Amor de Cristal

Anexo 9

Katy despertaba temprano y se vestía, para dar ese paseo que un día antes casi la comprometieron para ir, ya Max estaba gallardamente vestido para salir, los caballos estaban listos en las caballerizas para salir, así como una canasta para picnic.

-Buenos días, Katy poniéndose los guantes.

-Buenos días, espero que este lista, es mejor salir antes de que salga el sol para no quemarnos.

-Sí, solo me pondré mi sombrero.

- Max - dándole el brazo para salir de la casa, para buscar los caballos.

-Katy, se subía en uno y Max en el otro, vamos más adelante hay un sendero donde lleva a un bosque y hay un rio cerca, te va a gustar mucho el lugar.

-Katy, ni siquiera contestaba nada, solo asentaba con la cabeza para iniciar el paseo, como dijo Max había un bosque y un rio que era espectacular, al llegar bajaron los caballos para que tomaran agua y pastaran.

-Max, puso una manta debajo de un árbol y saco una naranja la cual comenzó a pelar – dígame señorita Katy, en américa era así de callada.

-Hmm no tanto, solo que no lo conozco y no sé de qué platicar con usted.

-Bueno, podríamos empezar con me gusta.

-Perdón.

-Si ¿Qué le gusta? Aparte de montar a caballo, digo eso lo sé por la condesa, pero lejos de eso no sé nada de usted, me gustaría conocerla.

-A mí, conocerme a mi ¿Por qué usted querría conocerme?

-Bueno porque no, digo es nieta de una amiga de mi familia, que no me parece descabellado que me interese en usted.

-No hay nada interesante que contar de hecho, solo soy una mujer como cualquier otra.

-Le parece que una mujer, que sale casi al amanecer a cabalgar es como cualquier otra, que no sabe que es sumamente peligroso andar sola en una propiedad ajena.

-Katy, hacia su boca en una forma de o estaba siendo reprendida por aquel joven, pero ¿Qué se creía? Como se atreve a reprenderme,- usted no es nadie, para decirme que hacer y qué no.- Apuntándolo con el dedo.

-Lo hago porque es nieta de la condesa, pero es cierto no tiene por qué importarme, aun así lo hago porque de verdad que si lo sigue haciendo, se va a meter en muchos problemas, más de los que ya está.

-¡Que deje de regañarme! No sé, en que momento deje convérseme de venir con usted, así que es mejor que se vaya.

-Me vaya ¿A dónde?, si esta es mi propiedad por si no lo recordaba.

-Bien, entonces la que se va soy yo.

-Pues váyase, es más para lo que a mí me importa lo que le pase – aventando la naranja que tenía en la mano.- pues váyase solo no se meta al agua para jalar el caballo, el rio esta crecido – pero Katy, emprendió la huida sin hacerle caso – ahhh para que gasto saliva, si ella ya ni me escucha.

-Katy, en un arrebato fue por su caballo, pero al hacerlo se metió al rio el cual estaba un poco crecido y el caballo, al sentirse jalado solo relincho enojándola al agua.

-Hayyyyyyyyyy entrando al agua.

-Max, estaba con las manos en la cintura –pensado – saldrá en cualquier momento, además no es tu problema, deja de meterte en sus asuntos.

-Auxilia, me ahogo.

-No la escuches Max, ella puede con eso y más.

-Auch, auch, me ahogo.

-Max volteo y miro que Katy, era arrastrada por la corriente del agua – ¡Dios mío Katy! – aventándose al rio para nadar y poder sacarla, en un chiflido su caballo de inmediato se acercó a la orilla, este dándole la correa para que se pudiera sostener- vamos cuervo jálanos – el caballo obediente, los empezó a sacar hasta que estuvieron en la orilla.

Pero Katy, no despertaba así que Max ni lo pensó solo tomo sus labios para poder hacerla respirar dándole de su aire,- vamos Katy, despierta que no ve que no quiero enviudar antes de tiempo, apenas si estaba pensando muy seriamente en dejar mi libertinaje por ti y tú te vas a morir – posando de nuevo sus labios, en los de ella – hasta que ella comenzó a toser.

-cof, cof, cof – tomando aire por si sola – casi, casi me ahogo.

