Las cosas que perdimos en la guerra – Notas de autora
"Las cosas que perdimos en la guerra" es una historia que empezó a formarse en mi cabeza en Mayo-Junio de 2020, al mismo tiempo que escribía y publicaba "Fracturas".
"Fracturas" es mi fanfic menos trabajado en el sentido de que surgió como entretenimiento durante la primera fase de la pandemia de Covid-19, cuando en muchas partes del mundo (y en mi caso particular, en España), todos tuvimos un confinamiento muy estricto que nos impedía salir de casa para nada que no fuera esencial. Ni siquiera permitieron que saliésemos a dar un paseo y estirar las piernas alrededor del barrio (a menos que fuese para bajar al perro o tirar la basura), o pensando en mi situación personal, fue muy destructivo mentalmente porque no se podía salir ni a hacer deporte al aire libre, que es una de las cosas que más necesito hacer. La pandemia fue dura para todos y aún lo está siendo, es vivir una distopía, es como un monstruo que evoluciona y va tomando formas distintas cada vez. Pero a la vez, fue lo que motivó que empezara a subir capítulos que se me ocurrían sobre la marcha, de manera muy frecuente (casi a diario, en un inicio). Era una historia sin rumbo ni un objetivo concreto, más que "conectar" y servir de vía de escape para mí (y con la esperanza de que sirviese también a otras personas en estas circunstancias).
Fue en "Fracturas", cuando llevé a los protagonistas a la región de los orni y a la Estepa de Hebra, y escribiendo esos capítulos sentí que tenía una historia mucho mayor creciendo dentro y que estaba ambientada en esos escenarios en concreto. Era una historia con la estética y muchos de los escenarios de Breath of the Wild, pero con su propia idiosincrasia, una historia "menos tecnológica" que lo que habíamos visto en juegos y en otros fanfics, y sentí deseos de crear una nueva cultura que interaccionase con "otro Hyrule", ni el de Breath of the Wild ni el de otros juegos... simplemente otro, el mío, si queréis verlo así. En otras palabras, tenía un Universo Alternativo en la cabeza.
Algo que también me aportó "Fracturas" a nivel creativo, fue el uso de la voz en primera persona del singular. Hasta ahora, siempre he elegido la tercera persona, no sólo "aquí" en este fandom, sino en general ha sido mi forma de narrar las cosas, mi voz "innata" por así decirlo. Soy una escritora que utiliza un lenguaje formal que tiende a lo robótico a veces, es culpa de una deformación profesional, soy y siempre he sido una persona de ciencias aunque no lo aparente (o a lo mejor es lo que yo creo y en realidad se ve clarísimo, jajajaja) y tengo ciertos tics y defectos que me alejan de un tono más cercano o literario a uno más frío y estructurado, rasgos del lenguaje científico que intento corregir siempre que puedo (frases largas e interminables, el abuso del sufijo -mente, en fin... cositas del lenguaje formal). El uso de la primera persona revolucionó mi forma de escribir y me encontré a mí misma sintiéndome muy cómoda con esa nueva voz, así que es algo nuevo que apliqué directamente en "Las cosas que perdimos en la guerra" de manera natural, porque la historia lo pedía a gritos.
Así pues, y tras una inmersión en los mundos vikingos y bárbaros, tras absorber horas de música étnica y de fantasía épica, me animé a "pensar" en serio esta historia y así lancé el primer "Piloto" sin tener ni idea de si conseguiría materializar del todo la idea. Y los que hayan escrito y compartido una historia larga sabrán de lo que les hablo: esto es como una batalla constante entre la historia que tienes dentro y es sólo tuya (y llega un punto en que te molesta tenerla dentro, porque los personajes "hablan" entre ellos en tu cabeza a todas horas y la única manera de callarlos es echarlos fuera al papel) y la necesidad de compartir y contar una historia.
Como cierre a este apartado de motivación de la historia o cómo surgió la idea, sólo comentar que me sorprende mucho a mí misma que haya sido capaz de completarla y haberla llevado tan lejos como pretendía.
Un conflicto "por capas"
Una vez tenía clara la idea y algunos aspectos muy difusos (como el tema de los bárbaros, escenarios, incluso diálogos o escenas que tenía en la cabeza), me hice la pregunta de oro, sin esa pregunta no hay historia: ¿Cuál es el conflicto? ¿Qué quiero contar?
Sin conflicto lo que escribimos se convierte en una sucesión de anécdotas sin un rumbo fijo, así que para mí es fundamental responderme a esa pregunta desde el principio. Así que en mi caso el razonamiento fue: "Las cosas que perdimos en la guerra. ¿Qué fue lo que perdimos en la guerra?"
