En Karuizawa tensión era demasiado para cualquier corazón, no era una situación apta para sensibles y la aludida pelinaranja estaba tiesa mientras el lobo la rodeaba, daba vueltas al rededor de su presa.
— Por favor... Por favor, no...
— ¿Suplicando, caperucita? —le murmura al oído— Eso no es digno de ti...
— ¿Vas a decirlo...? —le preguntó con resignación pero con firmeza.
— No, caperucita —sonríe ladinamente— ¿Qué ganaría yo al hacerlo?
— Entonces...
— Quiero diverción —acariciaba suavemente con sus dedos el mentón de ella—... Y tú me la darás —la abrazaba de la cintura con un brazo—... A cambio de recuperar tu—paseaba el móvil burlonamente frente a ella—... Tesoro...
— ¿Qué quieres?
Reino agarró su mano, depositó un beso en ella que a Kyoko no le causó más que disgusto que a él solo emocionaba más, sacó de alguna parte de su extravagante y oscura vestimenta una tarjeta y la puso en su mano.
— ¡Kyoko!
Se escuchó un grito, era Kanae.
— Moko-chan —susurró con esperanza.
Reino solo sonrío, la jaló del escote de su vestido y a centimetros de su boca lo dijo casi en un susurro.
— Te espero mañana temprano —le besa en la mejilla haciendo que un escalofrio de terror recorra su cuerpo—... No faltes si quieres que esto solo quede entre nosotros...
— ¡Kyoko!
Kanae se quedó paralizada y confundida por la escena, ese tipo tenía sostenida a su amiga, un extraño tipo con el rostro cerca del de ella.
— Moko-chan —Kyoko giró su cabeza, aun con el cuerpo tieso por la prisión de los brazos de Reino, lentamente para mirar a su amiga, un pedido de ahuxilio era lo que expresaban sus aterrados ojos ámbar.
— Y tienes que venir sola, completamente sola —le susurra a la aterrada Kyoko—... No le digas a nadie de nuestra cita si lo quieres devuelta...
Kanae se recuperó de su asombro, y este se convirtió en ira.
— ¡Tú, asqueroso animal! ¡Quitale tus manos de encima o no respondo! —Kanae se acercaba amenazante y Reino solo le sonrió.
— Que tierno... ¿Oíste, caperucita? —mira a Kanae con falsa ternura— Parece que vinieron a salvarte...
Kanae iba a defender a su amiga, estaba por darle un puñetazo en la cara. Pero Reino soltó a Kyoko, se la entregó a Kanae y con una sonrisa se perdió entre los arboles.
— ¡Mo! ¡¿Qué te hizo ese?! ¡Mo! —Kyoko no reaccionaba— ¡Maldición responde, Kyoko!
— Moko-chan —comenzó a reaccionar, pero seguía azul del miedo, Kanae la miraba preocupada—, ese era el perro demoniaco...
Kanae frunció el seño y con sus puños apretados iba a buscarlo, pero Kyoko suavemente la sostuvo del brazo para que la mire.
— No, Moko —suspira—... Él tiene la sartén por el mango.
Cuando llegó la noche fueron a filmar algunas de las escenas del PV de Ruriko: How to be a Heartbreaker.
Kanae le comentó a Chiori lo sucedido, e inevitablemente Kyoko les tuvo que hablar a sus dos amigas del incidente con Reino, el que sucedió durante la filmación de Dark Moon en ese mismo lugar. Kanae y Chiori estaban enfadadas, luego les contó lo de San Valentín y ambas se quedaron sorprendidas y algo incrédulas, finalmente se quedaron pensativas.
— ¿Pero qué es con lo que te extorciona ahora, Kyoko?
Kyoko se atoró con su agua, carraspeó y les dijo que usó el mismo truco que en San Valentín, pero sus amigas no se convencieron del todo, no les dijo que fue lo que él le "pidió" pues sabía que sus amigas no pa dejarían ir.
Volvieron a filmar, en sí el video se trataba de tres chicas a las que les rompían el corazón y la "Heart Queen" que es Ruriko les enseña a ser unas rompecorazones, ese era el concepto del vídeo, y la filmación de esa noche sería corta pues solo sería la parte en las que a las tres les rompen el corazón y a fiesta en que las tres se vengan de quienes les rompieron el corazón, básicamente la escena inicial y final del vídeo.
Los modelos intentaron coquetear con las muchachas pero ninguna estaba interesada, claro que Kyoko ignoraba totalmente el hecho pues estaba demasiado preocupada por lo que la esperaba al día siguiente.
"Esta mujer es sorprendente..."
Pensaban todos al ver la habilidad con la que esquivaba coqueteos y sumergía en la más vergonzosa derrota a los más experimentados "Casanovas" del mundo del modelaje con mucha cortesía y si siquiera darse cuenta.
