Intentaba llamarle cuando la puerta se abrió, la expresión en su rostro era de total seriedad, besó mis labios de manera fugaz y luego caminó hasta donde su madre y la mía se encontraban.

-Rick, yo…

-no te preocupes, debí decirte antes.

-aun podemos salir.

-no, está bien, es tarde, la reservación se perdió y debes estar cansada.- giro y tomó al bebé en sus brazos.-gracias por todo.-dijo a manera de despedida y caminó hacia la habitación mientras besaba sus mejillas.

Mi madre me miró con pena, igual que Martha, ambas se despidieron de mi y salieron de casa, suspiré cansada, Rick parecía molesto, apoyé la cabeza en mis manos, había olvidado por completo nuestro aniversario y todo indicaba que Rick no me lo perdonaría.

Caminé hasta la habitación donde Rick estaba sentado en la cama.

-Rick.- él no me miró.- lo lamento en verdad, perdóname, te recompensare, en verdad.

-no, está bien, ya te lo dije, debí adivinar que lo olvidarías, las sorpresas no siempre salen bien.

-pero estas enojado…

-no estoy enojado, solo un poco decepcionado, es todo, deberíamos cenar ahora que se ha dormido, prepararé algo rápido.-paso a mi lado sin detenerse.

-pero Rick…

Rick me ignoró por completo, caminó hasta la cocina, lo vi sacar un paquete de carne y algunas otras cosas, me paré detrás de él aunque el insistía en ignorarme, sus ojos iban y venían sobre lo que preparaba en la mesa, era verdad, no estaba enojado, simplemente decepcionado, habíamos celebrado nuestro aniversario cada año sin falta aunque no habían sido muchos, sin embargo para Rick nuestro aniversario parecía ser mas importante que cualquier otra cosa o fecha.

Puse mi mano sobre su hombro cuando por fin se quedó quieto.

-Rick.

-no pasa nada Kate, será el próximo año.

-No, no está bien, si pasa y lo sé por la expresión en tu rostro, mírame.-Rick dio la vuelta entonces.- lamento tanto haberlo olvidado, se que es importante para ti, se que es una fecha especial para ambos, estar juntos fue algo por lo que luchamos y al final lo conseguimos aun con todos los contratiempos, han pasado demasiadas cosas estos meses y ha sido un poco difícil, pero aquí estamos los tres, lamento que estés decepcionado, prometo que no volverá a suceder.

-lamento no habértelo dicho, supuse muchas cosas, yo también olvidé que nuestra vida ha cambiado, que has pasado por momentos difíciles y que todo es relativamente nuevo para ti.

-para ambos.

Besé sus labios lentamente, los acaricie con mi lengua mientras mis brazos rodeaban su cintura, sus ojos me miraron fijamente, sonrió con timidez y luego intentó separarse de mi, aunque esa no era mi intención, entrelace mis dedos apretándolo contra mi, en su mirada pude ver duda, había pasado tiempo desde la última vez que hicimos el amor, siempre había una buena excusa para no hacerlo, al principio era el recién nacido, las noches en vela junto a él, la primera vez que habíamos corrido al pediatra por alguna enfermedad desconocida para nosotros, mi vuelta al trabajo y al final el poco interés que ambos habíamos puesto en intentarlo, sabía que Rick aun creía que no estaba lista, después del parto, el proceso de sanación había sido lento, luego volver a tener un ritmo normal se volvió complicado, ahora después de un par de meses descubrí que empezaba a tener la necesidad de algo más, pero de alguna manera todo daba vueltas alrededor del nuevo integrante.

-Kate… estas segura?.- preguntó en un tono bajo.

-lo estoy, pero si tu no estas seguro, podemos posponerlo.-mis dedos se separaron aunque yo no lo hice de él, seguí mirándole a los ojos esperando su respuesta.

Me miró aun con duda, sus manos me tomaron por la cintura, acarició mi nariz con la suya mientras sus pulgares hacían pequeños círculos, pronto mi respiración se volvió irregular, desee que fuese más rápido, me apresure a besar sus labios, quería sentir su piel caliente cubriendo la mía, mis manos buscaron abrir con rapidez la camisa que usaba, mis dedos se pasearon sobre su pecho, pude ver la reacción en su piel, sin embargo el llanto del bebé nos hizo desistir, apoyé la frente sobre su hombro mientras mordía mi labio.

-yo iré.-dijo.- podrías…?.- señaló la carne sobre la mesa.

-claro.

Se alejó de mi mientras acomodaba su ropa, apoyé ambas manos en la mesa, quizá tendríamos otra oportunidad después, cocine la cena, Rick alimentó al bebé, cambio su ropa, lo llevó a la cama y se quedó allí el suficiente tiempo para que yo terminara de recoger los platos, los lavara y guardara los restos de la cena que habían quedado, seque mis manos para luego caminar a la habitación, Rick salía del baño cuando yo me quitaba los zapatos, pude ver su cabello húmedo, lo vi sentarse en la cama mientras terminaba de vestirse, por un momento creí que podríamos retomar nuestro intento anterior pero al salir con solo una toalla cubriendo mi cuerpo descubrí que Rick se había dormido.

Las horas de sueño aun eran valiosas, no podía culparlo, ahora que yo había vuelto al trabajo de tiempo completo, él se esmeraba en que todo estuviera en orden en casa, cuidaba del bebé cuando yo no estaba, hacía todo para que yo no me preocupara por nada más.

Lo observé uno segundos, terminé de vestirme y luego me recosté a su lado, sentí su mano sobre mi cintura.

-feliz aniversario.-dijo Rick medio dormido.-te amo.-y luego lo escuché suspirar para seguir durmiendo.

