasa? ¿Creíste que durante el tiempo en que dejamos de practicar juntos, no hice nada? - gritó Ralf con una sonrisa y el ceño fruncido mientras veía a su mujer ponerse de pie sobándose la espalda dolorida - Agradéceme que no te lancé más arriba, de lo contrario hubieras caído con más fuerza y tu columna se hubiera roto en mil pedazos - añadió permaneciendo en guardia
Rei estaba furiosa y de esa misma manera clavó su mirada en su marido apretando los puños, entonces giró sobre sí misma a la vez que gritaba "Fuego de Marte". Ella extendió sus brazos y juntó las palmas de sus manos, cerrándolas dejando solo los dedos índices extendidos, una llama pequeña de fuego apareció en sus dedos, Mars gritó "Enciéndete" y la llama creció en tamaño disparándose hacia su adversario, tomando una dirección en espiral.
Ralf quien observaba dicha técnica se vio sorprendido, puesto que ahora ella podía lanzarla a mayor velocidad que antes, por lo que apenas tuvo tiempo de cubrirse con ambos brazos sin poder evitar sufrir algunas quemaduras en estos.
- ¡Cuidado Ralf! - gritaba asustada Mira que observaba todo atentamente
El mencionado apenas se estaba descubriendo la cara cuando ya tenía encima a Rei que con un salto se había lanzado sobre él.
- ¡Hien Shippu Kyaku! (¡Patada alta giratoria!) - gritaba ella al mismo tiempo que lanzaba una patada voladora girando sobre sí misma en el aire, primero dándola con una pierna y luego con la otra al hacerlo
El golpe doble consiguió impactar en el pecho y en la cabeza y lo impulsó hacia atrás.
- ¡Zanretsu-ken! - exclamó volviendo a tirar los mismos puñetazos rápidos de antes que esta vez sí golpearon a Ralf en las zonas del cuerpo mencionadas
Ella prosiguió con un golpe ascendente con ambos puños encendidos en fuego mientras pegaba un salto delante de su adversario, a fin de impactarlo cosa que consiguió.
Rei sonreía viendo caer pesadamente al suelo a su esposo, este no demoró en ponerse de pie mirándola con fiereza, evidenciaba algunas quemaduras en sus brazos y partes de su playera de tirantes color blanco.
- ¿Estás bien, Ralf? - preguntó Mira con preocupación
- Esto no es nada, todo está bien - respondió el ex soldado - Efectivamente es más rápida y letal que antes, si no tengo cuidado me veré en serios aprietos - pensaba seriamente para sí
- ¿Continuamos? - preguntó Mars volviendo a colocarse en posición de guardia
- De acuerdo... peleemos bien... - contestó Jones tronándose los nudillos
Dicho esto, el intercambio de golpes de puño y patadas se reanudó ante la mirada de una Mirajane sumamente impactada, no presenciaba un combate así desde hacía mucho tiempo... y justamente quienes tanto se amaran, ahora se atacaban entre sí con sus técnicas de pelea para herirse de verdad.
El robusto hombre dio un pequeño empujón a la senshi a fin de darle un puñetazo en el abdomen y lograr que ella se doblara hacia adelante, eso fue aprovechado para volver a lanzar su lluvia de golpes de puño a gran velocidad.
- ¡Orararararararararararadah! - gritaba al mismo tiempo que los golpes llevaban a destino y producían pequeñas explosiones sobre el torso de Mars
Ante la vista de Ralf parecían pasar todos los momentos felices que vivió junto a ella, las noches de amor, el nacimiento de Risa y todas las veces que uno al otro se apoyaron, no conseguía creer que ahora estaba luchado contra ella en serio, rompiendo su promesa de jamás lastimarla. Eso lo hizo dudar un momento de atacar con más fuerza aunque finalmente se decidió, debía vencerla a como diera lugar a ver si así decía algo sobre el porqué de su cambio.
De modo que mientras sentía el corazón dolorido, Ralf cerró uno de sus puños creando sobre este un destello.
- ¡Aquí está el grande! - gritaba en el ínterin que comenzaba a correr hacia Sailor Mars a fin de taclearla y postrarla sobre el suelo, con sus dos manos cerradas comenzó a dar un golpe tras otro para al final, con su puño derecho dar un gran golpe al grito de "¡Uno más!", que consiguió levantar a Rei del suelo varios centímetros.
