Desperté en mitad de la noche cuando el llanto del bebé me obligó a abrir los ojos, me levanté de la cama y caminé despacio hasta el lugar de donde provenía el sonido, tomé al bebé en mis brazos, me moví con él por la habitación, acaricié su cabeza y luego besé sus mejillas, mi pequeño volvió a dormir después de algunos minutos, suspiré cuando por fin pude ponerlo en su cuna y él no se movió más.

Lo observé unos minutos, volví a la cama, caminé en medio de la oscuridad intentando no tropezar con los muebles, me cubrí con la manta y dormí hasta la mañana siguiente, me estire en la cama y de pronto recordé la noche anterior, miré a mi lado, Rick dormía profundamente, no se movió y yo evité no hacer ruido alguno que le despertase, me puse de pie, caminé hasta la puerta, me detuve para mirarlo una última vez y salí, miré la hora, aun era temprano, me apresure a hacer lo que tenía que hacer antes de ir al trabajo, tomé al bebé en mis brazos después de alimentarlo y coloqué una nota en la puerta del refrigerador y sin hacer más ruido, salí.

Me hubiese gustado que desayunáramos los tres juntos pero Rick apenas se había movido en la cama, seguía durmiendo profundamente incluso cuando el pequeño hacia suficiente ruido, decidí entonces dejarle la nota explicándole que debía ir a trabajar y que nuestro hijo pasaría el día con mi madre, también escribí en la nota que esperaba que pudiera descansar y que nos veríamos por la tarde.

No recibí ningún mensaje de Rick por la mañana, supuse que realmente estaba cansado y que lo único que quería era dormir, sin embargo poco después del mediodía por fin un mensaje de él apareció, decía que recién había despertado y que estaría esperando en casa.

Me sentí un poco ansiosa cuando la manecilla del reloj avanzó y supe que el momento de ir a casa se acercaba, intenté pensar en lo bueno que sería estar en casa otra vez los tres juntos, pero de alguna manera me preocupaba saber que también tendríamos que hablar de todo lo que había estado sucediendo, de aquello que habíamos callado y que nos molestaba de alguna manera pero que éramos lo suficientemente tontos para guardarnos.

Antes de ir a casa, fui a casa de mis padres, lo primero que vi fue a mi madre acercando una cuchara a la boca de mi pequeño, comían gelatina, reían mientras mi madre balanceaba la cuchara en el aire, la miré solo unos segundos antes de que advirtieran que estaba allí mirándoles, sonreí al acercarme.

-Rick volvió?.- preguntó mi madre limpiando los restos de gelatina de su boca.

-si, está en casa.

-cuando?

-anoche, quise dejarlo descansar.

-bien.

-debemos irnos, está esperando.

Colgué el bolso con las cosas del bebé en mi hombro, tomé a mi hijo y después de despedirme de mi madre salí.

Al llegar a casa pude percibir el olor de comida cocinándose, al abrir la puerta pude ver a Rick dando vueltas por la cocina, tenía puesto un delantal, sostenía una cuchara, probaba la comida y hacía gestos graciosos.

-camine hasta él.- estamos en casa.- dije antes de depositar al bebé en su silla.

-hola.- dijo él sonriente. – ya los esperaba, preparo la cena.

-me senté detrás de la barra.- que tal el viaje?

-bien.-dio la vuelta y removió la comida.- esta listo, deberíamos comer de una vez.

Sirvió un par de platos, los colocó sobre la mesa y me miró esperando que tomara mi lugar en la mesa.

Rick habló un poco de su viaje durante la cena, sonreía mientras me contaba como había sido viajar de nuevo, lo reconfortante de sentirse útil de nuevo, habló de lo feliz que se sintió cuando vio a varios de sus amigos, cuando pudo saludarlos una vez más aunque creyó que no volvería a verlos, no me atreví a pronunciar palabra, me limité a escuchar con atención todo lo que decía, era bueno que se sintiera bien, que hubiese recuperado parte de esa energía que habia perdido después del incendio y con las nuevas responsabilidades que ahora tenía.

