Capítulo 40

Debía reconocer que todo en ese lugar era lujoso y elegante, todo el ambiente era de Sesshomaru, se sentía completamente como el youkai hasta que se detuvo en una gigantesca puerta negra con ciertos detalles dorados, esta era peculiarmente diferente a las demás, en ella había tallado tres perros con una apariencia similar a su forma completa

-Ábrela – invito a la mujer mientras la depositaba en el suelo, esta lo miro avergonzada – Solo abre la puerta

-¿Es-es tu habitación? – balbuceaba nerviosa y el asintió pasando un brazo alrededor del cuerpo de la mujer con la poca paciencia que tenía para abrir y empujar la puerta, la miko enseguida se giró mirándolo a él, e ignorando el lugar

-Mujer, estoy mostrándote algo importante para mí y estas ignorándolo – dijo molesto girando a Kagome para empujarla cuidadosamente y entrar detrás de ella a la habitación

-Que gruñón eres – soltó Kagome mientras lo veía caminar dentro de la habitación, dejándose caer en la cómoda cama impresionándose, esa actitud era como ver una cara nueva en el youkai

-Creo que esa es mi línea – respondió el youkai mirando el techo de su habitación

-¿A qué te refieres? – nuevamente interrogo caminando con un poco más de tranquilidad en la habitación, estaba finamente decorada y nada recargada de objetos, la verdad es que ver artículos que en su mundo podrían valer una fortuna en los aposentos del mismísimo Sesshomaru era extraño, incluso había una pequeña réplica de la luna tallada en una roca bastante inusual, era casi negra y llamaba poderosamente su atención queriendo tocarla

-¿Estas celosa de Megumi? – soltó el hombre incorporándose un poco, sosteniendo su cuerpo con ayuda de los codos para mirar la expresión de la mujer, ella se detuvo al escuchar sus palabras

-Parecía muy cercana … - murmuro evitando cruzar miradas con el - …a ti

-Comprenderás que tengo necesidades que satisfacer – dijo molestándola, sabia por la expresión desencajada del rostro de Kagome que estaba furiosa, también lo sentía, pero solo con ver su rostro era suficiente

-Eso no me importa – respondía encogiéndose de hombros acercándose al ventanal de la habitación, descubriendo un modesto balcón, estaba enojada y celosa, pero debía controlarse

-He descubierto algo… - dijo el youkai dejándose caer de nuevo en la cama sintiendo la mirada de la mujer nuevamente puesta en el – mentir no te queda bien Kagome

-Mira quien lo dice – susurro para sí misma

-Te he escuchado…

-Tampoco eres un santo Sesshomaru, casi creo que te detesto en estos momentos – confesaba sonrojada y molesta, dándole la espalda al youkai que se acercó a ella de inmediato luego de escuchar eso, la marca en ese momento estaba quemándola viva y casi de inmediato el peliplateado desde la espalda femenina hizo a un lado su cabello y encajo sus colmillos en los pequeños orificios que decoraban su cuello haciendo que Kagome mordiera sus labios para reprimir un gemido.

-Mujer, acabas de insultarme – hizo el comentario con desdén, enarcando una ceja. La miko giro enfadada

-¡Tú me has insultado Sesshomaru! – contesto apuntándolo con el dedo índice, haciendo ligeros empujones en el fornido pecho del hombre – estaba en tus brazos y aun así permites que una de tus conquistas del pasado se acerque a ti, te hable de esa forma y también te toque cuando se supone que yo soy tu…. – confeso molesta cubriéndose la boca con ambas manos "mierda, he hablado por simple impulso"

-Continua…

-No basta, será después, olvida todo lo que dije – evito miradas queriendo escapar de el en vano

-Megumi es parte de mi pasado… - contesto tomándola del brazo

-No te hace muy distinto de Inuyasha y ya estoy cansada de esa historia – reprendió enojada y dolida retirando con brusquedad el brazo del agarre del youkai

-No me provoques Kagome…

-No estoy haciéndolo, querías la verdad, tienes la verdad… - su boca fue silenciada con una agilidad tremenda y en un parpadeo estaba tumbada en la cama con un youkai encima de ella, estaba frenética y sentía la sangre correr dentro de ella con ímpetu, pero no podía negar que ver a Sesshomaru encima de ella, mirándola de esa forma con el cabello plateado cayendo en cascada era jodidamente atractivo

Inclinándose lo suficiente para no aplastar el cuerpo de la mujer lamio la marca sintiendo como ella se removía debajo de su cuerpo, sabía que tener a las humanas en su palacio sería un complicado debate, pero no contaría con que Kagome se demostrara tan celosamente abierta y maldijo internamente no poner a Megumi antes en su lugar

-Basta suéltame, no quiero verte ahora mismo … - susurraba removiéndose debajo del cuerpo del demonio.