"Definitivamente es la kohai de Tsuruga Ren"
Decir que Kyoko Mogami pudo dormir esa noche sería una total mentira y es que cuando llegaron a su habitación Kyoko encontró una caja roja bajo su cama. Dentro se encontraba un vestido negro y sexy con una peluca rubia y suelta con puntas rosas, también había una nota y una rosa negra.
《Mañana lleva esto cuando nos encontremos y quiero que me muestres más de Setsu-chan de lo que ya vi, aunque tu versión Mio sigue siendo mi favorita.》
Cuando "despertó", porque en realidad nunca se durmió, Chiori y Kanae dormían profundamente. Entonces se cambió y se retocó el maquillaje, se convirtió en otra persona en apariencia que parecía ser una auténtica super estrella con el mundo a sus pies. Pero, si se observaba con detenimiento, el miedo y la conformación se notaba detrás de la sonrisa arrogante al saludar a los que se le cruzaban en el camino por el hotel. Ella solo caminaba por los pasillos, rogando que sus amigas confíen en su nota, la que dejó para que no la busquen.
Afortunadamente había un festival por cual lo que faltaba filmar para el vídeo de Ruriko se filmaría el domingo, mañana.
Llegó al lugar pactado, una fuente hermosa en un lugar oscuro, alejado, recóndito y escondido del enorme hotel. Se sentó en una banca, con el corazón acelerado imaginando mil desgracias y descabelladas cosas que el beagle podría pedirle hacer a cambio de su discreción. Escuchó un ruido entre los arbustos, se asustó pero todo volvió a quedar en alarmante calma hasta que volvió el ruido, se levantó y comenzó a mirar a su alrededor asustada, pero parecía no haber nadie.
— ¿Esperaste mucho?
Escuchó esa voz que le congelaba la piel, y ese aliento frío de sus pesadillas venía de atrás volteó y lo encontró con una sonrisa.
— El carruaje espera, princesa... —le extendía la mano y ella con confusión y miedo lo aceptó.
La guió en silencio hasta un auto negro en el cual se encontraba el resto del grupo y unos sujetos más.
— ¡Wow! ¡Reino! ¡¿Quién es esta chica?! —el más escandaloso del grupo admiraba a Kyoko y varios comenzaron a silbar y a alborotarse a su alrededor.
— Caperucita, ¿Quién más? —dijo Miroku con los brazos cruzados y las cejas arqueadas— ¿O no, Reino?
— ¡¿Qué?! ¡No! ¡¿La de Fuwa?! ¡No puede ser! ¡¿Es cierto, Reino?! —decía uno de ellos mientras le toqueteaba el rostro a Kyoko y ella no se defendía solo porque estaba muy asustada al no saber en lo que se metía.
— Ella nunca fue de Fuwa —quita las manos del muchacho del rostro de Kyoko y la agarra de la cintura—... Tampoco es mía, pero definitivamente no perderé la oportunidad de divertirme un poco —la mira—... Esperemos que tu león no se enfurezca mucho...
— ¿Mi león? —Kyoko lo miró entre perturbada y confusa, Reino solo le dedicó un bufido y la soltó, dejándola con la duda.
Todos subieron al auto y llegaron a un estudio algo alejado, Kyoko se sorprendió al ver a dónde llegaban, pues durante el viaje andaba rezando para la salvación de su alma ya que su imaginación de lo que iba a hacer solo la aterraba más.
— El regreso de Vie Ghoul tiene que ser en grande y tú, caperucita, vas a ser nuestra reina infernal —Kyoko estaba totalmente sorprendida por eso, sinceramente no se lo esperaba aunque sus teorías tampoco eran muy probables— ¿Es que acaso esperabas algo más? —le sopla la nuca— Porque eso se puede arreglar...
Kyoko se negó rotundamente y Reino entre risas la dejó en manos de los trabajadores. La mandaron a un camerino con un par de estilistas góticas y la apresuraron a cambiarse lo más rápido posible, tanto que ni notó lo que se estaba poniendo... Hasta que salió del camerino, que estratégicamente no tenía espejo, y se encontró con un espejo enorme.
"¡¿Qué?! ¡¿Es el...?! ¡¿Es el ángel de Prisioner?!"
— ¿Lo ves, Miroku, me debes un alma ahora?
— ¡¿Qué...?! —Se giró asustada hacia esos dos extraños hombres que aparecieron detrás de ella.
— Es broma, es broma —se dirige a Miroku—... Solo me debes cinco "Monster".
— ¡¿Por qué estoy vestida así?! —inquirió rotundamente.
— Ah, es que los chicos querían comprobar con sus propios ojos que no usaron efectos de computadora para editar tu cara en Prisioner...
— ¡Bastardos!
Todos comenzaron a reírse mientras ella solo caminaba enfurecida hacía su camerino.
— No, caperucita, hablando en serio ese será tu vestuario en una de las escenas —le extiende la mano—, ven...
Ella tomó su mano con duda, con el acertado presentimiento de que se arrepentiría después.
Mientras tanto Kanae y Chiori despertaban, medio dormidas desayunaron y entoces se dieron cuenta de que cierta señorita brillaba por su ausencia.