Después de lavar los platos, recoger la mesa y guardar los restantes, nos fuimos a la cama, fue mi turno de darle un baño tibio al bebé, ponerle su pijama y leerle un poco antes de dormir, no supe cuanto tiempo dediqué a esas actividades y no fue hasta que terminé que miré el reloj, un poco antes de las 10:30, lo observé dormir unos segundos antes de salir de su habitación por suerte para todos, comenzaba a dormir más tiempo durante la noche, lo que me hacia feliz pues todos podíamos descansar mejor, antes de ir a mi habitación, fui al baño, tomé una toalla y caminé dejando la ropa por el camino, por un segundo pensé en que sería lindo que Rick entrara, me hubiese gustado que me acompañara sin embargo era más probable que al salir le encontrara durmiendo profundamente, suspiré al sentir el agua tibia en mi espalda, me apresure y salí con el pijama puesto, caminé en silencio por la habitación, debido a la oscuridad de la misma apenas pude ver el cuerpo de Rick cubierto por la manta, me senté unos segundos adivinando que estaba dormido y con suma cautela me recosté sin tocarle, sin hablarle, suponiendo que aun tendría la necesidad de reponer energía, ni siquiera le miré, coloqué mis manos sobre mi estómago y suspiré, tal vez podríamos tener esa conversación pendiente después, tal vez mañana, tal vez algún día, no lo sabía, pero quizá, solo quizá algún día.

El fin de semana llegó de nuevo, Rick fue al trabajo el sábado para revisar algunos pendientes, de nuevo teníamos una rutina, la siguiente semana fue igual, Rick fue al trabajo 3 días, el tiempo seguía pasando pero nosotros no nos decidíamos a hablar, era como si nos hubiésemos instalado en una comodidad, imaginé entonces que si él lo dejaba pasar tal vez yo también debería dejarlo pasar, después de todo seguíamos funcionando, como pareja.

Otra semana más pasó y luego el mes terminó, habíamos esquivado la conversación por tanto tiempo que si nadie la hubiese mencionado, nada hubiese pasado, simplemente la vida hubiese seguido su curso, pero entonces algo sucedió, algo que de alguna manera nos hizo ver que estábamos equivocados.

Un martes muy temprano Rick salió, yo habia llegado tarde la noche anterior, los días en el trabajo se habían hecho pesados debido a un caso importante que nos había mantenido ocupados a todos en la oficina, incluso los becarios tuvieron que dejar sus actividades habituales para ayudar en el desarrollo de un juicio que si bien nos iba nos daría aun más reconocimiento y por tanto más clientes interesados en obtener nuestros servicios, así que contrario a lo que me hubiese gustado, por lo menos dos o tres días antes del juicio había llegado tarde a casa, el día del juicio y durante el transcurso del mismo nadie había hecho, dicho, pensado o incluso respirado algo que no fuese eso, este había durado casi una semana, y aunque Rick me había dicho con total calma que no me preocupara por el bebé, yo no podía dejar de pensar en él.

Una semana después con el proceso terminado, pudimos volver a la normalidad, para eso mi padre nos había dado a todos un día de descanso, día que aproveché para quedarme en casa pero Rick tenía que atender un asunto importante y contrario a mis deseos de un día familiar, tuvimos que pasarlo solos en casa, Rick volvió cerca de las 5 de la tarde, el bebé dormía la siesta cuando lo escuché entrar, Rick sonreía, lucia diferente, lo vi poner sus cosas sobre el sillón y caminar un tanto vacilante, no lo parecía pero Rick estaba ebrio, lo miré dudosa, me pareció extraño verlo en ese estado, Rick nunca bebía de más, no más de dos copas de vino o más que algunas cervezas, no recordaba haberlo visto ebrio y en el último de los casos no recordaba que él tuviese ese deseo pero eso ahora no era importante, me pregunté donde había estado o con quien, le miré dar algunas vueltas sin advertir que le estaba mirando, entró y salió de la habitación, no le recriminaría si por alguna razón había salido a despejar la mente con alguno de sus amigos pero en este caso no era eso lo que me molestaba, Rick tenía la costumbre de decirme a donde iba, solo por que la experiencia nos decía que la vida puede ser muy corta y yo solo quería estar segura de que él estaba bien, seguí observándolo en silencio, se sentó en el sillón y miró a la nada, fue entonces que me acerqué simulando no haberlo visto antes.

