LLUVIA BLANCA

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Comenzando el nuevo día y decidido a ir a ver a su amigo, Runeard. Vik emprende el rumbo a la mansión del antes mencionado pelirrojo, el cual se encuentra muy pintoresco y alegre.

– ¡Muy bien, nena! Este es el baile de Runeard Arendelle...– exclama el pelirrojo antes mencionado, mientras celebra que sea rico económicamente y afortunado.

Cantando y parloteando a los mil vientos, exclama el canto que en un futuro su nieta va a cantar – Libre soy... y, ah...dar la vuelta... ¡Si! ¡Genial!–.

Mientras está cantando y divirtiéndose como nunca, al instante llega Vik, y le aplaude tan fuerte que hace que el mismísimo pelirrojo se gire y lo vea muy sorprendido y algo confundido.

Observando su descarada forma de malgastar el dinero y las ganancias que tiene, gracias a su mansión, Vik le reclama mientras se cruza de brazos y niega sutilmente – Ahora entiendo, entonces, ¿Está es la forma en que desaparece la mercancía?¿Por tu cinismo?–.

Caminando hasta el pelirrojo, Vik lo encara mientras su aspecto amenazante, lo rebaja al mismísimo Runeard, a un cobarde – ¡Eh, Vik!– le exclama Runeard, mientras retrocede contra una de las paredes de la habitación de su propia mansión.

Vik al encararlo y provocarle miedo y nervios, le dice en un tono cuestionable – ¿Eh, Vik?–.

Imposible de darle una justificación clara ante su celebración y su evidente locura, creyendo que es el mejor, Runeard no logra pronunciar ninguna palabra debido a ese miedo que se cierne sobre él.

– ¿Qué haces aquí?– le pregunta, el pelirrojo, una vez que se estampa contra una de las paredes de la habitación, ante su evidente temor.

Negando y mostrándose autoritario, Vik le informa con mucha molestia – Me tienes dando vueltas por todo el pueblo como un loco–.

Mientras se detiene a una distancia considerable de Runeard, Vik le dice, añadiendo – ¿y mientras tanto te diviertes tú solito? Eres increíble–.

Habiendo levantado sus manos a nivel de su rostro, Runeard le dice sumamente preocupado y algo vacilante – Eh, lo siento... Mira, podemos hablar de esto luego–.

En tanto tiempla por la imponente presencia del trigueño, en esos instantes aparece Helena, quien interfiere de manera indirecta, sin ponérsele enfrente a Vik.

– Oh, eh, Vik... Mierda...– le exclama la joven, un tanto y algo nerviosa a Vik, mientras se rasca su cuello y camina lentamente, en tanto se le acerca.

Vik al verla ahí, se confunde rápidamente, cuestionándole su presencia en la mansión de Runeard, a la joven – ¡Helenita! ¿Qué demonios esta pasando aquí?–.

Volteando hacia donde se encuentra la chica, al instante, Vik se le acerca en unos cuantos pasos mientras extiende sus brazos en signo de interrogante.

Pensando que Runeard tiene algo que ver, Vik al instante, se gira y lo voltea a ver al pelirrojo, quien al ser observado de forma dudosa, intenta justificarle lo que realmente estaba pasando ahí – Bueno, esto, ejem... Eh, amigo ¡no es lo que parece!–.

Con una ceja inclinada, Vik nuevamente se gira para ver a Helena, y al hacerlo le pregunta de manera repentina y algo molesto – ¿Acaso me estás engañando?–.

Intuyendo que Helena fue a ver a Runeard para cortejar con este último, a pesar de que está embarazada la joven, está última le responde que no es así – Yo no te haría eso... Solo es que necesitaba evadirme un poco de estar encerrada en tu mansión–.

Después de responderle le termina sonriendo, pero aún confundido y no creyéndole, Vik le pregunta evidentemente molesto – ¿Y por eso vienes a ver a este idiota?–.

Creyendo la chica que logro aclararle la cuestión a Vik, exclama en respuesta al darse cuenta que Vik no le cree – ¡No!–.

Negando, la joven le informa la verdad – Solo nos divertíamos juntos. Maldita sea, eres tan hipócrita; como si fueras algún jodido santo o algo así–.

Ante lo que dice, la chica al instante rueda sus enormes ojos y luego de eso le pregunta a Vik, con un tono enojado – ¿Por qué no dejas de ser tan capullo?–.

Molestándose ambos, Vik niega y ante su cuestión, le contesta, diciéndole de forma burda y malsónate – Eres un desastre, y no deberías estar divirtiéndote– al instante, la termina señalando a la joven mientras se posiciona enfrente de la misma chica, y en tanto la mira con superioridad.