-Si por un pelín y lo haces, te dije pero no escuchas solo haces las cosas porque se te da la gana, no mides el peligro. – mirándola a los ojos en esa posición, en la que él estaba sobre de ella, era como si el verde de ambos se fundieran en uno mismo. Max, no perdió la oportunidad para posar su mano sobre su mejilla con el dorso de su mano acunándola.

-Yo, yo, no quise es que yo, solo iba ir por el caballo pero no me fije que estaba muy hondo, pero al sentir a Max demasiado cerca solo lo empujo.

-Ya estás bien, solo eso importa ahora estamos muy empapados y si regresamos así nos podemos enfermar, debemos quitarnos la ropa mojada y secarla antes de regresar.

-Pero que se piensa, que yo me desnudare frente a usted.

-No pretendía eso, lo que si es que cerca hay una cabaña, anda vamos ahí podemos encontrar la manera de secarnos, además ya me dio frio el agua estaba helada.

-Katy, no le quedo más que seguirlo por donde Max caminaba, a lo lejos diviso que estaba una cabaña rustica, en cuanto llegaron amarraron los caballos.

-Vamos, ayúdame a traer leña para prender la chimenea, lo bueno que trajimos comida con eso será suficiente para poder mantenernos calientes, Katy hizo caso a lo que Max le decía pero comenzó a reprocharle.

-Creo que lo que debemos hacer es regresar, eso sería lo que yo haría.

-No, estamos muy lejos, el aire arriba de los caballos, con la ropa mojada podría darnos hasta pulmonía, no lo que debemos hacer es secarnos y ya después, regresar. – Comenzando a prender la chimenea – listo ya está, mira aquí esta una cobija anda ahí está la cocina, cámbiate para poner la ropa a secar.

-¡Está loco!, yo no me voy a quitar la ropa.

-Pues lo harás si es que no quieres enfermarte, Katy créeme que no me voy a provechar pero si te quedas con esa ropa mojada es muy seguro que te vas a resfriar.

-Está bien, me la quitare pero lo quiero lejos de ti, ¡escucho!.

-Hay no te preocupes, que si yo quiero estar con una mujer solo basta con que las mire para que me den lugar en su cama, así que no me interesa una chica toda escuálida como usted.

-Grosero.

-¿Qué? es la verdad, mírese hasta parece que nunca la han besado.

-Katy, ante eso solo se le llenaron los ojos de lágrimas y corrió hacia la cocina, llorando por lo que acababa de escuchar.

-Max, solo se quedó en shock ante aquella reacción - ¿Qué? ahora que dije- hay no ahí vamos de nuevo, otra vez está enojada.

-Max, se quitó toda la ropa y busco una sábana que había en aquella cabaña, no era ajena de hecho era del cuidador, solo que solo la ocupaba en invierno, así que estaba dotada de cobijas, trastes y una cama donde dormía. Acomodo la ropa en un lasito cerca de la chimenea, salió a buscar la canasta donde traían la comida, tocando la puerta de la cocina – ya te quitaste la ropa, anda para que la pongas a secar sino no vamos a poder irnos.

-Katy, estaba como león enjaulado caminaba de un lado para otro, sin decidirse si se quitaba la ropa o no, hasta que comenzó a – achw, achw comenzando a quitar la ropa para quedarse solo en una bata que llevaba debajo del vestido, se enredó en la cobija para salir muy seria – ya, tal pareciera que tiene interés en que me desvista.

- No para nada, solo quiero una tazón para poner el té y calentar la comida que trajimos, con la sabana enrollada en su cintura, dejando el pecho descubierto. Cosa que Katy no dejaba de mirar, ya que los pectorales de Max estaban muy bien definidos, solo trataba de mirar para otro lado, solo sentía un revoloteo en el estómago muy similar al que había sentido anteriormente, solo que no hizo caso solo puso la ropa donde estaba la de Max y se sentó cerca del fuego.

-Achw, achw – Max, venia de la cocina con dos pocillos, uno donde estaba la comida y el otro donde puso agua para te estaba para ponerlos sobre el fuego, en cuanto escucho que Katy estaba estornudando se acercó para poner la mano en su frente, pero Katy al ver que se le acercaba – no, ¿qué hace? aléjese.

