Amor de Cristal
Anexo 8
-Max dejaba a Katy con una enfermera, para que la cuidara en lo que el bajaba a desayunar – Tía, condesa creo que aprovechare para hablar con ambas de una buena vez.
-Claro hijo, te escuchamos.
-Bien como el caballero que soy, he decidido que si usted me lo permite condesa reparare mi falta hacia Katy, sé que solo hay una manera así que le pido su mano en matrimonio para casarme con ella.
-Vaya, no esperaba menos de un caballero.
-Solo Condesa requiero de una petición, quiero que el compromiso sea de un año o más, quisiera que Katy no sé, cuando nos casemos ella y yo por lo menos sintamos cariño el uno por el otro, no solo sea la presión del compromiso.
-Me parece muy bien, eso me agrada así pueden conocerse y porque no llegar a enamorarse.
-Bien, espero usted se lo comunique a ella, no quisiera verme como un estúpido frente a ella diciendo que es mi prometida y ella no lo sepa.
-Claro yo me encargo, yo seré quien se lo diga.
-En América-
Candy y William regresaban a Chicago con tremenda noticia, la señora Briter los recibió y la niña, no me digan que no la alcanzaron.
-No mama, el barco ya había zarpado cuando llegamos.
-Pero van a ir por ella, ¡verdad!
-Señora Briter, hemos llegado al acuerdo que se quede una temporada con la Condesa, le hará bien el estar lejos de todo este caos.
-Pero, pero no como así, mi niña tan lejos.
-Mama, mama, hay cosas que debemos arreglar antes de ir por ella y una de esas es ir por el médico para que me revise.
-Como hija ¿estas enferma?. No me había percatado de tu palidez si lo mandare a llamar, creo que debes descansar.
-Y comer, muero de hambre.
-Si mi vida, debes de alimentarte bien mas ahora.
-La señora Briter, no entendía que tenía su hija ya que Candy y William hablaban en clave. – Bueno me van a decir que son esas miradas, porque se supone que deben estar tristes por todo lo que está pasando, pero en su cara solo veo felicidad.
-Bueno señora le diremos, va ser abuela de nuevo.
-La señora Briter, solo los miro a los dos pero no podía hablar, hasta que por fin emitió sonido – En verdad, no me lo esperaba poniendo sus manos a la cara.
-Mama, pensé que te alegraría.
-Claro que me alegra, es solo que la noticia fue inesperada, - acercándose para darle un beso a su hija, muchas felicidades hija, de verdad que me alegra te imaginas un bebe pensé que los bebes que vería pronto serían los de Katy.
-Mama, mejor di que es lo que te molesta, déjate de cosas.
-Bien, sabes bien que me molesta que mi nieta este con esa mujer, ya lo dije.
-Señora, sabemos su sentir pero por el momento no podemos viajar, ella estará bien lo que necesita es estar lejos y olvidar, mi pobre hija le toco la peor parte, así que créame que aun a mi pesar de saber lejos a mi hija, me reconforta que no está sola. En cuanto el medico nos indique que Candy puede viajar iremos por ella, espero y nos acompañe.
-Por supuesto que iré, no me gusta que esa mujer este cerca de mi nieta, creo que ya llego el medico lo hare pasar.
-El medico reviso a Candy y le indico que por el momento en los próximos meses no podría viajar, así que lo mejor era que se quedara en Chicago hasta su alumbramiento, por su edad y por un poco de sangrado que tenía, por el ajetreo de los últimos días no era conveniente.
-Bien doctor yo cuidare a mi esposa, si no podemos viajar no lo haremos.
-Vemos cómo va pasando los meses, pero por el momento es lo mejor.
-George, busco a William para ver la manera de recuperar algo de lo perdido- William, acabo de mandar un par de misivas a unos amigos en Brasil, al parecer el joven Vladimir después de que salió del hospital viajo a ese país, no sé porque no se lo comunicó a sus padres, pero al parecer él estuvo un tiempo allá, así que no me cuadran las fechas de su muerte.
-Me estas queriendo decir, que quizás ese muchacho este vivo.
