«Eso fue todo, Tsuruga-san, buenas noches y dulces sueños... Como los que tendré yo soñando con usted »

Kuon parpadeó mil veces. No, era incontable la cantidad de veces que parpadeó para comprobar que eso no era una alucinación, pero el mensaje seguía ahí.

Entonces mientras leía una y otra vez ese mensaje, recibió más mensajes. Era Kyoko disculpándose por ese mensaje y diciendo que fue María quien le dijo que solo iba a jugar en su móvil... Y seguro que sí jugó la niña, pero no de la forma en la que Kyoko esperaba.

Kuon se sorprendió de que siguiera despierta.

«Vaya, Kyoko, y yo que ya me había hecho ilusiones...»

Kyoko no contestó por un largo rato, pero por las modernidades del WhatsApp, Kuon sabía que lo había leído. Es más un par de veces vio que estaba "escribiendo", pero no llegaba a enviar mensaje alguno. Hasta que finalmente le envió un:

«Ya casi amanece, Tsuruga-san, y tengo trabajo mañana... Me retiró a descansar, que tenga dulces sueños...»

Kuon se quedó confundido y un poco nervioso por esa respuesta. Llegó a la conclusión de que tal vez se emocionó demasiado y ya había tirado demasiadas veces de la cuerda; tal vez ya estaba presionando demasiado, por lo que, aunque le dolió, volvió a decirle "Mogami-san".

«Espero que también tengas un buen descanso, Mogami-san...»

El jueves fue un día rutinario, aburrido, agotador y gris.

Ella no lo llamaba ni le envió un mensaje de buenos días, y él decidió no hacerlo pues le pareció que tal vez la estaba asfixiando. Ah, pero lo que él no sabía era que ella, cuando estaba descansando, miraba el móvil insistentemente, esperando; así como ella no sabía que él hacía lo mismo.

Ya a media noche, él al fin estaba en su cama, de nuevo mirando el teléfono. Por fin habían acabado todas las escenas y gracias al cielo regresarían a Japón en la mañana. A pesar de ello el humor de Kuon estaba por los suelos porque no pasaba nada, ella no llamaba y él no se sentía con la seguridad de hacerlo por lo distante que fue; además no quería arriesgarse a sofocarla.

En eso, cuando la desesperación por saber de ella superó a su propia razón, ya no le importó, quería escuchar su voz así que tomó el teléfono y se dispuso a marcar.

Justo cuando estaba por aplastar el botón de "llamar", de repente, para su enorme sorpresa, comenzó a sonar.

Llamada entrante: Kyoko

Contestó muy feliz y con una voz masculina y seductora.

«Buenas noches, Mogami-san...»

No hubo respuestas, podía escuchar murmullos molestos de ella, y risas que intentaban ser silenciosas.

«¿Mogami-san...?»

«¡Tsu... Tsuruga-san! Ho... ¡Hola!»

Las risas ahora sí se escucharon del otro lado de la línea con toda claridad. Pudo identificar que eran las de María y las de Amamiya Chiori, también escuchó la voz de Kanae, reclamándoles para que dejen de reír. Kuon sonrió de lado, por esas evidencias solo pudo llegar a la conclusión de que Kyoko estaba en una "Pijama Party" y que estaba siendo víctima de una llamada de broma. Reía a la vez que su corazón sufría una pequeña decepción, aunque tal vez no todo estaba perdido porque cabía la posibilidad que esto sea como cuando los adolescentes llaman de broma a la persona que le gusta a sus amigos y le pasa el teléfono cuando ya es muy tarde para huir. De repente todo se quedó en silencio, y hasta él sintió una extraña energía a través del teléfono.

«¿Sucedió algo?»

Le dijo, llamando su atención, y así probablemente salvándole la vida a las amigas de su amada, pues sabía que ese silencio se debía a la aparición de Mio-sama, estaba por completo seguro de ello.

«¡No! ¡No! Es que... Bien... Disculpa, Tsuruga-san...»

Se escuchan risas femeninas que no eran de Kyoko.

«Llamé sin sentido... Bien... Espero que le vaya bien y trabaje duro... Sé que mañana ya vuelve...»

Pausa y se escucha un murmullo.

«La semana por aquí fue muy movida... Ya... Quiero verlo...»

Se calla un segundo y ni respira, tal vez porque se dio cuenta de lo que dijo. Kuon por su lado parpadeaba atónito por lo que le pareció escuchar.

«¡Adiós!»

Kuon en ese momento se quedó enajenado, por varios minutos aunque la reina de sus ojos ya había cortado la llamada apenas terminar lo dicho.

Esa noche Kuon Hizuri no pudo haber dormido mejor.

Ahora en el taxi, estaba mucho, mucho más que contento.

Escuchaba el disco de Frank Sinatra que le prestó su padre.

¿Por qué?

