Disclaimer: Shingeki no Kyojin pertenece a Hajime Isayama.
Advertencia: SPOILERS del manga, groserías, muchos OC, y casi 1K palabras.
Infiltrados, parte 3: Helos
~ Una bandada de patos cruzaba aquel cielo azul, las nubes formaban figuras extrañas y esponjosas que de vez en vez ocultaban al sol, el viento se sentía tibiamente reconfortante y el heno refrescaba. Ahí en el establo, descansando se hallaba un joven recostado con la cabeza sobre sus brazos admiraba aquella paz natural.
–¡Oye bastardo! –se escuchó demandante otra voz masculina a la vez que aventó un saco a la cara del muchacho –¡deja de holgazanear y ve por el encargo del señor!
El chico de unos quince años se incorporo pesadamente, no dijo nada más y acató la orden, aunque antes de retirarse le dedicó una mirada filosa al capataz con sus profundos ojos grises. Tomó su caballo y salió para cumplir el encargo satisfactoriamente, cuando iba de regreso con el saco lleno, notó que la tierra se cimbraba y la gente corría despavorida, no entendía nada hasta que al voltear al sur, de donde venía el camino que llevaba al pueblo, vio a una bestia gigante que destrozaba todo a su paso.
"¡¿Que diablos es eso?!" se cuestionó el muchacho castaño escondiéndose entre las casas. Se mantuvo quieto y con mucho cuidado observó de reojo como aquella bestia masacraba a quien tuviera enfrente si importar su condición, se sorprendió de la actitud de ese animal, más luego puso mayor atención dándose cuenta que esa especie de toro gigante no era obra de la naturaleza. "¡Es el titán Bestia!". Suspiró lo más silencioso que pudo, sabía que desde que inicio la Gran Guerra de Titanes, los pueblos y sus habitantes no eran más que piezas desechables, en este caso ese pueblo eldiano era atemorizado por un titán que se había puesto del lado de Marley.
Esperó un poco para escabullirse, sin embargo, los cuernos del titán le sorprendieron a sus espaldas, con increíble agilidad rodó hasta hacerse con una horca, el titán le siguió lentamente como acechando a su presa, él no espero más y se fue directo a los ojos de la bestia, como pudo se las ingenió para clavar la herramienta dejando a la bestia ciega, momento que aprovecho para escapar. El titán destruyó la horca y se lanzó en persecución del chico, aunque debido a su ceguera derribaba todo a su paso.
El joven corrió hasta que se sintió alcanzado, logró barrerse en el piso esperando lo peor, en cambio, el titán Bestia gimió de dolor cuando dos flechas alcanzaron sus ojos apenas regenerados. Y entonces notó que la persona que las había disparado era un chico de su edad aproximada, montado en su blanco corcel. –¡Oye Bestia asquerosa, a ver si puedes alcanzarme! –reto el joven arquero, quien después de la provocación salió a todo galope. El titán Bestia una vez recuperada su visión se fue contra él olvidando al chico castaño, quien intentó avisarle al otro joven lo suicida que estaba siendo, poco después se vislumbró un resplandor y apareció otro titán, esta vez de apariencia femenina. Se dio una batalla entre titanes donde ambos resultaron heridos pero sin ningún vencedor.
–¡Busquen al maldito portador del Bestia! ¡No puede estar muy lejos de aquí! –exclamó un hombre adulto que llegaba con la caballería –¡Y den ayuda a los heridos! –el grupo vestía con el uniforme militar del imperio en azul y dorado complementado con un sombrero bicornio
El chico castaño se quedó pasmado en su lugar, si bien sabía de las guerras entre titanes jamás había presenciado alguna, la guerra civil del imperio eldiano era cruel.
–¡¿Oye estas bien?! –una voz juvenil lo sacó de sus pensamientos
–¿Eh?... Sí –respondió todavía atontado
–Regresa a casa, este lugar no es para ti –ahora que lo veía de cerca, el joven arquero no parecía herido y por lo visto también era un soldado
–¿Tú quien eres? ¿Porque salvaste a un simple peón como yo? –preguntó el joven castaño
–No pareces ser un simple peón –dijo el joven arquero, que tenía un cabello negro como la noche peinado a la mitad y unos ojos grises brillantes como el metal –si lograste enfrentarte a un titán cambiante eres valiente, en el ejercito apreciamos mucho a personas como tú
–¿El ejercito me recibiría? –se cuestionó el muchacho castaño
–Eso lo decides tú –dijo el otro chico –esfuérzate –luego dio la media vuelta para reunirse con los demás soldados, despidiéndose con orgullo –Mi nombre es Glenn Ackerman y soy parte de la Guardia del Rey
El castaño no dijo nada más, solo notó como el chico se alejaba. "¡Es un verdadero Ackerman!" se sorprendió por conocer a uno de los famosos guardias del Rey. Caminó hasta donde había dejado el encargo de su señor, después de mirarlo por un rato, lo dejo caer y tomando nuevamente su caballo, se puso en marcha hacia un lugar desconocido.
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El sol enfocaba sus rayos en la arena de combate donde los soldados se ejercitaban peleando cuerpo a cuerpo, en ese momento se batían un chico castaño y un rubio musculoso que se llevaba todas las apuestas.
–¡Apuesto 100 a Dan! –gritó un espectador –¡no durará ni un minuto el pobre enclenque de... –no acabó de hablar cuando el rubio fortachon ya estaba noqueado
El castaño salió de ahí sin que nadie dijera nada, ni una ovación ni insultos, pues los demás apenas procesaban lo ocurrido. Tomó agua de su cantimplora y secó el sudor cuando notó que una persona se le acercó.
–Helos, te llama el líder de los Ackerman –avisó otro joven soldado
El mencionado casi escupe el agua ante eso –¿Estas seguro? –preguntó levantando una ceja de incredulidad
–Sí, ve o será considerado una falta de respeto
–De acuerdo –Helos, el chico castaño, se acomodo el uniforme y se dirigió a las oficinas de los Ackerman. Habían pasado cuatro años desde que ese chico Ackerman lo salvó del titán Bestia y desde que se unió al ejercito como le aconsejó. No tenía idea de para que lo llamaban, pero suponía que tenía que ver con asuntos de la Guardia del Rey, donde además de los Ackerman solo los mejores y más leales soldados se podían unir.
Llegó a una oficina con decoración delicada, se tomó un momento antes de tocar y pudo escuchar un poco de conversación:
–¿Estas seguro de esto? –se escuchó la voz madura de un hombre
–Sí, creo que es lo mejor
–¡Yo sigo sin creer semejante disparate! –dijo la voz aguda de una mujer joven
Sin querer oír más tocó la pesada puerta de caoba y de inmediato le dieron acceso, miro a las personas de esa habitación, un hombre de mediana edad de barba corta estaba parado del lado derecho, mientras que del izquierdo una joven de unos quince años le veía con desconfianza, en medio, sentado con un elegante cruce de piernas se encontraba aquel chico que le había salvado hace cinco años. Al cruzar miradas, ambos se sorprendieron de reconocerse, Helos rio para sus adentros al saber que el líder del clan Ackerman era el tal Glenn.
