Disclaimer: los personajes de Twilight son de Stephenie Meyer. La autora de esta historia es CaraNo. Yo solo traduzco con su permiso.
Link del blog: https (dos puntos) / / caranofiction (punto) wordpress (punto) com
Capítulo 44
EPOV
—Yo... —Infla sus mejillas y suelta el aire; luce sin palabras, y me siento estúpido por estar sentado aquí sin siquiera saber qué hacer o decir—. Estoy muy feliz de que estés aquí —admite con voz ronca. Aprieto los dientes, sintiendo mis ojos arder. Después de dudarlo dos veces, cubre con su mano mi mano derecha, la cual se encuentra sobre mi rodilla. Parpadeo—. Lo digo en serio, Edward.
Asiento bruscamente, incapaz de hablar, y simplemente observo su mano sobre la mía.
Él aún sigue usando su anillo de bodas.
—Yo también —finalmente logro soltar. Y es la verdad. Supongo que simplemente estoy... indeciso. Papá una vez fue mi héroe, el hombre que consideraba ser el tipo más increíble del mundo, y entonces me decepcionó... se olvidó de mí. Mi impresión de él se quebró por completo.
No fui un hijo difícil. Simplemente revalué mis objetivos cuando papá no dejó de cancelarme. Aún amo cocinar y experimentar con los ingredientes, pero amo lo que hago aún más.
Aún así, ¿cómo podría desear que lo que pasó nunca haya ocurrido?
Bella y Emilia no estarían en la pequeña cocina de mi papá ahora mismo.
Esas dos chicas son mi vida—la verdad. Simple y sencillamente.
Pensar en papá y nuestra situación, mayormente después de hablarlo con Bella, me doy cuenta que —al menos en algún nivel— yo hice que papá fallara. Lo tenía en un pedestal, y las expectativas eran enormes. En ese momento, era demasiado joven como para preocuparme sobre lo que él tenía en riesgo —que él realmente era necesitado en su restaurante y lo demandante que era su agenda— pero por el otro lado, él no debió hacer todas esas promesas. Aquellas son las que al final me hizo resentirlo, empacar mis cosas e irme. Él seguía haciendo putas promesas.
En respuesta a esos argumentos míos, mi esposa me sonrió y me recordó que los humanos cometemos errores. Se usó a sí misma como ejemplo; ella preguntó si alguna vez le he reprochado sus errores. Por supuesto que no. Pero su infancia... quiero decir, no hay comparación. Lo que ella vivió... y solo tenía quince años cuando la vida que ella vivía se acabó. Con el sonido de una escopeta disparándose.
—Hay mucho dando vueltas aquí. —Señalo mi sien y resoplo con una risita.
Papá ofrece una pequeña sonrisa.
—Eso puedo ver. —Dándole un apretón a mi mano, la suelta y se reclina ligeramente—. ¿Quién está ganando? —Arqueo una ceja, y él me sonríe engreídamente—. Bueno, supongo que Bella ha sido la persona objetiva, aunque obviamente se encuentra de tu lado. Pero asumo que ella es quien te convenció de venir aquí hoy.
Supongo que mi papá puede leerme muy bien también. Pero se equivoca en algo.
—Como tú, no haría nada si no lo quisiera —señalo. Puede que Bella se haya metido y arriesgado mucho para entreponerse entre dos tercos idiotas, pero al final ella no nos obligaría a encontrarnos. Sí, me tomo en serio las palabras de mi esposa. Ella tiene razón y toda esa mierda. Las mujeres y sus maneras—. Estoy aquí porque... —Dejo que las palabras sin decir se acumulen, para nada preparado para decir quiero estar aquí. Pero al menos está sobreentendido. Porque si quiero estar aquí.
—Estoy agradecido —jadea. Con el puño contra su boca, se aclara la garganta y aparta la mirada por un segundo—. Disculpa.
—Oye, eh... —Me siento quebrar un poco por dentro, es mi turno de tomar su mano, y a cambio él cubre la mía con su mano libre—. Eh, resolveremos esto. ¿De acuerdo?
Un movimiento por el rabillo de mi ojo llama mi atención, y levanto la mirada justo cuando Bella señala la puerta, diciendo en silencio que saldrá con Emilia.
Supongo que ella "lo siente seguro".
¡Lo están intentando! :')
¡Buen sábado!