-Vivito y coleando, si es así como espero y creo no equivocarme, al parecer Vladimir viajo a Brasil ahí se quedó un buen tiempo, solo necesito que me lo confirmen.
-Si es así, George te tocara ir por él y lo traes aunque sea a arrastras, pero una cosa si es segura a los Brawn los voy hacer que se arrepientan de haber lastimado a mi hija, si es necesario me cobrare de la misma manera que ellos lo hicieron conmigo.
-Anthony, en la casa de juegos en Chicago– sírvame otra, vamos y tráigame una de sus chicas que sea rubia y de ojos verdes, como ella.
-Si querido, yo te puedo hacer compañía.
-No, tú no eres como ella.
-¿Cómo quién? querido
-Como ella, como la mujer a la que debo odiar, pero en vez de eso la amo, muy a mi pesar la amo, aunque no quisiera hacerlo.
-La madan que estaba a cargo, - cielo no hay ninguna joven como la que pides, pero podemos ir a la mesa de juegos, anda vamos acompáñame.
-Anthony, comenzó a jugar casi la mayoría de las manos las ganaba una tras otra, muchos dejaron de jugar ya que su suerte era mucha.
-Vaya querido, estas de mucha suerte has estado ganando todas las partidas, por ahí dicen que afortunado en el juego, desafortunado en el amor.
-Pues sí, así dicen y tal vez sea cierto – levantándose para irse, en cuanto llego a su casa, Ambert lo esperaba despierta.
-Anthony, amor pero mira como vienes últimamente llegas a esta hora y de esa manera.
-Ambert, ahora no quiero hablar contigo de verdad que no lo deseo.
-Anthony, dime la verdad tu estas así por esa chiquilla, desde que se fue estas irreconocible mírate hasta la barba te has dejado, todo el tiempo estas ebrio y ni que decir que ya no vas a buscarme.
-Quizás ya me aburrí de ti, no has pensado en eso que quizás ya me sacie de ti y ya no te deseo como antes, quizás nunca te amé como creí y solo te use como hago con todo.
-Ambert, solo lloraba por todo lo que Anthony le decía - ¿Cómo puedes decir eso? Sabes que te amo, si vine hasta aquí contigo fue por amor a ti.
-A quien quieres engañar, tu viniste con la esperanza de que me casara contigo si lograbas atraparme, ya que no buscabas más que mi posición y dinero, no te importaba inclusive que yo me casara con otra, sino que lo único que te importaba era el dinero ¿no es así?.
-No, si aguantaba toda esa situación era por ti, solo por amor a ti
-Jjajaajajajjaj amor a mí, la única persona que creí que me amo, me dejo plantado en el altar, ni siquiera sé si me amo realmente y mira al parecer no fue así ya que me dejo ahí esperándola.
-Te enamoraste de ella, eso es lo que paso jajajajjajaaj, no sabes cómo me alegró y sabes porque me alegro, porque sentirás en carne propia lo que yo ahora estoy sintiendo, sabrás lo que es la verdadera desesperación el saber que la persona que amas, jamás será para ti. Katy no era santo de mi devoción, pero me alegro que no cayó en la trampa a la que ustedes la querían someter, porque ella no tenía culpa de nada, querían cobrarse la muerte de tu hermano y padre con ella, pero sabes que fue lo suficiente inteligente como saber que tú eres un mediocre, que está pegado a las faldas de su madre.
Que ella, supo que no debía estar con un tipo tan nefasto como tú, que la por un lado la ama y que por el otro la desprecia, que ibas hacer amarla detrás de la puerta y frente a tu madre tratarla tan mal para que creyera que la odiabas, eres patético.
-Cállate, no te permito que digas más.
-No, exacto no me permites, tan es así que mañana mismo me iré y no necesito de un pasaje de clase baja, ya que tengo el dinero suficiente para irme en primera clase, pero una cosa si te diré, me alegro que estés sumido en tu miseria porque no creo que puedas salir de ahí.
Anthony, solo se fue a su habitación, sabía que todo lo que Amber le dijo era cierto, él era un mediocre que se escondía debajo de las naguas de su madre, se había dejado llevar por una venganza que ni siquiera el, creía que hubiera saciado con lo que habían hecho. Ni siquiera sabía, que tanto se habían llenado haciendo daño a una muchacha como Katy, más aun que fue lo que hizo que Katy, solo se fuera así huyendo, que acaso ella supo de sus planes.