Había una guerra y eso en sí mismo es la definición de un conflicto, porque implica una lucha por algo, una confrontación. Pero no era el conflicto que yo quería contar, sino lo que "perdimos" en esa lucha. Lo más lógico y normal es decir: pues muchas cosas se pierden en las guerras. Vidas, para empezar. Hay muchos muertos, normalmente las personas más inocentes y vulnerables son los que más sufren (ancianos, pobres, niños...), se rompen lazos, se pierden los frutos del trabajo de una vida, incluso de una sociedad. Pero esta es una historia basada en el universo The Legend of Zelda, así que una pérdida enorme sería cepillarme o hacer un daño grande a uno de los personajes principales, y que los otros intentasen luchar contra los obstáculos (que yo colocaría cuidadosamente) para resolver el problema y salvar al personaje dañado. Lo que hice fue darle la vuelta por completo a esa idea de pérdida: lo que la guerra se va a llevar no es a los personajes, sino su relación.
Y bajo esa premisa, ¿qué hice? Trabajar la relación más que nunca, para que se convirtiese en algo tan bonito y valioso que el lector estableciese una relación de apego con eso, y sintiese miedo de perderlo o que se rompiese. Tenía que convertirla en una especie de tesoro, por eso el desarrollo de la historia fue tan lento, tan elaborado, con un ritmo pausado que hacía crecer la relación muy poco a poco hasta convertirse en algo sólido y a lo que nadie querría renunciar, porque renunciar a eso duele, así de simple.
Si iba a trabajar la relación, para mantener la tensión dramática y alimentar y fomentar los cambios en los personajes, había que crear conflictos más pequeños que estuvieran envueltos de manera invisible por el principal, es lo que yo llamo "conflictos por capas". Los habéis visto nacer y resolverse a lo largo de la historia: un matrimonio impuesto, un acercamiento sexual forzado (es casi una violación doble y esto dejó por mucho tiempo dañados a los personajes), un choque cultural, conflictos políticos, enemigos arquetípicos (el antagonista en su estado puro, representado por la oscuridad de Ikana), un destino heredado y que se repite de manera cíclica, relaciones familiares, de amistad... etc, etc, etc. Es por eso cuando todos los conflictos de las capas inferiores se resuelven o se desencadena el desenlace en el capítulo "40 – Sacrificio", de manera inevitable en conflicto/motivación principal de la historia, la "envoltura" en la que he trabajado durante tanto tiempo, sale al exterior: sólo queda el conflicto principal de la historia, "me he llevado la relación de los personajes".
¿Y de qué manera se lleva al extremo la relación principal de la historia? Haciéndola visible, haciendo que tenga vida, incluso que respire. En este caso, es a través de un hijo, fruto material de la relación. Perdidos los recuerdos, el niño es el huérfano que deja el conflicto, los restos de la explosión.
Agridulce
Una historia que se titula "Las cosas que perdimos en la guerra" no podía tener un final redondo y perfecto, porque la pérdida es algo implícito desde un principio: hay una pérdida. Bueno, el final es bastante feliz y redondo porque yo adoro los finales felices, es lo que nos regala el fanfic, ¿no? Pero al mismo tiempo, el final no es "tan feliz" como cabría esperar, porque el conflicto global que he comentado es lo que da todo el sentido a la historia. Esto nos conduce al famoso "bittersweet" en el que se apoyan muchas historias.
Tenemos Zelink y una nueva relación, pero la antigua está perdida para siempre, es el sacrificio que yo he hecho a nivel creativo. Además, lo único que tienen los personajes principales para resolver el conflicto es su propia fe. ¿Cómo les afecta?
En el caso de Link, él es el héroe. ¿Qué hace un héroe en las historias?: Creer. Los héroes creen en algo, es lo que empuja su valor y su capacidad de adaptarse y vencer a las adversidades. Creen en una idea, en un dios/diosa, en completar una misión. Pero sus creencias a veces se sustentan poco más que en su fe y su valor. Por eso Link cree que Zelda era su mujer, y que en realidad Faren es realmente suyo. Sabe que él es su padre verdadero, no tiene pruebas, pero no las necesita porque un héroe cree y lo siente en su corazón.
Para Zelda, es más difícil. Ella lo analiza todo, es una científica, una arqueóloga. Escudriña y pone en duda todo en busca de respuestas, es en lo que se sustenta la sabiduría: en poner todo en duda. Su deseo es creer lo mismo que Link, de hecho, hay una parte irracional de ella que la empuja a creer, pero la parte amarga de todo esto es que ella sigue necesitando pruebas. Eso es realmente lo que la guerra le arranca de una forma un tanto injusta, es el verdadero sacrificio de la historia.