- ¿La... la venciste? - fue la pregunta de la bella camarera albina mientras observaba a Rei tendida en el suelo
- Esa fue una de mis técnicas especiales, pocos de mis adversarios han vuelto a ponerse de pie después de esto - contestó Jones parándose y saliendo de encima de su contrincante
Apenas se alejó unos pasos, tanto el jefe de guardia como Mira contemplaron sorprendidos cómo Mars se volvía a poner de pie, tenía el cuerpo dolorido y magullones en los brazos como así también algo de sangre saliéndole de la boca y parte de su uniforme roto.
Ella lo observó con suma fiereza escupiendo sangre y sin dudar en contraatacar.
- Mikita wa! (¡Te veo!) - exclamó ella para acto seguido correr velozmente hacia Ralf, quien en esta ocasión no pudo reaccionar a tiempo a causa de la sorpresa y lo que siguió, fue una numerosa y veloz combinación de golpes de puño y patada que daban de lleno en la cara, torso y abdomen del hombre - Todome ja! (¡Se acabó!) - gritaba Rei extendiendo sus brazos hacia su adversario y finalizando su técnica con un disparo de fuego que salió de ambas manos y se llevó puesto a Ralf, que había quedado aturdido por la lluvia de golpes
- ¡Ralf no!- gritaba Mira horrorizada llevándose ambas manos a la boca y comenzando a correr hacia el hombre que amaba, el cual caía al suelo boca arriba
El aludido se puso de pie con algo de dificultad evidenciando quemaduras en algunas partes de su cuerpo y su playera chamuscada.
- No me sorprende que te levantes de nuevo, al fin y al cabo eres el ejército de un solo hombre - reconoció Mars aplaudiendo lentamente - Pegas fuerte pero, haz de saber que no te va a ser fácil derrotarme, te preguntarás cómo me recuperé después de recibir tu Unamori Vulcan Punch, tu súper movimiento... mediante un arduo entrenamiento he conseguido dominar y adquirir una habilidad pasiva llamada "Espíritu de lucha"... estoy agradecida al sensei que me enseñó y entrenó para perfeccionarme - agregó acto seguido
- ¿Espíritu de lucha? - preguntó intrigada Mira llegando cerca de Ralf, que miraba a Rei con suma seriedad
- Así es, esta habilidad me permite resistir daño fuerte sobre mi cuerpo y recuperarme lo suficiente como para seguir peleando, desde luego que hay un límite de veces en que puedo hacerlo... en principio yo podía hasta 2 veces pero ahora puedo lograrlo 3 - explicaba la senshi del fuego sobándose los brazos
- ¿Pero cómo puede conseguir eso? -volvió a indagar la moza del restaurant Magnolia
- No necesito decírtelo - contestó la gobernadora, negándose a hablar
- Bien pues, tú no eres la única que tiene aces en la manga, Rei, jamás pensé tener que usarlo contra ti... siempre lo he usado contra enemigos pero por lo visto deberé recurrir a esto para vencerte, ahora verás - dijo el de ojos cafés en tono decidido, apretando sus puños y flexionando sus piernas mientras las abría y clavaba los pies en el suelo
La senshi se ponía en guardia y permanecía atenta mientras Mirajane contemplaba también, preguntándose qué iba a hacer el militar.
Pero antes de que pudiera éste comenzar a hacer cualquier cosa, el comunicador de Mars que no resultó destruido de milagro en la pelea, comenzó a sonar dando a entender que alguien la llamaba, de modo que ambos vieron a Rei llevarse una mano a una oreja.
- ¿Si?.