Por lo que había investigado, ella se había ido a Inglaterra que estaba con una parienta lejana, que había viajado en compañía de su nana y que la persona que la llevo a Nueva York había sido Michael, pero ya le cobraría a él ese hecho, porque precisamente él fue quien la se la llevo.
Solo se recostó y se quedó pensando en Katy, en esos ojos de gato que lo enamoraron, como paso ni el mismo lo sabía solo sucedió, por más que no quiso sentir amor por ella, tal parecía que era como si hubiera estado hechizado ante esa mujer a la que debía odiar con todas sus fuerzas, pero la inocencia que ella exteriorizaba era algo que desde que la conoció amo más que nada en el mundo. Pero ahora, todo estaba perdido ella jamás lo perdonaría, ella jamás regresaría para estar con él, ella ya no le iba a pertenecer y odiaba en el momento en el que fue empujado para que él se sometiera a las exigencias de su madre.
Venganza, venganza, venganza, ¿para qué? si con eso ya no iba a revivir ni a su hermano ni a su padre, como le dijo Amber ella no tenía culpa de nada, pero ahora el seria el que tendría que llevar las consecuencias y eso era amarla por siempre, sin tener la mínima posibilidad de poder estar con ella.
En Inglaterra.-
Katy, despertaba por la tarde muy desorientada – donde… donde… ¿Dónde estoy? Maximiliano que se había quedado cuidándola estaba leyendo cuando ella despertó.
-Sssshhhh tranquila estas en mi casa, me recuerdas Max Duque de Blear.
-Sí, pero que hago aquí en tu casa.
-Bueno te salve de no morir sola en el frio bosque, así que me debes la vida y créeme que yo cobro muy bien los favores que hago. -Katy, trato de levantarse – no ¿Qué haces? Estas muy débil debes quedarte acostada, anda iré avisar que despertaste sobre todo a la condesa que estaba hasta histérica de que no despertabas. – Max, salió dejando su libro que estaba leyendo en el pequeño mueble junto a la cama, Katy lo vio y observo de qué se trataba, era un libro de poemas el cual estaba subrayado en algunas hojas, dejándolo de nuevo en su lugar.
Max, bajo por las escaleras para ir al pequeño salón donde se encontraban la condesa así como su tía – señoras, la princesa acaba de despertar.
-Hay de verdad Max, voy a ir a verla.
-Si suba, tía pida la comida para que se la suban para que comience su alimentación.
-Sí, enseguida lo pido – sonando una pequeña campanita – la señora Elroy, no se le escapaba el brillo de los ojos de su sobrino al hablar de Katy – sobrino, he hablado con la condesa sobre pasar una temporada en la casa que tenemos a las afueras de Londres, sabes para apagar un poco las habladurías sobre lo que paso en la fiesta. No sé, si estés de acuerdo ya que si nos quedamos, la sociedad van a presionar para que se comprometan de inmediato y pongan fecha a la boda, por lo que tu dijiste esperas un compromiso – hmm, hmm, carraspeando – un compromiso, un poco largo.
-Si así es, no quiero casarme de inmediato, quisiera conocer a la persona con la que me voy a casar, no se dime un romántico pero quizás que se enamore de mí, ¿Por qué no?
-Vaya, eso sí me sorprende mira tú mi sobrino el libertino, que salta de cama en cama ahora me habla de amor.
-No fuiste tú, la que dijiste que dejara el pasado y comenzara a vivir de nuevo, bueno porque no intentarlo si de todas maneras ya estoy comprometido no es así, pues bien, por lo menos quiero conocer a mi prometida, saber que le gusta y que no, que no se vea que me caso por obligación sino que sea por amor.
-Vaya eso sí que es nuevo, está bien lo tomare como una iniciativa de tu parte a que estas madurando, eso me alegra – levantándose, para darle un beso a la mejilla – sabes, que lo que más quiero en esta vida es que seas feliz.
-Max, toma la mano de su tía en sus manos y la besa – solo espero que suceda. – sonriendo.
