Harry Potter pertenece a JK Rowling.

Star Wars pertenece a George Lucas (y a Disney)

Harén de Harry.

HP: Hermione Granger, Daphne Greengrass, Padma Patil y Susan Bones.

SW: Aayla Secura, Ahsoka Tano y Maris Blood.

48: Enemiga en la escuela.

Las semanas pasaron, y con ellas, la compra de materiales escolares.

―Se implementa reforma educativa, en Hogwarts ―leyó Harry, el titular en el periódico. ―Maldito Fudge. ―Dejó el periódico en la mesa.

―Sin que Quién-Ustedes-Saben actué...

―Llámalo Tom Ryddle, Arthur ―pidió Harry, con cansancio. ―O sino, estaremos jugando a su juego, y al mismo juego, que juegan sus Mortífagos, al llamarlo "Señor Tenebroso" o "Quien-Tu-Sabes". A diferencia, de los nombres Sith, que incluso tienen algo de religioso, en este caso, no fue más que algo inventado por un mocoso, con problemas paternales.

― ¿Pues cómo te llaman a ti, los Sith? ―gruñó Ron.

―Darth Koldin ―contestó él, mientras leía el periódico.

―Su regreso, no fue lo que él había planeado ―dijo Sirius, frunciendo el ceño, aunque estaba feliz de que su ahijado, estuviera allí presente. ―Tú se lo estropeaste todo. No quería que nadie supiera, que había vuelto, iba a matarte, para (literalmente) no dejar testigos.

Harry no pudo evitar sonreír. ―Sí. Y ya viste cuantos de sus Mortífagos murieron, en mis manos, a través de mis recuerdos. Ese es el problema de los Mortífagos y del propio Ryddle. ―Todos lo miraron fijamente, ¿de qué estaba hablando? ―Creen que el lado oscuro está de su parte, cree que el lado oscuro le sirve y que seguirá cada uno de sus caprichos. Ellos no entienden, que deben de servir al lado oscuro. Eso es lo que yo hago, aunque sí: tardé lo mío, en entender cómo eran las cosas. ―Sonrió. ―Quisieron eliminar todo rastro del Sith: Lord Momin, a causa de su estilo de pensamiento, lo llamaron hereje, estuvieron a punto de ejecutarlo. Pero él, logró crear algo similar al Horrocrux del diario. ―Harry no notó, a Ginny, tener un escalofrío. ―Aquel que obtenga su casco, y se lo ponga, será dominado por Momin, obteniendo acceso, a conocimientos de la Alquimia Sith, que quizás, nadie más ha tenido, desde hace ya ciento cuarenta años. Ese era su estilo de pensamiento: Tienes que dar tu corazón, alma, espíritu y cuerpo, en nombre del servicio al Lado Oscuro (o Luminoso) y dejar que este, guie cada uno de tus pasos.

―Quizás, Harry ―dijo Nymphadora Tonks, suspirando. ―El problema, es que Fudge tiene miedo de Dumbledore.

Harry no pudo evitar, lanzar una risilla. ―Es un manipulador, pero es el único que les hace frente a las fuerzas de Ryddle, y se la pasa hablando de amor y paz, es completamente inofensivo, ¿Por qué temerle a Dumbledore?

―Dumbledore es el Jefe Supremo del Wizengamot y el Jefe Supremo de la Confederación Internacional de Magos, que son dos de las entidades políticas, más grandes de Gran Bretaña y Europa ―dijo Nymphadora Tonks, con una mirada triste.

―Cree que Dumbledore, quiere obtener también, el puesto de Ministro de Magia ―dijo Arthur Weasley.

―Aceptar el regreso de Voldemort...

―De Ryddle. ―Corrigió Harry.

Lupin carraspeó. ―Aceptar el regreso de Ryddle, será asumir que el Ministerio tendrá que enfrentarse, a unos problemas, que no ha enfrentado desde hace catorce años. Fudge no quiere asimilarlo, así de sencillo. Para él, es mucho más cómodo, decir que Dumbledore miente, que es un desestabilizado mental y cosas así. ―Dijo Lupin.