–Bienvenido Helos –habló el líder –te hemos llamado porque queremos que te nos unas a la Guardia del Rey
La chica rodó los ojos y el hombre solo miraba a Helos con total atención –Esta bien, acepto –dijo el castaño para sorpresa de los demás
–¿No vas a preguntar porque te lo propusimos? –cuestionó el adulto con voz grave
–Supongo que soy demasiado bueno para proteger al Rey –dijo Helos despreocupado
–¡Ten cuidado con esa actitud! –lo amenazó la chiquilla de rasgos parecidos al líder –¡Si vuelvo a escuchar tu prepotencia, te arrancaré las bolas! –llevó su mano hacia la empuñadura de su espada
–Calma Velma –mencionó Glenn –le daremos oportunidad de demostrar si así como habla, pelea –el líder sonrió con mofa, recordando cuando lo encontró hace cinco años
–Gracias por la oportunidad –esta vez Helos habló sincero
–Bien –Glenn se sintió satisfecho –tío Faber te encargó que le enseñes sus funciones
–Sí señor –asintió el hombre quien después de hacer una reverencia salió junto con el nuevo miembro de la Guardia
Ambos comenzaron a caminar, Helos se mantuvo callado a cierta distancia, hasta que no pudo contenerse más y buscó saciar su curiosidad. –Aquella vez en el pueblo cuando atacó el titán Bestia, lo vi comandar al grupo de soldados, pensé que usted era el líder y Glenn su hijo –dijo el castaño sin tacto, esperando por lo menos un regaño del hombre
Pero no pasó eso, el adulto bufó y comenzó a hablar –El clan Ackerman se basa en la primogenitura. Yo soy el menor de los hijos de Esther Ackerman, mi hermano Faust le sucedió como líder del clan, y después de su muerte el puesto se le dio a Glenn
–¿Y los Fritz también son así? –cuestionó Helos
–Sí y deberías llamarlos con su debido respeto como "Altezas" –Faber le miró advirtiéndolo –esa es tu primera lección
–¿A todos? –volvió a cuestionar el castaño
–Solo al Rey te dirigirás como "su Majestad", la reina, los príncipes y demás miembros tienen el trato de "Alteza"
–¿Y tenemos que proteger solo al Rey o a toda su familia?
–Buena pregunta –dijo el hombre que caminaba delante de él –todos debemos proteger al Rey y eso significa proteger a toda su familia, aunque cada uno de los guardias tiene designado a una persona especifica, por ejemplo Glenn es el protector personal del rey
–¿Yo a quien protegeré?
Faber sonrió discretamente –Eso se sabrá con el tiempo, pero mientras puedes proteger al primo del rey, el duque Richard Fritz –siguieron caminado hasta llegar a un palacio exquisito no muy lejos del cuartel
–Oye ¿y que hay de los nobles? –cuestionó Helos viendo que ahí había mucha gente de alcurnia
–Si que eres curioso –reprochó Faber –los nobles no son nuestro trabajo, además hay ciertos nobles que tienen su propia defensa –señalo hacia un grupo de mujeres –ellas son las Blümchen, son nuestras aliadas por tener al titán Hembra, no te metas con ellas a menos que quieras ser castrado
–No parecen ser peligrosas –opinó el joven, observando que eran chicas delicadas y muy guapas
–Esa es su mejor arma contra el enemigo –le advirtió el hombre –y no solo ellas también los Hoch y los Messerli parecen ser tranquilos o relajados pero en el combate son lo opuesto –antes de que el chico hablará, agregó –ellos poseen al Colosal y al Mandíbula
–¿Entonces quienes son los enemigos? Quiero decir ¿que familias están del lado de Marley?
–Los Tybur del Martillo de guerra son quienes lideran al grupo traidor –mencionó Faber con coraje –están también los Schild del Acorazado, los Lasttier del Carguero y los Wildgrube del Bestia
–Oh vaya problema –mencionó Helos cansino, apenas comenzaba su trabajo y ya se sentía abrumado, luego divisó a unas personas con ropas y rasgos diferentes que caminaban con solemnidad –¿y ellos quienes son? –señalo a la comitiva
–Ellos son los Azumabito, vienen de Hizuru y son íntimos amigos del rey. No te metas con ellos, son pacíficos
–De acuerdo –respondió el castaño –¿por cierto a donde vamos?
–A conocer a tu probable maestro –llegaron a una habitación donde el mayordomo los guío con su señor, una vez que estuvieron en presencia del duque le reverenciaron –Su Alteza el Duque Richard Fritz, aquí esta la petición que hizo
El duque era un hombre maduro de cabello castaño mezclado con canas y mirada aterradora, observó largamente a Helos y enseguida dijo –Supongo que sirve –dio un sorbo a su copa de vino –solo te pido que cuides a mis hijos pequeños, eso es todo
–Si señor –respondió Helos claramente, aunque por dentro se sentía desmotivado
Dejaron al duque y siguieron recorriendo el palacio, que ahora se convertía en la residencia laboral de Helos.
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Habían pasado tres años desde que llegó al palacio real, pero debido a la guerra, la familia real cambiaba de estancia según los resultados, la pérdida de cada vez más territorios por parte de Marley, los orillaba hacia el norte. En ese momento se encontraban en caravana con rumbo a un castillo-fortaleza donde se mudaría la familia real, llevaban bastante tramo recorrido y parecía que todo estaba bien, pero fue precisamente esa tranquilidad la que les parecía tan extraña a los guardias del rey.
–¿Algún avistamiento? –preguntó Faber Ackerman, quien lideraba la caravana
–Nada señor –respondió otro de los guardias –¿deberíamos descansar?
"¿Querrán que paremos a descansar para atacarnos?" se cuestionó el Ackerman mayor.
–No, seguiremos, avisa a Glenn –indicó el hombre, el soldado asintió llevando el encargo
Mientras tanto en la parte trasera de la caravana, Velma Ackerman buscaba al joven de cabellos castaños para saber si había algo sospechoso.
–Helos ¿algún movimiento sospechoso? –cuestionó Velma
–Ninguno –negó el joven contemplando con parsimonia el paisaje –de hecho, disfruto esta vista, mira ahí va una jirafa
–¿Una jirafa? –Velma cuestionó con incredulidad –no estarás viendo bien, las jirafas no son nativas de este territorio
–¿Eh? ¿Entonces que es eso? –señalo hacia lo lejos como un animal se acercaba a ellos
–Eso no es una jifara, es un okapi –dijo Velma con obviedad, más luego borró su sonrisa –¡Demonios están aquí!
–¡¿Quienes?!
–El titán Bestia y su grupo –mencionó la chica –¡daré aviso!