Antagonistas
¿Quién o quiénes son?
Cuando se crea un conflicto por capas, no puede existir un único antagonista. Hay obstáculos y por tanto personajes contrapuestos que van apareciendo a distintos niveles. De alguna manera, podemos ver todos estos antagonistas a lo largo de la historia:
Kahen – antagonista clásico. Interesado, manipulado por sus propias ansias de poder, personaje psicológicamente traumatizado por "no creerse" suficientemente bueno. Esto le hace volcar sus inseguridades en decisiones erróneas de las que se aprovecha el mal.
Ganondorf – es el personaje más gris de todos. Favorece el conflicto y zancadillea a los protagonistas, pero lo hace por unos motivos que cree justos y no egoístas, es la definición de un antihéroe.
Rhoam – el rey ejerce un papel antagónico en esta historia, ya que sus intereses políticos están por encima de sus relaciones, y esto perjudica en muchos aspectos a otros personajes y favorece la guerra y el conflicto.
Aldry – vale, sé que es tópico. Pero la "madrastra" de la historia también lo pone difícil a los protagonistas. Hay una línea argumental que dejé abierta o sin resolver, que es la de "¿quién le abrió paso a los espectros?". En mi cabeza, es una conspiración de algunos clanes bárbaros de la montaña, pero no pudieron hacerlo solos sin que alguien del "gobierno central" les abriese algunas puertas. Aldry es cómplice, por sus celos y su propia ambición. Tras el deseo de las diosas, redimo a este personaje.
Ufal, Ugal, Kruu – un rol muy similar al de Aldry. Son un contraparte político, favorecen el conflicto y la guerra por sus intereses personales.
Ganon, la oscuridad o el mal de Ikana – El mal en sí mismo. Insustancial, sin sentimientos, sin conocimiento de lo que es el amor o la amistad, es un poder destructivo incontrolado, poder de destrucción maligna en estado puro. Como una de las versiones más "antiguas" que vemos en la saga Legend of Zelda. Lo equiparo al Ganon oscuro (también oscuridad en estado puro, insustancial) de Breath of the Wild o al "Durmiente" de Skyward Sword. Por tanto, sólo se le puede destruir y combatir con las armas clásicas: la espada y la luz. Creo que la persona que mejor describió a Ganon, la que llegó al corazón de lo que significa y me dejó muy impactada en su día, es la escritora de fanfics "Lyxie", en su fanfic "Grief", que os confieso, para mí es el mejor fanfic que he leído jamás sobre Breath of the Wild, o es el que más me ha llegado a nivel emocional, a pesar de ser "sólo" 3 capítulos. En ese fanfic, Zelda "cae en la cuenta" de cuál fue el verdadero error del Cataclismo, y por qué ella aguantó durante 100 años, por qué su luz nunca llegó a apagarse. El Cataclismo la torturaba para quebrar su voluntad, sumergiéndola en horribles visiones que ella describe así (me tomo la licencia de ponerlo, respetando siempre que esta maravillosa idea y fanfics son solo de Lyxie y sólo suyos, y yo sólo me he visto golpeada por su genialidad): "Me los mostraba todo el tiempo. Cómo murieron. Tenía que revivirlo una y otra vez – mi padre, Urbosa, y Daruk, Revali... Mipha. Los vi morir una y otra vez. Enseñarme eso era una de las cosas favoritas del Cataclismo, para intentar romper mi voluntad. [...] pero hay algo que necesitas entender, Link. Si [Ganon] hubiera sido más inteligente, no habría sido capaz de combatirlo. El Cataclismo era odio y malicia encarnados, así que no entendía el significado de emociones más gentiles. Me torturó con visiones de dolor y destrucción... yo podía aguantar eso. Pero, si hubiera utilizado mi corazón en mi contra... no sé si podría haberlo vencido. Me mostró a mis seres queridos muriendo, pero eso sólo sirvió para darme más fuerza. Si me hubiera mostrado a mi padre vivo... o si me hubiera prometido que los devolvería a la vida... si me los hubiera mostrado viviendo felices sin mí, yo no podría... no habría podido..."
Yo creo y comparto firmemente esa idea de Lyxie, por eso el daño que causa Ganon en mi historia, es destrucción y corrupción puras. Corrompe a Ganondorf (destinado a ser tomado como huésped) y a Kahen, y luego sólo: mata, mata y mata. Podría haber sido inteligente y haber chantajeado a Link y a Zelda de otro modo, podría haber "intentado volver sus corazones en su contra" y a lo mejor no habrían sido capaces de luchar contra eso, o alguno de ellos habría tenido que sacrificarse de manera trágica. Sin embargo, las Diosas sí entienden el valor de los sentimientos, por eso el precio que piden para reparar la muerte, es algo que equiparan en valor: los vínculos, el amor, la amistad.