-Vamos Katy, no te hare nada solo quiero ver si no tienes fiebre estas muy roja, solo espero que la ropa se seque muy rápido para que podamos irnos. – Poniendo la mano en la frente de Katy – creo que le quiere dar fiebre.

-¡Crees! solo siento un poco de frio.

-En cuanto esté él te, debe tomarlo eso le hará que entre en calor.

-Katy, después de que se tomó él te y un poco de la comida que llevaba, decidió que quería dormir, así que se acomodó en la cama enrollada en la cobija hasta quedarse dormida, pasaba casi el medio día así que Max solo salió a recoger más leña, como que intuía que la necesitarían, cuando de repente vio que unas nubes se acercaban, así que se apresuró en la tarea y regreso, cuando lo hizo observo que Katy, estaba delirando.

-No Anthony, no me hagas daño, nooooo.

-Por dios Katy, que tienes sintiendo que estaba ardiendo en fiebre – hay que hago - solo fue hasta el rio de nuevo a traer agua helada, con el cual con un pedazo de sabana le ponía en la frente para poder bajar la fiebre. Katy, seguía pronunciando aquel nombre con mucha ansiedad, pero ¿Quién era Anthony? Al parecer era alguien importante y no solo eso, sino que algo le había hecho a Katy, que se veía afectada cada que lo pronunciaba.

-Vamos Katy, reacciona poniendo los paños fríos, cuando de repente los relámpagos y los truenos comenzaron a escucharse, aunque hubieran querido salir de la cabaña para irse simplemente no hubieran podido hacerlo. Max, se dedicó a cuidar a Katy toda la tarde escuchando que no paraba de llover, hasta que el mismo se quedó dormido a un lado de ella.

En la noche Max despertó y se percató que Katy, ya le había bajado la fiebre pero no quiso despertarla para que descansara, así que solo se levantó para poner más leña en la chimenea y calentó algo para cenar, así como un poco de té, ya su camisa se había secado así que se la puso, se sentía un poco de frio por la lluvia, solo miro a Katy que había dejado de delirar solo escucho entre sollozos – tengo mucho frio. – Si bonita en un momento te daré calor – solo se acostó a su lado, para albergarla en sus brazos y esta recibiera el calor de su cuerpo, era la manera más rápida de que un cuerpo entrara en calor, sin pensar en ser presuntuoso o hacerlo de manera lasciva, sino al contrario era una manera protectora, ella como si lo supiera solo se abrazó a él, quedándose profundamente dormidos.

Al siguiente día, muy temprano en la mañana un par de mujeres, así como uno mozos los miraban hasta que despertaron Katy, al ver a su abuela y en la situación que se encontraba solo se tapó, ya que solo estaba con la bata que llevaba debajo de su vestido y Max, estaba con la camisa abierta.

-Abuela yo, yo, yo.

-Max despertaba al escuchar los gritos y lo primero que vio fue a su tía, con una mirada de querer asesinarlo – vaya hasta que despiertan, todo pensamos menos que los encontraríamos en esta situación.

-Katy, levántate para que te cambies, esta vez ya cruzaste todas las rayas permitas por la sociedad, no hay nada que yo pueda hacer para ayudarte y lo peor es que, muchos de los empleados se dieron cuenta de cómo ustedes compartían el lecho.

-¿Qué? Yo…no… hice nada.

-No, si desde que llegaste te haces la inocente de todo, pero ya basta hasta aquí tolere, ya no hay marcha atrás, de verdad que quería darte el lugar que mereces dándote una vida diferente a la que tenías en América, pero ¡¿con esto Katy?! Con esto, acabas de echar e ultimo puño de tierra a tu tumba.

-Abuela no – comenzando a llorar, no es lo que crees.

-Bueno Maximiliano que es lo que te pasa, te lo dije que si quería a Katy tenías que hacer las cosas bien, no así ¡¿qué te pasa?! Además aquí por ¡Dios hijo!, sabes lo que pasara cuando se sepa esto, todos pensaras que eres un aprovechado.

-Tía, no hicimos nada, ella tenía mucha fiebre yo solo la cuide de que no enfermara más.

-Si fiebre es lo que ha de ver tenido, fiebre que tu provocaste.