–¿Que no el titán Bestia era un toro? –cuestionó sorprendido el castaño
–¡Las bestias cambian conforme cambia su portador! –gritó Velma exasperada –¡Trata de detenerlo, yo los pondré en aviso! –en seguida salió a toda velocidad para avisar al líder
–De acuerdo –aceptó Helos resignándose a pelear con el titán Bestia –¿Porque siempre me toca ese titán?
Pasaron unos cuantos minutos hasta que el titán Bestia se presentó frente a Helos –¡Hola! –saludó el castaño –¡Nos volvemos a ver!
El titán okapi se lanzó contra él, Helos logró esquivarlo y de paso sacó su espada listo para pelear. El okapi lo ignoró y se fue hacia el frente buscando al rey –¡Mierda! –maldijo el castaño quien de inmediato lo persiguió. El titán Bestia tenía una habilidad de trepar en las paredes de la montaña que rodeaban el camino, por lo que le fue difícil a Helos poder atacarle. –¡Cabronzazo! –dijo el soldado sacando de su bolso un lazo y poniéndose de pie aún mientras cabalgaba, tuvo una idea para detenerlo –¡Ya te domesticaré! –dicho esto se lanzó contra el titán, paso la cuerda sobre su hocico y cuello haciendo una especie de brida, y sujetándose de ésta, se montó en el titán. El okapi comenzó a moverse más rápido y salvaje, tratando de tirarlo.
–¡Wooooh mierda! –exclamó el soldado quien no podía maniobrar gracias al movimiento del titán, el okapi aún con el hombre en su espalda corrió hacia el centro de la caravana, ya lo esperaban los demás soldados para atacarlo, más no lo hicieron cuando vieron a Helos encima de éste.
–¡¿Que hace ese idiota ahí?! –gritó Velma viendo como sus planes de atacar al Bestia se esfumaron, aunque no así con los secuaces del titán que en ese instante llegaban a combatir –¡Tomen sus puestos! ¡Acabenlos!
El okapi siguió su camino hasta que se encontró con un hombre de cabellos negros en medio del camino, Helos también lo notó y decidió que lo mejor era saltar del titán. El okapi siguió hasta llegar con el solitario hombre pensando en atacarlo, pero cuando alzó sus garras éstas estaban desprendidas en el aire y unas gotas rojizas le salpicaron, fue cuando notó que el hombre moreno se había movido de lugar y mantenía dos espadas azuladas en lo alto. El titán tropezó, dándole tiempo a Glenn de cortar las extremidades traseras dejando en el suelo al titán y sin dejarle tiempo de regenerarse se paró encima de éste clavando una espada a unos centímetros de su nuca y con la otra espada amenazándolo en su punto débil.
–¡Aghhh! –se escuchó gemir al titán, pues una de las espadas estaba atravesando el brazo derecho del portador
–Si te rindes tal vez te dé un mejor trato –sentenció el líder del clan con frialdad
–¡Maldito Ackerman! –dijo con su voz monstruosa el titán Bestia
–¡Basta! –se escuchó una nueva voz masculina, Glenn alzó la vista para toparse con la silueta del mismísimo rey
–¡Su Majestad! ¡Aléjese! –gritó Glenn al hombre de barba ligera
–Quiero hablar con él –mencionó el centésimo cuadragésimo quinto monarca de Eldia, acercándose cada vez más
–¡Espere Majestad! –exclamó una joven que iba detrás del rey –¡Haga lo que dice el Jefe de la Guardia!
–¿Porque haces esto Gerald Wildgrube? –cuestionó el rey ignorando a los demás –¿Porque haces más grande este conflicto?
–¡Porque el imperio eldiano debe morir! ¡Deben pagar todo lo que le han hecho al mundo! –espetó el titán Bestia con rabia
–Yo... no se como terminar... con esto –aceptó Karl Fritz con pena
–¡Pero yo sí! –dijo el Bestia sacando su larga lengua y tomando de rehén a la chica detrás del rey
–¡Ahhhh! –gritó la chica que había sido tomada del cuello para asfixiarla
–¡Bastardo! –gritó Glenn ante su descuido
–¡No intenten nada estúpido o ella lo paga con su vida! –amenazó el titán apretando aún más a su presa
Glenn Ackerman se alejó del titán analizando una posibilidad para salvar a la dama sin exponer al rey, pero por desgracia el Bestia se estaba regenerando. El okapi atrajo más a la chica para tragarla, pero antes de que eso sucediera la lengua del titán fue rebanada por obra de Helos.
"¡Bien hecho!" halago Glenn al castaño aunque su rostro no demostró emoción, se abalanzó sobre el rey para sacarlo de ahí, sin embargo no se dio cuenta del movimiento desesperado del titán quien viéndose en la necesidad de huir dio un zarpazo dirigido al rey y la joven inconsciente, él no dudo en ponerse como escudo recibiendo el ataque en la espalda.
-¡Glenn! –gritó Helos, quiso desquitarse con el okapi pero sus secuaces se hicieron presentes dándole oportunidad de escapar, por lo que se enfocó en sacar al rey y a los demás del campo de batalla
Ya entrada la noche se dispusieron a descansar en un improvisado campamento y hacer un recuento de los daños, los Wildgrube no lograron su objetivo pero si lograron cansarlos y atemorizarlos.
...
Después de haber vigilado un largo rato los alrededores, Helos se dirigió a la tienda de Glenn para ver como seguía, para su sorpresa ahí estaba la señorita Ariadne, la sobrina del rey, cambiando el paño húmedo de la frente del líder del clan.
–Lady Ariadne –nombró el castaño a la joven –¿Que hace aquí?
La mujer respingó y volteó a verlo –Solo vine a ver como seguía el señor Glenn, después de todo me salvó la vida
"¿Y yo que?" se dijo interiormente el hombre, pero luego se recompuso –Usted también resulto herida debería descansar
–No es nada –la dama sonrió llevándose la manos a las marcas rojas de su cuello
–Casi es devorada por un titán –dijo Helos
–Pero no fue así, estoy muy agradecida con usted y con el señor Glenn –la señorita sonrió y sus ojos brillaban al ver a líder de clan
–Yo también le agradezco por cuidar de Glenn, le diré de sus atenciones prestadas –mencionó Helos
–N-no es necesario que le diga –replicó la mujer con las mejillas coloradas –Iré a descansar, buenas noches
–Buenas noches –Helos hizo una reverencia para despedirla, una vez que la mujer salió, el castaño se acercó a su jefe y sonrió divertido –Menuda suerte que tienes, mira que la señorita Ariadne es preciosa
Helos aún no se acoplaba muy bien al trato con la realeza, la mayoría era muy reservada y paranoica (no era para menos), pero entre todos ellos, Ariadne Fritz se destacaba por su belleza física como personal. La joven tenía un largo cabello platinado trenzado que combinaba con sus ojos azules y su silueta menuda y delicada, además era amable y considerada, sin mencionar que tenía carácter para afrontar temas políticos de los cuales a veces el rey se ausentaba. El castaño chasqueo la lengua al pensar en el rey, si no se hubiese interpuesto habrían acabado con el Bestia, cada día le caía peor ese hombre. Tratando de distraerse de ese hombre, notó unos papeles doblados encima de un baúl, sin importarle la privacidad de su líder comenzó a leerlos, llevándose la sorpresa más grande de su vida.