Este regreso la mirada a ella impasible iba a demostrarle que le pertenecía únicamente a él y el solo a ella, pero cuando estuvo a escasos centímetros de sus labios el sonido de un frágil golpeteo en la puerta lo detuvo así que, levantándose se dirigió hasta la entrada de la habitación entreabriendo la puerta. El youkai era bastante alto y debido a su amplia espalda Kagome no pudo visualizar quien estaba al otro lado acercándose al cuerpo masculino

-¿pasa algo Sesshomaru? – dijo preocupada a sus espaldas, el, la miro de reojo haciéndose a un lado para abrir los ojos ante la sorpresa de ver a Megumi en la puerta

-Amo, ¿Qué hace la humana en su habitación? – curiosa interrogaba, lo normal es que ella visitara los aposentos de su señor para relajarlo con sus indecentes curvas femeninas pero esta vez resultaba distinto – mi señor si me lo permite puedo sacar a esta miserable humana de la alcoba – amenazo pasando por un lado de Sesshomaru acercándose a Kagome que la miraba impactada

-Ni si quiera me toques, puedo salir sola de este cochino lugar – vocifero con evidente enfado saliendo de la habitación a largas zancadas "¿Quién se ha creído? Reclama que lo insulto y luego deja que Megumi entre y que intente sacarme sin poner resistencia o evitarlo ¡que coraje me da!"

-Amo Sesshomaru – Llamo la mujer del cabello del cielo obteniendo inmediatamente la atención del lord - ¿está bien?

- ¿Por qué me preguntas eso? – respondió tajante afilando la mirada al ver que la hembra se acercaba a él sin ningún rastro de vergüenza al dejarle olfatear lo deseosa que estaba por el

-Si esa mujer le hizo algo la matare – soltó un poco de palabras venenosas intentando atrapar el hombro de Sesshomaru, pero este movió con cierta elegancia su cuerpo evitándola y marchándose

El youkai caminaba impasible por los pasillos del palacio, sintiendo las miradas y la reverencia de sus subordinados agradeciendo que al menos ellos le tenían el respeto adecuado para saber a qué lugar pertenecían

-Yuki – Sesshomaru llamo al pequeño youkai zorro, sabía que él podía escabullirse con facilidad por el palacio y si quería conseguir a su atrevida mujer podía contar con sus habilidades sin duda

-Sí, amo Sesshomaru – el pequeño se dirigió a él con una seriedad poco acorde a su edad, era como un niño intentando ser adulto

-Necesito que busques a mi mujer – le ofreció su mano para que el youkai la olfateara, minutos atrás la sostuvo en ellas así que estaba seguro que su aroma seguía

Poco tiempo paso para que el pequeño desapareciera en un brillante halo de luz encontrando a la susodicha mujer en la fuente que decoraba el jardín de la entrada del palacio acercándose a ella y mirándola con terror al comprobar que no era un demonio, la mujer era una completa humana que al percatarse de su presencia lo veía como si de su mismo hijo se tratara

- ¡Qué lindo eres pequeño! – corrió abrazando al pequeño demonio zorro, este era tan pequeño como Shippo, pero a diferencia del kitsune este tenía 4 colitas

- ¡Suéltame! ¿Quién te has creído? – chillo molesto desapareciendo y reapareciendo fuera de los brazos de la mujer sorprendiéndola – el amo está buscándote

- ¿Sesshomaru? – dijo incrédula sentándose de nuevo al borde de la gigantesca fuente – puedes irte entonces, yo no deseo verlo

- Es lo mejor que puedes decir niña – respondió Megumi a sus espaldas - ¿Qué eres del amo y por qué no te ha matado todavía?