- Lady Mars, hemos cumplido con su orden, ella ya está en Nukureo Kaseigan - escuchó ella decir a una voz conocida desde el otro lado
- Excelente Jedite, enseguida voy - respondió sonriente la de pupilas púrpuras antes de finalizar la comunicación - Tendremos que dejar esta pelea para otro momento, Ralf, debo agradecerte puesto que no me divertía así desde hace mucho tiempo - prosiguió hablándole con calma a su esposo
- En cuanto te vean con esas marcas en tu cuerpo sabrán enseguida que peleaste, ¿Qué quiere el idiota ese y cómo es que sabe tu número de frecuencia? - dijo el musculoso en tono de reclamo, refiriéndose a Jedite
- No te preocupes por eso y no me preguntes nada, no necesitas saberlo y si le di mi código, es porque es más leal y confiable que tú - contestó ella despreocupadamente - En cuanto a ti, no he terminado contigo - añadió mirando a Mirajane y señalándola con un dedo
Acto seguido se dio media vuelta y se alejó por la dirección en que habían llegado en el ínterin que regresaba a su forma civil y sentía todavía dolor, debido a los golpes de Ralf
- Cada Sailor Senshi tiene un comunicador disponible solo para ellas y destinado a comunicarse entre sí y con Serena... pero cada uno tiene un número de frecuencia que permite a otras personas llamarlas cuando están transformadas, solo se los dan a gente de extrema confianza y ella... se lo dio a ese muñeco de porcelana - explicó Jones acabando de decir lo último con rabia y apretando los puños
- ¿Estas bien, corazón? Me asuste por un momento, no creí que fueran a luchar en serio - quiso saber Mira acariciando al hombre en el pecho y sus brazos transpirados, mientras las quemaduras ardían en su piel
- Descuida, estos combates son normales para nosotros, así entrenábamos, pero... es la primera vez que lo hacemos estando enfrentados de verdad... - la tranquilizó el de cabello castaño oscuro con la vista baja - ¿Ahora ves lo que te decía? Si a mí me costó trabajo, que estoy entrenado... ¿Deseas pelear con ella? - señaló sin pérdida de tiempo observándola
- Hay una gran diferencia entre su nivel y el mío... - reconoció la de pupilas azules respecto a Rei - Pero quiero entrenar y pelear contra ella... por cierto, ¿Qué era lo que ibas a hacer en el momento en que ella recibió el llamado? - dijo sin desanimarse
- Como dije antes, yo también tengo un haz en la manga... en el camino te lo explico, ahora debo llevarte a tu trabajo ya que deben de estar preocupados - aseguró Ralf sonriendo levemente
Mira asintió afirmativamente con la cabeza y sacó su celular de su bolsillo, al hacerlo encontró dos llamadas perdidas de Kinana y un mensaje preguntando que qué pasaba y si había algún problema, ella procedió a contestar pensando en alguna buena coartada para decir.
Acto seguido miró hacia Ralf, pero...
- ¡Argh! - gemía el ex soldado tomándose la cabeza
La de cabello blanco se preocupó enseguida al verlo mirarse las manos, agitado.
- ¿Qué pasa? ¿Tanto te ha enfadado que lady Mars le diera su código a ese tal Jedite? ¿O acaso te quedó doliendo algo? - indagó dando unos pasos hacia él
- N-no... yo... no se... qué... ¡pasa! - decía el de cabello castaño oscuro jadeando cada vez más
- Calma Ralf, todo se va arreglar - trató la joven de calmarlo
- Mi sangre... me hierve la sangre... gah... - manifestaba el hombre lo que estaba sintiendo, cada vez con más dificultad
Ralf no podía controlarse y un aura rarísima lo rodeaba, la transpiración aumentaba y la sensación de presión y dolor en su cabeza eran insoportables.
- ¿Qué... qué te pasa, corazón? ¿Qué tienes? - indagó Mirajane ya asustándose
- Ghhh... Arrrghhh... ¡Gwaaahhhhhhhhhhhhh! - gritaba fuertemente el ex soldado al mismo tiempo que ponía las manos como garras y una especie de vapor le salía por la boca
- ¡Calma! ¡Has superado muchas situaciones adversas y conseguirás pasar esta también...! ¡Tienes que superar lo de lady Mars! - exclamó la ex luchadora colocándose delante de él, tratando de calmarlo
Unos instantes más tarde, él cayó boca abajo de rodillas al suelo mientras jadeaba profundamente y poco a poco iba recobrando la serenidad, el dolor y el calor se iban yendo también.
Mirajane se arrodilló frente a Ralf y le levantó la cara con ambas manos, tomándolo de las mejillas y acariciándolo dulcemente, se sorprendió al notar su piel muy caliente al mismo tiempo que observaba su vista dilatada y perdida, como si no estuviera viendo nada y todavía no podía parar de jadear.
- Siempre podrás contar conmigo, nunca me iré de tu lado, aunque ya no tengas a Rei... me tienes a mí - le dijo la camarera con una mirada cargada de amor y cariño
- Yo... yo... - trataba Jones de decir algo, sin poder hacerlo
Mientras tanto...