-¡Bueno ya!, ¡de todos modos nos vamos a casar no, qué más da si dormimos antes o después de eso! – casi gritando.

-Katy, escucho lo que Max acaba de decir - ¿Qué es lo que dijiste? – mirando a Max y a su abuela.

-Lo que escuchaste, ¿que no lo sabias? pues bien tu estas comprometida conmigo después de las caballerizas, porque crees que este viaje para que nos conozcamos antes de casarnos, pero eso es un hecho del cual ni tu ni yo podemos escapar. – mirándola a los ojos.

-Eso no es cierto, verdad abuela.

-Hija, yo… me temo, que es verdad.

-Pero como se atreven a mandar en vida, yo no di mi autorización para eso, mi padre no lo permitirá en cuanto se entere vendrá por mí.

-Me temo hija, que si es posible en el momento en que estas a mi cargo yo decido por ti y si te comprometí con Max porque es lo mejor, después de las caballerizas tu reputación se verá muy afectada, lo hice por tu bien.

-Por mi bien, si como no pues me niego a casarme con él, no lo hare.

-La señora Elroy, que solo se había dedicado a regañar a su sobrino, fue hasta donde estaba Katy, mira niña ya me canse de tus reproches y te diré una cosa, no estás en posibilidad de ponerte así ya que después de lo que vimos, el hecho de comprometerte con mi sobrino es un premio para ti. Después de las caballerizas, tu reputación esta por los suelos, súmale eso a lo que traes arrastrando y luego esto. Piensa en tus padres, cuando se enteren de todo lo que ha pasado, quieres que tus padres se mueran de la vergüenza que su hija paso toda la noche con el duque de Bleir. Aquí los chismes son peor que la pólvora y un chisme con el duque de Bleir peor, así que si crees que no se enteraran, déjame decirte que lo harán y no quisiera ser tus padres.

-Katy, solo se tapó la cara con sus manos – comenzó a llorar – es que yo no hice nada, esto es una pesadilla, ahora que va a pasar conmigo.

-Max, solo se agarraba la cara con sus dedos, los ponía en sus cienes con desespero en la situación que se encontraban.

-Bien, lo más sensato los casaremos lo más pronto posible – decía la Tía Elroy.

-¿Qué? No, ni siquiera lo conozco.

-No tía, te dije que no fuera apresurado.

-Lo lamento Max, pero aquí la ofendida soy yo – hablaba la condesa – así que es lo correcto.

-no me niego a casarme, solo que no tan pronto.

- Pero como para dormir con ella, si lo hiciste y muy rápido.

-¡Que no hicimos nada!- Ambos argumentaban

-Yo solo vi a dos amante durmiendo en una cama, así que mi imaginación es gigantesca y los empleados tienen una imaginación mayor, así que ya está dicho se casan dentro de tres meses y es mi última palabra.

-Así y ¿cómo va menguar las habladurías de que la boda será muy pronto?

-Bueno diré que los padres de Katy, quiere venir por ella para casarla con un rico heredero de América y ustedes tan enamorados, decidieron casarse sin su permiso – que en este caso algo había de cierto- así, que nosotras tanto la condesa como yo, los apoyamos.

-Max y Katy, estaban que no se creían lo que esas dos mujeres estaban maquinando, pero para lo que sea no les tocaba más que aceptar lo que decidían. Todos regresaban a la casa de descanso, solo que con la noticia de una boda en puerta.

Katy, entro muy molesta solo subió para darse un baño y cambiarse de ropa, al igual que Max, ninguno de los dos bajo para comer, la tensión en la casa se sentía para ambos, Max se reprendía por haberse dormido de esa forma con ella, pero aun sentía el calor en su cuerpo al sentirla cerca.

-Katy, por su parte estaba en la tina de baño solo pensando en que se iba a casar, con alguien a quien ni siquiera amaba y mecho menos conocía, ¿qué clase de matrimonio tendría?, ella solo se ponía las manos en la cara, para no pensar, cuando Sandra irrumpió en el cuarto.

-Niña, es cierto lo que dicen los empleados, ¿Qué se casa con el joven Max en tres meses?

-Si.

-Lo piensa hacer, digo el casarse o piensa huir, igual que como lo hizo con el joven Anthony.