...
A la mañana siguiente decidieron continuar con el viaje, Glenn había sido enviado a viajar en una carreta para que sanaran más rápido sus heridas, el trayecto fue tranquilo aunque no dejaban de vigilar y de replantearse el camino. En un momento que tuvo libre, Helos se acercó a la carreta donde viajaba Glenn, tenía que hablar con él sobre cierto tema.
–¡Hey! ¿como estas? –saludó al de cabellos negros
–Algo adolorido –contestó el otro joven –es una lástima que haya escapado
–Sí, pero necesito saber algo de tu parte –dijo firmemente Helos
–¿Que es?
–¿Es cierto lo que dicen esos papeles que estaban en tu baúl?
–¿Cuales? –se cuestiono el moreno –¡¿No me digas que los leíste?! ¡¿Con que derecho?!
–Estaba aburrido –dijo simplón el castaño –¿pero es cierto?¿eso de que soy un Ackerman? –Glenn agachó la cabeza avergonzado dándole la razón al castaño –¿Por eso me salvaste aquella vez?
–Aquella vez ni siquiera sabía de tu existencia –contesto rápidamente Glenn –fue una extraña coincidencia
–¿Como supiste de mí?
–Mi padre lo confesó en su lecho de muerte, y yo quise protegerte por convicción propia a pesar de que eres mitad marleyano –dijo el líder Ackerman
–¿Por eso me mandaste a llamar a la Guardia? –dijo Helos creyendo que todo lo hecho por los Ackerman era por lastima –porque soy tu medio hermano
–No –Glenn guardo silencio un momento y luego prosiguió –fue difícil dar con tu paradero, si te llame fue porque eres un buen soldado. Tal vez solo seguimos el destino de los Ackerman
–¿Cual es nuestro destino?
–Luchar para proteger a los nuestros, en especial a esa persona que declaramos como maestro –dijo Glenn con orgullo
–¿Maestro? ¿Te refieres al rey o a nuestro protegido? –Helos preguntó confundido
Glenn Ackerman sabía como controlar sus expresiones, pero esta vez no pudo ocultar su asombro, abriendo de más sus ojos grises y arqueando las cejas, gesto que le pareció cómico al menor.– Tu no tienes un maestro a pesar de haber pasado ya tres años ¿cierto?
–Protejo a los niños del duque Fritz ¿ellos son mis maestros?
–¿Los proteges por convicción? ¿porque realmente te importan o solo porque es tu deber? –cuestionó Glenn seriamente
–Pues ese es mi trabajo –dijo Helos encogiéndose de hombros
–¡No puede ser! –exclamó Glenn abrumado –¿O podrá ser que tú eres uno de "ellos"?
–¿De quienes?
–Escucha –pidió Glenn bajando la voz –no digas esto a nadie, pero todo indica que eres un "errante"
–No lo creo –Helos le resto importancia con un gesto de mano
–Hablo de tu estado Ackerman –dijo el moreno, pero al notar la duda en la cara de su hermano siguió explicando –todos los Ackerman tenemos un estado de activación de nuestros poderes que le llamamos "despertar", es cuando sentimos exactamente lo que debemos hacer, como un instinto fuerte de combate. ¿Eso lo has sentido?
–Sí –Helos recordó aquella vez que intentó defenderse del titán Bestia
–Nosotros fuimos creados con el afán de proteger a la familia real, por lo que nuestros poderes despiertan para salvaguardarlos. Los que no logran despertar esos poderes y no tienen un lazo especial con alguna persona denominada maestro, se les considera "dormidos", esto se da especialmente en mujeres y en algunos hombres –Glenn seguía contando. –Pero la naturaleza caprichosa también ha dado a ciertos miembros el "poder despertado" sin que tengan un lazo especial con alguien, ellos son considerados "errantes" y son mal vistos entre el clan, lo que los ha llevado a la expulsión o a la muerte
–O sea que tengo mala suerte –dijo Helos con un dejo de decepción
–No diré de tu condición –mencionó Glenn convencido –además los "errantes" solo aparecen aproximadamente cada cien años, supongo que tu eres el de este tiempo
–Tal vez sea un "errante" pero yo considero que el curso de la acción es simplemente un subproducto de mi enfoque –dijo Helos con seguridad
Glenn emitió una ligera risa que oculto con sus manos, es la primera vez que Helos lo veía sonreír –¡Vaya también tengo el poder de hacer reír a los rígidos! ¡Soy un grande! –bromeó el castaño, por dentro estaba feliz de saber que tenía un familiar fuerte y considerado como Glenn, si bien él no era su maestro estaba seguro que por él daría su vida.
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Pasaban nuevamente tres años de guerras, las bajas continuaban y no parecían llegar a un acuerdo de paz, el estado anímico del rey Fritz comenzaba a deteriorarse, comenzando a notarse en su canosa cabellera y en la espesa barba que dejo de afeitar, sumándole su problema de infertilidad que creaba un problema de sucesión del cual los enemigos se aprovechaban.
–Su Majestad debe calmarse –comentaba Lady Ariadne con tono calmo, aunque por dentro estuviese preocupada
–Esta maldición no ha creado más que sufrimiento –reprochaba el rey Karl –si tan solo los titanes desaparecieran
–No hay manera de hacer eso, Majestad –dijo Glenn, quien también estaba en la sala del trono
–Debe haber una forma para revertir todo lo que hicieron nuestros antepasados –Fritz seguía culpándose, Ariadne y Glenn compartieron una mirada de pena
–Tal vez mi señor debería enfocarse en su presente y futuro, en vez del pasado –aconsejó un hombre que ingresaba al salón
Karl levantó la mirada y sonrió levemente –Tu siempre llegas en el momento adecuado –dijo el rey con algo de mofa
–Para eso están los amigos –el hombre que llegaba, era un adulto de ojos rasgados con un peinado chonmage y vestía un kamishimo
–Me alegra que estés de regreso Sagiri –mencionó el rey eldiano levantándose de su asiento para recibirlo –pensé que no regresarías por un largo tiempo
El hombre oriental mostró una mueca confiada –Todo esta en orden en Hizuru, y el clan esta en las buenas manos de Hayate-sama y Anayami-san, pero ¿no interrumpo nada?