Por una historia que le contó luego de unos tragos más la noche anterior, porque estaba tan feliz que no podía dormir.

¡Por fin estaba por volver!

Yashiro también estaba de un excelente humor, con una sonrisa de oreja a oreja. Él, al igual que su representado, anhelaba volver a Japón, por supuesto, para descansar de sacudirle de encima al susodicho a todas esas actrices y modelos coreanas y americanas que, mientras él andaba en su mundo, no paraban de intentar ligar. Al menos las japonesas eran más conservadoras y "tímidas".

Las extranjeras que conocieron fueron un completo dolor de cabeza. Sin embargo, ya nada de eso importaba ahora, su esperada llegada a Japón y esa llamada no eran los únicos motivos para estar felices.

¡Ja!

Por supuesto que no era el único motivo para la felicidad de Hizuri Kuon y su entusiasta representante. Esa felicidad en ambos se debía a una sorpresa

¡¿Cuál era la sorpresa?!

Dentro de veinticuatro horas Kuon por fin se reuniría con Kyoko pues, al día siguiente, luego de filmar escenas de Demonds Heaven, estarían en Karuizawa para una sesión de fotos y pasarían la noche ahí.

¡En el mismo hotel que Kyoko!

Y es que de eso Yashiro se encargó muy bien.

Ahora miraba disimuladamente a Ren, él hasta estaba escuchando música, completamente absorto.

"¡¿Qué?! ¡¿Qué es esto?!"

Yashiro estaba sorprendido de que su cliente llegase a tal extremo de felicidad, incluso estaba tarareando.

"¡¿Está tarareando?!"

Yashiro recuperándose de la sorpresa solo suspiró.

"Ay... El amor joven... "

Suspiraba conmovido, emocionado y con una tierna sonrisa dirigida a su amigo y cliente.

"Debe ser divertido ser joven... ¡Espera! No estoy tan viejo..."

Se gira y lo mira con los ojos entrecerrados.

"¡Aunque este chico me va a volver viejo!"

Lo piensa y medita, comienza en considerar qué tal vez se la pasaba muy preocupado por la vida romántica de Ren que se olvidó de su propia vida romántica... Se comenzó a preocupar y a pensar que no quería ser el tío soltero y solitario de los pequeños de Ren y Kyoko... ¡Quería tener un Yashiro Junior para que moleste a Ren Junior!

"También quiero amor..."

La expresión preocupada de Yashiro y su mirada de reproche, llamó la atención de Kuon, quien se giró y lo miró como preguntándole qué le sucedía. Yashiro solo suspiró y le dijo que lo olvidara, él se encogió de hombros y volvió a su música.

"¿Cómo puedo conseguir una...? ¡Si todavía me preocupan estos! Conseguir una pareja no es fácil... No... ¡Y menos con este trabajo!"

Por su parte el adorable cuatro ojos volvió a dirigir su atención a su celular pero el tarareo de Ren le llamaron la atención.

"Esa... Esa melodía..."

Había empezado a sonar esa canción. Kuon comenzó a tararear y al mismo tiempo recordaba, esa era la canción de la historia que le contó su padre.

«Tu madre y yo prácticamente nos teníamos una alergia mutua desde la primera vez que nos conocimos...»

Soltó una risa rememorando las palabras de su padre.

«Tu tía Saori, es decir, "Dimitri", quería inaugurar su revista de modas, y como en ese momento todas las chicas morían por tu guapísimo padre, me pidió que modele con su mejor amiga de la universidad, una chica de intercambio, una modelo extranjera, Juliena. Irónicamente al público le pareció que teníamos mucha química... ¡Ja! Seguro porque no veían las competencias y peleas tontas entre foto y foto.»

«Es difícil de creer cuando toda mi vida los vi acaramelados todo el tiempo, ¿cómo es que tenían tantos conflictos?»

«Tu madre, como ya sabes, siempre fue una mujer de carácter fuerte y a tu padre nunca le gustaba perder... Oh, vaya... Ahora que lo pienso, "Kuon dos" y yo, cuando nos peleamos la primera vez me hizo recordar bastante cómo me peleaba con tu madre...»

Kuu estalló en risas ante el recuerdo.

«¡La niña me hizo comer sobras, ¿puedes creerlo?!»

Kuon estalló en risas también mientras asentía.

«Cuando pone expresión de ogro es inevitable comer lo que sea que te exija comas...»

Padre e hijo rieron un poco más antes de retomar la conversación.