-Bien, mandare arreglar la casa para irnos la próxima semana.
-Solo asegúrate que ella pueda viajar, no me gustaría que el viaje que debería mejorar su ánimo la debilite, no quiero quedar viudo antes de tiempo.
-Hay sobrino ahora si me dejaste pasmada, pediré que la vea el medico antes de irnos.
La condesa en el cuarto de Katy…
-¿Cómo estas mi amor?, dime cómo te sientes.
-Un poco mareada.
- Nos dijo el médico, que estas muy débil así que a partir de hoy deberás alimentarte bien como es, yo misma verificare que te alimentes como es debido y otra cosa Katy, se acabaron las escapadas en la mañana, que hoy si no fuera por Max quien sabe que te hubiera ocurrido, solo en el bosque desmayada. No hija, casi me muero del susto tú la verdad que quieres matarme, es una tras otra ya no hija, dame un respiro.
-Katy, solo se abrazó a sí misma y comenzó a llorar – snif, snif, snif, lo siento mucho abuelita, de verdad tratare de ser buena niña, es solo que me siento sola aquí sin mis padres que no encuentro la manera de llenar ese vacío.
-La condesa, al escucharla se le acelero el corazón – ya mi niña no llores, sé que debo ser más comprensiva pero es que, tu eres como un potro sin domar que solo no puedo entender algunas cosas que tú haces, solo te debo tener paciencia – abrazándola- ya deja de llorar.
-Abuela…
-Si, dime hija.
-Ya nos podremos ir de esta casa.
-No, tu medico nos indicó que descansaras así que no podremos irnos hasta que te recuperes, así que voy por tu – tocan a la puerta.
-Perdón, le traje la comida para la señorita.
-Oh que bien, apenas si iba ir por su comida.
-Todos estamos preocupados por la señorita, deseamos que se mejore pronto.
-Muchas gracias – viendo como salía de aquella habitación – bien hija, es hora de comer y no te vas a negar vamos yo misma te daré de comer. – después de un rato.
-Ya abuela, ya con lo que comí es más que suficiente no puedo con más.
-No mira casi dejaste la mitad de todo, anda un poco más.
-No, es que de verdad ya no me cabe nada.
-Katy, deberás comer bien si es que quieres salir de esa cama para irnos, ya que el medico pidió que anotáramos todo lo que estas comiendo y a qué horas, así que por favor solo un poco más.
-Está bien, solo un poquito más.
A los siguientes días, ya les informaban que saldrían de viaje fuera de Londres.
-Abuela ya nos iremos de aquí, siiii – aplaudiendo.
-Sí, bueno si, nos iremos de aquí pero lo haremos para irnos a una casa a las afuera de aquí, para que descanses y tu salud mejore.
-Pero ya me siento bien, no es necesario hacer ese viaje yo estoy muy recuperada ya no siento mareos y estoy comiendo bien, tú lo has visto.
-La condesa, con una mirada un poco nerviosa – si, lo que pasa es que el medico dijo que era para que tu estado anímico mejore, así que hija ya mande a pedir tus maletas no vamos mañana.
-Está bien, con un puchero.
Maximiliano, llevaba días sin subir a ver a Katy, estaba arreglando unas cosas de su ducado, para poder viajar sin problemas, el ministro había ido a buscar a la condesa un par de días antes para saber cuál era la situación, con respecto a su nieta y al duque, llevándose la sorpresa que el duque ya había pedido su mano en matrimonio. El ministro no estaba contento ante ese hecho, pero por lo menos ya le había fastidiado la vida.
La que no estaba muy contenta era su mujer que cuando se enteró de que su amante ya había sido comprometido con aquella chica de la fiesta, hizo una rabieta que le produjo de nuevo unos vómitos y diarrea de nueva cuenta.
El viaje iniciaba, un carruaje con maletas completamente lleno, otro donde viajaba la condesa y Katy, otro donde viajaban las doncellas así como servidumbre de la más alta confianza, entre ellas Sandra la nana de Katy que era ajena a todo lo que la condesa planeaba con la señora Elroy, acerca del futuro matrimonio que ellas tenían previsto, en otro carruaje iba Maximiliano, así como su tía, como una guardia que el mismo Maximiliano pidió para su protección.