–No realmente –mencionó el rey saliendo del salón con su amigo oriental seguido de sus fieles servidores –estaré en el comedor, no tienen que seguirme
–Pero señor... –debatió el Ackerman
–Estará bien, yo lo cuidaré –habló Sagiri Azumabito mostrándole una katana que colgaba de su cintura –Glenn tragó saliva nervioso, sabía que el hijo del Shogun era temerario
–Tomate un tiempo libre Glenn –ordenó el rey sabiendo que eso no lo reprocharía
–Si señor –dijo Ackerman cabizbajo, mientras los dos amigos se dirigían al comedor, el hombre y la mujer se quedaron solos
–¿Has tenido suerte? –comenzó a hablar la mujer de cabellos platinados una vez que perdieron de vista el rey
–No –contestó Glenn –no hay ningún registro o indicio de que ellos sigan con vida
–Si tan solo ellos estuvieran vivos –dijo Ariadne con frustración
–Tal vez es cierta la conspiración contra los Zwilling –expresó el moreno –cuando ellos desaparecieron, las tensiones entre los clanes comenzaron
La chica asintió –Si realmente podían acceder a las memorias de los antepasados con solo tocar a un portador, ellos podían determinar quienes eran culpables y aplicar una verdadera justicia
–Se dice que incluso podían acceder a las memorias de nuestra familia –agregó el hombre
–Las malas lenguas dicen que quienes cometieron el crimen fueron ustedes –dijo Ariadne bajando la voz
–Puede ser –Glenn no se sintió ofendido y continuó –el antepasado Daniel era un avaro que hacía todo por dinero, y por la forma tan brutal en que fueron masacrados no dudo que lo haya hecho alguien con vasta experiencia
–Quien haya sido la mente maestra sabía que sin los Zwilling el equilibrio entre los clanes se desmoronaba –la mujer apretó sus puños en su vestido granate
–¿Que hay del Atacante? –preguntó Glenn –el tampoco se ha aparecido por un largo tiempo
–Tengo la impresión de que se esta escondiendo –dijo Ariadne
–¿Porque lo haría?
–Porque teme que descubran su poder o su conspiración
–¿Su poder? –Ackerman arqueó una ceja desconfiado
–Dicen que tiene otro poder oculto –mencionó la dama –algo que desconocen los reyes desde hace muchos años
–¿Así que ese bastardo también puede sorprendernos? –exclamó con molestia Glenn
–Ojala apoyara al rey en estos momentos –la voz de la mujer sonó muy triste, cuestión que estremeció al líder de clan
–No importa si el no aparece, yo siempre protegeré al rey, aún a costa de mi vida –mencionó con determinación el moreno, Ariadne al escuchar estas palabras se conmovió tanto que no dudo en abrazar al hombre. Glenn aturdido en un principio, correspondió al abrazo con la mayor ternura que podía demostrar un hombre de guerra como él.
Entre las sombras, Helos contemplaba aquella escena con cierta acidez, pues una parte de él quería reírse de su medio hermano por aquellas decisiones tan tontas que estaba cometiendo, pero prefirió retirarse. Anduvo un largo tiempo dando vueltas por los alrededores pensando en todo lo que había escuchado: al rey desanimarse, los misterios de la familia Zwilling, el paradero del titán de Ataque, el enamoramiento de su hermano justo cuando iba a comprometerse, y obviamente la guerra interminable. El castaño se preguntaba si su aparición podría hacer alguna diferencia en esa contienda, no obstante parecía ser otra pieza más del tablero, en eso escuchó como unos pasos se acercaban sigilosamente, en iguales condiciones aguardo hasta el momento en que la presa se acercara y cuando eso sucedió la detuvo ágilmente colocando una daga en su cuello como advertencia.
–¿Quien eres y que intentabas hacer? –cuestionó frío el castaño
La persona que iba encapuchada no sintió miedo y con una increíble confianza le dio la cara –¡Vaya! Es cierto lo que dicen de la Guardia del Rey –el hombre rubio sonreía –Mi nombre es Ronald Tybur y vengo a negociar con el rey
–¿Y que te hace pensar que te dejaré ir a ver al rey? –Helos acercó más la daga al cuello del rubio, sabía que los Tybur eran peligrosos
–No le haré daño –mencionó el hombre mostrando una mano con una pequeña herida de la cual brotaba sangre –a menos que quieran lo contrario
Helos chasqueó la lengua ante la posibilidad de que un titán Martillo de guerra destrozara el castillo –Dudo que el rey quiera a ver a una rata miserable como tú
–Al menos debo intentarlo –el tipo de cortos cabellos dorados, sonrió confiado
–¿De que quieres hablar? –sonó la voz del rey
–¡Majestad! –reverenció Ronald –he venido en son de paz para negociar un acuerdo que termine con esta guerra
Karl Fritz no mostró gesto alguno, sin embargo sus palabras fueron una orden –Hablemos entonces –miró a su guardia y al oriental –solo nosotros dos
Helos no estuvo de acuerdo pero no externo su desacuerdo, Sagiri solo asintió respetuosamente, Karl seguido de Ronald Tybur entró a una habitación para discutir.
–¿Donde esta su Majestad? –la voz de Glenn Ackerman sonó tétrica, al parecer logró ver al rey acompañado del líder enemigo
–Negociando con Tybur –soltó Helos con simpleza, enseguida le llegó un derechazo en la mandíbula que lo tiró al piso
–¡¿Como te atreviste a dejarlo solo con Tybur?! –el líder Ackerman estaba muy molesto y con ganas de seguir peleando con su medio hermano, por fortuna Sagiri Azumabito entró a poner orden
–Ya basta Ackerman-san –medió el oriental –Karl-sama es capaz de tomar sus propias decisiones, no es culpa de Helos-san
–Si supiera la clase de hombre que es Ronald Tybur, entonces también temería Sagiri-san –mencionó Glenn con dureza
La reunión no duro mucho, por lo que vieron salir a Tybur sonriendo de satisfacción, Glenn se lanzó a la puerta de la habitación abriéndola de golpe y notando que el rey estaba sentado inmóvil.
–¿Su Majestad? –cuestionó con preocupación el líder Ackerman, pero lo único que pudo ver fue la mirada abatida del monarca.
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La guerra siguió sin cese otros cuatro años, esta vez la batalla se estaba dando en los campos cercanos al castillo, la oposición había tomado fuerza y estaban casi por tomar la residencia real. La razón de semejante enfrentamiento fue un niño, pues sorprendentemente la reina había quedado encinta y estaba dando a luz al heredero a la corona, por lo que los enemigos intentaron tomar por asalto el castillo, aunque se les adelantaron los poderosos guardias del Rey.
–¡Háganlos retroceder! –gritaba Faber Ackerman al frente de los soldados –¡Demian reorganiza la retaguardia!
–¡A la orden! –el joven novato corrió a cumplir su deber
–¡Acompáñalo Janis! –ordenó Helos a su subordinada, la muchacha obedeció de inmediato, luego miró a su tío con seriedad –¿tú también piensas lo mismo?