La verdad, no sé si Lyxie es seguidora de Harry Potter, pero JK Rowling siempre defendió la misma idea: la incapacidad de Voldemort para vencer se sustenta en su total ignorancia o menosprecio del poder que tienen el amor y la amistad.
Y esto está muy relacionado con lo que he comentado otras veces, cuando hablamos de Age of Calamity: son los actos de amor los que despiertan el poder de las diosas, en contraposición a la malicia oscura que sólo se sustenta en el odio y la muerte.
Preguntas y Respuestas
Bueno, he recopilado algunas de las preguntas que me habéis hecho tanto en ffnet como en wattpad, en algunos casos las he ido respondiendo, pero creo que no está de más dar respuesta a las cosas más repetidas, sobre todo en la recta final. De verdad, si hay aquí alguna pregunta que no haya respondido y aún tengáis, podéis escribirme un PM y os responderé encantada :)
¿Por qué Ganondorf y Kahen "desaparecen" tras el deseo que Zelda pide a las diosas a través de la Trifuerza? – Bueno. Es que la propia Zelda lo explica en el capítulo 40. Yo creo que es auto-explicativo, así que me limito a copiarlo de nuevo:
—Puedes... ¿puedes desear devolver la vida a todos los que la han perdido en esta guerra?
—Puedo —frunció un poco el ceño y se miró las manos —desde el principio, desde el origen. No... no puedo hacer nada por aquellos poseídos por la oscuridad.
Asentí, intentando asimilar aquello. Era tarde para Kahen y Ganondorf, entonces.
¿Por qué nadie reconoce la Espada Destructora del Mal? – Ni los sheikah sabían de su existencia, la propia Impa lo dice también en el capítulo 40. Además, obviamente era un objeto ancestral pero del que no quedaban registros históricos más allá de leyendas vagas y caídas en el olvido, por eso cuando Zelda encuentra el mapa en la cueva, no se sorprende al ver "el arma" en el mapa, ni lo asocia con nada en concreto. Simplemente, no entiende nada porque es un conocimiento que, a través precisamente de esa escena en la cueva en el Festival de Or, intenté explicar que había quedado en el olvido.
¿Los bárbaros de tu historia son los zonai? – Por última vez, jajaja, no. No lo son, no tienen nada que ver ni por ubicación geográfica ni por nada que yo haya diseñado o desarrollado. De hecho, en el fanfic hablo del pueblo "indígena" de Farone, que sí los concibo como descendientes de los zonai.
¿Qué significa el nombre de Faren? – Es un guiño de la autora a los lectores más avispados. En mi cabeza, Zelda lo elige porque es bonito y es el nombre en masculino que se pone a los niños en honor a la diosa del valor Farore. Pero en realidad sabéis que la que bautiza aquí a la peña soy yo, jajaja, y se lo puse porque el bebé fue concebido en el bosque de Farone, aunque Link y Zelda no lo recuerden. Me pareció una paradoja muy divertida, además, "Faren" es el nombre que tiene el dragón del bosque de Farone en la traducción al castellano de Breath of the Wild, y ponerle el nombre de un dragón al bebé me pareció una idea preciosa.
El intricado sistema hereditario de la familia real de Hyrule, ¿cómo va eso? jajajaja – En Hyrule no existe hegemonía de los hombres sobre las mujeres, así que heredan la corona los niños según su orden de nacimiento independientemente del sexo. Si Zelda hubiera sido la mayor, ella habría sido la heredera a la corona de Hyrule. Tras desaparecer Kahen, la corona pasa de manera inmediata a ella, segunda en la línea sucesoria. Su embarazo fuera de un matrimonio supone un problema político, por eso el rey decide pasar la corona al príncipe Gaepora.
¿La destrucción que se desata a partir del capítulo de "Laguna negra" es en todo Hyrule? – Vale, esta pregunta me parece muy lógica, porque nosotros tenemos una visión muy sesgada de los acontecimientos por cómo es la narrativa. Estamos limitados por lo que nuestros personajes viven, así que no poseemos más que la información que ellos tienen y vemos a través de su POV. Pero os confirmo que sí, que una vez la oscuridad despierta, la guerra invade todas las regiones de Hyrule y de los pueblos del Oeste, arrasándolo todo.
