CAPITULO 48
—(Tengo que huir… ¡tengo que huir!).
Un joven oso de túnica marrón corría despavorido en un vasto campo, en sus manos empuñaba una espada corta de bronce, huía de unos monstruos que iban tras él.
—(¡Mierda!, ¡mierda!, ¡me van a alcanzar!).
Era perseguido por tres lobos de negro pelaje, ojos rojos y colmillos que sobresalían de su boca.
—(¡Era mi primer encargo!, ¡el primero y termino de esta manera!, ¿¡como puedo tener tanta mala suerte!?... no… la verdad es… que no estoy hecho para esto).
Un Sapien en la cúspide de sus 18 años, pensó con delirios de grandeza como seria su vida como aventurero, al ver que dicho oficio era tan popular en Gaia, e incluso las ganancias obtenidas eran buenas. El muchacho úrsido se replanteo con inmaduras la carga de este trabajo, pensando en el lado positivo e ignorando los peligros de lo negativo.
Se registro, pago la tarifa de inscripción y tomo su primer trabajo, quería hacer dinero y fama rápido, en lugar de comenzar labores sencillas, fue directo por un encargo de subyugación. Al ver que uno de los trabajos ponía eliminar a tres "lobos oscuros", el oso se confió pensando que eran meros lobos ordinarios y fáciles de matar, cuanto error de su ingenuidad.
Y para ponerlo en una condición aun más lamentable, la espada que portaba era una usada que encontró por casualidad en el suelo, se armo un intento de escudo de madera con la tapa de un barril. En el primer ataque de uno de los lobos oscuros, aquel "escudo" fue destruido en el instante, el oso entonces viendo la realidad de sus elecciones, se hecha a correr.
—(¡Mierda!, ¡no quiero morir aquí!).
Mientras se lamentaba de sus decisiones, vuelve a voltear para ver a sus perseguidores más cerca, pero entonces noto que solo había dos de ellos, ¿a donde ha ido el tercero?, y esa respuesta se contestó a sí mismo en el acto. Uno de manera discreta se coló a su costado y se lanzo contra él, el oso logra reacciona a tiempo para protegerse con su espada.
El arma en cuestión logra protegerle como un escudo, evitando las zarpas del lobo oscuro, pero luego del impacto esta sale volando de las manos del Sapien, el úrsido cae al suelo rodando hasta quedar adolorido y para cuando se recupera de aquellos dolores menores, enseguida observa el peligroso inminente a su alrededor.
Estaba rodeado, los tres depredadores oscuros le tenían acorralado, él no tenia nada a la mano, estaba desarmado y a merced de esas bestias, aquella desfavorable situación le hizo llorar y suplicar piedad. Pero las bestias no comprendían concepto alguno de la misericordia, se relamían sus bocas ansiosas de destrozar su carne y devorarla con gula, el primero de ello se le acerco con el abrir en grande su mandíbula, apuntaba a la yugular del Sapien.
—(Es mi fin… ¡voy a morir!).
Un evento inesperado ocurre, algo golpea a la bestia que iba a devorar al Sapien, la criatura suelta un gemido de dolor y cae al suelo sangrando, el oso quien había cerrado los ojos al aceptar su inevitable desgracia, pronto los abre.
—¿Qué?, ¿qué ocurrió?.
Observa a la bestia que iba a devorarle, a ese despiadado lobo hambriento, ahora se encontraba en el suelo, con un proyectil clavado en su cuello, la herida fue tan profunda que dejo a la criatura al borde de la muerte.
—¿Una flecha?.
Los lobos gruñen mirando en dirección hacia el responsable de abatir a su compañero, el oso voltea también su mirada para conocer al responsable de haberle salvado su vida en aquel ultimo momento. A la distancia, se encontró con un Sapien felino, un lince de cabellera marrón y pelaje pardo con manchas negras, en sus manos sostenía un arma que aquel oso desconocía por completo.
—(Eso no es un arco… pero lo que le dio al lobo, se parece a una flecha, pero ahora que me fijo mejor, es algo diferente, aunque similar).
Los lobos se lanzan al ataque, el lince carga lo rápido posible el siguiente perno y dispara, asesta en la pata de un segundo lobo, aunque no le mato, le hirió e interrumpió su avance, el depredador lastimado cae al suelo con dificultades para levantarse. Pero el tercero seguía avanzando, Kailo estaba recargando, pero el tiempo no le daba para conseguir un tercer disparo.
El lobo oscuro estaba a escasos metros del lince, y cuando el felino corría peligro, su fiel compañero y amigo humano, acude en su ayuda, golpea a la bestia con la empuñadura del arma en lugar de la hoja. Hace retroceder al lobo varios metros con un golpe de fuerza considerable, su propósito no era matarle, solo hacerle retroceder para darle a su compañero Sapien la oportunidad de abatirle con su nueva arma.