— ¡Kyoko! ¡¿Te quedaste dormida?! —Kanae bosteza caminando con monotonía a la recamara de Kyoko.
— Creo que senpai no está...
Vieron la nota que les dejó y luego de cambiarse apresuradamente emprendieron su búsqueda, aunque esta fue obstaculizada por el festival, la estruendosa música y la multitud.
Y en esos mismos instantes, en Tokio un atractivo y joven mánager de apenas veintiséis años, se quitaba los lentes, los limpiaba con su manga y se los volvía a poner, con ganas de darse bofetadas para dejar de alucinar, y es que lo peor era que no alucinaba.
¡No era para nada una alucinación!
Ahí estaban, los rivales, los que apenas se encontraron esa mañana se mataban con la mirada y ni les importaba disimularlo, los que se mandaban indirectas bien directas entre escena y escena, abrazándose.
"Si no lo grabo no lo creería"
Sí, ahí estaban ellos, abrazados como hermanos, el rubio orgulloso lloraba mientras con frialdad pero con aprecio el inexpresivo hombre de cabellos y ojos chocolates le consolaba.
— ¡Corte! —Ogata parpadeaba incrédulo— Per-perfecto...
Apenas oído lo dicho ambos volvieron a la realidad, Sho estaba perturbado, asqueado y asustado.
"¡Maldito monstruo! ¡Es un brujo-vampiro-demonio también!"
Bien, si hay algo que Fuwa Shotaro nunca haría era reconocer el enorme talento actoral de su rival, tanto en el mundo del espectaculo como en otros aspectos.
Por su parte Ren solo dio media vuelta y se dirigía a su representante. Mientras caminaba intentaba mantenerse serio, pero antes de filmar la escena escuchó una indirecta que logró hacerle él día.
"No puede ser... De verdad cree que ella hablaba de él.
— Ren... De qué... ¿De qué te ríes, Ren?
Ren lo recordaba, estaban en medio de una batalla de indirectas cuando de pronto sacó lo del primer beso y lo que Kyoko dijo en el programa.
«El primer beso de una mujer al parecer puede revelar sentimientos que buscan ocultar pero con los que no pueden luchar por mucho...»
En ese momento la ira de Kuon desapareció para ser reemplazada por pena ajena y muchas, muchas ganas de reír, por lo cual aunque se supo controlar, no pudo evitar soltar una risita o dos.
— Ay, querido Yashiro-san... —le daba palmadas en el hombro— ¿A qué hora salimos para Karuizawa?
Sho al escuchar la palabra "Karuizawa" agudizó los oídos.
— Después del almuerzo que será... —mira su reloj— Justo ahora...
Ren sonrió y ambos se iban a almorzar, pero entonces escucharon una voz que les sorprendió.
— Tsuruga... ¿Vas a Karuizawa?
— Sí. —le respondió con fuego en su mirada.
— Algo anda mal con ella —chista la lengua con fastidio—... Haz lo que tengas que hacer y sacala de cualquiera que sea el embrollo en el que se metió esa idiota esta vez...
— No hacía falta que me lo dijeras...
Y es que era verdad, eso no hacía falta que Sho lo dijese, Ren lo sabía muy bien desde la noche anterior cuando la llamaba sin descanso y ella no respondía ni a sus mensajes... Y el día anterior fue una verdadera montaña rusa de emociones.
De no ser por Nick, probablemente todo sería oscuridad para el joven Hizuri. Nick con valentía logró que Kuon viese el vídeo que grabó con su celular, el de Kyoko abofeteando a Sho y poniendolo en su sitio. Ese vídeo grabado de forma clandestina fue un espectaculo muy entretenido para Yashiro y muy consolador para el corazón preocupado e inseguro de Kuon Hizuri.
Y lo que dijo para rematar fue el toque final de la receta de la felicidad para Kuon.
《¡Oh! Una cosa más, amigo, ¿Sabías que ella tiene una fotografía tuya durmiendo con esa ovejita que te regalo? —ríe— Prometí no decírtelo pero lo que la pequeña y feróz tigresa no sabe es que cuando lo hice cruce los dedos detrás de mi espalda...》
Kuon no le creyó a Nick, lo tomó como una broma más pero decidió pensar que era así, y entonces todo quedó en el olvido, tanto que si le preguntaban quién era Sho probablemente él ya no podría dar respuesta. Se reunió con el presidente y sorprendentemente este sobrevivió y le explicó todo a Ren de que era una prueba para ver si algo de campo se había ganado el "oculto" enamorado, además de saber sí por fin Kyoko era capás de hacer a alguien lo suficientemente importante en su corazón como para desacatar una orden solo para no dejarle de lado... Y sí, al final Takarada Lory vivirá para ver un nuevo amanecer cada día.
En la noche se quedó pensando en ella y tenía que hablar con ella, pero no se había conectado al Whatsapp desde el Jueves... La llamó pero no contestó, y para colmo tuvo una extraña pesadilla.