Katy, pensaba que solo viajarían ella y su abuela, ya que no le permitieron ver cuando todo los carruajes salían de la propiedad y como el cortejo era tan largo, que no se veía quien venía en los carruajes, solo se detenían para hacer sus necesidades, sin detenerse hasta llegar al lugar.
Toda la servidumbre estaba en la entrada para recibirlos, así como el mayordomo y la ama de llaves.
-Señor, sea bienvenido a la casa Bleirk.
-Supongo que todas las habitaciones están como las pedí.
-Por supuesto señor, tal como ordeno.
-Bien, en cuanto entren mis invitadas por favor atiéndalas como si esta fuera su casa y sobre todo a mi prometida, que le den lo que desee.
-Prometida, dijo señor.
-Si así es, mi prometida espero que la traten como lo que es.
-Por supuesto, pierda cuidado que haremos que su estancia aquí sea la mejor de todas.
-La condesa, entraban junto con la señora Elroy que de inmediato busco a la ama de llaves para que las atendieran. – Flor, por favor lleven a nuestras invitas a sus habitaciones, para que descansen.
-Sí, señora.
-Supongo que vienen molidas del viaje al igual que yo, pero suban a descansar yo veré que todo esté en orden.
-Katy, estaba maravillada con aquella casa tan lujosa pero sobre todo que tenía un toque muy antiguo, en América casi la mayoría de las casas eran nuevas y eran muy pocas las casa que tenían ese toque tan peculiar, los cuadros, los candelabros, la escalera así como las puertas de madera, ni que decir de la decoración tan antigua tal parecía que la casa era de varios siglos atrás, realmente hermosa. – Abuela, esta casa es hermosa.
-Si hija, esta casa se la regalaron los Tudors a los Bleirk, así que ya te imaginaras cuantos siglos de antigüedad tiene la propiedad.
-Vaya, eso es asombroso yo he leído la historia de los Tudors, es asombrosa, pero nunca imagine pararme en una propiedad que ellos hayan cedido.
-Y no solo está, hay más propiedades que han sido un regalo de varios reyes hacia mi familia – hablaba Maximiliano, al entrar aquel salón donde se encontraban – damas, espero que su estancia aquí sea de su agrado.
-Katy, casi se desmaya nunca espero que el Max fuera ir con ellas a ese viaje, estaba en shock al verlo de todas las personas del mundo a quien menos espero ver era a Maximiliano Bleirk.
-Gracias Max, en verdad es un honor venir a una de tus casas como tus invitadas.
-El placer es todo mío condesa, pero pasen para que descansen nos vemos en la cena cerrándole un ojo a Katy.
-Katy, ante eso, solo cerro los ojos para respirar – pensando – Este que mosca le pico, mira que guiñarme el ojo, que se cree que soy una más de sus conquista, pues no. – vamos abuela, necesito un baño.
-Si hija, subamos.
Katy, estaba en su recamara cuando Sandra su nana, llego ayudarle – vamos niña, ya le traigo el agua para que se bañe, tal parecía que nos esperaban ya que todo lo que pedí me lo dan de inmediato, dicen que el baño ya está arreglado.
Katy, observaba la propiedad desde su ventana, cuando observo que Max salía con algunos guardias en sus caballos, -pensando – en que momento acepto ir a ese lugar, Max en cuanto avanzaba en su caballo, solo poso sus ojos en aquella ventana, como si supiera que lo estaban mirando.
La hora de la cena se dio a la hora indicada, la condesa junto con Katy bajaban ya la señora Elroy así como Max las esperaban para iniciar la cena. Muy guapo y gallardo con su pelo negro muy bien peinado y sus ojos azules verdosos penetrándola, Katy sintió unos pequeños calambres en el estómago cuando lo miro, no se había percatado de lo bien mozo que era, pero ella la realidad es que no tenía ganas de sentir nada por nadie, mucho menos en la situación en la que ella se encontraba. Ella, había decidido cerrarse a cualquier posibilidad de volverse a enamorar, pensaba que quizás era su destino el amor y la devoción que sentían sus padres no lo encontraría ella, estaba decidido se quedaría sola.