-hey, no te escuché.-dije pasando de lado.- como te fue?

-Rick me miró y luego volvió a mirar el punto en la pared que había atrapado su atención.- bien.-dijo sin mirarme.

-estas bien?

-por que no lo estaría?.- pregunto retador.

-yo, lo siento, no quise molestarte, quieres comer algo?

-no.-dijo de nuevo bajando la vista.

-bien.

Caminé hacia la habitación sintiéndome insegura, preguntándome que había pasado para que él se comportara de esa manera, salí unos minutos después, fui directo a la cocina, tomé un vaso y serví jugo en él.

Él parecía dormitar aun sentado en el sillón, su cabello despeinado, su camisa medio abierta y sus pantalones ajustados marcando su miembro, me sentí excitada, los años no parecían pasar por él, seguía siendo atractivo, seguía teniendo un aspecto seductor, seguía provocando mariposas en mi estómago, unas muy rebeldes que me obligaban a fantasear con acercarme y acariciarlo como solía hacerlo antes, pero sentí vergüenza de mis pensamientos, él no estaba de humor para eso y si seguía contando, habían pasado ya unos 9 o quizá 10 meses desde la última vez que algo como eso había sucedido, las ideas de que yo ya no le resultaba atractiva volvieron a mi cabeza y ahora, no tenía la certeza de que él estuviese motivado para hacer el amor conmigo y no lo culpaba, todo había cambiado, todo era diferente y me avergonzaba pensar que quizá solo yo fantaseaba con la idea del sexo.

El llanto del bebé me distrajo, caminé presurosa hacia la habitación, cerré la puerta, tomé al pequeño en mis brazos y caminé por la habitación hasta que se calmó, me senté en el suelo con él, jugamos un rato hasta que de nuevo escuché un sonido proveniente de la cocina, supuse que Rick habría ido a buscar algo que comer o beber.

Decidí esperar, no quería que se diera una discusión, unos minutos después lo escuché tumbarse en la cama, en nuestra cama, salí entonces para alimentar al bebé y luego de comer yo, nos sentamos a ver televisión.

Cuando fui a la habitación más tarde, Rick dormía, imaginé que sobre mi cabeza habia un enorme signo de interrogación, que había pasado, solo él lo sabía.

Me senté en la cama cuando la luz del sol me despertó, Rick aun dormía, pero mi pequeño hacia ruidos en su habitación, lo encontré jugando con un pequeño oso, me miró sonriente, lo tomé en mis brazos y fui directo a la cocina, era un lindo día, pensé entonces en salir a caminar, ir al parque o a algún lugar lindo que pudiésemos disfrutar, suspiré bebiendo una taza de café, habia olvidado que Rick seguía en la cama, me hacía sentir culpable tener que despertarlo, hubiese preferido no tener que hacerlo, lo que fuese que le pasara aun le molestaba y no me atreví a preguntarle, solo por que su mal humor persistía.

Miré el reloj, sentí la necesidad de salir, irme, despejar la mente, caminé a la habitación de mi hijo con la intención de cambiarle la pijama y llevarlo a dar un paseo, fue entonces que Rick apareció, nos cruzamos al llegar a la puerta de la habitación, él me miró unos segundos, dio un par de pasos y luego giró.

--saldrás?.- dijo con seriedad.

-pensé en ir al parque, hace días que no salimos.