Si Link y Zelda están casados y se gustan tanto, ¿por qué no se atreven a tener sexo? — Vale, esta pregunta la pongo yo así de explícita, porque vosotros me la habéis hecho de alguna manera muchas veces, pero sin ponerlo así de claro, jajaja. El capítulo "7- El bárbaro", contiene una de las escenas más duras y difíciles que he escrito jamás. Es lo que yo llamo "una violación doble", porque se fuerza a dos personajes a tener sexo en contra de su voluntad. Nadie que se someta a semejante estrés se cura de un trauma de esa dimensión fácilmente, porque el recuerdo del momento en sí puede ser muy doloroso e inducir miedo y por tanto ansiedad. Además, la cosa empeora cuando ambos se dan cuenta de que una forma de evitar las tensiones políticas en el Oeste es tener un heredero que afiance su unión, ahora el sexo se convierte en una herramienta para evitar guerras, y eso es... sencillamente es demasiado estrés, tan malo es que te obliguen otros como que te obligues tú mismo/a. Yo he jugado con esto a lo largo de la historia, y sólo en el momento en que se olvidan del tema del "heredero" o del matrimonio de conveniencia, sólo cuando en sus cabezas sólo queda su atracción, su deseo físico y sentimientos es cuando se sienten libres para tener sexo y disfrutarlo como un acto más de su unión.
¿Es Ganondorf en realidad el villano? — El único villano clásico de esta historia es Ganon, sin "dorf". Entonces, ¿cómo son las gerudo tan estúpidas de ponerle ese nombre a un niño? Es como si, no sé, vosotrxs tuviérais un hijo y lo llamaseis "Adolf"... ¿Alguno de mis lectorxs se llama Adolf/Adolfo? ;) Seguro que os llamáis Adolfo porque les gustó a vuestros padres, no creo que sea un homenaje a uno de los seres más asesinos y malvados que ha existido en la historia de la humanidad, ni que por llamaros así vayáis a iniciar un holocausto. Pues lo mismo le pasa a las gerudo... le ponen Ganondorf porque es una tradición muy ancestral, y no olvidemos que las tradiciones y los orígenes de los nombres se pueden perder a lo largo de la historia, o pueden variar su significado. ¿Sabéis el nombre de algún dictador/villano de hace 10000 años? Yo no conozco ninguno, sin embargo, es posible que hoy en día usemos ese nombre con toda la frescura y no signifique nada. Dicho esto, por qué mi Ganondorf no es un villano creo que lo dejé claro antes, al igual que ya he respondido muchas veces por qué no adopta la forma de un jabalí/cerdo.
Vale, Juliet, pero... ¿por qué no recuerdan Link y Zelda? ¿Por quéeeee? – Ya os lo he dicho, niños y niñas. Porque esta es una historia con final agridulce que, por otra parte, se veía venir en el título desde el día que publiqué el primer capítulo.
Juliet, te crees muy listilla, pero te has olvidado del todo del pájaro rojo que vio la madre de Link — sí, esto lo preguntasteis en los inicios y no volvió el tema. El pájaro simboliza el destino en la historia. En el manga especial que hay en Hyrule Enciclopedia, aprendemos que la Diosa Hylia descendió de los cielos para luchar con su pueblo, y lo hizo en un pájaro de alas carmesí, que terminaría perteneciendo a Link, y que vuelve a aparecer en Skyward Sword. Así que el pájaro en esta historia simboliza el destino, una señal de augurio, de que el ciclo interminable de reencarnaciones está muy cerca de volver a repetirse.
¿Y el regalo de bodas que Link le iba a hacer a Zelda? —Ains, era tan romántico... pero no tuve margen para meterlo en la historia, si hubiera hecho la "versión extendida" como Peter Jackson con "El hobbit", a lo mejor sí, jajajaja. Link dibujó a Zelda, hizo un retrato de ella para regalárselo. En mi cabeza, el dibujo quedó parcialmente quemado tras la Guerra Oscura, y lo único que quedó de él fueron unos ojos verdes. ¿No os parece súper romántica la idea? Jajajajaja.
Agradecimientos
Bueno, para acabar quiero dar las gracias a todas las personas que han seguido la historia, a todas, tanto a las que me han acompañado con reviews y comentarios de forma regular (y de alguna manera me importan y son como una pequeña familia para mí) como a las personas más tímidas que han leído en silencio, sé que lo han hecho, desde el primer capítulo hasta el último. ¡Muchas gracias, de corazón!
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Deseo que estéis bien, que estas malas rachas del covid pasen, que tengáis fuerza para resistir los malos momentos, que estéis a salvo con vuestros seres queridos y sigáis estándolo por mucho tiempo.
¡Un fuerte abrazo! ¡Cuidaos mucho!
-Juliet