-te amo.- repetí, aunque ya no tuviera la certeza de que él me escuchara.

La mañana siguiente Rick ya no estaba en la cama cuando desperté, en su lugar leí una nota, él y el pequeño habían salido temprano, al parecer tenían algún asunto de hombres que atender, nos veríamos por la tarde.

Miré el reloj, apenas tendría tiempo, me vestí, comí algo rápido y salí apurada, mi padre ya me esperaba cuando llegué, tendría que entregarle los documentos que había recogido la tarde anterior, me saludó y caminó hasta la sala de juntas donde un hombre le esperaba, me quedé sentada escuchando, esperaba algún mensaje de Rick, sin embargo este nunca llegó, supuse entonces que estaría ocupado.

Para el final de la tarde la idea de llegar a casa temprano se había esfumado, no había podido hablar con Rick en ningún momento y él tampoco había llamado, suspiré un tanto frustrada, caminé a la salida, me despedí de un par de asistentes que salían al mismo tiempo que yo.

Al llegar a casa, Rick hablaba con alguien por teléfono, caminé en silencio hasta la habitación, el bebé dormía y en cuanto me escuchó, exigió ser sacado de la cuna, lo tomé en mis brazos, besé sus mejillas y salí de nuevo hasta la cocina donde la cena se cocinaba en el horno, Rick me saludó cuando terminó su llamada.

-que tal tu día?.-dijo abriendo la puerta del horno.

-mas o menos, nada nuevo, sigo trabajando en aquello que te conté el otro día.

-aun no terminas?

-no, se ha extendido.

-bien, serviré la cena.

Rick dio un par de vueltas por la cocina, le miré servir los platos, la cena habría sido completamente silenciosa de no ser por las risas que nuestro pequeño provocaba.

Era extraño, estaba siendo algo extraño no tener una conversación distinta, Rick parecía evitar el tema de la cena de aniversario fallida, no había mencionado nada al respecto y yo aunque a lo largo del día tuve la fantasía de poder seguir con lo nuestro al llegar a casa, decidí no comentárselo.

Los días pasaron, recuerdo haber pensado en comprar algún presente tardío para él pero al final me había arrepentido.

Otra semana más pasó en lo era un cómodo silencio, me parecía curioso que Rick no hubiese insistido, después de todo no solo celebraríamos nuestro aniversario sino su cumpleaños, de cualquier manera la fecha había pasado y salvo por lo extraña que yo me sentía nadie había tocado el tema.

Una mañana muy temprano, Rick me sorprendió pero no de la manera que yo hubiese esperado, durante dos días recibió llamadas de un desconocido, al menos para mi, él no me había comentado nada y yo asumí que se trataba de cuestiones de trabajo, claro que yo no estaba equivocada, se trataba del trabajo pero no lo que yo pensaba, luego del desayuno Rick recibió una última llamada a la cual contestó entusiasmado.

-y quien era?.- pregunté sin mirarle, levantando los platos de la mesa.

-recuerdas a aquel amigo mío, el que nos encontramos aquella vez después de mi última invitación?

-invitación?.- dije tratando de recordar.-oh si, tu amigo, no sabía que seguían hablando.

-no, bueno me ha llamado, por que tengo una nueva invitación, después de… aquello, decidieron cancelar las invitaciones, y ahora que todo ha vuelto a la normalidad pues… me ha dicho que quieren que participe de nuevo.

-iras?

-lo he estado pensando, pero quería comentarlo primero contigo, se que ahora estas mas ocupada, yo me encargo de todo aquí y no creí que fuese conveniente pero él ha insistido y…

-quieres ir.

-solo sería un fin de semana, crees que podría ser, le diré a mi madre que te ayude si lo necesitas.

-no, no seria necesario, puedo quedarme en casa, le diré a mi padre que traeré el trabajo y asi no descuidare nada.

-estas segura?

-si, claro, cuando sería?

-la próxima semana.

-oh vaya.

-es difícil?

-no, no para nada, esta bien.

-bien, le llamaré y le diré que si asistiré.

Rick sonrió entusiasmado, hacía mucho que no le veía así, me gustaba verlo así aunque ahora era yo la que se sentía decepcionada, me hubiese gustado pasar un fin de semana tranquilo en casa, el trabajo había disminuido los últimos dias y por fin podría tener tiempo para ambos, con la ayuda de los abuelos, pero ahora Rick se iría y no me atreví a decirle mis planes, no después de haber arruinado los suyos.

Un par de días después, al llegar a casa, lo encontré haciendo su equipaje, un par de camisas, un par de camisetas con el logotipo de la policía, un par de pantalones, calcetines y algunos otros artículos que necesitaría.

Me senté en el sillón, encendí el televisor mientras sostenía al bebé en mis brazos, por alguna extraña razón sentí tristeza, esa mañana había fantaseado con la idea de que me invitase a ir con él, pero él solo había dicho que esperaba volver pronto y que no me preocupara pues estaría bien.

Suspiré de nuevo cuando lo vi salir de la habitación, le miré caminar hacia la cocina.

-Estoy ansioso.-dijo sonriendo.- siento que ha pasado demasiado tiempo desde la última vez.

-lo harás bien. -dije sin mirarle.

-eso espero.

Esa fue nuestra conversación sobre el tema, unos días después desperté al sentir su mano acariciando mi cabeza, se inclinó para besar mis labios, colocó al pequeño a mi lado e hizo un ademán con su mano para despedirse, era viernes por la mañana, no lo vería hasta el lunes por la tarde o quizá la noche, no lo sabía, el prometió llamarme en cuanto llegara y se marchó.

Mis ojos se llenaron de lágrimas, seria un fin de semana interminable.