CAPITULO 49

La cama se estremecía como si un temblor sacudiera la habitación, sus fuertes manos se aferraban a la cintura del lince, mientras empujaba a toda velocidad y hundía su grueso masculinidad en el interior del Sapien.

—¡Isaac!, ¡por favor no pares!.

Revolcados en la cama, apareándose como animales en celo, el humano movía sus caderas a un ritmo veloz y el sonido de cada embestía resonaba con claridad a los alrededores, tanto que cierto zorro vecino podía oírle y fantaseaba formando parte de aquel lascivo grupo, con una de sus manos estimulándose un pezón y la otra acariciando su falo endurecido.

El humano quien follaba a su amigo en la posición del perrito, se monta encima del lince para que su boca alcanzara la nuca del felino, entonces Kailo siente una lengua saborear su nuca y repercute en su cuerpo como una sacudida eléctrica leve de placer.

—(En verdad le gusto esto…)

Isaac continúo lamiendo su cuello, mientras su falo carnoso golpeaba el interior del lince, una de sus manos comenzó a pellizcar uno de los pezones del Sapien, los sonidos eróticos del felino se intensificaron.

—(Hora de la mejor parte)

El humano quien lamia la nuca de Kailo pasa entonces a la siguiente fase de sus planes, deja de lamer lo que llama la atención del lince, rogándole que lo volviera a hacer. Pero él en lugar de volver a lamerle, le da una mordida y tal estimulo llevo al Sapien sentir una sacudida eléctrica aun más intensa a comparación de las lamidas.

Fue tanto el golpe de placer en esa mordida, que el pene de Kailo palpito incontrolablemente hasta eyacular con fuerza sobre las sabanas, el hedor del semen y el sudor del sexo hacia calentar aun más al humano, en especial ahora que su pequeño experimento tuvo éxito.

—(Incluso la mordida en la nuca durante el sexo funciona con los Sapien felino, sienten placer en lugar de dolor…)

El humano era el próximo, siente el clímax acercarse y sujeta el vientre de Kailo mientras hunde su miembro en el culo del Sapien, un gemido de placer sale de su boca mientras su masculinidad escurre su semilla.

—Tan caliente y voluminoso…

El lince sentía con regocijo aquel blanco néctar llenar en su interior, los dos se echan a la cama en posición boca arriba, tomados de las manos y con el chocar suavemente de su frente.

—¿Fui demasiado rudo?.

—Mmm… creo que te contuviste.

—Jaja… si utilizara toda mi fuerza, y digo "toda", creo que la cosa habría terminado en huesos rotos.

El dúo se hecha a reír y sus labios se entrelazan en un pasional beso.

—Oye Isaac, hay una pregunta que me vengo guardando hace un rato.

—¿Si?.

—Bueno, la cosa es…

Cuando el felino se planteaba aquella interrogante, su cuerpo entonces sintió un desagradable miedo, se planteó en preguntárselo después de aquel pasional momento de los dos, pero ahora las dudas e inquietudes corrompían su valor para hacerlo, se negó a continuar con ello y evadió la charla que él mismo inicio.

—Yo… lo olvide, eso sí es bastante torpe de mi parte, disculpa por eso, cuando lo recuerde de nuevo, te lo hare saber.

—Seguro, tomate el tiempo necesario, no me iré lejos tampoco, jajaja…

—Si… jejeje…

Realmente llevaba planteándose aquella pregunta hace un buen rato, aquello que le asustaba al lince, aquella que le incomodaba preguntar a su amigo y preciado compañero de aventura era: "Oye Isaac, cuando descubras la manera de volver a tu mundo, ¿te iras de Gaia?".

—(No quiero perderle)

El lince era consiente de que su mejor amigo al ser de otro mundo, tenia seres queridos allí, era normal querer retornar a su hogar natal y volver a verlos, pero incluso si era el caso, en el fondo le dolía tal verdad, tal circunstancia le era tan doloroso como la puñalada de una hoja. Pues el día cuando Isaac de alguna manera llegase a encontrar el origen que lo trajo a Gaia y en el transcurso la manera de retornar a su mundo, entonces él volvería a estar solo.

—(no… no quiero perderlo…)

—¿Kailo?.

El lince sale de sus pensamientos al escuchar su nombre ser pronunciado por el humano, Isaac se percato de que el silencio del felino y sus expresiones, mostraban señales de preocupación, el Sapien se dio cuenta de que se dejo llevar bastante por sus emociones internas.

—Pareces bastante intranquilo, ¿sucede algo?.

—¿Intranquilo?, para nada, estoy así porque estoy empezando a sentir un incómodo frio… -Fue la excusa del lince —Es por eso, que necesito de mi compañero para volverme a "calentarme".

—Oh, con mucho gusto hare mi parte para ayudar en todo lo posible a mi preciado compañero de aventura.

Sus bocas chocan y sus lenguas se entrelazan en un beso lo suficiente estimulante para que sus penes se pusieron duro a la vez, el lince sintió como su falo era manoseado por la mano del humano, para luego sentir su lengua saborear sus bolas y engullir con su boca su miembro.