«Volviendo al tema, trabajamos juntos solo en esa ocasión pero no dejé de pensar en ella. Tiempo después nos volvimos a ver porque coincidimos en locación y nos hospedamos en un mismo hotel. Entonces, cuando nos encontramos, por accidente derramé jugo en el manga que ella estaba leyendo... Tuvimos una tonta pelea, ella me derramó su limonada en la camisa por venganza y cuando nos calmamos nos reímos de toda esa situación. La verdad yo fui el idiota que estaba ten nervioso por acercarse a conversar con ella se le escapó la bebida de las manos pero no iba a dejar que ella lo notase, por eso cuando entré en pánico la molesté sin querer cuando dije una estupidez para provocarla. Como sea, todo se resolvió porque después le invité un trago, y hablamos y hablamos por un largo rato. No, toda la noche prácticamente. En esa larga plática descubrí que ella le gustaba "El aura salvaje", de hecho justamente ese manga fue el que le arruiné con mi jugo. Habló con tanta pasión del manga y yo sabía que iban a adaptarla a televisión; así que al ver ese brillo maravilloso en sus ojos deseé lograr que tenga el mismo brillo debido a mí. Entonces nació en mí la determinación, decidí que nadie más que yo debía actuar a Kyoshiro Sagara. Bueno, volviendo a esa noche, una cosa llevó a la otra e intercambiamos números. A partir de entonces nos llamábamos de vez en cuando y hablábamos por eternidades. Más o menos por casi un año, luego fue la fiesta de tu tía y nos volvimos a encontrar. Ella había ido acompañada de un "amigo", de esos que hay que temer, y me dio un ataque de celos. No obstante no eramos nada y según tu madre solo era un amigo. Fue entonces que comprendí que me había enamorado de ella. Bailamos un pieza y luego el tipo me la quitó...»

Kuon sonrió de lado con gracia recordando cómo su padre estaba tan inmerso en la historia que narraba que golpeó la mesa de coraje. Al parecer se había trasladado espiritualmente justo a ese momento, algo muy del estilo de Kyoko.

«Fui a tomar unos tragos completamente frustrado porque no sabía qué hacer hasta que... Recordé que la canción favorita de tu madre era "Can't take my eyes off you". En ese momento, en ese mismo momento, como una señal divina, el jefe se me acercó me dijo que no debía dejar pasar el tiempo, porque las oportunidades son una vez en la vida Así que no sé que mosco me picó, fui donde los músicos les di unos dolares, me subí al escenario, tomé el micrófono y... El resto ya te lo debes imaginar Kuon.»

"¡Sinatra! ¡Esa canción! Sí... Es esa canción... No pensé que a Ren le gustase es tipo de música... ¡Ni que le gustase la música!"

Pensaba Yashiro, y entonces no lo pudo evitarlo: decidió grabarlo para fastidiarlo después por su estado de enamorado en las nubes; y si se ponía a cantar mucho mejor, se podría burlar de su voz desafinada. Pero entonces casi se le cae el móvil. Kuon, digo, Ren de verdad comenzó a cantar y Yukuhito Yashiro no pudo estar más impresionado.

You're just too good to be true.

Can't keep my eyes off of you.

You feel like heaven to touch.

I wanna hold you so much.

"Can... Canta... ¡Canta bien! ¡¿Qué?! ¡Esto no me lo esperaba! ¡¿Cómo es que canta tan bien?!"

Yashiro estaba boquiabierto.

Tal vez no era una voz de ángel, pero no sonaba para nada, para nada mal. Incluso, si es que recibiese entrenamiento y preparación, podría ser cantante. Hasta el taxista apagó la radio para que la voz de él se escuche mejor. Cantaba bien, demasiado bien para lo que se esperaría de quien nunca lo hace.

Y llegó la parte del coro dejando aún más impresionado a Yashiro con su voz, armoniosa y potente.

I love you, baby a

And if it's quite all right,

I need you, baby

To warm the lonely nights

I love you, baby...

Trust in me when I say

Kuon estaba en su mundo, sonreía mientras miraba la pantalla de su teléfono móvil... Seguro viendo la imagen de cierta señorita.

Oh, pretty baby,

Don't bring me down, I pray.

Oh pretty baby,

Now that I found you, stay

And let me love you, baby.

Let me love you...

Mientras decía está frase él con una sonrisa boba se giraba a ver el paisaje por la ventana, aunque decir eso no era muy preciso porque era obvio que su mente se notaba que estaba volando muy lejos, demasiado como para prestarle atención al paisaje. Él estaba meditando en ella, en su relación, sus pensamientos últimamente la tenían a ella como temática favorita para cualquier momento.

¡Había tanto que quería decirle de una vez por todas!

Así como su padre lo hizo...

«¿Y entonces... ? ¿Qué pasó...?»

Le cuestionó Kuon esa noche, con una sonrisa sincera. De algún modo, lo que le contaba su padre le daba esperanzas y se sentía bastante reconfortado, como nunca antes en tantos años.