En el comedor, iniciaba la conversación la señora Elroy.
-Espero que la propiedad sea de su agrado, dispusimos todo para que sea muy cómoda recuerdo muy bien que el doctor dijo que debías descansar y el aire fresco de aquí, te hará bien Katy.
-Muchas gracias por preocuparse por mí, espero que así sea.
-Lo será, nuestra estancia en este lugar te hará tanto bien mi amor y quien mejor para que te lleve a conocer la propiedad que Max.
-Max estaba tan sumergido en sus pensamientos, hasta que escucho su nombre – Eh, si me decía condesa.
-Que tú deberías ser el que lleve a Katy, a conocer la propiedad.
-Oh si claro, le parece señorita que el paseo sea mañana en la mañana después de desayunar.
-Hmm no se la verdad, acabamos de llegar y no sé si…
-Vamos querida ve con Maximiliano, créeme este lugar es fabuloso, yo tiene años que no venía pero de lo que recuerdo es que es precioso el lugar.
-Condesa, usted también está invitada.
-Oh no querido, yo si estoy muy cansada a demás quede con la señora Elroy de ir al pueblo hacer unas compras, ya sabes cosas que necesitaremos.
-Bien Katy, después de desayunar vamos de paseo.
-Katy, ante esa invitación ya no pudo negarse – está bien y gracias.
Al término de la cena continuo, hablando de trivialidades y otras cosas, al terminar todos subieron a sus habitaciones, - vamos niña debes descansar, mañana debe levantarse muy temprano para ir de paseo, eso le hará bien a su salud, ya se fijó que el joven Maximiliano es muy guapo.
-¡Nana! a que viene ese comentario.
-No pues, solo digo lo que veo, es muy guapo con esos ojos azules que no se escapan a los ojos de nadie, a veces los veo verdes y con la luz se le ven más azules.
-Hay nana, tal perece que te enamoraste de Max.
-Hay no niña, yo a mi edad ya no estoy para eso pero usted si podría, digo aún no tiene compromiso se imagina, usted casada con un duque.
-Nana, por favor no sigas, yo no, no… pienso que eso llegue a suceder, ya nadie se querrá casar conmigo después del escándalo que provoque, solo espero que mis padres logren tolerar todo aquello.
-En su carta, dice que ellos están conscientes de lo que paso y que no están enojados con usted, no sé, porque se niega abrir su corazón, debería hacerlo con Antho…
-No lo nombres por favor, simplemente no quiero recordar lo que paso de verdad, que no quiero ni siquiera pronunciar su nombre.
-Vamos niña, descanse que mañana será otro día y además el joven Max no es aquel que usted dejo plantado, este se ve que es cosa aparte.
-Si cosa aparte de mujeriego, si la noche que estaba en las caballerizas se iba a ver con una mujer, solo que para mí desgracia con la que se encontró fue conmigo.
-Ha ahí está, no se encontró con esa mujer, vamos niña debe darse una oportunidad de conocer otro tipo de gente, digo porque no darle la oportunidad al joven Max conózcalo.
-Katy, solo hizo el ademan para que se retirara y saliera de la habitación.
-Si ya me voy no me corra, yo y mi bocota, solo le estaba haciendo una sugerencia digo que malo puede ser querer que sea feliz.
-En América-
Candy, estaba en su casa ansiosa le escribía a su hija casi a diario, mas con la buena nueva que tenía por contarle, ya que se iba a sorprender tener un nuevo hermano a la edad de ella, aunque Candy sentía un poco de pena, sabía que su hija a esas alturas la iba a entender, además le contaba que por el momento no podían viajar por el riesgo de su embarazo, pero en cuanto pudieran hacerlo irían para poder estar con ella.
William, junto con George estaban enfrascados en buscar pruebas de que Vladimir Brown no había muerto en aquel lugar, pidiendo los registros del hospital y checando todo absolutamente todo sobre se paradero, que lo último reporte recibido era que él se había quedado a vivir en Brasil, en un par de días George personalmente viajaría a ese país, para traerlo ante su familia.