-Hay nana, no creo que huir ahora sea lo ideal, creo que si lo vuelvo hacer ahora si mis papas se mueren y mi abuela, bueno que te digo la mataría de la vergüenza. Me casare, ya no hay vuelta atrás, aunque no esté enamorada de Max, hablare con él para llegar algún acuerdo agradable para los dos.

-Max estaba en su habitación, solo saco una fotografía en forma de pintura que tenía en uno de sus libros, la saco de ahí y la miro, en ella estaba una mujer de pelo negro muy bella, sonriendo – vaya quien me iba a decir a mí, que me casaría con una mujer a la que casi no conozco, que no amo y sin embargo, lo único en lo que pienso es en protegerla, así como quería protegerte a ti. – Suspirando – Marbella, pudimos ser tan felices solo que tú nunca me amaste.

-Toc, toc – sobrino, ya se te bajo lo enojado.

-¡¿Qué más da tía?! sabes que no puedo enojarme contigo, pasa.

-Bien, he venido a verte ya que no has querido bajar, solo para preguntarte sobre el presupuesto para tu boda.

-Tu sí que eres una cínica, en verdad tía, me comprometes, me vas hacer que me case en tres meses con una chica que ni conozco y te atreves a preguntarme sobre el presupuesto, si tú para gastar nunca pides mi permiso.

-Hay sobrino, solo quería saber si no ibas a salir corriendo sobre tu compromiso. – sonriendo.

-Mala mujer, eso es lo que eres tía, pero está bien te hare caso ocupa lo que necesites solo me casare un vez en la vida, pues tira la casa por la ventana, que se escuche hasta América que me casare con Katy Andrew, ¡ya feliz!.

-Hay si hijo, no sabes cómo deseo que llegue ese día, mandare hacer las invitaciones de inmediato, por supuesto invitaremos a la reina a un que no se, si podrá venir, pero no importa conque te de la bendición con eso será suficiente, hay la condesa y yo tendremos muchas cosas que realizar.

-Siii, si, lo que digas, ahora déjame descansar no quiero ver a nadie.

-Hay si sobrino descansa, aunque recuerda que debes hablar con tu prometida, ella aun esta resentida no me gustaría que se casaran enojados.

-Sí, hablare con ella mañana.

-Está bien, me voy tengo cosas que iniciar - dándole un beso en la mejilla – no sabes lo feliz que estoy hijo, por fin sentaras cabeza y dejare de preocuparme, sé que con el tiempo encontraras la felicidad.

-Al siguiente día, todos bajaban a desayunar al terminar Katy, solo subiría a su habitación pero fue interceptada por Max – Katy espera… espera… espera, creo que tú y yo debemos hablar.

-Sí, creo que es lo más sensato, hablar de lo que paso.

-Sí, pasemos al despacho quieres.

-Katy, solo asiente con la cabeza, entrando al despacho. – Bien ¿de qué quieres hablar?, mirando hacia el jardín por la ventana.

-Bueno, quiero hablar de lo que paso, mira yo, bueno lo que paso fue es que estabas delirando y decías que tenías frio, así que yo me acomode para darte calor, pero te juro que no me propase.

-Lo se Max, a pesar de que no nos llevamos bien pues sé, que no eres un mal hombre cualquier otro se hubiera negado a casarse para reparar la falta y dejarme a que la vergüenza callera sobre mí, sin embargo eres lo suficientemente hombre para dar la cara así que te lo agradezco. Yo quería hablar también contigo, sobre como llevaremos esta relación ya que no tenía ni un interés en casarme, así que no se, si estaría bien llevar una cordialidad para el bien de los dos.

-Me estás diciendo ¡¿que lo intestemos?!.

-Bue…no así como que lo intentemos no, pero sí que tratemos de llevarnos bien.

-Yo estaba pensando ¿Por qué no intentarlo? Digo si de todas maneras nos vamos a casar y además, bueno quizás al principio no, pero llegado el momento deberás cumplir con tu deber y darme un heredero.

-Katy, al escuchar eso solo se aterrorizo, ¿Qué? No lo que yo te iba a proponer que finjamos ser un matrimonio, que yo no opondré a que tengas amantes, solo que no me toques, puedes tener las que quieras y no te diré nada.