La respiración del Sapien se hacia agitada y candente, mientras Isaac chupaba el pene de Kailo, uno de sus dedos jugo con el ano del lince, hasta el punto de metérselo, brindándole placer tanto en su felina masculinidad y su culo.

—Isaac, voy a…

Enterró todo su dedo en el ano de Kailo y metió en todo lo posible la verga del Sapien en su boca, sintiendo la corrida del felino en su interior, el sabor que Issac sitio del lince era cálido, viscoso y dulce. No dejo escapar ni una sola gota, toda caliente esencia expulsada por el Sapien, era devorada con gula por el humano.

—¿Te he calentado lo suficiente?, compañero -Isaac bromeo.

—Isaac…

El Sapien empujo a Isaac para recostarle boca arriba y luego montarle, fue directo a lo que quería, sentarse sobre la endurecida verga del humano, el interior del lince no tardo en tomarlo todo en dicha posición y experimentar el gozo del placer. Olvido aquellas preocupaciones, las inquietudes en torno a esa pregunta del cual no pudo hacérsela a su amigo, ignoro de momento todo lo relacionado con ello y prefirió centrarse en pasar el carnal acto con Isaac.

[—]

Hace varios días Atrás, en las zonas montañosas de Alpia…

Cuatro aventureros caminaban sobre una zona de abundante vegetación verde, desde arboles y arbustos, rodeado de montañas y zonas elevadas de tierra, aquel sitio era conocido como Alpia, estas zonas montañosas eran reconocidos por ser habitadas en la profundidades de sus montañas por temibles monstruos de valiosos ingredientes para quien les diera caza.

Entre los cuatro aventureros se destacan dos felinos, un caracal y un puma, un tercero era un oso y el cuarto un lobo, entre los felinos destacaba un arquero por parte del caracal y el puma empuñaba una daga en conjunto con una honda como arma secundaria. El oso por su parte llevaba un hacha de bronce de una mano y un grueso escudo pesado, y por ultimo el lobo, quien se erigía como el mayor del grupo y el líder, cargaba en su espalda una espada a dos manos.

Los felinos portaban vestiduras livianas de tela y cuero, el oso y el lobo por su parte, cubrían su pecho con una coraza ligera de bronce, el lupino llevaba protección extra de cuero endurecido en la cintura. La cicatriz en el ojo derecho del lobo era prueba de su experiencia como un guerrero y en decisión por mayoría, quien tomo el liderazgo del grupo.

—Oye, lo ultimo que queremos es cruzarnos con uno de esos monstruos formidables, como un grifo -El oso hablo.

—Tonto, no vamos a subir a la montaña, nuestra misión son los alrededores -El caracal le recordó.

—Nuestro objetivo es encontrar al hijo perdido de un noble, se fue de cacería con algunos sirvientes y llevan tres días sin aparecer -El puma explico la razón de sus servicios allí.

—¿Quién en su sano juicio cazaría en este sitio?, es cierto que en Alpia se pueden encontrar muchos animales que cazar, pero también es el hábitat de monstruos -El oso opino.

—Solo en áreas más profundas encontraras nidos de monstruos, además de que no era la primera vez de ese chico cazando aquí, se mantenía en las zonas más calmadas y cercanas para salir de allí, a la mínima señal de peligro -El puma dio su punto de vista.

—¿Se habrá metido más a fondo sin querer? -Planteo el caracal como interrogante.

Los aventureros tenían el objetivo de encontrar y traer a salvo al hijo de un noble, los encargos que involucraban a la nobleza como los benefactores, eran bastante bien pagados y eso atraía a varios aventureros a hacer grupo para tomar el trabajo y realizarlo, pues con una paga elevada, compartirlo resultaba aun en una jugosa cantidad para cada uno.

—Un momento…

El lobo levanto su mano en señal de alto, miro al suelo y observo la presencia de numerosas pisadas, el oso pensó que podría tratarse del hijo del noble perdido, pero el caracal fue quien se dio cuenta de que aquellas pisadas no era de un Sapien. Pero antes de que siquiera pudiera dar la respuesta de a que pertenecía, tanto el lobo como el puma se pusieron en guardia y alertaron a los demás.

De pronto el grupo es rodeado por numerosos humanoides de piel verde, estos median alrededor de 190 cm a 2 metros de altura, tenían un cuerpo tonificado tanto en brazos, piernas y torso, con unos colmillos sobresaliendo de su boca, algunos tenían cuero cabelludo y otros no, pero todos empuñaban un arma en sus manos, algunos hechos de madera y otros de bronce.

—¡Orcos! -El lobo identifico lo que eran aquellos seres.

El peligro se presente de inmediato ante los aventureros, feroces bestia humanoides le rodean y el derramamiento de sangre es inminente, ¿conseguirán sobrevivir y rescatar al hijo del noble perdido?.

Continuara…