El hombre mayor frunció el ceño –Es bastante extraño que no trajeran sus catapultas, ellos no se arriesgarían así
–Concuerdo, algo traman –apoyó el castaño –probemos si estamos en lo correcto –hizo una señal a distancia que fue percibida por su compañera Ackerman
–¡Apunten a los lideres! –clamaba Velma a cargo de los arqueros –¡Fuego! –las flechas cayeron como lluvia sobre los enemigos, pero solo unas cuantas dieron en el blanco, pues un titán de escamas doradas había aparecido de repente bloqueando las saetas
–¡Mierda! –gruño Helos al ver al titán Acorazado
–¡Reagrúpense! –ordenó Faber previendo el movimiento del gigante –¡No dejen que pase al castillo!
–¡¿Donde esta el Mandíbula!? –preguntó Helos por su aliado pero nadie le dio respuesta –¿Y Glenn?
–Esta cuidando al rey –respondió otro soldado
–Incluso en estos momentos ese imbécil... –Helos ya no pudo decir más, al ver como el Acorazado tomaba impulso y corría directo al castillo
El gigante pasó sobre varios soldados los cuales no tuvieron tiempo de huir, el único que le hacía frente era el valeroso Faber y sus fieles hombres –¡Vamos por él! –motivo a sus guerreros y galoparon contra el monstruo
"¡Es un suicidio!" pensó Helos al verlos ir sin otra cosa más que sus armas –¡No lo hagan! –grito desgarrando su garganta, pero sus palabras quedaron en el aire al ver que sus compañeros fueron pisoteados sin misericordia –¡Puto bastardo! –sentenció con rabia
El titán Acorazado recibió de nuevo una lluvia de flechas provenientes de un grupo de arqueros, cuya líder también estaba rabiosa –¡Ven por mí, miserable! –desafío Velma, pero el gigante sin inmutarse cogió una gran roca y apretándola con sus puños aventó con fuerza los pedazos
–¡Nooo! –exclamó Helos viendo como los arqueros se volvían carne molida, Velma logró esquivar las rocas trepando entre los árboles, sin embargo, fue abatida por las flechas que ella misma disparó, pues al estar más atenta al titán, los enemigos lograron avanzar y abatir a los soldados sobrevivientes
Helos vio como el cuerpo de la muchacha caía y era pisoteado por los caballos, se llenó de rabia más que de temor, ahora él tenía en sus manos la defensa del castillo. Sus fieles subordinados se reunieron en torno a él, los Ackerman más jóvenes en integrarse a la Guardia del Rey, Demian y Janis estaban bastante nerviosos.
–¡Formen una barrera impenetrable! –dio la orden –¡Yo iré por el Acorazado!
–¡P-pero es imposible! –clamó Demian Ackerman –¡usted solo no...
–¡Solo hazlo! –dijo como fin de la discusión y galopando se lanzó contra el titán. "Tal vez si puedo escalar con ayuda de sus escamas hasta llegar a la nuca" pensó a la vez que sacaba un gancho de agarre unido a una cuerda, pasó a toda velocidad entre las piernas del titán y una vez lo tuvo de espaldas, lanzó el gancho que se enredó en su pantorrilla, se balanceó para colgarse de él, no obstante el titán se dio cuenta y comenzó a moverse para aplastarlo. Helos esquivaba los ataques aunque le era difícil por estar suspendido, clavando su espada en una pequeña abertura de las escamas se sostuvo de la espalda del titán "Así que si tiene partes blandas", sin embargo, el titan tomó un extremo de la cuerda a la que seguía sujeto y la lanzó hacia adelante para que Helos se impactará directamente con las paredes del castillo.
Helos cerró fuertemente los ojos esperando el impacto, pero en su lugar sintió como era sujetado del cuello de su chaqueta "¿Pero que?" abrió los ojos para ver como era llevado del hocico de un gran caimán. –¿Baxter?
–¡Lamento la tardanza! ¡Habían otros problemas en el camino! ¡Ahora sujetate! ¡Le daremos una paliza al Acorazado! –mencionó con voz grave Baxter Messerli, el portador del titán Mandíbula
–¡Bien! –Helos subió al lomo del titán –¡Tu ataca su armadura, yo dañaré sus partes descubiertas!
El titán con una forma de caimán y gran mandíbula saltó hacia el Acorazado, arañándole las escamas, mientras Helos se encargaba de lastimar aquellas partes descubiertas, logrando que el titán se viera desconcentrado ante dos atacantes. Al ver esto y con la llegada de los refuerzos de los Messerli, los Ackerman restantes lucharon furtivamente logrando que los enemigos que se habían acercado al castillo comenzarán a retroceder. La poderosa mandíbula del titán de los Messerli se llevó un brazo del titán enemigo y con sus garras lo cegó, momento que fue aprovechado por Helos para cortar la nuca, haciendo salir al portador.
–¡Aghhhhh! –gritó el hombre que movía al Acorazado, al sentir como su abdomen era perforado por una espada
–¡Oi, no te muevas a menos que quieras que tus tripas se salgan! –amenazó el castaño –¡Tal y como lo hiciste con mis compañeros! –Helos giro la espada para torturar al hombre quien grito de dolor
–¡Basta Helos! –se escuchó una voz potente desde lo alto del castillo
–¡Glenn! ¡¿Pero que mierda dices?! –exclamó sorprendido el castaño al escuchar a su hermano
–Déjalo ir –dijo calmado el líder Ackerman asombrando a todos los soldados
–¡¿Como?! –bramó el mitad marleyano –¡Después de todo lo que hizo! ¡Tomemos su titán!
–Son ordenes del rey –explicó Glenn con paciencia –no quiere que el nacimiento del heredero se siga manchando de sangre
Helos rió de coraje –¡Precisamente! este imbécil mató a nuestros camaradas, será una buena recompensa
–Déjalo –ordenó Glenn, el castaño seguía manteniendo un férreo agarre de la espada mientras desafiaba con la mirada a su hermano –esta batalla ha terminado
–Tsk –gruño Helos después de un tenso par de minutos, sacando con el menor cuidado posible su espada del abdomen del hombre y aventándolo lejos con una fuerte patada en la cara. Los secuaces del portador del Acorazado se lo llevaron muy malherido.
Los enemigos huyeron, en tanto los seguidores del rey se cuestionaban el porque de semejante orden, en especial el castaño, que reunió los cadáveres deformados de sus compañeros y les rendía honores mientras eran incinerados.
...
Glenn llegó a los establos después de buscar por todos lados a su medio hermano, Helos solía esconderse allí cuando estaba molesto o confundido, y acertó al verlo acicalar a su fiel corcel marrón de crines negros.
–¿Has venido a explicar la orden de tu rey? –saludó con acidez el castaño, asombrando al de cabellos negros
–No –contestó el líder del clan –solo quiero saber como estas
–¿Como crees? –Helos seguía dándole la espalda a su hermano –murieron muchos, incluidos el tío Faber y Velma
Glenn tomó asiento en un banco cercano –Lo siento –dijo con pesar –de verdad lamento no haber ido a apoyarlos
Helos por fin se digno a verlo, el moreno estaba cabizbajo y se notaba bastante cansado por lo que se acercó a él –Glenn, dime con toda la sinceridad posible –el par de ojos grises se volvieron a conectar –¿todo esto es lo que quieres realmente?