-Katy, mírame yo no te tocaría al menos que tú lo quieras, pero yo tengo un ducado y este conlleva responsabilidades, llegado el momento me pedirán que de un heredero aunque no quiera debo hacerlo, la que será mi esposa deberá llenar ciertos requisitos y uno de ellos es el procrear al futuro heredero del ducado. Hagamos una cosa, conozcámonos en estos tres meses y si no lo deseas, cuando nos casemos podemos esperar hasta que estés lista de ahí solo dame un hijo y yo te daré tu libertad, podrás irte a donde quieras, América con tus padres no te detendré.

-Pero Max, lo que tú me pides es casi como abandonar a un hijo, digo la propuesta es tentadora no te lo voy a negar, pero mis padres no me perdonarían un divorcio.

-Es que no nos divorciaríamos, tu podrás seguir llevando mi apellido y el titulo de duquesa, podrás hacer lo que te plazca, solo te pido que lo hagas discreta sabes a lo que me refiero, lo único que necesito es un heredero para el ducado, después no te molestare más.

-Katy, en eso no pensó en la propuesta que Max le estaba haciendo, se decía a ella misma que una vez que tuviera el hijo, le iba ser fácil el desprenderse de su hijo e irse, quizás a viajar por el mundo, siempre había querido viajar a África hacer una expedición y como duquesa, lo podría hacer muy fácil así que solo - sonrió y extendió su mano - trato hecho.

-Aceptas.

-Sí, pero promete que cumplirás, solo te daré un hijo uno solo, sea niño o niña, una vez que lo tenga me darás mi libertad.

-Sí, así es solo necesito un hijo, sea niño o niña eso no importa pero ya habiendo quien herede el ducado, eso es lo que menos importa. – dándole la mano para sellar el pacto-Pues bien ante los demás, ya debemos vernos como unos amorosos novios no crees.

-¿Cómo ante los demás? debemos ¿qué?

-Si aparentar, que somos una pareja que se ama – acercándose a ella, la tomo de la cintura y trajo hacia sí, pero ella solo rehuyó hasta topar con la pared, solo deja que me acerque – susurrando - no hare, nada que tu no quieras- pasando su nariz por su rostro, reconociendo su aroma.

Katy, ante esa cercanía solo cerro los ojos sintiendo el aliento muy cerca de Maximiliano casi rosando su nariz con la de ella, esperando que en cualquier momento el la besara, su mente decía que no lo hiciera, pero su corazón latía totalmente desbocado ante aquella caricia que lejos de sentirse mal, el hacía que su cuerpo reaccionara de una manera que ni cuando estuvo con Anthony, pudiera llegar a sentir.

Cuando Max, ya había pasado su nariz oliendo hasta la parte de su cuello, regreso hasta ella posando su mirada en ella – Katy.

-Si

-Abre los ojos.

-¿Por qué? – con la respiración, entrecortada y extasiada

-Solo quiero verte a los ojos.

-Katy, muy a su pesar los abrió lentamente, casi sin poder hacerlo.

-Ahora te voy a besar, de acuerdo – sin dejar de mirarla a los ojos – solo tomo su mano y la entrelazo entre las suya posando ambas en la pared, ya que con la otra la sostenía de la cintura, cosa que Katy agradecía porque las piernas se le pusieron como gelatinas, que solo no podía sostenerse, ante aquella seducción.

Katy, al escuchar que la iba a besar solo se mordió un labio, sintiendo un mar de sensaciones, cosas nuevas que en su vida pensó sentir, pero solo dijo - si - dando su permiso para que lo hiciera.

-Max, solo con su nariz, seguía su trabajo rosando aquellos labios rosas con su lengua se humedeció sus labios, acercándose poco a poco para posar sus labios sobre los de Katy, solo rosándolos, poco a poco solicito su permiso para que ella abriera su coca y aceptara el beso que él le estaba dando, su lengua comenzó a jugar con la de ella, Katy sentía que el corazón se le disparaba cada vez que Max succionara sus labios con su boca, extrañas cosas en su estómago comenzaron a revolotear. Max, continuaba hasta terminar su beso con un pequeño mordisco en su labio, cuando de repente alguien entro al despacho.

-Ahmm - perdón señor.

