Estaban en séptimo año y Draco ya no sabía que era lo quería hacer. Había estado enamorado de su mejor amigo desde su segundo año y pese a que intento finjir que nada había cambiado, que sólo era un sentimiento pasajero, todo se fue a la basura cuando este había comenzado a salir con Ginevra Weasley.

Y él estaba feliz, por supuesto que lo estaba. Conocía a la chica y sabía de ante mano que ella también estaba enamorada de Harry, y él los apoyaba, después de todo Harry era su mejor amigo. Era lo que se suponía hacían los amigos ¿No? Aceptar las decisiones que tomaban y apoyarlos.

Pero, no todo podía ser fácil. Al menos nunca había sido para él.

Él no era de hierro, es cierto que no era la persona más sentimental y frágil, no. Había soportado muchas cosas ya en su vida, él no era una flor delicada, pero tampoco estaba hecho de acero.

Había soportado cosas, había guardado silencio por mucho tiempo, había aguantado sus lagrimas y había ocultado sus sentimientos hasta que estos lo destrozaron desde dentro. Había ahogado a su corazón para no mostrar indicios de su amor.

Pero aguantar cinco años de un amor no correspondido, ahogandose intentando controlar sus emociones no lo había ayudado a él.

Había llegado a su habitación muy tarde esa noche, era domingo por lo que haber bebido whisky no había sido la mejor elección. Harry le habia dicho que ya había pasado a la siguiente fase con Ginny, y él había sonreído para luego decirle que habia olvidado hacer algo, antes de huir.

Llegó a la casa de los gritos y empezó a beber del whisky que habia comprado, en su completa soledad. Cuando regreso al castillo se había encerrado en la sala de menesteres para seguir bebiendo y ahí estaba él, , en su habitación recostado en su cama a oscuras mientras reprimia una vez más sus lágrimas más que ebrio.

Esta bien, se repetía. Una y otra vez.

Si, ya había imaginado que esto era lo que iba a pasar, Harry encontraria a una chica y se iba a enamorar de ella, él no la iba a dejar, él la querría en su vida, y entonces ya no habría espacio para él y su amor platónico.

Estaba bien.

Ya lo había aceptado.

ᅳte ves del asco.

Levantó la vista para ver a su mejor amiga parada en el marco de la puerta y sonrio, o eso intento por que todo lo que logró fue hacer una mueca. Ella se acercó a su cama y se sentó a un lado de su cuerpo.

ᅳ¿seguirás fingiendo que estas bien?

Sí, quería contestar pero el nudo en su garganta no le dejó decir nada. Recostó su cabeza contra el regazo de su amiga y esta empezó a acariciarle el cabello.

ᅳya no puedes ocultarlo más, Draco.

Y él lo sabía, jamás pudo hacerlo, pero aún así se había esforzado tanto.

ᅳya no quiero estar enamorado ᅳdijo y ella sólo se dedicó a acariciar su cabello y a escucharlo ᅳquiero arrojar este amor a la basura y estar bien, ya no quiero sentir amor por él, o por nadie. Yo sólo quiero...

Se mordió el labio fuerte reprimiendo sus ganas de llorar, ahogando su corazón una vez más.

ᅳquiero olvidarlo, a él y a todo. Quiero irme lejos y ahogarme en el mar, quiero llorar y gritar. Quiero romper una pared o tirarme desde las alturas desde mi escoba.

Y calló otra vez.

ᅳdebes dejarlo ir, Draco. Sé que no quieres pero eso que sientes te ha estado autodestruyendo desde hace años, has estado sufriendo y ocultando toda tu tristeza que ahora ya no puedes y esta bien. No es necesario que aguantes más ᅳla suave voz de Pansy resonó en la habitación y él no pudo contenerse, y lloró. Por primera vez en cinco año, lo hizo.

Por que había guardado todo su dolor por mucho tiempo, había reprimido sus sentimientos por años y se había obligado a guardar silencio por miedo pero ahora ya no podía. Nunca pudo, pero lo había intentado.

Lo había intentado tanto pero ahora ya no podía, esa noche lloro hasta caer dormido, dejándose llevar por las caricias en su cabello, sintiendo aún mucho dolor, como si su corazón se hubiese roto en miles de pedazos justo en sus manos.

Ya era hora de dejar ir a ese viejo amor y esa persona.

Él iba a estar bien, algún día sin duda lo estaría.