El líder Ackerman arqueo las cejas en evidente confusión –Yo... –por primera vez, Helos vio débil a su hermano
–Ya lo suponía –Glenn agachó la cabeza otra vez evitando la mirada de Helos –siempre haces lo que te piden, pero eso no significa que es lo que realmente deseas ¿verdad?
–Mi deber es con el rey –dijo el moreno –seguir su voluntad
–¿Incluso si te da ordenes ridículas?, como un matrimonio arreglado, porque estoy seguro que no te gusta la gorda presuntuosa de Margaretha –mencionó con seguridad Helos –tú te enamoraste de Lady Ariadne –Glenn se mantuvo en silencio, más el castaño pudo percibir cierta vergüenza de su hermano. –Tampoco querías que el rey se reuniera con Tybur, ni que el portador del titán Acorazado escapará, pero hiciste lo contrario porque el rey te lo pidió ¿cierto?
El líder Ackerman se mantuvo quieto por lo que Helos se arrodillo ante él para poder mirarlo, se sorprendió al ver como los ojos grises que siempre se mostraban seguros ahora parecían cristalizarse poco a poco. –¿Glenn?
–Esta en nuestra sangre proteger a los reyes, no hay forma de liberarse de tu maestro una vez que tus poderes despiertan –dijo abatido el moreno
–¿Esa es tu forma de pensar? ¡Hablas como un perdedor! –reclamó Helos –¡Piensa Glenn, piensa! ¡¿Esto a donde te llevará?! ¡¿Valdrán la pena todos los sacrificios?! ¡¿Serás feliz?! ¡¿Vivirás sin arrepentimientos?! –el castaño tomó de los hombros a su hermano sacudiéndolo fuertemente y mirándolo directo a los ojos –Tienes un hijo y un clan en tus manos, tienes metas que alcanzar, ¡ahora abre tus ojos, mira más allá de las mentiras!
Glenn Ackerman tenía los ojos abiertos desmesuradamente y sus labios se abrían y cerraban como si fuese a decir algo, luego ensombreció su mirada. De repente se quitó de encima a Helos bruscamente y se levantó orgulloso –Tú no sabes nada sobre los Ackerman –le miró con frialdad, con asco –un "errante" como tú, nunca comprenderá la grandeza de servir al rey. Tal vez... –su voz sonó repulsiva –nunca debí haberte traído aquí...
Los caballos relincharon asustados cuando el golpe derrumbó a Glenn, Helos le había propinado un puñetazo en el rostro que le había lastimado el labio y la nariz –¡Prefiero ser un "errante" que un esclavo! –el castaño le espetó con rabia –si tanto me detestas ¡me largo de aquí! –y sin esperar más tomó su caballo y algunas cosas personales, entre ellas el sombrero bicornio con plumas que rescató de Faber, así salió ante la atenta mirada de Glenn
Una vez que Helos se fue, Glenn se incorporó y limpio la sangre de su rostro, su mente recordaba aquellas palabras de su medio hermano sobre "el deber" y "el querer". Una de las pocas cosas que realmente quiso en su vida, fue conocer a su hermano bastardo y ahora que lo había logrado, lo alejaba como un patán; llevó sus manos a la cabeza para soportar la jaqueca que tenía. Aún adolorido se presentó a los aposentos del rey –quien orgulloso arrullaba a su hijo recién nacido– y reverenció a Karl Fritz para comunicarle la retirada de Helos.
–Esta hecho, mi señor –dijo Glenn con firmeza pero con un agudo dolor interno
...
–¡Es inaudito! –se escuchó el rugir del duque Fritz por toda la sala
–¿Majestad esta bromeando? –cuestionó Ariadne con seriedad, los demás presentes también se miraban unos a otros confundidos, Karl Fritz estaba mas determinado que nunca
–No bromeo –respondió el rey –tengo una idea de como crear una paz duradera, y eso es excluyéndonos del mundo
–¿Propone irnos de aquí y dejar que Marley se quede con todo? –dijo otro de los nobles reunidos en aquella sala –¿a donde iremos?
Karl Fritz señalo en el mapa una isla al norte del continente –A Paradis
–¿Porque Majestad? –cuestionó la sobrina del rey –¿porque deberíamos abandonar el lugar en donde nacimos y por el cual hemos peleado durante años?
–Porque nuestros ancestros cometieron crímenes inimaginables y no quiero seguir cargando con esos pecados –mencionó Fritz con melancolía
–¿Esta seguro Majestad que esa es la mejor opción? –preguntó el Azumabito también presente
–Lo estoy –contestó con firmeza –y tampoco obligaré a nadie a seguirme ni habrán represalias. Construiré un mundo de paz para los eldianos en Paradis
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El sitio a la ciudad llevaba casi un mes, el panorama era desolador en los alrededores, cuerpos cercenados descomponiéndose en al calle, casas consumidas por el fuego que había causado el Colosal, y el andar de los soldados apresurados. Los portadores de titanes cambiantes ya habían peleado y por tanto estaban exhaustos, los únicos que faltaban por batirse eran los líderes de las respectivas fracciones: los Fritz y los Tybur.
Los soldados fieles al rey se reunieron en la puerta de la ciudad para lanzar un último ataque, motivados porque el rey mismo iba a pelear, salieron con valor para eliminar al enemigo. Karl Fritz se convirtió en un titán barbado de quince metros que combatió a su paso creando temor como el "Demonio de la Tierra", como aquel ser macabro que le entregó sus poderes a la fundadora Ymir. Sin embargo, le salió al encuentro el titán Martillo de guerra, blandiendo una maza de picos.
–Estate atento a sus movimientos –mencionó el titán blanco al hombre que iba sobre sus hombros
–Dudo que el vejestorio ese sepa luchar bien –decía Helos ahora vistiendo el uniforme de soldado marleyano aunque con el sombrero de Faber
–Solo dale el golpe final –mencionó Ronald Tybur con su voz grave
–Bien –exclamó Helos sosteniendo una lanza
La batalla entre titanes fue dura, pues ni Fritz ni Tybur disminuyeron sus ataques, por un lado el Fundador daba puñetazos cristalizados y usaba sus gritos para hacer daño, mientras el Martillo de guerra usaba hábilmente la maza y hacía salir del suelo estacas cristalizadas. Ambos titanes estaban al límite, pero un descuido del Fundador fue lo suficiente para que el Martillo de guerra le arrancará la parte superior del cuerpo con la maza. Helos al ver que en esa parte estaba el portador, corrió sobre el brazo estirado del titán blanco y salto hasta alcanzar la cabeza del fundador.