Rei había quedado dolorida después de la pelea contra su esposo pero aún así no tuvo problema en subirse a su coche y manejar hacia Nukureo Kaseigan, su mente no podía apartarse del momento en que llegaba a Hikawa y lo encontraba muy abrazado a esa muchacha albina con los rostros muy cerca uno del otro, no los había visto haciendo nada más pero no quería pensar en lo que hubiese acontecido si ella tardara en llegar un par de minutos más.
Ella se fijó en dos detalles, el uniforme de camarera era el del restaurante Magnolia y eso significaba que era compañera de Haruna y por ende, esta debía conocerla y lo segundo, la mirada que por momentos ella le dirigía... una propia de alguien que sentía celos y bronca, algo que en la gélida e indiferente mirada de Leona no pudo visualizar en ningún momento. No sabía su nombre todavía pero, ese cabello blanco, esos ojos azules y ese rostro que rivalizaba en belleza con el suyo propio, no los iba a olvidar a partir de ahora.
Tampoco la dejaba tranquila el desconocido paradero de Risa sumado a aquello que oyó de boca de Ralf y que le había dolido más que las técnicas de pelea de él "¡Y tú!... ¡Eres una extraña!"
- Dentro de poco... no tendrás que seguir soportando a esta extraña... - murmuraba Rei apretando las manos sobre el volante al mismo tiempo que lágrimas hacían acto de aparición
Pero no tenía tiempo de dejarse vencer por la angustia ni la tristeza, tenía cosas por hacer y a eso se dirigía a la gobernación. Lidiando con esos numerosos pensamientos llegó a la sede de gobierno, afortunadamente Ralf no la había golpeado en la cara y eso le ayudaría a disimular ante los guardias.
Aún así, Jedite se daría cuenta en cuanto la recibiera, ya por teléfono había podido oír su voz jadeando y ahora la veía moverse con un poco de dificultad.
- ¿Todo está bien, lady Mars? - fue lo primero que preguntó el rubio Tercer Puesto
- Tuve una pelea con mi esposo, esta vez nuestros puños discutieron por nosotros... lo encontré en casa con otra mujer, dice que es una prima lejana... - respondió riendo levemente ella mientras caminaba por un pasillo de la gobernación
- Se lo dije, él no la ama, la engaña con otras mujeres, deduzco entonces que usted lo echó de Hikawa - dijo el de ojos celestes
- No... aún... pero el tiempo está muy cerca, ¿En dónde está ella? - quiso saber Rei respecto a la persona que había hecho llamar
- En la sala de espera, custodiada por soldados para que no intente huir, quiso resistirse pero ella no tuvo otro remedio que cooperar - informó Jedite caminando al lado de la senshi
- Muy bien, allí vamos.
Entonces ambos se dirigieron hacia el sector mencionado, el cual estaba custodiado por dos soldados que hicieron una reverencia al ver a la gobernadora.
- Déjenme sola con ella, solo entraré yo, ¿Entendido? - ordenó Rei a Jedite y los guardias, quienes accedieron
Al ingresar, Rei se encontró con una impaciente joven que se paseaba de un lado a otro por la habitación decorada con jarrones y cuadros japoneses, aquella le dedicó una mirada llena de ira apenas la vio.