-entiendo.

-deje el desayuno para ti sobre la mesa, debe haberse enfriado, puedes calentarlo.

-seguí caminando.-te alcanzare allá.

-como quieras.- dije sin mirarle.

Él no dijo nada, caminó hacia la mesa, me apresure y unos 10 minutos después salía con mi bebé en brazos y un bolso al hombro, Rick nos miró pasar, sostenía la taza de café en su mano.

-dile adiós a papi.- salí de allí sin mirar atrás.

Mientras caminaba pensaba en lo ridículo que era, ambos guardábamos silencio como si todo fuese a caerse en pedazos a la mas mínima provocación, suspiré mientras caminaba, señalábamos los pájaros u objetos que nos interesaban, llegamos bajo un árbol, nos sentamos, bebimos un par de jugos, comimos puré de manzana, volvimos a caminar por el sendero, recordé aquel día cuando Rick y yo tuvimos que correr debido a la lluvia, me detuve de nuevo junto al lago artificial donde varios peces nadaban, miré la hora, Rick dijo que nos alcanzaría sin embargo los minutos avanzaban.

De nuevo me senté bajo un árbol, mi bebé se habia dormido debido a la caminata, lo observé dormir en mis brazos, miré alrededor esperando ver a Rick pero él no se veía por ningún lado, suspiré una vez, supuse entonces que era el momento de hablar, quizá no era nada, quizá solo estaba exagerando una vez más, quizá, solo quizá.

Una hora pasó, decidí volver a casa, caminé de regreso sin embargo me di cuenta de que no quería volver aún, Rick no aparecía y supuse que no lo haría, entonces mis pies me llevaron a casa de mis padres, mi madre salió a nuestro encuentro.

-Que hacen aquí?.- dijo al vernos.-creí que estarían con Rick.

-si, yo, nosotros…

-siguen teniendo problemas?

-no, no lo sé, creo que soy yo quien esta exagerando, no debería preocuparme tanto pero siento que algo no está bien, quizá soy yo.

-bueno, y por que no hablan al respecto?

-es lo que me gustaría pero cada vez que lo intento me quedo callada y las palabras no me salen.-pase mis manos sobre mi cara.

-la situación no se va a resolver con solo desearlo, por que no vas a casa, deja al pequeño aquí, no podrán hablar si él esta allí distrayéndolos.

Le di un beso en la frente antes de confirmar que Rick seguía en casa, caminé directo allí, el reloj marcaba las 2.

Abrí la puerta, caminé lentamente, Rick estaba en la cocina, me miró cuando me escuchó.

-donde está…-dijo sosteniendo un vaso.

-en casa de mis padres.

-por qué?

-por que debemos hablar.

-creí que todo estaba bien.

-tu piensas que todo está bien.

-y tu crees que no es así.

-Rick, ya no hablamos, no nos vemos, llegaste ebrio y actúas como si algo terrible te estuviese pasando, te aíslas pero piensas que todo esta bien.

-no le veo el problema.

-entonces así será, solo vamos a dejarlo pasar, vamos a desviar la vista y vamos a seguir como si nada pasara.

-pues no pasa nada.

-acaso no ves que es ridículo, lo que yo siento no cuenta.-Rick me miró unos segundos.

-no es eso.

-entonces que es?.- crucé mis brazos sobre mi pecho.

-Rick miró hacia otro lado.- no… no sé como decírtelo.

Suspiré frustrada y luego de unos segundos temí lo peor, quizás este era el momento en el que me diría que había encontrado a alguien más, las lágrimas amenazaron con salir, claro que iba a imaginar lo peor y su actitud no era precisamente la que esperaba, Rick movía sus manos nervioso, evitaba mirarme y yo no pude seguir conteniéndome, me senté en el sillón, cubrí mi rostro con ambas manos y comencé a llorar mientras esperaba que él comenzara con el discurso en el que me diría que lo nuestro habia acabado y que lo sentía.