Nancy, se quedaría en casa de los Briter para apoyar a Candy en su embarazo ya que se estaba tornando muy pesado.
-Hay señora, en verdad que no sé cómo se le ocurrió dejar de tomar él te si usted y su esposo aun, bueno usted sabe.
-Hay Nancy, llámame Candy que ya no eres mi sirvienta eres mi amiga y pues yo pensé, que ya faltaba poco para que me sucediera lo que a mi madre, así que pensé que ya no lo necesitaría, pero dentro de todo estoy feliz te imaginas un bebe después de tanto tiempo, hay me da emoción que ya quisiera tenerlo en mis brazos.
-Aún recuerdo cuando tuvo a sus dos primeros hijos, hay ya hace tanto de eso y ahora volverá a tener uno más, si debe emocionarse y estar feliz.
-Si a pesar de las circunstancias, en que llego en medio del caos siento que esto es un hilo de esperanza que todo va a estar bien, ya William está buscando la forma de recuperar las propiedades, por lo menos las más emblemáticas, las demás no importan. Lo que me tiene un poco pensativa es que mi Katy, debe estar sufriendo pero yo no puedo hacer nada más que esperar a que el tiempo cumpla con su trabajo y ese es olvidar.
-Así es, aún recuerdo cuando usted llego a la hacienda con el patrón todo un gato salvaje, que no podía ni mirar al patrón porque lo arañaba.
-Jajajjaajajja sí que tonta, pensar que estaba con el amor de mi vida y mírame ahora hasta le voy a dar su tercer hijo.
-Si así es señora, digo Candy – tocando su pancita, solo debe estar tranquila para que él bebe nazca sano y bien, deje que las cosas se calmen que el tiempo acomoda todo.
En la casa Brown…
-Hijo es la tercera noche que llegas en ese estado, me vas a decir que la ausencia de Amber es lo que te tiene así, ¿es eso?.
-Jjajajajajjaj ojala fuera ella madre, pero no es así – echándose en uno de los muebles – no es ella por lo que estoy así, me duele el alma y el corazón madre.
-Tú, me estás diciendo que estas así por esa chiquilla, tanto te dolió que te dejara plantado.
-Sí, me dolió en el alma que me dejara, que huyera sé que no me habría atrevido hacerle daño, llegado el momento no la hubiese entregado, ella iba a ser mía y aunque no quisieras yo la habría protegido, porque iba ser mi esposa, mía solo mía.
-No digas estupideces Anthony, ella no, tú no puedes amarla, no debes.
-Jajajajjajajaja nosotros queriéndonos vengar de su familia y la realidad que es ella la que se vengó de nosotros, eso es lo que más risa me da jajajjajajajaj mírame ahora en la piltrafa humana en lo que me he convertido, soy un desastre.
-Sabes qué hijo, creo que es hora de irnos de aquí ya cumplimos con tu padre y tu hermano, nos cobramos aunque sea con dinero, no es como yo hubiera querido pero al menos no me iré con las manos vacías, creo que arreglare todo para vender las propiedades e irnos de nuevo a Inglaterra.
-¡irnos! donde quiera que vaya la veré, ya que la veo hasta en sueños, la miro con su rostro angelical y me duele el corazón, me duele que no esté conmigo, que no esté junto a mí, me duele el alma, me duele el corazón mi hermano y mi padre murieron pero sabes madre yo estoy muerto en vida.
-Anthony, hijo tu no.
-Si madre estoy locamente enamorado de Katy, que solo no puedo olvidarla.
Hola chicas, aquí con un nuevo capítulo de esta apasionante historia, como ven a Maximiliano ya dice que Katy, es su prometida y ella aun no lo sabe ¿Qué hará ella al saberlo? ¿creen que Maximiliano podría dejar de ser mujeriego para estar solo con Katy? Déjame tus comentarios, así darme una idea si te está gustando mi historia.
Hago un reconocimiento especial a mi amiga Beatrice Andrew ya que parte de los personajes de los personajes en su forma de dirigirse son inspirados por ella, muchas gracias por tu ayuda, realmente aprecio las tardes que charlamos sobre la historia, así que honor a quien honor merece.
Las espero en el próximo capítulo ya saben por la XEW, Radio.
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