- Que bien, me encanta esa mirada... es inútil que busques por dónde huir de aquí, mi querida cuñadita, solo sales si yo lo deseo - dijo la de ojos púrpuras en tono irónico al llamarla de la forma en que lo hizo pero, que dijo una gran verdad, ahora se encontraba en sus manos
- Tú... ¡Sabía que estabas loca pero esto es demasiado! ¿¡Bajo qué cargos me haces detener!? - preguntó Haruna caminando hacia ella y agarrando a Rei de las solapas del vestido
- Pero si tú no estas detenida, en ese caso te habría hecho encerrar en una celda y no aquí, pero, si me haces enojar puedo inventar unos - contestó la de largo pelo ébano quitándose de encima las manos de Haru
- ¿Qué es lo que tienes pensado? ¿Hacerme dar latigazos como hiciste con mi hermano? - preguntó secamente su cuñada
- No sería mala idea pero no, no es por eso que te hice traer aquí, dime... ¿A que fueron a Ciudad Aquae? - quiso saber la gobernadora caminando lentamente por la habitación
- No se de qué estas hablando - fue la respuesta de la mujer de cabello corto, intentando no revelar su ida a la región mencionada
- No te hagas la tonta, no sirve de nada que me mientas porque tengo ojos por todas partes, aunque se lo testarudos que son en tu familia así que no insistiré, no es el motivo por el que te hice traer - dijo rápidamente Rei sin mirarla
- Mira quién habla de ser testarudo... el muerto se asusta del degollado - fue la sarcástica respuesta de Haruna
- ¡También Risa desapareció! ¿Tienes alguna idea de dónde pueda estar ella? - contestó la regente del sur finalmente observándola
- ¿Mi sobrina huyó de ti? Me alegra eso, finalmente tendrá un poco de paz lejos de tus maquinaciones - Haruna rió - Aunque lo supiera, ¿Piensas que te lo diría? ¿Por qué no vas al grano? Tú no eres de las que dan vueltas - añadió poniéndose seria
- Tienes razón, entonces... ¿Quién es la mujer de cabello blanco compañera tuya de trabajo con la que encontré en mi casa a Ralf? - exigió saber la de ojos violetas frunciendo el ceño y mirándola fijamente
- Mirajane... - dijo Haru sorprendida y abriendo grande los ojos, tapándose la boca al darse cuenta enseguida, que había hablado de más
- ¡Ahhh así que se llama Mirajane! Bueno, ya se algo más de ella, estaba a punto de besarse con mi marido, encima pretendió hacerse la valiente conmigo... - rió Rei mientras meneaba la cabeza
- ¿Qué tienes pensado? ¡Déjala fuera de esto! - exclamó la de ojos cafés con enojo
- No estás en posición de exigir nada, en cambio yo sí... verás, puedo levantar mi queja en tu contra y hacer que Setsuna te reincorpore a tu trabajo, siempre y cuando hagas lo que yo te voy a decir porque de lo contrario, no solo no lo haré si no que también me pondré en contacto con todos los lugares, a fin de que no te den trabajo y en ese caso tendrías que vivir de tu hermanito el resto de tu vida o... bueno, ya eres una atorranta - respondió la mujer con una tranquilidad que erizó los nervios de quien se encontraba allí con ella
- Estás enferma de la cabeza, ¿¡Que es lo que quieres!? - gritó Haru ya alterándose
Acto seguido, la aludida sacó una fotografía de uno de los bolsillos de su ropa y la mostró a su cuñada.
- Dime, imagino que lo conoces.
- ¿Cómo no hacerlo? Es Seiya Kou el cantante de los Three Lights - dijo sin pérdida de tiempo la joven
- Por supuesto, ahora dime, ¿Él te gusta? - prosiguió Rei
- ¿Porque me preguntas eso? - quiso saber extrañada Haru
- Tomaré eso como un sí, he de reconocer que es guapo... ¿sabes? tengo la sensación de que Kou va a cambiar de novia - argumentó riendo levemente la senshi del fuego
- ¿De qué hablas? ¿No estarás pensando en...? - siguió Haruna con sus preguntas, entendiendo rápidamente de qué iba el asunto
- Efectivamente, la condición para dejarte volver a trabajar es que tú seduzcas a Seiya, lo enamores y demás, ¡Ah! Y no pienses en huir porque ya he dado aviso para que no te dejen salir de Ciudad Ígnea.
Lo que Rei acababa de decir la había impactado en sobremanera, lo peor es que si no aceptaba no volvería a trabajar, escapar tampoco podría al menos no sin recurrir a su hermano mayor y aún este tendría que abrirle paso por la fuerza, por lo que pasarían a ser fugitivos de la ley y su situación estaría peor de lo que está.
Haruna se encontraba entre la espada y la pared, no deseaba vivir dependiendo de otra persona toda su vida, necesitaba volver a trabajar pero por otro lado, aceptar esa oferta sería una traición que Risa jamás le perdonaría, ¿Qué hacer entonces?.
Muy buenas mis amigos, espero que les haya gustado esta entrega, ¿Qué tal quedó la pelea entre Rei y Ralf? Para los fans Ralfianos que están leyendo les adelanto que sí veremos el Galactica Phantom, ya vimos aquí algunas de sus técnicas que conocemos de los King of Fighters XD.
Me despido de esta forma hasta el siguiente capítulo que espero no tarde tanto (El nuevo King of Fighters All Star es un vicio, créanme) Ups XDD