No pretendiendo enojarse demasiado y mostrándose suave, Helena le rectifica con un tono agridulce – Y tú sabes que eres… Eres un maravilloso... Un maravilloso traficante, ladrón y asesino–.

Casi listos ambos para decirse más cosas despectivas, escuchan a Runeard interferir, diciéndoles – Vamos chicos...–.

Al no hacerle caso, Runeard presencia el momento justo en que Vik le dice a Helena con mucha desconfianza, mientras la picotea con su dedo índice – Todo lo hice por ti–.

Negándose a creerle, Helena le responde con un tono arrogante pero manteniendo una compostura por su embarazo, en tanto le empuja la mano señalatoria a Vik – ¿Lo hiciste por mi? Desde que llegue, te importo una mierda. No me hablas casi, reprochas que estoy embarazada y niegas que este bebé sea tuyo–.

– Es más seguro que sí– le dice Vik, en tanto asienta y no deja de mirarla a la chica, y mientras ambos se encuentran sumamente molestos.

Apretando ligeramente su dentadura, Helena da unos cuantos pasos hacia atrás, mientras se retira lentamente del lugar – ¿Sabes qué? Me das ganas de vomitar. Sabandija…–.

Viendo como se retira y sabiendo como lo llamo, Vik le dice como última cosa – Bah, piérdete–.

Antes de retirarse del lugar, Helena finaliza con – No te me acerques más estúpido idiota. No eres más que un farsante y un descarado, Vik Westergaard–.

Sin más que decir, Helena finaliza la leve pelea y el encuentro, retirándose del lugar.

Al estar solos únicamente Vik y Runeard, este último le pregunta a su amigo – ¿Y ahora, que vamos a hacer?– un poco furioso, Vik se gira hacia donde está el pelirrojo, y sin más le dice – Muchas gracias, Runeard–.

Caminando hacia la salida e intentando tomar la mercancía que está en uno de los asientos de la habitación de la mansión. No logra hacerlo, debido a que Runeard corre y toma la mercancía, en tanto Vik queda atónito y decide perseguirlo.

– ¿Qué? Oye, ¡Es mi mercancía! ¡Toda esta cosa es mía y hago con ella lo que me da la gana!– le grita Runeard mientras abandona la mansión y Vik lo persigue.

Al llegar cerca de las aguas y lago de la mansión, Vik le grita con algo de temor – ¡Runeard! ¡Vuelve aquí!–.

Negándose a obedecerlo, el mencionado pelirrojo se adelanta hasta el lago cercano y arroja la mercancía, en tanto se detiene y suspicazmente suspira aliviado – ¡Cállate! Siempre me estás diciendo lo que debo hacer. Pero, si no fuera por mi, no tendríamos nada de esto– le informa a Vik, al verlo llegar hasta donde está él.

– Si quiero la mierda, la tomo. Si quiero regalarla, la regalo...– le comenta al observar como la mercancía se aleja de la distancia donde la dejo, siendo la misma corriente del lago la cual distancia a metros a los dos hombres y a la mercancía.

– ¡Y voy a regalarla toda! ¡Y tú no vas a detenerme!– le exclama mientras observa a Vik arrojarse al agua y nadar hasta la mercancía arrojada.

Mientras nada el trigueño, este mismo le responde sumamente perplejo mientras la corriente fluvial de agua arrastra la mercancía – ¡Runeard! ¡Eres un idiota!–.

Observando como el pelirrojo se retira lentamente y se burla mientras regresa a su mansión, Vik a duras penas logra conseguir la mercancía, en tanto está última está a poco de alejarse de su poder.

Después de recoger toda la mercancía, que es ni más ni menos que opio, Vik sale del agua, y ante eso decide volver a la mansión de Runeard, con el fin de hablar con él, pero descubre que este se fue de su mansión y probablemente regresé más tarde.

Cansado por nadar y casi perder la mercancía, Vik se encamina afuera de la mansión de Runeard.

Durante el camino se le ocurre verificar el buzón de correo del ausente pelirrojo.

Al verlo, se encuentra con el siguiente mensaje, "Gothel: Eh, idiota. He vuelto al pueblo. ¿Cómo esta esa gordis?. Creo que le voy a hacer una visita.".

Sabiendo que se refiere a Runeard y a Helena, Vik decide quedarse en la mansión de Runeard mientras intenta darle cabida a lo que leyó. Sabiendo que probablemente Gothel sepa de su ubicación.

Terminando así este capítulo.

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Notas del autor:

Hola lector, nuevamente. Les vengo trayendo dos actualizaciones de esta historia.

Ya faltan poquitos capítulos para terminar esta historia, así que les subo esto.

Asimismo, después de que lean éstos dos capítulos, mi OC aparecerá.

Bueno es todo, nos leemos pronto. Hasta pronto.