«¿Qué crees...? Ja... Después de romperle los tímpanos a todos los invitados... Aunque no, en realidad no, porque tu padre canta maravilloso... Ah, entonces... Me arrodille frente a tu madre, le pedí que sea mi novia y desde entonces no nos hemos separado. Lo gracioso es que nunca superaré cómo discutieron tu tía Saori y Lory sobre quien era el responsable de nuestra unión. Hasta ahora no arreglaron esa asunto y no pasó mucho tiempo cuando salimos por medio año y luego nos casamos en un ataque de locura... Y como verás hijo, seguimos locos...»

Kuon sonreía, sí, sus padres estaban locos y una de sus locuras era su amor... Ahora él también estaba loco, solo le faltaba que la razón de su locura lo cure o enloquezca con él.

"Lo que hace el amor..."

Yashiro suspiró, cuando Ren terminó de cantar dejó de grabar y continuó con lo suyo. Sin saber que no solo guardo el vídeo. No, no solo lo guardo sino que también lo publicó. El vídeo se esparcía viralmente por las redes sociales, sorprendiendo a todas las fanáticas de Ren, mientras el cuatro ojos y su representado ni se imaginaban que el ligero arrebato de amor empezaba a volverse noticia de relevancia nacional. Pero a la vez en que eso iba en proceso, Yashiro estaba viendo la sección de noticias, y sí, era el vídeo de Kyoko y Sho.

La verdad no quería mostrárselo a Ren pues justo ahora tenía un humor demasiado bueno; además ya era demasiado con solo saber la existencia de este. Yashiro por último decidió que descargaría el vídeo y lo vería por curiosidad mientras que Ren estuviese distraído.

Pronto llegaron al aeropuerto sin más. Bajaron del taxi, pagaron, entraron, pasaron por el ínterin necesario y se subieron al jet que ya los esperaba. Grande fue la sorpresa cuando se encontraron con Kuu adentro; se saludaron todos cortezmente y se ubicaron en sus asientos. Yashiro animó a Ren para que hable con su "suegro" y Ren no puso resistencia a la idea; aunque le divirtió mucho considerar esa extraña idea, padre y suegro en uno. Kuon y Kuu se sentaron juntos y comenzaron a hablar, mientras Yashiro se puso su auriculares y comenzó a visualizar el vídeo. Cada segundo su expresión se retorcía cada vez más y la letra empeoraba la situación.

¡Era claramente una canción dedicada a Ren!

Y luego, ahí, pudo verlo, a Nick, Nick también estaba ahí y... ¡Parecía estar disfrazado de Ren!

¡Claro!

¡Más claro que el agua!

Era una declaración formal de guerra, una pública. Yashiro intentó calmarse, afortunadamente Ren y Kuu estaban tan inmersos en su conversación que no se daban cuenta de la desesperación de Yukihito. Pero de ahí, sucedió, la estocada final al termino del vídeo: el beso. Hasta ese momento casi todo estaba en orden pero entonces la música paró y la directora dijo corte y Fuwa y Kyoko seguían besándose, la directora repitió el "corte", pero siguieron besándose sino hasta la tercera orden.

Yashiro quedó estupefacto, totalmente boquiabierto.

¡Ella también correspondía al beso!

¡Ella también correspondía!

Y solo empeoró cuando salió Fuwa al final, estaba solo, sentado en un trono que salió en el vídeo, citando parte del coro de la canción:

You know

Tú sabes

You cannot help it

No puedes impedirlo

I'm still in her heart

Todavía estoy en su corazón

First love never dies

El primer amor nunca muere

Ha!

She still love me

Ella me sigue amando

I'll make her come back to me

Yo la haré regresar a mí

Terminada esa frase todo se puso negro y salieron los créditos. Yashiro luego de parpadear tres veces y de haber procesado lo que vio, dio un grito ahogado. En los créditos salió LME, lo cual seguro ya era un escándalo; no obstante obviamente esa no era la principal preocupación de Yukihito, pues él ya sabía eso; lo que lo tenía sin aliento y con la quijada colgando era esa última parte, las líneas que Fuwa le dedicaba descaradamente a su enamorado cliente. Yashiro volvió a repetir el vídeo solo para comprobar que no fue su activa imaginación, pero lamentablemente todo fue real. Estaba totalmente nervioso y definitivamente no quería estar ahí cuando Tsuruta Ren lo vea.

Lo peor era que de seguro al llegar a Tokio lo único de lo que se hablará será de eso. No, había algo mucho peor.

"¡¿Qué significa esto, Kyoko-chan?!"

Se notaba que no solo no ponía resistencia al beso si no que... ¡Lo disfrutaba!

"¡¿Lo disfrutaba?! ¡No! ¡No puede ser... ¿O sí?!"

Yashiro estaba desesperado y quería golpearse la cabeza con su móvil, es más, lo estaba haciendo ya.

"¡No! ¡¿Por qué?! ¡¿Y ahora por qué hiciste eso Kyoko-chan?! ¡¿Por qué?!"