Sujetando la lanza con las dos manos y lleno de una furia asesina, clavó la lanza atravesando la mejilla y boca del gigante, logrando que el rey saliera del cuerpo titán, herido y con dificultad para moverse, Helos vio la posibilidad de acabar con su vida por lo que desenvainó su espada y abanicó un movimiento rápido. Lo siguiente que se escuchó fue el chocar de dos metales, entonces Helos notó como Glenn Ackerman bloqueaba su ataque para defender a su rey. El castaño rechinó los dientes incrementando su enojo así como su fuerza, pero Glenn tampoco desistía de su deber.
–Yo me rindo –se escucharon las palabras del rey, dejando a todos paralizados y boquiabiertos, excepto a un hombre rubio
–¡¿Majestad?! –mencionó Glenn preocupado al ver a su maestro agacharse hasta el suelo
–¡En ese caso! –Helos estaba dispuesto a tomar la vida del monarca, pero alguien lo detuvo oportunamente
–¡No escuchaste lo que dijo! –mencionó Ronald Tybur al salir de su titán –Ya ha perdido
–¡Por eso debe morir!
–No lo creo, él fue piadoso después de todo –replicó Tybur –así que nosotros haremos lo mismo
–¿Cual será su castigo? –demandó el castaño
–El exilio –mencionó firme el rubio
–¡Eso es algo incomprensible! ¡Todo es su culpa! –el antiguo guardia real pedía un castigo más estricto, pero Ronald lo ignoró olímpicamente
–¡Ganamos! Es suficiente después de un siglo de guerra –entonces el rubio tomó la mano del castaño para alzarla –¡Oigan, escuchen! ¡Este sujeto venció al Demonio de la Tierra! ¡Es nuestro héroe Helos!
En un principio nadie entendió las cosas, hasta que un par de testigos apoyaron la mención de Tybur, entonces fueron uniéndose más voces alrededor del castaño –¡Helos vencedor! –otros marleyanos lo alzaron en hombros y lo comenzaron a vitorear con mayor fuerza. "¡¿Que hacen? Yo no soy un héroe!" pensó el castaño, quien luego recordó a su hermano, pero al voltear a donde estaba, solo encontró la cabeza del titán barbudo desvaneciéndose, Glenn ya no estaba ahí. Fue ahí que entendió que todo eso estaba planeado y él no era más que un títere.
...
No demoró mucho tiempo reunir al pueblo eldiano para avanzar a otro lugar, en la cabeza de la fila iba la familia real acompañada de sus más fieles seguidores. Observé con atención desde lo alto de una azotea como partía la columna de eldianos hacia el norte; ví como Demian, Janis y otros Ackerman iban incómodos; noté como la comitiva de los Azumabito partía orgullosa y a la vez silenciosa; reparé como los que se negaron a partir, veían con tristeza y recelo a sus compatriotas aceptar la derrota y el exilio; percibí a los nobles avergonzados, en especial a los clanes de portadores; advertí también las caras cansadas de la guerra de la gente común. Pero sobre todo, divisé el gesto serio y rígido de Glenn Ackerman, quien, como si lo hubiese notado compartió una última mirada conmigo, luego divisé hacia al frente hasta que la gente eldiana se perdió en el horizonte azul.
A pesar de los acuerdos con los Tybur, la gente eldiana que se quedó en Marley fue perseguida y discriminada; en algunos casos el odio llegó a crear masacres de eldianos, entre las victimas estaban el duque Richard y Lady Ariadne, quienes se habían negado a partir a Paradis con el rey. Al menos pude poner a salvo a los hijos del duque –los últimos Fritz de tierras marleyanas–, tal y como había sido mi deber cuando recién ingresé a la Guardia del Rey.
Los seis portadores de titanes cambiantes fueron devorados por eldianos fieles a los vencedores, los cuales usaron esos poderes en favor de Marley, repitiendo la misma historia de guerra y muerte que había causado el imperio eldiano.
Ronald Tybur siguió enalteciéndome como héroe, ocultando mi origen eldiano y que serví a Fritz por varios años, aunque ese "Helos" era más bien un ideal absurdo con el cual se veían reflejados los marleyanos, me sentí asqueado y preferí andar "errante" como era mi condición Ackerman, solo portando algunas pertenencias como el sombrero del tío Faber.
Así anduve vagando por varios lugares viendo como la paz utópica del rey Fritz no era más que una mentira, al menos de este lado del mar; y cada vez que observo hacia al norte donde esta la isla Paradis, me preguntó si esto es lo que realmente Glenn quería.~
Así fue como Helos nunca supo de que la duda que sembró en su hermano iba a florecer aquella vez que él se opuso al borrado de memorias por parte del rey, provocando la persecución y casi extinción del clan más fuerte de la humanidad.
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***Notas (también largas)***
*Hola, antes de que se pregunten de cual me fume, vengo a explicar un poco este capítulo, que si, tiene explicación dentro de la historia aunque no la diré por ahora.
*Hay dos principales razones del porque lo hice, éstas son: a) por que quise y b) por que daría un soporte a lo demás.
*a) ¿Porque quise hacerlo así?, les cuento, cuando empecé el fic lo tenía pensado en algo así como Saint Seiya Next Dimension, para quien no sepa de que va, es la secuela de la saga de Hades y a la vez nos muestran la guerra santa anterior; pero yo descarte esa idea por el exceso de OC y lo confuso que podría presentarse ir del futuro al pasado y viceversa. Por lo que los capítulos sobre hechos del pasado serán a lo mucho otros dos más. También quise agregarle la teoría de Helos es un Ackerman, un romance (no correspondido) Fritz-Ackerman, la Gran Guerra Titán (que me la imagine así como una mezcla de Game of Thrones y la revolución francesa pero con titanes), el ideal de Karl Fritz, la participación de los Azumabito y como surgió el mito de Helos vs el Demonio de la tierra.
*¿Porque da soporte? Pues creo que le da sentido al hecho de que los Ackerman se rebelaran contra su rey, cuando se nota que ellos son súper leales (Kenny, Levi y Mikasa lo demuestran).
*Sobre la guerra no me expandí mucho, solo quise tocar lo que creo YO era lo mas sobresaliente.
*Los titanes antiguos son los que salen en el capitulo 135 del manga (el okapi, el minotauro, el caiman, la mole, y el warhammer y la hembra que salen en la misma pagina).
*Los uniformes eldianos son como los de la imagen del encuentro entre Fritz y Azumabito. Los uniformes marleyanos son como el de la estatua de Helos.
*Lo de los Zwilling y los Ackerman "errantes" es adición mía.
*Encuentren la referencia a Invincible (es bien obvia).
*El próximo capítulo esta conectado, pues va a hablar nuevamente de los Ackerman.
*No se si las filtraciones de las paginas extras son verdaderas, pero yo aprovecharé el mame con lo de la secuela y le cambiaré el titulo a Shingeki Next Generations Bizarre Adventures XD.