Harry suspiró. ―Es un pésimo plan. Bueno, dejemos que fluya. ―Fue hacía la cocina, pero se volvió hacía ellos, enseñándoles una sonrisa. ―Esperemos. No hagamos absolutamente nada. Cuando Ryddle vuelva a aparecer, nos aseguraremos, de que Fudge esté presente, y lo obligaremos a aceptarlo. Creí que lo aceptaría, cuando vio mi recuerdo, pero... ―Negó con la cabeza, e ingresó a la cocina, finalmente. Se preparó su desayuno, él mismo y volvió al comedor, desayunando en completo silencio. ―No se habían visto usuarios de sables rojo carmesí, desde hace... quizás... trecientos años, pero ahora, la Orden Jedi, tiene que admitir, que los Sith y los Usuarios del Lado Oscuro de la Fuerza, han vuelto, y simplemente, no saben cómo responder efectivamente, ante aquella amenaza fantasma.

En los siguientes días, Harry se divertía, escuchando las quejas que ponía Molly, a Sirius, sobre Hermione, Daphne, Padma y él, entrenando esgrima, o cuando los encontró leyendo libros de magia oscura, de la biblioteca Black.

Finalmente, Harry tuvo suficiente de los gritos, de la madre de Sirius y la apuñaló con el colmillo de Basilisco, cuyo veneno consumió el cuadro.

― ¡¿Destruiste su cuadro?! ―preguntó un sorprendido Sirius, antes de suspirar. ―Finalmente, tendremos más paz aquí.

― ¡Mi ama! ―dijo Kreatcher, mirando el espacio en blanco, parecía que no sabía en qué pensar.

Sirius, frunció el ceño, antes de colocarle una mano en el hombro, al pequeño elfo. ―Ella no era mi madre, Kreatcher. Solo era su cuadro.

―Sí, sí... Kreatcher... Kreatcher, irá a.… a limpiar ―dijo el elfo anciano, retirándose.

Para el quinto año, necesitaban: «Libro Reglamentario de Hechizos, grado 5» y «Teoría de Defensa Mágica»

Así mismo, en el periódico, estaban apareciendo ciertas noticias, sobre que Fudge comenzaría una reforma educativa y otras cosas. Todo aquello, hizo enfadar a Harry, Ron, Hermione, Ginny, Susan, Padma y Parvati, era obvio que esto se trataba, de que Dumbledore, no intentara reclutar alumnos para La Orden del Fénix, o que no armara su supuesto ejercito de alumnos, para intentar derrocarlo, y fue definitivo, ante las palabras de Sirius, consiguiendo hacerlos molestar, aún más.

Pero Harry sabía: «Que no había mejor amenaza, que el sable en la cintura, antes que este siendo una amenaza real, hacía el enemigo»

Era mil veces mejor, poner al enemigo nervioso y sin que supiera cuando atacarías, a que se pusiera nervioso al verte amenazarlo.

Solo tenían que esperar, a que Ryddle hiciera el siguiente movimiento amenazante, para que Fudge entendiera quien era su verdadero enemigo (que no eran, ni Harry, ni Dumbledore)

Llegó el 1 de septiembre, el regreso a clases, al quinto año para la generación de Harry.

En el tren, conocieron a una chica de mirada soñadora y que parecía ser un tanto... tonta o estar despistada, de cabello rubio, ojos azules, que tenía la varita tras la oreja, y un vestido amarillo, llamada Luna Lovegood.

A pesar de cuan despistada parecía ser, tenía un aura que te atraía hacía ella, y era una chica muy inteligente, esto lo supieron, cuando Hermione y Luna, comenzaron a conversar, sobre la situación actual del país, y ella parecía estar muy enterada, sobre el regreso de Voldemort.

Finalmente, llegaron al colegio, con Luna, yendo a Ravenclaw.

Cuando el profesor Dumbledore, intentó hablar, la nueva maestra de Defensa Contra las Artes Oscuras, Dolores Umbridge, habló: Les comentó, que el Ministerio quería comenzar una reforma educativa, que los cambios demostrarían ser para mejor, y otros que demostrarían ser errores de juicio... Era más que claro, que Fudge quería contraatacar a Dumbledore, colocando a una maestra de su propio gusto, en la clase de Defensa.

Harry creyó verle el sentido, teniendo en cuenta...

No.

No se podía culpar a Dumbledore, por lo de Quirrell o Lockhart.

Además: Lupin y Moody, demostraron ser buenos maestros.

¿Qué demonios planeaba Fudge?