Tumor
No ha pasado más de la hora desde que Sasha se retiró y la dejó con mente tranquila.
Cosa que no le duró mucho en cuanto llegaron sus padres.
Una lágrima pesada recorre su rostro pálido. No está lista para esto, no puede creerlo.
Debe ser mentira, una mala broma.
-¿Qué? - es la única pregunta que sale de su boca.
Su padre sonríe forzadamente mientras su madre toma asiento.
-Un tumor en el pulmón izquierdo, es muy pequeño- le vuelve a explicar el hombre.
- ¿Cáncer...? - pregunta empezando a llorar.
Él borra su sonrisa.
-Es mejor que no nos adelantemos aún... - le responde con voz temblorosa.
-Pero... ¿Y el dolor de... de... ?- no puede continuar pero señala su propia cadera.
-Comentaron que puede ser secuela del tumor- le explicó su madre. -Esperaremos otra cita para saber que debemos hacer. Aún no han dado un veredicto seguro, necesitamos los resultados de las pruebas de hoy.
Su mundo se cae de poco en poco, la poca fortaleza mental que le quedaba se está haciendo polvo.
-Grisha ha sido muy amable y está contactando varios conocidos para que puedan agendar una cita pronto- le informa su madre-. Por lo pronto debemos ser fuertes y ser positivos.
Entre más reprime su llanto, un nudo aún más grande se forma en la garganta de Mikasa. Quiere gritar, correr y abrazar a su padre.
Siente que se le escapa, que pronto desaparecerá. Que el tiempo junto a él no ha sido suficiente.
Odia está sensación de la incertidumbre sobre el estado de su salud.
Aprieta los puños y cierra fuertemente sus ojos.
-Tranquila, Mikasa...- la saca de sus pensamientos su padre-. Es mejor hacerle caso a tu madre y cualquiera que sea el resultados, ser positivos.
Ella asiente y se acerca a abrazarle con delicadeza. Su madre se les une y es ahí cuando de forma tranquila deja correr unas lágrimas en silencio.
Su mente esta en blanco y todo pierde sentido.
No quiere perder a su padre aún, ojalá ese tumor no sea veneno para su cuerpo. No puede imaginarse la vida sin él.
Cuanto no daría para que Levi estuviera con ella.