-En ese momento acortaron el beso y Katy, se apresuró a salir corriendo de ahí.

-Max, solo se le quedo mirando como ella salía de aquel lugar – que sea la última vez, que me interrumpes cuando estoy a solas con mi prometida. – acercándose para tomar las cartas.

-Lo lamento señor, pero pensé que era importante.

-Importante, ya vete antes de que te corra – un impaciente Max, tomo las cartas y solo sonrió, la había besado cosa que lo llenaba de satisfacción, aunque a lo mejor era su idea pero sintió como si para ella hubiera sido su primer beso, ya que casi no movía la boca – será, no, no creo es muy bella como para que alguien mas no la haya besado.

-Katy, por su parte solo corrió hacia el jardín muy alterado, sentía que las piernas le temblaban, pero ¿Qué fue todo eso? El estómago le revoloteaba, sentía que algo en ella era diferente pero ¿Qué? Era una revolución que lejos de ser una mala experiencia fue maravillosa, pero no se lo iba a decir, sabia por la servidumbre y lo poco que había escuchado que Max era todo un seductor y libertino. Así, que iba a cuidar muy bien lo que debía sentir por él, porque no quería volver a pasar lo mismo que le paso con Anthony, que se enamoró enseguida de él, para que después la lastimara de la peor manera. Solo sostenía sus manos en su pecho, sintiendo que si no lo hacia el corazón se le iba a salir en gran medida.

Pero estaba completamente alterada, fue su primer beso, ¡su primer beso! la hizo sentir entre nubes, jamás pensó que su primer beso fuera ser así, solo toco sus labios con las yemas de sus dedos así estuvo un rato hasta que su nana Sandra la llamo porque la condesa necesitaba de su presencia.

-Sí, nana voy enseguida, al entrar al salón estaba la condesa con la señora Elroy con unas damas que acaban de llegar.

-Pasa hija siéntate con nosotras, queremos ver ¿qué piensas de hacer la fiesta en la mansión de Londres?, para saber qué es lo que vamos a hacer, estamos planeando que la boda sea en la noche.

-Por mí lo que ustedes decidan está bien, yo todo eso lo dejo en sus manos, ya que confió plenamente en ustedes.

-Sí, pero hay cosas que debes de decidir…

-Cuando vieron que Katy, solo salía de aquel salón un poco apresurada, fue hasta su habitación para escribir todo en su diario, todo lo que su nueva relación con Max estaba provocando en ella. Cuando termino de escribir, puso el diario cerca del buro cuando la condesa la abordo.

-Katy, me alegra que tengas otro semblante y hayas aceptado con bien tu matrimonio con Max, de verdad me alegro vivirás muy cerca de mí eso me tiene muy contenta, sé que cuando estés casada quizás tú y Max, viajen América para que el conozca a tus padres.

-Abuela, espero y mis padres puedan venir a la boda, no sé ¿porque motivo ellos no podrán hacerlo?

-Bueno hija, hay algo que no te he dicho pero tus padres escribieron y bueno, aquí tengo su carta.- extendiéndosela a Katy.

-Katy, comenzó a leer muy apresurada enterándose que su madre esperaba un nuevo miembro para la familia y no era precisamente, el futuro esposo de Katy. – Katy, solo abrió los ojos como plato con la noticia – ¡pero mi mama a estas alturas va a volver hacer madre!

-Sí, así como lo escuchas, ellos querían venir pero su embarazo se tornó delicado, bueno por lo pronto en los próximos meses ellos no podrán estar y tu matrimonio es dentro de unos pocos meses, entonces supongo que ustedes viajaran para América para su luna de miel.

-Creo que esto es algo que tengo que hablarlo con Max, sobre todo a donde iremos a nuestra luna de miel, con unas mariposas tremendas en su estómago, cosa que se le estaba siendo muy recurrente, sobre todo cuando pensaba en Max.

Continuara.

Hola chicas aquí con una nueva entrega de esta apasionante historia, realmente yo estoy enamorada de Max y eso que no me ha besado, no quiero imaginar lo que debe estar sintiendo Katy con semejante hombre. Ya saben espero sus comentarios, que me encanta leerlos así que sin más, nos vemos la siguiente semana.

Las espero en el próximo capítulo, ya saben por la XEW, Radio.

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