—Es todo tuyo compañero.
Con la oportunidad brindada por Isaac, Kailo recarga la ballesta y dispara, el lobo oscuro quien recibió aquel golpe de empuñadura en la cabeza, aún estaba algo conmocionado por tal lesión, lo suficiente para quedarse algo aturdido y recibir en la frente el proyectil que acaba con su vida.
—¡Bien hecho Kailo! -Isaac le elogio.
—El arma funciona de maravilla en un combate real, pero…
El lince era consciente de los resultados, pudo eliminar a uno de los tres lobos oscuro por atacarle a sorpresa, al otro no le elimino, solo le hirió en la pata y el tercero, preciso de la asistencia de Isaac para evitar ser lastimado por este y la conmoción en la que quedo el monstruo luego del golpe que recibió, lo dejo atontado y como un blanco fácil.
—Lidiar con criaturas agiles de un problema, y aun… no me acostumbro a recargar del todo, debo ser más rápido -Kailo se dijo a si mismo en voz alta.
—Iras acostumbrándote con el tiempo, lo importante es aprender y que la experiencia nos beneficie a ambos.
—(Si, tengo que mejorar, hacerme más fuerte y convertirme en un ballestero del cual pueda enorgullecerme) -Se decía a si mismo, mientras recarga el arma y dispara para eliminar al lobo restante que estaba herido.
Torke Almaforga le hizo entrega al lince de un cinturón de cuero, en el cargaba con 10 pernos elaborados por el mismo maestro herrero, pero quizás lo más sorprenderte de todo, es que Torke ni siquiera les cobro por el servicio de fabricar la ballesta o la munición para esta arma.
Por supuesto, Isaac no dejaría tal amabilidad sin pagar, prometió acompañar a ese buen oso herrero cuando deba ir por más de su cobre en su mina personal y secreta, pero no es todo, también crearía un plano de la ballesta en el idioma de los nativos de Athias como regalo para Torke (con ayuda de Kailo en la traducción).
El oso estaba bastante abrumado por tal obsequio, tanto que le pareció demasiado, pero el mismo humano insistió, y dijo que confiaba en que el tuviera los planos para esta ballesta, el como lo usara, seria dejada a su disposición y voluntad.
—¡Gracias!, ¡muchísimas gracias!, ¡me han salvado la vida!.
Aquel oso que aspiraba a aventureros se acerca al lince y al humano, arrodillándose, agradece entre lagrimas a sus salvadores por su oportuno acto de aparición, confesando que acepto tal oficio con el propósito de ganar dinero, fama y mujeres. El dúo tal confesión le pareció algo vergonzoso, pero para no faltar el respeto, alentaron al muchacho úrsido a que buscara un empleo que le fuera más cómodo y seguro.
—Creo que… me gustaría hacer pan…
Con su nuevo oficio en mente, aquel oso acompaño al dúo de aventureros con el cargar de los tres lobos oscuros, la razón era que él había aceptado el encargo de eliminar tales bestias, pero con su presencia y voz presente en el gremio, daría de baja su registro y, además, le daría el merito y recompensa de su trabajo a sus salvadores.
[—]
Luego de probar la nueva arma de Kailo en un combate auténtico, cobrar una recompensa y salvar una vida para alentarla a elegir un oficio más cómodo para si mismo, el dúo toma un respiro. Ya para la noche, luego de haber comido y tomado una ducha en la casa de baño, regresan a la habitación de la posada.
Con un día bastante productivo, el felino estaba más que contento de haber encontrado una manera eficaz de brindar apoyo en la lucha como aventurero, estaba más que de buen humor, empujo al humano a la cama para luego bajar sus pantalones, lamer su ropa interior y que su mismo aire de excitación se sintiera en tal masculinidad.
—Hoy estabas bastante "candente" Kailo -El humano comento con picardía.
—Le has dado a este débil gatito, la manera de fortalecerse y ser un gatito fuerte.
—Oh, este gatito fuerte ahora parece algo travieso.
—Si, este gatito travieso quiere recompensarte.
Arrebato hasta la última prenda del humano, para luego desnudarse a si mismo, tomo ese falo carnoso y lo masturbo hasta dejarlo lo suficiente duro, con su lengua lamio la punta y fue bajando hasta las bolas.
—(Agradezco a los dioses de este mundo porque los Sapien felinos de Gaia no tienen una lengua áspera) -Fueron los pensamientos del humano.
Llevo a su boca ese duro pene y lo chupo con notoria habilidad, hasta el punto que Isaac sentía que estaba cerca, pero el felino se detuvo, se recostó en la cama en una posición de cuatro patas y enseñando su culo, le incito a su compañero…
—Isaac, quiero que seas rudo conmigo, dámelo con todas tus fuerzas.
Continuara…
