Este fic participa en el minirreto de mayo para La Copa de la Casa 20/21 del foro La Noble y Ancestral Casa de los Black
Personajes intercambiados: Remus Lupin y Sirius Black
Mil gracias a Nea Poulain por el beteo
El bosque
Sirius se para en la linde del bosque. Un paso más y no podrá volver, dejando atrás lo que lleva años considerando su casa. Los árboles aun le protegen del viento, pero en cuanto avance, no habrá nada entre él y la tormenta. La soledad no le es ajena, no se ha permitido acercarse a ninguno de los grupúsculos que sabe que habitan en el bosque. Se ha acostumbrado a la indiferencia, pero no cree que pueda hacer lo mismo con el odio.
Los años han pasado y Sirius ha recibido miradas de todo tipo, pero ninguna se le ha grabado en la piel como la última vez que Walburga Black posó sus ojos en él justo antes de echarle de su propia casa. La vergüenza y la repugnancia de esa mirada danzan en las pesadillas de Sirius cada vez que cierra los ojos.
A partir de ahí, no recuerda mucho más; corrió hasta no poder más y durmió acurrucado en cualquier parte durante días. Hasta que escuchó hablar del bosque, de hombres lobo campando a sus anchas —eso era lo que su madre le había dicho que era, aparte de una vergüenza y una bestia—. Por desgracia, no lo alcanzó antes de su primera transformación y, aunque Sirius no recuerda nada más allá del dolor, sabe que fue la primera vez que mató.
Ningún humano se acercaba al bosque, así que Sirius llevaba años sin ver uno hasta que Greyback apareció con esos magos. Sirius los escuchó antes de verlos. Greyback solía andar por el bosque a sus anchas, haciendo el mayor ruido posible. Los magos que lo acompañaban ni siquiera miraron a Sirius cuando pasaron por su lado, pero él los siguió. Había una guerra, o al menos eso dijeron ellos ante el resto, una para la que les pedían apoyo que sería recompensado, de cómo el Señor Oscuro les estaría agradecido.
Sirius ya se iba a girar cuando la vio. La mirada de uno de los magos, el que no hablaba, se clavó en él y fue como si el tiempo retrocediese. En unos segundos escuchó los gritos de su madre y la puerta de su casa cerrándose ante él. Recordó incluso que nevaba a su alrededor y que, a pesar de todo, no sintió nada en ese momento, no pudo reaccionar. El pasado del que creía haberse librado, le golpeó con fuerza y tuvo que contenerse para no salir corriendo en ese mismo instante. Lo hizo unos metros después, cuando estaba solo.
El bosque ha dejado de ser un refugio seguro. Lo ha visto en las expresiones de los otros hombres lobo y en la postura de Greyback, que parecía haber vuelto para quedarse. Sirius se apoya en un árbol para dar el paso y cuando lo hace, todo sigue igual. El mundo no se cae a su alrededor, ni siquiera se detiene. Sigue siendo el mismo sitio que nunca le ha tendido la mano, el bosque solo ha tardado un poco más.
Nota de autora: ¿cómo reaccionarían los Black si alguno de ellos fuese un hombre-lobo? Probablemente muy mal y de esa idea surge este fic. ¿Cómo llegan a morderle a Sirius? Bueno, los Black no son los mejores amigos de los licántropos y no tenían que hacer muchas cosas para enfadarlos. Así que lo siento, he hecho sufrir a Sirius un rato, yo no quería.
Mil gracias por leer.
